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En primer lugar,la RAE define la bioética como el “Estudio de los problemas éticos originados
por la investigación biológica y sus aplicaciones, como por ejemplo en la ingeniería genética o la
clonación”1. En Wikipedia encontramos un buen artículo al respecto donde se define la bioética
como la “rama de la ética dedicada a proveer los principios para la conducta más apropiada del ser
humano con respecto a la vida, tanto de la vida humana como del resto de seres vivos, así como al
ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la misma” 2. Desde estas
definiciones observamos por de pronto que la bioética encuentra íntima relación con las ciencias
de la biología y la salud. Fernando Lolas3, en su libro “Bioética”, señala que el origen académico de
este término se remonta a la obra de Van Renselaer Potter, quien introdujo el término al ámbito
académico, a la literatura científica, en el año 1971, en su libro “Bioethics: Bridge to the future”
(Bioética: Puente hacia el futuro)4. Lolas nos explica que alrededor del mismo año se funda en la
Universidad Georgetown, Washington, EEUU., un instituto llamado “Joseph and Rose Kennedy
institute for the study human reproduction and Bioethics” que luego cambia de nombre a
“Kennedy institute of Ethics”. En 1971, Warren T. Reich convoca a unos 285 autores a escribir lo
que en 1978 llegaría a ser la “Encyclopedia of Bioethics”. En 1969 se había fundado el Hastings
Center, instituto pionero en el estudio y análisis de la ética y los valores en relación con la
medicina y la investigación científica5. Así mismo, Lolas –en otro texto6– sitúa el origen del
1
Al respecto consúltese el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
https://dle.rae.es/?id=5YQWij3.
2
Véase artículo “Bioética” en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Bio%C3%A9tica.
3
Médico y psiquiatra de la Universidad Chile y experto en bioética, Director del Centro Interdisciplinario de
Estudios en Bioética y del Programa en Ética Global del Instituto de Estudios Internacionales de la
Universidad de Chile.
4
Cfr. Lolas, F.: Bioética, 1a ed., Edit. Universitaria, Chile, p. 13.
5
Cfr. Ídem.
6
Cfr. Lolas, F.: La dimensión antropológica de la bioética, en: Bioética y sociedad en Latinoamérica, Edit.
Fundación Interamericana Ciencia y Vida, Santiago de Chile, 2011. p. 7.
pensamiento bioético europeo en la influencia de la tradición de la medicina antropológica 7 y en
específico porla obra de Fritz Jahr (1895-1953), a quien debemos la paternidad del vocablo “Bio-
Ethik” en un artículo de la revista “Kosmos” de 1927, que trataba sobre la relación ética entre
humanos, animales y plantas.
Con todo, el estudio de la ética ya tenía antecedentes en el pasado remoto, en las reflexiones
presentes en los Tratados de Hipócrates en la antigua Grecia8. Nos explica que sus orígenes se
remontan a antes de 1962, al comité de Seattle, el cual fue una de las primeras organizaciones
relacionadas con la salud que deliberó respecto a temas de bioética, cuyos integrantes debieron
decidir cuáles pacientes debían tener acceso a un tratamiento novedoso de hemodiálisis y cuáles
no, quiénes debían ser salvados de la muerte y quiénes no, delicada cuestión de bioética. A su vez,
mucho antes la creación del Royal College Physicians en 1518 tuvo entre sus fines la protección
ética de los pacientes en el contexto médico de la salud. En opinión de Lolas, la bioética ha llegado
a ser un tema de relevancia y actualidad en las últimas décadas, ampliándose cada vez más su
interés en el ámbito académico de la salud y creciendo cada vez más el número de interlocutores
válidos o expertos que lo abordan mediante divulgación científica.
Así, según nos explica Lolas, el término fue utilizado primero en EEUU y luego se fue
ampliando al escenario internacional. Con esta difusión, muchos centros de estudio médico
europeos van modificando sus currículos de estudio, incorporando esta temática emergente de la
bioética, como el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia. En América Latina los trabajo pioneros
en bioética fueron los de José Alberto Mainetti en La Plata, Argentina, Alfonso Llano en Bogotá,
Colombia, Armando Roa en Santiago de Chile, entre otros, los cuales conducen a distintas formas
de institucionalización en las universidades tradicionales, colegios profesionales, organizaciones
profesionales en general y centros de investigación de estos países, es decir, a transformaciones
progresivas en la cultura de conocimiento profesional en salud debido al surgimiento paulatino de
esta temática, proceso veloz de auge de la bioética, también manifiesto en todas las
transformaciones jurídicas que lo acompañaron, tales como la declaración de Helsinki o la creación
del Comité internacional de Bioética de la UNESCO9.
