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Escritura y Pensamiento
'uqp-ei'l¡:¡.sa.mr ap pepp.1n e¡ Joct op-ez!uutlw '-e:¡.~d-ez 1~st' AÑo XI!, W 24,2009, 157-187
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OUIO:J 94lldS~Ud dS U9JSP.'I. cpun.idS EU11 1.1:;:( 'WSY.'"'·" .\~
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FRANz PoRTUGAL BERNEno
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sounu;;,p1suo::> 'oihEqUJd UJS 'pBp1JBJ.:r; LAS CIENCIAS DEL HOMBRE
BJlp 1111ldd Á U9PBlUdUI.8Blj- El B!ldAJm~J¡U 1 MULTI, INTER, TRANS, POLI, POST DISCIPLINARIEDAD
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THE SCIENCES OF MAN: MULTI-, INTER-, TRANS., POLI-,
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F)P sBpu;;,p SBJ ;ap U9PBZHBPddS;;:)
POST DISCIPLINARITY

LES SCIENCES HUMAINES


"SOllO UOJ SOUil Sdlqp:mpd.r:q 'SO)!'!~
Á SBl:á'd.I sns UOJ 'BJUpddSd 1UdlllJ) ::¡ MULTI, INTER, TRANS, POLI, POST-DISCIPLINARITÉ
Sd dnb 01- U?!qunu Á 'SdlUd.IdJ!p d
BlUdSd.Id dS Á ~sotpd-USd SO!JdlpJ Resumen
dp m.m BpB:J 'BUlTIS Ud 1V.LnP11..QSd Este texto pone en cuestión los problemas y soluciones derivados de la atomización y
pBpJSldi\lP ns wd UdJCl s~m OUjs creciente especialización de las ciencias del hombre; este hecho ha dado origen a pro-
'pBp!Uil HS JOd OU U9p"BUljXO.ldB puestas que intentan establecer diálogos, puentes y convergencias denominadas muLtidis-
'Btp1BUI IlS Ud ddppnd dS dnb ciplinariedad, interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, y postdisciplinariedad, con lo que se
pretende resolver esta fragmentación y permitir la comprensión integral de la realidad.
Estas propuestas, sin embargo, están atrapadas en una concepción disciplinaria de la
realidad.
Algunos han intentado ir mucho más allá proponiendo la unificación de las ciencias
humanas, desplazando las fronteras, los centros de gravedad, las problernáticas tradi-
'Ut).B S"?J!'{ 'SBlld dllUd UdS1dAUOJ)1
11 cionales, propiciando el abandono del espfritu "nacionalista" de cada una de ellas, e
dp 'o "U91JlU.8d:lU1 U1S U9pEpUdldJJp ¡;1 incluyendo a todas las ciencias del hombre. Sin embargo, el problema es tnucho más
11

B1 B O SEU1¡dps¡p SBAdl1U E Ud.§po complejo, puesto que lo que está en debate es el paradigma de las ciencias humanas: no
SBpUdp SB)Sd dp UQpB)Udlli~ElJ Á 011011n,\¡: sólo hay que repensadas sino impensadas, como propone Immanuel Wallerstein.
so opeo¡ue¡d ewo¡qüld El ·,,,Olqwo~ Palabras clave: Ciencias humanas; Disciplinas; Disciplinariedad; Especialización.
EUpllOUdp SB1 OWOJ 'o "SdlBpos Á
o¡eqop ¡op sewo¡ so¡edpupd so¡ u9¡¡>n Abstract
This text questions the problems and solutions derived ttom the atomization and in-
creasing specialization of the sciences of man. This fact had led to multidisciplinary,
interdisdplinary, transdisciplinary, and postdisciplinary conceptions as a way of solving
158 fRANZ PORTUGAL BERNEDO

this fragmentaüon and reaching an integral comprehension of reality, a propasa! caught


itself inro a disciplinary conception of reality. Sorne have tried to go far beyond and
backed the unification of the hurnan sciences, displadng the borders, the centers of
gravity and the traditional problems, and have propitiated the abandonment of the "na-
tionalistic" spirit of each one of them, ro include all the sdences of man. Nevertheless
t_he problem is more complexas far as it is the paradigm of the human sciences what is
in debate. Iris necessary not only to rethink them but to "think them in" as Wallerstein
propases.

Key words: Human scicnces; Disciplines; Disciplinariedad; Specialization.

Résumé
Ce texte remeten question le:o; problem.es ct solutions surgissant de l'atomisation et spé-
cialisation croissante des sciences hum.aine.s qui sont a !'origine de propositions visant
a établir des dialogues, liens et convergences appelés multidisciplinarité, interdiscipLinarité,
transdisciplinarité et post·discipUnarité, et dont le but est de résoudre ladite fragmentation
et de permettre une cornpréhension globale de la réalité. Toutefois, celles-ci sont enfer·
mées dans une conception disciplinaire de la réalité.
Cerrains se sont proposés d'aller au-dela en proposant l'unification des sciences hu-
maines, dépla~ant les frontU~res, les centres de gravité, les problématiques traditionne-
lles, poussant a l'abandon !'esprit« nationaliste "de chacune d'entre elles, et incluant
!'ensemble des sciences humaines. Toutefois, le probleme est bien plus com.plexe car le
débat se centre sur le paradigme des sciences humaines: il faut non seulement les repen-
ser rnais également les impenser, tout comme le propase Immanuel Wallerstein.

Mots dés: Sciences humaines ; Disciplines ; Disciplinarité ; Spécialisation.

Introducción
"La idea de que podemos reflexionar de forma inteligente sobre la
naturaleza de los seres humanos, sus relaciones entre ellos y con
las fuerzas espirituales y las estructuras sociales que han creado,
y dentro de las cuales viven, es por lo menos tan antigua como la
historia registrada''

Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de


las ciencias sociales, pág. 3.
LAS CIENC!AS DEL HOMBRE 159
-Opfp;J 's~vz:JOS S'tl!J1l<I~.J ¡::_ Ol.W_IlllJP.!J.JU<lJO~~I
·s;J¡-epos ~~puJp ~11;;; p¡ ~P
OWOJ ll;;J!qlUE:l Opt::lüUOJ 'S?jlliJO~OC::JOs
'"
Este trabajo' pone en cuestión los principales temas del debate
epistémico de las "ciencias humanas y sociales" o, como las denomina
SOl:lOSON . Fernand Braudel, "las ciencias del hombre" 2 El problema planteado es
consecuencia del creciente desarrollo y fragmentación de estas ciencias
que, conforme acumulan saber, dan origen a nuevas disciplinas o a la
especialización, que produce una "diferenciación sin integración" o, de
otra manera, no hace posible que "conversen" entre ellas. Más aún,
s;uoqes so¡ op como lo plantean algunos autores, ocurre que los verdaderos campos de
sou e¡p uo Am¡ investigación son las especialidades 3.

En relación con el tema en cuestión Braudel señala que:


"Las ciencias humanas, por poco que se participe en su marcha,
svpuo¡J {. ows¡.qud:Jo.tm ~.t <:1 llama la atención en una primera aproximación no por su unidad,
1
Sd OUJOJ Sdl"BpüS SB]JUJOUdp difícil de formular y promover, sino más bien por su diversidad
B:l.S}A ;ap SO:)Ul1d SOJ:lO U • fundamental, antigua y afirmada, estructural en suma. Cada una de
ellas es ante todo ella misma, con criterios estrechos; y se presenta
como una patria y un lenguaje diferentes, y también -lo que es
-oJd oqop onb SOjE)JOS10S
menos justificable~ como una carrera específica, con sus reglas y
. }'::lS1p~pülJJS o:¡ud1W8u sus cerramientos, con sus tópicos, irreductibles unos con otrosn
SOSJJOJd T.TBfdlJdl dllb O (Braudel1968,201).
-o¡eJBd smopuos Ae~ o'
Esta atomización y creciente especialización de las ciencias del
hombre pretende ser resuelto estableciendo diálogos, puentes y con-
vergencias mediante la multidisciplinariedad, interdisciplinariedad, transdis-
ciplinariedad, y posdisciplina-riedad, propuestas que son recurrentes cada
Ud s;;¡p>.pos Slq:mdp Sl:!:JBBI
JUOd JrtbJod JOPBJOAOIY\Olcfit.:
cierto tiempo como ahora. Ello resolvería la fragmentación y permitiría
una comprensión integral de la realidad, sin embargo, consideramos
que están atrapadas en una concepción disciplinaria de la realidad. Res-

L1. primera \'ersión fue escrita en agosto de 2003, como trabajo académico del doctorado de
la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. En una segunda ,·ersión se presentó como
ponencia al IX Seminario-Taller de Investigación- La lnterdisciplinariedad de las Ciencias
jE11lJOjOlU)BJOllEq ]Bd!!DdlJUJilll Humanasz Propuestas, "Inés Pozzi·Escott Zapata, organizado por la Unidad de Investigación,
~Jqn BJOllO 's;:mop]sodbo·dns;·-· Facultad de Letras y Ciencias Humanas, 2006 Posteriormente dio origen a una proyecto de
investigación en el Instituto de Investigaciones Humanisticas (2008).
2 Fernand Braudel, Historia de las cienciru sociaLes, Alianza Editorial, Madrid, 1968.
3 Mattei Dogan, Lru nuevm cienciru sociales: grietm en las murallas de las disciplinas, \VW\v.unesco.
org/issj/ricsl53/doganspa.html, p. 1 y 2.
,·)·
160 FRANZ PüRTIJGAL BERNEDO ~Ji"~D.¡¡.; IV)J"U.J)J 'VJ ..I.VWJQW[ 'UJ'll~ldll"CJx\ ¡;'111U"CUIUIJ 9
·gr¡ ·ct 'zooz 'eu9u;~iüy 'li.n[n[ dp pepJsl;:l,\Jun
lj Jp ~OtUdpB11:) ·mp~w V21Wl(~WJ [. SJ]VIJOS SO>
',:quew-e:¡m'a !;;o~of 'e~lJo:¡sy !eurw 'ZdJ?J L
'pvp~).lvunGpsrp.LJlU/ v-¡ ~.u¡os 'upow niip3 9
pecto de ello Roberto Follari dice que estos temas siempre retornan y
,}lJ/l~·p¡s·~Aqjj:d:UlJlld '~J]V.I.lUJJ !.'V.I.nlSOQ [. U9)JUV<:j17 1', ¡,
que se establecen de nuevo en cada ocasión como si fuese la primera4• i.~ ,ir.Jff.'ó!)JDu¡¡dtJS1P..I.~JU) v¡ ó!p OUJW9U~fl3 ,:,,,
1 'zdUIQQ ll\lWZ11Q
¡¡Jp B!p;;~doppug eun dp op;;~li.Old ¡n ;¡:¡u;;:o)U '"'1
Algunos han intentado ir mucho más allá, como en el texto citado ",tJ]l)dWJ·<D]:.iQJ UQJJCl.iJJlll], Cl\ll ;¡p 'qna11JN

de Braudel que admite, con optimismo en esa época, que éstas tentativas l~n
JP cwu "S ·dcum::J t¡d¡opnt~ JP li. -Bpmp
o~:¡O ;;:op os1ndw) ¡e mpnm ;;:oq;¡p EJ)J! B1~3 ' ;1
de unificación de las ciencias humanas puedan, algún día, desplazar las ., . <~nb o¡ q:¡u<~S<~ld Jnb so:¡;:oJd~e so¡ dp oun
fronteras, los centros de gravedad, las problemáticas tradicionales y que esto 1· 'l..J~n,. "' Js 'o~üeqm;¡ UJS ·xx. o1:.11~ FP ~J:¡ue s;;ow:¡
11
puede ser verdad para todas las ciencias del hombre sin excepción y que ello dp o ""EPB::l!JJUll epudp, eun JP eJp¡ El, S"
'"Z ·~tn'JISll}at pvp~¡.¡.DU!jc)")JS)P-'JlUf Dl 'J1E1]0d 01PqO'¡] F
impone el abandono del espíritu "nacionalista" de cada una de ellas.
1
:1 'SJuOPFOdns sns dp SBtpnrn dnb B op1q
En ese sentido, se planteó la posibilidad de una ciencia unitaria5 como
el paradigma pmsoniano, sobre el cual reposó durante años la ilusión de sepudp srq JBSUdcldJ JP svmdp,B Jnb

"una ciencia social unificada del hombre que en sí disolvería la multiplici- 01q!j ns uo uplSlOlJ"fX\ ¡onueww¡
SO BWOjqOld jO '021Bqwo UJS i ',1:
dad compleja de lo que es humand'. Aunque M orín afirma que: "Uno no
11
puede, ciertamente, crear una ciencia unitaria del hombre que en sí di.sol, l!''f]!::i]Jsjpl;:):}U]~BUHdJJS]p) UBUO]JBldUd:¡U] dS
veria la multiplicidad compleja de lo que es humano"'. [':';;,o pBpoUBllljdFlSlplOlUl op u9pou Bj op
Ul)~dS 'SBpUdp SB1 dp pup]Ut1 Bl
!l!l
La unidad de las ciencias, según Piaget1, es justamente el resultado
,J 1
de la noción de interdisciplinariedad como una estructura cuyas partes o' •nb o¡ op B[o¡dwm peppljd!l)nm Bj BJlOA 11¡1·11
se interrelacionan (disciplina-interdisciplina). epudp Bun JBdlJ 'dlUdlliBlldp ';;;~pdnd
,,,
Sin embargo, el problema es mucho más complejo como lo señala ·,omwm¡ so onb o¡ op do¡dwm P"P 1
'11

dlqUIOllldP BpBJ1j1Ul1 p]pOS BpUdp BUl1, ', 1 :1


lmmanuel Wallerstein en su libro lmpensar las ciencias sociales 8; él dice
que además de repensar las ciencias sociales, debemos impensarlas de~ I;JJ¡enJ ld d.tqos 'OUB]UOSJBd BUl.i3JpB1Bd 121
1

bido a que muchas de sus suposiciones, engañosas y constrictivas, están '"'


r 'lfJTlJC1!SOd B19dlUB1d dS 'oppuJS dSd U3_ 1;11

~-\J~UOpBUll tU11JdSd ldP ouoput:qB ld dUOdW] '11'


