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VII SEMANA DE LA CIENCIA

Los problemas hidrológicos y ambientales


de la cuenca alta del Guadiana

(Lagunas de Ruidera y Parque Nacional de Las


Tablas de Daimiel)

17 de noviembre de 2007

Departamento de Geodinámica
Facultad de Ciencias Geológicas
Universidad Complutense de Madrid

Profesores:
Dr. Fermín Villarroya (ferminv@geo.ucm.es)
Dr. Pedro Martínez-Santos

1
Introducción y objetivo
La cuenca Alta del Guadiana debido a los problemas ambientales que presenta
relacionados con las aguas superficiales, subterráneas y conservación de los humedales,
se ha convertido en un referente internacional de cómo poder gestionar de forma
sustentable los recursos. Los problemas surgieron y se han ido agudizando desde el
último tercio del pasado siglo hasta la actualidad. El Plan Especial del Alto Guadiana
(PEAG) que surge por ordenamiento de la Ley del Plan Hidrológico Nacional del año
2001, intenta ser aprobado antes de la próxima primavera de 2008. El Plan pretende el
uso sostenible de los recursos hídricos (fundamentalmente del denominado acuífero
“23”), así como de toda la extensa zona que abarca la parte alta de la cuenca del
Guadiana.
El acuífero 23 se ubica en la Cuenca Alta del Guadiana (CAG) donde se encuentran otra
serie de unidades hidrogeológicas (Sierra de Altomira, Campo de Montiel, Lillo-
Quintanar y Consuegra-Villacañas). Con una superficie de 16.000 km2 la CAG daba
acogida a 440.000 personas en 1991 y a cerca de 500.000 en 2003. Comprende 140
municipios: 4 de más de 20.000 personas y siete entre 1.0000 y 20.000 y el resto con
población inferior a los 10.000 habitantes.
El objetivo de esta salida ofertada dentro de la VII Semana de la Ciencia es mostrar
sobre el terreno las características del paisaje y del medio hidrológico e hidrogeológico
y señalar la evolución que se ha registrado durante los últimos casi cuarenta años hasta
llegar a la actual situación. Igualmente se presentarán qué pasos pretenden dar las
distintas administraciones responsables de cara a solucionar de la mejor manera posible
la grave escasez de recursos hídricos existentes en la zona. Para todo ello se realizarán
una serie de paradas como lugares de referencia donde poder ilustrar las características
de la zona y los retos que se plantean. Nos hemos basado en la experiencia adquirida
debido a los trabajos que se vienen realizando en el Departamento de Geodinámica -
algunos iniciados hace ya una veintena de años- e intensificados más profundamente en
los últimos años merced al proyecto europeo NEWATER “New approaches to adaptive
water management under uncertainty" (VI programa Marco de la UE nº 511179
(GOCE). Este proyecto básicamente cuenta con la participación de tres organismos: la
Universidad Complutense, la Universidad Politécnica de Madrid y el IGME (Instituto
Geológico y Minero, del Ministerio de Educación y Ciencia.
Para la preparación de esta salida ha sido muy valiosa la información obtenida de las
tesis doctorales de la Dra. Esperanza Montero (1988) y del Dr. Pedro Martínez-Santos
(2007). Los autores expresan el agradecimiento a los gestores de esta edición de la
Semana de la Ciencia por la oportunidad que supone dar a conocer los problemas
ambientales que afectan a estas tierras manchegas tan queridas por el autor del Quijote.

2
Primera parte
El acuífero de la Mancha Occidental (acuífero 23)

1.- La denominación del acuífero


El acuífero de la Mancha Occidental, por donde transcurre principalmente los ríos
Guadiana y Gigüela, recibe el nombre de ”acuífero nº 23” por ser ese el número que le
correspondió en la primera catalogación de las aguas subterráneas que hizo el Instituto
Geológico y Minero de España (IGME) a finales de los años sesenta del pasado siglo.
Posteriormente, en 1990, tuvo lugar una nueva división y catalogación de los acuíferos
que hizo conjuntamente el IGME y el Ministerio de Obras Públicas (Dirección General
de Obras Hidráulicas) pasando a denominarse Unidad Hidrogeológica 04-04 Mancha
Occidental. Finalmente, merced a la aplicación del artículo 5 de la Directiva Marco del
Agua (DMA), la Unidad 04-04 se ha visto dividida en tres masas de agua. El término
masa de agua subterránea, acuñado por la DMA, designa un “volumen claramente
diferenciado de aguas subterráneas en un acuífero o acuíferos”, mientras que acuífero
“es una o más capas subterráneas de roca o de otros estratos geológicos que tienen la
suficiente porosidad y permeabilidad para permitir ya sea un flujo significativo de
aguas subterráneas o la extracción de cantidades significativas de aguas
subterráneas”.
En concreto el hasta ahora acuífero 23 se ha dividido en las siguientes masas de agua
(página WEB de la Confederación Hidrográfica del Guadiana):

Código de la Masa Denominación Extensión

041.005 Rus-Córcoles 145.863 ha

041.006 Mancha Occidental II 253.568 ha

041.007 Mancha Occidental I 200.280 ha

2.- Balance de agua en la cuenca alta del Guadiana


Según Newater (2005) en condiciones naturales pretéritas la evapotranspiración (ETR)
es de 175 Mm3 (de ellos 125 Mm3 se producen en el acuífero 23). Debido al descenso
del nivel freático la ETR ha disminuido hasta valores de 50 Mm3 (10 Mm3 en el
acuífero 23). Por consiguiente los recursos renovables del acuífero han aumentado de
260-300 Mm3 a 385-425 Mm3. Por otro lado al acuífero 23 llegan 10 Mm3 desde el
acuífero de la Sierra de Altomira y 50 Mm3 desde el Campo de Montiel. El acuífero de
Campo de Montiel fue declarado provisionalmente sobreexplotado en 1988 y
definitivamente en 1989 a pesar de que los recursos renovables oficialmente son 125
Mm3 y las extracciones de tan solo 35 Mm3/año.

