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PRESENTADO A:
Dora Jimena Blanco Mendoza
Instructora
PRESENTADO POR:
Edith Gomez Avila
Aprendiz
Esta acción constante puede distraer a tu público del mensaje que estás tratando de
comunicar. Puede causar que el micrófono caiga al suelo y de verdad asustar al público
con un estruendo.
Mantén el micrófono apuntando a tu boca a tres dedos de distancia.
Si el micrófono no apunta directamente a tu boca o está muy retirado de ella, el público
no te escuchara. Por otro lado, si está demasiado cerca puede causar ruidos
desagradables y sobresaturación.
Deja que el micrófono amplifique tu personalidad.
No le tengas miedo al micrófono.
Mucha gente lo aleja como si no quisiera que su voz realmente fuera captada por el
micrófono, o como si se intimidaran al escuchar la intensidad del volumen de su voz
saliendo por las bocinas.
Esquivar al agresor:
Objetivo: Permanecer en silencio y responder al ataque con el lenguaje corporal. en
este sentido podemos:
- Mirar al agresor con los ojos exageradamente abiertos como si lo que nos hubiera
dicho nos hubiera sorprendido, y no pronunciamos ni una sola palabra.
- Saludar amablemente con la cabeza, como si nos cruzáramos con un viejo amigo.
- Tomar un respiro y observar al contrario como si tratara de un ser raro y exótico.
Conoce sobre el tema. Cuanto más entiendas sobre el tema del que vas a
hablar, y más te interese ese tema, tendrás menos probabilidades de cometer errores
o perder el hilo. Y si te pierdes, podrás recuperarte rápidamente. Tómate cierto
tiempo para considerar las preguntas que podrían hacerte desde el público y prepara
las respuestas.
Organízate. Con anticipación, planifica atentamente la información que deseas
presentar, incluso cualquier accesorio o dispositivo de audio o visual. Cuanto más
organizado estés, menos nervioso te sentirás. Prepara un resumen en una tarjeta
pequeña para mantener el hilo. De ser posible, visita el lugar donde hablarás y revisa
los equipos disponibles antes de tu presentación.
Práctica, y luego practica un poco más. Practica toda tu presentación varias
veces. Haz tu presentación ante algunas personas con quienes te sientas cómodo y
pídeles sus comentarios. También puede ser útil practicar con pocas personas con
las que no estés tan familiarizado. Considera hacer un video de tu presentación para
que puedas verlo y ver oportunidades de mejora.
Enfrenta tus preocupaciones específicas. Cuando tienes miedo de algo,
puedes sobreestimar la probabilidad de que ocurran cosas malas. Haz una lista de
tus preocupaciones específicas. Luego, cuestiónalas directamente identificando los
resultados probables y alternativos, y verificando si hay evidencia objetiva que
respalde cada preocupación o la posibilidad de que los resultados que temes
ocurran.
Visualiza tu éxito. Imagina que tu presentación saldrá bien. Los pensamientos
positivos ayudan a reducir parte de la negatividad sobre tu desempeño social y
alivian un poco la ansiedad.
Respira profundamente. Esto puede ser muy relajante. Inhala lenta y
profundamente dos o más veces antes de subir al estrado y durante el discurso.
Concéntrate en tu material, no en el público. Las personas prestan atención
mayormente a la información nueva, no a la forma en que la presentan. Tal vez ni
siquiera noten tu nerviosismo. Si las personas del público observan que estás
nervioso, es posible que te alienten y deseen que tu presentación sea exitosa.
No tengas miedo a los momentos de silencio. Si pierdes el hilo de lo que estás
diciendo o comienzas a sentirte nervioso y tu mente se pone en blanco, tal vez te
parezca que permaneciste en silencio durante una eternidad. En realidad, es
probable que hayan sido solo unos pocos segundos. Incluso si es durante más
tiempo, es probable que al público no le importe contar con una pausa para
considerar lo que les has dicho. Simplemente respira lenta y profundamente un par
de veces.
Reconoce tu éxito. Después de tu discurso o presentación, siéntete complacido.
Tal vez no haya salido perfectamente, pero lo más probable es que seas más crítico
tú mismo que el público. Verifica si alguna de tus preocupaciones específicas
realmente ocurrió. Todos cometemos errores. Considera los errores como una
oportunidad para mejorar tus habilidades.