Está en la página 1de 8

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/344658211

Los invertebrados fósiles y la escala geológica

Article · October 2020

CITATIONS READS

0 35

1 author:

Alberto C Riccardi
Universidad Nacional de La Plata
383 PUBLICATIONS   3,286 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Stratigraphic Classification and Terminology View project

Biostratigraphy of the marine Jurassic View project

All content following this page was uploaded by Alberto C Riccardi on 14 October 2020.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


SECCIÓN TEMÁTICA

Alberto C Riccardi
Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP

Los invertebrados fósiles


y la escala geológica

E
l estudio de los diferentes grupos de inver- (444Ma), del Devónico (359Ma), del Pérmico (252Ma),
tebrados fósiles resulta de importancia para del Triásico (201Ma) y del Cretácico (66Ma).
el conocimiento de su morfología, sistemá- Por otra parte, la evolución relativamente rápida de
tica, evolución, ecología y distribución geo- los invertebrados, su adecuada preservación y su abun-
gráfica. A partir de los estudios hechos por dancia los hizo sumamente útiles para la delimitación
Amanz Gressly (1814-1865) en los montes Jura, en los temporal de las rocas que constituyen la corteza terres-
Alpes, se comprobó que hay invertebrados que pueden tre. Sin estos fósiles, la historia de la Tierra sería prácti-
ser usados para inferir el ambiente en el que se deposi- camente incomprensible, por lo menos con el grado de
taron los sedimentos que los contienen y para determi- detalle con que la conocemos en la actualidad.
nar junto con estos las variaciones ambientales sufridas Las diferentes rocas y los fósiles presentes en la mayo-
por ambos. ría de ellas, igual que los sucesos que originaron a am-
La distribución geográfica de los invertebrados fósi- bos, se ordenan en una escala (temporal) conocida co-
les, especialmente en ambientes marinos, permitió de- mo escala estratigráfica o cronoestratigráfica, que es la base para
limitar regiones paleobiogeográficas, caracterizadas por todas las actividades geológicas, puras y aplicadas. Esta es-
variados conjuntos de especies, y contribuir así a esta- cala es el resultado final de una serie de estudios que co-
blecer reconstrucciones paleogeográficas y conexiones menzaron en el siglo XVI y sirvieron para sentar los crite-
oceánicas diferentes de las actuales. Su registro también rios básicos de la estratigrafía y, por ende, de la geología.
ayudó a documentar la existencia de extinciones masivas, las En un principio la necesidad de disponer de una escala
de mayor importancia acaecidas a fines del Ordovícico temporal, mediante la cual se pudieran establecer las

¿DE QUÉ SE TRATA?

La importancia de los invertebrados fósiles en la construcción de la tabla estratigráfica o geocronológica.

Volumen 29 número 171 agosto - septiembre 2020 9


o

o
od

od

od
ma ón

ma ón
ma n
tem ra

tem ra

tem ra
Er / a

a
ate Eó

erí

erí

erí
ate / E

ate / E
tem

tem

tem
S is / E

S is / E

S is / E
a

a
GSSP

GSSP

GSSP
/P

/P

/P
Edad Edad Edad
no

no

no
Serie / Época Piso / Edad (Ma) Serie / Época Piso / Edad (Ma) Serie / Época Piso / Edad (Ma)
Eo

Eo

Eo
Er

Er
actualidad ~145.0 358,9 ± 0,4
Holoceno
Cuaternario

0,0117 Tithoniano
Superior 152,1 ±0,9 Famenniano
0,126 Superior Kimmeridgiano
Medio 157,3 ±1,0 Superior
Pleistoceno 0,781 372,2 ±1,6
Calabriano Oxfordiano
1,80 163,5 ±1,0 Frasniano
Gelasiano Calloviano 166,1 ±1,2

Devónico
382,7 ±1,6

Jurásico
2,58 Bathoniano 168,3 ±1,3
Piacenziano Medio Bajociano Givetiano
Plioceno 3,600 170,3 ±1,4
Medio 387,7 ±0,8
Zancliano Aaleniano
5,333 174,1 ±1,0 Eifeliano
Messiniano Toarciano 393,3 ±1,2
7,246
Neógeno

