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'(SOOZ) Si!::>ps¡ucwnH
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Escritura y Pensamiento
'uqp-ei'l¡:¡.sa.mr ap pepp.1n e¡ Joct op-ez!uutlw '-e:¡.~d-ez 1~st' AÑo XI!, W 24,2009, 157-187
scpu:l!:J s-e1 ap pcpdJJeundPS!pJa:¡.u¡ {!"'_- UQ}:re2!-~¡¡:~
OUIO:J 94lldS~Ud dS U9JSP.'I. cpun.idS EU11 1.1:;:( 'WSY.'"'·" .\~
dp opeJOJ:lüp Jdp O:JJU!~pl)JC ü(EqBJl otUOJ 'rQQ(:
FRANz PoRTUGAL BERNEno
-S01J: ·pep!]BOl Bj op B)lBU!jdDS]p U91Jd'Io
sounu;;,p1suo::> 'oihEqUJd UJS 'pBp1JBJ.:r; LAS CIENCIAS DEL HOMBRE
BJlp 1111ldd Á U9PBlUdUI.8Blj- El B!ldAJm~J¡U 1 MULTI, INTER, TRANS, POLI, POST DISCIPLINARIEDAD
BpE::> Sd:!Ud1ll1Jdl UOS dnb SB:lSdl1dO.:rd
-s~psuv.1.1 /Jvp<l~wuncJps~p.!.dJU~ /JvpdJJ.vun: 1 ;:~·.¡
THE SCIENCES OF MAN: MULTI-, INTER-, TRANS., POLI-,
,uoJ Á s;a¡u;md 'so.§op:qp opudpdlqq;Jr,.l
F)P sBpu;;,p SBJ ;ap U9PBZHBPddS;;:)
POST DISCIPLINARITY
B1 B O SEU1¡dps¡p SBAdl1U E Ud.§po complejo, puesto que lo que está en debate es el paradigma de las ciencias humanas: no
SBpUdp SB)Sd dp UQpB)Udlli~ElJ Á 011011n,\¡: sólo hay que repensadas sino impensadas, como propone Immanuel Wallerstein.
so opeo¡ue¡d ewo¡qüld El ·,,,Olqwo~ Palabras clave: Ciencias humanas; Disciplinas; Disciplinariedad; Especialización.
EUpllOUdp SB1 OWOJ 'o "SdlBpos Á
o¡eqop ¡op sewo¡ so¡edpupd so¡ u9¡¡>n Abstract
This text questions the problems and solutions derived ttom the atomization and in-
creasing specialization of the sciences of man. This fact had led to multidisciplinary,
interdisdplinary, transdisciplinary, and postdisciplinary conceptions as a way of solving
158 fRANZ PORTUGAL BERNEDO
Résumé
Ce texte remeten question le:o; problem.es ct solutions surgissant de l'atomisation et spé-
cialisation croissante des sciences hum.aine.s qui sont a !'origine de propositions visant
a établir des dialogues, liens et convergences appelés multidisciplinarité, interdiscipLinarité,
transdisciplinarité et post·discipUnarité, et dont le but est de résoudre ladite fragmentation
et de permettre une cornpréhension globale de la réalité. Toutefois, celles-ci sont enfer·
mées dans une conception disciplinaire de la réalité.
Cerrains se sont proposés d'aller au-dela en proposant l'unification des sciences hu-
maines, dépla~ant les frontU~res, les centres de gravité, les problématiques traditionne-
lles, poussant a l'abandon !'esprit« nationaliste "de chacune d'entre elles, et incluant
!'ensemble des sciences humaines. Toutefois, le probleme est bien plus com.plexe car le
débat se centre sur le paradigme des sciences humaines: il faut non seulement les repen-
ser rnais également les impenser, tout comme le propase Immanuel Wallerstein.
Introducción
"La idea de que podemos reflexionar de forma inteligente sobre la
naturaleza de los seres humanos, sus relaciones entre ellos y con
las fuerzas espirituales y las estructuras sociales que han creado,
y dentro de las cuales viven, es por lo menos tan antigua como la
historia registrada''
L1. primera \'ersión fue escrita en agosto de 2003, como trabajo académico del doctorado de
la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. En una segunda ,·ersión se presentó como
ponencia al IX Seminario-Taller de Investigación- La lnterdisciplinariedad de las Ciencias
jE11lJOjOlU)BJOllEq ]Bd!!DdlJUJilll Humanasz Propuestas, "Inés Pozzi·Escott Zapata, organizado por la Unidad de Investigación,
~Jqn BJOllO 's;:mop]sodbo·dns;·-· Facultad de Letras y Ciencias Humanas, 2006 Posteriormente dio origen a una proyecto de
investigación en el Instituto de Investigaciones Humanisticas (2008).
2 Fernand Braudel, Historia de las cienciru sociaLes, Alianza Editorial, Madrid, 1968.
3 Mattei Dogan, Lru nuevm cienciru sociales: grietm en las murallas de las disciplinas, \VW\v.unesco.
org/issj/ricsl53/doganspa.html, p. 1 y 2.
,·)·
160 FRANZ PüRTIJGAL BERNEDO ~Ji"~D.¡¡.; IV)J"U.J)J 'VJ ..I.VWJQW[ 'UJ'll~ldll"CJx\ ¡;'111U"CUIUIJ 9
·gr¡ ·ct 'zooz 'eu9u;~iüy 'li.n[n[ dp pepJsl;:l,\Jun
lj Jp ~OtUdpB11:) ·mp~w V21Wl(~WJ [. SJ]VIJOS SO>
',:quew-e:¡m'a !;;o~of 'e~lJo:¡sy !eurw 'ZdJ?J L
'pvp~).lvunGpsrp.LJlU/ v-¡ ~.u¡os 'upow niip3 9
pecto de ello Roberto Follari dice que estos temas siempre retornan y
,}lJ/l~·p¡s·~Aqjj:d:UlJlld '~J]V.I.lUJJ !.'V.I.nlSOQ [. U9)JUV<:j17 1', ¡,
que se establecen de nuevo en cada ocasión como si fuese la primera4• i.~ ,ir.Jff.'ó!)JDu¡¡dtJS1P..I.~JU) v¡ ó!p OUJW9U~fl3 ,:,,,
1 'zdUIQQ ll\lWZ11Q
¡¡Jp B!p;;~doppug eun dp op;;~li.Old ¡n ;¡:¡u;;:o)U '"'1
Algunos han intentado ir mucho más allá, como en el texto citado ",tJ]l)dWJ·<D]:.iQJ UQJJCl.iJJlll], Cl\ll ;¡p 'qna11JN
de Braudel que admite, con optimismo en esa época, que éstas tentativas l~n
JP cwu "S ·dcum::J t¡d¡opnt~ JP li. -Bpmp
o~:¡O ;;:op os1ndw) ¡e mpnm ;;:oq;¡p EJ)J! B1~3 ' ;1
de unificación de las ciencias humanas puedan, algún día, desplazar las ., . <~nb o¡ q:¡u<~S<~ld Jnb so:¡;:oJd~e so¡ dp oun
fronteras, los centros de gravedad, las problemáticas tradicionales y que esto 1· 'l..J~n,. "' Js 'o~üeqm;¡ UJS ·xx. o1:.11~ FP ~J:¡ue s;;ow:¡
11
puede ser verdad para todas las ciencias del hombre sin excepción y que ello dp o ""EPB::l!JJUll epudp, eun JP eJp¡ El, S"
'"Z ·~tn'JISll}at pvp~¡.¡.DU!jc)")JS)P-'JlUf Dl 'J1E1]0d 01PqO'¡] F
impone el abandono del espíritu "nacionalista" de cada una de ellas.
