AREA Educación Física

GRAD0 10
DOCENTES Jefferson Correa
FECHA DE ASIGNACIÓN
FECHA DE ENTREGA 30 abril 2020

Taller #2
Realice la siguiente lectura de “LOS ALIMENTOS COMO FUENTE DE ENERGÍA”
y posteriormente realice un resumen.

Tomado y adaptado de: Rodríguez, Pedro Luís. Fundamentos del esfuerzo físico como base de una
adecuada sistematización. Págs.: 40 a 48

Nota: no se incluyen del texto original dos gráficas y un cuadro

LOS ALIMENTOS COMO FUENTES DE ENERGÍA

Los carbohidratos, grasas y proteínas se van a constituir como elementos suministradores de

energía, que el organismo necesita para mantener las funciones vitales y para la realización de las
diferentes formas de trabajo físico.

LOS CARBOHIDRATOS

Los carbohidratos constituyen la fuente más importante de energía para la población mundial. Es
considerado como el combustible más barato y de más fácil asimilación para proporcionar energía
al hombre.

Los carbohidratos, como elementos economizadores de proteínas, cubren una de las misiones
más importantes en el organismo ya que permiten satisfacer las necesidades energéticas,
empleándose de este modo las proteínas en otras misiones de fundamental importancia para la
estructura vital del organismo. Los carbohidratos constituyen la fuente de almacenamiento de
energía del reino vegetal. Su estructura está formada por el enlace químico de moléculas de
carbono, hidrógeno y oxígeno. Su síntesis tiene lugar gracias al fenómeno de la fotosíntesis,
proceso mediante el cual la energía solar es transformada en energía química. Esta función es
mediada en presencia de la clorofila verde de las plantas, que permite la constitución de hidratos
de carbono, a partir del agua del suelo terrestre y el dióxido de carbono del aire.

En primer lugar son sintetizados los monosacáridos, en especial las unidades de glucosa,
estableciéndose combinaciones posteriores con la correspondiente formación de disacáridos y
polisacáridos.
Azúcares sencillos

Los monosacáridos son las unidades de carbohidratos más sencillos, siendo los de mayor
importancia las denominadas hexosas, que contienen seis átomos de carbono. Dentro de este
grupo, nos encontramos con la glucosa, fructosa y galactosa.

La glucosa es el carbohidrato de conversión final de todos los demás para su transporte a través
del cuerpo y posterior utilización como fuente de energía. Cuando los monosacáridos (glucosa,
fructosa y galactosa) son absorbidos y atraviesan la mucosa celular, penetran en el sistema porta y
son conducidos al hígado, lugar donde se establece la transformación en unidades de glucosa
utilizables por el organismo. Los disacáridos

Son unos azúcares que están constituidos por dos unidades de hexosas, siendo los más
importantes: 1- Sacarosa: Es muy soluble y se forma por la unión de glucosa y fructosa.

2- Maltosa: Es menos dulce que la sacarosa y está formada por la unión de dos moléculas de
glucosa.

3- Lactosa: Es la denominada azúcar de la leche. Es el menos dulce de todos y se constituye como

el único azúcar de origen animal. Se forma por la unión de moléculas de glucosa y galactosa. Los
disacáridos son desdoblados por enzimas específicos del aparato digestivo.

Carbohidratos complejos

Se constituyen en el almacenamiento estable de energía que utilizan tanto plantas como animales.
Los polisacáridos principales son: dextrinas, almidón, celulosa y glucógeno.

Analicemos el glucógeno o almidón, como estructura esencial de almacenamiento de energía en el

organismo animal.

Podemos determinar que cuando la corriente sanguínea lleva más glucosa que aquella que puede
metabolizar el organismo, se producirá el enlazamiento de muchas de estas moléculas de glucosa
para formar el glucógeno.

Del mismo modo, cuando la glucosa es necesaria para el organismo, el glucógeno puede ofrecer
energía y ser dividido en múltiples unidades de glucosa para su empleo.

En los mamíferos, el glucógeno se almacena en el hígado y en los músculos. En el adulto, podemos

encontrar unos 340 gramos de glucógeno almacenados en estas estructuras (170 gr. en hígado y
170 gr. en los músculos).

Cada gramo de hidratos de carbono puede aportar unas 4 kilocalorías, y aunque existan otras
estructuras que faciliten energía (grasas y proteínas), el hombre no puede prescindir de ellos, ya
que se constituyen en esenciales para diversos órganos de nuestro cuerpo, tales como el tejido
cerebral, nervioso y pulmonar.
LAS GRASAS O LÍPIDOS

De los lípidos exógenos existentes, entre el 90% y el 95% son triglicéridos, a los que comúnmente
se denomina grasas. También podemos encontramos con estructuras tales como monoglicéridos,
diglicéridos, colesterol y fosfolípidos.