Roberto rollari, La Interdisciphnariedad revisitada, 2003, p. 1.
' 1

4
5 "La idea de una "ciencia unificada" o de la "unidad de la ciencia" se encuentra en varios au- [I.¡JOp sBpuop SBJ sepo¡ BlEd pEplo., 10s opond
tores antes del siglo XX. Sin embargo, se habla de éste tema en relación especlficamente con SBI 'pepJABJ.i5 dp SOIJ.UdJ so1 'SBJdlUOlJ !"¡,'1
uno de lo~ a~pectos que presentó lo que podría llamarse el "ideario" del Circulo de Viena.
fl\!.UEUIHL[ SBpliJP SBI dp UQPBJ1]]Ul1 ~:rp
Esta idea debe mucho al impulso de Otto Neurath -el mayor defensor de la unificación de la
ciencia- y de Rudolph Carnap. Se tr<~ta de una unidad lógico-epistemológica y, como indica J~ aursrwpdo UOJ ';I¡.p.upe dnb F'Pt1B18. óp
''111 ,,
Neurath, de unn "integración lógico-empírica". Neurath comenzó a incubar la idea concer- t il.I o-q::mm 1] ope.lUdlUJ UBL{ soun2TV 1

niente nl proyecto de una Enciclopedia de la Ciencia Unificada hacia el nño 1920". Majela
Guzmán Gómez, El fenómeno de la interdisciptinariedad en l.a.'i ciencias de {a informcu:ión: contexto de BpeJ Ud 0Adt1U dp UdJdlqB:J.Sd dS Jt1b
aparición y posturas centrales, en htt¡.l://lws.sld.tu/revistas/acV vll3_3_05/aci05305.htm
6 Edgar Morín, Sobre la lnterdiscip!inariedad, www.pe~amientocomplejo.com.ar, p. 7. cinb OJ!p )lEUO:J ouoqo)i OJlO op OlJOd
7 Pérez, Marta; A~torgn, Jo~é; Bu~tamante, Patricia y Ca~tillo, Silvi<l. lnterdisciplinariedad. Discur· i 1

sos sociales y enseñanza media. Cuadernos de la Facultad de Humanidades y Ciencbs Sociales,


Universidad de Jujuy, Argentim, 2002, p. 326.
8 Itnrnanuel Wallerstein, Impensar !as ciencias sociales, ediciones Siglo XXI, México, 1999, p. 3. 091
,1

'¡ J
"¡.?•( ·dd 'B!qU!OJOJ '-poilog LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 161
'v¡;;'o¡ouJ<J~ t: SV1JU<l!:J 'mquw¡o:J 's~v.r.n:;:¡p:w
·ot z ·tiv¿ 'zooz '-e¡<mz;ntdA
SVJ!JJV.Uj SV.l.JO i W!p11lS3 'O~BYI/. P!Ul~Q
JP ~J~wcty "B¡do¡n ~>¡ ;¡p Jclln¡ J3.,
demasiadas arraigadas en nuestra mentalidad. Suposiciones, otrora libe~
radoras del espíritu, que hoy en día son la principal barrera intelectual
se1 ;:mb ~p u9zB1 u~ dlUdm:p); para analizar el mundo social. No propone un nuevo paradigma para las
ldded ns A U9PUl1J ns 'Sd]B1 J(S ciencias sociales históricas, expone lo que considera confuso y limitantc
]lf)!p1l1 BldUBW 8p nqqrueJ en los principales puntos de vista, con el objeto de estimular la búsque~
~nw m;B Sd BU1~1qo1d F;~ 's- 1 da de un nuevo paradigma.
Ellibro9 de Wallerstein es estimulante y provocador porque pone
en cuestión la forma como se han organizado las ciencias sociales en
SBJ}191Sp_:¡ S1:lpU~118dX8 SP.Sl "disciplinas" y se han institucionalizado en las universidades. Asimis~
un Sd OWS}llU8J0111d ld ;;mb . . mo, la crítica al pensamiento "universalista-sectoralista" que afirma que
~s:anJ 18 lDqdru1 BddOJnd dlCfi el sendero del conocimiento comienza con lo particular y termina con
S1S!D ·q 'OUBfF1(J BlBd ""J}d:l lo abstracto -el pensamiento universalista- y que hay senderos parale~
!sBrupp; stun:¡Jn.ns~ SBI dp los hacia diferentes "sectores, del conocimiento, que reflejan procesos
dl}Ud tD!Ui;DdW U9PBld1 B] :~-,
separados paralelos en el mundo real: "el pensamiento sectorialista".
~oJ ldP "ohp-;afqo,, J~p~.n~J ¡¿-··,, Propone, además, una agenda para las ciencias sociales que debe pre~
so1 XIX o¡ll1s ¡o opsop ocuparnos para estos diez o veinte años.
so1 -;ap BJUOUld3dl] BI UOJET::n En este trabajo hemos incorporado también otros puntos de vista
so1 U9PSdlD u:a :auod ;mb contemporáneos sobre el debate actual de las ciencias sociales, como es
opo)lod un opo¡ op
-9lSllj el conjunto de textos de La co[oniaUdad dei saber: eurocentrismo y ciencias
-podwo¡um P"Pl"Jl"lqns e¡ sociales; además de las propuestas del debate sobre la modernidad y la
~pouoJ pp SFPJ eun :a¡s1x;;) postmodernidad con respecto a las ciencias sociales.

0 "·opunm1:ap o_¡s En este sentido, Edgardo Lander reconoce que hoy en día nos
dllUd IBJ!pta BpUd18J1P uun encontramos ante replanteos globales y fundamentales de los saberes
Bpu-;ap dllUd U9PBFU tq Á 'B 1-· y disciplinas sociales en todo el mundo y que el Informe Gulbenkian,
lOd 'A 'U9PBZH"BSJdA1Ul1 A coordinado por lmmanuel Wallcrstein, es una significativa expresión
-BZ!J)lllOp op OSOJOld jO up de estas reflexiones, como lo es también la crítica al Orientalismo, los
o¡sol ¡o Á emopow pepopos '1 , estudios postcoloniales, la crítica del discurso colonial, los estudios
s:auop-exed-;as se1 B opBinJ¡: subalternos, el afrocentrismo y el post~occidentalismo 10 • Nosotros
Á Ohp:afqo ldlJ~l"EJ ¡:ap U9P01Jel, agregaríamos los debates sobre modernidad y postmodernidad con
~:as dp o¡unfuoJ 13, :dnb e1e:'diS
9 lmpensar !as ciencias sociafes, es la continuación de Abrir las Ciencias Sociafes, conocido también como
el Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales.
10 Edgardo Lander, compilador de La co!onialidad del saber: Eurocentrismo y ciencias sociales, edicio·
nes CLACSO, Argentina, 2000. p. 9.
162 FRANZ PORTUGAL BERNEDO
'Vl·t: I ·q··pJq¡ Zl
'S?]Dpo; wpU~IJ ~ OU!Stzl..JU~JO.L113 :.t~qv;
, \ ::;~¡cqos>BMO, "'Jdpu-u1 ~wt!p3 l 1
~
',1
relación a los saberes, el conocimiento, la ciencia, las disciplinas y sus / F!;aq-es o s~¡~pos stq:>u;¡p SEl ;:¡p
formas instintcionales. ~n E op1]9~ o¡u~:¡.sns d~ u;a,\.qs
Lander se pregunta: "En un mundo en el cual parece imponerse, ·owo¡ow <:::>punUJ ¡op sEA
por un lado el pensamiento único del neoliberalismo, y por otro, el des~ S;auopBjllSBl dlU:dU!jBpJdSd
centramiento y escepticismo de la postmodernidad, ¿cuáles son las po- / SdJ;aqBs sn¡ u-eprn1¡..:r-e ~s our9J

tencialidades que se están abriendo en el conocimiento, la política y en .:;:?BJBdJS ~fu\JSd'JttlS dp OSdJOld


la cultura a partir del replanteo de estas cuestiones? ¿Cuál es la relación ¡f"ÜJAnl:J.SUIJJBA d·S ou.I9:J SBWlOJ

de estas perspectivas teóricas con el resurgir de las luchas de los pueblos uepos anb 1"'' o¡ op
históricamente excluidos como las poblaciones negras e indígenas de ~ 1./\..t~.1/·JS~::ms se¡B Jld"'"!J~;' gs e~;aw]Jd 1,
1

América Latina?" ljBliUBD 81JB:ll);> E[ lBJljdXJ B


p oJp9l~tq u;a;spo dp 'sB.-\pnl
Citando a Anibal Quijano, Lander señala que la conquista ibérica 1
f 1d ;;~s 'sd¡tpos sepUd1J ouroJ
1
del continente americano es el momento fundacional de los dos proce.- 1
\ o:¡unruoJ F~ OlJdds;¡'tl
sos que articuladamente conforman la historia posterior: la modernidad
y la organización colonial del mundo. Con el inicio del colonialismo ; \ epowd\U BI ;ap 'Sd rBn~udl so¡
en América comienza no sólo la organización colonial del mundo sino -~:¡u;aullm~lp 1w1s- lJ?1qunn
también -simultáneamente- la constitución colonial de los saberes, de OU flUd}Ul OJ E:Jjl;_:¡ruy Ud

los lenguajes, de la memoria y del imaginarial 1• 1E1U0[0J U(/opBZ1UB~JO Bl A


JJUllUBpBpDplE ;anb SOS
Respecto al conjunto de saberes, que conocemos globalmente , Sd ouBJU;¡UIE d:}U;}il!::tUOJ jdp
como ciencias sociales, se pueden identificar dos dimensiones consti~
'"''"'"' J'1'UV B opUElt:)
tutivas, de origen histórico diferente, de estos saberes que contribuyen
a explicar la eficacia naturalizadora y legitimadora del orden social: la "¿~upB1 B:-¡p~n:UV

primera se refiere a las sucesivas separaciones o particiones del mundo ,liiO'J SOP!npxd ~:¡u;aWl!JpQlS1L(
de lo "real" que se dan históricamente en la sociedad occidental y las /1<'~ SB:JpQdl;eA}lJ ddSlJd s-e:¡sJ dp
formas cómo se va construyendo el conocimiento sobre las bases de este ¡,,}':que¡dolpp 1¡¡::IEd BB.tmln' e¡
.,j.•, ·hqt: ul}JSl¡s ;anb s;apep Epad:l
proceso de sucesivas separaciones; la segunda dimensión es la forma 11
cómo se articulan los saberes modernos con la organización del poder, owspPUDSd t\ o¡Ud]'lllE.UllJJ
11; o:¡u;a1-u;8suJd ld oper un 1od
especialmente las relaciones coloniales/imperiales de poder, constituti-
vas del mundo moderno. Precisa, además, que estas dos dimensiones .~!3, :-elU12dld ;;JS lJpU'\q ¡!
sirven de sustento sólido a una construcción discursiva naturalizadora f 'llÍEU01:Jl1lpSU1 SBW10J ¡ji
de las ciencias sociales o saberes sociales modernos 12 • :¡:¡I,Jj. '

11 Edgard Lander, "Ciencias Sociales: saberes coloniales y eurocéntricos", en: La Co!onia!idad deL
t'· ·UO:J ¡o :otoqes so¡ ' l..lm:JBl"'
"
.. 'l
saber; Eurocentrümo y ciencias sociales, ediciones CLACSO, Argentina, 2000. p. 12.
12 !bid., p. 11-14. o~ ,111
¡NV>l,j Z9l ¡:1

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1~
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 163
'U9)JVW.WjU1 V] ~p W!J1I;1)J I'Vj Ua pvpa!J.VU!)•cfFJS_!pldJU[',). J•l
'l61'69rdd '(tOOZ) LI ...
~r mqo v¡ .wcf sv¡.t~!qv wr.¡pacjuacj
J •d 0 JlnUO:YO[djdlUOJOlU~!1-•JI$dd·Nu•ii.~ Con relación a la primera, Lander señala que: "El conjunto de se~
paraciones sobre el cual está sustentada la noción del carácter objetivo y
universal del conocimiento científico, está articulado a las separaciones
que establecen los saberes sociales entre la sociedad moderna y el resto
SO)Sd dp dSBq El dlqos BJUIOUO:¡I1B n:n
de las culturas. Con las ciencias sociales se da el proceso de cientifiza-
onb e¡ilo¡opo¡ow e¡ op owm uep¡n<
ción de la sociedad liberal, su objetivización y universalización, y, por
Ud O)UB) li9Pl110Ad ns Ud U8L\..11S dS
tanto, su naturalización. El acceso a la ciencia, y la relación entre ciencia
'sopO:l?UI f.. SID!UJ?) Sl1S 'UBdldUid
y verdad en todas las disciplinas, establece una diferencia radical entre
·Bjd jO Ud UB)JUOJO]lp OS SBU!jd)C>S!p
las sociedades modernas occidentales y el resto del mundo. 1' 13
'aJl::H"Udd:>UOJ
La idea de Anibal Quijano 14 es que existe una crisis del conoci-
op 'siSEjUiJ op o o¡pso op JOS lPp;
miento social, producto de una crisis de la subjetividad contemporá~
Slm11dPS!p dl:lUd SBpUd1dJ1p Sl:!l
nea, desatada como parte de la mutación de todo un periodo histó~
'Sl:Ud)UO.lj sns dp U9P1U1Jdpu~ Bl
rico asociado a la modernidad europea, lo que pone en cuestión los
pep1un eun so BU!jdps¡p op u9pou
fundamentos epistemológicos que sustentaron la hegemonía de los
·r¡:SB!dOJd UOS 81 modelos europeos de conocimiento impuestos desde el siglo XIX. Los
~npn o JBJoqB]d B BppnpuoJ ~:¡sd fundamentos, citando a Quijano, son: " ... el carácter "objetivo" delco~
opr:znepddsd dfBn~udlld 'st:1d:¡U01J e nacimiento; la idea orgánica de la totalidad; la relación mecánica entre
~nB Bl B d)Ud1U1B11UBU dpu;ap BUTld!= estructura y procesos; la idea de la invariancia de las estructuras últimas;
so¡u¡wop so¡ op pepmoAIP e¡ e ;:,puo~~ la constitución "objetiva" de las categorías, etc.', Para Quijano, la crisis
-so e¡ A u 0 IsiAip e¡ oAmpsm onb OJ!}l." profunda del conocimiento social de raigambre europea implica el cues~
lEUGpBZ!UB~JO BJ-I02:IlBJ tmn S;;) BU}lJ!I tionamiento de su validez universal; es así que el eurocentrismo es un
modo de comprender e interpretar las diversas experiencias históricas
de las sociedades no europeas, de acuerdo a las características y trayecto~
A so¡u¡uowepurlj so¡do:moo ;,:¡ UEIFJI.\:J{r
ria particular de la historia europea.
un dSJBP ;aq;ap 's?w;apy ·soldporu d-G:
dp sodp SlD!~91 Slq~d:¡Bl:lSd 11f:ldp
1
Sin embargo, desde otro punto de vista 15 , el problema es aún m u~
'U9TJB~pSdAU1 l1S BJBd sopt:!dü.I.dB S cho más complejo. Lo que ha comenzado a cambiar de manera radical
eu¡wJolop onb o¡pn¡so op o¡ofqo lE]Ifb es la naturaleza misma de las disciplinas sociales, su función y su papel
Udlli3Ups:p dS OJ!]]:)Udp Jdqes 1~ Udb:ll dentro y fuera de las instituciones, especialmente en razón de que las
;aps;ao ' 11 0J1]J:J.Udp opo:qw Jdp s-epu~:·:
1
13 lb id. p. 24.
14 Véase el texto de Ramón Pajue!o sobre Anibal Quijano: "El lugar de la utopía. Aportes de
Anibal Quijano sobre cultura y poder", publicado en Daniel Mato, Estudios y otras prácticas
intelectuales latinoamericanas en cultura y poder, CLACSO, Venezuela, 2002, P:i.g. 2 30.
15 Alberto G. Flórez Malagón, Crisis disciplinar y estudios culturales, Colombia, Ciencias y Tecnologia,
S91 3(!9V'IOH 130
octubre-diciembre, Vol. 19, número 4, COLCIENCIAS, Bogotá, Colombia, pp. 3-8.
"¡h: b ·qo'oJ:¡~B:J ·o u/1;: 61
164 FRANZ PORTUGAL BERNEDO ¿·d 'eupu;:~.<üy';~l)
'·1 B1" 'OJ:¡~t):J "() or·;} 8\
rip flrlP!>~.~OJ e¡s1" ~

