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3.3.

4 VULNERABILIDAD E INDUSTRIAS EXTRACTIVAS: LA NECESIDAD DE RACIONALIZAR EL EXTRACTIVISMO Y


MEJORAR LA DISTRIBUCIÓN DE SUS BENEFICIOS
La importancia relativa del sector de las industrias extractivas ha disminuido con los años, pero en 2010 representó, en
conjunto, el 14% del PIB nacional (ICEFI, 2012). Conforme estimaciones del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) del
Banco de Guatemala, para el año 2000, este sector absorbió el 44.37% del persona lo ocupado con respecto al empleo
total.
3.2.4 RESERVAS AMBIENTALES: BASE PARA MANEJAR LA VULNERABILIDAD NACIONAL

se propone e intenta desarrollar el concepto de “reservas ambientales”, a partir del cual, podría constituirse
una ruta para establecer las bases y progresar en la sostenibilidad. Este concepto responde a la necesidad y al compromiso
de instaurar un “patrimonio ambiental” que, mantenido con ciertos atributos naturales, permita satisfacer las necesidades
materiales y también espirituales de la población actual y las futuras generaciones.

3.2.5 LAS SOLUCIONES AMBIENTALES SON DE LARGO PLAZO: HAY QUE EMPEZAR AHORA
la conceptualización, el diseño y sobre todo, la puesta en marcha de soluciones ambientales es parte de un proceso que
requiere de muchos años, y muchos más, para ver sus beneficios. Esto es válido, incluso, para países con una elevada
sofisticación institucional y una alta tradición en el diseño e implementación de soluciones ambientales.
Sin el ánimo de ser exhaustivos en esta sección, hay, al menos, seis líneas de trabajo que resultan prioritarias:
e) Una política de seguridad energética; y
3.2.6 LA CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN TAMBIÉN DEBE SER SISTÉMICA
La capacidad de adaptación está íntimamente ligada a la permanencia y a la evolución. En el análisis de sistemas se
reconoce que esta capacidad es una condición de la sostenibilidad de cualquier sistema. Implica la posibilidad de detectar
e interpretar cambios para adaptarse a ellos, en caso contrario, el sistema colapsaría porque su comportamiento ya no será
compatible con la nueva situación.

3.2 Vulnerabilidad y riesgo: un enfoque sistémico acerca de nuestra realidad nacional Guatemala una tierra llena de
riquezas naturales un territorio con prácticamente todos sus elementos naturales expuestos a persistentes y acumulativos
procesos de agotamiento, deterioro y contaminación, cuyas causas se cimentan en el sistema económico establecido.
Tanto ambos como nacional o global conlleva a la contaminación o erradicación de sistemas naturales y a un
calentamiento global.

3.2.2.1 La vulnerabilidad sistémica de Guatemala Con relación al cambio climático expertos sobre el Cambio
Climático define la vulnerabilidad como “el grado en que un sistema es susceptible o incapaz de enfrentarse a efectos
adversos de este fenómeno, incluyendo la variabilidad y extremos climáticos”. Según estudios y organizaciones dicha
vulnerabilidad trae consigo conceptos o componentes relacionados al tema, estos son:

 Exposición, que se refiere a la presencia de un riesgo climático, es decir, a los aspectos físicos de la
vulnerabilidad.

3.2.2.2 Amenazas: de la mano con la vulnerabilidad Las amenazas se definen como factores de riesgo derivados
de la probabilidad de que un evento de posibles consecuencias negativas, se produzca en un determinado lugar y
tiempo. Las amenazas tienen su origen en:

a) El subsistema natural local o global. Las amenazas se deben a la dinámica propia de la corteza terrestre, la
atmósfera y los seres vivos. Son ejemplos sobresalientes: terremotos, erupciones volcánicas, huracanes,
tsunamis, lluvias torrenciales, inundaciones y epidemias.

3.2.2.3 El riesgo: camino al desastre Algunos elementos destacables relacionados con el riesgo y los desastres:

 La dimensión de los impactos de un desastre está determinada por las condiciones de acumulación continua del
riesgo y su extensión en un territorio determinado.

3.1 Las implicaciones del cambio climático para los países en desarrollo: el caso de Guatemala Lo que entendemos
por cambio climático consiste en un fenómeno ambiental de carácter esencialmente atmosférico (termodinámico), que se
expresa de forma visible y rápida como consecuencia de la intervención directa o indirecta de los humanos y las
sociedades industriales en el medio ambiente planetario.

3.1.2 Peor futuro para los países subdesarrollados (ejemplo, Centroamérica) Aunque es evidente que la universalidad
geográfica es el rasgo más importante de los efectos negativos del cambio climático, todas las previsiones apuntan a que
las áreas intertropicales resultan ser las más frágiles y expuestas, y por ello lo sufrirán con mayor intensidad. La región
mesoamericana, que emite tan sólo un 0.5 por 100 del total mundial de CO2, es, sin embargo, una de las más vulnerables
ante los efectos negativos del cambio climático.