3
Para controlar el acuífero existen en la actualidad por parte de la administración dos
redes de control; una operada por el IGME y otra por la Confederación Hidrográfica del
Guadiana. Según el IGME (2004), existe una red de 80 piezómetros con medidas
semestrales y otra de 15 piezómetros para hacer diagnósticos rápidos en el acuífero 23 y
otros 20 en el del Campo de Montiel. Hay disponibles datos mensuales en las páginas
WEB de la Confederación y en los informes del IGME.

3.- Historia de la explotación del acuífero 23


3.1.-Desde el estado natural a las primeras amenazas
Hasta mediados del pasado siglo el sistema del Parque Nacional de las Tablas de
Daimiel y el acuífero de la Mancha Occidental (“Acuífero 23”) mantenían un régimen
natural muy poco perturbado por la acción humana. De esta forma en el enclave donde
hoy se ubica el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (PNTD, en adelante)
concurrían con aportes variables según los años, tanto las aguas de escorrentía
superficial (ríos Gigüela y Guadiana, principalmente) como las aguas subterráneas, pues
todo el área era un rebosadero natural -un gigantesco manantial- por donde descargaba
el acuífero. Poco a poco la situación fue cambiando merced a diversas actuaciones. Las
primeras alteraciones en el sistema hídrico de la cuenca alta del Guadiana se produjeron
por aplicación de la Ley de 17 de julio de 1956 de “Saneamiento y colonización de los
terrenos pantanosos que se extienden inmediatos a las márgenes de los ríos Guadiana,
Gigüela, Záncara y afluentes de estos últimos en las provincias de Ciudad Real, Toledo
y Cuenca”.
Podemos ver en esta Ley un reflejo de la opinión que por entonces merecían estas zonas
encharcadizas sinónimo de terrenos baldíos e inaprovechados, de zonas insalubres que
convenía eliminar... sin embargo en muy pocos años la sensibilidad hacia estos
ecosistemas y su visión y valorización iban a cambiar drásticamente. Los trabajos de
saneamiento previstos por la Ley de 1956 empezaron con mayor vigor hacia finales de
la década de los sesenta cuando ya los cambios de mentalidad aludidos estaban en la
mente de muchos técnicos y científicos y no tanto a nivel popular. De esta forma se
excavaron y profundizaron unas zanjas de drenaje visibles palpablemente tanto desde el
aire merced a diferentes fotogramas obtenidos desde vuelos, como sobre el terreno, por
ejemplo en la zona del molino de Zuacorta, que visitaremos en la jornada de campo. El
resultado fue, según Esnaola (1991), la desecación parcial de algunos humedales que
hasta ese momento suponían unas 25.000 ha (López Camacho, 1987). Esto pretendía ser
compatible con la conservación de sus valores naturales pues en 1966 se decretó como
“Reserva Nacional de Caza”. Esnaola indica que la toma de conciencia respecto al valor
de los enclaves lagunares fue gradual hasta llegar a una clara visión moderna sobre su
importancia. El despertar medioambiental, la revolución verde como gusta denominar a
algunos, fue un hecho universal que se produjo en el inicio de la década de los setenta
del pasado siglo, hace unos 35 años por lo tanto. Ya para el año 1970 el Servicio
Geológico de Obras Públicas (SGOP) -organismo del Ministerio de Obras Públicas hoy
día desaparecido-, realizó un “Estudio preliminar de los recursos hidráulicos totales de
la zona de la Mancha”, el primero realizado sobre el agua con criterios hidrogeológicos
modernos.
Enseguida tomaron cuerpo y cauce las acciones de los ecologistas y científicos, de tal
forma que en 1971 se incluyeron las Tablas de Daimiel en el convenio Internacional
Ramsar para su protección, como lugar de especial interés para la fauna europea y
norteafricana. Como prueba del cambio de mentalidad operado en la sociedad y en la

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administración se acuerda, tan solo cuatro años después de haberse iniciado las obras de
drenaje, su paralización y traslado de los trabajos de desecación fuera de las áreas de
protección así como el rellenado de las zanjas. Incluso durante el verano de 1972 se
bombeó agua subterránea hacia el interior del Parque para mantener los niveles, dada la
sequía existente. El marco definitivo para su conservación llegó con el Decreto 1874/73
de 28 de junio de 1973 por el que se declaraba al ecosistema “Parque Nacional de las
Tablas de Daimiel (PNTD)”. Sin embargo lo peor estaba por llegar...

