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Taylorismo, Fordismo y Administración PDF
Taylorismo, Fordismo y Administración PDF
E
sta es una reflexión sobre Frederick Winslow o
Taylor, fundador de la llamada "adminis- la relación del taylorismo y el fordismo con la (N
tración científica", a partir de una investi- gestión y control de la producción y el trabajo en
gación que realicé sobre la industria automotriz. la industria automotriz y su pervivencia, a pesar
u
Relaciono al autor con Henry Ford, pues, además de las transformaciones que siguieron a la déca-
b
de ser éste un continuador del proceso de racio- da de los ochenta del siglo xx, años en los que
g
nalización de la producción que inició Taylor, centraré mis reflexiones. Cierro el artículo con "5
la industria automotriz utilizó el taylorismo y el algunas acotaciones sobre lo que vino después. co""
ro
fordismo como binomio inseparable e ineludible Ë
en la gestión de la producción y el trabajo en ese Friederick Winslow Taylor y sus aportaciones Z
sector económico. Fue hasta los años ochenta _o
del siglo XX cuando, a decir de algunos autores, Según Reinhard Bendix, para el ejercicio de la
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entró en crisis el taylorismo y dio lugar a nuevas autoridad en el proceso de producción, desem- n
formas más flexibles de administración del tra- peñan un papel fundamental la ideología en X
bajo y la producción. A partir de un recorrido de general y las ideologías de la dirección en parti-
Norteamérica a México, pretendo —histórica y cular (Bendix, 1966:2). Entre las segundas están
analíticamente— rescatar las características del "todas las ideas sustentadas por o para aquellos
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José Othón Quiroz Trejo
que ejercen una autoridad en empresas econó- mero de afiliados dentro de la American Federa-
micas y que tratan de explicar y de justificar esa tion of Labor, fue el blanco del empresario ame-
autoridad" (Bendix, 1966:2). Dentro de las ideo- ricano personificado en Andrew Carnegie, quien
logías directorales —que surgen en las industrias en 1892 decidió terminar con los trabajadores
modernas—, el autor ubica al taylorismo, cuyo calificados de su planta en Homestead. El 4 de
origen en un contexto histórico, técnico-eco- abril decía: "como la vasta mayoría de nuestros
nómico, social y cultural, en el que la religión empleados no están sindicalizados, la firma ha
tiene un papel importante en el imaginario so- decidido que la minoría (los obreros calificados
cial del que abrevó Taylor. A partir de 1850, las sindicalizados) debe dar su lugar a la mayoría.
predicas de Samuel Smiles en Inglaterra sobre el Estos puestos, por lo tanto, serán necesariamente
Evangelio de trabajo y de esperanza gozaron no sindicalizados después de la expiración del
de gran popularidad en EUA durante el periodo de presente contrato" (Lens, 1974:74). Por aquellos
su rápido crecimiento industrial. Smiles prego- años, Friederik W. Taylor, nacido en 1856, reali-
naba la necesidad de "usar el pensamiento para zaba sus experimentos en los talleres de la Mid-
desarrollar el carácter y así sobrevivir en un vale Company en busca de lo que, en aquella
medio donde sólo los más aptos triunfaban" época, se había convertido en la nueva piedra
(Bendix, 1966:266). Las ideas con un cariz reli- filosofal de los empresarios: la reducción del
gioso se fueron secularizando y reaparecieron en tiempo y de los movimientos de la producción
el movimiento del "Nuevo pensamiento" (1895- utilizados en la producción de cualquier mercan-
1915), "que deificaba al individuo, hacía de sus cía: the one best way taylorista. La coincidencia
capacidades mentales una emanación de Dios de estos dos personajes en sus deseos de recom-
y concebía el universo como una manifestación poner el trabajo en la industria del acero, el uno
de una esencia vaga, espiritualista y omnipresen- por la vía de la represión directa —desatando
te" (Bendix, 1966:271). Estas ideas, trasladadas una verdadera guerra contra los trabajadores de
