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CONTEXTUALIZACIÓN

Carlos García Álvarez

Nos encontramos ante dos textos de María Gembero y Susana Asensio, de los años 2004 y
2019 respectivamente, en los que se nos presenta el estado de la cuestión y la problemática del
patrimonio musical primero desde el punto de vista de la legislación internacional, y concretando
hasta la normativa española.
En ambos textos se nos presenta un recorrido histórico a través de las diferentes normativas
que han afectado al Patrimonio, primero cultural, luego inmaterial o intangible internacionalmente
(especialmente con la UNESCO), poniendo en evidencia la falta de protección explícita que existe
hacia el patrimonio musical, derivado de la falta de acotación y definición del término. En el ámbito
nacional, Gembero señala la falta de una normativa específica de protección del patrimonio
musical, problema en parte superado en 2015, por la Ley para la salvaguarda del Patrimonio
cultural Inmaterial (obviando, no obstante, la Ley de Patrimonio Histórico Español mencionada por
Gembero) (Asensio, 2019). Tanto Asensio como Gembero señalan que se suele identificar el
patrimonio musical como únicamente el Patrimonio monumental, o histórico-artístico, dejando en
un primer momento de lado las culturas de tradición oral hasta el S.XXI, donde se pasa a entender
patrimonio musical como equivalente a música histórica, y patrimonio inmaterial como música de
carácter tradicional.
Los problemas en la definición, acotación o delimitación del patrimonio cultural inmaterial
vienen, en parte por sus propias características, definidas por Asensio (p. 117). Sin embargo sí es
posible su protección mediante la denominación de Bien de Interés Cultural, concepto surgido a
partir de la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985, y que sólo puede ser aplicado a
manifestaciones culturales que cuenten con un apoyo autonómico (por ejemplo: Tonada asturiana,
pero no el romancero), de manera que puede haber elementos culturales doblemente protegidos, a
nivel estatal y a nivel autonómico, siendo las propias instituciones las encargadas de la
supervivencia de estas prácticas, lugares o manifestaciones culturales.
En este caso las instituciones velan por la supervivencia del patrimonio añadiéndole el valor
del pasado, la exhibición de la diferencia, y en la medida de lo posible, de lo indígena (Asensio,
2019), y muchas veces este valor viene dado en gran parte por la rentabilidad económica, política,
identitaria, publicitaria, o la mercantilización que el patrimonio pueda ofrecer. En este aspecto de la
gestión del patrimonio ambas autoras nos ponen ejemplos de instituciones, programas o actividades,

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haciendo también hincapié en la problemática derivada de las mismas: el ostracismo, falta de
comunicación entre instituciones, de accesibilidad a ciertos archivos, centros de documentación,
falta de archiveros especializados, falta de digitalización de los archivos…
Podemos concluir que si bien se ha avanzado en la protección del Patrimonio Inmaterial, y
por tanto, musical (Asensio), aún queda mucho por hacer. Algunas de las propuestas que hace
Gemebero en 2004 siguen sin haberse materializado (Instituto de patrimonio musical español, bases
de datos de todos los proyectos sobre patrimonio musical, etc), y siguiendo los ejemplos de
instituciones propuestos por Asensio la falta de comunicación entre instituciones, falta de
accesibilidad y el ostracismo de éstas tal como comenta Gembero parece lejos de solucionarse.
Además el positivismo jurídico, institucional o normativo, que en un principio plantea el
problema de la desprotección del patrimonio por la definición (Gembero) ahora puede influir
directamente en cómo se puede manifestar un elemento cultural para garantizar su protección
(ejemplo del virtuosismo en la música tradicional de Asensio), de esta manera se nos presentan las
instituciones como solución para la protección del Patrimonio Musical, y como problema derivado
del positivismo jurídico.
Por otro lado sí se ha avanzado en materia educativa al respecto, con la aparición de estudios
especializados de máster de patrimonio musical (Universidades de Oviedo y Granada), que influyen
decisivamente en la creación de un cuerpo de archiveros y documentalistas especializados en
música.

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