Tortoniano 182,7 ±0,7


Emsiano

Mesozoico
11,63
Inferior Pliensbachiano
Serravalliano 13,82 190,8 ±1,0 Inferior Pragiano
407,6 ±2,6
Cenozoico

Mioceno 410,8 ±2,8


Langhiano Sinemuriano
15,97 199,3 ±0,3 Lochkoviano
Burdigaliano Hettangiano 201,3 ±0,2 419,2 ±3,2
20,44
Aquitaniano Rhaetiano Pridoliano
23,03 423,0 ±2,3
Terciario

~208,5 Ludfordiano
Chattiano Ludloviano 425,6 ±0,9
Gorstiano

Silúrico
28,1 Superior Noriano 427,4 ±0,5
Oligoceno Homeriano
Rupeliano
Triásico

Wenlockiano 430,5 ±0,7


33,9 ~227 Sheinwoodiano 433,4 ±0,8
Priaboniano Carniano Telychiano
37,8 ~237 Llandoveriano 438,5 ±1,1
Paleógeno

Bartoniano 41,2 Ladiniano Aeroniano


~242 440,8 ±1,2
Eoceno Medio Rhuddaniano
Fanerozoico

Fanerozoico

Fanerozoico
Lutetiano

Paleozoico
Anisiano 443,8 ±1,5
47,8 247,2 Hirnantiano 445,2 ±1,4
Inferior Olenekiano 251,2
Ypresiano Induano 252,17 ±0,06 Superior Katiano
56,0 Changhsingiano 453,0 ±0,7
Thanetiano 254,14 ±0,07

Ordovícico
59,2 Lopingiano Sandbiano
Paleoceno Selandiano Wuchiapingiano 458,4 ±0,9
61,6 259,8 ±0,4
Daniano Capitaniano Darriwiliano
265,1 ±0,4 Medio
66,0 Guadalupiano 467,3 ±1,1
Wordiano Dapingiano
Pérmico

Maastrichtiano 268,8 ±0,5 470,0 ±1,4


72,1 ±0,2 Roadiano Floiano
272,3 ±0,5
Campaniano Kunguriano Inferior 477,7 ±1,4
83,6 ±0,2 283,5 ±0,6 Tremadociano
Superior Santoniano Artinskiano 485,4 ±1,9
86,3 ±0,5 Cisuraliano 290,1 ±0,26 Piso 10
Coniaciano
Paleozoico

~489,5
89,8 ±0,3 Sakmariano Furongiano Jiangshaniano
295,0 ±0,18
Turoniano Asseliano ~494
Paibiano
Mesozoico

93,9 298,9 ±0,15 ~497


Cretácico

Cenomaniano Gzheliano Guzhangiano


Pennsylvaniano

100,5
Superior 303,7 ±0,1 ~500,5
Kasimoviano 307,0 ±0,1 Serie 3 Drumiano
Cámbrico
Albiano Medio Moscoviano ~504,5
Piso 5
Carbonífero

~113,0 315,2 ±0,2


~509
Aptiano Inferior Bashkiriano Piso 4
323,2 ±0,4 ~514
~125,0 Serie 2
Barremiano Superior Serpukhoviano Piso 3
Mississippiano

Inferior 330,9 ±0,2


~129,4 ~521
Hauteriviano Medio Viseano Piso2
~132,9
Valanginiano 346,7 ±0,4 Terreneuviano ~529
~139,8
Inferior Tournaisiano Fortuniano
Berriasiano
~145,0 358,9 ±0,4 541,0 ±1,0

Escala cronoestratigráfica del Comité Argentino de Estratigrafía (simplificada). Los colores se rigen por la norma de la Comisión del Mapa Geológico del Mundo
(ccgm.org). El eón Precámbrico (4600 a 541Ma) no se incluye en la figura. La marca amarilla en los pisos (GSSP, sigla en inglés de Global Stratotype Section and Point)
indica que sus bases están definidas por un estratotipo.