~
'P I)!P;:}UIUn mi'.'~r ' i
disciplinas sociales son espacios funcionales al desarrollo del mundo oc, t''d. '·;11IJI.m;;¡p!UUrld
u;,tli10
'
'rl~lepi· -~~
ns u;¡ ;:~nt/'3 L!
.,:1
1

cidentaL El contexto para este cambio no solamente es la naturaleza in, ~~ ~11J ]"C]UüjOJ urP·p '''
9.Plld~ OlU~!U\ \<lb
dividnal o la historia de uno u otra disciplina, sino las condiciones socia,
les y culturales para la creación y comunicación de las ideas, artefactos,
conocimientos e información que han sido completamente alteradas.
! .

__
r\Uli)Jl 1 1TtE~JdiJ ]dfJ O~UdlW:i"'lj 9t
:_./'---.:..

La revolución científica es el contexto que da origen a nuevos campos


del pensamiento y conocimiento, siendo uno de los principales puntos
de ruptura, que potencia esta revolución del pensamiento, la crisis de la
~1¡"\...JdUJ:O s~w or·!L(: F' A
disciplinariedad y su jerarquía interna, es decir la fragmentación de los i ,,1

saberes y la jerarquización de los mismos a partir de modelos científicos lt''ipuo.IdUIOJ op e¡uo¡ 11


" '·11
!r,
decimonónicos, que en sus procesos de demarcación separaron la activi~ sOllBd se¡ Jl":,s "P ·
chd cognoscitiva de sus elementos éticos, estéticos y metafísicos 16 • mndw¡ BUJI"'rp "P
dp SO..)Ud)6~J01d
,.¡op sodwi'o¡uq
Las disciplinas f1PB¡¡·}:nln:m1p !::JdU·~:)b o.:¡
Definamos, en principio, qué es una disciplina • Es un concep~ 17 'som-eu'!~l
to que genera dificultades, es un término complejo que hace alusión 1
seund! ~1 '"1
tanto a campos del conocimiento como a hábitos de vida, a métodos y
procedimientos de trabajo como a estilos de interacción 18 . El concepto
de disciplina implica "una visión infinitamente fragmentada de lo real, ~: sns dp BAppscU::o pep
•l
de separar las partes para hacerlas más comprensibles"; es así que, en la it: Ud Jnb 'SOJ!lJI"U]J~p
::9!J·\)!JBZ1rtbnaJ~ tl' üJgl':s
1

tentativa de comprender los detalles, se pierde el sentido de lo global


y el sentido más general que los propios detalles poseen 19 • Es decir, se . ns A pEpod':llJqp
h:!nt.1JUJlOd dnb 11'·11.-Jm :;¡p
pierde el contexto que explica el texto.
~lo\r.:~::moJ A o:¡uJlui·!:gct pp
Martha Pérez afirma que el concepto ha cambiado a lo largo de la ,, rr,
BJ( "\DtfPU:.:Jp UQ]} ·\d.l \1
historia de la ciencia, "la disciplina ha sido entendida tradicionalmente 'U
;-ll.l{¡Y:UlOJli! d
11¡
SO..)U· ·· JOUOJ

16 El surgimiento del capitalismo dio origen a la economía como disciplina y cuando el desa· Bj BlBd so¡Bi''' Aso¡
1
rrol!o del mismo generó problemas sociales, nació la sociología para esrudiarlos, asi como el dp epo.:¡S!lJ. P.] ¡ i1p!Alp
de~arrollo colonial fue la ha~e para la constitución de la antropología.
O..)XJ..)UOJ ¡;l)udpp
17 Se sabe que en ~u origen la palabra "disciplina" designaba un pequefl.o fuste que servía para 1
autof\agelarse, permitiendo por los tanto la autocritica; en su sentido degradado la disciplina uos so¡moos r·¡dntp
deviene en un medio de flagelación a los que se aventuran en el dominio de las ideas que el
especialista considera de su propiedad. (Tomado del texto de Morin, citado)
18 Eduardo G. Castro, "La interdisciplina como práctica", Revista Temas y Problemas, aúo 4, Vol.
6, 1996, Argentina, p.7
19 Eduardo G. Castro, ob. cit. p. 8.
+9!
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 165

'OJ!])JOdSO t:,
pnppu¡n3u¡s e¡ o¡uqpow epBJ!]dXo 'S>- como una forma sistemática de pensar la realidad, desde un recorte que
;Jp 1 U9PB2psdAUJ ;;:~p Oldfqo u-ep:as dn 1:J.. se hace de ella, conforme a las exigencias del método científico". Desde
llS O Bpu~:qSJX;;'l Bl OWOJ J:req;;~p d.l.Sd esta perspectiva, según la autora, en el saber científico se distinguen
F'P ~s;a::¡u;;:¡Anpx;;"> d)UJUien¡nw o1gd 's disciplinas que implican un particular objeto de estudio que determina
sope¡uoso1d UOJOllj OJ!}~J3oop¡ ¡o A a. una metodología y procedimientos apropiados para su investigación,
·¡e¡uoppJo U9)JBZ!]1Ap e¡ op pe ciertos instrumentos de análisis; es decir, estrategias lógicas, tipos ·de
B.llBllJ Bl ·}mBUIHlj_ BZdp:Ut14BU, 13Ul1 :;::r~: razonamientos y la construcción de modelos. Además, debe darse un
-eu SOÁOj SE] 01qos Se)lOOl SE] op 1)l1Ed 1'} nivel de integración teórica, mediante conceptos fundamentales y
unificadores. 20
E] op eUEl)jllll eA)POdSJOd e¡ Ollj ESJWOl"
BuopniOAJ ;anb opunw un u8 soUIJA1A. Según Edgar Morin, la disciplina es una categoría organizacional
·eJ2010!JOS Á BJWOUOJd
en el seno del conocimiento científico que instituye la división y la es~
Sdl'BUOJSdJOld SdUüpBpOSB Á pecialización del trabajo y ella responde a la diversidad de los dominios
Ud o 'pun::¡pDopos e1 f.. B::lJW9UOJd "El
'que recubren las ciencias. Una disciplina tiende naturalmente a la au~
BJ20l0Wd)Sjdd lUlSdl1U B!Bd p-qudurepu~ tonomía por la delimitación de sus fronteras, el lenguaje especializado
El)llEdJll U9)S)Alp e¡ op Uo3po jO OllJ Dt\ que ella se constituye, las técnicas que está conducida a elaborar o utili~
pmpoE eun ElO so¡¡qw~ so¡so 11plll1JU<:::.t¡¡¡ zar y eventualmente por las teorías que le son propías 21 •
Á Ll9D:ll1p01d E] op OJ!]ql)d!WOS jO 'IOI::\ t)¡ Según J. Manuel Fernández, la noción de disciplina es una unidad
-1qm~ p :Emwm¡ P"Pl")lJE e¡ op so¡¡q~lcJ de análisis problemática no sólo por la indefinición de sus fronteras,
Ieiedos 'omopom opunw ¡op oi3o¡ ue1;¿¡ v, sino por su estructura epistemológica. Las diferencias entre disciplinas
li '<:\ ¡,,; respecto de un tema compartido pueden ser de estilo o de énfasis, de
~pnod SBpUdp 'BJ.zlolopos 'BJWOUOJd 'B}-t~, 1 s-,, mera división del trabajo o de marco conceptual 22 •
!1¡
ouos EU\l uo 'tl6l A g.¡,g¡ 011UO 'UBJ!]lSI~\\,,¡§\ También se sostiene que: "Las disciplinas se diferencian en el pla~
. Í)l¡. no epistemológico por el lenguaje que emplean, sus técnicas y métodos,
'\1.,..,
~ddsd pBpJAPJB ouroJ Sdlepos sBpUdp s~l así como por las teorías de las que se sirven en su evolución tanto en
BU\l Á 'Sdpumll1J SdUOpBW10JSUBll dp el plano de los contenidos que abordan como de la metodología que
opunru fB pmoptllpSUJ UQpOUIUOJ Bllt) utilizan. Cada disciplina establece su autonomía sobre la base de estos
presupuestos" 23 •
e1 'XIX o¡3¡s ¡op o¡uo¡wesuod pp OlJI)h "'"~'
owoJ sJp::pos sepudp se1 A epo:tsrq Bl
20 Ob.cit. pp. 324·325.
sopep¡umunq se¡ A so¡-epos sepuop "1 21 Edgar Morín, Sobre la lnterdisciplinariedad, W~'W.pesamientocomplejo.com.ar, p.
22 ). Manuel Fernández, lntenlisciplinariedad en ciencias sociales: perspectivas abiertas par 1a obra de
Pierre Bounlieu, en Cuadernos de Trabajo Social, Vol. 17 (2004), pp.l69-I93.

""' 23 Majela Guzmán Gómez, El Fenómeno de 1.a lnterdisciphnariedad en las ciencias de 1a informacicin:
contexto de aparicicin y posturas centrales, en http://lws.~ld.cu/revista~/acVvl U_1_05/aci05305.
L9! 311HYXOH 1:30 SVD~ htm, p. 4.
'li:-v-
J~·· .
•V
·•o ·qo 'z;:¡1 ?d
166 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO
/IJtu.i:>J4.(pt¡p>tHn¡UNISdpSVl 'Q '.b¡O.\OW!])i SZ:
"t)Jliir/>O! urepnc /XW ·n p~nu:n: n·it.M . -t.
• _.''••~m¡tl?-..t1 l"¡ ·z;¡¡Ü1S"?¡d;\ e¡;~m,pJ cupun[JjV tz: 1

Entonces, la disciplina es una construcción epistemológica de una


1¡1. ·¡
·" '

parte de la realidad social y, por lo tanto, habrá tantas disciplinas como


objetos de estudios se puedan definir.
Por otra parte, Alejandro Penuela, nos recuerda que " ... el año de
/ B:JJd0t:sr:lUil~;lld ldpuodsdl BJBd o
1637 se muestra como una parada obligada, ya que esta fecha marca el
·:, soLt Jl1b ondnhe ..re:::>ndxd BlBd OU1S
momento de la gran obra de Descartes, EL discurso de[ método, con su
'"l'fBPl[B,l Bj op lOlJ,S Ul/~]B J
cogito, ergo sum. Allí comienza una escisión estructural y fundamental en ¡
l/." 1 n/,''su~dldlu0J O SdldUI1S 1 S"ElrtP[UOJ dp
1

el pensamiento occidental con la re8 cogitans, cosa que piensa, y la res ex- 1 '

dll1JJFJ0T_Si\01111l)l'BJ1]J-l.Udp B110d.l
tensa, cosa medible. O dicho con otras palabras, la división entre sujeto 1

y objeto. Es con est<1 división como comienza un proceso que da lugar a


1/.::eJJIPl'LloJ] BAO]\ onb o¡ 'u9DB~psoAm i'JI,
r:rm~["p::n~d 'Slll.l!dlqold Ud lBSUdd dlq1i:::1Jd1d
una gran variedad de disciplinas que aún hoy siguen dividiéndose" 24 •
..:toQ 'SBJl]J)UdF) SB]lOd) se1 st:po) ji,.··¡·
,l
Sin embargo, Klimovsky tiene una propuesta interesante respecto ¡tq¡Ó))5Jp ]Un op o1pms, op soplqo
1