al terreno de la producción, generaban consig- Homestead— y el otro por la vía de la aplicación
nas centradas en las cualidades mentales de los de la racionalidad científica y la transformación
individuos y sobre cómo usarlas para alcanzar tecnológica al proceso de producción, era, entre
la cima. Ese imaginario impregnado de religio- otras cosas, una respuesta empresarial ante los
sidad secularizada y del racionalismo moderno desafíos de la clase obrera. El pensamiento y la
influyó en las pesquisas que Taylor realizó en la acción de Taylor —quien vio frustrada su carrera
industria. de abogado por un problema físico, se convirtió
o en aprendiz y acabó siendo ingeniero consultor
rM
Por otro lado, durante los últimos años del
SI de industrias—, se sustentaron en una expansión
E siglo XIX y los primeros del xx, la siderurgia ha-
sin precedentes de la economía norteamericana,
y bía cobrado gran importancia en los países más
que exigía la reestructuración de la clase obrera,
b avanzados. Las fusiones con nuevas aleaciones
en particular la del sector de los acereros. Como
q permitían la elaboración de aceros de mayor
el Carnegie de aquellos años y el Ford en los
~B maleabilidad y con nuevas propiedades. Estos
co- años posteriores, F. W. Taylor iba a cumplir su
ro aceros posibilitaban la producción de complejos
papel de técnico al servicio del capital. Inclu-
bienes de capital y artículos de consumo durade-
so se convirtió en un conferencista que recorrió
z ro que revolucionaron la industria metalmecáni-
su país pregonando sus lecciones de adminis-
0 ca. La producción del acero todavía era realizada
I por obreros con cierta calificación, trabajadores
tración científica de manera gratuita. A la larga,
sus métodos serían más eficaces que la burda
IX
cuyo oficio estorbaba el desarrollo del capital y a
los cuales había que sustituir, expropiándoles su
represión empresarial, puesto que, aunque las
batallas de Carnegie contra los acereros hayan
saber-hacer. La Amalgamated Association of Iron
traído como consecuencia que la membresía de
VI
and Steel Workers (AAISW), uno de los sindicatos
la AAisw descendiera de 24 000 trabajadores en
más viejos de Estados Unidos y el segundo en nú-
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Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87
1892 a 10 000 en 1894 y 8 000 en 1895 (Lens, b) La descomposición del trabajo mediante el
1974:88),^ los métodos de Taylor serían, a largo uso del cronómetro y las técnicas de tiem-
plazo, más efectivos y se convertirían en parte pos y movimientos, que son la base de los
ineludible de las ideologías directorales en la llamados therbiings (micromovimientos que
producción durante el siglo xx. desarrollaron los esposos Gilbreth. Con esa
F. W. Taylor se ocupó no solamente de la desarticulación del trabajo, Taylor logró
administración de la fuerza de trabajo en la pro- romper la base estructural técnico-social de
ducción; su racionalismo y sus experimentos la organización de los obreros de oficio y
lo llevaron a concebir la producción inmediata profesionales. Este proceso de descalifica-
como una totalidad en la que intervenían la fuer- ción pasó por las modificaciones a la forma
za de trabajo y los medios de producción. No de realizar el corte de metales, experimen-
sólo cronometró los tiempos y los movimientos to que culminó con transformaciones en la
del trabajo vivo en el proceso de laboral, sino consistencia del acero y con cambios en las
que implemento mejoras a las herramientas y las máquinas-herramientas utilizadas para su
materias primas como el acero, que transformaron corte, con lo que Taylor lograba separar el
los procesos de su elaboración y las velocidades saber-hacer, la ciencia y la técnica de la cla-
en su producción (Friedmann, 1977:98-99). Tay- se obrera, para revertírselas posteriormente
lor no sólo "racionalizó" los movimientos del como tecnología al servicio del comando
trabajo vivo al reducirlos a su mínima expre- del capital.