1
:1 'SJuOPFOdns sns dp SBtpnrn dnb B op1q
En ese sentido, se planteó la posibilidad de una ciencia unitaria5 como
el paradigma pmsoniano, sobre el cual reposó durante años la ilusión de sepudp srq JBSUdcldJ JP svmdp,B Jnb
"una ciencia social unificada del hombre que en sí disolvería la multiplici- 01q!j ns uo uplSlOlJ"fX\ ¡onueww¡
SO BWOjqOld jO '021Bqwo UJS i ',1:
dad compleja de lo que es humand'. Aunque M orín afirma que: "Uno no
11
puede, ciertamente, crear una ciencia unitaria del hombre que en sí di.sol, l!''f]!::i]Jsjpl;:):}U]~BUHdJJS]p) UBUO]JBldUd:¡U] dS
veria la multiplicidad compleja de lo que es humano"'. [':';;,o pBpoUBllljdFlSlplOlUl op u9pou Bj op
Ul)~dS 'SBpUdp SB1 dp pup]Ut1 Bl
!l!l
La unidad de las ciencias, según Piaget1, es justamente el resultado
,J 1
de la noción de interdisciplinariedad como una estructura cuyas partes o' •nb o¡ op B[o¡dwm peppljd!l)nm Bj BJlOA 11¡1·11
se interrelacionan (disciplina-interdisciplina). epudp Bun JBdlJ 'dlUdlliBlldp ';;;~pdnd
,,,
Sin embargo, el problema es mucho más complejo como lo señala ·,omwm¡ so onb o¡ op do¡dwm P"P 1
'11
4
5 "La idea de una "ciencia unificada" o de la "unidad de la ciencia" se encuentra en varios au- [I.¡JOp sBpuop SBJ sepo¡ BlEd pEplo., 10s opond
tores antes del siglo XX. Sin embargo, se habla de éste tema en relación especlficamente con SBI 'pepJABJ.i5 dp SOIJ.UdJ so1 'SBJdlUOlJ !"¡,'1
uno de lo~ a~pectos que presentó lo que podría llamarse el "ideario" del Circulo de Viena.
fl\!.UEUIHL[ SBpliJP SBI dp UQPBJ1]]Ul1 ~:rp
Esta idea debe mucho al impulso de Otto Neurath -el mayor defensor de la unificación de la
ciencia- y de Rudolph Carnap. Se tr<~ta de una unidad lógico-epistemológica y, como indica J~ aursrwpdo UOJ ';I¡.p.upe dnb F'Pt1B18. óp
''111 ,,
Neurath, de unn "integración lógico-empírica". Neurath comenzó a incubar la idea concer- t il.I o-q::mm 1] ope.lUdlUJ UBL{ soun2TV 1
niente nl proyecto de una Enciclopedia de la Ciencia Unificada hacia el nño 1920". Majela
Guzmán Gómez, El fenómeno de la interdisciptinariedad en l.a.'i ciencias de {a informcu:ión: contexto de BpeJ Ud 0Adt1U dp UdJdlqB:J.Sd dS Jt1b
aparición y posturas centrales, en htt¡.l://lws.sld.tu/revistas/acV vll3_3_05/aci05305.htm
6 Edgar Morín, Sobre la lnterdiscip!inariedad, www.pe~amientocomplejo.com.ar, p. 7. cinb OJ!p )lEUO:J ouoqo)i OJlO op OlJOd
7 Pérez, Marta; A~torgn, Jo~é; Bu~tamante, Patricia y Ca~tillo, Silvi<l. lnterdisciplinariedad. Discur· i 1
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"¡.?•( ·dd 'B!qU!OJOJ '-poilog LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 161
'v¡;;'o¡ouJ<J~ t: SV1JU<l!:J 'mquw¡o:J 's~v.r.n:;:¡p:w
·ot z ·tiv¿ 'zooz '-e¡<mz;ntdA
SVJ!JJV.Uj SV.l.JO i W!p11lS3 'O~BYI/. P!Ul~Q
JP ~J~wcty "B¡do¡n ~>¡ ;¡p Jclln¡ J3.,
demasiadas arraigadas en nuestra mentalidad. Suposiciones, otrora libe~
radoras del espíritu, que hoy en día son la principal barrera intelectual
se1 ;:mb ~p u9zB1 u~ dlUdm:p); para analizar el mundo social. No propone un nuevo paradigma para las
ldded ns A U9PUl1J ns 'Sd]B1 J(S ciencias sociales históricas, expone lo que considera confuso y limitantc
]lf)!p1l1 BldUBW 8p nqqrueJ en los principales puntos de vista, con el objeto de estimular la búsque~
~nw m;B Sd BU1~1qo1d F;~ 's- 1 da de un nuevo paradigma.
Ellibro9 de Wallerstein es estimulante y provocador porque pone
en cuestión la forma como se han organizado las ciencias sociales en
SBJ}191Sp_:¡ S1:lpU~118dX8 SP.Sl "disciplinas" y se han institucionalizado en las universidades. Asimis~
un Sd OWS}llU8J0111d ld ;;mb . . mo, la crítica al pensamiento "universalista-sectoralista" que afirma que
~s:anJ 18 lDqdru1 BddOJnd dlCfi el sendero del conocimiento comienza con lo particular y termina con
S1S!D ·q 'OUBfF1(J BlBd ""J}d:l lo abstracto -el pensamiento universalista- y que hay senderos parale~
!sBrupp; stun:¡Jn.ns~ SBI dp los hacia diferentes "sectores, del conocimiento, que reflejan procesos
dl}Ud tD!Ui;DdW U9PBld1 B] :~-,
separados paralelos en el mundo real: "el pensamiento sectorialista".
~oJ ldP "ohp-;afqo,, J~p~.n~J ¡¿-··,, Propone, además, una agenda para las ciencias sociales que debe pre~
so1 XIX o¡ll1s ¡o opsop ocuparnos para estos diez o veinte años.
so1 -;ap BJUOUld3dl] BI UOJET::n En este trabajo hemos incorporado también otros puntos de vista
so1 U9PSdlD u:a :auod ;mb contemporáneos sobre el debate actual de las ciencias sociales, como es
opo)lod un opo¡ op
-9lSllj el conjunto de textos de La co[oniaUdad dei saber: eurocentrismo y ciencias
-podwo¡um P"Pl"Jl"lqns e¡ sociales; además de las propuestas del debate sobre la modernidad y la
~pouoJ pp SFPJ eun :a¡s1x;;) postmodernidad con respecto a las ciencias sociales.
0 "·opunm1:ap o_¡s En este sentido, Edgardo Lander reconoce que hoy en día nos
dllUd IBJ!pta BpUd18J1P uun encontramos ante replanteos globales y fundamentales de los saberes
Bpu-;ap dllUd U9PBFU tq Á 'B 1-· y disciplinas sociales en todo el mundo y que el Informe Gulbenkian,
lOd 'A 'U9PBZH"BSJdA1Ul1 A coordinado por lmmanuel Wallcrstein, es una significativa expresión
-BZ!J)lllOp op OSOJOld jO up de estas reflexiones, como lo es también la crítica al Orientalismo, los
o¡sol ¡o Á emopow pepopos '1 , estudios postcoloniales, la crítica del discurso colonial, los estudios
s:auop-exed-;as se1 B opBinJ¡: subalternos, el afrocentrismo y el post~occidentalismo 10 • Nosotros
Á Ohp:afqo ldlJ~l"EJ ¡:ap U9P01Jel, agregaríamos los debates sobre modernidad y postmodernidad con
~:as dp o¡unfuoJ 13, :dnb e1e:'diS
9 lmpensar !as ciencias sociafes, es la continuación de Abrir las Ciencias Sociafes, conocido también como
el Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales.