1
de las disciplinas. Él afirma que al hablar de ciencia es necesario adoptar 5:;, OU lBU]jdDsjp SJS![f.UB op pep lti ,'
'',

otras unidades de análisis que no son precisamente las disciplinas, sino •~.,ot¡,t 0 op 1Bj'JBC] soruopod o¡p op ,¡¡1
las teorías. La disciplina pone el énfasis en el objeto de estudio y a partir l'>euod EUljdDSlp "1 'SBJlOO} SBj 'lli
,11,
de ello podemos hablar de ciencias particulares, en consecuencia la uni~
dad de análisis disciplinar no es realista ni conveniente puesto que los
Ol..l ~l\b S1S1T?UB dp Sdpt:p1Ull SBl)O
¡B onb BWl!jB ¡;¡ ·sem¡dus¡p se¡ op
~'
objetos de estudio de una disciplina varían en la medida que lo hacen .\~sAOWl[)[ 'OglB'JWO UJS 1¡11
todas las teorías científicas, por ello en lugar de pensar en disciplinas es 1 '
¡l~b SíetlJ(ÓPSJp ,p pupoUBA UBl~ BUI1
preferible pensar en problemas básicos que orientan distintas lineas de 1
omWlJ U9JSJA1p u¡so um s;:¡ ·op(qo!..
investigación, lo que lleva a considerar una nueva unidad de análisis, la 11'
ua, otpJP 0 ·;,¡q¡p,w esm 'vstm ¡1
teoría científica. Klimovsky define la teoría científica como un conjunto
'61 úGJ lB)Udpp-:>0 OlUd1U1BSUdd ld
de conjeturas, simples o complejas, acerca del modo en que se comporta
"0\.ln ~zUd1lilOJ JUV ·wns o.a'J.? '0111JoJ
algún sector de la realidad. Las teorías no se construyen por capricho,
ll.. ·,·t•l' I"SdQ dTJ e¡qo UB.I.8 Bl dp O)UdillOUl
sino para explicar aquello que nos intriga, para resolver algún problema ¡il
u¡Jíe¡¡c( eun owoo """sonw ,s L\:91
o para responder preguntas acerca de la naturaleza o la sociedad. 25 1

o1pue[o¡v 'o)Jed BllD 1od


1
uepond os s01pn¡s, ,P so},lqo
o]Jod 'Álepos pepljBOJ Bj ,p ,ued
'1
BVli )d 13UHdPS1P tq 1
SdJUO.lUH_ '

24 Alejnndro Peii.uela Velásque~, La transdiscip!inariedad. Mds a!l.d df los conceptos, la dialéctica,


wv.'v.·.uacm.edu.mx/andamios/articulosactual/, p. 2 1

25 Klimm·~ky, G. Las dewenturas del conocimiento científico, Argentina, 1994, citado por Martha ,.,1
Pérez, Oh. Cit. 991 tll

li
-
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 167

· "OUJlld:l dS;} J"Bdn:JO SOlil;;}_jlJ¡'.b1nb s;J !l

JdA]OSdJ Á SO:JOAJ!1bd 1Bfdd\¡rl Las "disciplinarización" de las ciencias sociales y las humanidades
'V.Wt¡_V r_ ptbV BJ;;q.ihns
Según afirma Wallerstein 26 , la historia y las ciencias sociales como
la conocemos ahora son producto del pensamiento del siglo XIX. La
Revolución Francesa provocó un;:¡ conmoción institucional al mundo
que dio como resultado una serie de transformaciones culturales, y una
de ellas fue el surgimiento de las ciencias sociales como actividad espe~
cífica.

Las ciencias sociales se diversifican, entre 1848 y 1914, en una serie


de disciplinas: historia, geografía, economía, sociología, ciencias políti~
cas, antropología y orientalismo.

La primera premisa fue el gran logro del mundo moderno, separar


de manera adecuada los tres ámbitos de la actividad humana: el ámbi-
to público del ejercicio del poder, el semipúblico de la producción y
el privado de la vida diaria. Confundir estos ámbitos era una actitud
medieval, separarlos, divina. Ello fue el origen de la división tripartita
del conocimiento, que es tan fundamental para nuestra epistemología
contemporánea: la esfera política, la económica y la sociocultural, o en
términos de departamentos universitarios y asociaciones profesionales
contemporáneos: ciencias políticas, economía y sociología.
·"so.Ud1qnJs~JP P'"\ ;nu~up·.1ro~ ~.
odrulD ¡o uo onb oporn oo ·;,qes1; 1bo¡ La segunda premisa es que vivimos en un mundo que evoluciona
rou;;~:¡uE d.á'tlE un oqnn ~mb rdqes .1;uBd dUJ~I
• ' 1~ ••• 1
de manera progresiva. La tercera premisa fue la perspectiva utilitaria de la
~mb sepuB2d1d se.uo ;;;,p ASBlP psicología humana, transmutada a partir de las teorías sobre las leyes na~
Ull Q1A'!A dS B~Ud.\OU S01 Ud Á <>-!.l,lJ~~';J ~vu Cid turales que suponía la existencia de una "naturaleza humanat'. La cuarta
's~rnopy "BA)lB~psoAU¡ peplpum,JqAID¡m¡¡?,/ premisa fue la evidente superioridad de la civilización occidental.
e¡ A BJ)ll]Od ""ond01d e¡ "P 'IBJ~" El conocimiento nomotético y el ideográfico fueron presentados
eJunu ope.uuoJud r;;¡qm.l U}S 's;;}pt?!'~omp
como las dos únicas vías posibles, pero mutuamente excluyentes, del
SdpBppo:¡nv, B.lEd SdUOpJdld Ud ¡roturJiio.-mj
conocimiento. Ambos mostraban este debate como la existencia o su
BSO UO "nb '89 ¡op SjlJUBij OÁ:~~ [>p no existencia de leyes universales que serian objeto de investigaciónt de
se1 E E:J.SdndsJJ owoJ '"E¡u;;¡s¿s ~VB SOl ahí el término de ciencias socialest explicada mediante la singularidad
SB1pdru E SdfBdOl UOJ dJdlBdB
de cada fenómeno humano/social específico.

26 Ob. Cit. p. 103 y SS,


168 FRANZ PORTUGAL BERNEDO
~w_: Zdl 9 J.:i "Q Oll;)l\J\1' 8Z
Upl: sp.uo:J v¡ JP aw.wJui LZ

La economía, la sociología y las ciencias políticas llegaron a ser !;!l!<>!nrqd Bj ap 'sopJWJl


disciplinas nomotéticas, conocibles mediante el estudio del presente '1 11 ""P allnB ¡a um 910 1(
europeo que encarnaba el logro universal. Las disciplinas ideográficas Ll. B-1: 'SBdl'? SBJ~O UOJ
eran la historia (el pasado europeo que evoluciona de manera única), la ~s ;;mb up1pdw u
antropología y el orientalismo (cada uno de los cuales describía pasados ;;Jp SBlrtlp1J
y presentes inmutables no europeos). No sólo se consiguió la fragmen. .
tación en disciphnas sino también su agrupación en dos "facultades" Bl JSB SB:l1W~pBJB
independientes: las ciencias sociales y las humanidades. pepnea1 q :. !

¡!

En el Informe de la Comisión Gulbenkian, se afirma que la '1~¡nru 'J;>lU] "1


creación de múltiples disciplinas a partir de las ciencias sociales fue ¡!'"
parte del intento general del siglo XIX de obtener e impulsar el co-
UlpJ.á'dl osnptq o ¡,''¡
nocimiento "objetivo" de la "realidad'' con base a descubrimientos
-p es~ 'O.lUd1lliPOUOJ
,i'¡ '

empíricos (lo contrario de "especulación"). Se intenta "aprehender"


1

la verdad, no inventarla o intuirla. El proceso de institucionalización o::::>odWB.l ·s;mdsap


de este tipo de actividad de conocimiento no fue simple ni directo. TP Bpaqop o B¡os
Ante todo, al principio no estaba claro si esta actividad iba a ser una :mnpd ]E 'opo" a"uV
sola o debería dividirse más bien en varias disciplinas, como ocurrió !"=e op odp a1sa ap
después. Tampoco es~aba claro cuál era el mejor camino hacia ese - U;;;d.t\.U1 OU 'p-epl;;}.i\. Bl
conocimiento, es decir qué tipo de epistemología será más fructífera ~: ...llUUO::> ol) so::>p¡drud 1

o incluso legítima. 27 Tl8 ~qo, o:ltid1lliPOU


o"u;nm F'P aued
SOJifd!Pjl!W ap U9PEOJJ
La inter, multi, trans, poli y post disciplinariedad
La realidad no existe fragmentada, sin embargo, las disciplinas ·"' sue¡ :s;>,Uolpuadopm
académicas así la representan y a medida que éstas se desarrollaron die~ ¡tl"~· 'BUl11dPS1P U:d UQPB:l
1

ron origen a nuevas fragmentaciones, a la afirmación de sus lenguajes, <l_B:.,l nUIU1 Sd)U:JS:dld f..
culturas de investigación y aplicaciones prácticas. El problema fue que huiRIG>ll= ]"Á B)~OjOdül]UB !¡·~;.
r,¡
a medida que se especializaron no previeron las conexiones necesarias F') B)lO]Sll.j E] UBlO
con otras c-lreas. La resistencia al fenómeno fragmentador que se fortale~ hm.t:..rr"lll. B:)Ud dHb OddOJrtd

ció con el auge de la modernidad fueron los movimientos, al principio .owou SBUHdPS1P
tímidos, de la pluridisciplinariedad y la interdisciplinariedad28 • 'TUJUJOUO)d Bl 1

27 Informe de [a Comisión Gu!benkian para le reestructuración de las ciencias sociales, p. 16.


28 Alberto G. Flórez Malagón, ..... p. 5 ,¡,1''
891 'r!¡

'¡¡!

1 :,:.
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 169
···d 're·l\IOYJDJ"t:e-,,.•

~WBSB Bl Ud UdUT,ldl dS S~J~~d s~:¡U:;Ud,!J\~1


SB:lU]lS1p odw;ap OWSrt::JliJW]E U~:¡B.l.) Follari nos dice que la interdisciplina aparece con ropajes a medias
opond pepouem¡dDs¡p•-OlliUJ 'CJ¡duroo!¡j cambiados y a medios idénticos en los años sesenta, como respuesta a las
onblOd oo¡q o¡ ou;,. ·s·•<"[!IUJFJp u¡s; propuestas de los alumnos rebeldes del mayo francés del 68, que en esa
~ps1pqod o pp1w 'pBp· ;r_l~:Jr.nn..-.ln"tn. época llenó ríos de tinta, legitimó programas en elecciones para autoridades
upow ·sop¡u¡pp e1ed universitarias, engalanó informes de actividades, sin haber encontra.do nunca
~UdW UJlOJ!{ OWOJ Sd.lc::xxJlllB SO..-QO los principios epistemológicos que la sacaran de la propuesta política y la
encauzaran hacia la viabilidad académica y la fecundidad investigativa. Además,
· "lJqBs F>P SBWB.I ~ stiwnu,., s-e1
Follari afirma que ésta se perdió en los ochenta y en los noventa se vivió un
·Xd Bl dld1.á:ns dS Jqv '1B1==punm~ \qJ;:JlBCihl!
revival en la que se "... decidió prescindir de las citas y de otras elegancias que
SBW1:lJl). sop SBI Ud OIQS c:::J orJd 's~:JUB:lJ(). 0 ~
hacen al repertorio. En este caso, nadie parece saber que hubo un auge anterior
-s~uv:xnu r:. v¡.Lvun4ps¡p.kl1U.- !U!urpv.á'pSJrJ,UJ ~
del tema, o nadie quiere dar cuenta de lo que sabe. De modo que en el campo
lO~e¡¿ ueof lOd opepep=<oi'lllq!j oso op
discursivo estamos descubriendo continentes ya descubiertos".
UQpBu]qwoJdl Bl ;::~p o::ru=~ ·uns-e 1d ZB2rg
BppdlBdB 'SVUVUm1f f:. 5?]_1r.J.tJ¡XlS WPUd!J UOI En este sentido, Follari 29 propone que es necesario empezar a reco~
O:::JS3NO e¡ op jBlUOUX: JJnuow e1qo nacer la historia para no repetirla. Afirma que'
-so op e¡qn¡ onb OSOl9N -· }B¡mttqdps']::t¡¡ "La transdisciplina no es un meritorio invento liberador surgido
uBu;::~n ds sdpepnep;::~ds;;.~ auu:;;, SoJ:;;,nt¡ s de los pensadores poscoloniales, ni una inédita batalla contra
d'L/1 jo J~VS'OW d1{L 11S Ud U tOJQilSJI1J
1:':1 UJ bastiones ordenadores, propios del pensamiento moderno. Es una
osod 'oueu!]dDslpldlUJ coo o¡;p epuo1"''' propuesta que se planteó inicialmente en épocas en que no existía
~l~Z]p:!pddSd Bl dp Q:lB.I¡ JS ~;JilbUllB 'BpUU)TI'uf ni remotamente lo posmoderno, de modo que su búsqueda era por
SBWOtU 'uSB]lBUndps]p S'2StJ;J:¡UO~ supp completo realizada en términos propios de la modernidad. Pero
·JSlOAJU(le¡ op seuewnj-[ ¡soumoe¡o¡pp además, de la modernidad hegemónica, no de su lado crítico o
U9JSOldlG e¡ opesn e¡qeq¡}[ sop1u[) negativo. La modernidad ha paseado por la historia de Occidente
-opeoy e¡ 'soluy 'ZllJJX\ S!: nniY] ollo¡9DC!- la idea de que el mundo es un espacio para ser dominado, para
ser explotado bajo la racionalidad pragmática, para ser objeto de
~pd 10d dJdlBdB vuwJP~RJ.JlU.! O'U]llll1l J
cálculo racional por la pura finalidad de su dominio y de la ganancia
que pueda proveer. Estas son las credenciales de nacimiento de la
dp BJlO:lSP-f Bl dp p~pu~~;J ID):lSpd~JBle::~·j interdisciplina, no otras. Por supuesto, ello nada supone en cuanto
U9DelUOUI3elj e¡lOd E~pe.!OUO¡j a que no pudiera pensarse de otros modos bajo otras circunstancias,
SOOlUBjd SOJEl 'SBlOjdUl=oseU!jdps<p,10¡J y dentro de diferentes marcos conceptuales. Pero sí deja clara la no
dp lOlld U11 dp d::>dpBd --- Blll~Bl;Jl}l lW~ autorización a plantear las cosas como si nada antes hubiera sucedido,
e¡ op e¡3o¡moos e¡ m A- • !llOlSJLj e¡ u, como si la apelación a lo in ter o transdisciplinar surgiera aquí y ahora,
SdplOJB SdUOpB~1)SdAU} Jp 1B~h_ 1 u;¡
como si no estuviéramos obligados a despejar equívocos y resolver
conflictos de interpretación si es que queremos ocupar ese terreno".