3.2.- La explotación intensiva del acuífero


Desde finales de los años sesenta y sobre todo a lo largo del periodo 1970-1985 se
perforaron miles de sondeos por parte de particulares con objeto de poner en regadío las
fincas hasta entonces de secano. Se piensa que hacia 1985 existían no menos de 20.000
sondeos que regaban unas 130.000 ha con una extracción de unos 450 Mm3. El récord
histórico de extracciones se alcanzó en el año 1988 donde se bombearon 570 Mm3
(Newater, 2005).
El primer estudio detallado sobre el Parque vio la luz en 1975, con la denominación de
“Avance de los resultados obtenidos en el reconocimiento hidrogeológico de la zona de
las Tablas de Daimiel” (SGOP, 1975). Este estudio entre otros resultados evaluó los
efectos sobre las Tablas de la explotación intensiva de las aguas subterráneas en la
región.
En diciembre de 1977 se elaboró el informe sobre “Los descensos de niveles
piezométricos en la zona de Daimiel (Ciudad Real)” (SGOP, 1977). Por primera vez de
forma oficial se expuso claramente que las principales acciones perturbadoras del
equilibrio en el sistema subterráneo son las extracciones de agua mediante bombeo.
También fue el primero que previó las consecuencias que se derivarían de mantener o
aumentar el ritmo existente de extracciones. Conviene destacar que estas previsiones se
hicieron en 1977 cuando las repercusiones de la explotación del acuífero aún no se
habían manifestado y que se recomendaba evaluar los recursos totales de la región para
su mejor aprovechamiento.
En 1979 sale a la luz otro informe “La influencia en las Tablas de Daimiel de la
extracción de aguas subterráneas en la Llanura Manchega” (SGOP, 1979) donde se
daba detalle de trabajos futuros a realizar para la gestión integral de los recursos
hidráulicos de la cuenca Alta del Guadiana.
En mayo de 1980 se decretó la reclasificación del Parque Nacional de las Tablas de
Daimiel mediante la Ley 25/1980 estableciendo un perímetro de protección de acuerdo
con los informes previos. Se iniciaron los trabajos para la construcción de la Presa de
Puente Navarro – de 5 Mm3- (inaugurada en 1985) con vistas a mantener encharcado
cuanta más superficie mejor y recuperar las áreas desecadas con anterioridad. Más tarde,
en 1982, se ratificó el PNTD dentro del convenio Ramsar. El SGOP realizó el “Estudio
de utilización conjunta de aguas superficiales y subterráneas de la Cuenca Alta del río
Guadiana” (Estudio 12/82 SGOP, 1982).
Ante el agravamiento de la situación en las Tablas de Daimiel, el Patronato del PNTD
solicitó a la Dirección General de Obras Hidráulicas un estudio sobre la explotación de
las aguas subterráneas en las proximidades del PNTD. Así se editó el informe 12/83 del
SGOP, 1983 ”Estudio de la explotación de aguas subterráneas en las proximidades del
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y su influencia sobre el soporte hídrico del

5
ecosistema”. Se cuantificaron los efectos de la explotación de aguas subterráneas sobre
el PNTD y se proponen medidas a adoptar considerando los intereses de los agricultores
que utilizan el agua para regadío. El estudio mostró como las extracciones solo en un
área de 800 km2 entorno a las Tablas alcanzaron los 70 Mm3 en 1982 de los cuales 9
Mm3 se bombearon dentro del perímetro de protección del PNTD. En esas fechas se
produce la práctica desconexión del humedal con el acuífero. Igualmente el Guadiana
entre julio y diciembre de 1983 se secó completamente. El gobierno encargó
conjuntamente a los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo y al de Agricultura y
Alimentación la elaboración de un estudio de viabilidad de un plan de regeneración
hídrica del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (PNTD). El estudió lo realizó
EPTISA y vio la luz en 1986. En él se proponía un elenco de soluciones. Como medida
de emergencia y para mantener encharcadas al menos algunas zonas del Parque durante
el verano de 1986 se construyó una serie de pozos para bombear agua del acuífero.
Previamente el Parque se incendió en una tercera parte de su superficie. Entre las
medidas que proponía el informe de EPTISA estaba la de derivar agua procedente del
Tajo.

Principales hitos de la explotación del acuífero 23


1956 Plan de desecación de los humedales Manchegos.
1966 Las Tablas: reserva Nacional de Caza
1966 Construcción del embalse de Peñarroya: 7000 ha de Argamasilla y Tomelloso se
ponen en regadío.
1970-1992 Explotación intensiva del acuífero
1971 Las Tablas se catalogan en el convenio RAMSAR
1973 Las Tablas de Daimiel, Parque Nacional
1978 El Acueducto Tajo–Segura se pone en marcha
1980 El PNTD reclasificado como parque
1982 Se ratifica el PNTD dentro del convenio RAMSAR
1983 Por primera vez se secan los Ojos del Guadiana
1985 Ley de Aguas
1985 Inauguración de la presa de Puente Navarro
1986 Combustión del lecho del Guadiana e incendio de un tercio del PNTD
1985-1993 Subvenciones europeas para fomentar el regadío
1986 Estudio del MOP de viabilidad del PNTD
1987 Declaración provisional de sobreexplotación del Acuífero 23
1988 Récord de extracciones: 570 Mm3
1988 Plazo para legalizar las captaciones
1989 Comienza el trasvase Tajo-Guadiana
1990 La zona encharcada en el PNTD es de apenas 70 ha, frente a las 2.000 pretéritas
1991-1995 Periodo de sequía

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1996-1998 Periodo de fuertes lluvias y de recuperación de niveles (10-15 m)
1993-2007 Plan Agro Ambiental de la UE
1994 Declaración definitiva de acuífero sobreexplotado
1989-2006 Medidas de regeneración: Trasvases, bombeos y presas de contención
2007 Borrador del Plan Especial del Alto Guadiana.