10 Edgardo Lander, compilador de La co!onialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales, edicio·
nes CLACSO, Argentina, 2000. p. 9.
162 FRANZ PORTUGAL BERNEDO
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'S?]Dpo; wpU~IJ ~ OU!Stzl..JU~JO.L113 :.t~qv;
, \ ::;~¡cqos>BMO, "'Jdpu-u1 ~wt!p3 l 1
~
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relación a los saberes, el conocimiento, la ciencia, las disciplinas y sus / F!;aq-es o s~¡~pos stq:>u;¡p SEl ;:¡p
formas instintcionales. ~n E op1]9~ o¡u~:¡.sns d~ u;a,\.qs
Lander se pregunta: "En un mundo en el cual parece imponerse, ·owo¡ow <:::>punUJ ¡op sEA
por un lado el pensamiento único del neoliberalismo, y por otro, el des~ S;auopBjllSBl dlU:dU!jBpJdSd
centramiento y escepticismo de la postmodernidad, ¿cuáles son las po- / SdJ;aqBs sn¡ u-eprn1¡..:r-e ~s our9J
de estas perspectivas teóricas con el resurgir de las luchas de los pueblos uepos anb 1"'' o¡ op
históricamente excluidos como las poblaciones negras e indígenas de ~ 1./\..t~.1/·JS~::ms se¡B Jld"'"!J~;' gs e~;aw]Jd 1,
1
primera se refiere a las sucesivas separaciones o particiones del mundo ,liiO'J SOP!npxd ~:¡u;aWl!JpQlS1L(
de lo "real" que se dan históricamente en la sociedad occidental y las /1<'~ SB:JpQdl;eA}lJ ddSlJd s-e:¡sJ dp
formas cómo se va construyendo el conocimiento sobre las bases de este ¡,,}':que¡dolpp 1¡¡::IEd BB.tmln' e¡
.,j.•, ·hqt: ul}JSl¡s ;anb s;apep Epad:l
proceso de sucesivas separaciones; la segunda dimensión es la forma 11
cómo se articulan los saberes modernos con la organización del poder, owspPUDSd t\ o¡Ud]'lllE.UllJJ
11; o:¡u;a1-u;8suJd ld oper un 1od
especialmente las relaciones coloniales/imperiales de poder, constituti-
vas del mundo moderno. Precisa, además, que estas dos dimensiones .~!3, :-elU12dld ;;JS lJpU'\q ¡!
sirven de sustento sólido a una construcción discursiva naturalizadora f 'llÍEU01:Jl1lpSU1 SBW10J ¡ji
de las ciencias sociales o saberes sociales modernos 12 • :¡:¡I,Jj. '
11 Edgard Lander, "Ciencias Sociales: saberes coloniales y eurocéntricos", en: La Co!onia!idad deL
t'· ·UO:J ¡o :otoqes so¡ ' l..lm:JBl"'
"
.. 'l
saber; Eurocentrümo y ciencias sociales, ediciones CLACSO, Argentina, 2000. p. 12.
12 !bid., p. 11-14. o~ ,111
¡NV>l,j Z9l ¡:1
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1~
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 163
'U9)JVW.WjU1 V] ~p W!J1I;1)J I'Vj Ua pvpa!J.VU!)•cfFJS_!pldJU[',). J•l
'l61'69rdd '(tOOZ) LI ...
~r mqo v¡ .wcf sv¡.t~!qv wr.¡pacjuacj
J •d 0 JlnUO:YO[djdlUOJOlU~!1-•JI$dd·Nu•ii.~ Con relación a la primera, Lander señala que: "El conjunto de se~
paraciones sobre el cual está sustentada la noción del carácter objetivo y
universal del conocimiento científico, está articulado a las separaciones
que establecen los saberes sociales entre la sociedad moderna y el resto
SO)Sd dp dSBq El dlqos BJUIOUO:¡I1B n:n
de las culturas. Con las ciencias sociales se da el proceso de cientifiza-
onb e¡ilo¡opo¡ow e¡ op owm uep¡n<
ción de la sociedad liberal, su objetivización y universalización, y, por
Ud O)UB) li9Pl110Ad ns Ud U8L\..11S dS
tanto, su naturalización. El acceso a la ciencia, y la relación entre ciencia
'sopO:l?UI f.. SID!UJ?) Sl1S 'UBdldUid
y verdad en todas las disciplinas, establece una diferencia radical entre
·Bjd jO Ud UB)JUOJO]lp OS SBU!jd)C>S!p
las sociedades modernas occidentales y el resto del mundo. 1' 13
'aJl::H"Udd:>UOJ
La idea de Anibal Quijano 14 es que existe una crisis del conoci-
op 'siSEjUiJ op o o¡pso op JOS lPp;
miento social, producto de una crisis de la subjetividad contemporá~
Slm11dPS!p dl:lUd SBpUd1dJ1p Sl:!l
nea, desatada como parte de la mutación de todo un periodo histó~
'Sl:Ud)UO.lj sns dp U9P1U1Jdpu~ Bl
rico asociado a la modernidad europea, lo que pone en cuestión los
pep1un eun so BU!jdps¡p op u9pou
fundamentos epistemológicos que sustentaron la hegemonía de los
·r¡:SB!dOJd UOS 81 modelos europeos de conocimiento impuestos desde el siglo XIX. Los
~npn o JBJoqB]d B BppnpuoJ ~:¡sd fundamentos, citando a Quijano, son: " ... el carácter "objetivo" delco~
opr:znepddsd dfBn~udlld 'st:1d:¡U01J e nacimiento; la idea orgánica de la totalidad; la relación mecánica entre
~nB Bl B d)Ud1U1B11UBU dpu;ap BUTld!= estructura y procesos; la idea de la invariancia de las estructuras últimas;
so¡u¡wop so¡ op pepmoAIP e¡ e ;:,puo~~ la constitución "objetiva" de las categorías, etc.', Para Quijano, la crisis
-so e¡ A u 0 IsiAip e¡ oAmpsm onb OJ!}l." profunda del conocimiento social de raigambre europea implica el cues~
lEUGpBZ!UB~JO BJ-I02:IlBJ tmn S;;) BU}lJ!I tionamiento de su validez universal; es así que el eurocentrismo es un
modo de comprender e interpretar las diversas experiencias históricas
de las sociedades no europeas, de acuerdo a las características y trayecto~
A so¡u¡uowepurlj so¡do:moo ;,:¡ UEIFJI.\:J{r
ria particular de la historia europea.
un dSJBP ;aq;ap 's?w;apy ·soldporu d-G:
dp sodp SlD!~91 Slq~d:¡Bl:lSd 11f:ldp
1
Sin embargo, desde otro punto de vista 15 , el problema es aún m u~
'U9TJB~pSdAU1 l1S BJBd sopt:!dü.I.dB S cho más complejo. Lo que ha comenzado a cambiar de manera radical
eu¡wJolop onb o¡pn¡so op o¡ofqo lE]Ifb es la naturaleza misma de las disciplinas sociales, su función y su papel
Udlli3Ups:p dS OJ!]]:)Udp Jdqes 1~ Udb:ll dentro y fuera de las instituciones, especialmente en razón de que las
;aps;ao ' 11 0J1]J:J.Udp opo:qw Jdp s-epu~:·:
1
13 lb id. p. 24.
14 Véase el texto de Ramón Pajue!o sobre Anibal Quijano: "El lugar de la utopía. Aportes de
Anibal Quijano sobre cultura y poder", publicado en Daniel Mato, Estudios y otras prácticas
intelectuales latinoamericanas en cultura y poder, CLACSO, Venezuela, 2002, P:i.g. 2 30.