Por su parte, Francisco León 10 explica que la bioética ha ido teniendo un auge progresivo en
los últimos años en América Latina 11, siendo el escenario regional actual el del comienzo de la
difusión y aplicación de la bioética clínica en los ámbitos académicos y clínico, reflejado aquello
actualmente en el desarrollo legislativo de los derechos y deberes de los usuarios del sistema de
salud y en la institucionalización de los Comités de Ética en los Hospitales. Con todo, León afirma
que actualmente se hace necesario desarrollar y promover una bioética institucional y social, vale
7
Al respecto consúltese artículo de Lolas, F.: Medicina antropológica y bioética, en: Revista Archivos de
Siquiatría, 70 [4], Chile, 2007, pp. 267-282.
8
Al respecto consúltese Tratados Hipocráticos, Edit. Gredos, España, 2000, Introducción general: La
medicina hipocrática y su contexto histórico y cultural.
9
Cfr. Bioética, el desafío de una declaración universal, documento de la Secretaría de Derechos Humanos del
Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la República Argentina, en:
http://www.infoleg.gob.ar/basehome/actos_gobierno/actosdegobierno27-7-2009-1.htm.
10
Doctor en Filosofía y Magíster en Bioética de la Universidad de Santiago de Compostela. Presidente de la
Federación Latinoamericana y del Caribe de Instituciones de Bioética (FELAIBE) y director del Centro de
Bioética de la Universidad Central de Chile.
11
Cfr. León, F. (coord.): Bioética y sociedad en Latinoamérica, Edit. Fundación Interamericana Ciencia y Vida,
Santiago de Chile, 2011. prólogo.
decir, avanzar hacia el logro de su definición, posicionamiento y consolidación social. En relación a
lo antedicho, en opinión de León, un objetivo decisivo para las actuales instituciones de salud es
vigilar y promover el compromiso de respeto a los derechos de los pacientes por parte de los
profesionales de la salud. León plantea que las dificultades de avance en el logro de ese objetivo
se deben principalmente a tres factores: a) los determinantes sociales de la salud (sobre todo la
pobreza), b) los problemas institucionales de las organizaciones de la salud y c) los problemas
éticos planteados por las políticas y sistemas de salud. La bioética en salud debe afrontar estas
problemáticas con el fin de avanzar hacia el logro de una ética de salud integral a nivel social,
dando contenido y realidad a los principios de la bioética en la práctica de los profesionales de la
salud e instituciones respectivas.
Tras la anterior noticia general acerca del origen dela bioética y su aparición en
Latinoamérica, llama laatención tener en consideración la opinión que nos ofrece Guillermo
Hoyos12en relación a cuál debiera ser el enfoque general de tratamiento de las cuestiones
bioéticas. Hoyos13, comentando algunos análisis éticos del filósofo contemporáneo Stephen
Toulmin en su obra “Cosmopolis”, plantea la importante idea de que la reflexión bioética no debe
presentar tanto una tendencia de análisis deductivo sino más bien inductivo, es decir, no debe
partirse tanto de principios éticos universales aplicables a tabla rasa en las situaciones y contextos
problemáticos de ética en salud sino que analizar estos contextos, con su caracterización
específica, y definir parámetros éticos en función de su peculiaridad especifica. La discusión
bioética que se dé en nuestras sociedades debe encontrar sus definiciones y orientaciones
prácticas en un diálogo permanente con la realidad profesional y social – sin dejar de atender
desde luego a todo el legado teórico histórico sobre ética y bioética, referencia relevante para la
discusión–, antes que una adecuación forzada a principios éticos teóricos de carácter abstracto,
rígido, intemporal, alejados de la realidad especifica de la sociedad donde se discuten los dilemas.
Así, la discusión bioética encuentra su sentido en la casuística, en el análisis contextualizado de las
problemáticas más que en el aceptar un marco ético normativo predeterminado, universal y
12
Cfr. Hoyos, G.: Sociedad, política y bioética: ¿cómo debe la filosofía salvar la bioética en Latinoamérica?,
en: Bioética y sociedad en Latinoamérica, Edit. Fundación Interamericana Ciencia y Vida, Santiago de Chile,
2011, pp. .12-19.