Al igual que en los hidratos de carbono, los elementos constituyentes de las grasas vienen
determinados por la unión de moléculas de carbono, hidrógeno y oxígeno. Pero, en este caso, la
relación del hidrógeno respecto del oxígeno es considerablemente más alta que en los azúcares.

Las grasas sencillas

Constituyen los denominados triglicéridos, que suponen el 95% de la grasa corporal. Su estructura
está conformada por la unión de una molécula de tres carbonos, denominada glicerol, unida a tres
ácidos grasos.

Los ácidos grasos son agrupaciones de cadenas de carbono de diferente número, que a su vez,
pueden ser saturadas o no saturadas.

Los ácidos grasos saturados contienen sólo enlaces sencillos entre los átomos de carbono. De esta
forma, poseen todos los enlaces hidrógeno que les son posible de adquirir.

Los ácidos grasos no saturados contienen uno o varios dobles enlaces entre carbonos a lo largo de
la cadena principal. De este modo se reduce la cantidad de uniones potenciales con el hidrógeno.
Cuando existe un doble enlace, únicamente se habla de ácidos grasos monoinsaturados; si hay dos
o más dobles enlaces, se habla de ácidos grasos poliinsaturados.

Grasas compuestas

Constituyen la unión entre una grasa sencilla o neutra con otra estructura química. Dentro de este
grupo nos encontramos con fosfolípidos y lipoproteínas.

Los fosfolípidos suponen la unión de moléculas de uno o más ácidos grasos con ácido fosfórico y
una base nitrogenada. Este tipo de grasas son fundamentales para el mantenimiento de la
estructura celular, formación de todo el entramado protector de la fibra nerviosa, así como otras
funciones de interés biológico.

Las lipoproteínas se configuran como el transporte principal de grasas en la sangre.

Grasas derivadas

En este grupo encontramos estructuras derivadas de grasas sencillas y compuestas. La más

importante es el colesterol, que se encuentra presente en todas las células, fruto de la síntesis
endógena o producto de la ingestión exógena por medio de los alimentos. El colesterol es más
abundante cuando se ingieren grasas saturadas.

Es una sustancia fundamental en la estructura y formación de secreciones de bilis que se encargan

de emulsionar las grasas durante la digestión. Es, a su vez, importante en la síntesis de vitamina D,
así como de hormonas de glándulas adrenales, andrógenos, estrógenos y progesterona.

Las grasas constituyen una fuente energética esencial, ya que cada molécula es capaz de ser
transformada en grandes cantidades de energía. De este modo, un gramo de grasa es capaz de
generar un total de 9 kilocalorías en su combustión; esta circunstancia se debe a la gran cantidad
de hidrógeno existente en su molécula.

El 15% del peso corporal del hombre está conformado por grasas, mientras que en la mujer,
supone un total de un 25%. Una disminución importante de estos porcentajes puede acarrear
múltiples alteraciones al organismo, ya que las grasas son fundamentales para el mantenimiento
del equilibrio energético y funcional del sujeto. A su vez, tal y como señalan diversos autores, las
grasas son capaces de ofrecer una importante misión en la protección y aislamiento térmico del
organismo.

LAS PROTEÍNAS

Las proteínas constituyen la estructura formativa del organismo de los seres vivos, así como un
elemento dinamizador de la ejecución de múltiples funciones del organismo. Las proteínas están
constituidas por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, junto a la presencia fundamental de
nitrógeno.

Se configuran por la unión de estructuras llamadas aminoácidos, enlazadas por medio de uniones
peptídicas. Las moléculas que contienen más de 100 aminoácidos, y a veces más de 1000, se
denominan proteínas.

Existen una serie de aminoácidos que no pueden ser sintetizados por el organismo y deben ser
suministrados por medio de la ingestión de alimentos. Dichos aminoácidos son denominados
esenciales.

Se denomina proteínas completas a aquellas que poseen en su configuración todos los

aminoácidos esenciales (de mayor calidad). Por el contrario, las proteínas incompletas no poseen
todos los aminoácidos esenciales.

Las proteínas completas las podemos encontrar en los huevos, leche, carne y pescado. Las
proteínas poseen una serie de funciones primordiales en el organismo; entre las más importantes
podemos considerar:
1. Las proteínas son el elemento principal para la construcción de estructuras en el organismo
(anabolismo). Durante el crecimiento rápido, más de un tercio de las proteínas ingeridas son
empleadas para la formación de tejidos corporales.
 INSTITUCION EDUCATIVA ALBERTO DIAZ MUÑOZ
REPUBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA
INSTITUCION EDUCATIVA: ALBERTO DIAZ MUÑOZ APROBADO
POR RESOLUCIÓN Nº 007 DEL 26 DE MARZO DE 2003. NIT:
811008893-9 DANE: 105088002993

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Formato de talleres complementarios GA05
V. 2020

2. Son fundamentales para la regulación de procesos metabólicos mediados por enzimas, ya que
dichas estructuras son elaboradas por el organismo en base a los aminoácidos existentes en el interior
de la célula.

