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de la vaca
gran a los países ricos, logrando resulta�os ex
celentes. Otro ejemplo son los ejecutivos de
países ricos que visitan las fábricas de los paí
ses pobres, y al hablar con ellos nos damos
cuenta de que no hay diferencia intelectual.
Finalmente, tampoco la raza marca la dife
rencia: tengamos presente que en los países cen
troeuropeos o nórdicos, los llamados "vagos
del sur" demuestran ser una fuerza producti
va; no así en sus propios países, donde nunca
supieron someterse a las reglas básicas que ha
cen grande a una nación. Lo que hace la dife
rencia, entonces, es la actitud de las personas.
Al estudiar la conducta de los individuos en
los países ricos se descubre que la mayor parte
de la población sigue estas reglas, no importa
el orden que se discuta:
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EL COMETA HALLEY*
MEMORANDO
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>- "La gerencia va a tener problemas con esto".
>- "Por el momento, dejemos esa idea de lado".
>- "Están acostumbrados a otra cosa".
>- "¿De dónde sacaste semejante idea?"
>- "Exigiría un esfuerzo muy grande".
>- "Hasta ahora nos ha ido bien sin eso".
>- "Siempre lo hemos hecho así".
>- "Se adelanta a su tiempo".
>- "No fue presupuestado".
>- "Es demasiado radical".
>- "Quédese en su lugar".
>- "Se reirán de nosotros".
>- "No muevan el bote".
>- "No van a aceptarlo".
>- "No se ha hecho nunca".
>- "No va a funcionar".
>- "¡Otra vez los jóvenes!"
>- "No es rentable".
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DAR y PERDER LA VIDA*
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Los días pasaron, y pudo anunciar a su pa
dre que no quedaban clavos por retirar. El
hombre lo tomó de la mano, lo llevó hasta la
puerta y le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío,
pero mira esos hoyos en la madera: nunca más
será la misma. Cada vez que pierdes la pacien
cia, dejas cicatrices com'o las que aquí ves. Pue
des insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la
cicatriz perdurará para siempre".
154
-¡Claro que sí, señor! Cuando lo encon
tré, todavía estaba vivo y pudo decirme: "¡Es
taba seguro de que vendrías!"
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LA RENOVACIÓN DEL ÁGUILA*
157
MIRAR LOS OBSTÁCULOS*
159
L ANCA DE UN
E
CABALLO ROMANO*
182
LA MARIONETA
187
He aprendido que todo el mundo quiere
vivir en la cima de la montaña, sin saber que la
verdadera felicidad está en la forma de subir.
He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño por vez primera
el dedo de su madre, lo tiene atrapado para
siempre.
He aprendido que un hombre únicamente
tiene derecho de mirar a otro hombre hacia
-� abajo cuando ha de ayudarlo a levantarse.
-
Son tantas cosas las que he podido apren-
der de ustedes, los hombres, pero finalmente
no me servirán de mucho porque cuando me
guarden dentro de esta maleta con las demás
marionetas, estaré muriendo...
189
-Este mensaje no es sólo para situaciones
desesperadas, también es para situaciones pla- ESIN
centeras. No es sólo para cuando estás derro-
tado, también es para cuando has triunfado.
No es sólo para cuando eres el último, tam-
bién para cuando eres el primero.
El coi
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto
traña(
también pasará". En medio de la muchedum-
uno ri
bre que celebraba y bailaba, sintió la misma
con r
paz y el mismo silencio del bosque; el orgullo
psicól
había desaparecido. Entonces terminó de com-
prueb
prender el mensaje.
toda c
-Recuerda que todo pasa -le dijo el an-
ellos
ciano. Ninguna situación ni ninguna emoción
un cu
son permanentes. Como el día y la noche, hay
Cu
momentos de alegría y momentos de tristeza.
contra
Acéptalos como parte de la dualidad de la na-
tes, y l
turaleza, porque son la esencia misma de las
puestz
cosas.
las ficl
nos; e;
videoj
* Pedro Medi
tador del vides
-' ESIMISTA Y OPTIMISTA*