relaciones y los momentos de formación de los diferen- do, la de abajo ya debe ser sólida; (iv) solamente el flui-
tes cuerpos de roca, se debió a las actividades de la mi- do que le da origen puede estar por encima, lo cual im-
nería, cuya vinculación con la ciencia nació con Georg plica que ninguna capa puede haber existido mientras se
Bauer (1494-1555), que según las prácticas de su época estaban formando las inferiores, y (v) cuando una serie
latinizó su nombre a Georgius Agricola. de estratos se forma, estos deben ser casi horizontales.
Para este tipo de relaciones el danés Niels Steensen De esta manera, en toda sucesión normal de sedimentos
(1638-1686), latinizado a Nicolaus Steno, estableció en los estratos que están más arriba son más jóvenes que los
el siglo siguiente un criterio básico de la geología, co- que están más abajo, con lo que se transforma una des-
nocido como principio de superposición, según el cual (i) to- cripción estática en términos de altura en una descrip-
da capa o estrato litológico se forma sobre una superficie ción dinámica interpretativa, en términos de tiempo. Es-
sólida; (ii) cuando una capa se forma, sus costados están to es, de tiempo relativo, porque la sucesión sedimentaria
delimitados por sustancias sólidas, salvo que cubra toda en sí misma no dice nada sobre el tiempo absoluto que llevó
la tierra; (iii) cuando una capa superior se está forman- su formación.

10
SECCIÓN TEMÁTICA

Con las actividades mineras, los diferentes cuerpos F G


I
locales de rocas recibieron nombres informales. El geó- B C
A
logo veneciano Giovanni Arduino (1714-1795) distin- D
guió, en líneas generales, tres tipos de rocas: 1) primiti-
vo, rocas sin fósiles (esquistos, granitos, basaltos) que forman
el núcleo de las montañas (cristalinas con minerales me-
tálicos); 2) secundario, rocas estratificadas presentes en F G

los flancos de las altas montañas (con fósiles y sin mine- B A C


rales metálicos), y 3) terciario, rocas más jóvenes, com-
puestas por sedimentos (calizas, areniscas y arcillitas) con-
solidados y no consolidados derivados del secundario y
del primitivo, muy fosilíferas. Sobre tales bases, Arduino
F G
y sus contemporáneos caracterizaron las sucesiones lo-
cales de rocas de manera fundamentalmente descriptiva B A C

y sin ninguna connotación temporal.

El tiempo relativo y los F G

invertebrados fósiles I

El geólogo inglés William Smith (1769-1839) deter-


minó que los cuerpos de rocas pueden ser diferenciados
y clasificados usando los fósiles que contienen, y demos- F G
tró la validez del principio de sucesión faunística, según el cual
los fósiles tienen un orden definido de sucesión y que
los agregados fósiles, especialmente de invertebrados,
aparecen siempre en el mismo orden secuencial donde
quiera que se encuentren. La diferenciación de especies
F G
a través del tiempo y sus correspondientes rangos estra-
tigráficos tuvieron explicación, a partir de 1859, cuando
Charles Darwin (1809-1882) sentó las bases de la teoría
de la evolución por selección natural, un proceso unidi-
reccional según el cual todos los organismos se modifi-
can a través del tiempo. En otras palabras, el carácter li- Esquema de la geología de la Toscana según N Steno,1669. La figura muestra un conjunto
sedimentario en seis estados sucesivos (desde abajo hacia arriba). Los tres esquemas infe-
neal o irrepetible de la vida difiere sustancialmente de riores corresponden a un ciclo y los tres superiores a otro. Cada ciclo pasa, de abajo hacia arri-
los ciclos repetidos de las rocas. Por lo tanto, es posible ba, a través de los estados de deposición uniforme de capas, erosión de rocas estratificadas y
usar conjuntos de invertebrados para reconocer unida- colapso de las capas superiores en los espacios erosionados. Los estratos de ambos ciclos se
des de rocas y atribuirles una significación temporal. repiten, pero el segundo ciclo incluye restos de plantas y animales, ausentes en el primero.
Cada unidad de rocas fue inicialmente reconocida en
un área determinada, en la cual se estableció su posición
relativa en una sucesión de unidades del mismo tipo, y Un ejemplo típico de una unidad inicialmente des-
se le dio un nombre vinculado con esa región. Es así que criptiva y luego interpretativa es el Terciario de Ardui-
usando el principio de superposición se determinó la no, que pudo ser reconocido en otras regiones, dentro y
ubicación relativa en el tiempo de las capas fosilíferas y fuera de Italia, por su contenido de invertebrados fósiles.
de las asociaciones de invertebrados contenidos en ellas. El escocés Charles Lyell (1797-1875) lo subdividió, ba-
Sobre tal base se pudo referir cualquier fósil aislado y las sándose en los porcentajes de especies de moluscos vi-
rocas portadoras a la sucesión general. Con lo anterior, la vientes en la actualidad registrados en sucesivos niveles,
tarea inicialmente descriptiva se convirtió en interpretati- en Eoceno, Mioceno y Plioceno. Con el tiempo, los nom-
va y permitió establecer un ordenamiento cronológico de bres usados para estos tipos de rocas se hicieron extensi-
cuerpos de rocas, incluso a través de diferentes regiones. vos a los lapsos en que se habían formado.
En virtud de estos conceptos, en 1815 Smith presentó el Otro ejemplo clásico es el Jurásico, cuyo estudio lle-
primer mapa geológico de Inglaterra y Gales. vó a importantes avances metodológicos en el campo