29 Ob. cit., p. 2.
!
:1' ..
170 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO
Tz:·d ·~p 'qo Lt
·g ·ct ·"p 'lJO 0~

Eduardo Castro, plantea que la propuesta interdisciplinar se pre-


senta como la panacea que no sólo va a liberar al discípulo de la volun- 'I!FlllU l]dps]pldlUl
,¡, 1
tad de un único y despótico maestro, sino que le permitirá integrar el .~ :'•::>Bl:.j ue30Q J011EV'!
rompecabezas universal. Sin embargo, señala que esa expectativa no se 1
i,)]:D UQ]JEppqJl.J:u O 11 pBpqep
! 1

realiza puesto que la interdisciplina se convierte en una disciplina más y ~ . Blj .A OlUSI)UEPjlp op ofop
la autoridad de un único "maestro" es sustituida por los diversos "doc~ ,1 u~ ou .. pepdp-euqdps1p1:.:>:1.
,,,,
toresn frecuentemente desorientados. En ese sentido, el saber compar~ •,;;,1; SBi\.dnu sq E 'sBppouo:nJ
1,

timentalizado se torna más compartimentalizado y el mundo fragmen~ i~ u.g ;JlS!suoJ dllb 's0repos
tado se divide aún más. Por ello, según el autor, la interdisciplinariedad : tuxe l.!y:lsd s-epBundPS1}1Jdl
es "un falso problema" o más precisamente una falsa "solución" para fE·.:;Q 'BJ]W~u 1 p BlSd U3_
un falso problema 30 .
i ,¡
·~ dp sm]qws: sopBA o aun ''
Dogan 11 señala que desde mediados del siglo XIX la historia de la
1

t1H:L}S1fl~JdUd3, ;:,p OJdllll)U 1d 1.1 1,'


' i~
ciencia es, ante todo, una descripción de la multiplicación de las subdis.. !·l Ud SOUJU111:¡ Á SO:!d;;JJUOJ 1l1
ciplinas y de las nuevas ramas del saber. La historia contemporánea de ;;:.::.llO dp SE)S]p~pddSd UOJ o:¡ 111¡[:
la ciencia demuestra cómo el camino real del progreso científico es la e¡ op omp oop;u ¡o
especialización híbrida. La mayoría de los especialistas no se asientan en 'llPJlq]lj U9!0llZ1]B!OOdSO l,11
1

, 1 llii
el núcleo duro de la disciplina, sino en los anillos exteriores, en contac~
i .~ !,
¡'-JGW9J B.UsdrtWdp BpUdp B1 11
' 1

to con especialistas de otras disciplinas, prestando y tomando prestados se~onu sq op A sem¡do ' ··~,
,,

1 1

conceptos y términos en las fronteras. Además, disminuye velozmente Bun 'o-pol d:¡ue 's;;, epudp
11',1
el número de "generalistas" y todo el mundo tiende a especializarse en dl\b l:"!lBlJdS Jl UB~OQ ,1,1
uno o varios ámbitos de estudio.
En esta dinámica, Dogan concluye que las redes de influencias in~ :o
'o¡BlllOjqOld OSJEJ un
)~UldJqOJd osp::J un" sd
1
1
il
11
terdisciplinarias están arrasando la antigua clasificación de las ciencias ¡,d
stD¿ 'S?Ul Ul)B op]Alp OS op81
sociales, qÚe consiste en el paso de las antiguas disciplinas, oficialmente B:l~tu BlJJOl JS opezq-e:¡u~nup
reconocidas, a las nuevas ciencias sociales híbridas, pero la palabra "in~ ;;::;:;dp d)U;JUldlUdlTJdlJ uSdJO)
tcrdisciplinmiedad" no expresa bien éste fenómeno porque tiene un OO]Ul) un op pBpUOlnll E]
deje de diletantismo y habría que evitarla y sustituirla por "multiespe- 11
lf.\ll~).ld4U1 Bj Jl1b OJ.Sdnd l~Z1p'ld.l '
cialidad" o "hibridación del conocimiento científico". 'F~S'JdA1Ul1 SBZdqBJddUlOJ
'1
Mattei Dogan hace un interesante resumen histórico de los l\1slfl9ds~p A. o:>1ut) un dp pt~.l
intentos interdisciplinarios. Señala en primer lugar que: "La lite~ l:!)llb P.<;):H-!UEd q OlliOJ B:¡UdS

ratura interdisciplinaria consiste más que todo en su autodefensa, 'i:u¡d '0llSB:) oplEn pi:J

lO Oh. cit. p. 8.
31 Ob, cit. p.21.
id OLJ
:¡'
1l
..,

lAs CIENCIAS DEL HOMBRE 171


'VU!lV1 V:l!J.?W\f U~ U9?J~ J~!LUOJ U~ - ,- .-
-JUnWOJ
. vp oGuw:J o VJ.V~u·:1· 1~:¡41$lpruw.:¡
..
recomendaciones y generalidades, en lugar de investigaciones acordes
ElOS un ;~psdp O ;llSJJ JdS
al sentido que tiene el término en la historia y en la sociología de la
f.JSO OWSlW BUI:c>Í101d jO
ciencia. Con pocas excepciones, esta literatura padece de un error de
lBOl]dXO BlBd '11~ vDUDO:oJ
BldlllD Bl opuen:; olllOJ)
1 óptica, el de pretender la fusión de disciplinas completas. Tales planteas
no toman en cuenta la especialización generada por la fragmentación
SHllBA ;mb SBSl ¡]l dlU;;'lllJI.J
. \1 de las disciplinas formales, una característica esencial de la historia de
SBl UlD1PU1 upn J la ciencia" 32 •
sou\¡~Wi'l so¡so
/ "
1

o¡opu¡ op so
OSUdSUOJ un J.d( /r dJdlBd t.. Señala a continuación que el término interdisciphna aparece por pri~
·pepdp-eunctps1f\l'"suenn A mera vez en 1937, su inventor fue el sociólogo Louis Wirtz. Antes, la Acade~
dlUd1UBAflBld1 Á \:, ~fPUJlXd mia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos había usado la expresión
UB1.j üpBlUOlU) '\~i] OS onb >Q "cruce de disciplinas", y el Instituto de Relaciones Humanas de la Universi~
~mb ereydS B.lOl.l\).-r EUJld:) dad de Yale propuso la "demolición de las fronteras disciplinarias". Thomas
Kuhn omitió la cuestión interdisciplinaria, aunque sí trató de la especializa~
ción. Robert Merton tampoco hizo referencia de lo interdisciplinario, pese
SBJlOdl A so¡d;;o\:¡JJ uoJ
a que ya en 1963 se había interesado en la cuestión en su The mosaic of the
lBlUOWOjdWOJ (\ ¡illEdlUOO
behavioraL sciencies, escribiendo: "Los huecos entre especialidades se llenan
o u ;:mb 'epezuBJtv ou ut;e e
lentamente con especialidades interdisciplinarias". Nótese que habla de es-
op lOUOdns opB"\ffi un .. ,
pecialidades no de disciplinas. En la obra monumental de la UNESCO
U9PBlUOlJUü::J B) {J!ldWJ
Principales tendencias de la investigación en ciencias sociales y humanas, aparecida
OU Á SOlBds¡p
en 1970, apenas si examinó de manera fugaz el asunto de la recombinación
'JtqnJpled eJpd<;\ 11 ) dp
de las especialidades. En un capítulo de ese libro, redactado por Jean Piaget
~Ud]UlpOUOJdl ld l!J~d SBU]ld[\~.
con el título de "Problemas generales de investigación interdisciplinaria y mecanis-
sd ;;mb el sd .tvv.nvr)~p¡.¡.n¡G u.,
mos comunes", encara cuestiones importantes, pero sólo en las dos últimas
op pupnpn u¡ uoil" 'eds páginas, respecto de lo que el título parecía anunciar. Ahí se sugiere la ex-
presión "recombinación genética" para las "nuevas ramas del saber".
~um .wd opo 0q-e ou
. '::J' Más adelante, Dogan señala que otros autores como Morín men~
SBSJJA1P Jp \
;adse
01 donan el tema pero admiten tener dificultades para definirlos. Morín
F~ 'o1qunD \ 'mndpsn:>~:\1
1
'
~lAJl Jod -ep o:¡ tnn:pn:Jt:¡~~J
dice: HHe usado los términos interdisciplinariedad, multi o polidisci~
. 1.:tl1
S"BpBJOdJOJU\ os Á 'BlN plinariedad y transdisciplinariedad sin definirlos. Y no lo hice porque
11
--epom s-e1 Jnb JP oppuJs · son polisémicos e imprecisos. Por ejemplo, interdisciplinariedad puede
op SdAB_l)
. B) ~ ¡Jdld)lp SBL]1
')) . significar pura y simplemente que se traten al mismo tiempo distintas
disciplinas, del mismo modo que diferentes países se reúnen en la asa m~
32 Mattei Dogan, ¿Interdisciptinar?, en www.cil-nardi.com.ar, p. l.
172 FRANZ PORTIJGAL BERNEDO ¡,
epel¡tnlf,o¡ <~Jq1>0dm¡ ;¡:ret¡
f.. ;c\¡~~~peJ~ s~u]¡dp~!P
:JP pl11unwo;::, e'-tn ouJOJ 1

¡:¡n!J (I]UJllli1Jop un uoi"CJ


blea de las Naciones Unidas sin otra finalidad que afirmar individual- e omn;:¡J ,nl' P"'P;;:¡Ulzundps¡p
1

1
mente sus derechos nacionales y soberanía ante cualquier injerencia 1~.\lJ~J p uio/qJ¡;'IJ J~ V66l u3 Vf
de su eventual vecino". Pero M orín añade que la interdisciplinariedad ·s ·ct ll?-eJp -e1qo n.
puede también querer decir intercambio y cooperación, lo que hace que
Jp ;uqUiotl Ud "B~Jmqd
la interdisciplinariedad pueda devenir en algo orgánico.
llr~(u:a:¡ p dJqos 1! 1

En su texto Sobre la interdisciplinariedad, Morín señala que: "La Jrtb SOplD!J~Ui3 1 s 1 1

polidisciplinariedad constituye una asociación de disciplinas en virtud ',,,eundFHfldlU1, d "llU


de un proyecto o de un objeto que le es común; mientras que las dis~ 'ltiellJ '(;;Jlqu:a u?~c¡mlll)
ciplinas son llamadas como técnicas especializadas para resolver tal o e·n.1n JdJ~q souiJ.l.;m() u
cual problema, en otros momentos, por el contrario, están en profunda J!Jeno:I oP"l ono 1o¿. i
interacción para tratar de concebir éste objeto y éste proyecto ... " 33 . En
s¡d::.:>, oldJJUoJ un plrp::.:>F
lo que concierne a la transdisciplinariedad 3\ añade Morín, se trata a 1 i¡:
BUJldp O~Ud1WflU::.:>S p,, !
menudo de esquemas cognitivos que pueden atravesar las disciplinas, a
veces con una virulencia tal que las coloca en dificultades. "ldp.¡oJB!8, O]:)B[!U!l o¡m 11 1
'¡'¡.
uep (BJJ'lB)ilU 1 o epuBld :,li!,
Dogan cita la obra /nterdiscipLinariedad de la OCDE, en la que se ~1]ldW1Jd SB1, :;&dl
r
1

lee: "Las primeras experiencias analizadas en tres países (Alemania, 'If B1qo Ji e¡p Qe20Q
Francia e Inglaterra) dan una impresión general de fracaso"; en el capí~
rulo titulado "El archipiélago interdisciplinario" termina reconociendo
BpU;;!jl1l1A "BUll. UOJ SdJdA
1''1
¡:,~ ~
s-eUIJnbs;;~ ;;;,p opnu::.:>UI ¡¡'·]¡
"el sentimiento de una simple amalgama" y considera la interdisciplina~
Bl r aur;:;)puo'J ;;~nb o1
riedad un concepto "epistemológicamente ingenuo". 1''
~p IB~BJl B.red U9PJl:Udll11 :11
1

Por otro lado Follari precisa: SOl~O tld 'BUl~lqord p:mJ '¡\
"Queremos hacer una aclaración primera: en nuestros trabajos O'J sBpllw-en l..los s-eundP 1 ;

(también en éste), cuando utilizamos las expresiones "transdiscipli, un gp o OD~Áord un dp


na" e "interdisciplina", lo hacemos de una manera que invierte los ~UOJ pePOJlBU!jdps¡pl)Od
significados que mayoritariamente se encuentran en la literatura v>-¡ ""gos o¡xo¡ ns u3
sobre el tema. La actual nueva oleada de moda interdisciplinar1 se 1.;

d pepJJIBU]ld):Jslpl'lllil Bl 11
'11
plantea en nombre de la transdisciplina. Es que por interdisciplina 1

1¿ 1J¡lb U:f1qw-e~ ::.:>pdnd


33 Obra citada p. 8. · "ou)JdA lBlllUdA::.:> ns ::.:>p
34 En 1994 ~e celebró en el convento de la Arrábida, en Portugal, el Primer Congreso de Trans· soLp~u::.:>p sns ~;qUdill ,,
di.sciplinariedad que reunió a más de setenta participantes, entre ellos Edgar Morin; redac-
taron un documento que denominaron. Carta de la tmrudisciplinariedad en la que se definen
'e>J!un s¡tJODBN:. se¡ op ""lq ,l
1.
como una comunidad de esplrints y en la que afirman que "la proliferación actual de las
disciplinas académicas y no académica~ conduce a un crecimiento exponencial del saber que
hace imposible toda mirada global del ser humano".

