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Arte y arquitectura paleocristiana, germánica y bizantina.

Autor:
Leonardo Steven Claro Melo

Universidad Francisco de Paula Santander


Pregrado de Arquitectura
Cúcuta, Norte de Santander
2020
Arte y arquitectura paleocristiana, germánica y bizantina.

AUTOR:
LEONARDO STEVEN CLARO MELO
Parcial #1
DOCENTE:

JESSICA VIVIANA SANCHEZ ZUNIGA

Universidad Francisco de Paula Santander


Pregrado de Arquitectura
Cúcuta, Norte de Santander
2020
Resumen
El tejido cultural de Europa en el Medioevo ha influenciado enormemente el
desarrollo estético y cultural de la mayor parte del mundo, pues las soluciones
arquitectónicas y artísticas fueron ampliamente utilizadas y difundidas a lo largo de la
historia para aumentar la complejidad de una obra y lograr las que hoy conocemos
como las mayores obras de arte de toda la historia de la humanidad. Pero,
refiriéndonos al contexto de la Roma occidental, oriental y de los pueblos germánicos,
¿cuál fue cronología o, más bien, la influencia que el arte paleocristiano influye al
desarrollo artístico del imperio bizantino y de los pueblos germánicos asentados en
Europa luego de la caída del imperio romano:

Contenido
El cristianismo ha influido enormemente en el arte desarrollado durante los
primeros siglos de nuestra era, especialmente al de occidente y, por consiguiente, al
resto de movimientos artísticos que desembocaban de los más tempranos. Tanto es así
que hoy, en gran parte del continente europeo, aún encontramos vestigios de estos
primeros estándares y corrientes estéticas desarrolladas a partir del surgimiento del
cristianismo en el imperio romano de occidente, siendo el arte paleocristiano el
primero en desarrollarse.

El arte paleocristiano se desarrolla desde la aparición del cristianismo hasta la


caída del imperio romano de occidente debido a las invasiones de tribus de bárbaros,
que no eran más que tribus extranjeras que no hablaban ni griego ni latín. Estas
culminaron con la conocida como la caída del imperio romano. Sin embargo, este
estilo de arte tendría su continuidad en oriente, donde evolucionaría a lo que luego
conoceríamos como el arte bizantino.
El arte paleocristiano está dotado de símbolos netamente religiosos; el más
importante de ellos: el crucifijo. Simbología que venía estableciéndose a partir de los
inicios de esta religión. Se cree que el establecimiento de estos símbolos está
relacionado con inscripciones encontradas en la ciudad de Pompeya, aparentemente
posteriores a la catástrofe ocurrida aquí, que son básicamente obras que se pueden leer
de la misma manera de izquierda, arriba y abajo, etc. (Arepo) Sin embargo, no se
puede asegurar por completo que el origen de toda la simbología cristiana esté
relacionado con esta inscripción, por lo que se teoriza que su historia y origen son más
antiguos, relacionado con símbolos utilizados en los osarios de los pueblos judíos
establecidos en territorios cercanos a Jerusalén. Así, gracias al leve pero continuo
establecimiento de estos símbolos de la religión cristiana en el imperio romano de
occidente, se consigue toda la iconografía del arte y la arquitectura paleocristiana.
Lo anterior, unido con el culto pagano oficial de Roma anterior al edicto de
Milán, dota al arte paleocristiano de una temática levemente heterogénea, pues a pesar
de que la mayor parte de representaciones artísticas del paleocristiano concentran su
estética y temática en la iconografía y leyenda cristiana, se pueden encontrar ejemplos
de obras que representaban divinidades o escenas paganas (p. ej. el moscóforo). Sin
embargo, estos temas son a menudo adaptados a la narración cristiana.
El arte paleocristiano tuvo un desarrollo lento durante los primeros siglos de
nuestra era, pues anterior al edicto de Milán, la devoción cristiana era una práctica
clandestina al ser el paganismo la religión predominante en Roma. Hasta este
momento el principal ejemplo de la arquitectura paleocristiana se encontraba en
catacumbas de tipología funeraria y en casas de aristócratas que adaptaban para el
culto de cristiano. Aquí separaban lugares para los bautizados y los no bautizados. Sin
embargo, Luego de que se impulsara la libertad de culto por Constantino I, las
temáticas cristianas podían ser representadas con mayor libertad, de manera que se
empiezan a ver basílicas de planta cruciforme en las que se repartía el atrio y el interior
de la basílica, siendo el atrio el lugar hasta donde llegaban los no bautizados. Estas
basílicas se caracterizaban por tener exteriores estéticamente sobrios, en los que
predominaban las figuras geométricas, y que además contrastaban con el interior de la
basílica, dando la sensación de pobreza exterior y riqueza interior. Por otro lado,
empiezan a verse también edificios de plantas poligonales llamados baptisterios,
destinados exclusivamente al bautismo; se caracterizan principalmente por el uso de
cubiertas abovedadas por bóvedas de media naranja.
Mientras tanto, en la pintura y la escultura, predomina la narrativa religiosa. En
la pintura se empiezan a observar dos tradiciones: una que buscaba representar pasajes
del antiguo y nuevo testamento, y otra más iconoclasta que evitaba la representación
física de Jesús y la virgen; y en la escultura existían las mismas tradiciones y, además,
se observa que en estas se utiliza el relieve para la representación de escenas que
carecen de perspectiva y con composición plana.
El arte paleocristiano continuó su desarrollo hasta la caída del imperio romano,
un suceso que hoy se entiende más como un periodo con una compleja transformación
cultural más que como una caída de un orden político. Pero, a pesar de que su
evolución se detuvo en el imperio romano de occidente, en oriente el arte
paleocristiano empezaba a adquirir otro tinte que hoy clasificamos como el arte
bizantino.
Se le denomina arte bizantino al desarrollo y transformación que tuvo el arte
paleocristiano en el imperio romano de oriente o, más bien, imperio bizantino. Aquí, se
empieza a ver cómo el arte empieza a adquirir una apariencia mucho más heterogénea,
pues, quizá por lo que habría pasado en occidente, no solo se busca representar la
simbología cristiana, sino que el arte comienza a adquirir un tinte político, pues dentro
de la temática que este abarcaba anteriormente se entromete también el tema del poder
imperial y político. Además, por otro lado, la representación cristiana de Jesús, María
y ciertos pasajes de la biblia, comienzan a dejar de ser producido con un fin simbólico
y adquieren un carácter narrativo mucho más marcado. Sin embargo, de la misma
manera en la que ocurrió en occidente, aquí existió también la tradición iconoclasta
que rechazaba la representación física y que promulgaba la maldad inherente a lo
material. Lo anterior tuvo como consecuencia la destrucción de imágenes que
representaran la leyenda dorada.
Por otro lado, la arquitectura, siendo arte, tuvo también su metamorfosis en esa
parte de mundo. A este punto existía una preocupación más palpable por el
establecimiento de cánones estéticos que midiesen la belleza de una obra. Un ejemplo
de esto es la anterior tradición que se tuvo en occidente de comunicar la idea de
pobreza exterior contrastado con la belleza interior de la obra; tradición que se
mantuvo en oriente. Pero en este caso, el canon estético estaba ligado al lujo, pues el
contraste era mucho más fuerte debido al lujo al interior de la obra. Esta característica
se marcaba con la especial intención al labrado de los sillares, a la textura lisa de los
fustes de las columnas, a la mayor variedad en las cubiertas abovedadas y al equilibrio
entre masas y vanos, del que se habría visto tan solo un guiño durante el paleocristiano
mediante los claristorios. Las cubiertas utilizadas, a saber: bóvedas de cañón, bóveda
de aristas y las cúpulas sobre pechinas, daban una apariencia más propia a la
arquitectura del imperio bizantino.