Volumen 29 número 171 agosto - septiembre 2020 11


Mapa geológico de las islas británicas presentado por W Smith en 1815 (a la izquierda) y mapa geológico actual (a la derecha).

de la estratigrafía. El nombre Jurásico se originó en las cala estratigráfica estaban establecidas y todos los siste-
descripciones realizadas por Alexander von Humboldt mas aceptados en la actualidad habían sido reconocidos
(1796-1859) de un conjunto de calizas halladas en los mayormente sobre la base de sus invertebrados fósiles.
montes Jura, en el sur de Francia, el oeste de Suiza y el Luego estos sistemas se incluyeron en unidades ma-
norte de Italia, a las que llamó Jura-Kalkstein. Estas rocas yores, como el Paleozoico, propuesto originalmente por
fueron posteriormente divididas por Leopold von Buch el geólogo y clérigo anglicano Adam Sedgwick (1785-
(1774-1853) en tres unidades sobre la base de diferen- 1873), y como el Mesozoico y el Cenozoico, introdu-
cias de color; de abajo hacia arriba, las denominó Jura cidos por John Phillips (1800-1874), usando como
negro, Jura pardo y Jura blanco. El estudio de los inver- criterio para agrupar los sistemas el predominio de de-
tebrados fósiles del Jura negro y del pardo, comparados terminadas especies, géneros, familias y aun órdenes y
con los de las islas británicas y de diversas regiones de clases de animales y plantas. Las rocas, usualmente no
Francia, posibilitó establecer su equivalencia con las ro- fosilíferas, que se ubicaban invariablemente por debajo
cas que Smith había denominado Lias y Oolite en Inglate- de las que contienen fósiles, fueron agrupadas en el Pre-
rra. De esta manera, con todos estos estudios el Jurásico cámbrico por James Dana (1813-1895).
pasó a ser una unidad interpretativa.
En forma similar se originaron los demás sistemas
incluidos actualmente en la escala estratigráfica, ya sea Pisos y zonas
como unidades primero descriptivas y luego interpreta-
tivas, como Cámbrico o Cretácico, o interpretativas des- La necesidad de contar con unidades más pequeñas
de un principio como Ordovícico, Silúrico, Devónico o que los sistemas y períodos llevó a Alcides d’Orbigny
Pérmico. Para 1879 las principales divisiones de la es- (1802-1857) a introducir el concepto de piso, aplicable

