Nadie se atrevería a decir que no le interesa el preservar la seguridad de
sus pies. Nos sentimos bien si ellos están calientes, secos, libres de lastimaduras, golpes y otros problemas que dificulten la movilidad. Cuando ingresamos en un ambiente industrial, los pies deben protegerse para supervivir a los peligros que plantean las caídas de herramientas, las chispas de soldaduras, las superficies resbalosas, etc. El uso de calzado de seguridad es básico. Todos sabemos que una lesión en los pies tarda mucho tiempo en curarse.
A continuación indicamos los peligros principales de lesiones en los pies:
Golpes. Aproximadamente el 60 % de todas las lesiones en los pies
ocurren debido a la caida de objetos puntiagudos y pesados. Compresión. Esta ocurre cuando algo pasa sobre los pies o los dedos, o cuando éstos quedan atrapados entre objetos pesados. Punzonaduras. Clavos u otros objetos puntiagudos que atraviesan la suela del zapato y alcanzan la planta de los pies. Conductividad. (Transmisión del calor o electricidad). Con más frecuencia ocurre donde existen peligros relacionados con la electricidad estática, por ejemplo, en plantas químicas, hospitales y en la fabricación de explosivos. Electrocuciones. Por contacto con componentes electrificados. Existen antecedentes de electrocuciones en plantas donde se procesa el aluminio, y en tareas relacionadas con el mantenimiento eléctrico, debido al uso de calzado con punteras sin aislar. Resbalones. Presencia de agua, aceite y otras sustancias químicas resbaladizas en los pisos. Salpicaduras. La entrada en los zapatos, de líquidos calientes o metales fundidos, causando quemaduras graves. Temperaturas extremas. Las exposiciones a bajas o altas temperaturas.
En un ambiente de trabajo pueden presentarse más de uno de estos
peligros en forma simultanea. Es responsabilidad de la Empresa el proveerlo de los elementos adecuados y suya el de utilizarlos como se debe.