PENSAMIENTO Y CULTURA
COMMUNIO
IGNACIO SANCHEZ CAMARA Julidn Marias: una filosofia
cristiana JOSE LUIS CABALLERO BONO Muerte y
supervivencia en Julién Marfas MARIA RIAZA Cristianismo
y filosoffa. La trayectoria biografica de Julian Marfas
JOSEPH RATZINGER Europa en la crisis de
las culturas OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL La
recepcién del Concilio en Espafia. Reflexiones a los cuarenta
afios de su clausura ANGEL CORDOVILLA Hans Urs
von Balthasar: Ser telogo para poder ser apdstol M? ROSA
DE LA CIERVA Reflexiones sobre la Ley Organica de
Educacién (L.O.E.) JOSE GRANADOS Amor y biologfa.
Aportacién teoldgica al estudio de la vida PILAR
FERNANDEZ BEITES El estatuto ontolégico del embrién
preimplantatorio y la Ley de Reproduccién Asistida
NUEVA EPOCA - NUMERO | - VERANO 2006
ENCUENTRO«Communio fue fundada para atraer y unir a los cristianos
sobre la base, simplemente, de su fe comin».
Joseph Ratzinger
COMMUNIO es una revista internacional catélica que se
publica desde el afio 1972 a rafz de la iniciativa de tedlogos de la
talla de H. U. von Balthasar, J. Ratzinger, H. de Lubac, L.
Bouyer o M. J. Le Guillou. La conviccién inicial de los
fundadores de la publicacién era que no debfa ni podia ser
exclusivamente teoldgica, sino que debfa abarcar en un sentido
amplio el ambito general de la cultura.
Actualmente se publica en 12 ediciones internacionales
hermanas que, desde diferentes condiciones culturales, tratan de
servir a la tnica Iglesia.EN COLABORACION CON
Edicién alemana
Internationale Katholische Zeitschrift. Communio
Edicién argentina
Communio. Revista Catélica Internacional
Responsable: Alberto Espezel
Edicién checa
Mezinérodnl Katolika Revue. Communio
Edicion croata
Svesci Communio
Responsable: Adalbert Reblc
Edicion eslovaca
Mednarodna Katoliska Revija. Communio
Edicion de Estados Unidos
Communio, International Catholic Review
Responsable: D. Schindler
Edicién hangara
Communio. Nemzetkézl Katolikus Folydirat
Responsable: Péter Erdé
Edicién italiana
Communio. Rivista Internationale di Teologia ¢ Cultura
Responsable: Andrea Gianni
Edicién holandesa:
Intemationaal Katholiek Tijdschrift. Communio
Responsable: Stetaan van Calsteer
Edicién polaca
Miedzynarodowy Przeglad Teologiczny. Communio
Responsable: Lucjan Balter
Edicién portuguesa
Communio. Revista Internacional Catélica
Responsable: Henrique de Noronha Galvao
dicién ucraniana
Ukraine Communiotevista Catdlica Internacional de Pensamiento y Cultura
COMMUNIO
CONSEJO DE REDACCION Liirector Leonardo Rodriguez
Duplé (UPSA) 5: vor Gabriel Alonso (USP-CEU)
y Ricardo Aldana (Casa Balthasar), Luis Javier Alvarez
(Prof. Filosoffa), Ignacio Carbajosa (S. Damaso), Angel
Cordovilla (UPCO), Pilar Fernandez Beites (UPSA), Gonzalo
Génova (UCIII), José Granados (CUA), M? del Rosario Gonzélez
(UAM), Manuel Oriol (USP-CEU), Wifredo Rincén (CSIC),
Juana Sénchez-Gey (UAM), Victor Tirado (UPSA),
Gabino Uribarri (UPCO).
COMITE ASESOR P « Alfonso Pérez de Laborda
sinbros José Ramén Busto, Alfonso Carrasco, Julién Carrén,
Carlos Dfaz, Juan José Garefa Norro, Olegario Gonzalez de
Cardedal, Juan Marfa Laboa, Juan Miguel Palacios, Javier Prades,
Gerardo del Pozo.
