Está en la página 1de 5

PREPARATORIA

MOTOLINÍA

PROYECTO INTEGRADOR

Ecología
Género y medio ambiente

Presentado por:
Alma Padilla. N.L.: 20
Francisco Naif. N.L.: 19
Jerónimo Franco. N.L.: 8
Lucero Torres. N.L.: 27
Rubén Domínguez. N.L.: 5

6° semestre A
Profesor: José Juan Puebla Rodríguez
San Luis Potosí, SLP., 11/05/2020
Introducción
El género y el medio ambiente son dos conceptos los cuales son observados
continuamente de forma independiente, en la cual no se ve conexión alguna entre ellos,
mas esto en realidad no es así, ya que la forma en la cual cada sociedad interactúa con
su medio, causa que se generen diferentes roles y perspectivas respecto al hombre y la
mujer. Históricamente los hombres son el grupo el cual se ha encargado de explotar y
obtener el beneficio del medio, relegando a las mujeres con papeles secundarios y con
menor relevancia, pero las mujeres también están intrínsecamente relacionadas en la
participación de la explotación de recursos del medio ambiente, por lo que sufren las
consecuencias causadas por la preeminencia de los hombres en la toma de decisiones y
las relaciones de poder.

Desarrollo
Para lograr adentrarse de forma correcta entre la relación del género y el medio ambiente,
es imperante reconocer los conceptos que se relacionan con estos dos términos o se
encuentran inmersos en ellos. Primeramente, el género se debe de ver como una
categoría de análisis de la relaciones de mujeres y hombres, respecto al carácter histórico
y social de cada sociedad, pero también respecto al medio donde se desarrollan. Estos
dos diferentes enfoques están ligados entre sí, ya que la parte histórica y social funge
como eje central de la conservación y explotación de los recursos, designando que grupo
tiene derecho a utilizar cierta parte de los recursos y en qué cantidad, dependiendo según
su clase social, etnia, generación y género. Históricamente en México esto ha sido motivo
para dejar a la mujer de lado, como sucedió en el México prehispánico, donde la mujer
sólo tenía oportunidad de trabajar con los recursos que se le ofrecían, o como puede ser
en la actualidad, donde en un gran número de las sociedades ejidatarias las mujeres no
tienen voto sobre cómo se debe aprovechar la tierra. Sin embargo, la especialista en
género, medio ambiente y desarrollo, Itza Castañeda Camey, ve en la actualidad la
explotación y conservación del ambiente como una oportunidad para la equidad de
género, ya que considera que quienes intervienen en los recursos son tanto hombres
como mujeres, además cree que la equidad social es necesaria para lograr un desarrollo
sostenible y una conservación de los recursos, que es el punto central a considerar al
explotar los recursos para proteger a la sociedad actual y las generaciones futuras (ya sea
social, económica o culturalmente). Mas, lamentablemente, en México existe una gran
desigualdad, comprobable mediante el índice de Gini, el cual se puede definir como “una
medida económica que sirve para calcular la desigualdad de ingresos que existe entre los
ciudadanos de un territorio, normalmente de un país” (Montero Y, 2019), donde el valor de
México es de 0.45 (año 2018), siendo mayor que la desigualdad en países como Chad
(0.43) o Haití (.041), lo que causa que haya una gran polarización, tanto en el factor
económico como en el social, aumentando así la discriminación por el género o etnia.
Además, las relaciones de poder también determinan la participación del hombre y la
mujer en cuestión de la toma de decisiones sobre la utilización de los recursos del medio
ambiente, por lo que, en un país tan desigual como México, donde el hombre tiene mayor
poder de decisión, aunado a lo anteriormente mencionado, las mujeres suelen tener una
escasa participación. Esto se puede observar dentro de las sociedades ejidatarias, donde
en muy pocas ocasiones las mujeres suelen asistir a las juntas donde se toman las
decisiones y en caso de que asistan, mayoritariamente es sólo para tratar de dar una
mayor credibilidad a la decisión tomada, ya que se abstienen de dar opinión alguna,
dando lugar así a que se pueda presentar una violencia económica, donde deben aceptar
los caprichos de los hombres, ya que ellos son los que tienen la gestión total de las tierras
y, por lo tanto, del dinero y los recursos, mientras ellas solamente pueden desarrollar
actividades de recolección o el trabajo de los recursos que se les otorga. En la mayor
parte de las ocasiones donde sucede esto, no se logra generar un desarrollo sostenible y,
de hecho, se suele tener una afectación dentro del estrato social. Esto se logró ver dentro
de la selva maya, donde fue catalogado como un bosque modelo, ya que tenía una
producción maderera limpia y de alta productividad, pero al hacer un estudio
socioeconómico, dirigido por Margarita Velázquez, descubrió que se empezaron a
construir casas, cantinas, prostíbulos, además que se le dio la entrada al narcotráfico,
mientras que las mujeres, aun teniendo una entrada mucho menor de recursos ya que
ellas no eran las principales encargadas de la gestión de estos, lo utilizaron para construir
centros de salud y brindar educación a sus hijos, sin embargo, al verse inculcada la
cultura de la violencia en dicha comunidad, también se aumentó la violencia física contra
la mujer, al verse víctimas principalmente de la trata de blancas, según The Guardian, que
a pesar de no mencionar directamente dicha comunidad, sí menciona un aumento de este
crimen en dicha zona, alrededor de estas fechas (2012) . Por ello mismo, se debe de
involucrar a mujeres y hombres en la construcción de relaciones equitativas y
participativas en los procesos de conservación y desarrollo sustentable, con el fin de
mediar la utilización de los recursos.
Dentro del ámbito mundial, se han tomado diversas medidas con el fin de tratar de dar un
trato más igualitario entre hombres y mujeres con el medio, pero siendo uno de los más
importantes un capítulo de la conocida agenda 21, titulado “medidas mundiales en favor
de la mujer para lograr un desarrollo sostenible y equitativo”. En ella se destaca la
participación de la mujer en la ordenación nacional e internacional de los ecosistemas y la
lucha contra la degradación del medio ambiente. Esto se da con el fin de eliminar la
discriminación por motivo de sexo y garantizar el acceso de la mujer a los recursos de
tierras y a otros recursos, a la educación y al empleo seguro en condiciones de igualdad.
Este tipo de discriminación se suele dar dentro de todo México, pudiéndose observar
claramente en las costas, donde la mujer simplemente adquiere trabajos artesanales,
donde ella misma no es capaz de obtener sus propios recursos, ya que estos suelen ser
apropiados por los hombres, además que no se le permite adquirir otro rol, ya que la
misma sociedad no le da la oportunidad de desarrollarse dentro de este ámbito.
Pero esta cuestión no sólo abarca un ámbito mundial, ya que también a nivel nacional se
han implementado diversas corrientes ideológicas y leyes que aportan a esta
problemática, como es el caso de la Ley General para la Igualdad entre Hombres y
Mujeres, la cual, apoyándose con la SEMARNAT, ha dado propuestas de leyes para
solucionar el problema de inequidad de género. Además una corriente la cual ha tratado
de dar solución, aun siendo bastante radical, es el eco-feminismo, la cual empezó a dar
una visión crítica sobre los prejuicios que se hace al ambiente, por parte de los hombres y
busca darle un poder total a las mujeres sobre los recursos para evitar esto, ya que ve a
las mujeres como víctimas del constante cambio climático.