Así, el arte paleocristiano va dejando atrás su propia identidad para dar paso al
arte bizantino, pero, ¿qué pasó con el arte paleocristiano en occidente?
Como ya se mencionó, la caída del imperio romano, más que una caída de un
orden, institución o identidad política, se refiere a un periodo de profundos cambios
culturales, pues a partir de este suceso, toda Europa queda dividida en pueblos que
adoptaban las costumbres de los pueblos germánicos o bárbaros. Este pueblo, al ser
nómada, se había especializado en la fabricación de utensilios y objetos de fácil
transporte. Esta naturaleza puede evidenciarse en los materiales utilizados en la
arquitectura, de fácil transporte y perecederos, como la madera.
De esta manera la arquitectura de los pueblos germánicos a lo largo de toda
Europa adquiere un tinte más rústico y orgánico. En esta tendencia se observa la
importancia que le otorgan a los interiores públicos; un ejemplo de esto son los halls o
palacios donde realizaban banquetes. Por otro lado, estos pueblos no demuestran
habilidad en la representación de la figura humana, por lo cual hay un mayor
desarrollo en otras artes como la fabricación de armas o la ornamentación de sus
barcas de madera. Sin embargo, no toda la arquitectura se realizaba con madera, pues a
medida que su pueblo se asentaba cada vez más sobre el antiguo territorio romano,
eran capaces de adopta ciertas características de la arquitectura romana como los arcos
de medio punto y las bóvedas de media naranja en edificaciones que sería utilizadas
como mausoleos, siendo estas, sin embargo, edificaciones más rústicas que no
evidenciaban una importancia más allá del cumplimiento técnico de la obra.
En conclusión, el arte y la arquitectura que contemplamos hoy día a lo largo del
territorio Europeo y, debido a la posterior colonización, en casi todo el continente
americano, no son más que un reflejo de las costumbres y cánones estéticos que poco a
poco fueron tejiendo nuestra cultura artística actual, pues de la misma manera en la
que Roma le merece tradiciones estéticas y simbólicas a oriente, Roma hereda también
las antiguas tradiciones, cánones y parte de la iconografía griega y palestina que, a su
vez, se nutren de los inicios de la escritura y el lenguaje del mediterráneo.

Bibliografía

Grabar, A. (1969). Early Christian Art: From the Rise of Christianity to the Death of Theodosius.
Odyssey Press.

Milburn, R. (1988). Early christian art and architecture. Aldershot: SCOLAR PRESS.

zapata, G. M. (9 de 10 de 2020). claseshistoria. Obtenido de


http://www.claseshistoria.com/guillermo/ainicio.htm

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