3.3.- Desde la regeneración hídrica del PNTD a la actualidad


En 1985 el IGME consideraba que las extracciones eran de unos 340 Mm3 mientras que
las entradas las estimaba en 310 Mm3. El IGME consideraba imprescindible la
limitación de las transformaciones de regadío, el trasvase desde el Tajo y ensayos de
recarga artificial. Con la Ley de Aguas vigente desde el 1º de enero de 1986 se estudió
la posibilidad de declarar sobreexplotado el acuífero. Así en 1987 La Confederación
Hidrográfica del Guadiana (el 4 de febrero de 1987) formuló la “Declaración
provisional de sobreexplotación del Acuífero de la Mancha”. Más tarde se elaboró el
“Estudio para la ordenación de extracciones del acuífero de la Mancha Occidental”
(SGOP, 1989). Como consecuencia del estudio de EPTISA de 1986 apareció la Ley
13/1987 (17 de julio de 1987) que autorizó al Ministerio de Obras Públicas para la
“Derivación de volúmenes de agua de la Cuenca Alta del Tajo, a través de acueducto
Tajo-Segura y con carácter experimental, con destino al Parque Nacional de las Tablas
de Daimiel”. Se preveía trasvasar un total de 60 Mm3 en un periodo de tres años con la
condición de que en un año no se podría rebasar los 30 Mm3. La historia concreta hasta
el año 2007 es la que muestra la tabla siguiente:
La derivación se produce en el término de Carrascosa del Campo (Cuenca), desde el
arroyo de Valdejudíos (afluente del Gigüela), a lo largo de 150 km. El seguimiento
llevado a cabo verificaba que en el camino se perdía el 25%. Este plan de regeneración
se ha renovando sucesivamente hasta la actualidad. Por otro lado la implementación del
ATS ha conllevado la pérdida de los humedales de ribera del cauce del Gigüela. Se
estima que la desaparición de estos humedales es equivalente en extensión al propio
PNTD. Toda esta historia ha supuesto un mutuo recelo entre la Confederación
Hidrográfica y los agricultores.
La explotación intensiva del acuífero en parte estaba alentada por la UE que desde 1985
a 1993 impulsó, mediante subsidios, las cosechas de gran demanda hídrica (maíz, alfalfa
y remolacha). A medida que la explotación intensiva del acuífero aportaba importantes
beneficios sociales y económicos a la región, los efectos de la gestión incontrolada
comenzaban a manifestarse. Se estima que de forma sostenida se ha estado extrayendo
mas de 500 Mm3 entre 1985 y 1990 (con el récord histórico de 570 Mm3 en 1988)
mientras que la recarga se estima tan sólo en 320 Mm3 (CHG; 2005,a).
El nivel del agua del acuífero ha descendido unos 30 m en algunos lugares entre 1975 y
1990, lo que motivó que el acuífero pasase de provisionalmente sobreexplotado en 1987
a definitivamente sobreexplotado en 1994. Esta declaración lleva aparejado la
obligatoriedad de constituir la comunidad de usuarios y el plan de explotación anual del
acuífero. Por supuesto se prohíben nuevas captaciones. No obstante, la tónica general ha

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Volúmenes derivados hacia el PNTD procedentes del Acueducto Tajo-Segura (ATS)

Año hidrológico Mm3 derivados hacia el


Parque Nacional de
las Tablas de Daimiel

1988-89 12,10

1989-90 13,30

1990-91 15,80

1991-92 17,80

1992-93 6,50

1993-94 0,00

1994-95 15,00

1995-96 0,00

1996-97 30,00

1997-98 0,00

1998-99 0,00

1999-00 26,00

2000-01 20,00

2001-02 20,00

2002-03 25,00

2003-04 15,00

2004-05 0,00

2005-06 0,00

2006-07 10.00

sido el incumplimiento “masivo” de estas disposiciones. La CHG estimaba que en el


año 2002 había unos 20.000-30.000 pozos ilegales. En 2005 esta misma fuente eleva la
cifra a 60.000. En estas condiciones cualquier restricción queda inservible. Por otro lado
esta explotación intensiva ha hecho desaparecer paulatinamente los humedales

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hidrodependientes del acuífero, pasando de 25.000 ha hace unos 30 años a unas 5.000
en la actualidad.
El gobierno de Castilla La Mancha impulsó en 1993 la participación del Programa Agro
Ambiental (AEP) dentro de la PAC (Política Agraria de la UE). El AEP que
inicialmente fueron cinco años se amplió en 1998 y de nuevo en el 2003. El objetivo del
AEP era doble; uno social y otro ambiental. Por un lado permitió la supervivencia de la
agricultura en la zona a pesar de la importante sequía atravesada y por otro lado el
recorte de las extracciones podría suponer la elevación de los niveles y la recuperación
de las Tablas.
El programa AEP compensaba a los agricultores que voluntariamente dejaban de extraer
agua del acuífero. Se estima que unos 3.000 agricultores hacia 1997, se acogieron este
Plan coloquialmente denominado “Plan de Humedales”. Se ofreció la posibilidad de
reducir los bombeos un 25%, 75% ó un 100%. La mayoría optó por el 75% y recibieron
indemnizaciones directas en proporción al ahorro de agua:

- Un ahorro del 50% supone una compensación de 164 €/ha,


- Un ahorro del 75% supone una compensación de 271 €/ha, y
- Un ahorro del 100%, 379 €/ha.