sión, descalificó al obrero y lo convirtió en el c) Estas modificaciones al proceso de produc-
"estúpido y flemático que en su conformación ción inmediato desencadenaron una serie
mental ha de parecerse más a un buey que a un de cambios globales que repercutieron en
hombre" (Taylor, 1974:58), como llamaba des- el proceso de valoración en su totalidad y
pectivamente a su prototipo de trabajador ideal, rompieron con la antigua organicidad de los
sino que expropió el saber-hacer que poseía el trabajadores, con sus momentos de socia-
obrero mediante acciones que silenciosa y sigi- bilidad fabril y con su antigua "cotidianei-
losamente coadyuvaron a la extinción del obrero dad" dentro del proceso de trabajo.
de oficio. d) El tiempo productivo para Taylor no conce-
Entre algunas de las medidas técnico-políticas bía los tiempos muertos, su obsesión por la
que Taylor desarrolló tenemos: continuidad en el flujo productivo lo hizo
precursor de la banda de montaje, ya que o
a) La noción de colaboracionismo de clase su constante búsqueda de racionalización
sobre la cual se sustentan los sindicatos lla- de los tiempos y movimientos se convertiría
mados blancos y amarillos. Un día Taylor en la nueva religión del empresario y admi-
le contestó a un obrero que le dijo que sus nistrador de principios del siglo xx. Los ca- b
técnicas servían para incrementar las ga- pitalistas, sus intelectuales y su intelligentsia
nancias del patrón: "Usted y yo diferimos técnica buscarían, afanosamente, cerrar los
absoluta y radicalmente en algo que usted espacios muertos en la producción.
parece no comprender. Usted postula en e) La separación entre la teoría y la práctica, y Ë
principio que la guerra entre obreros y em- entre las labores de dirección y de ejecución, z
presarios es la única vía hacia el éxito para será otra de las medidas que Taylor introdu- 'ÎI
los obreros. Mientras que yo creo —con la ciría en la industria moderna. Taylor decía
,s
misma convicción—, que el camino del éxi- que sus investigaciones en la Midvale Steel t
to pasa por la colaboración más estrecha y Co. probaban la importancia de los especia- X
más amistosa" (Friedmann, 1977:116-117). listas en organización científica, y a su vez
despreciaba los conocimientos empíricos
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José Othón Quiroz Trejo
adquiridos por los mecánicos encargados de Este complejo método fue bautizado con el
trabajos repetitivos (Friedmann, 1977:103). nombre de "Cronociclográfico" (Thickett,
f) La lucha por el territorio en la sociedad se 1978:97-107). Con sus incursiones, Gilbreth
inicia en la lucha por el territorio en la fá- marca el inicio de lo que más tarde serán los
brica. Con Taylor se racionaliza el tiempo conflictos laborales en procesos de trabajo
y el movimiento y, en consecuencia, el es- miniaturizados (Goldhaber, 1980:9-32).
pacio. El área de trabajo, la movilidad y el
albedrío en la fábrica se verán restringidos Con la generalización del taylorismo en todas
a partir del desarrollo de la administración sus manifestaciones, se deteriora la importancia
científica aplicada a la producción. El es- estratégico-productiva del obrero profesional. El
pacio de trabajo se convertiría en objeto de significado político de los tiempos y movimien-
pugnas entre el trabajador asalariado y el tos como expresión acabada de la subsunción
capital, ya' que éste buscaría a toda costa real del trabajo y ejercicio del poder por parte
la fijeza del obrero en el puesto de trabajo. del comando empresarial en la fábrica se refleja
Esta tendencia, se vería acrecentada a par- en que se reducen los tiempos muertos: como
tir de Henry Ford, continuador de Taylor e posibles tiempos de autovaloración proletaria,
introductor de la cadena de montaje en la utilizados para descansos breves en la jornada
industria automotriz. diaria de trabajo o para la viva plática organi-
g) Finalmente, el taylorismo desempeña un zativa por parte del trabajador. Con la fijación
doble papel en la descomposición del tra- al puesto de trabajo se limitó la movilidad que
bajo en la fábrica, por un lado, cierra los permitía la comunicación entre los trabajadores,
tiempos muertos de la producción al dismi- que igual podía servir para organizar sus luchas
nuir la cantidad de trabajo contenido en la o para tener un respiro momentáneo frente al tra-
mercancía y, por el otro, mediante el uso del bajo repetitivo.