15 Alberto G. Flórez Malagón, Crisis disciplinar y estudios culturales, Colombia, Ciencias y Tecnologia,
S91 3(!9V'IOH 130
octubre-diciembre, Vol. 19, número 4, COLCIENCIAS, Bogotá, Colombia, pp. 3-8.
"¡h: b ·qo'oJ:¡~B:J ·o u/1;: 61
164 FRANZ PORTUGAL BERNEDO ¿·d 'eupu;:~.<üy';~l)
'·1 B1" 'OJ:¡~t):J "() or·;} 8\
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disciplinas sociales son espacios funcionales al desarrollo del mundo oc, t''d. '·;11IJI.m;;¡p!UUrld
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ns u;¡ ;:~nt/'3 L!
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cidentaL El contexto para este cambio no solamente es la naturaleza in, ~~ ~11J ]"C]UüjOJ urP·p '''
9.Plld~ OlU~!U\ \<lb
dividnal o la historia de uno u otra disciplina, sino las condiciones socia,
les y culturales para la creación y comunicación de las ideas, artefactos,
conocimientos e información que han sido completamente alteradas.
! .
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r\Uli)Jl 1 1TtE~JdiJ ]dfJ O~UdlW:i"'lj 9t
:_./'---.:..
16 El surgimiento del capitalismo dio origen a la economía como disciplina y cuando el desa· Bj BlBd so¡Bi''' Aso¡
1
rrol!o del mismo generó problemas sociales, nació la sociología para esrudiarlos, asi como el dp epo.:¡S!lJ. P.] ¡ i1p!Alp
de~arrollo colonial fue la ha~e para la constitución de la antropología.
O..)XJ..)UOJ ¡;l)udpp
17 Se sabe que en ~u origen la palabra "disciplina" designaba un pequefl.o fuste que servía para 1
autof\agelarse, permitiendo por los tanto la autocritica; en su sentido degradado la disciplina uos so¡moos r·¡dntp
deviene en un medio de flagelación a los que se aventuran en el dominio de las ideas que el
especialista considera de su propiedad. (Tomado del texto de Morin, citado)
18 Eduardo G. Castro, "La interdisciplina como práctica", Revista Temas y Problemas, aúo 4, Vol.
6, 1996, Argentina, p.7
19 Eduardo G. Castro, ob. cit. p. 8.
+9!
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 165
'OJ!])JOdSO t:,
pnppu¡n3u¡s e¡ o¡uqpow epBJ!]dXo 'S>- como una forma sistemática de pensar la realidad, desde un recorte que
;Jp 1 U9PB2psdAUJ ;;:~p Oldfqo u-ep:as dn 1:J.. se hace de ella, conforme a las exigencias del método científico". Desde
llS O Bpu~:qSJX;;'l Bl OWOJ J:req;;~p d.l.Sd esta perspectiva, según la autora, en el saber científico se distinguen
F'P ~s;a::¡u;;:¡Anpx;;"> d)UJUien¡nw o1gd 's disciplinas que implican un particular objeto de estudio que determina
sope¡uoso1d UOJOllj OJ!}~J3oop¡ ¡o A a. una metodología y procedimientos apropiados para su investigación,
·¡e¡uoppJo U9)JBZ!]1Ap e¡ op pe ciertos instrumentos de análisis; es decir, estrategias lógicas, tipos ·de
B.llBllJ Bl ·}mBUIHlj_ BZdp:Ut14BU, 13Ul1 :;::r~: razonamientos y la construcción de modelos. Además, debe darse un
-eu SOÁOj SE] 01qos Se)lOOl SE] op 1)l1Ed 1'} nivel de integración teórica, mediante conceptos fundamentales y
unificadores. 20
E] op eUEl)jllll eA)POdSJOd e¡ Ollj ESJWOl"
BuopniOAJ ;anb opunw un u8 soUIJA1A. Según Edgar Morin, la disciplina es una categoría organizacional
·eJ2010!JOS Á BJWOUOJd
en el seno del conocimiento científico que instituye la división y la es~
Sdl'BUOJSdJOld SdUüpBpOSB Á pecialización del trabajo y ella responde a la diversidad de los dominios
Ud o 'pun::¡pDopos e1 f.. B::lJW9UOJd "El
'que recubren las ciencias. Una disciplina tiende naturalmente a la au~
BJ20l0Wd)Sjdd lUlSdl1U B!Bd p-qudurepu~ tonomía por la delimitación de sus fronteras, el lenguaje especializado
El)llEdJll U9)S)Alp e¡ op Uo3po jO OllJ Dt\ que ella se constituye, las técnicas que está conducida a elaborar o utili~
pmpoE eun ElO so¡¡qw~ so¡so 11plll1JU<:::.t¡¡¡ zar y eventualmente por las teorías que le son propías 21 •
Á Ll9D:ll1p01d E] op OJ!]ql)d!WOS jO 'IOI::\ t)¡ Según J. Manuel Fernández, la noción de disciplina es una unidad
-1qm~ p :Emwm¡ P"Pl")lJE e¡ op so¡¡q~lcJ de análisis problemática no sólo por la indefinición de sus fronteras,
Ieiedos 'omopom opunw ¡op oi3o¡ ue1;¿¡ v, sino por su estructura epistemológica. Las diferencias entre disciplinas
li '<:\ ¡,,; respecto de un tema compartido pueden ser de estilo o de énfasis, de
~pnod SBpUdp 'BJ.zlolopos 'BJWOUOJd 'B}-t~, 1 s-,, mera división del trabajo o de marco conceptual 22 •
!1¡
ouos EU\l uo 'tl6l A g.¡,g¡ 011UO 'UBJ!]lSI~\\,,¡§\ También se sostiene que: "Las disciplinas se diferencian en el pla~
. Í)l¡. no epistemológico por el lenguaje que emplean, sus técnicas y métodos,
'\1.,..,
~ddsd pBpJAPJB ouroJ Sdlepos sBpUdp s~l así como por las teorías de las que se sirven en su evolución tanto en
BU\l Á 'Sdpumll1J SdUOpBW10JSUBll dp el plano de los contenidos que abordan como de la metodología que
opunru fB pmoptllpSUJ UQpOUIUOJ Bllt) utilizan. Cada disciplina establece su autonomía sobre la base de estos
presupuestos" 23 •
e1 'XIX o¡3¡s ¡op o¡uo¡wesuod pp OlJI)h "'"~'
owoJ sJp::pos sepudp se1 A epo:tsrq Bl
20 Ob.cit. pp. 324·325.
sopep¡umunq se¡ A so¡-epos sepuop "1 21 Edgar Morín, Sobre la lnterdisciplinariedad, W~'W.pesamientocomplejo.com.ar, p.
22 ). Manuel Fernández, lntenlisciplinariedad en ciencias sociales: perspectivas abiertas par 1a obra de
Pierre Bounlieu, en Cuadernos de Trabajo Social, Vol. 17 (2004), pp.l69-I93.
""' 23 Majela Guzmán Gómez, El Fenómeno de 1.a lnterdisciphnariedad en las ciencias de 1a informacicin:
contexto de aparicicin y posturas centrales, en http://lws.~ld.cu/revista~/acVvl U_1_05/aci05305.
L9! 311HYXOH 1:30 SVD~ htm, p. 4.
'li:-v-
J~·· .
•V
·•o ·qo 'z;:¡1 ?d
166 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO
/IJtu.i:>J4.(pt¡p>tHn¡UNISdpSVl 'Q '.b¡O.\OW!])i SZ:
"t)Jliir/>O! urepnc /XW ·n p~nu:n: n·it.M . -t.