En algunos casos se llegó a pagar 420 €/ha (López Gunn, 2003). En 1997, 3.000
agricultores estaban acogidos al Plan de Humedales con 85.000 ha acogidas y
aparentemente se produjo un ahorro de 299 Mm3. El AEP está patrocinado por las
siguientes fuentes:

- Fondos de cohesión europeos 75%


- Ministerio de Agricultura 12,5%
- Consejería de Agricultura del Gobierno Regional de CCLM 12,5%

Los niveles se recuperaron drásticamente (unos 10 m), llevando al optimismo a los


gestores del Plan. Sin embargo hay autores que opinan que fueron las lluvias de 1996-
98 las que motivaron tal ascenso. También es cuestionable el hecho de que algunos de
los que se apuntaron al Plan Humedales, de hecho ya no podían seguir regando con sus
pozos en la periferia del acuífero. Finalmente si bien es innegable que se produjeron
ceses de bombeo, la mentalidad del agricultor no parece haber cambiado y los deseables
cambios sobre uso del territorio no parece haberse producido. Reformas introducidas en
las prórrogas del Plan de Humedales en 1998 y 2003 parece que han hecho retirase a los
agricultores con mayor extensión de fincas. De 85.000 ha acogidas al Plan en mediados
de los 90, ahora se estima son sólo 20.000 ha. Según el IGME (2004) de nuevo los
niveles del acuífero 23 están descendiendo a razón de 1-2 m/año desde el año 1999.
El número de pozos de los que tenemos noticia es de cerca de 90.000 en toda la cuenca
del Alto Guadiana con arreglo a la distribución de la tabla. La historia concreta de las
extracciones que ha sufrido el acuífero 23 se representa en la siguiente figura (Newater,
2005):

9
Inventario de pozos (modificado de CHG 2005 b Pág. 42)

Unidad hidrogeológica Pozos legales Nº Total de pozos


inventariados

04.01 Sierra de Altomira 464 5.012

04.02 Lillo-Quintanar 381 4.756

04.03 Consuegra-Villacañas 1.796 9.646

04.04 Mancha Occidental 16.719 39.636

04.05 Ciudad Real 1.940 7.195

04.06 Campo de Montiel 468 2.693

04.99 Otras unidades 5.018 18.907

TOTAL 26.786 87.845

Figura 7.- Bombeo de agua subterránea en la UH 0404, en el periodo 1974-2003


(basado en Martínez-Cortina, 2002, Olmedo 2002 y CHG 2005 b)

4.- Datos socioeconómicos


En 1997 la renta per cápita en la CAG era el 85% de la de España y un 65% de la media
europea. De esta forma el Alto Guadiana podía acogerse a los fondos de cohesión

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europeos que establece dicha ayuda a zonas con rentas por debajo del 75% de la media
de la UE.

La agricultura sigue siendo en el acuífero 23 la principal fuente de ocupación de la


mano de obra que alcanza el 38% en el año 2000. Según Martínez-Cortina (2002) y
Newater (2005), en el acuífero 23 las cifras de empleo por sectores son así:

Sector Agricultura Industria Servicios

Años 1991-2000 1991-2000 1991-2000

España 10%-7% 31%-31% 59%-62%

Acuífero 23 44%-38% 24%-26% 32%-36%

Por lo tanto la agricultura aunque ha experimentado un descenso, es el motor que mueve


al sector industrial y de servicios en todo el ámbito del acuífero 23.

5.- Demandas y usos de agua subterránea en el acuífero 23


El agua utilizada para abastecimiento es aproximadamente solo el 2-4 % del total de
agua extraído del acuífero 23. El agua para abastecimiento ha experimentado un lento
aumento desde 1981 (25 Mm3) a 1995 (31 Mm3).
El siguiente recuadro especifica el tipo de cosechas (crop), la superficie regada
(irrigated surface), las dosis administradas (irrigation dose) y el total de agua aplicado
(total water use) según Newater (2005):

El siguiente cuadro muestra cómo la aplicación del Programa Agroambiental afecta a


las extracciones llevadas a cabo en el acuífero:

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6.- Las comunidades de usuarios
La declaración de acuíferos sobreexplotados tanto del 23 como del 24 (Campo de
Montiel) lleva aparejado la creación de las Comunidades de Usuarios. En el Campo de
Montiel se fundó la comunidad de usuarios de aguas privadas con el nombre de
Asociación de Titulares de Aguas Privadas del acuífero 24, bajo el marco legal del
Derecho Civil y no según lo preveía la Ley de Aguas. Es una única asociación que la
integran unos cien socios. Comenzó siendo de ámbito privada para pasar a ser pública
más tarde y así inscribirse en la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
La Comunidad General de Usuarios del Acuífero de la Mancha Occidental es una
federación de 21 comunidades municipales de usuarios, estructuradas con arreglo al Art.
76 de la Ley de Aguas. Cada comunidad municipal tiene derecho a un número de
representantes en la Comunidad General dependiendo del volumen de agua asignado en
el plan anual de extracción que la Confederación establece. Fue oficialmente constituida
en 1996 y representa a unos 17.000 agricultores. Debido a conflictos internos, ocho
municipios del sector más oriental (Villarrobledo, Socuéllamos, Pedroñeras, El
Provencio, San Clemente, entre otros) han rehusado pertenecer a la Comunidad General
y han constituido la asociación de Usuarios de Aguas Subterráneas de Castilla-La
Mancha y adherido a la AEUAS (Asociación Española de Usuarios de Aguas
Subterráneas) bajo el marco del derecho civil (y no el de la Ley de Aguas). Si bien el
Ministerio de Medio Ambiente recurrió esta circunstancia, el Tribunal Supremo ha
dictado sentencia permitiendo la constitución de estas asociaciones civiles.

