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En nuestro país, una vez dado lo divorcios por las distintas causales que se tipifican
en nuestro código civil, los divorciados necesitan validar y registrar la disolución
matrimonial; para así de manera libre e independiente retomar su proyecto de vida,
haciendo uso de los bienes adquiridos como sociedad de gananciales. El diario
“Perú21” (2018), publica que, la Superintendencia Nacional de Registro Públicos
(SUNARP) da a conocer que desde enero a julio de ese año se inscribieron un total
de 5,046 divorcios, lo que representa un incremento de 4.90% respecto a las 4,810
separaciones inscritas durante el mismo periodo del año 2017. Además, mencionan
los departamentos donde se dieron la mayor cantidad de inscripciones siendo estos:
Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Ica, Junín,
La Libertad, Loreto, Pasco, Piura, Puno, Tacna y Tumbes. Las modalidades de
divorcio más usadas en nuestro país son el mutuo acuerdo –llamado también
‘divorcio rápido’ porque se puede hacer en las municipalidades y notarías– y la
separación de hecho, que puede ser iniciada por uno de los miembros de la pareja,
siempre y cuando se demuestre una separación de dos años, o cuatro años si hay
hijos menores de edad.
Estas inscripciones que se dan en la SUNARP son para publicitar e informar a
terceros el fin del vínculo matrimonial y régimen patrimonial que tenían los
cónyuges y así poder establecer una distribución equitativa de los bienes generados
durante la sociedad conyugal. Esto permitirá que los bienes ya distribuidos se
registren a nombre de cada uno de los propietarios.