La Revista Internacional de Pensamiento y Cultura
COMMUNIO
es una publicacién trimestral
www.communio.es
Nueva €poca - Niimero | - Verano 2006EDICION ESPANOLA
Direcci6n, redaccién y promocién:
PROCOMMUNIO
C/ Andrés Mellado, 29, 2° A - 28015 Madrid
procommunio@communio.es
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ENCUENTRO
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Suscripcién anual Espafia: 42 euros
Suscripcién anual extranjero: 52 euros
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Niimero suelto: 12 euros
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OMMUNIO
Procommunio es una asociacién civil sin animo de lucro, registrada en el
Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior que, compartiendo los obje-
la Revista Catélica Internacional de Pensamiento y Cultura
Communio, se ocupa —de mutuo acuerdo con Ediciones Encuentro— de la
direccién, redaccién y promocién de la publicacién.
Imprime: Cofés-Madrid
ISSN: en tramitacién
Depésito Legal: M-1545-1979[INDICE
NOTA DEL EDITOR
EDITORIAL
ADIOS A JULIAN MARIAS
IGNacio SANCHEZ CAMARA, Julién Marfas: una filosoffa cristiana 9
José Luis CABALLERO BONO, Muerte y supervivencia en Julién Marfas 23
MARIA RIAZA, Cristianismo y filosofta. La trayectoria biogréfica de Julian Marfas 32
MISCELANEA
JosePH RATZINGER, Europa en la crisis de las culturas 39
OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL, La recepcién del Concilio en Espafia.
Reflexiones a los cuarenta afios de su clausura. 51
ANGEL CorDoviLta, Hans Urs von Balthasar: «Ser tedlogo para poder ser apéstol» 77
M® ROSA DE LA CIERVA, Reflexiones sobre la Ley Orgénica de Educacién (LO.E.) 91
José Granabos, Amor y biologia. Aportacién teoldgica al estudio de la vida 107
PILAR FERNANDEZ BEITES, El estatuto ontolégico del embrién preimplantatorio
y la Ley de Reproduccién Asistida 121
NOTAS
GABRIEL ALONSO, Marina: un cristianismo postmoderno
J. A. Marina, Por qué soy cristiano. Teorfa de la doble verdad 143
IGNACIO Carajosa, Literatura y sentido: la propuesta de H. Bloom
Harold Bloom, ;Dénde se encuentra la sabidurfa? 147
JUANA SANCHEZ-Gey, La filosoffa personalista de K. Wojtyla
II Jornadas de la Asociacién Espafiola de Personalismo 15
‘WIFREDO RINCON, Crénica de una exposicién
Maria, en el misterio de la Pasién 155NOTA DEL EDITOR
Estimado amigo lector de COMMUNIO:
Después de un silencio de un afio y medio —el segundo en la historia de esta
revista; el otro duré todo el aiio 1998 — podemos comunicar con alegria que vol-
vemos de nuevo a publicarla a partir de junio de 2006. Tendré la misma periodi-
cidad que en la etapa anterior, de 1999 a 2004, es decir, trimestral. Y contara con
un renovado aspecto gréfico. Pero lo més importante es la renovacién total del
Consejo de Redaccién, formado por un conjunto de jévenes profesores, investi-
gadores y comunicadores de la nueva generaci6n de intelectuales cristianos con
variadas experiencias eclesiales. La revista sigue asf fiel a su origen, que recorda-
remos permanentemente en la frase de uno de sus fundadores, el tedlogo Joseph
Ratzinger, hoy convertido en papa Benedicto XVI.
El nuevo director de la revista y su consejo van a contar con el apoyo de un
Comité asesor del que han aceptado formar parte los cuatro directores que ha
tenido la revista en su ya larga historia, asf como un grupo reducido representa-
tivo de los muchos tedlogos, filésofos y hombres de cultura, religiosos y laicos,
que han colaborado a Jo largo de los afios en sus péginas.
Finalmente cabe subrayar que la revista, renovando su planteamiento origi-
nal, tratard de cubrir desde a teologia hasta el acontecer cultural y social de
nuestro tiempo en un esfuerzo por servir a sus lectores, pensando y sintiendo cum
ecclesia la actualidad del hombre y del mundo.