3.1.4 Cuando el Planeta se resiente del desarrollo… volver a la Madre Tierra Loos problemas del cambio climático
constituyen la respuesta telúrica (vengativa, para muchos) del Planeta, que lanza su jaque mate a un sistema económico
tan osado como arrogante, abusivo y depredador, que no solamente ha extendido la injusticia y la miseria por todo el
mundo, sino que, con la misma pulsión necrófila, ha maltratado y consumido la naturaleza, aniquilando al tiempo los
mecanismos que garantizaban sus equilibrios.

Índice de Desempeño Ambiental de Guatemala El Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Guatemala para el año
2011 es 0.574, que corresponde a la posición 131 de los 187 países para los que se disponen datos
comparables (PNUD, 2011). El IDH de la región de América Latina y el Caribe (OR) pasó de 0.582 en 1980 a
0.731 en la actualidad, por lo que el país se sitúa por debajo de la media regional. Superado por Pakistán, Guatemala fue el
segundo país, a nivel mundial, más afectado por los efectos del cambio climático en el 2010 (Harmeling, 2011).

¿Qué es el Índice de Desempeño Ambiental? El Índice de Desempeño Ambiental (EPI, por sus siglas en inglés) es
un indicador compuesto relacionado con el concepto de evaluación de la sostenibilidad del desarrollo, que
cuantifica y clasifica numéricamente el desempeño ambiental de los países (Emerson et al., 2010).

Estructura y composición del EPIL as categorías de política son: 1) carga ambiental de las enfermedades, 2)
agua potable y saneamiento, 3) contaminación del aire, 4) calidad del aire, 5) recursos hídricos, 6) biodiversidad
y hábitat, 7) recursos forestales, 8) re-cursos pesqueros, 9) agricultura, y 10) cambio climático. Las tres primeras
categorías corresponden al primer objetivo y el resto al segundo (Cuadro 55).

Los resultados del EPI 2010A la fecha, tres informes han sido publicados por la Universidad de Yale: el EPI piloto
de 2006, y los de 2008 y 2010. El informe 2010 (Emerson et al., 2010) incluye los resultados para 163 países. De éstos,
los que encabezan la clasificación más alta según su EPI son: Islandia (1), Suiza (2), Costa Rica (3), Suecia (4)
y Noruega (5). Los Estados Unidos de América (61), China (121) e India (123) están ubicados detrás de otras
naciones altamente industrializadas como Gran Bretaña (14), Alemania (17) y Japón (20).

El DALY es un indicador sintético de salud que señala el valor de los años de vida futuros libres de incapacidad que son
perdidos como resultado de una muerte prematura o por causa de incapacidad ocurrida en cada año

Vitalidad del ecosistema El estado y condición de los ecosistemas del país han sido discutidos ampliamente en las
secciones anteriores de este capítulo, y no serán repetidos aquí. En cambio, se analizarán los resultados del
recálculo realizado al segundo objetivo del EPI, utilizando para el efecto un indicador de tipo contable: la huella
ecológica.

Esfuerzo financiero público para una gestión ambiental integral en Guatemala

La gestión ambiental integral debe generar efectos positivos en el patrimonio natural a una escala apropiada
(comunitaria, local, departa-mental, regional o nacional) e incidir directa-mente en una mejora en la calidad de vida
de las personas.

Instrumentos económicos para la gestión ambiental

En diversos países del mundo, los esfuerzos de recaudación para la gestión ambiental, se centran regularmente en tres
rutas de financiamiento: i) créditos, a través de organismos internacionales y regionales, tales como el Banco
Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros bancos regionales de desarrollo, ii) fondos
voluntarios y donaciones, a través de aportaciones de entidades internacionales para proyectos específicos, tales como
los recursos financieros administrados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMAEl
desafío de la autofinanciación: Estableciendo las brechas financieras

Los ingresos por instrumentos económicos se pueden dividir en aquellos con destino ambiental, cuyo ingreso total
ascendió a Q563 millones en 2010, y los que tienen otros destinos, que alcanzaron casi seis veces esa cifra para el
mismo año (Q.3,605.7 millones) (Cuadro 60).

Propuesta de instrumentos para apoyar el financiamiento de la gestión ambiental

 Analizar la conveniencia de destinar la sobretasa al impuesto de circulación de vehículos a la gestión ambiental


 Tasa municipal por descargas de aguas residuales
 Sobretasa municipal al Impuesto único sobre inmuebles (IUSI)
 Cobro municipal por el establecimiento de vallas publicitarias

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