12
SECCIÓN TEMÁTICA

a un grupo de estratos con un mismo conjunto o


Holoceno 1867
asociación fósil, al que se denomina con el nombre
de la localidad geográfica en la que se reconocen por Pleistoceno 1839
primera vez las rocas portadoras de la mayor parte de sus
Plioceno 1833
fósiles característicos. En el concepto original, cada piso
es un espesor de roca caracterizado por una determinada Cenozoico Mioceno 1833
asociación de invertebrados fósiles y subsidiariamente, a
Oligoceno 1854
partir del Carbonífero, de vertebrados y plantas.
Sin embargo, el uso de asociaciones fósiles constitui- Eoceno 1833
das por numerosas especies provenientes de diferentes
Paleoceno 1874
localidades y estratos, sin considerar sus rangos estra-
tigráficos, resultaba poco preciso. En consecuencia, fue Cretácico 1822
necesario estudiar en detalle los rangos estratigráficos de
Mesozoico Jurásico 1829
las especies en muchas localidades, para lograr una me-
jor comprensión de la sucesión de faunas. Triásico 1834
Sobre la base de sus estudios del Jurásico del sur de Pérmico 1841
Alemania y de varias regiones de Europa, Carl Albert Oppel
(1831-1865) pudo establecer la unidad más pequeña de Carbonífero 1833
la escala geológica. Estableció, en distintas localidades, la Devónico 1839
distribución vertical de cada especie de invertebrados, Paleozoico
fundamentalmente amonites. Esa distribución fue Silúrico 1833
graficada y de los gráficos resultó que había grupos de Ordovícico 1879
estratos caracterizados por conjuntos de invertebrados
fósiles similares, aunque con rasgos diferentes, y que Cámbrico 1835
tales estratos se correlacionaban temporalmente. Para  Precámbrico 1872
cada asociación, Oppel usó el termino zona, y reconoció
33 zonas de invertebrados para el Jurásico, 22 basadas Escala estratigráfica mostrando el año de introducción de cada sistema. Los co-
en amonites y las restantes en bivalvos, braquiópodos, lores utilizados en la tabla se corresponden con la actual norma de la Comisión
equinodermos, gastrópodos y poríferos. del Mapa Geológico del Mundo.

Sucesión y discordancia
observadas por J Hutton
en Jedburgh, Escocia.

Volumen 29 número 171 agosto - septiembre 2020 13


Sección estratigráfica del Jurásico Medio, Chacay Melehue, Neuquén. A la izquierda, vista general hacia el este y a la derecha, detalle con invertebrados fósiles.

La aparición de ciertas especies nuevas permite es- (magnetoestratigrafía), modificaciones de las relaciones
tablecer los límites entre zonas, de manera tal que cada isotópicas de varios elementos en rocas de origen mari-
agregado se distingue por la aparición en su base de esas no (quimioestratigrafía), y con las variaciones cíclicas de
especies y en su techo por la de otras. El tiempo transcu- la órbita de la Tierra documentadas en las sucesiones se-
rrido entre estos eventos permite el reconocimiento de dimentarias mediante cambios en los patrones sedimen-
unidades temporales claramente delimitadas. Cada zona tarios (cicloestratigrafía).
se denomina con el nombre de una especie elegida en
forma arbitraria, que no necesariamente debe estar limi-
tada estratigráficamente a esa zona, pudiendo también
variar su grado (escaso o abundante) de representación. El tiempo absoluto de la geología
El rasgo característico de la zona es el conjunto de espe-
cies y su nombre debe estar limitado a la región en que La escala del tiempo geológico absoluto registra las fe-
se reconoce. El límite inferior de la zona reconocida en chas y duración en que ocurrieron ciertos acontecimien-
la base de un piso y sistema sirve a su vez de base a ta- tos, en un determinado orden de sucesión. La magnitud
les unidades. del tiempo involucrado se infería, en un principio, sobre
El concepto de zona fue luego extendido a los demás la base del tipo, cantidad y magnitud de los fenómenos re-
sistemas. Las zonas fueron agrupadas en pisos, los que, presentados. Las primeras estimaciones sobre la edad de la
en consecuencia, están caracterizados por asociaciones Tierra se basaron en exégesis bíblicas, la más aceptada de
fósiles de una magnitud mayor, basados también en la las cuales era de 4004 años. Estimaciones posteriores del
superposición de diferentes rangos estratigráficos de es- naturalista y enciclopedista francés Georges-Louis Leclerc,
pecies. Las zonas pueden a su vez ser divididas en subzo- conde de Buffon (1707-1788), realizadas usando esferas
nas y estas en horizontes faunísticos, con lo cual se logra un de hierro de diferentes tamaños y determinando el tiem-
alto grado de resolución temporal. po que tardaban en enfriarse a partir de un estado incan-
Cada piso es definido en una localidad elegida como descente, estableció que una esfera del tamaño de la Tierra
tipo, actualmente no solo mediante fósiles de inverte- tardaría 36.000 años en llegar a valores que permitieran la
brados, sino también con microfósiles, y metodologías vida y otros 39.000 en alcanzar los niveles actuales.
auxiliares, como cambios en la dirección de la magneti- La concepción geológica del tiempo se vio modifi-
zación remanente presente en las rocas o registro de in- cada cuando James Hutton (1726-1797) introdujo el
versiones en la polaridad del campo magnético terrestre principio del uniformismo, por el que postuló que todos