José Miguel Oriol
Presidente de Ediciones EncuentroEDITORIAL
LEONARDO RODRIGUEZ DUPLA
on este ntimero se inicia una nueva época, la cuarta ya, de la edicién
espafiola de la Revista Internacional Communio. Al comenzar esta
nueva andadura es preciso que volvamos la vista atrés y tengamos muy
presente el espfritu que presidié su fundacién, all4 por los afios del posconcilio.
No se trata, en efecto, de fundar una nueva revista, sino de prolongar un impul-
so que ha dado frutos espléndidos a lo largo de muchos afios y en muy diversas lati-
tudes, No obstante, también es necesario que prestemos atencién a los rasgos
peculiares de la vida espafiola en el momento presente. De nuestra capacidad para
acomodar el fecundo proyecto original a las circunstancias actuales dependera
en buena medida el éxito de nuestra empresa.
En esta nueva etapa Communio se concibe como una revista de pensamien-
to y cultura en sentido amplio. Se trata de ofrecer una nueva tribuna al pensa-
miento catdlico en la que éste pueda expresarse con el detenimiento y el rigor
que suelen echarse en falta en tantos medios de comunicacién espaficles. La
revista estard atenta a la realidad eclesial y social espafiola a fin de ofrecer and-
lisis iluminadores desde la perspectiva cristiana sobre cuestiones que preocupan,
o deberian preocupar, a la opinién piblica.
Ni que decir tiene que la reflexién teolégica tendré un peso importante den-
tro de la revista, pues no en vano fue fundada por tedlogos de la talla de
Balthasar, Ratzinger y De Lubac. Pero también se dard cabida en ella a la filoso-
fia, la literatura, el arte, la politica y en general a todos los hechos culturales de
nuestro tiempo que presenten un rostro relevante para la vida cristiana. Un vis-
tazo al indice de este primer ntimero permitiré comprobar hasta qué punto
hemos querido abrir el abanico de nuestros intereses.
La revista que ofrecemos al piblico quiere set un lugar de encuentro de las
distintas sensibilidades catélicas. Communio no esta adscrita a ninguna corrien-
5 profesor de la Universidad Pontificia de Salamancate o movimiento eclesial en particular, sino que est cordialmente abierta a
todos. De este modo, pretende contribuir en la medida de sus fuerzas a la impor-
tantisima tarea del fomento de la fraternidad intraeclesial.
Cada ntimero de la revista estar dividido en dos secciones, la primera dedi-
cada a articulos y la segunda a notas. A su vez, los primeros articulos de la pri-
mera seccién tendrén unidad temtica: abordarén distintos aspectos de una
misma cuestién, la cual constituiré el tema principal del ntimero. El resto de los
articulos y notas tendran carécter misceléneo.
En este primer ntimero hemos querido rendir homenaje al filésofo Julién
Marias, recientemente fallecido. A él estén dedicados los tres primeros articulos,
que debemos a la gentileza de Ignacio Sanchez Cémara y José Luis Caballero Bono,
reconocidos estudiosos de la obra de Marfas, y de Marfa Riaza, discfpula directa del
desaparecido maestro. Julién Marfas no s6lo era un intelectual de gran valfa,
sino también un cristiano ejemplar que jamés oculté su condicién de creyente.
Sin embargo, esta dimensién de su personalidad no ha sido suficientemente
destacada por los numerosos medios de comunicacién que con ocasién de su
fallecimiento han reflexionado sobre la vida y la obra de Marfas.
