Producto CONSTRUYE TU IDENTIDAD COMO PERSONA HUMANA, AMADA POR DIOS, DIGNA, LIBRE Y TRASCENDENTE. Grado-Sección PRIMERO “A” Y “B” Estudiante
LA ORACIÓN PERFECTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
En el Sermón de la Montaña Jesús de Nazaret nos enseña a implorarle a
Dios con la sagrada oración del Padre Nuestro como está escrito en el Evangelio de San Mateo y también de una forma diferente en el Evangelio de San Lucas. Para el Papa Francisco “el Padre Nuestro no es una oración más, es la oración del Hijo de Dios, de hecho, entregado a nosotros en el día de nuestro Bautismo. El Padre Nuestro hace resonar en nosotros los mismos sentimientos que pertenecieron a Jesucristo”. Cuenta una de las hagiografías más famosas de San Francisco de Asís, que desde la total renuncia sobre sus riquezas y también desistir a la flamante posición de su familia, especialmente renunciar a las riquezas de su padre Bernardone, sintió en su corazón una gran liberación espiritual para dirigirse a Dios expresando: “Desde ahora diré con libertad Padre Nuestro que estás en el Cielo...” Luego de orar con todas sus fuerzas, Francisco decidió reflexionar en cada uno de los versos de esta magnífica plegaria, agregando sus propias meditaciones, entonces dijo: 1. ¡Santísimo PADRE NUESTRO: creador, redentor, consolador y salvador nuestro! 2. QUE ESTÁS EN LOS CIELOS: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, porque tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque tú, Señor eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar, porque tú, Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin el cual no hay bien alguno. 3. SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la altura de la majestad y la hondura de los juicios. 4. VENGA A NOSOTROS TU REINO: para que Tú reines en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu Reino, donde la visión de ti es manifiesta, la dilección de ti perfecta, la compañía de ti bienaventurada, la fruición de ti sempiterna. 5. HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: para que te amemos con todo el corazón, pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, dando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio de tu amor y no en otra cosa; y para que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, atrayéndolos a todos a tu amor según nuestras fuerzas, alegrándonos del bien de los otros como del nuestro y compadeciéndolos en sus males y no dando a nadie ocasión alguna de tropiezo. Educación Secundaria 22 Franciscanismo
6. EL PAN NUESTRO DE CADA DIA: tu amado HIJO. Nuestro Señor
Jesucristo, DÁNOSLE HOY: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció. 7. PERDÓNANOS NUESTRAS DEUDAS: por tu inefable misericordia, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos. 8. ASÍ COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que plenamente lo perdonemos, para que por ti amemos de verdad a los enemigos y en favor de ellos intercedamos devotamente ante ti, no devolviendo a nadie mal por mal, y para que procuremos ser en ti útiles en todo. 9. Y NO NOS DEJES CAER EN TENTACION: oculta o manifiesta, imprevista o insistente. 10. MAS LÍBRANOS DEL MAL: pasado, presente y futuro.