• _.''••~m¡tl?-..t1 l"¡ ·z;¡¡Ü1S"?¡d;\ e¡;~m,pJ cupun[JjV tz: 1
el pensamiento occidental con la re8 cogitans, cosa que piensa, y la res ex- 1 '
dll1JJFJ0T_Si\01111l)l'BJ1]J-l.Udp B110d.l
tensa, cosa medible. O dicho con otras palabras, la división entre sujeto 1
1
de las disciplinas. Él afirma que al hablar de ciencia es necesario adoptar 5:;, OU lBU]jdDsjp SJS![f.UB op pep lti ,'
'',
otras unidades de análisis que no son precisamente las disciplinas, sino •~.,ot¡,t 0 op 1Bj'JBC] soruopod o¡p op ,¡¡1
las teorías. La disciplina pone el énfasis en el objeto de estudio y a partir l'>euod EUljdDSlp "1 'SBJlOO} SBj 'lli
,11,
de ello podemos hablar de ciencias particulares, en consecuencia la uni~
dad de análisis disciplinar no es realista ni conveniente puesto que los
Ol..l ~l\b S1S1T?UB dp Sdpt:p1Ull SBl)O
¡B onb BWl!jB ¡;¡ ·sem¡dus¡p se¡ op
~'
objetos de estudio de una disciplina varían en la medida que lo hacen .\~sAOWl[)[ 'OglB'JWO UJS 1¡11
todas las teorías científicas, por ello en lugar de pensar en disciplinas es 1 '
¡l~b SíetlJ(ÓPSJp ,p pupoUBA UBl~ BUI1
preferible pensar en problemas básicos que orientan distintas lineas de 1
omWlJ U9JSJA1p u¡so um s;:¡ ·op(qo!..
investigación, lo que lleva a considerar una nueva unidad de análisis, la 11'
ua, otpJP 0 ·;,¡q¡p,w esm 'vstm ¡1
teoría científica. Klimovsky define la teoría científica como un conjunto
'61 úGJ lB)Udpp-:>0 OlUd1U1BSUdd ld
de conjeturas, simples o complejas, acerca del modo en que se comporta
"0\.ln ~zUd1lilOJ JUV ·wns o.a'J.? '0111JoJ
algún sector de la realidad. Las teorías no se construyen por capricho,
ll.. ·,·t•l' I"SdQ dTJ e¡qo UB.I.8 Bl dp O)UdillOUl
sino para explicar aquello que nos intriga, para resolver algún problema ¡il
u¡Jíe¡¡c( eun owoo """sonw ,s L\:91
o para responder preguntas acerca de la naturaleza o la sociedad. 25 1
25 Klimm·~ky, G. Las dewenturas del conocimiento científico, Argentina, 1994, citado por Martha ,.,1
Pérez, Oh. Cit. 991 tll
li
-
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 167
JdA]OSdJ Á SO:JOAJ!1bd 1Bfdd\¡rl Las "disciplinarización" de las ciencias sociales y las humanidades
'V.Wt¡_V r_ ptbV BJ;;q.ihns
Según afirma Wallerstein 26 , la historia y las ciencias sociales como
la conocemos ahora son producto del pensamiento del siglo XIX. La
Revolución Francesa provocó un;:¡ conmoción institucional al mundo
que dio como resultado una serie de transformaciones culturales, y una
de ellas fue el surgimiento de las ciencias sociales como actividad espe~
cífica.
¡!
ron origen a nuevas fragmentaciones, a la afirmación de sus lenguajes, <l_B:.,l nUIU1 Sd)U:JS:dld f..
culturas de investigación y aplicaciones prácticas. El problema fue que huiRIG>ll= ]"Á B)~OjOdül]UB !¡·~;.
r,¡
a medida que se especializaron no previeron las conexiones necesarias F') B)lO]Sll.j E] UBlO
con otras c-lreas. La resistencia al fenómeno fragmentador que se fortale~ hm.t:..rr"lll. B:)Ud dHb OddOJrtd
ció con el auge de la modernidad fueron los movimientos, al principio .owou SBUHdPS1P
tímidos, de la pluridisciplinariedad y la interdisciplinariedad28 • 'TUJUJOUO)d Bl 1
'¡¡!
1 :,:.
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 169
···d 're·l\IOYJDJ"t:e-,,.•
29 Ob. cit., p. 2.
!
:1' ..
170 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO
Tz:·d ·~p 'qo Lt
·g ·ct ·"p 'lJO 0~
realiza puesto que la interdisciplina se convierte en una disciplina más y ~ . Blj .A OlUSI)UEPjlp op ofop
la autoridad de un único "maestro" es sustituida por los diversos "doc~ ,1 u~ ou .. pepdp-euqdps1p1:.:>:1.
,,,,
toresn frecuentemente desorientados. En ese sentido, el saber compar~ •,;;,1; SBi\.dnu sq E 'sBppouo:nJ
1,
timentalizado se torna más compartimentalizado y el mundo fragmen~ i~ u.g ;JlS!suoJ dllb 's0repos
tado se divide aún más. Por ello, según el autor, la interdisciplinariedad : tuxe l.!y:lsd s-epBundPS1}1Jdl
es "un falso problema" o más precisamente una falsa "solución" para fE·.:;Q 'BJ]W~u 1 p BlSd U3_
un falso problema 30 .
i ,¡
·~ dp sm]qws: sopBA o aun ''
Dogan 11 señala que desde mediados del siglo XIX la historia de la
1
, 1 llii
el núcleo duro de la disciplina, sino en los anillos exteriores, en contac~
i .~ !,
¡'-JGW9J B.UsdrtWdp BpUdp B1 11
' 1
to con especialistas de otras disciplinas, prestando y tomando prestados se~onu sq op A sem¡do ' ··~,
,,
1 1
conceptos y términos en las fronteras. Además, disminuye velozmente Bun 'o-pol d:¡ue 's;;, epudp
11',1
el número de "generalistas" y todo el mundo tiende a especializarse en dl\b l:"!lBlJdS Jl UB~OQ ,1,1
uno o varios ámbitos de estudio.
En esta dinámica, Dogan concluye que las redes de influencias in~ :o
'o¡BlllOjqOld OSJEJ un
)~UldJqOJd osp::J un" sd
1
1
il
11
terdisciplinarias están arrasando la antigua clasificación de las ciencias ¡,d
stD¿ 'S?Ul Ul)B op]Alp OS op81
sociales, qÚe consiste en el paso de las antiguas disciplinas, oficialmente B:l~tu BlJJOl JS opezq-e:¡u~nup
reconocidas, a las nuevas ciencias sociales híbridas, pero la palabra "in~ ;;::;:;dp d)U;JUldlUdlTJdlJ uSdJO)
tcrdisciplinmiedad" no expresa bien éste fenómeno porque tiene un OO]Ul) un op pBpUOlnll E]
deje de diletantismo y habría que evitarla y sustituirla por "multiespe- 11
lf.\ll~).ld4U1 Bj Jl1b OJ.Sdnd l~Z1p'ld.l '
cialidad" o "hibridación del conocimiento científico". 'F~S'JdA1Ul1 SBZdqBJddUlOJ
'1
Mattei Dogan hace un interesante resumen histórico de los l\1slfl9ds~p A. o:>1ut) un dp pt~.l
intentos interdisciplinarios. Señala en primer lugar que: "La lite~ l:!)llb P.<;):H-!UEd q OlliOJ B:¡UdS
ratura interdisciplinaria consiste más que todo en su autodefensa, 'i:u¡d '0llSB:) oplEn pi:J
lO Oh. cit. p. 8.