13
Guillermo Hoyos es doctor en Filosofía de la Universidad de Colonia, Alemania, y Director del Instituto de
Bioética de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.
abstracto. La bioética debe ir siendo cada vez más un tema ciudadano antes que ser controlado
exclusivamente por los teóricos académicos de la ética o por tecnócratas del libre mercado 14.
Así mismo, debe tenerse en consideración lo que nos propone Fernando Lolas15, comentando
aspectos de la medicina antropológica de Viktor von Weizsäcker, la importancia de destacar que el
fundamento ético de la medicina debe buscarse en su praxis misma y no serle impuesto desde
fuera. Es decir, la discusión acerca de los principios bioéticos que guíen la práctica de los
profesionales de la salud debe ser desarrollada con plena presencia de los gremios
correspondientes a este sector profesional, pues tales profesionales son interesados directos en
las conclusiones que se deriven de tales discusiones dadas a nivel social (académico, legislativo,
etc.). Los profesionales de la salud deben tener voz y postura en las discusiones bioéticas a nivel
social, deben ser partícipes de ellas, que su contexto y realidad laboral sea atendida y valorada en
estas discusiones, así como sus perspectivas al respecto.
Para terminar esta sección, vale la pena mostrar un cuadro referido a los principales hitos y
antecedentes del surgimiento de la bioética, propuesto por los doctores e investigadores
mexicanos Emilio Escobar-Picasso y Ana Escobar-Cosme, en su artículo “Principales corrientes
filosóficas en bioética” 16:
14
Cfr. Ibid, p. 17,
15
Óp
. Cit.
16
Cfr. Escobar-Picasso, E., Escobar-Cosme, A.: Principales corrientes filosóficas en bioética, en: Boletín
médico del Hospital Infantil, vol.67 no 3, México, 2010.
Autor Año Aportación
El juicio de
Nüremberg 1947 Se juzga a los médicos nazis por experimentos en humanos.
“Moral and Medicine”. Rompe con la influencia religiosa en los
Fletcher Joseph 1954 conflictos éticos médicos.
Inicia el trasplante cardiaco y se incrementa la donación de
Barnard Christian 1967 órganos
Funda el “Joseph and Rose Kennedy Institute for the Study of Human
Hellegers André 1969 and Bioethics” yen 1971 el “Kennedy Institute of Ethics”.
Funda el “Hasting Center” de Nueva York, donde se estudia ética,
Callahan Daniel 1969 biología y medio ambiente
Van Rensellaer Utiliza por primera vez el término BIOÉTICA, en su libro: Bioethics,
Potter 1970 Bridge to the Future.
UNESCO 1993 Comité Internacional de Bioética.
National Human
Genome Research Descubrimiento del genoma humano. Consorcio Internacional para la
Institute 2003 Secuenciación del Genoma Humano.
Corrientes de la Bioética
Bioética utilitarista: Representantes reconocidos en esta teoría son, entre otros, Peter Singer y
Jacob M. Appel. Esta mirada tiene como principio central el logro del “mayor bien para el mayor
número de personas”. Es cierto que por sobre los valores del individuo están los valores de la
sociedad, pero en cuanto la sociedad se debe regir por un orden que permita a la gran mayoría
buscar su utilidad, su beneficio propio. Los autores explican que bajo este enfoque, las decisiones
éticas tienen que ver con “la utilidad” que reportan para la persona, la institución o para la
sociedad. Para su aplicación, se requiere previamente de un cuidadoso cálculo del costo-beneficio
de las decisiones y los resultados que se obtendrían de su probable aplicación. Para esta teoría, los
grandes problemas bioéticos deben ser resueltas ante todo mediante el criterio de utilidad, por lo
que con ella se tiende a permitir decisiones favorables a temas como el aborto, eutanasia, entre
otros justamente debido a su postura pragmática, a favorecer la protección del orden social, etc.
