Está en la página 1de 3

LÍRICA POPULAR SIGLO XVI

El corpus de textos que se engloba bajo esta clasificación está formado por unas
composiciones muy breves recogidas en los Cancioneros. Nunca superan los 15-20 versos.
Estas piezas han llegado hasta nosotras gracias al trabajo de recopilación de la tradición oral
llevado a cabo por una minoría culta durante el siglo XVI. Por tanto, es cuestionable el trabajo
de copia que llevan a cabo quiénes recopilan las obras (cabe preguntarse si se limitaron a
copiar o introdujeron elementos genuinos). En general, parece que el grado de intervención de
quienes transcribieron las obras es bastante bajo. Las composiciones se recogen en el siglo XVI
pero son recitadas por el pueblo durante los siglos XI y XII, hasta el siglo XIII. Además durante
los siglos XI-XII poetas árabes y hebreos ponen por escrito una serie de composiciones
bilingües, las llamadas jarchas. El poema está escrito en lengua árabe, mientras que los dos
últimos versos pertenecen a la tradición popular, y se encuentran en lengua romance.

Los temas de las jarchas son similares a los de los villancicos del siglo XVI. Esto prueba que la
tradición oral no sufrió apenas cambio a lo largo de los años. La voz de las composiciones
(tanto en las jarchas como en la lírica castellana) es femenina. En la mayoría de los casos las
intérpretes de las composiciones también eran mujeres. El “yo lírico” femenino expresa
pensamientos y vivencias propias de la mujer. Si bien se retratan todo tipo de mujeres, el
personaje típico es el de la malcasada. Este personaje se queja de su marido, porque no la
cuida o porque le han obligado a casarse con él. También aparecen las solteras (que se
lamentan de su soledad) y las monjas, que se quejan por haber sido obligadas a serlo. Es típica
la poesía dialogad: la mujer (voz poética) mantiene un diálogo con el hombre, o muy
frecuentemente con la madre, que desempeña un doble papel: el de confidente y el de
opresora. Prácticamente nunca aparece el padre

La descripción física de la mujer es superficial: normalmente se presenta como morena de piel


o de pelo. Muchas veces se hace hincapié en esta idea, que indica que debe trabajar en el
campo, por lo que es marca de su clase social, pero que es un rasgo que también funciona de
manera simbólica. Prácticamente nunca se menciona el color de los ojos, aunque sí su belleza
y su movimiento. También son comunes las referencias al pecho.

Las mujeres suelen ser decidas, y toman la iniciativa. Hay una serie de motivos recurrentes en
la lírica popular. Por ejemplo, se da con frecuencia la situación de ir a buscar agua a la fuente, y
éste es un lugar donde se produce el encuentro amoroso con el amante. El mar es más
infrecuente, y constituye una referencia a la espera y a la lejanía, a un amor infeliz. El monte es
el lugar de encuentro que puede salir bien o mal. Se dan series de situaciones. Destacan: la
muchacha que espera/ la puerta abierta encarna la espera del amante/ motivo del insomnio
de amor/ entrar o salir del huerto: iniciar/ acabar la relación/ coger flores o frutos/ motivo del
viento.

En la poesía popular se da tanto el amor infeliz como el feliz.

El valor simbólico en la lírica popular tiene un enorme peso. Existe una clara vinculación entre
este aspecto y el de otras tradiciones líricas. Es interesante determinar en qué punto se
sobreinterpreta un determinado elemento como símbolo. Uno de los indicadores de que
efectivamente se está haciendo uso de un símbolo constituye la aparición de ese mismo
elemento de forma explícitamente simbólica en el mismo autor o corpus donde encontramos
ese elemento. Un oyente popular realizaría de forma análoga este proceso, no analíticamente,
sino de forma subcosciente. Es muy relevante la distinción que realizó Stephen Reckert entre
metáfora y símbolo. Afirmará que la primera se debe a una semejanza de tipo sensorial,
mientras que las relaciones que establece el símbolo son más bien producto de la intuición,
son precoscientes. Por ejemplo, el relacionar los limones con el sexo no tiene ninguna
explicación lógica, racional, pero se da en muchas tradiciones líricas.

Un elemento recurrente en la lírica popular es la denominada “excusa transparente”. Se trata


de una explicación que da la hija a la madre, donde esta le cuenta de manera simbólica, o
incluso directa, que se ha retrasado porque estaba con su amante. También destaca el motivo
de la separación de los amantes al amanecer, que se da, sin embargo, con mucha más
frecuencia en la lírica culta.