12
7.-El Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG)
El PHN de 2001 requería que se redactase un plan especifico para el alto Guadiana. El
Primer borrador salió en 2004 con notable retraso pero se retiró ante las alegaciones
recibidas durante el periodo de información pública. Varios borradores -oficiales o no-,
han circulado desde entonces, hasta que en el otoño de 2006 la Confederación adelantó
el borrador, supuestamente definitivo y lo expuso a los grupos de interés. En la
actualidad (octubre de 2007) se está a la espera de que se apruebe oficial y
definitivamente el Plan. En la página WEB de la Confederación puede consultarse las
alegaciones presentadas por diversos colectivos así como la documentación completa
del PEAG.

8.-Conflictos actuales
Existen conflictos internos (entre agricultores con grandes extensiones y con pequeñas,
entre propietarios de pozos legales e ilegales, entre conservacionistas y agricultores,
entre las comunidades y la Confederación) y conflictos externos (asignación de
volúmenes a transferir anualmente procedentes del ATS, principalmente). Dado que la
agricultura depende fuertemente del grado de explotación del acuífero 23, las medidas
de “arriba–abajo” de fuerza adoptadas por la Confederación (cerrado de pozos, plan
obligatorio de restricciones) han sido muy impopulares. De hecho se ha dado una
verdadera insumisión hídrica: más de 5.000 pleitos sobre derechos de aguas están
abiertos ante la Confederación al tiempo que no menos de 25.000 pozos ilegales están
fuera del control de la administración. Y ésta no tiene medios ni económicos ni
humanos para llevar adelante su labor.
Todavía añade más dificultades a la gestión el hecho que muchos agricultores no se
sienten bien representados por sus interlocutores ante la administración debido a
diversas motivos tales como la gran diferencia de extensión de las fincas, la coexistencia
de pozos ilegales y legales... El cuadro siguiente muestra el tamaño de las fincas
existentes en los acuíferos 23 y 24.

Tabla 10.- Tamaño medio de las fincas en los principales acuíferos de la Cuenca Alta
del Guadiana

Por otro lado, el pasado otoño de 2006, se llegó a un acuerdo entre el gobierno central y
la JCCLM para derivar agua del ATS para el abastecimiento de municipios de la cuenca

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alta del Guadiana. En concreto están previstos transferir 60 Mm3/año, a pesar del
informe en contra emitido por Gascó et al. (2004) por encargo de la propia
administración. Las obras ya están bastante avanzadas a día de hoy.
El futuro es incierto dado que inevitablemente la PAC, el ingreso de Turquía en la UE,
el acuerdo preferencial con Marruecos, el cambio climático, la inmigración, etc.,
influyen en la gestión de la cuenca alta del Guadiana. Identificar los más recalcitrantes o
inflexibles aspectos del sistema en este contexto variable, así como los hilos
conductores del cambio, es esencial para evaluar los potenciales escenarios futuros y
para diseñar una sostenible y adaptable política del agua. Todo ello requiere una total
transparencia y juego limpio por parte de todos los grupos de interés (stakeholders).

9.-Hacia la Gestión adaptativa del agua


La naturaleza de por sí, guarda una cuota de incertidumbre. Por si esto fuera poco los
pronósticos efectuados para la cuenca mediterránea debidos al cambio climático, vienen
a tensar todavía más el arco, de manera que tal vez debamos ser aún más generosos en
nuestros márgenes de error. Y no solo el cambio climático afecta el uso de los recursos
si no que hay otras componentes de orden socioeconómico, más poderosas que las leyes
de la naturaleza, como lo es la PAC, la inmigración, la ordenación del territorio, etc. que
en un efecto sinérgico condicionan y condicionarán los usos futuros del agua. Parece
por lo tanto inteligente gestionar los recursos hídricos bajo una óptica que tenga muy en
cuenta el marco de incertidumbre y que sea capaz de englobarla en su rutina.
La mejor forma de tratar la complejidad y la incertidumbre es a través de la gestión
ambiental adaptativa (GAA). En palabras de Holling (1978) la GAA es un nuevo
método para enfrentarse a la incertidumbre y a los acontecimientos inesperados, es decir
se trata de planificar lo desconocido. La forma tradicional de tratar con lo desconocido
ha sido el método de prueba y error. Surge así el concepto de resiliencia (resilence) que
es la habilidad de un sistema natural o artificial para absorber u utilizar los cambios.

14
SEGUNDA PARTE
Características hidrológicas e hidrogeológicas del
acuífero 24 Campo de Montiel (Lagunas de Ruidera)

1.-Introducción
Este singular paraje es muy valioso por cuanto se trata de unas zonas húmedas en el
interior de la meseta castellano-manchega. Se trata de auténticos focos de esplendor de
la fauna y flora de agua dulce, de un reservorio de magnífica biodiversidad y de una
belleza paisajística que se ve realzada por el paso de las estaciones del año, la
trasparencia y coloración del agua y la magia relativa a la leyenda de los conductos
subterráneos (que no es más que fantasía). Por todo ello ya desde la 2ª República, el
enclave goza de un grado de protección. Concretamente el 31 de octubre de 1933 fue
declarado Sitio Natural de Interés Nacional. Desde julio de 1979 es Parque Natural. Se
trata básicamente de un rosario de quince lagunas (ver cuadro adjunto) que aparecen
escalonadas a lo largo de 35 km con un desnivel entre la más alta y baja de 120 m. Las
lagunas están conectadas por torrenteras, cascadas, manantiales o canales. El conjunto
de lagunas representa unas 300 ha y el volumen total embalsado en todas ellas se
aproxima a los 23 Mm3.
La población asentada en la zona es de unas 25.000 personas pertenecientes a diez
municipios.
En cuanto a la flora presenta dos ecosistemas; el del monte y el palustre. Este último
forma una orla perimetral en torno al agua. En el ecosistema de monte destaca el encinar
mediterráneo. Entre la fauna dulceacuícola cabe citar al porrón común, porrón moñudo,
pato colorado, ánade real, cerceta común, ánade friso, focha común. También se
visualizan diversos tipos de águila (calzada, culebrera, perdicera), ratonero común, y la
cigüeña negra... La vegetación palustre es utilizada por la avifauna para nidificar.

