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Bienvenidos a esta sesión del curso energías sustentables, mi nombre es Julio

Vergara, profesor de Escuela de Ingeniería UC. Las energías sustentables se


clasifican de un modo tradicional y simple. La idea ahora es ofrecer una mejor
definición, la fundamental de energía la dejaremos para mas adelante. Hoy día se
suele separar las formas de energía en energías renovables y no renovables. En las
primeras se incluye la leńa, el ciclo del agua, la energía solar, la geotermia, la
undimotriz y otras energías del mar y la fuerza del viento. Algunas personas
asignan el carbón, el petroleo, el gas, el uranio, el torio, así como el deuterio y
tritio a las segundas. Estas preconcepciones están distorcionadas y emiten un
mensaje que debe matizarse. Hoy se usan combustibles derivados del petróleo en los
aviones, cada vez que volamos entonces estamos contribuyendo a dańar el sistema
climático, es más, cada vez que nos trasladamos de un lado a otro contribuimos con
emisiones, incluso a pie. El uso de la bicicleta, aparte de ser menos seguro que el
avión, también contribuye a algo con emisiones por la energía gastada en su
fabricación. En efecto, las energías renovables suelen ser caras en solitario
porque hay que usar un respaldo cuando el recurso no está disponible y ese suele
ser fósil. Hay emisiones secundarias por la construcción, suelen ser intermitentes
y usan extensas superficies para compensar la baja densidad del recurso. Por otro
lado las energías no renovables suelen ser baratas y pueden serlo aún más con
mejores materiales. Son eficientes, están maduras, pueden operar de día y noche y
sus efectos ambientales se pueden mitigar, además son densas y suelen ocupar poco
espacio. La definición dicotómica anterior es insuficiente, en primer lugar los
fundamentos físicos de la energía son únicos. Segundo, lo renovable se basa en el
agotamiento eventual de un recurso en relación a la tasa consumo, de este modo, hay
recursos renovables de alto potencial pero muy difíciles de capturar. Existen pero
no son útiles. la energía océano-térmica es tal vez uno de los recursos mas grandes
que pudiera aprovecharse en la tierra, pero se ubica en una banda ecuatorial
alejada de donde sería posible aprovechar la diferencia de temperatura entre la
superficie y el fondo del mar. Se requieren grandes tuberías para mover agua desde
el fondo y grandes volúmenes de agua superficial, además de equipos gigantes para
poder evaporar un agente refrigerante. Este recurso, supuestamente infinito, hoy no
tiene un uso práctico. Finalmente el sol, que es la fuente de la mayoría de las
formas renovables, se agotará y colapsará, pero miles de millones de ańos antes
será mas intenso y calcinará la tierra. Renovemos entonces la definición de energía
según las fuentes naturales, consideremos una clasificación respecto al origen de
la energía. La mayor parte de ésta proviene del sol como luz y calor que se
depositan en diferentes cuerpos de la tierra, ahí se almacena y fluye directamente
como energía cinética-potencial. Encontramos acá a las forma de energía eólica y
undimotriz a la hídrica y oceano-termica. La solar puede capturar energía
directamente de los fotones o concentrando calor, las energias fósiles y la leńa
son parecidas y corresponden a la interacción de energía radiante con la biomasa
que se almacena como energía química al transformar enlaces que luego pueden
motivar reacciones químicas como la combustión. Otras formas aprovechan la gravedad
que ejerce la luna y el sol, por ejemplo, la energía mareomotriz y las corrientes
asociadas. Otra parte de la energía que usamos proviene de recursos en la propia
tierra, varios elementos naturales son radiactivos o se tornan radiactivos ante la
exposición a radiación cósmica de diversa energía, estos decaen emitiendo calor que
mantiene caliente el centro de la tierra y una parte limitada de esta se puede
capturar desde vapores geotérmicos. Elementos como deuterio y uranio, son
susceptibles de unirse y partirse bajo ciertas condiciones, liberando mucha energía
que se pueden aprovechar con tecnologías. Por otro lado litio y torio pueden
convertirse en tritio y uranio, respectivamente. Revisemos de nuevo como la
sociedad eligió el uso de diferentes recursos, ampliando el cuadro amarillo.
Recordemos que a comienzos del siglo XX consumíamos menos de un décimo de lo que
usamos hoy. La sociedad eligió usar fuentes fósiles, eran baratas y concentradas
facilitando la logística, en la época se ańadió energía hidroeléctrica y a fines de
los ańos 50, incorpora la fisión nuclear. Las energías fósiles representan casi 80%
de la energía que usamos, le sigue la leńa con casi 10% y el 22% restante, es 7% de
energía hidroeléctrica, 5% de energía nuclear y menos de un 2% de energías
renovables no hídricas, más desechos. De este modo, más del 80% de las formas de
energía que usamos emite gases de efecto invernadero mientras la emisiones de
carbón y petróleo cada ańo opacan los esfuerzos en tecnologías libre de tales
gases. Volvamos a nuestra definición mejorada, el 95% de las formas de energía
tienen que ver con el sol. En las cuales destaca, por lejos, las fuentes fósiles.
Las masas de plantas y animales que interactuaron con energía radiante sumado al
amasamiento de esa torta por millones de ańos. El 5% restante es energía nuclear
tecnológica, por ahora solo en la forma de fisión nucleoeléctrica y usamos una
cantidad residual de geotermia. Podemos concluir que la sociedad moderna tiene una
forma curiosa de clasificar la energía, hemos mejorado esa definición al considerar
el origen planetario de la energía. La sociedad privilegió antes las fuentes
fósiles permitiéndonos un progreso económico y tecnológico acelerado, del cual hoy
nos beneficiamos. Cualquier arrepentimiento es tardío, pero es hora de salir de ese
estado y transitar a fuentes sustentables, libres de gases de efectos invernaderos,
hasta la próxima sesión.

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