cronómetro y la aplicación de las técnicas
de tiempos y movimientos, descompone y
El taylorismo de Henry Ford
recompone las tareas y, con ellas, el saber-
hacer y el ejercicio obrero sobre los tiempos Henry Ford nace en 1863, se convierte en conti-
vivos para el trabajador, muertos para el ca- nuador de la obra de F. W. Taylor y en un puen-
pital. El proceso de reducción de los tiem- te generacional entre el empresario liberal y el
o pos y movimientos a su mínima expresión que surge de la crisis del librecambismo. En sus
(N alcanzó su nivel más alto con Frank Bunker discursos vislumbraba las preocupaciones del
J2 Gilbreth, quien desarrolló experimentos so- Welfare State keynesiano, pero desde la óptica
a; bre los micromovimientos, a los que llamó
'y del empresario privado.^ Ford aplicaría a su ma-
b therbiigs —palabra formada con las letras nera los principios tayloristas sobre el proceso
de su apellido al revés—. Contemporáneo laboral de la industria automotriz, sobre todo el
de Taylor, preocupado por los tiempos principio de cerrar los poros de la producción
CO muertos y el ahorro de tiempo de trabajo para eliminar trabajo innecesario y producir en
m
mediante la simplificación y reducción de serie al menor costo posible.^
Z
movimientos a su mínima expresión, Gil- Junto a las necesidades estrictamente econó-
.S breth y su esposa utilizaron una cámara de micas, una parte de las propuestas de Carnegie,
cine, luces estroboscópicas y conectaron
I focos a las manos y articulaciones de los
Taylor, Ford y un sinnúmero de empresarios y
profesionistas buscaba controlar y limitar la in-
s
X dedos de los trabajadores para proyectar en subordinación de los trabajadores y su tendencia
c una pantalla sus movimientos y tomar sus
:2 a mantener un saber técnico-productivo sobre el
tiempos y medir distancias, con la intención que sustentaban su rebeldía y su capacidad de
<ù
de eliminar los movimientos innecesarios. contratación. Con el uso de la cadena de monta-
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Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87
je, Henry Ford reestructuraría el proceso de tra- se le da hasta la última pulgada de espacio
bajo en una industria como la automotriz, donde necesaria, pero ni una, o en todo caso ni un
el límite técnico del ensamble representaba un • pie cuadrado, de más: 'nuestros talleres no
serio obstáculo para la continuidad en la pro- son jardines públicos'", declaraba (Fried-
ducción. Ford desarrolló varias medidas técnico- mann, 1977:146-147). .
económicas en torno al control de la producción dj Henry Ford lograría la desarticulación del
del auto; la aplicación de la cadena de montaje trabajo mediante la introducción de la ca-
fue sólo una de ellas y, tal vez, la más conocida. En dena de montaje en el ensamble del auto,
resumen, sus técnicas aplicadas a la producción, al crear con ello un ejército de trabajadores
y las formas como ejerció su ideología directoral descalificados o especialistas en una sola
en la fábrica y en la sociedad extrafabril, fueron tarea; un contingente de obreros destinados
las siguientes: a repetir la misma operación; obreros per-
tenecientes al "nuevo artesanado fordiano"
a) A diferencia de Taylor, Henry Ford fundó su (Friedmann, 1977:146-147).