ZLl
,l
1

11
LAS CIENCiAS DEL HOMBRE 173
Jp 'SO:)d;;DUO:J dp UC;)l?t¡:::!llq ;p
un op u 0 pudmsn >e) 2¡murlrtJ.
suele entenderse la interacción de disciplinas diferentes (a través de
~;.:mbe u~1qrue4 ou1s stJl;~:';!p :1{
sus categorías) leyes) métodos) etc.)) en el sentido de que las moda-
Hl dp Bl d::JUdU!BlOS ~~ nnUJlJS
lidades de una de ellas sirven al objeto de otra) y son incorporadas
por esta última (por EL la noción de estructura tomada por Levi-
Strauss desde la lingüística). Y por transdisciplina) en cambio, el
tipo de interrelación que une orgánicamente aspectos de diversas
·sfW BUH disciplinas en relación con un objeto nuevo no abarcado por nin-
guna de ellas". (Follari 2003:1)
F;, ou 'lp~p ':'·
UdAl;;Jl1Sdl
-un e¡ A pep]urp]ll"l Bl María Immacolata, citando a Moragas Spa, explica la utilidad de
-puop1 se¡ 1ez1op~ \\o n¡ ont los conceptos señalando que la investigación p[uridiscíplinar es la que es
hecha con la colaboración de distintas disciplinas para el reconocimien-
to de un objeto común, cada una de ellas a partir de su óptica particular,
'l~ Ul)~dS ';;~nb dp U~zl!l~
lo que lleva apenas a una yuxtaposición de conocimientos dispares y no
sou ue¡¡o¿ ·emu;>'l: B~'J
a su integración. La perspectiva interdiscipUnar implica la confrontación
B)lBJIX OJO OSeJ jO S~ ""¡J 1::;¡¡¡o ¡Í
y el intercambio de métodos y puntos de vista. Un grado superior de
'BJ.O:U~l Á U1JOJI'i ;:;,;:::n,. 111 ;;;:,DS0~1lJ~
colaboración es la transdisciplinariedad, etapa aún no alcanzada) que no
se limita a posesionar un objeto común, a compartir o complementar
enfoques metodológicos) sino que trabajaría con conceptos y teorías
comunes a las distintas ciencias sociales 35 •
Sin embargo, desde otro punto de vista, Celina Lértora señala que
hasta ahora las clasificaciones conceptuales que se han intentado han
buscado diluir una confusión, más o menos extendida y relativamente
1
¡op uqpepuqn¡ o importante, entre 'multi", "pluri')) "in ter" y "trans" disciplinariedad.
"Entendidos a veces como sinónimos, hoy parece haber un consenso
básico en que la diferencia apreciable entre estos términos es de índole
1 11
(al menos) metodológica: mientras que ' multiu y pluri" indican las
aportaciones sectoriales y metodológicamente clausas que varias
disciplinas proporcionan al estudio de un tema (como cuando la carrera
uJudp sepm ;;~nb 01 de Derecho se incluye alguna materia de Economía, para explicar
;;~p 01U1Wüp ld P.JSI1Cf)¡ cUfi!diJnl!l algún problema jurídico), "inter'1 designa que el problema mismo está
'se~ ¡thr se¡ JP
planteado en términos tales que no puede ser resuelto desde un sola
epBl1UI eun uoJ
1
35 Maria Immacolata Vassallo de Lopes, Por um paradigma trarudiscip!inar para o campo da comuni·
ca¡:ao. Seminario Internacional: Tendencias de la investigación en comunicación en América Latina,
Lima, 1999.
m
174 FRANZ PüRTl!GAL BERNEDO
r'~J -~!:J ·¡¡o ¿r_
.¡!]IILJ"UI~tpj¡:dm¡ ,,,
:J·,•(,L1:~)\t>{ 1:10111"] 9~
'
l/'----
disciplina y que "trans" apunta a la constitución de un nuevo abordaje t:ptplldl
'
que supera los abordajes disciplinares que le dieron origen (temas I".":J lr l]JUdlJJSUBll 11

como medio ambiente, ecología, calidad de vida, etc., despuntan como


,. ,,¡
9 f(lj111ip SB)lHI op
problemas no solo pluri e inter sino también transdisciplinares)-' 6 • ., ~' .,¡n:Ui~ jd m JJSlS
•·11 'i' r .
Algunos como Manuel Fernández seüalan que la obra de Pierre {oJi'¡'lii1~]Blllj
1' lt 1¡
Bordieu puede considermse como uno de los intentos más exitosos por 1'. 1, ,¡¡tnur::el uJ mlid1~
avanzar en la transdisciplinariedad en las ciencias sociales. Ello se debe
a la indiferencia de las fronteras disciplinares por la gama dominios de
,,
.1l.·,¡JJ)1J:ed SJUOZl:U 11

¡lll,r!tllJ!lel11Pl'\!P oJ
,t•,
investigación especializada que atraviesa y al pluralismo metodológico. :Jlg~ ·d8]18~ snpmp SBl 1!
Sin embargo, siguió siendo sociólogo. ,rJolU~fuoJ]H
'1
Wallerstein afirma que el movimiento de los Annales, que dirigió
¡¡11
Braudel, también propuso la "multidisciplinmiedad", en el mismo perío-
do (1947 a 1967) que en los Estados Unidos se proponia los "esntdios por
área". La multidisciplinariedad al parecer trata de trascender a las discipli-
nas, pero en la práctica a menudo sólo las refuerza. Porque el término mi&-
mo supone la legitimidad y la importancia de las categorias disciplinarias
por separado y aboga a favor de la integración de las sabidurías distintivas.
El mensaje subliminal es, por ende, que sí hay sabidurías distintas.
Señala, además, que las ciencias sociales históricas conforman una
sola disciplina y no hay justificación intelectual alguna para defender el
actual conjunto de categorizaciones que denominamos "disciplinas" de ,,~~~·o~nClli!J u1s
las ciencias sociales. Incluso si fuera útil desde el punto de vista heurísti~ l:,¡j
co dividir las ciencias sociales históricas en subdisciplinas, hay bastantes
razones para creer que tendrían "nombres" muy distintos de los que ¡il
tienen en la actualidad.
1'1¡1

Finalmente, para Alberto G. Flórez 37 , la pluridisciplinariedad con-


siste en el estudio del objeto de una sola y misma disciplina por medio
de varias disciplinas a la vez. La interdisciplinariedad concierne a la
transferencia de métodos de una disciplina a otra. Más adelante, y po-
tenciada por la crítica posmodernista, surge la pluridisciplinariedad que

36 Lértor;:¡ Mendoza, Celina A., Enfoque epistemológico de !o5 prob!.emas de interdiscip!inariedad,


http://them.polylog.org
17 Ob. Cit. Pag. 5.
tLJ
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 175

aboga por un conocimiento más allá de las disciplinas, con una mirada
integradora y holistica. La transdisciplinariedad no busca el dominio de
varias disciplinas, sino abrir todas las disciplinas a lo que todas tienen
Á 0p11U:J.SUOJ UBt{ dS SdlBlD S'l., en común y a lo que yace más allá de sus fronteras.
op sqíJ;u sq OllOJqtDSop 1"
BUd1qB l191St1'JS1p BUt1 Ud
De lo señalado se puede concluir lo siguiente'
lO]'Od ep SOUODBJ"l 'j, Á t '"' Dogan cuestiona que la palabra interdisciplinariedad no expresa el
~Bld.l Bl Ud JdJd.lBpSd fenómeno del paso de las antiguas disciplinas que están siendo arra~
so¡ uos soíl1p9J so¡ Á sacia por las nuevas. El término multiespecialidad o hibridación del
~JdlU} UQPBFU eun Ud U91 conocimiento científico expresa mejor este fenómeno.
BlUS!Ul BUl1 ap SdU01SUdUI1pc·
Hay un error de óptica al tratar de fusionar disciplinas completas.
No se toma en cuenta la especialización generada por la fragmen~
U11 10d jBll1lBU OPJ]JUOJ jOfX:
tación de las disciplinas formales. Piaget habla de recombinación
SOJpqod Á SOJ1WQU0Jd ¡SdlB_:.
genética para las nuevas ramas del saber.
ap o:¡unruoJ 1a 'Jpap Sd
No hay acuerdo sobre los términos de inter, multi, poli y trasdicipli-
nariedad; son polisémicos e imprecisos como dice Morin y Lértora.
SO:J.1lli Á S0~1S9d01d 'U9P"ElU1
Hay intentos para definir cada uno de ellos como es el caso de Maria
~.(J!pB1Bd SOl 'Jpdp Sd 'UdU;,:;¡p~
lmmcolata Vasallo de López y también Celina Lértora. Follari nos
habla de interdisciplina y transdisciplina, en razón de que, según él,
ld uezpJlJBJID :anb ~sOJ1jPUI es lo más apropiado
-OJ op Od10110 pp U9j)Blli1C¡
~SdAtq dp Sü1pdw Á SlD}UJyl.::¡
Sin embargo, estas propuestas, lo que hacen es reforzar las identi~
~UHJ SOl ¡.lpdp Sd 'OdWlD ]d ~
dades, puesto que dichos términos suponen la legitimidad y la im-
portancia de éstas categorías disciplinarias. Es decir, no resuelven el
problema planteado o se convierten en una disciplina más.
sol J"EJ1unwoJ Á JBrduBw
Á so1oqwJs so1 ¡sdren2u:al so ·11¡
La hibridación de las especialidades
uapdnd SOlSd '"Sl1l1qt:qll ldP Morin dice que la historia de las ciencias no es solamente la de la
~nJ 'SdlBUHdPS1p sodruBJ so1
constitución y de la proliferación de las disciplinas sino también aque~
lla de la ruptura de las fronteras disciplinarias, de la usurpación de un
problema de una disciplina por otra, de la circulación de conceptos, de
formación de disciplinas híbridas.
176 FRANZ PüRTIJGAL BERNEDO '01(~\"'X 'cllSV[l '¡;;~p!lll3Ul!1H
• Ud 's"'[t>lto¡¡¡ 1Jd roptJ¡ti11J
1
O~d!NE!Je)\inl"ll ;)SE? A~

Dogan llama hibridación de las especialidades al "solapamiento ·uBl!]!q]sOd


de segmentos de disciplinas, la recombinación del saber en nuevos cam~ ""~uo¡ Burdps]p "P""
pos especializados. La innovación dentro de cada disciplina depende en . r¡¡tOlb opBp 'r21Bqmo UJS
gran medida de intercambios con otros campos pertenecientes a otras 'W~ s1m s-el ms ;anb 'sop 1

disciplinas,,. Es decir, como ejemplifica Oogan en relación a la botánica, dS d!lb smd11J SE1 lid
li1
un híbrido es una combinación tal de dos ramas del saber que mejora · dS Jnb p~pd1nuqdp
la especie. . rOD~l81JJ~BL[ dS

Se podría decir, entonces, que el desarrollo de las especialidades "1 • <>uopn¡!mn


que se nutren de otras especialidades produce una nueva disciplina que
es deudora de saberes de otras disciplinas que se fragmentan por la espe-
cialización. Tendríamos que decir a Dogan que históricamente así han ·stmrdps1p sr.uo
Uli i~!JBS;}JJU s~udqEs SO( 11'
surgido las disciplinas sociales clásicas y así continuarán formándose las 1!,1
4d¡rSdUEd UQIJEZ 11Ep;;JdSd
nttevas disciplinas.
!mr' o¡uoooN op
1 soooqns
Un fenómeno esencial de la historia de la ciencia es la especiali~ ~f:;OOJ U9p'E¡!{BpddSd E1
zación a través de la fragmentación de una disciplina, en este sentido
la especialización rompe las fronteras de las disciplinas en tanto toma
saberes de diferentes disciplinas en función del objeto de estudio. La
especialización parte de problemas de la realidad y por lo tanto, utiliza 'SBU1jdDS1P SBAdllli
r;TU!jdtos¡p SBj op]31l1S
los saberes necesarios sin tomar en cuenta si éstos pertenecen o no a 1'
otras disciplinas.
11,'

Limitaciones a la interdisciplinariedad
Se ha se11alado 38 , también, que hay factores que limitan la interdis- ·opodso Bj
ciplinariedad que se encuentran en la propia disciplinariedad, es decir, BUn so opuqJl.j un
en las fuerzas que se oponen a la interacción entre campos disciplina, fuos:::Jop s3 ·11 sBU1jdps]p
rios, que so.n las mismas que permiten su constitución como campos. UUJ cip Bptpom UBl2

Sin embargo, dado que la interdiscíplina es posible en la medida en que ·sopm¡p~pddsd sod
cada discipllna tenga "sustancia" que aportar, esos mismos factores lo "P so¡uow3os op
posibilitan. BWP.¡¡rm3oa

38 Véase a Luz Maria Nieto Caravedu, Una visión sobre !a interdiscip!inariedad y su construcción en l.os
curriculos profesionales, en Cuadrante N<> 5-6, enero-agosto, 1991, Revista de Ciencias Sociales y
Humanidades, UASLP, México.
11
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 177