Bioética universalista: En esta teoría, las decisiones deben considerar la opinión de la mayoría de
las personas involucradas en el dilema ético. Los autores sostienen que para esta postura el logro
de la “objetividad” del juicio ético se asocia a las opiniones subjetivas más numerosas dentro de
las personas que participan en el problema ético; la opinión más numerosa manda. Explican que
ante la imposibilidad de llegar a una ética universal, la única posibilidad es el consenso y contrato
social. El consenso es la única fuente de autoridad, pues cualquier otra argumentación es relativa,
insuficiente. Los autores sostienen que esta mirada ética suele darse en los comités de bioética
hospitalaria pues en ellos el debate bioético de un caso incluye la participación del mayor número
de personas, en especial los protagonistas del dilema bioético (médicos, enfermeras, etc.).
Bioética del principalista: Con representantes como Tom Beauchamp, James Childress, la cual
surge en 1970 con el informe Belmont. En la actualidad se hablade cuatro principios que se
consideran como el núcleo teórico de esta visión:
- El principio de justicia, que contempla que todo individuo tiene derecho al trato igualitario como
los demás seres humanos en tratamiento médico, sin importar las condiciones de su vida, de su
salud, de sus creencias o de su posición económica. Escobar-Picasso y Escobar-Cosme explican
que este principio tuvo una emergencia significativa a partir del juicio de Nüremberg, cuando la
comunidad médica se dio cuenta hasta dónde podía llegar un investigador cuando, oculto tras el
escudo de la ciencia o la autoridad, es cegado por su propio afán científico. La autonomía surge
aquí como la voz del que, sin poder hablar, no ha perdido su derecho a ser escuchado. Ejemplos
de este principio pueden ser las víctimas de la experimentación de científicos nazis, del
experimento de Tuskegee, entre otros.
- Llegados a este punto, nos encontramos frente a estas diversas posiciones bioéticas: ¿cuál de
ellas nos identifica más?, ¿o ninguna de ellas lo hace? Es verdad que hay más teorías o
perspectivas bioéticas que no hemos tratado aquí pues nos enfocamos en las más reconocidas.
Con todo, es de gran importancia para los profesionales d ela salud desarrollar una reflexión
profunda respecto a los principios bioéticos que guiarán su ejercicio profesional dentro de su
historia laboral. Aquello tiene que ver con profesionalismo y sentido ético del vivir, con
coherencia e integridad personal de vida.
Por otra parte, el informe Belmont18de 1978 fue elaborado por el Departamento de Salud,
Educación y Bienestar de EEUU., titulado "Principios éticos y pautas para la protección de los seres
17
Véase documento en: https://www.ohchr.org/en/udhr/documents/udhr_translations/spn.pdf.
18
Véase informe en: http://www.hospitalfricke.cl/comite/InformeBelmont(2).pdf.
humanos en la investigación"; fue un importante documento histórico en el campo de la ética
médica. El reporte fue publicado en 1978, y toma el nombre del Centro de Conferencias Belmont,
donde el documento fue elaborado. Surgió en buena medida por causa del experimento Tuskegee,
un estudio médico contra la sífilis donde se utilizó a campesinos afrodescendientes
norteamericanos, sin medidas adecuadas de ética médica, in respeto profesional a la dignidad
humana de las personas utilizadas en este estudio, por lo mismo muy controvertido en sentido
ético.
Entre otras cosas, este informe señala que la investigación científica ha dado como resultado
beneficios substanciales para la humanidad, pero también ha planteado desconcertantes
problemas éticos; entre ellos, denuncia de abusos cometidos contra sujetos humanos en
experimentos biomédicos, especialmente durante la segunda guerra mundial. En el texto se
destacan los tres principios básicos de la práctica e investigación biomédica, a saber, el respeto a
las personas (reconocimiento d ela autonomía del paciente e imperativo de velar por protección),
beneficencia (esfuerzo permanente de velar por el bienestar del paciente en la relación médica) y
justicia (trato equitativo al paciente).Así mismo, el informe trata las aplicaciones prácticas de estos
principios, tales como el consentimiento informado (derecho del paciente a decidir sobre su
participación o no en la investigación tratamiento, intervención, etc.), la entrega de información al
paciente, la orientación a este en evaluación e costos y beneficios, entre otros.
Así mismo, la declaración de Helsinki 19de 1964 fue promulgada por la Asociación Médica
Mundial (AMM) como un cuerpo de principios éticos que deben guiar a la comunidad médica y
otras personas que se dedican a la experimentación con seres humanos. Es considerada
ampliamente como el documento más importante en la ética de la investigación con seres
humanos, a pesar de no ser un instrumento vinculante legalmente a nivel internacional. Su
autoridad emana sobre todo de su influencia a nivel internacional y el valor de su contenido
jurídico.