sistema en el de pago de altos salarios y en la
producción masiva. Los altos salarios tenían La aplicación de la cadena de montaje'' a la
para él dos finalidades: la adecuación de industria del ensamble de vehículos automoto-
los trabajadores a la nueva organización del res fue resultado de un largo proceso; todas las
trabajo —menos calificado, monótono y transformaciones fordianas hechas a la organiza-
repetitivo—, y, al mismo tiempo, la amplia- ción de la producción fueron resultado de largos
ción del mercado del automóvil, incluyendo años de experimentación. La desarticulación del
a sus propios obreros como consumido- trabajo en las plantas Ford se desarrolló entre los
res potenciales, lo que significaba un uso años de 1903 a 1914. Ese periodo se convirtió
del salario como inversión. Ford decía: "la en un trazo temporal formado por una sucesión
demanda no crea; debe ser creada" (Fried- indefinida de medidas, que apuntaban hacia el
mann, 1977:131). control y una disciplina impuestos por la cadena
b) Henry Ford concebía la producción como de montaje que después extendería su dominio
un ciclo que unía todos los momentos que a la sociedad.
la integraban —producción, circulación, En 1903 las plantas Ford aún utilizaban el ser-
distribución y consumo—. Debido a ello, vicio de mecánicos versátiles, que se movían a
tendió a organizar y controlar las condicio- lo largo de la ruta del ensamble como mecáni- o
(N
nes de la producción y reproducción de la cos globales y que seguían a pie los pasos en la
fuerza de trabajo. Por eso procuraba con- elaboración del auto, desde el armado del chasis
trolar no sólo la vida del trabajador en la hasta la terminación del producto. Para el año 'y
fábrica, sino también su existencia fuera de de 1908, el obrero ensamblador ya no tenía que b
ella: su "tiempo libre". dejar su puesto de trabajo para hacer viajes a los
cjComo buen "racionalizador científico" de almacenes y proveerse de herramientas, los ayu-
operaciones y conocedor de la dinámica dantes colocados a su lado desempeñaban esa co"
ro
de la producción, Henry Ford emprendería labor. Entre 1908 y 1909, Henry Ford y su socio Ë
una verdadera batalla contra la movilidad del James Couzens decidieron contratar los servicios z
obrero en la fábrica y la discontinuidad en- de Walter W. Flanders para que modernizara .s
tre las operaciones. Como Taylor, fijaría al el proceso de fabricación de las ensambladoras
obrero al puesto de trabajo y le restringi- Ford. Fue él quien las proveyó con el equipo y
ría al máximo su área de operación. A este maquinaria esenciales para iniciar la producción
respecto, Ford afirmaba que "cada metro en masa que, en 1909 alcanzó el número de 10
cuadrado produce gastos que es necesario mil autos producidos. Al año siguiente comenzó
reducir. A cada hombre y a cada máquina a operar la planta de Highland Park con técnicas
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José Othón Quiroz Trejo
aprendidas de Flanders y otros adelantos desa- car el principio de "llevar el trabajo al hombre",
rrollados por Ford y Couzens. Sin embargo, el dándole movilidad a las líneas alimentadoras
problema de la desorganización de los depar- de ensamble de motores, ejes y magnetos. Los
tamentos conectados a la línea final todavía no resultados fueron magníficos, pero a pocas se-
estaba resuelto (Sward, 1975:32-33). manas del cambio, la descompensación entre la
El primer paso firme hacia la racionalización velocidad de los departamentos y la lentitud del
de la producción en la Ford consistió en la me- propio ensamble final se hizo manifiesta (Sward,
dida taylorista de dividir, hasta sus unidades más 1975:35). Todo el verano de 1913 se experimen-
pequeñas, cada operación mecánica requerida taron nuevos cambios, hasta que se utilizó una
para la producción de un automóvil. A conti- rudimentaria cadena de montaje que logró un
nuación fue necesario acomodar máquinas y ensamble final en movimiento. Simultáneamen-
hombres en líneas continuas y paralelas, de tal te los autos eran abordados por los obreros que
manera que el trabajo fluyera de máquina a má- se encargaban de "vestir" —colocar vestiduras y
quina con las menores interrupciones posibles partes externas del auto— y darle el toque final a
y en una sucesión lógica (Sward, 1975:34). El las unidades. Fue hasta el 14 de enero de 1914,
principio que guiaba las transformaciones en la cuando se utilizó una cadena de montaje auto-
planta de Highland Park era el de la búsqueda de mática, y poco más tarde se usó el transportador
mayor continuidad en el proceso de producción, aéreo para proveer de partes a los trabajadores
sin embargo, los trabajadores y las piezas por en- de línea final. El fordismo había completado su
samblar todavía tenían que transitar de banco en primera transformación importante al proceso de
banco. En 1910, para evitar estos movimientos trabajo del automóvil (Sward, 1975:37).