·u!Zo¡opos Á upo.:¡srq 'sB=>P)¡od SB!=>11I:o:_1l


~U?UTWOld S~UI SBl opUd]S 'sup·eu~¡sap 9 ¡~~\, En la medida que la conformación de los campos disciplinares, cu-
SBJnr:nu:¡s;;¡ Á sosdJOJd a.1qos OJtl~JUil~«>r,­ rriculares y profesionales se realizan a través del "habitus,, estos pueden
sowe]so pepnemoe "1 ug 'XIX: o¡~¡s estar constituidos por:
~BUOprupsu¡ Bj SEl:} Sd.lUBU!UlOp SBS!lll
l. Los códigos que se utilizan, es decir, los lenguajes, los simbolos y
~uy SOl Jp O:j.UJF111AOU1 ¡a :Jnb Bj81JdS
significados especializados que sirven para manejar y comunicar los
conceptos y disposiciones que son propios del campo.
-rupsu1 ldJldl uun E uoJJplnJJJ s:¡m;3..:~:. 1·~f'.r, 2. La racionalidad con que se construye el campo, es decir, los fun-
Sd.lJlilJl SOl dp '?1113 SI}W 1) Ut:qBJ~nq SJU;?.n-~,. ~ damentos teóricos, las metodologías, técnicas y medios de inves~
1B.lJU1!1 E U01t:p11ÁB 'O:}UB.llüd Á 'jBUUOl
tigación, validación, discusión y conformación del cuerpo de co~
d:).Ud~JldlUJ BlJUBUl Jp JBUJJqo~ Blt:d C0¡;
1~ nacimientos -no necesariamente científicos~ que caracterizan el
UOldJUJAUOJ dS SdlEJJOS SB!JUdf'J SBl dlllJj¡(.¡~ campo.
3. Los componentes ideológicos que se sostienen, es· decir, los paradig~
1ap o¡pn:¡s;a p 91~Up:!Sd1 SBll!ld!Js]p SBJ\.df;J¡~;e: mas, valores, creencias, formas de legitimación, propósitos y mitos
'O)dlJUOJ Á O:'l!J-}dUIJ Bld ;;,:¡
1
que subyacen en los conceptos y prácticas de cada campo.
4. Las relaciones de poder que se establecen, es decir, el conjunto de
~BUOPEldl SOJp}dWd S:ap:~!Jd:!BW l:l UOJH:::l acuerdos y luchas por los espacios culturales, económicos y políticos
que caracterizan el campo y que surgen del conflicto natural por un
'E.lSJ1E:)]dEJ Q 1j<:l espacio social determinado.
Sd1Edpupd SO] UOJ JJA ::mb UO.lJ!At1) OJ!....:..t:l
Estos factores que se conciben como dimensiones de una misma
')· realidad social son los que entran en tensión en una relación inter~
~opn::¡psu! :a::¡ud¡dpuJ B1 ap BJJJJt~ seso:::> CJJr¡¡
disciplinaria: los factores 1 y 2, la racionalidad y los códigos son los
elementos que más frecuentemente se intentan esclarecer en la rela~
su¡:m;;,p, ;:,p o::¡unfpu o:¡uJWJIJJ¡..rdnJ u_ n1r:, ción interdisciplinaria. Mientras los factores 3 y 4, relaciones de poder
UJ SBpBsBq Sd.lUBZ1]BSldAJU11 SBpll;;>p OUI."ú·-. ·e ideología, pueden encontrar más resistencia en una discusión abierta
SBlS3 'Ol]JOlop Á B!JOSO]!) ::>p SlpB::¡¡n:ne_J. y explicita porque son factores que ponen al descubierto las reglas de
~ddJB ldS Ud dlqUJOU OUlpJl;l ld ~l!J "'~-'""~TIT'"l juego ocultas, es decir, los supuestos bajo los cuales se han construido y
~BJ~OlOPOS Á BJWOUOX> 'SBJPJIOd se siguen construyendo estos campos 39 .
SBlSO op eun epeo op o¡pmso H
HlillOJ Ud uuqeuoptqa.I as ou Jnb

6Ll 39 Luz María Nieto Caravedo, ... p. 6.


178 fRANZ PORTUGAL BERNEDO 1t
ot

La institucionalización de las disciplinas sociales categoría abarca


directa con el
Durante el último siglo se ha efectuado un proceso masivo de insti,
esferas llegó a
tucionalización de disciplinas separadas. Las múltiples disciplinas que co-
nocemos en la actualidad reflejaron la ideología imperante en el mundo
del siglo XlX: el liberalismo clásico en su variante británica. Wallerstein
señala que en 1850 ni las universidades suecas ni ninguna otra tenían
departamentos o incluso cátedras de muchos de estos campos discipli,
nares, pero en 1914 muchas universidades habían convertido algunos de
estos campos en departamentos. En 1960 la mayoría de universidades del
mundo contaban con casi todos. Antes de 1859 no existían asociaciones
académicas como las conocemos hoy, que agrupan expertos en áreas. En l.
1914 ya existían asociaciones nacionales con tales denominaciones en E u,
ropa y Norteamérica, y en los años sesenta esto ya había ocurrido en todo \1

el mundo. Las asociaciones internacionales con estos nombres son crea~ 2.


ción del siglo XX! y lo mismo puede decirse de las revistas científicas40 •
Wallerstein 41 dice que el principal modo de institucionalizar las 3. el modo de
ciencias sociales fue mediante la diferenciación en la estructura univer~ 4. el empuje empiriita:
sitaria tradicional europea que en 1789 casi se encontraba moribunda. cambio social.
Las universidades en ese momento se encontraban aún organizadas a
la manera tradicional de cuatro facultades: teología 1 filosofía! derecho
cada vez más en
y medicina. Hacia finales del siglo XIX seis "nombres" se estabilizan
un mundo donde
como disciplinas! se institucionalizan en el sistema universitario y como
el alcance de dicho
asociaciones nacionales de eruditos. Y en el siglo XX como asociaciones
estructurados por e. f.IL
internacionales de eruditos.
ción: los movimient)S.
La denominación de disciplinas refleja en gran medida el triunfo
Por otra parte1
de la ideología liberal. Ello explica por qué los marxistas sospechaban
na les surgió en reaüiOJ .j
de las nuevas ciencias sociales y por qué los conservadores habían teni~
lización de las cienC·1H)
do aún más sospechas y habían sido más recalcitrantes.
acostumbrados a ¿¡,jd¡~i 1 1 1
. i
La ideología liberal delimita tres esferas de actividad del proceso sociales en una serie1le:il 1\
social: la relacionada con el mercado, el Estado y la persona. Esta última tes: antropología! ec,IQ¡.¡:1"

40 Ob. Cit. p 103- 104 42 lbíd., p.23


41 lmpensar ... , p. 21 -22 43 !bid., p. 238.
'1
1'
1

L
LAs CIENCIAS DEL HOMBRE
179

'stqJUdp S\:l ;ap S: :2~:1;;;,


categoría abarca todas las actividades que no se relacionaban en forma
onb SBU!]C\¡:JS)p
directa con el mercado y el Estado. El estudio de cada una de estas
mpanb so)¡}llU~J:t~
esferas llegó a denomin<1rse: ciencias políticas, economía y sociología;
's~mopy
11;
la denominación de ciencias políticas fue el último nombre en ser accp~
1

,11 onb BJ uo B0¡pi>dau:=,


tado por una disputa entre las facultades de filosofía y derecho. Estas
Sd UQ!SO.ld e5'3
11 tres disciplinas se desarrollan como ciencias universalizan tes basadas en
¡,,, Bj"P "P""\)_¡:d investigaciones empíricas, con un fuerte elemento adjunto de "ciencias
"P OSOlilOl'1 l"P o aplicadas".
UoDBlOJ)j0-\0 BUU:
Agrega Wallerstein cuatro cosas acerca de la incipiente ínstitucio~
42
dS souB'1s S! 0 AnJ
nalización de estas disciplinas:

Sf.Ul BÁ dJB~ (rr.n=: l. desde el punto de vista empírico tuvieron que ver con los principales
-Juoq!] eun omo=:, países de la economía~mundo capitalista,
]d dA!A Oldl~V:OJ 2. casi todos los eruditos se abocaron a materiales empíricos relaciona-
Et¡JOJ)SO Bj 8 Epe · dos con su propio país,
OS Epl.\ Bj O)J' pBt::
pepm1opol\1 Bj
3. el modo de trabajar dominante era empírico y concreto,
4. el empuje empirista de las nuevas disciplinas restringió el estudio del
cambio sociaL
~BUB.ldlil EUI.1 Ud
l!UdAdp ld u ;;y so:ror ,;:<- En este sentido, concluye que las ciencias sociales se convirtieron
o:3dn~ un u~ _$dJE cada vez más en un instrumento pHra gobernar de manera inteligente
SOUO)EmqB[ !"30j UO::<j un mundo donde el cambio era normal, y por tanto, ayudaron a limitar
el alcance de dicho cambio, y quienes buscaban ir rm\s allá de los limites
estructurados por el mundo burgués recurrieron a una tercer institu~
ción: los movimientos.

UQpEU1p1:3Jj --:13] d~ -U;." Por otra parte, Wallerstein 43 señala que el movimiento de losAn~
~sdu1 ·oApetr-LJddiD~. nales surgió en reacción a las premisas dominantes tras la instituciona,
sond J~qBs opo¡ =11 lización de las ciencias sociales del siglo XIX. En la actualidad estamos
SO] UEJZdlBd~ dn"C::::)l acostumbrados a dividir el conocimiento sobre procesos y estructuras
~nr.dJ dnb dlll) p sociales en una serie de categorías designadas, siendo las más prominen~
tes: antropología, economía, ciencias políticas, historia y sociología.

42 !bid., p.2J
43 Ibid., p. 238.
180 FRANZ POR11JGAL BERNEDO

opm:~QIJ 'sdSJBd sotpnm Ud

l¡IUO 1]'fc~IJBZJUB3l0 BJ UO o¡q i:


La institucionalización de las ciencias sociales se fundamenta en ·1'¡ A¿o¡: muo Bpun¡ os ;mb un
siete premisas principales: ·eui~r~mpBpdpos Bl ud J;)qt:s 1" 1

l. Las ciencias sociales se constituyen de diversas "disciplinas" que son ,¡ , \ldAillfil:lr U9]JBpUI1J tq !!'
1
I[Jl.
agrupaciones intelectualmente coherentes del objeto de estudio, '\ Sd)UBU1U10pdld U01
pero diferentes entre sí.
1p o,¡¡"opumu 1' opol
2. La historia es el estudio, la explicación de sucesos particulares ocu. s~ muo·~¡ opo~ ~·mb 10d p
rridos en el pasado. Las ciencias sociales son la enunciación del con~ rpo.¡q e¡ so eDUOD q ·L
junto de reglas universales que explican el comportamiento social de
los seres humanos. '0!>0) op BUOlS]'j e¡ ·g

3. Los seres humanos se organizan en entidades que.podemos llamar ~Oj'J;j1]JOS..lBJBJS0 Elpod


sociedades, las cuales constituyen los marcos sociales fundamentales op]r~;¡¡:) Ud 'opunw ldP

en los cuales se vive cada vida humana. ,, tdol ]J:.X o¡~1s ¡ap ¡emJ]¡j ·S
('ltl¡
4. El capitalismo es un sistema basado en la competencia entre libres \ ·opBJJ;:JUI un Ud B:t
productores que utilizan el libre trabajo en la producción de libre )\ __ ,1 Du1ut;.¡,¡qn, A '-epuBJldlii
mercancía, y "libre" significa que está disponible para su compraven~ Fl m:rp Jnb SdlOPnpold
ta en un mercado. 'l~¡l.!m~1SI\~·,sd 0UlSHB:t1dBJ l3 "-\7

S. El final del siglo XVIII representa un cambio crucial en la historia b1AEr::l.\!;\ dS SdlEtTJ SOl Ud
del mundo, en el sentido de que los capitalistas al fin alcanzaron el tpsum;¡111J SBl 'sdpepdpos
lB2lO~iüUBUint1 SdldS SOl "(
1

poder estatal-social en los Estados claves. l:j


!(~.
1,\ .,1 ¡OUBU!OH SOlOS SO)
6. La historia de los seres humanos es, inevitablemente, progresiva. ' \ l~. \ "l.
1/':nj:·:_b SJja:l'.itll1 Slq3Jl dp Ollit1[
7. La ciencia es la búsqueda de reglas que resumen de manera sucinta
. ''u;:¡p~íppEsBd F~ Ud sop111
el por qué todo es como es y cómo suceden las cosas. ·, Bl '0"::~9 ld SJ Bpo:l.S1l{ tq ·z
Todo el mundo estuvo de acuerdo con estas premisas y se volvie.- '!l:~rJd sJ:¡Ud.ldJ1p O.ldd
ron predominantes. SJUOTJ1'.dlU2B

La fundación de la universidad fue una forma de legitimación del .~1 1 ~su~n~;¡epos SB};Udp stq ·1
saber en la sociedad moderna. Su origen está en la Universidad de Ber- ) ~·
t '\·kir~mpd SBS1Uldld JP1S
lín que se funda entre 1807 y 1810 y que tuvo una influencia considera- 1

dp U~:qBUOplU1)SU1 Bl
ble en la organización de la enseñanza superior en los siglos XIX y XX
en muchos países, empezando por Estados Unidos. '1

1\1
'f ZNV!~ 081 11

'

l.
¡1
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE
181
1 HUO.l S'Ulll.lt~j SUJ Á JU~LidpF~Jc..:rp:::))

Según Lyotard, la gran función que la universidad tiene que reali~


O<.{lUBJ ¡;;¡ Ud SdJB~ OWOJ Of ]O zar es exponer el conjunto de conocimientos y hacer que aparezcan los
~s!p o_¡n_¡r.:¡s;, O!dDJd ns .Ipa tcr ::-:J~
1 principios, al mismo tiempo que los fundamentos, de todo saber pues
-s1p SBJlO SBj op ODUOJOJJP "'q ! !IIP no existe capacidad científica creadora sin espíritu especulativo. La es~
UQ]JBUJUUdPp BJ IDHdw¡ C) ro m! peculación es el nombre que aquí lleva el discurso sobre la legitimación
O_J_UJlUIDOUOJd.l 11S UJl0p1b IJ¡¡ del saber científico,

En este sentido, las escuelas son funcionales, la universidad es es~


peculativa, es decir, filosófica, Esta filosofia debe restituir la unidad de
los conocimientos, dispersos en ciencias particulares en los laboratorios
y en las enseñanzas pre~universitarias, y sólo lo puede hacer en un juego
del lenguaje que los enlace unos a otros como momentos en el devenir
del espíritu y, por tanto, en una narración o más bien en una metana~
nación racional 44 •
· BJddSlA e¡ ~mb oZ§.o 0
" '
OJBlilQd.§ un UOJ O 10pBJ10:¡sfL:J!(í:...:::¡!Sll1 Lyotard dice que, "Jürgen Habermas piensa que si la modernidad
-üUO:::Jd un ElBdu :¡Jpl1Bl8_ BJlS-~E::;:'!JL)S! ha fracasado, ha sido porque ha dejado que la totalidad de la vida se
'}lEJOdJOJ SdUOpBZ1UB21D S!1S ~n~ fragmente en especialidades independientes abandonada a la estrecha
se¡ opue0n 'sdpBpJS.ldAJU11 Sl.:=J1 r_n1 competencia de los expertos, mientras que el individuo concreto vive el
o_¡mq Ud BZldl1Jdl dS pBpnt~;).l !~.'*:?.~.1 sentido "desublimado" y la "forma estructurada" no como una libera~
ción sino en el modo de ese inmenso tedio acerca del cual, hace ya más
21p ;;¡:¡_red SJ 0-1-JJdse dSd :;mb tidrl.!t.b
de un siglo, escribía Baudelaire" 45 •

