Está en la página 1de 4

La mujer y Naciones Unidas

Norma Mendoza Alexandry | nmendoza_alexandry@hotmail.com

¿Por qué cuando la Organización de las Naciones Unidas habla de la mujer evita
hablar de las mujeres y sus familias?

Este año 2011 se efectuarán varias conferencias internacionales que afectarán de


algún modo para bien o para mal a la mujer, las más próximas son: a principios de
febrero la Comisión para el Desarrollo Social y, a fines del mismo mes, la Comisión
sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer o Commission on the Status of
Woman (CSW).

En años pasados acudieron a éstas aproximadamente 2,000 mujeres, entre ellas un


gran número de feministas radicales para disminuir la importancia de la familia,
especialmente en lo que se refiere al papel de la mujer como madre, ya que ellas
perciben ese papel como un estereotipo negativo.

En la agenda de la ONU durante 2010 hubo gran cantidad de temas relacionados son
la mujer, la niñez y juventud.

Uno de los más relevantes fue la creación por la Asamblea General de una
superagencia de la mujer liderada por Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, que
cosechó el elogio de varias agrupaciones militantes abortistas.

Esa entidad, conocida como ONU-Mujeres, tiene como objetivo la Igualdad de Género
y el Empoderamiento de la Mujer y fue aprobada por la Asamblea General el 2 de julio
de 2010.

En élla se fusionaron cuatro organismos de la ONU sobre asuntos de la mujer: DAW


(Divission for the Advancement of Women), UNIFEM (U.N. Development Fund for
Women), INSTRAW (International Research and Training Institute for the
Advancement of Women) y OSAGI (Office of the Special Adviser on Gender Issues).

ONU-Mujeres es financiada con el presupuesto de estas cuatro agencias que se


fusionan, alrededor de 200 millones de dólares, a lo que contribuyen 192 Estados
Miembros.

La fundación de esta entidad se debió a la Campaña Mundial de la Reforma de la


Arquitectura para la Igualdad de Género (GEAR, por sus siglas en inglés), y ha
anunciado que está haciendo lobby para aumentar el financiamiento a mil millones de
dólares en pocos años. El propósito común de estas entidades ha sido el mismo: la
promoción de la ideología de género para que los Estados Miembros la adopten en
sus leyes y políticas públicas. La retórica “igualdad de género y empoderamiento de la
mujer” incluye abusos a los derechos humanos de las mujeres más pobres del mundo
en programas de anticoncepción masiva, esterilización y abortos.

En lo que se refiere a niñez y juventud, recientemente un experto especial de


Naciones Unidas (N.U.) presentó ante la Asamblea General un reporte promoviendo
un derecho fabricado denominado “derecho a la educación comprensiva de la
sexualidad”. Este busca apoyar un programa para minimizar la abstinencia mientras
que promueve la sexualización prematura de los niños.

El reporte “The Special Rapporteur on the Right to Education” (El Relator Especial
sobre el Derecho a la Educación) subraya cómo los niños tienen un derecho a la
educación sexual “sin la interferencia de los padres, de la religión o de otras ideas
anticuadas patriarcales que fueron hechas para oprimir la sexualidad, el placer y el
gozo de la sexualidad” y, continúa el reporte, “debe ser una de las metas de la
educación comprensiva de la sexualidad quitando sentimientos de culpa sobre el
erotismo…. Restringir la educación al tema de las enfermedades de trasmisión sexual
otorga una visión limitada de la sexualidad… reducir la educación sexual a estos
aspectos puede crear una asociación errónea entre sexualidad y enfermedad que es
tan dañina como asociarla con pecado…” (cf. párr. 15).

Afortunadamente muchos Estados Miembros criticaron este reporte incluyendo la


Santa Sede quienes denunciaron que “no existe un derecho internacional a la
educación comprensiva de la sexualidad”.

Esto no es todo, meses atrás la UNESCO (U.N. Educational and Cultural


Organization) con la ayuda de UNICEF (U.N. Children’s Emergency Fund), UNFPA
(U.N. Population Fund), WHO (World Health Organization), habían publicado ya la
“Guía Internacional sobre Educación de la Sexualidad, ésta sostiene que los niños
tienen derecho a recibir información sobre el placer sexual, la masturbación y la
homosexualidad entre otras cuestiones.

La guía tiene la intención de conducir programas de educación sexual en las escuelas


mundialmente bajo la apariencia de que este tipo de educación es necesaria para la
prevención del embarazo no deseado, de la actividad sexual coercitiva o abusiva y de
enfermedades de trasmisión sexual. Esta guía enseña que niños de 5 a 8 años deben
entender que la “masturbación no es dañina” y que los homosexuales “pueden criar
niños y darles el amor que merecen”, que a los niños de 9 a 12 años ha de
enseñárseles “pasos para el uso apropiado de condones” y la “definición y función del
orgasmo”, que niños de 12 a 15 años deben saber que “tanto hombres como mujeres
pueden dar y recibir placer sexual con una pareja del mismo sexo o del sexo opuesto”
y para la edad de 15 años los adolescentes deben reconocer su “derecho de acceso
al aborto seguro”.