se colocaron planos inclinados entre cada puesto
La respuesta obrera comenzó a aflorar desde
de trabajo para que la pieza, por sí sola, circulara
1910, después de las primeras transformaciones
hacia la siguiente operación, lo cual aumentó la
importantes en la organización de la produc-
productividad en los departamentos productores
ción. Los trabajadores estadunidenses, ante la
de partes que estaban conectados a la línea final
modernización, habían mantenido su resistencia
(Sward, 1975:34).
pese a la represión explícita al estilo de algu-
Los nuevos métodos fueron aplicados a to- nos empresarios, como Carnegie, o la implícita,
dos los departamentos alimentadores de la línea detonada a partir de Taylor. Sectores importan-
final. Había llegado la hora de reorganizar el tes de la clase obrera americana se negaban a
o ensamble, y fue en 1913 cuando el ensamble es- desempeñar el papel de conejillo de Indias ante
(N
tacionario fue modificado. El rudimentario mé- aquel férreo bloque que formaban la ciencia y
todo consistía en colocar 60 chasises en fila y, al las máquinas de los empresarios y al servicio de
'u lado, en una línea paralela, se colocaban las ca- éstos. Las transformaciones que surgieron entre
b rrocerías sobre burros de madera esperando a ser 1909 y 1913, produjeron formas de resistencia
montadas. Mientras tanto, los equipos de obreros y rechazo, veladas y silenciosas, pero numero-
realizaban sus tareas sobre los 60 chasises; había sas, como el ausentismo, que se acentuó a partir
06" equipos colocadores de ejes, de motores, de llan- de 1913. En ese año la deserción de la fuerza de
ro
tas, etc. Cada equipo era seguido por un grupo trabajo de las plantas Ford llegó a 380% (Ford,
Ë de ayudantes que los proveían de herramientas 1922:126-130). El notable crecimiento en la di-
Z visión del trabajo y la proliferación de los super-
y piezas. Como podemos observar, la novedo-
s
I sa técnica todavía resultaba bastante arcaica. En visores hicieron del trabajo en la Ford una tarea
1»
ese año fueron contratados los servicios de C. W. vacía y repetitiva; era tan grande el disgusto ante
X Avery y William Klann, técnicos que le darían al la nueva organización de la producción que, en
proceso de fabricación Ford sus toques definiti- 1913, cada vez que la compañía deseaba añadir
vos. El binomio Avery-Klann comenzó por apli- 100 trabajadores a su personal de fábrica, era ne-
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Taylorismo, fordismo y administración científica en la industria automotriz, pp. 75-87
cesario contratar 963 —previendo la inminente tal y la edición de un periódico, cuyo redactor
deserción de 863— (Sward, 1975:49). Mientras tuvo grandes discusiones y dificultades con Ford,
tanto, gran parte de las ganancias fordistas eran debido a que no pudo cumplir con la exigencia
reinvertidas en compras de maquinaria, de tal fordista de aplicar la línea de ensamble a la pre-
manera que cada día era mayor la importancia paración de las noticias (Sward, 1975:141).