3. Actúan como componentes principales en la formación de células, así como de estructuras

internas fundamentales.

4. Están encargadas de la síntesis de proteínas, que se efectúa continuamente en el interior de la

célula.

5. Diversas proteínas constituyen elementos especializados del plasma sanguíneo, tales como
trombina, fibrina y fibrinógeno.

6. Regulan el estado ácido-base del organismo, sobre todo en situaciones de esfuerzo

considerable. Como vemos, las funciones desempeñadas por las proteínas son de tal importancia que su
empleo, como substrato energético, sólo cabe cuestionarse cuando se plantee una situación de
abundancia y sobrantes en el organismo. En este sentido y dado que no pueden ser almacenadas, se
produciría su transformación en estructuras utilizables energéticamente por el individuo.

Solución
LOS ALIMENTOS COMO FUENTES DE ENERGÍA

Los carbohidratos, grasa y proteínas son elementos que suministran la energía, que el organismo
necesita para mantener las funciones vitales y para la realización de las diferentes formas de trabajo
físico

LOS CARBOHIDRATOS

Los carbohidratos, como elementos economizadores de proteínas, cubren una de las misiones

más importantes en el organismo ya que permiten satisfacer las necesidades
energéticas, empleándose de este modo las proteínas en otras misiones de fundamental
importancia para la estructura vital del organismo.

Azúcares sencillos

Dentro de este grupo, nos encontramos con la glucosa, fructosa y galactosa. La glucosa es el

carbohidrato de conversión final de todos los demás para su transporte a través del cuerpo y
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posterior utilización como fuente de energía. Cuando los monosacáridos son absorbidos y

atraviesan la mucosa celular, penetran en el sistema porta y son conducidos al hígado, lugar
donde se establece la transformación en unidades de glucosa utilizables por el organismo. Es
menos dulce que la sacarosa y está formada por la unión de dos moléculas de glucosa.

Se forma por la unión de moléculas de glucosa y galactosa.

Carbohidratos complejos

Analicemos el glucógeno o almidón, como estructura esencial de almacenamiento de energía

en el organismo animal. Podemos determinar que cuando la corriente sanguínea lleva más
glucosa que aquella que puede metabolizar el organismo, se producirá el enlazamiento de
muchas de estas moléculas de glucosa para formar el glucógeno. Del mismo modo, cuando la
glucosa es necesaria para el organismo, el glucógeno puede ofrecer energía y ser dividido en
múltiples unidades de glucosa para su empleo.

LAS GRASAS O LÍPIDOS

De los lípidos exógenos existentes, entre el 90% y el 95% son triglicéridos, a los que
comúnmente se denomina grasas. Al igual que en los hidratos de carbono, los elementos
constituyentes de las grasas vienen determinados por la unión de moléculas de
carbono, hidrógeno y oxígeno.

Las grasas sencillas

Su estructura está conformada por la unión de una molécula de tres carbonos, denominada

glicerol, unida a tres ácidos grasos. Los ácidos grasos son agrupaciones de cadenas de
carbono de diferente número, que a su vez, pueden ser saturadas o no saturadas. Los ácidos
grasos saturados contienen sólo enlaces sencillos entre los átomos de carbono. Los ácidos
grasos no saturados contienen uno o varios dobles enlaces entre carbonos a lo largo de la
cadena principal.

Grasas compuestas

Este tipo de grasas son fundamentales para el mantenimiento de la estructura

celular, formación de todo el entramado protector de la fibra nerviosa, así como otras funciones
de interés biológico. Las lipoproteínas se configuran como el transporte principal de grasas en
la sangre.

Grasas derivadas

Una disminución importante de estos porcentajes puede acarrear múltiples alteraciones al

organismo, ya que las grasas son fundamentales para el mantenimiento del equilibrio
energético y funcional del sujeto. A su vez, tal y como señalan diversos autores, las grasas son
capaces de ofrecer una importante misión en la protección y aislamiento térmico del organismo.
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LAS PROTEÍNAS

Las proteínas constituyen la estructura formativa del organismo de los seres vivos, así como un
elemento dinamizador de la ejecución de múltiples funciones del organismo. Existen una serie
de aminoácidos que no pueden ser sintetizados por el organismo y deben ser suministrados
por medio de la ingestión de alimentos. Las proteínas son el elemento principal para la
construcción de estructuras en el organismo .

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Fundamentales para la regulación de procesos metabólicos mediados por enzimas, ya que

dichas estructuras son elaboradas por el organismo en base a los aminoácidos existentes en el
interior de la célula. El estado ácido-base del organismo, sobre todo en situaciones de esfuerzo
considerable. Como vemos, las funciones desempeñadas por las proteínas son de tal
importancia que su empleo, como substrato energético, sólo cabe cuestionarse cuando se
plantee una situación de abundancia y sobrantes en el organismo.