31 Ob, cit. p.21.
id OLJ
:¡'
1l
..,
o¡opu¡ op so
OSUdSUOJ un J.d( /r dJdlBd t.. Señala a continuación que el término interdisciphna aparece por pri~
·pepdp-eunctps1f\l'"suenn A mera vez en 1937, su inventor fue el sociólogo Louis Wirtz. Antes, la Acade~
dlUd1UBAflBld1 Á \:, ~fPUJlXd mia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos había usado la expresión
UB1.j üpBlUOlU) '\~i] OS onb >Q "cruce de disciplinas", y el Instituto de Relaciones Humanas de la Universi~
~mb ereydS B.lOl.l\).-r EUJld:) dad de Yale propuso la "demolición de las fronteras disciplinarias". Thomas
Kuhn omitió la cuestión interdisciplinaria, aunque sí trató de la especializa~
ción. Robert Merton tampoco hizo referencia de lo interdisciplinario, pese
SBJlOdl A so¡d;;o\:¡JJ uoJ
a que ya en 1963 se había interesado en la cuestión en su The mosaic of the
lBlUOWOjdWOJ (\ ¡illEdlUOO
behavioraL sciencies, escribiendo: "Los huecos entre especialidades se llenan
o u ;:mb 'epezuBJtv ou ut;e e
lentamente con especialidades interdisciplinarias". Nótese que habla de es-
op lOUOdns opB"\ffi un .. ,
pecialidades no de disciplinas. En la obra monumental de la UNESCO
U9PBlUOlJUü::J B) {J!ldWJ
Principales tendencias de la investigación en ciencias sociales y humanas, aparecida
OU Á SOlBds¡p
en 1970, apenas si examinó de manera fugaz el asunto de la recombinación
'JtqnJpled eJpd<;\ 11 ) dp
de las especialidades. En un capítulo de ese libro, redactado por Jean Piaget
~Ud]UlpOUOJdl ld l!J~d SBU]ld[\~.
con el título de "Problemas generales de investigación interdisciplinaria y mecanis-
sd ;;mb el sd .tvv.nvr)~p¡.¡.n¡G u.,
mos comunes", encara cuestiones importantes, pero sólo en las dos últimas
op pupnpn u¡ uoil" 'eds páginas, respecto de lo que el título parecía anunciar. Ahí se sugiere la ex-
presión "recombinación genética" para las "nuevas ramas del saber".
~um .wd opo 0q-e ou
. '::J' Más adelante, Dogan señala que otros autores como Morín men~
SBSJJA1P Jp \
;adse
01 donan el tema pero admiten tener dificultades para definirlos. Morín
F~ 'o1qunD \ 'mndpsn:>~:\1
1
'
~lAJl Jod -ep o:¡ tnn:pn:Jt:¡~~J
dice: HHe usado los términos interdisciplinariedad, multi o polidisci~
. 1.:tl1
S"BpBJOdJOJU\ os Á 'BlN plinariedad y transdisciplinariedad sin definirlos. Y no lo hice porque
11
--epom s-e1 Jnb JP oppuJs · son polisémicos e imprecisos. Por ejemplo, interdisciplinariedad puede
op SdAB_l)
. B) ~ ¡Jdld)lp SBL]1
')) . significar pura y simplemente que se traten al mismo tiempo distintas
disciplinas, del mismo modo que diferentes países se reúnen en la asa m~
32 Mattei Dogan, ¿Interdisciptinar?, en www.cil-nardi.com.ar, p. l.
172 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO ¡,
epel¡tnlf,o¡ <~Jq1>0dm¡ ;¡:ret¡
f.. ;c\¡~~~peJ~ s~u]¡dp~!P
:JP pl11unwo;::, e'-tn ouJOJ 1
1
mente sus derechos nacionales y soberanía ante cualquier injerencia 1~.\lJ~J p uio/qJ¡;'IJ J~ V66l u3 Vf
de su eventual vecino". Pero M orín añade que la interdisciplinariedad ·s ·ct ll?-eJp -e1qo n.
puede también querer decir intercambio y cooperación, lo que hace que
Jp ;uqUiotl Ud "B~Jmqd
la interdisciplinariedad pueda devenir en algo orgánico.
llr~(u:a:¡ p dJqos 1! 1
lee: "Las primeras experiencias analizadas en tres países (Alemania, 'If B1qo Ji e¡p Qe20Q
Francia e Inglaterra) dan una impresión general de fracaso"; en el capí~
rulo titulado "El archipiélago interdisciplinario" termina reconociendo
BpU;;!jl1l1A "BUll. UOJ SdJdA
1''1
¡:,~ ~
s-eUIJnbs;;~ ;;;,p opnu::.:>UI ¡¡'·]¡
"el sentimiento de una simple amalgama" y considera la interdisciplina~
Bl r aur;:;)puo'J ;;~nb o1
riedad un concepto "epistemológicamente ingenuo". 1''
~p IB~BJl B.red U9PJl:Udll11 :11
1
Por otro lado Follari precisa: SOl~O tld 'BUl~lqord p:mJ '¡\
"Queremos hacer una aclaración primera: en nuestros trabajos O'J sBpllw-en l..los s-eundP 1 ;
d pepJJIBU]ld):Jslpl'lllil Bl 11
'11
plantea en nombre de la transdisciplina. Es que por interdisciplina 1
11
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 173
Jp 'SO:)d;;DUO:J dp UC;)l?t¡:::!llq ;p
un op u 0 pudmsn >e) 2¡murlrtJ.
suele entenderse la interacción de disciplinas diferentes (a través de
~;.:mbe u~1qrue4 ou1s stJl;~:';!p :1{
sus categorías) leyes) métodos) etc.)) en el sentido de que las moda-
Hl dp Bl d::JUdU!BlOS ~~ nnUJlJS
lidades de una de ellas sirven al objeto de otra) y son incorporadas
por esta última (por EL la noción de estructura tomada por Levi-
Strauss desde la lingüística). Y por transdisciplina) en cambio, el
tipo de interrelación que une orgánicamente aspectos de diversas
·sfW BUH disciplinas en relación con un objeto nuevo no abarcado por nin-
guna de ellas". (Follari 2003:1)
F;, ou 'lp~p ':'·
UdAl;;Jl1Sdl
-un e¡ A pep]urp]ll"l Bl María Immacolata, citando a Moragas Spa, explica la utilidad de
-puop1 se¡ 1ez1op~ \\o n¡ ont los conceptos señalando que la investigación p[uridiscíplinar es la que es
hecha con la colaboración de distintas disciplinas para el reconocimien-
to de un objeto común, cada una de ellas a partir de su óptica particular,
'l~ Ul)~dS ';;~nb dp U~zl!l~
lo que lleva apenas a una yuxtaposición de conocimientos dispares y no
sou ue¡¡o¿ ·emu;>'l: B~'J
a su integración. La perspectiva interdiscipUnar implica la confrontación
B)lBJIX OJO OSeJ jO S~ ""¡J 1::;¡¡¡o ¡Í
y el intercambio de métodos y puntos de vista. Un grado superior de
'BJ.O:U~l Á U1JOJI'i ;:;,;:::n,. 111 ;;;:,DS0~1lJ~
colaboración es la transdisciplinariedad, etapa aún no alcanzada) que no
se limita a posesionar un objeto común, a compartir o complementar
enfoques metodológicos) sino que trabajaría con conceptos y teorías
comunes a las distintas ciencias sociales 35 •
Sin embargo, desde otro punto de vista, Celina Lértora señala que
hasta ahora las clasificaciones conceptuales que se han intentado han
buscado diluir una confusión, más o menos extendida y relativamente
1
¡op uqpepuqn¡ o importante, entre 'multi", "pluri')) "in ter" y "trans" disciplinariedad.