"P ou 'P"PlJB"' "1 "P OJJOdSl"'J¡b.,d;B Dice Lyotard que la crisis del saber científico, cuyos signos se
em;;¡¡qo1d un o¡dpupd u :a S'?. GLI8 multiplican desde fines del siglo XIX, no proviene de una proliferación
·Ll3_ 'S:::>p:!d.l OU Á SOJ]á'QjDpo:¡;;!DCIJOld fortuita de las ciencias, que en sí mismo sería un efecto del progreso de
eun op o¡)npoJd so 'pE]JljBOC:.og¡~¡e>J las técnicas y de la expansión del capitalismo, sino que procede de la
Jnb JdpuJJdwoJ epmuuJd erosión interna del principio de legitimación del saber. Esa erosión es
1¡1
Jd UOJ pepne;:u BJ1JpU11JUO==~Jl!..nlOJ efectiva en el juego especulativo y relaja la trama enciclopédica en la que
Sl.DqSJ10l{ SdUOJSJA SdJdi\ SElJ::).l:I:! cada ciencia debía encontrar su lugar y las deja emanciparse. Además,
11
·ndps¡p SHSlJA]p SBJ 'sJp::uo] [OtJ las delimitaciones clásicas de los diversos campos científicos quedan
-BzJueiüo u~:¡sJ OWQJ JP p::J.L..UHf TBJJ sometidas a un trabajo de replanteamiento causal: disciplinas que
uo epe¡uom~n¡ o epe¡o)JBd desaparecen, se producen usurpaciones en las fronteras de las ciencias,

44 lbíd, p. 66.
45 lbid,, p, 12
E8l
.,-t'P!'ll LV
182 FRANZ PoRTl !GAL BERNEDO
9v

de donde nacen nuevos territorios. La jerarquía especulativa de los


conocimientos deja lugar a una red inmanente y, por así decir, (¡plana"
's'l:snpuo:J
de investigaciones cuyas fronteras respectivas no dejan de desplazarse.
Las antiguas "f<icultades" estallan en instiniciones, fundaciones de todo
tipo; las universidades pierden su función de legitimación especulativa. }jOS9j1J SOj
Despojadas de su responsabilidad de la investigación, que el relato s~.;_ n~2n1:i::;J1 udpdnd
1

especulativo ahoga, se limita a transmitir los saberes considerados .~ S~·'2)!Sl1JU<1.'D0.\0.ld 0p


•UHI ·l)(l 1 U(1.ii[Jl1Sll. eun
establecidos y aseguran, por medio de la didáctica, mcls bien la 11J¡¡I '
reproducción de los profesores que la de los savants" 46 • "111 ns rbo Bpudp
"Sdl:i·.e¡llJH S8Sd
Más adelante Lyotard, refiriéndose a la enseñanza, dice que ésta
S0f!::!tílbJJOJ Sd.lOtJ
debe asegurar no sólo la reproducción de competencias, sino su pro-
op Bl"l11I)dso l"P
greso; sería preciso, en consecuencia, que la transmisión del saber no
,. Jer;~I !lJtUS11!dW8
l~·,·

se Hmitam a la de informaciones, sino que implicara el aprendizaje de


~~l?.pd!Ó\ trJ J)dUdl
rodos los procedimientos capaces de mejorar la capacidad de conectar
ctrJs1?~o11.q
campos que la organización tradicional de los saberes aísla con celo.

La interdisciplinariedad, difundida después de la crisis del68, per-


tenece en propiedad a la época de la deslegitimación y a su urgente
empirismo. La relación con el saber no es la de realización de la vida
del espíritu o la de emancipación de la humanidad, es la de los utiliza~
dores conceptuales y materiales complejos y la de los beneficiarios de
esas <-1Ctuaciones. "En el modelo humboliano de la universidad, cada
ciencia ocupa su lugar en un sistema coronado por la eSpeculación.
Una usurpación, por parte de una ciencia, del campo de otra sólo pue~
de provocar confusiones, "ruidos" en el sistema. Las colaboraciones no
pueden tener lugar más que en un plano especulativo, en la cabeza de
los filósofos" 47 • ¡11'1

1'
s:::~tl'r~7J!-ISJ/\U] d]'
Conclusiones, distinciones y precisiones efdp.•_tJ]Ulpouo! li
En el debate epistémico sobre las ciencias del hombre es necesario u': opuop op 11

tener en cuenta las siguientes conclusiones, distinciones y precisiones:


11
46 Jean-Franc;uis Lyotard, La condición jw.>tmodema, edicione¡; Cátedra, Espafla, 1987, p¡:¡. 75-76.
47 !bid., p. 96.

f
1
LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 183

l. La realidad social es una sola y no está parcelada o fragmentada en


disciplinas, es decir, no es lo mismo lo real de cómo están organiza,
das, en términos académicos e institucionales, las diversas discipli~
nas. La realidad impone, por ello, muchas veces visiones holísticas
para la comprensión de un problema. Confundir la realidad con el
objeto de estudio de una disciplina no permitiría comprender que
ese objeto de estudio, un aspecto de la realidad, es producto de una
.Old Á S"BUl;;I_L 1'.lS1Adó1[_ 'v,:;.l_,
totalidad, sólo divisible en términos metodológicos y no reales. En,
lo
tonces, la investigación de la realidad es en principio un problema
'WPBW 'lB!.IOl1P3 t:r--en.J-e .• de método, es decir, de selección de un aspecto de la realidad, no de
• toda la realidad, pero sin perder de vista que ese aspecto es parte de
la realidad.

2. Esta visión fragmentada o parcelada de la realidad se refuerza en tanto


estas disciplinas se institucionalizan en las universidades, creando las
sOl E 0Sd1;3d1 ld ;; -dJ;J\:1 profesiones e identidades profesionales y sus organizaciones corporati~
J,\ldl1Sdl :pt:p1S.ldl'o.i\1UT', vas para defensa de sus fueros. Como lo ilustra Braudel: "Pc1ra un econo-
sJpBplAp:OB SB) OJ¡nuo '\ mista o para un sociólogo discutir con un historiador o con un geógrafo
uQDB~pSOAUl Bj OHP Á\ supone sentirse más economista o sociólogo que la víspera".
Bpol 'pepopos e¡ , Á p<
uJnq un B U9FnH110~ 3. las disciplinas modcrn;-1s se constituyen históricamente como parte
'o31eqwo ms ·so¡• e¡ 1; de la división intelectual del trabajo, constituyen la base de la distri-
B] op lizo¡em¡eu e-,¡ e ~r; bución y división del conocimiento; lo cual se refleja no sólo en la
¡Jpod op souopB!f]"" '\ ·, diferenciación intelectual de los saberes, sino en la demarcación de
sOl 'sodunD so¡ df.!.\n14:' :1 la comunidad académica, las facultades, departamentos y especiali~
sa31p9=> so¡ :uos o-oruo'.b dades y se expresa a su vez, en las profesiones, las titulaciones, etc.
4. Las disciplinas para existir como tales requieren su reconocimiento
sVj op U9PBJ3o¡m :! 1lj
y acreditación en las universidades; ello implica la determinación
st1P:o3;a:¡1D s-e¡ dp 1 de su "propio objeto de estudio" que las diferencie de las otras dis~
so:!Sd ;anb.1od u-ez.u;ar ciplinas, su metodología y técnicas, es decir su propio estatuto dis~
sv] op pepou ciplinar, ello las legitima para su ejercicio como tales en el campo
;:nUBUOdUI1 Sd 'o~.iheq·
académico y en la sociedad.

5. Las sucesivas separaciones o particiones del mundo de lo "real" que


se dan históricamente en la sociedad occidental y las formas como
5;91 -~\;
184 FRANZ PORTUGAL BERNEDO

se va construyendo el conocimiento sobre las bases de este proceso ~l]al.l ciopPnJB


1 d:¡s1Xd o N ·6
de sucesivas separaciones, es hoy una tendencia en la medida que
¡D:. ·prrlfllu!Jdps 1 p~d:¡u 1
se acumulan los saberes. La revolución científica esta cambiando de ,1;0:) ~!dDUl) jl:'!Ollid1W1L\OW 11
manera radical la naturaleza misma de las disciplinas sociales, su
;!·s > 1
1 ~í); t:ll~ldS ;:mb ~opc:¡
•1,
1;
función y su papel dentro y fuera de las instituciones, en especial 'IQB:, ~~~lB sílPUOJ StqlESdJdU ¡:¡1
en razón de que las disciplinas sociales son espacios funcionales al \\1, t;~~ ;s ;nb ~y)pdw E dnb
desarrollo del mundo occidental.
~H¡ ~OI)B~JlJ.IU: Jp SE~n:¡pD
1 ~ • ¡,[
6. El pensamiento "universalista sectorialista" que Wallerstein define, '.',Lll ~~wz1~J ~:mm 13 UdÉlpO
1. '
es la forma como se sostienen las denominadas disciplinas de las . \~~ 1 ~elliJ~)ld~Jq )SE SEJ1W?p '1'

ciencias sociales y que impide que el análisis alcance a ver el todo y l• !\¡e~¡¡'ll>Oil pepqeo1 q ·g
:'li!F ·· · • 1!1
apreciar el flujo del mundo histórico real.
t:.~(s;,~ )J sr¡~.118dC'J A~13ÉlpsJAU1
1¡1
7 La especialización del conocimiento a diferencia de la disciplinari- :;,?l~: \'j~ lfl-o]pr:;a ap so:¡1qw~ ¡!
;'
zación esta en función de los nuevos problemas que surgen y por 1 ·\~l f.)SJ¡gJldjlr)P.;;u OU1U113J
J\
'\c~h¡.\Ul.illlllUSlp "SBlSl]
¡
consiguiente no están sujetos a las fronteras que trazan las discipli~ [11
nas y es en estos campos donde el conocimiento tiene su mayor de~ ,'' s¡~iJoJ ¡uo:-·q q ·onoues
sarrollo. La historia contemporánea de la ciencia demuestra cómo el .~·::¡n\~\JdmfJ~ü;i~ Ud Sd A SEU 1'

camino real del progreso científico es la especialización. Los "genera~ ) ·4~ u~püUJ:)Ud)l1.§1SUOJ
111

listas, disminuyen y la tendencia es a especializarse en uno o varios 1


10~ I.IO¡:JUI~~;¡ B:¡Si) UQpBZ
' ..
ámbitos de estudio. La especialización ve en la realidad problemas a .,.
1
·~ ]~p uylllZ!l13pddsd 131 ·¿ il¡,
.-rUt
investigar y no parcelas disciplinarias. . 1·
:!lu1 'l)w ¡JrOIIIU l" 1BD01dB '111
1

8. La realidad no existe fragmentada, sin embargo, las disciplinas aca- }1¡0\!¡ ~n[1,i!i:8pOS SEpUdp
démkas así la representan y a medida que éstas se desarrollaron dan '·:!¡J~.:\ ~~ CU:(I) P.WlOj B1 Sd ¡11 11

origen a nuevas fragmentaciones, a la afirmación de sus lenguajes, 'i. "YJAlli\1, üjU~)WBSU;;Jd 13 '9
-Ir¡~ , 11

culturas de investigación y aplicaciones prácticas; el problema fue


'~.~ v~· 1 l l1 1
que ;:¡ medida que se fr;:¡gmentaban no previeron las conexiones
·'~1J~-. 11 fp stijiflb ~p UQZBl UJ ¡i:
necesarias con otras áreas. La resistencia a éste fenómeno fragmen~
tador que se fortaleció con el auge de la modernidad fueron los
''h¡'<'"r li ¡>iru ns ;., u 9 pun1
~~BlJ [D1p13~- lUdUBW
' ,,
1.
1

l.
movimientos, al principio timidos, de la pluridisciplinariedad y la
interdisciplinariedad.
1 !;~t·:··~JJt1BN'] UEp1Wl1J13 dS
11
{1J~ \JntlJell, SEAlSdJnS dp l
9. No existe acuerdo sobre el significado de la in ter, trans, multi, poli, pos p oru~mJ.:¡SUOJ l'i\ dS '
1

disciplinariedad, hay distintos puntos de vista que intentan darle un !'


significado específico. Entendidos muchas veces como sinónimos sus
'"

ts1 1!
llil
'

LAS CIENCIAS DEL HOMBRE 185

' 11 diferencias son de orden metodológico. Sin embargo, es importante


el esfuerzo para resolver el problema de la disciplinariedad de las
ciencias del hombre, pero en la práctica las refuerzan porque estos
términos suponen L-1 legitimidad y la importancia de las categorías
disciplinarias por separado y aboga a favor de la integración de las
sabidurías distintivas.

10, Existen limitaciones a la interdisciplinariedad como son: los códigos


que se utilizan, la racionalidad con que se construye los campos, los
componentes ideológicos que se sostienen y las relaciones de poder
que se establecen. Estos factores son inherentes a la naturaleza de la
existencia de las disciplinas, sino dejarían de ser tales. Sin embargo,
la interdisciplinariedad aparece como una solución a un buen
número de problemas que plantea la universidad y la sociedad, toda
vez que se apoya en el movimiento de la ciencia y de la investigación
hacia la unidad; permite a su vez llenar el vacío entre las actividades
profesionales y la formación que ofrece la universidad; resuelve
el problema del trabajo desarticulado y favorece el regreso a los
problemas de la realidad 48 .

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Correspondencia:
Franz Portugal Bernedo
Docente de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM
Correo electrónico: frapor@universia.edu.pe

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