14
SECCIÓN TEMÁTICA

los cambios acaecidos en la historia de la Tierra resulta-


Elemento Producto Vida media Inicio
ron de procesos naturales iguales a los que se observan
en la actualidad y que la historia de la Tierra comprende
14
C 14
N 5.730 1947
varios ciclos de depositación y de levantamientos en un 238
U 206
Pb 4.470 1907
tiempo tan prolongado que no habría vestigios de prin-
cipio ni de fin. Sus ideas, luego difundidas por Lyell y
232
Th 208
Pb 13.700 1938
que han quedado reflejadas en una conocida ilustración, 40
K 40
Ar 11.930 1948
postulaban que los sedimentos de las capas más antiguas 87
Rb 87
Sr 48.800 1946
son derivados de rocas anteriores y así continuamente
hasta un comienzo del que no hay vestigio. Algo más 147
Sm 143
Nd 106.000 1975
tarde, William Thomson, lord Kelvin (1824-1907), con-
cluyó en sus estudios de termodinámica que una estrella Métodos radioactivos usados para determinaciones de edades absolutas y la
fecha de inicio de su utilización.
como el Sol debía tener unos 20 a 24Ma. Posteriormente
Darwin, en su obra acerca del origen de las especies de
1859, siguiendo a Lyell, a quien atribuía haberle ‘rega- naron un reloj que puede ser usado para medir la edad
lado el tiempo’, recurrió para explicar la diferenciación de la Tierra. La datación basada en el decaimiento de ele-
evolutiva de las formas actualmente vivientes a un marco mentos radiactivos sirvió para complementar la escala
temporal enormemente más vasto. basada en invertebrados fósiles y permitió fijar en años
El descubrimiento de Henri Becquerel (1852-1908) las diferentes unidades reconocidas en la escala estrati-
de la radiación producida por sales de uranio, y la iden- gráfica. Estas edades absolutas no alcanzan sin embargo
tificación de sustancias radiactivas, como el polonio y el la precisión que permiten las dataciones relativas basa-
radio, por Marie Skłodowska (1867-1934) y Pierre Cu- das en invertebrados, las que permiten en última instan-
rie (1859-1906), llevaron a Ernest Rutherford (1871- cia diferenciar entre un antes y un después. Así, en un
1937) a determinar que cualquiera sea la cantidad de conjunto de rocas del Jurásico de 150Ma se puede lle-
material radiactivo con que comienza una muestra, la gar, merced a los invertebrados presentes, a una preci-
mitad de sus átomos se desintegrará en un plazo deter- sión de aproximadamente cien mil años, un poder reso-
minado llamado vida media del elemento. Estos hallazgos lutivo equivalente, por ejemplo, a poder distinguir dos
condujeron a establecer los métodos de datación radiométri- acontecimientos históricos ocurridos en los años 483 y
ca sobre la base del decaimiento radiactivo y proporcio- 484 de nuestra era.

LECTURAS SUGERIDAS Alberto C Riccardi


Doctor en ciencias naturales, UNLP.
GOULD SJ, 1987, Time’s Arrow, Time’s Cycle, Harvard University Press, Harvard.
Investigador superior del Conicet en
GRIBBIN J, 2000, El nacimiento del tiempo, Paidós, Barcelona.
la Facultad de Ciencias Naturales y
RICCARDI AC, 2011, ‘El tiempo en la geología’, Anales de la Academia Nacional de
Museo, UNLP.
Ciencias de Buenos Aires, 44: 185-204.
Jefe de la división de Paleozoología de
RICCARDI AC, 2016, ‘Escala cronoestratigráfica’, Revista de la Asociación Geológica
invertebrados del Museo de La Plata.
Argentina, 73, 2: 292-293.

Volumen 29 número 171 agosto - septiembre 2020 15


View publication stats

También podría gustarte