Para contrarrestar lo anterior, en E.U.A. se publicó un estudio el año pasado en


Archives of Pediatric and Adolescent Medicine (Archivos de Medicina Pediátrica y
Adolescente) en donde claramente muestra que sólo los programas de abstinencia
pueden hacer una gran diferencia en retardar las relaciones sexuales en la
adolescencia y que eran más efectivos que los programas de la llamada “educación
comprensiva de la sexualidad”.

En lo que se refiere al ECOSOC (U.N. Economic and Social Council) en julio del 2010
se votó 23 a 13 con 13 abstenciones para aprobar un largo proceso que garantizó el
“status consultivo” a la Comisión de Derechos Humanos Gay y Lesbiana (IGLHRC por
sus siglas en inglés), su victoria se debió a la presión ejercida por Estados Unidos
principalmente.
Ante esto he de mencionar que gran cantidad de gente de muchos países se opone a
estas políticas contra la familia, aunque los representantes de sus países ante
Naciones Unidas muchas veces las apoyen. Me permito en este espacio solamente
mencionar el comentario de la Santa Sede refiriéndose a la Declaración Universal de
los Derechos Humanos:

“Un hombre y una mujer unidos en matrimonio junto a sus hijos forman una familia
que constituye la unidad grupal natural y fundamental de la sociedad” (Art. 16,3). Esta
institución es previa a cualquier reconocimiento por la autoridad pública, quien tiene la
obligación de reconocerla. En la familia, al niño le es posible aprender valores
morales, comenzar a creer en Dios y hacer un buen uso de la libertad. La vida en
familia es una iniciación a la vida en sociedad (Pontifical Council for the Family. The
Truth and Meaning of Human Sexuality).

En mayo del 2010, organizaciones sociales de América Latina y México pidieron a la


ONU respetar la soberanía y autodeterminación de los Estados Miembros,
principalmente en el tema de las leyes que defienden la vida y los derechos humanos
desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Se refirieron a los países
de Nicaragua, Argentina y El Salvador, que al igual que 17 Estados de la República
Mexicana han elevado a rango constitucional el derecho a la vida desde la
concepción, decisión que debería respetar la ONU. Quienes coincidieron fueron el
Instituto de Formación, Investigación y Estudios de la Mujer y la Familia de Chile, el
Population Research Institute, el Instituto de Bienestar Familiar de Panamá y la Red
Pro-Yucatán de México.

En el Informe de México en ONU al Programa de Acción de la Conferencia


Internacional sobre Población y Desarrollo (3-12 febrero, 2010), el Dr. Rodolfo Tuirán,
Secretario General del Consejo Nal. De Población y Desarrollo en representación del
Gobierno de México destacó el “Programa Nacional contra la Violencia Intrafamiliar” y
también el cuidado a la salud reproductiva y el consentimiento informado, declaró: “es
indispensable continuar redoblando esfuerzos para abolir la demanda insatisfecha de
métodos anticonceptivos efectivos y seguros, incluida la llamada anticoncepción de
emergencia” (de efectos comprobadamente abortivos). Y más adelante menciona la
necesidad de “redoblar esfuerzos para garantizar el acceso de las mujeres a servicios
integrales de atención a la salud, salud sexual y salud reproductiva…en todas las
etapas de su ciclo de vida”. Como es bien sabido, el feminismo radical ha impulsado
en diversas conferencias los “derechos sexuales y reproductivos”, el “acceso a
servicios de salud reproductiva” y el aborto, respaldadas por la Federación
Internacional de Paternidad Planificada (IPPF), IPAS y el Centro para los Derechos
Reproductivos.

Con el propósito de hacer un frente común ante estos ataques masivos a la familia,
varios miembros de países principalmente de El Caribe, África y Medio Oriente ya se
encuentran preparando estrategias pro-familia que incluyen investigaciones en temas
tales como:

• El papel de la familia en la erradicación de la pobreza


• Mitos y hechos que rodean la ley internacional de derechos humanos y de asuntos
familiares.
• El desastroso efecto de las políticas de población mal llevadas.
• Educación de la sexualidad, tendencias que dañan a los niños y las familias.
• Comprensión de la “atracción al mismo sexo”.
• Imperialismo cultural de Occidente sobre familias africanas.
• Lenguaje de consenso para impacto en temas de familia.

Lo que suceda en Naciones Unidas de alguna manera encontrará su paso por los
países incluyendo el nuestro, en las comunidades y en último término en nuestros
hogares. Las políticas que emerjan de las conferencias mencionadas en el mes de
febrero importan, ya que proveen un precedente de legislación para la mayoría de los
países del mundo.

También podría gustarte