2.- Características geológicas


Las Lagunas de Ruidera, se encuentran en la comarca conocida como el Campo de
Montiel, un páramo situado en el borde meridional de la meseta central peninsular, y
limitado al norte por los materiales terciarios y cuaternarios de la Llanura Manchega, al
sur por el macizo montañoso de materiales jurásicos intensamente plegados que
constituye la Sierra de Alcaraz, y al suroeste por las últimas estribaciones nororientales
de Sierra Morena, que pueden definirse como un conjunto de alineaciones paleozoicas.
La geología de la zona está integrada por un zócalo hercínico metamórfico (cuarcitas y
pizarras) sobre el que se depositan de forma discordante un conjunto de sedimentos
mesozoicos (triásicos y jurásicos). Se trata de una unidad fisiográfica cuyos límites
coinciden con accidentes tectónicos principales.
Estudios realizados en tiempos relativamente recientes, demuestran que el espesor del
conjunto triásico-jurásico es muy variable y que está afectada por fracturas, pliegues y
procesos diapíricos, ligados estos últimos a la actividad de fracturas principales. Todo
ello da lugar a una compartimentación de los materiales acuíferos, condicionando
asimismo su funcionamiento hidrológico.

15
El tramo superior del triásico consta de margas y arcillas yesíferas de color rojo y verde
y constituye el sustrato impermeable sobre el que se disponen los materiales
carbonatados del jurásico que forman el acuífero del Campo de Montiel. Los
afloramientos triásicos en el interior del acuífero tienen gran importancia desde el punto
de vista hidrogeológico, puesto que funcionan como divisorias y dan lugar a
manantiales asociados al contraste de permeabilidades entre estos materiales y los
calcáreos suprayacentes, de naturaleza permeable.
Finalmente, el cuaternario queda representado por depósitos diversos. Destacan entre
ellos los restos de antiguos travertinos, situados varios metros por encima del nivel
actual de las lagunas, y que parecen confirmar bien el paulatino hundimiento de estas
últimas o bien el progresivo descenso del nivel del agua. Se trata de masas aisladas, de
escasa continuidad lateral, la más grande de las cuales puede observarse en el flanco NE
de la laguna de la Lengua, existiendo otros ejemplos en la cabecera de las lagunas del
Rey y de la Tinaja.
Entre los depósitos travertínicos actualmente ligados a las lagunas, han sido descritos
varios tipos. Existe en primer lugar un travertino pulverulento, similar a una marga
blanca, que recubre el fondo de los valles adyacentes a las lagunas. A éste se une un
travertino de varios metros de espesor sobre el que se asienta el complejo lagunar, así
como las terrazas travertínicas que flanquean muchas de las lagunas y los diques que las
separan.

3.- Hidrogeología y problemas planteados


El agua de las lagunas es básicamente subterránea, que sale mediante manantiales y se
remansa en una sucesión o rosario de quince lagunas que se represan por una serie de
diques naturales debido a la precipitación de carbonatos (denominados tobas o
travertinos) a partir de pequeños resaltes originales.
Al final de toda la cadena de lagos está emplazado el embalse de Peñarroya. Aquí se
represa toda el agua por lo que aguas abajo el cauce está seco y la escorrentía pasa a ser
subterránea y que originalmente resurgía en los “Ojos del Guadiana” hoy día secos. Se
regeneraba así el Guadiana que ya no perdía agua hasta la desembocadura en el mar. Por
lo tanto el origen del Guadiana hay que establecerlo en estas lagunas de Ruidera.

16
RUIDERA N

la Charca
LAGUNA DEL REY

Cañada de
LAGUNA COLGADA
s
rro LAGUNA BATANA
Ca
Vertiente de los Corzos

los
de
nt e
rtie
Ve LAGUNA SALVADORA

0
85
0
85

Cañada de las Hazadillas



LAGUNA DE LA LENGUA

0
85

LAGUNA DE SAN PEDRO


LAGUNA SANTOS MORCILLO
LAGUNA REDONDILLA

Arroyo del Alarconcillo


0
85

LAGUNA TINAJA
0
85

A´´
LAGUNA TOMILLA

0 ESCALA (km) 5

Figura 1. Situación de los cortes geológicos del fondo del valle del río Alto Guadiana
(Parque Natural de las Lagunas de Ruidera). Fuente: Modificado de Montero (1994).