del capital constante en relación con el capital La intervención de Ford en la vida de los obre-
variable —los salarios pagados—: se incremen- ros dentro de la fábrica y el control sobre la pro-
taba la composición orgánica de capital. ducción llegó a sus límites durante la crisis, entre
En estas condiciones, en 1913 arribaron los 1929 y 1943. Harry Bennet, del Departamento
wobblies, sindicalistas revolucionarios y orga- de Servicios, hizo de las fábricas de Ford verda-
nizadores obreros miembros de la International deros espacios de autoritarismo empresarial y pe-
Workers of the World. Comenzaron a repartir sus netró en la vida privada del obrero a través de los
periódicos Solidarity y The emancipator, don- miembros de su extraño departamento, el cual
de llamaban a Henry Ford el Rey de la veloci- tuvo funciones de policía de fábrica. El Departa-
dad, y a sus empresas, las "fábricas de sudor", e mento de Servicios estaba formado por ex juga-
invitaban a los trabajadores a organizarse en dores de fútbol americano, corredores de pista y
"un gran sindicato" —one big union— (Sward, campo, boxeadores y ex marinos, como lo fue el
1975:51 ). Ante estas amenazas y los efectos eco- propio Bennett (Sward, 1975:291-293). Algunas
nómicos negativos que traían el ausentismo y el funciones de este grupo paramilitar enquistado
turn over para las plantas Ford, Couzens —el so- dentro de las plantas Ford, eran el espionaje, la
cio de Henry Ford— concibió la política de los propalación de la intriga, la represión directa de
cinco dólares al día, que fue anunciada el 5 de los trabajadores rebeldes dentro y fuera de la fá-
enero de 1914 como un "acto de desinteresado brica e, incluso, el asesinato. Cari Brooks, uno de
humanitarismo". En realidad, este aumento por sus miembros, llegó a ser jefe de la policía de la
encima de lo que otras ensambladoras pagaban, ciudad de Dearborn en 1929 (Sward, 1975:156),
representaba un esfuerzo para adaptar a los tra- llevando asía la sociedad sus técnicas de control
bajadores a los nuevos métodos de organización y represión aprendidas dentro de la fábrica.
del trabajo (Sward, 1975:52). Esta política, ade- Henry Ford siempre había pensado la sociedad
más de retener a los trabajadores dentro de las como un todo subordinado a la producción. Para
empresas Ford, a la larga representó una medida este industrial los momentos de producción, cir- o
de regulación del crecimiento capitalista —que culación, distribución y consumo estaban ínti- o
se adelantaba al keynesinismo— al tomar al sa- mamente interrelacionados. En consecuencia, la 2ü
lario como una inversión; el incremento en su vida del obrero debía ser planificada y contro- S3
monto garantizaría, además de la paz laboral y lada dentro y fuera de la empresa. Controlar la 'y
social, un mercado más amplio para los autos reproducción de la fuerza de trabajo, sus con- b
Ford. Era una propuesta que ligaba la producción diciones de vida y su "ocio" fueron una verdadera
a la reproducción, la organización de la fábrica a obsesión para este continuador del taylorismo y "5
la sociedad, la producción con el consumo. Harry Bennet fue su mejor vehículo, el discípulo 00-
ro
El deseo de extender el poder y la autoridad que aprendió y aplicó las enseñanzas del otro
del centro de trabajo a la sociedad por parte de Ford, aquel que sólo en la intimidad de la pro-
Henry Ford no paró ahí, sus deseos de organi- ducción podía ser conocido, el moderno empre-
zar y planificar la sociedad a partir de la fábrica sario autoritario. Harry Bennet fue el personaje
lo llevaron a realizar actividades como la crea- idóneo para una crisis, llevó la represión y el
ción de una planta que se convirtió en enclave control a todas las esferas de la vida de los traba- X
£
industrial y cuyos alrededores se convirtieron en jadores. Antonio Gramsci apuntaba en America- -O
