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Nuestro ordenamiento jurídico regula como un derecho real a la posesión y como tal merece

protección jurídica, por lo que se tiene diferentes medios de tutela, una tutela de defensa
de la posesión extrajudicial y una tutela de la posesión judicial.
Es justamente dentro de los mecanismos de defensa de la posesión judicial que se tienen a
las acciones posesoria y a los interdictos. Lo que distingue a las acciones posesorias de los
interdictos es que estas buscan tutelar el derecho a poseer y por ello que dentro de estas
acciones posesorias se tiene al desalojo.
El desalojo desde un punto de vista procesal puede concebirse como aquella acción judicial
dirigida a la restitución del predio para efectos de poseer, por ello el cuarto pleno casatorio
dispuso como regla vinculante que, debe entenderse por restitución del bien como la
restitución de la posesión, porque si se solicita la restitución del bien es para efectos de
ocuparlo y una ocupación es manifestación de la posesión del bien.
En términos generales el desalojo sirve para tutelar la posesión y es así que el código
procesal civil en el artículo 586 regula quienes son los sujetos legitimados en una acción de
desalojo, donde dispone que el sujeto legitimado activo puede ser no solo el propietario sino
también el arrendador, el administrador o todo aquel que tenga derecho a la restitución del
bien, mientras que el sujeto legitimado pasivo está constituido no solo por un poseedor
precario sino que también por arrendatario o todo aquel que tenga el deber de restituir el
bien.
A lo que el pleno dispone como regla vinculante que en los procesos de desalojo por
ocupación precaria el sujeto legitimado activo no solo es el propietario sino tambien todo
aquel que tenga el derecho a la restitución del bien; mientras que el sujeto legitimado pasivo
será el poseedor precario es decir aquella persona que ocupa un bien sin tener un título que
justifique la posesión o el titulo que tenia ya no produce ningún efecto de protección, esto es
lo que nos dice el cuarto pleno casatorio respecto a un desalojo por ocupacion precaria.
Ahora la interrogante que surge es qué debe entenderse por poseedor precario, sobre esto
si bien el artículo 911 del código civil dispone que es precario aquel que ocupa un bien sin
título o con título fenecido, considero que esta conceptualización con respecto al poseedor
precario es insuficiente lo que justamente daba lugar a que los magistrados en diversos
procesos judiciales de esta naturaleza entraran en contradicción respecto a lo que debe
entenderse por poseedor precario. Algunos incurren en el defecto de asimilar una posesión
ilegítima a la posesión precaria, sin bien es cierto de que existen posturas respecto a ello lo
que considero es que le cuarto pleno casatorio fijo de forma expresa que debe entenderse
por poseedor precario y lo dispuso como principal regla vinculante que un poseedor precario
es aquella persona, natural o jurídica, que ocupa un bien ajeno sin pago de renta alguna y
sin título que justifique la posesión o quizás se tenía el título pero este ya no genera efecto
jurídico que pueda legitimar a este particular el ejercicio de la posesión por lo tanto deviene
en precario.
En este sentido otro interrogante que surge para la corte suprema al dilucidar el tema de
precario en el pleno es que debe entenderse por título y esto porque los magistrados en los
pronunciamientos judiciales no llegaban a uniformizar el concepto de titulo en la posesion
precaria, en este sentido como regla vinculante que título aludía a cualquier acto jurídico del
cual se desprenda esa justificación a poseer el bien.
Otra regla vinculante o supuesto que se estableció fue el que sucede si el poseedor alega
haber adquirido el bien por prescripción adquisitiva. Ante esta interrogante el pleno
establece que no es suficiente que en estos procesos el poseedor alegue la sola adquisición
del derecho de propiedad a través de la prescripción adquisitiva puesto que si bien la
prescripción no requiere de un pronunciamiento judicial para su constitución porque cumple
un efecto declarativo, lo cierto es que disponen como regla vinculante que no es suficiente
la mera alegación sino que es necesario que si el poseedor se considera propietario por
prescripción ofrezca al proceso medios probatorios suficientes que permitan producir
convicción en el juez respecto a este aparente derecho adquirido y si se verifica como tal
entonces el juez no podrá declarar fundada la demanda, deberá declarar fundada la
demanda sólo si se verifica una mera alegación pero si los medios probatorios como tal
tampoco llegan a causar convicción en el juez es obligación del juez como tal declarar
fundada la demanda pero el medida que el demandante haya cumplido con acreditar su
derecho a poseer ya sea por la condición de propietario o por cualquier otra condición que
justifique la restitución del bien para efecto de que posea.
Otra regla vinculante es que pasa si hay edificios en el bien del cual se pretende restituir,
también la práctica judicial daba lugar a que emita sentencias inhibitorias puesto que uno de
los argumentos de los magistrados para decir improcedente la demanda en etapa de
sentencia era que el demandante cumplio con acreditar la propiedad del terreno pero no de
lo edificado por lo tanto resulta un imposibilidad física que se pueda desprender el terreno
de la edificación y que por lo tanto ordene solamente la restitución del terreno y no de lo
edificado porque esto implícitamente significa que también se entregue la edificación, este
argumento permite a los magistrados decir improcedente la demanda a lo que ahora ya
quedó establecido que no es posible ello ya que el cuarto pleno casatorio estableció que si
el demandante que pretende el desalojo acredita su condición de propietario o cualquier
otra condición que implique el derecho a restituir el bien tiene que restituirse, no es posible
que se emita sentencia inhibitorias por la sola argumentación de que no es posible
desprender la edificación del terreno o cimiento. Este pronunciamiento tampoco significa
desconocer el aparente derecho que tuviera la persona que edificó, lo tendrá que hacer
valer en la vía correspondiente
También dispone dicho pleno a que tendrá la condición de poseedor precario aquella
persona que ocupa un bien cuando el título feneció, ya sea por una resolución judicial o una
resolución extrajudicial. Pero el cuarto pleno casatorio marca una especial regla con
respecto a una resolución extrajudicial, ya sea por intimación o cláusula resolutoria. Bajo
este supuesto el cuarto pleno casatorio dispone que si se presenta alguno de estos dos
supuestos es el poseedor un ocupante precario porque el titulo ya feneció, lo que implica
que el juez tiene el deber de verificar en el proceso de desalojo que se haya cumplido con
toda la formalidad que arraiga una resolución extrajudicial por intimación o cláusula
resolutoria, sólo si se verifica ello el título fenecido y por lo tanto incurre en una posesión
precaria.
Que pasa si el bien que se arrendo se enajeno? respecto a ello el pleno dice que el
arrendatario como tal se convierte en precario siempre que se haya cumplido con enajenar
el bien que se está arrendando a menos que el nuevo propietario respete el contrato de
arrendamiento anterior pero si de él no surgiera la voluntad de respetar el cumplimiento de
este contrato el arrendatario incurriría en un supuesto de posesión precaria.
A modo de conclusión el presente pleno casatorio, en mi opinión, es un avance en materia
de la jurisprudencia contradictoria sobre posesion precaria que quizás sea aún discutibles
pero que deben ser aplicadas por todos los jueces de la república.

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