Llaman la atención algunos artículos del documento. Por señalar algunos, en el artículo 12 se
plantea que la investigación médica en seres humanos debe ser llevada a cabo sólo por personas
con la educación, formación y calificaciones científicas y éticas apropiadas. La investigación en
pacientes o voluntarios sanos necesita la supervisión de un médico u otro profesional de la salud
competente y calificado apropiadamente. En el artículo 9 se plantea que la responsabilidad de la
protección de las personas que toman parte en la investigación debe recaer siempre en un médico
u otro profesional de la salud y nunca en los participantes en la investigación, aunque hayan
otorgado su consentimiento. En el artículo 10se dice que los profesionales de la salud deberán
considerar siempre normas y estándares éticos, legales y jurídicos para la investigación en seres
humanos. A su vez, se señala que las condiciones de investigación deben ser de calidad y
reguladas, que la investigación debe ser justificada ética y medicamente, que deben existir formas
de compensación a pacientes para pacientes dañados en investigación, entre otros. A la luz de lo
antedicho, salta a la vista la seriedad y alta responsabilidad que recae sobre los profesionales dela
salud en su ejercicio e intervención profesional en general con respecto a sus pacientes,
entendiendo que lo que está en juego es la dignidad e integridad de las personas, con todo lo que
ello implica.
19
Véase Declaración de Helsinki en: https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-de-helsinki-de-la-
amm-principios-eticos-para-las-investigaciones-medicas-en-seres-humanos/.
En relación a las Normas CIOMS20, estas corresponden a la organización “Council for
International Organizations of Medical Sciences (CIOMS)”, la cual es una institución afiliada a la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que promueve el desarrollo de estándares para la
investigación biomédica. Este marco de normas propone en general. Este cuerpo normativo
encuentra una relación estrecha con la declaración de Helsinki en la medida que desarrolla su
análisis bioético sobre la base de los tres derechos de respeto a las personas, beneficencia y
justicia21; aporta con su análisis criterios éticos para el campo de la biotecnología médica actual,
siempre en la línea dela especificación de regulaciones éticas en los procesos de investigación
científica y médica.
Estos autores explican que existen cuatro leyes en Chileque tienen importancia central para la
realización de estudios médicos y el avance del conocimiento de los equipos de salud. la ley 19.628
trata sobre la protección de la vida privada; se preocupa del tratamiento de los datos de carácter
personal en registros o bancos de datos por organismos públicos o por particulares; aunque al
parecer de los autores su orientación es claramente comercial y económica. La ley 20.120 trata
sobre la investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana;
tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su
integridad física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas. La ley 20.584 regula los derechos y
20
Véase Normas de CIOMS en la Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud
con seres humanos, en: https://cioms.ch/wp-content/uploads/2017/12/CIOMS-
EthicalGuideline_SP_INTERIOR-FINAL.pdf.
21
Al respecto consúltese Weil, W.: Sobre los principios éticos recogidos en las pautas del Consejo de
organizaciones internacionales de las ciencias médicas (CIOMS). Un análisis acerca de su aplicación a la
realidad de la investigación en Chile, en: Revista clínica de periodoncia, implantología y rehabilitación oral,
vol. 8, no 3, Chile, 2015, en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-
01072015000300014.
22
Cfr. Ídem.
23
Cfr. Lolas, F.: Bioética, 1a ed., Edit. Universitaria, Chile, 1998, pp. 75, 76.
24
Cfr. Vargas, N., Millan, T.: Ley de Investigación Médica para Chile, en: Revista chilena de pediatría. vol.87,
no.5, Chile, 2016, en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-
41062016000500001.
deberes que tienen las personas en relación con acciones vinculadas a su atención en salud. Los
autores explican que su contenido es de necesidad y muy beneficioso para de contexto de salud
chileno, aunque advierten que su contenido muchas veces suele ser malinterpretado en su
innovación en los contextos de la salud. Finalmente, la ley 20.850 crea un sistema de protección
financiera para diagnósticos y tratamientos de alto costo y rinde homenaje póstumo a don Luis
Ricarte Soto Gallegos. Los autores explican que todas estas leyes forman un marco normativo que
regula de modo riguroso la investigaciones médicas y clínicas en Chile, si bien es cierto que la
legislación y realidad de investigación médica deben desarrollarse más para alcanzar estándares
de calidad del primer mundo.