JARCHAS (s.XI-XII) VILLANCICOS (s.XVI)

CÁNTIGAS DE AMIGO (s.XIII)

Esta línea temporal indica el siglo en el que se transcribieron cada una de las distintas
tradiciones orales peninsulares. Existen en todas ellas elementos comunes, dado que
pertenecen a un mismo corpus. Hasta el siglo XVI en Castilla nadie transcribe qué cantaba el
pueblo. Sin embargo, se hace en el siglo XIII en Galicia (voz femenina, encuentros junto al río o
fuente), y en el XI de la mano de los poetas árabes. Todos los elementos que se repiten en las
transcripciones del siglo XVI nos hacen pensar que ya se venían cantando estos mismos
villancicos mucho antes de que alguien los transcribiera. Es decir, durante los siglos XI, XII y
XIII, cuando se transcriben las jarchas y las cantigas de amigo también se recitan villancicos,
muy parecidos a los que posteriormente se pondrán por escrito (la tradición popular es muy
conservadora).

No se conoce si las composiciones más breves son sólo el estribillo de canciones más largas, o
si realmente existían composiciones así de corta. La poesía popular cambia radicalmente en el
siglo S.XVII. Se hace mucho más metafórica, ingeniosa y exagerada. La poesía popular antigua
es muy simple en comparación. Se da durante toda la Edad Media hasta el siglo XVI, y la
moderna desde el XVII hasta el XXI. Existen algunos rastros, aunque en general, la tradición
cambia mucho, tanto el planteamiento estilístico como el emocional.

ESTILO

Claro planteamiento dialogal (diálogo a veces oímos las dos voces (madre-hija/ entre
enamorados), a veces sólo una, y en ese caso normalmente femenina. Tenemos que imaginar
el contexto, es decir, reconstruir la situación. Poesía con énfasis en el movimiento (p.ej. No hay
atención color ojos, como como se mueven)/ personajes también movimiento, dicen dónde
irán, si van a huir, etc. Desarrollan actividades, lo que propicia una marcada falta de
descripción. Este dinamismo también se evidencia en el viento.

Sencillez en todos los planos: por el léxico (se identifica por ello la lírica del siglo XVI): garrida,
lozano, apenas existen adjetivos, predominan los verbos y los sustantivos. También predomina
la sobriedad sintáctica, ausencia de nexos, sintaxis “suelta”, por yuxtaposición. Relaciones
entre frases se deducen. Sobriedad incluso en la emoción: no hay patetismo, no se explicita
nunca que alguien llore. Todo ello contrapone lo moderno (exageración, nexos lógicos) y lo
antiguo (mesura, “frialdad” emocional, repetición, clima obsesivo).

Repetición favorecida por la forma métrica (presencia de un estribillo, que permite repetir la
idea principal). Existe una sensación de circularidad, por lo que se vuelvo a lo mismo. Se
contrapone con otras formas sin estribillo, como el soneto o el madrigal, donde el verso final
aporta información sorprendente. Cierra sobrecogedor del poema que no se da en lírica
tradicional dado el estribillo. Dista de muchas formas métricas.

“Que” es el nexo que más aparece con polivalencia funcional (enfatizador, causal, cópula,
sensación de insistencia).

En el siglo XIX poetas del corte de Bécquer, etc. Conocían la poesía popular moderna (la
antigua no estaba editada). Se basaban en la lírica popular moderna, porque era breve y
simple (aunque más compleja que la lírica popular antigua). Más vale sugerir que contar. Por
otra parte, los poetas de la generación del 27 también conocen la poesía popular moderna,
especialmente Lorca, dada su relación con Falla. La primera poesía de Alberti también se ve
influida. Posiblemente también se inspiraron en la lírica antigua, ya que fue a finales del XIX
cuando se editaron volúmenes de esta tradición (por ello también se sabe que Bécquer sólo
pudo conocer la moderna). Cuando Alberti gana el Premio Nacional de Poesía emplea el dinero
para compra el Cancionero Musical de Palacio, también llamado Cancionero Babieri, que está
datado en el siglo XVI. Es innegable el conocimiento que tenían tanto Lorca como Alberti de la
lírica popular, tanto moderna como antigua (por ello se los clasifica como Neopopularistas).

Entre las diversas formas de poesía popular castellana destaca el villancico (canto del villano,
de carácter amoroso), y la seguidilla, que es una forma métrica parecida al villancico (5-8-5-8)
que empieza a emplearse cuando el villancico toma carácter exclusivamente navideño. Juan
Ramón Jiménez entendía que los máximos representantes de la poesía pura eran San Juan de
la Cruz y toda la lírica tradicional.

BIBLIOGRAFÍA de interés: Antología poética de Margit Frank, Stephen Reckert y Sánchez


Romeralo. Más allá de noviembre de Stephen Reckert.

También podría gustarte