Montero (2000) concluye que el nivel de agua de las lagunas está condicionado por el
acuífero, por la geometría del cuenco lacustre y por la estructura geológica. Así, hay
lagunas conectadas estrechamente con el acuífero jurásico, otras se alimentan de aguas
superficiales suministradas por los canales que las conectan con la laguna adyacente
superior, un tercer grupo de lagunas (en concreto La Colgada y Del Rey) se alimentan
de aguas superficiales laterales y de las lagunas de aguas arriba.
En cuanto a los problemas existentes hay que señalar la presión turística en toda la orla
perimetral de las lagunas que puede afectar a la calidad del agua. Otras agresiones son
los viales, las quemas periódicas, las talas para el carboneo, el sobrepastoreo...
Se especuló en el pasado sobre la afección de los regadíos del acuífero del campo de
Montiel sobre las Lagunas. En los años ochenta se produjo una grave sequía y se
secaron varias lagunas totalmente y otras bajaron el nivel. Se culpó de esto a los riegos
situados en el Campo de Montiel y se declaró oficialmente sobreexplotado el acuífero
(el primero de España). Sin embargo se ha demostrado científicamente que la causa de

17
la desecación de las Lagunas se debió fundamentalmente, a la sequía natural y no a las
extracciones de agua mediante sondeos.

NW CORTE A - A´ SE
850

840
Laguna
Laguna del Rey Laguna Colgada Laguna Colgada Laguna Laguna
Santos
Batana Salvadora
830 Morcillo

820

810
COTA (m.s.n.m.)

S-8
S-9
800
S-10
S-12 S-11
790

780

770

760

750

740

730

0 1 2 3 4 5 6
Distancia (km)

LEYENDA
MATERIALES TOBACEOS (GENERICO) CALIZAS Y DOLOMIAS JURASICAS

ARENAS CALCAREAS CUATERNARIAS YESOS Y MARGAS TRIASICAS (KEUPER)

CALIZAS TRAVERTINICAS CUATERNARIAS S-1 SONDEOS DISPONIBLES

Figura 2. Corte geológico A-A’, correspondiente a las lagunas más meridionales.


Fuente: Modificado de Montero (1994).

El acuífero de los Campos de Montiel tiene una extensión de unos 2.500 km2. Debido a
los problemas planteados a mediados de la década de los 80 del pasado siglo atribuidos
a los bombeos de pozos aplicados al regadío la administración declaró provisionalmente
sobreexplotado el acuífero en 22 de abril de 1988 (R.D: 393/1988 de 22 de abril) y
definitivamente sobreexplotado el 12 de junio de 1989 mediante resolución de la
DGOH del MOP.
Sin embargo las cifras oficiales atribuyen unos unos 100-120 Mm3 a la recarga por
infiltración de agua de lluvia mientras que las extracciones por bombeos son tan solo
del orden de 35-40 Mm3. El resto es agua que se transfiere al vecino acuífero 23 (entre
20 y 50 Mm3) y el resto forma parte de la escorrentía superficial que drena hacia las
lagunas de Ruidera y río Pinilla.
En enero de 1997 se llegó a un llenado histórico debido a las extraordinarias lluvias del
otoño de 1996.

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CARACTERÍSTICAS GEOMÉTRICAS DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA

Laguna Longitud (m) Anchura (m) Profundidad


(m)

Blanca (980 msnm) 850 400 Escasa

Concejo 300-400 14

Tomilla 300-400 14

Tinaja 600 200 17

S. Pedro 1600 400 21

Redondilla - - 10

Lengua 1400 250 14

Salvadora 450 400 12

Santos Morcillo 800 400 14

Batana 400 400 8

Colgada 2 400 400 18

Del Rey 950 400 20

Cueva Morenilla 600 180 7,85

Coladilla 400 300 7,55

Cenagosa (720 msnm) 400 250 Escasa

19
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NEWATER “New Approaches to Adaptive Water Management under Uncertainty” WB3 report (WP3.4 Guadiana
Basin) 54 pp. (Unpublished) Noviembre de 2005.

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Addenda : El Paisaje

La palabra paisaje encierra un riquísimo significado. En su formulación más sugerente


lo define como la “percepción de un territorio por parte de una persona”. Por lo tanto
si no hay una persona contemplando el relieve no hay paisaje. Por consiguiente, hay
tantos paisajes como personas lo están percibiendo. Esto quiere decir que la visión de un
relieve o territorio desencadena una serie de sensaciones, motivaciones, emociones, etc.
en cada persona, que lo hace intransferible, irrepetible, mágico... La palabra percepción
a su vez encierra un contenido mistérico por cuanto el diccionario se refiere a ella como
la “aprehensión intelectual”. A estas alturas ya el lector ha debido darse cuenta que
estamos ante conceptos y categorías dotados de alta subjetividad y de una catalogación
inerte. Quiero decir con estas cursis palabras que no hay paisajes intrínsecamente
buenos, malos, feos ó bellos, pues depende en gran medida de la “emoción” personal
que cada cual aporte. Por eso, tal vez, estas líneas ofusquen la genial intuición personal
que cada uno tiene del paisaje y si esta racionalización que a continuación expongo
confunde más que clarifica, lo mejor es echar a la papelera este contenido.
Dicho esto, hay que indicar que la ciencia pretende describir el paisaje e incluso llegar a
una cierta caracterización del mismo para lo cual utiliza una enumeración y descripción
de sus componentes:

Elementos para describir el paisaje


El paisaje se puede dividir en una serie de componentes:
- Componentes materiales (gea, flora, agua, componentes antrópicos)
- Visuales (forma, color, textura, línea, escala y escena)
- Otros (olor, sensaciones, sonidos o silencio, evocación, historia...)
- Factores modificantes (distancia, posición del observador, tiempo, condiciones
atmosféricas, iluminación, movimiento…)
- Cualidades estéticas (unidad, fuerza, variedad…)

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