"Entendidos a veces como sinónimos, hoy parece haber un consenso
básico en que la diferencia apreciable entre estos términos es de índole
1 11
(al menos) metodológica: mientras que ' multiu y pluri" indican las
aportaciones sectoriales y metodológicamente clausas que varias
disciplinas proporcionan al estudio de un tema (como cuando la carrera
uJudp sepm ;;~nb 01 de Derecho se incluye alguna materia de Economía, para explicar
;;~p 01U1Wüp ld P.JSI1Cf)¡ cUfi!diJnl!l algún problema jurídico), "inter'1 designa que el problema mismo está
'se~ ¡thr se¡ JP
planteado en términos tales que no puede ser resuelto desde un sola
epBl1UI eun uoJ
1
35 Maria Immacolata Vassallo de Lopes, Por um paradigma trarudiscip!inar para o campo da comuni·
ca¡:ao. Seminario Internacional: Tendencias de la investigación en comunicación en América Latina,
Lima, 1999.
m
174 FRANZ PüRTl!GAL BERNEDO
r'~J -~!:J ·¡¡o ¿r_
.¡!]IILJ"UI~tpj¡:dm¡ ,,,
:J·,•(,L1:~)\t>{ 1:10111"] 9~
'
l/'----
disciplina y que "trans" apunta a la constitución de un nuevo abordaje t:ptplldl
'
que supera los abordajes disciplinares que le dieron origen (temas I".":J lr l]JUdlJJSUBll 11
¡lll,r!tllJ!lel11Pl'\!P oJ
,t•,
investigación especializada que atraviesa y al pluralismo metodológico. :Jlg~ ·d8]18~ snpmp SBl 1!
Sin embargo, siguió siendo sociólogo. ,rJolU~fuoJ]H
'1
Wallerstein afirma que el movimiento de los Annales, que dirigió
¡¡11
Braudel, también propuso la "multidisciplinmiedad", en el mismo perío-
do (1947 a 1967) que en los Estados Unidos se proponia los "esntdios por
área". La multidisciplinariedad al parecer trata de trascender a las discipli-
nas, pero en la práctica a menudo sólo las refuerza. Porque el término mi&-
mo supone la legitimidad y la importancia de las categorias disciplinarias
por separado y aboga a favor de la integración de las sabidurías distintivas.
El mensaje subliminal es, por ende, que sí hay sabidurías distintas.
Señala, además, que las ciencias sociales históricas conforman una
sola disciplina y no hay justificación intelectual alguna para defender el
actual conjunto de categorizaciones que denominamos "disciplinas" de ,,~~~·o~nClli!J u1s
las ciencias sociales. Incluso si fuera útil desde el punto de vista heurísti~ l:,¡j
co dividir las ciencias sociales históricas en subdisciplinas, hay bastantes
razones para creer que tendrían "nombres" muy distintos de los que ¡il
tienen en la actualidad.
1'1¡1
aboga por un conocimiento más allá de las disciplinas, con una mirada
integradora y holistica. La transdisciplinariedad no busca el dominio de
varias disciplinas, sino abrir todas las disciplinas a lo que todas tienen
Á 0p11U:J.SUOJ UBt{ dS SdlBlD S'l., en común y a lo que yace más allá de sus fronteras.
op sqíJ;u sq OllOJqtDSop 1"
BUd1qB l191St1'JS1p BUt1 Ud
De lo señalado se puede concluir lo siguiente'
lO]'Od ep SOUODBJ"l 'j, Á t '"' Dogan cuestiona que la palabra interdisciplinariedad no expresa el
~Bld.l Bl Ud JdJd.lBpSd fenómeno del paso de las antiguas disciplinas que están siendo arra~
so¡ uos soíl1p9J so¡ Á sacia por las nuevas. El término multiespecialidad o hibridación del
~JdlU} UQPBFU eun Ud U91 conocimiento científico expresa mejor este fenómeno.
BlUS!Ul BUl1 ap SdU01SUdUI1pc·
Hay un error de óptica al tratar de fusionar disciplinas completas.
No se toma en cuenta la especialización generada por la fragmen~
U11 10d jBll1lBU OPJ]JUOJ jOfX:
tación de las disciplinas formales. Piaget habla de recombinación
SOJpqod Á SOJ1WQU0Jd ¡SdlB_:.
genética para las nuevas ramas del saber.
ap o:¡unruoJ 1a 'Jpap Sd
No hay acuerdo sobre los términos de inter, multi, poli y trasdicipli-
nariedad; son polisémicos e imprecisos como dice Morin y Lértora.
SO:J.1lli Á S0~1S9d01d 'U9P"ElU1
Hay intentos para definir cada uno de ellos como es el caso de Maria
~.(J!pB1Bd SOl 'Jpdp Sd 'UdU;,:;¡p~
lmmcolata Vasallo de López y también Celina Lértora. Follari nos
habla de interdisciplina y transdisciplina, en razón de que, según él,
ld uezpJlJBJID :anb ~sOJ1jPUI es lo más apropiado
-OJ op Od10110 pp U9j)Blli1C¡
~SdAtq dp Sü1pdw Á SlD}UJyl.::¡
Sin embargo, estas propuestas, lo que hacen es reforzar las identi~
~UHJ SOl ¡.lpdp Sd 'OdWlD ]d ~
dades, puesto que dichos términos suponen la legitimidad y la im-
portancia de éstas categorías disciplinarias. Es decir, no resuelven el
problema planteado o se convierten en una disciplina más.
sol J"EJ1unwoJ Á JBrduBw
Á so1oqwJs so1 ¡sdren2u:al so ·11¡
La hibridación de las especialidades
uapdnd SOlSd '"Sl1l1qt:qll ldP Morin dice que la historia de las ciencias no es solamente la de la
~nJ 'SdlBUHdPS1p sodruBJ so1
constitución y de la proliferación de las disciplinas sino también aque~
lla de la ruptura de las fronteras disciplinarias, de la usurpación de un
problema de una disciplina por otra, de la circulación de conceptos, de
formación de disciplinas híbridas.
176 FRANZ PüRTIJGAL BERNEDO '01(~\"'X 'cllSV[l '¡;;~p!lll3Ul!1H
• Ud 's"'[t>lto¡¡¡ 1Jd roptJ¡ti11J
1
O~d!NE!Je)\inl"ll ;)SE? A~
disciplinas,,. Es decir, como ejemplifica Oogan en relación a la botánica, dS d!lb smd11J SE1 lid
li1
un híbrido es una combinación tal de dos ramas del saber que mejora · dS Jnb p~pd1nuqdp
la especie. . rOD~l81JJ~BL[ dS
Limitaciones a la interdisciplinariedad
Se ha se11alado 38 , también, que hay factores que limitan la interdis- ·opodso Bj
ciplinariedad que se encuentran en la propia disciplinariedad, es decir, BUn so opuqJl.j un
en las fuerzas que se oponen a la interacción entre campos disciplina, fuos:::Jop s3 ·11 sBU1jdps]p
rios, que so.n las mismas que permiten su constitución como campos. UUJ cip Bptpom UBl2
Sin embargo, dado que la interdiscíplina es posible en la medida en que ·sopm¡p~pddsd sod
cada discipllna tenga "sustancia" que aportar, esos mismos factores lo "P so¡uow3os op
posibilitan. BWP.¡¡rm3oa
38 Véase a Luz Maria Nieto Caravedu, Una visión sobre !a interdiscip!inariedad y su construcción en l.os
curriculos profesionales, en Cuadrante N<> 5-6, enero-agosto, 1991, Revista de Ciencias Sociales y
Humanidades, UASLP, México.