Este primer editorial no debe concluir sin dar las gracias a quienes en el pasa-
do tenfan la carga de la responsabilidad de editar esta revista, y de forma muy
especial a su anterior director, Alfonso Pérez de Laborda. Como saben muchos
lectores, él se encuentra embarcado en la aventura de la Revista Communio
espafiola desde el principio. Asimismo debemos agradecer a todas aquellas per-
sonas que han hecho posible la publicacién durante todos estos afios su esfuer-
20 y sus desvelos. A todos nos consta que la buena marcha de la revista en el
futuro dependera también, en buena medida, de que todos ellos sigan prestando
su generosa colaboracién. A todos ellos, gracias.ADIOS A JULIAN MARIAS
JULIAN MARIAS, UNA FILOSOFIA CRISTIANA
Ignacio Sanchez Camara
butamos un homenaje en el libro colectivo Un siglo de Esparia'. En oca-
siones como ésta Espafia rompe el t6pico maléfico y falso de la ingratitud.
E| primer deber de un pueblo es la gratitud hacia sus sabios. Y el pensador, valli-
soletano de origen y madrilefio de adopcién, lo es. Ha sabido aunar la serena
y tetirada soledad del pensador con la presencia en la plaza publica del peri6-
dico y la conferencia. No hay incompatibilidad entre la torre de marfil y el
claustro por un lado, y la accién publica y el compromiso intelectual por otro.
Sélo desde la serenidad se puede imponer calma en la tormenta de la actualidad.
Julién Marfas pertenece a la escasa estirpe platénica de los fil6sofos, de los
amigos de mirar. Después de noventa y un afios de vida (mundana), con las
espaldas bien cargadas de trabajo intelectual plasmado en libros, cursos y artfcu-
los, puede complacerse en la abundante némina de sus lectores y admiradores. Es
la recompensa a la obra de la sinceridad y la coherencia, al cumplimiento del
deber, que no es, como afirmé Goethe, més que la exigencia que nos trae cada
dia. El acierto nos puede ser esquivo; la veracidad solo depende de nosotros, y
H ace cuatro afios un grupo de amigos y discfpulos de Julién Marias le tri-
Marias es un infrecuente caso de veracidad compulsiva. Ast, pudo afirmar con
verdad que no ha dicho ni ha escrito nada que no hubiera pensado, bajo lo que
no pudiera estampar su firma. Siempre ha evitado la maledicencia. Su forma de
ctiticar la mentira y el error es proclamando la verdad y el acierto; pero sin fus-
tigar, si no es indirectamente o por alusiones, a los reos.
Cat6lico y liberal, su compromiso con la libertad y su condicién de discipu-
lo de Ortega y Gasset, le acarrearon la animadversin de las dos Espatias hemi-
pléjicas y, a la vez, le granjearon la amistad y el respeto de la Espafia tinica y
completa. Sufrié las invectivas difamadoras y los libelos de los estalinistas de
todos los partidos, tan prontos a proyectar en los dems las miserias y fantasmas
es profesor de la Universidad de A Coruiia, escritor y periodista10
SANCHEZ CAMARA,
que slo habitaban en su interior. La libertad, como toda circunstancia huma-
na, crece y mengua, pero nunca desaparece, pues es siempre algo que uno se
toma, no algo que meramente se recibe. La libertad es terreno de conquista.
‘Nada importante le es regalado al hombre sin el concurso de su esfuerzo y de su
exigencia. No es posible realizar los valores sin valor, es decir, sin valentia. La
verdad sélo se rinde a los valientes.
El cristianismo, la filosofia de Ortega, Espafia, Iberoamérica y Europa son los
ejes vertebradores de una obra total de la que bien puede decirse que cumple el
lema de Terencio: nada humano le es ajeno. Ha seguido la estela de su maestro
de la tnica manera en la que es licito hacerlo: imitando su ejemplo y no repitien-
do meramente sus teorfas. Asi ha podido elaborar una metafisica personalista de
la vida humana inspirada en la obra de sus maestros, pero no estrictamente ela-
borada por ellos. Acaso su mayor aportacién a la filosoffa sea la elaboracién de
una teorfa antropolégica y social de la persona de cufio cristiano y orteguiano.
Con su vida cumplida, con el morral del camino de la vida cargado de amigos y
saberes, puede estar satisfecho de las trayectorias de su vida y del cumplimiento
de su vocacién.