Conclusión
Con base en la evidencia observada, las mujeres, al igual que los hombres, se relacionan
con la explotación y conservación de los recursos naturales que ofrece el medio, sin
embargo éstas se encuentran por debajo en las relaciones de poder, por lo que se sufren
las consecuencias de que haya preeminencia de los hombres en el control de éstos.
Además, se observa que es perentorio que exista una equidad de género dentro de esta
cuestión, ya que la existencia de esta inequidad presta a que se susciten diversas
manifestaciones de violencia de género, así como una degradación dentro del estrato
socioeconómico de las sociedades, ya que en caso de que se logren conseguir recursos,
solamente se buscaran solucionar las necesidades próximas o inmediatas de un sector
específico, los hombres, mientras que el sector marginado, las mujeres, no lograran paliar
sus necesidades, lo que conlleva a que se genere un desequilibrio económico y ,en
ocasiones, ecológico.
Realmente, el hecho de que se genere esta notoria diferencia del poder en lo toma de
decisiones es algo que demuestra que en México se tiene un pensamiento arcaico, donde
se malinterpreta la cultura (ya sea por aspectos sociales o muchas veces religiosos), con
el fin de poder mantener un control sobre ciertos grupos y evitar que se generen cambios,
que, aunque al final sean positivos, modifiquen el estilo de vida o el pensamiento que se
tiene, creyendo falsamente que esto es parte de la idiosincrasia mexicana, cuando en
realidad es algo que corroe a su población.
Por esto mismo se recomienda que se tomen mayormente en cuenta las medidas
nacionales e internacionales que ofrecen soluciones a este problema, sin dañar la cultura
de las sociedades, sino que enriqueciéndolas, como puede ser el capítulo 24 de la
agenda 21. Asimismo, se pueden plantear, ya sea a nivel nacional, estatal o municipal,
políticas públicas, las cuales estimulen y apoyen la participación de las mujeres dentro de
la toma de decisiones de los recursos, así como concientizar a la población en general
sobre la importancia y los beneficios que genera la equidad social dentro de este ámbito.
Por consiguiente, se cree que, en caso de que se lograran implementar las medidas
necesarias para solucionar el problema, no sólo se solucionaría una problemática que
afecta a un sector específico, sino que podría ser la base para generar un cambio
estructural dentro del país, ya que, al dar más poder a las mujeres, la violencia de género
disminuiría considerablemente, cambiando una estructura de pensamiento machista,
permitiendo un mayor avance económico al activar o dar mayores oportunidades a un
grupo poblacional que abarca a más de la mitad de la población; esto puede parecer una
idea romantizada, sin embargo, se ha dado el caso de países como Islandia, donde su
economía y situación social se vieron mejoradas, a partir de dar una mayor cantidad de
recursos y oportunidades al sector femenino de la población.

Bibliografías
Banco Mundial. (2018). Índice de Gini - Mexico. Mayo 10, 2020, de Banco Mundial
Sitio web: https://datos.bancomundial.org/indicador/SI.POV.GINI?locations=MX
Castañeda, N. (IPNGénero Oficial). (2017, septiembre, 27). GÉNERO Y MEDIO
AMBIENTE [Archivo de video] recuperado de: https://www.youtube.com/watch?
v=FLCNU5RHMZM
Cota, I. (Julio 13, 2013). Central America's drug cartels turn their attention to
trafficking people. Mayo 10, 2020, de The Guardian Sitio web:
https://www.theguardian.com/global-development/2013/jul/04/central-america-
drug-cartels-trafficking-people
Montero, Y. (Mayo, 2019). Índice de Gini. Mayo 10, 2020, de economipedia.com Sitio web:
https://economipedia.com/definiciones/indice-de-gini.html
ONU. (Abril 27, 2000). Agenda 21 (2000). Mayo 10, 2020, de SEMARNAT Sitio web:
http://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/recursos/224844/Contenido/H
%20programas/23%20Agenda%2021.pdf

También podría gustarte