Existen también temas que actualmente son polémicos en bioética, tales como la eutanasia,
aborto, control de natalidad, donación y trasplante de órganos (caso Barnard), manipulación
genética y clonación, uso de drogas en contextos médicos,uso de animales en la investigación
científica, objeción de conciencia por parte de los profesionales de la salud, validez y límites de la
validez del consentimiento informado por parte de los pacientes, entre otros. Respecto a la
eutanasia, desde la postura pro-vida podemos encontrar a Juan Pablo II, con su Evangelium
Vitae25, donde rechaza de forma total la eutanasia y el aborto por tratarse de forma de negar la
vida y su dignidad, que en su opinión son dadas al ser humano por Dios y a éste pertenecen.
Además, en esta misma línea podemos mencionar por ejemplo aGonzalo Herranz 26 –médico,
catedrático de la Universidad de Navarra España y experto en bioética–, quien plantea que a nivel
general los argumentos presentados por los movimientos pro-eutanasia no tienen suficiente
validez ni sustento pues se basan en una mitología social de la muerte y una manipulación del
concepto de dignidad; sostiene que desde la perspectiva pro-vida la dignidad humana es un
25
Cfr. Juan Pablo II, EncíclicaEvangelium Vitae, Librería Pastoral Conferencia Episcopal de Chile,2015, en:
http://pastoral.uc.cl/archivos/pontificios/evangelium-vitae.pdf.
26
En su ponencia “Eutanasia y dignidad del morir” realizada en las Jornadas Internacionales de Bioética
“Bioética y dignidad en una sociedad plural”, Universidad de Navarra. Pamplona de 1999, en:
https://www.unav.edu/web/unidad-de-humanidades-y-etica-medica/material-de-bioetica/eutanasia-y-
dignidad-del-morir#03.
carácter ontológico e intrínseco del ser humano que debe ser respetado y protegido a todo nivel
en la salud, no de forma relativa sino total; el ser humano, su ser y dignidad, no son algo contra lo
que las mismas personas puedan atentar para evitar el sufrimiento dela muerte.Así, según esta
postura, no tenemos derecho a acabar con nuestra vida por suicidio asistido o por muerte
inducida por terceros en contexto de eutanasia.
Desde la mirada d ela reflexión bioética, existe una clara división de opiniones: Hay posturas
proabortistas que no consideran que el embrión sea un individuo o persona desde la fecundación
(dentro de este grupo, hay diversas posturas según el momento en el que consideran que
comienza a existir un ser humano). A su vez, hay posturas antiabortistas que sostienen y defienden
que la vida humana existe desde el momento de la fecundación. Así mismo, hay quienes
27
Respecto a la eutanasia, Véase artículo de Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Eutanasia#Inicios_del_debate_moderno_sobre_la_eutanasia.
28
Léase contenido de la entrevista en: https://www.vice.com/es/article/ywnw8m/sarco-maquina-de-
suicidio-asistido-eutanasia
29
Respecto a legalización del aborto con causales véase cuadro de situación legal del aborto en los países
del mundo en Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Legislaci%C3%B3n_sobre_la_pr%C3%A1ctica_del_aborto_en_el_mundo#Am%
C3%A9rica_del_Sur.
consideran que la posición sobre el aborto, ya sea pro o anti aborto, pertenece al ámbito de las
creencias personales, ideológicas o religiosas, ya que el momento en que un ser puede
considerarse humano no puede establecerse mediante criterios científicos; en cambio, hay otros
sectores que sostienen que la única manera de establecer el momento de la conformación y
existencia d ela persona es mediante razones científicas. A su vez, los sectores pro-aborto alegan
que la penalización del mismo genera una dinámica de inseguridad médica para las mujeres pues
el aborto sigue existiendo pero como aborto inseguro.
Un acontecimiento relevante que ilustra la intensidad del debate en los últimos años fue, por
ejemplo, la Declaración de Madrid, en la cual miles de científicos académicos españoles firmaron
tal declaración para negarse a la legislación proaborto en España y recibieron como respuesta la
oposición de un también amplio sector científico 30. Al parecer, hay argumentos de peso en ambos
bandos; el problema recae en definir qué es la vida humana y cuándo comienza, ¿tenemos
derecho los seres humanos a interrumpir una vida o, por otro lado, a forzar a una mujeres a tener
embarazos no deseados por violación y otras causas traumáticas? Es una cuestión muy compleja y
que socialmente deriva muchas veces en polémica tensa y agresiva, lo cual quizás es inevitable,
pero debe ser regulado para el logro de la buena convivencia social. El debate continúa con
diferentes tipos de argumentaciones 31. Como argumentos pro-aborto están: derechos delas
mujeres, privacidad y libertad personal, legalización para evitar muertes maternas, entre otros.