En el libro colectivo citado, publicado en homenaje al pensador, Gregorio
Salvador se ocupaba del desliz idiomatico que entrafia la expresién «culpables
de mérito»?, Se trata, por supuesto, de culpables sin culpa. Con el uso indiscri-
minado de la palabra «culpable» en una presunta acepcién favorable (por ejem-
plo, culpable, con su gol, de la victoria de su equipo) se difumina la distincién
entre la culpa y el mérito, entre las malas y las buenas obras. Pero acaso haya
otra acepcién que cuadre a Marfas. Es «culpable» del mérito de la excelencia.
Eso no suele perdonarse, sobre todo, por los verdaderos convictos de mediocri-
dad. El primer deber de un pueblo es la gratitud hacia sus hombres mejores,
hacia los més sabios. No siempre lo cumplen.
Julién Marfas es un filésofo. Cuando tantas veces se emplea la palabra de
forma vana o usurpadora, complace utilizarla con propiedad, en su sentido
genuino. Lo es porque aspira a esclarecer la realidad como un todo y su sen-
tido profundo y latente. No hay verdadera filosofia si no se da en su autor el
temple filoséfico. Se trata, ante todo, de una actitud moral, de un imperati-
vo de veracidad, sin el que no es posible el acceso a la verdad, a una verdad
que slo se rinde a quienes la buscan desde el fondo insobornable de su per-
sonalidad. Siempre ha preferido, con raz6n, la libertad a la seguridad. La filo-
sofia de Marfas es «visién responsable», verdad y libertad, andlisis de la vida
personal, aspiracién a la claridad. Lo claro puede ser falso, pero ninguna verJulién Marfas, una filosofia cristiana
dad puede albergar lo que no es claro. Pues hay también, cmo no, una clari-
dad de lo profundo.
Mientras algunos «progresistas» reconvertidos habfan obtenido cétedras,
reconocimiento y ventajas durante el franquismo, él vivi6 de sus escritos, cursos
privados y conferencias, alejado de la universidad y de la vida oficial. Cuando se
consumé el trénsito hacia la libertad, que describi6 en ejemplares articulos,
algunos de esos beneficiarios del franquismo y de la recuperada democracia, los
que siempre estén a las maduras, se permitieron descalificar a Marias, e incluso
difamarlo, quizd precisamente por su coherencia y por su defensa de la libertad,
cualidades que ellos no podian exhibir. Es una vieja historia conocida. A él, pre-
cisamente a él, que habia
combatido en el ejército
republicano, que habia
suftido la cércel por la El cristianismo, la filosofia de Ortega,
delacién de un falso amigo
y que habia sido apartado
Espatia, Iberoamérica y Europa son los ejes
de la universidad publica. de una obra de la que puede decirse: nada
Acaso por ser catélico, yumano le es ajeno.
liberal y orteguiano, y por
ello, hostil a todas las dis-
ciplinas destructoras de la
libertad, entre ellas el comunismo, tan idolatrado por los falsos amigos de la
libertad. Y es que su sola trayectoria intelectual y vital desmonta y desmiente
tantos falsos topicos.
No es poco lo que se puede aprender, lo que hemos aprendido, de Marfas.
Todo ello esta escrito en sus libros y articulos y proclamado por su palabra. Lo pri-
mero, la idea de la filosofia como «visién responsable» y como vocacién y pasién
al servicio de la verdad. La filosoffa est vedada a quienes no son veraces. Pues si
la veracidad no garantiza la adquisicién de la verdad, la falta de veracidad impi-
de de suyo acceder a ella. La dedicaci6n a la filosoffa requiere una condicién
moral previa en sus aspirantes: la limpieza de coraz6n y el compromiso con la ver-
dad, una verdad que sélo se rinde a quienes la buscan y, por ello, la aman. Sélo
es posible la filosoffa si se parte de la asuncién de la condicién personal del hom-
bre. Todo el pensamiento de Marias est4 penetrado por la conviccién de que el
hombre no es cosa sino persona, realidad espiritual, no dada de antemano, sino
que debe hacerse; empresa y tarea, pues. Y, por ello, libertad. La filosoffa es, en su
primer apartado, como ensefié Ortega, teorfa de la vida humana, andlisis de esa