4^
un company town; la construcción de un hospi- nismo y fordismo, donde analizaba el taylorismo
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José Othón Quiroz Trejo
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1969, los metalúrgicos del ABC paulista en Bra- pesquisas en 20 empresas multinacionales, que
sil, y los metalmecánicos y obreros de las ensam- surge "un modelo neofordista que ejerce un im-
bladoras en el Cordobazo argentino, mostraban pacto directo sobre la gestión de los recursos b
en conjunto, entre otras cosas, el rechazo a la ra- humanos" (Segal, 2010:1). En suma, las islas de g
cionalización taylorista y fordiana aplicada a la producción parecían ser una superación de la "5
simplificación, división y aceleración del ritmo división del trabajo taylorista en la cadena pro- co""
ro
de trabajo en las ensambladoras, y algo más. ductiva fordiana, y sin embargo la cadena de
montaje reaparecía en los equipos autónomos
A manera de conclusión de ensamble de autos. La realidad contemporá-
nea superó algunas limitaciones del taylorismo y
A partir de los años ochenta vino la reestructu- el fordismo, pero estos, como la racionalización
ración del comando empresarial en los centros misma, aunque posmoderna, no desaparecieron.
laborales y, con ella, los despidos, la relocali- Como no desaparece la extracción de plusvalía.
zación de las fábricas, su trasformación interna El taylorismo, como el dinosaurio del cuento de
y la proliferación de nuevas formas de gestión Augusto Monterroso, aunque han pasado mu-
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José Othón Quiroz Trejo
chos años, todavía está ahí, dentro de la fábrica ^ Los contenidos del paréntesis son extraídos
o en la organización y administración del trabajo del propio Gramsci, redactados por mí para
de servicios o, incluso, del posmoderno traba- dar continuidad a la idea de la cita.
jo inmaterial. Ni el taylorismo ni el fordismo han * El estudio no contiene información sobre
muerto, sólo se reciclan, subsumen y combinan Dina (empresa que antes funcionaba a Die-
con otras formas de organización y gestión de la sel Nacional y a Renault Mexicana), debido
producción. a que, en el momento de la encuesta (1974),
la empresa se encontraba en huelga. De
cualquier manera, a partir de fuentes alterna-
Notas
tivas se comprueba la utilización de técnicas
^ Aunque el autor menciona que las ganan- tayloristas en esta empresa.
cias de la Carnegie Steel Co. en 17 años se ^ Un hallazgo relacionado con este tema sur-
elevaron de 27 000 000 a 1 060 000 000 de gió de una larga plática con un economista
dólares, hay que tomar en cuenta que esta industrial incrustado en una planta de la Ge-
empresa fue la primera en usar en EUA la tec- neral Motors hoy desaparecida, quien, entre
nología Bessemer. otras cosas y con otras palabras, me dijo: "En
^ Henry Ford antecede a Mary Parker Follet y la producción no nos detenemos a definir
a John Maynard Keynes cuando pugna por puntualmente si es taylorista, fordista, pos-
una producción y un consumo de masas en taylorista o posfordista". Las necesidades de
el que participe el mayor número de perso- la producción requieren de su combinación.
nas. Busca medidas generales que permitan No hay fábricas ni departamentos puramen-
limitar las contradicciones de clase a través te fordistas, o puramente toyotistas, o única-
de un control por parte del empresario priva- mente tayloristas. Lo nuevo no desplaza a lo
do del ciclo producción-reproducción. Los viejo si no hay una razón económica que
planteamientos del reconocimiento del con- lo amerite, si lo viejo sigue siendo rentable,
flicto y de la crisis regulada serán retomados se combina con lo nuevo igualmente renta-
por Mary P. Follet y John M. Keynes, sólo ble (Espinosa, 1994).
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