11
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 177
L
LAs CIENCIAS DEL HOMBRE
179
Sf.Ul BÁ dJB~ (rr.n=: l. desde el punto de vista empírico tuvieron que ver con los principales
-Juoq!] eun omo=:, países de la economía~mundo capitalista,
]d dA!A Oldl~V:OJ 2. casi todos los eruditos se abocaron a materiales empíricos relaciona-
Et¡JOJ)SO Bj 8 Epe · dos con su propio país,
OS Epl.\ Bj O)J' pBt::
pepm1opol\1 Bj
3. el modo de trabajar dominante era empírico y concreto,
4. el empuje empirista de las nuevas disciplinas restringió el estudio del
cambio sociaL
~BUB.ldlil EUI.1 Ud
l!UdAdp ld u ;;y so:ror ,;:<- En este sentido, concluye que las ciencias sociales se convirtieron
o:3dn~ un u~ _$dJE cada vez más en un instrumento pHra gobernar de manera inteligente
SOUO)EmqB[ !"30j UO::<j un mundo donde el cambio era normal, y por tanto, ayudaron a limitar
el alcance de dicho cambio, y quienes buscaban ir rm\s allá de los limites
estructurados por el mundo burgués recurrieron a una tercer institu~
ción: los movimientos.
UQpEU1p1:3Jj --:13] d~ -U;." Por otra parte, Wallerstein 43 señala que el movimiento de losAn~
~sdu1 ·oApetr-LJddiD~. nales surgió en reacción a las premisas dominantes tras la instituciona,
sond J~qBs opo¡ =11 lización de las ciencias sociales del siglo XIX. En la actualidad estamos
SO] UEJZdlBd~ dn"C::::)l acostumbrados a dividir el conocimiento sobre procesos y estructuras
~nr.dJ dnb dlll) p sociales en una serie de categorías designadas, siendo las más prominen~
tes: antropología, economía, ciencias políticas, historia y sociología.
42 !bid., p.2J
43 Ibid., p. 238.
180 FRANZ POR11JGAL BERNEDO
l. Las ciencias sociales se constituyen de diversas "disciplinas" que son ,¡ , \ldAillfil:lr U9]JBpUI1J tq !!'
1
I[Jl.
agrupaciones intelectualmente coherentes del objeto de estudio, '\ Sd)UBU1U10pdld U01
pero diferentes entre sí.
1p o,¡¡"opumu 1' opol
2. La historia es el estudio, la explicación de sucesos particulares ocu. s~ muo·~¡ opo~ ~·mb 10d p
rridos en el pasado. Las ciencias sociales son la enunciación del con~ rpo.¡q e¡ so eDUOD q ·L
junto de reglas universales que explican el comportamiento social de
los seres humanos. '0!>0) op BUOlS]'j e¡ ·g
en los cuales se vive cada vida humana. ,, tdol ]J:.X o¡~1s ¡ap ¡emJ]¡j ·S
('ltl¡
4. El capitalismo es un sistema basado en la competencia entre libres \ ·opBJJ;:JUI un Ud B:t
productores que utilizan el libre trabajo en la producción de libre )\ __ ,1 Du1ut;.¡,¡qn, A '-epuBJldlii
mercancía, y "libre" significa que está disponible para su compraven~ Fl m:rp Jnb SdlOPnpold
ta en un mercado. 'l~¡l.!m~1SI\~·,sd 0UlSHB:t1dBJ l3 "-\7
S. El final del siglo XVIII representa un cambio crucial en la historia b1AEr::l.\!;\ dS SdlEtTJ SOl Ud
del mundo, en el sentido de que los capitalistas al fin alcanzaron el tpsum;¡111J SBl 'sdpepdpos
lB2lO~iüUBUint1 SdldS SOl "(
1
La fundación de la universidad fue una forma de legitimación del .~1 1 ~su~n~;¡epos SB};Udp stq ·1
saber en la sociedad moderna. Su origen está en la Universidad de Ber- ) ~·
t '\·kir~mpd SBS1Uldld JP1S
lín que se funda entre 1807 y 1810 y que tuvo una influencia considera- 1
dp U~:qBUOplU1)SU1 Bl
ble en la organización de la enseñanza superior en los siglos XIX y XX
en muchos países, empezando por Estados Unidos. '1
1\1
'f ZNV!~ 081 11
'
l.
¡1
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE
181
1 HUO.l S'Ulll.lt~j SUJ Á JU~LidpF~Jc..:rp:::))
"P ou 'P"PlJB"' "1 "P OJJOdSl"'J¡b.,d;B Dice Lyotard que la crisis del saber científico, cuyos signos se
em;;¡¡qo1d un o¡dpupd u :a S'?. GLI8 multiplican desde fines del siglo XIX, no proviene de una proliferación
·Ll3_ 'S:::>p:!d.l OU Á SOJ]á'QjDpo:¡;;!DCIJOld fortuita de las ciencias, que en sí mismo sería un efecto del progreso de
eun op o¡)npoJd so 'pE]JljBOC:.og¡~¡e>J las técnicas y de la expansión del capitalismo, sino que procede de la
Jnb JdpuJJdwoJ epmuuJd erosión interna del principio de legitimación del saber. Esa erosión es
1¡1
Jd UOJ pepne;:u BJ1JpU11JUO==~Jl!..nlOJ efectiva en el juego especulativo y relaja la trama enciclopédica en la que
Sl.DqSJ10l{ SdUOJSJA SdJdi\ SElJ::).l:I:! cada ciencia debía encontrar su lugar y las deja emanciparse. Además,
11
·ndps¡p SHSlJA]p SBJ 'sJp::uo] [OtJ las delimitaciones clásicas de los diversos campos científicos quedan
-BzJueiüo u~:¡sJ OWQJ JP p::J.L..UHf TBJJ sometidas a un trabajo de replanteamiento causal: disciplinas que
uo epe¡uom~n¡ o epe¡o)JBd desaparecen, se producen usurpaciones en las fronteras de las ciencias,
44 lbíd, p. 66.
45 lbid,, p, 12
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182 FRANZ PoRTl !GAL BERNEDO
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Conclusiones, distinciones y precisiones efdp.•_tJ]Ulpouo! li
En el debate epistémico sobre las ciencias del hombre es necesario u': opuop op 11
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LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 183
ciencias sociales y que impide que el análisis alcance a ver el todo y l• !\¡e~¡¡'ll>Oil pepqeo1 q ·g
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apreciar el flujo del mundo histórico real.
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7 La especialización del conocimiento a diferencia de la disciplinari- :;,?l~: \'j~ lfl-o]pr:;a ap so:¡1qw~ ¡!
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zación esta en función de los nuevos problemas que surgen y por 1 ·\~l f.)SJ¡gJldjlr)P.;;u OU1U113J
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consiguiente no están sujetos a las fronteras que trazan las discipli~ [11
nas y es en estos campos donde el conocimiento tiene su mayor de~ ,'' s¡~iJoJ ¡uo:-·q q ·onoues
sarrollo. La historia contemporánea de la ciencia demuestra cómo el .~·::¡n\~\JdmfJ~ü;i~ Ud Sd A SEU 1'
camino real del progreso científico es la especialización. Los "genera~ ) ·4~ u~püUJ:)Ud)l1.§1SUOJ
111
8. La realidad no existe fragmentada, sin embargo, las disciplinas aca- }1¡0\!¡ ~n[1,i!i:8pOS SEpUdp
démkas así la representan y a medida que éstas se desarrollaron dan '·:!¡J~.:\ ~~ CU:(I) P.WlOj B1 Sd ¡11 11
origen a nuevas fragmentaciones, a la afirmación de sus lenguajes, 'i. "YJAlli\1, üjU~)WBSU;;Jd 13 '9
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movimientos, al principio timidos, de la pluridisciplinariedad y la
interdisciplinariedad.
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9. No existe acuerdo sobre el significado de la in ter, trans, multi, poli, pos p oru~mJ.:¡SUOJ l'i\ dS '
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LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 187
Correspondencia:
Franz Portugal Bernedo
Docente de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM
Correo electrónico: frapor@universia.edu.pe