Como argumentos antiaborto encontramos: discriminación, argumento de la privación, argumento
de la incertidumbre, argumentos ligados a la creencia religiosa, entre otros. Ambas posturas
señalan razones atendibles, que indican a deficiencias o debilidades de nuestras sociedades; el
tema es polémico y teóricamente difícil, quizás indeterminable…
Además de las problemáticas planteadas hasta el momento, hay otros debates relevantes;
por ejemplo la manipulación genética y clonación. Con respecto a estas temáticas, la ciencia
genética avanza actualmente al parecer con una fuerza irrefrenable… constituyendo una
revolución en la medicina junto a la neurociencia; quizás la clonación y todo tipo de prácticas de
ciencia genética lleguen a ser permitidas y normalizadas socialmente, quizás no… –¿o quizás no?–,
¿hasta dónde llega el derecho a la exploración y manipulación de la naturaleza por parte del ser
humano? Es una pregunta inquietante, reflejada en obras de la literatura universal como
Frankenstein de Mary Shelley o Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift (además de tantas
películas del cine contemporáneo…).
Ahora bien, para la filosofía tomista y la cultura cristiano-católica tanto la eutanasia como
el aborto terapéutico, la clonación, entre otros, son prácticas consideradas antiéticas, inmorales, y
la ética médica de esta postura y tradición indica que no deben ser aceptadas ni permitidas sino
prohibidas socialmente, pero hay otras posturas que son diferentes o contrarias a esta, hay
diversidad social y variedad de opiniones. El proyecto de vida que propugna la tradición cristiano-
30
Al respecto véase artículos de fuentes periodísticas: “Mil científicos e intelectuales firman contra la
reforma de la Ley del Aborto”, en:
https://www.elmundo.es/elmundo/2009/03/17/espana/1237281386.html y “La élite científica desautoriza
a sus colegas antiabortistas”, en:
https://elpais.com/diario/2009/03/27/sociedad/1238108404_850215.html.
31
Véase el interesante artículo de Wikipedia: “Debate sobre el aborto”, en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Debate_sobre_el_aborto#Principales_movimientos_sociales_en_relaci%C3%B
3n_al_aborto.
católica es la de la vida virtuosa guiada por los valores más característicos de esta tradición, con
valores como la vida religiosa cristiana, la virtud moral, el desarrollo d ela vida sexual en el
matrimonio, el desarrollo personal, profesional y cívico de las personas, entre otros. Pero lo que sí
nos parece importante señalar es que quizás estos debates sociales de bioética –y otros de
política, religión, etc.– son a fin de cuentas dilemas cornutos… insolubles… dilemas que siempre
existirán, tercos y complicados… alimentados por la misma incertidumbre humana… por nuestros
prejuicios y miedos... Pero sí, indiscutiblemente, es fundamental que tod@s desarrollemos un
sentido cívico de actitud socialen el tratamiento y discusión de estos temas, un sentido de respeto
democrático en debatir pero cuidar la armonía, la paz, tolerando y comprendiendo a nuestros
semejantes, una cultura que acepta las diferencias, el disentir como derecho humano recordando
a Saramago…
Estos temas y otros más son grandes debates de la bioética y sociedad; su tratamiento
social debe darse con respeto cívico y armonía social. Se trata de que maduremos en las
discusiones bioéticas, políticas, epistemológicas, religiosas, que aprendamos a reflexionar con
juicio serio e informado, con serenidad y apertura, con tolerancia y buena fe, respeto en las
conversaciones sociales, respeto por las opiniones contrarias. Todas las temáticas tratadas aquí
pueden seguir siendo desarrolladas en nuestro estudio y aprendizaje personal autodidacta. Lo
cierto es que se asocian con relevancia a la búsqueda de la realización del proyecto de vida
personal y profesional, así como al proyecto de desarrollo social en el que todos participamos
como ciudadan@s.