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DEL CEIICH-UNAM
MEXICO 2011
Primera edición, junio del a ñ o 2011
D.R. © 2011
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
CENTRO DE INVESTIGACIONES INTERDISCIPLINARIAS
EN CIENCIAS Y HUMANIDADES
Torre II de H u m a n i d a d e s 4° piso
Circuito Interior, Ciudad Universitaria
México, 04510, D. F.
www.ceiich.unam.mx
©2011
Por características tipográficas y de diseño editorial
MIGUEL ÁNGEL PORRÚA, librero-editor
V
VI • IVAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
cinco siglos ante procesos de transformación tan relevante como los que han
tenido lugar en la Cuenca de México. Para acercarnos a esta realidad se pre-
senta de inicio un recorrido por la historia de esta relación.
La ciudad de México, una de las más pobladas del mundo, desde lo alto semeja
una gigantesca mancha de cemento y asfalto. Aun para quienes la habitan no es
fácil distinguir que está asentada en una cuenca natural que, en otro tiempo,
albergaba una inmensa laguna. Sobre una de las islas, se levantaba la ciudad de
México-Tenochtitlan, la capital de un vasto imperio que comprendía parte im-
portante de lo que hoy es México. Pero, además de esa gran ciudad, la cuenca era
un complejo formado por varias ciudades y muchos pequeños pueblos que, al
momento de la conquista, sumaban más de 200 centros poblacionales que al-
bergaban a cerca de dos millones de personas (González Aparicio, 1988).
La nueva ciudad colonial española se levantó sobre las ruinas de la capital
de los mexicas y su herencia marcó para siempre a la nueva metrópoli. Sus
edificios fueron diseñados por arquitectos de España, pero construidos por
mano de obra indígena, muchas veces utilizando las piedras de las pirámides
destruidas y la huella de las construcciones y los caminos precedentes. En una
fecha tan temprana como 1524 comenzó a construirse la nueva traza e inme-
diatamente el centro fue habitado por los conquistadores, de tal manera que
en 1528 la isla de Tenochtitlan era una nueva realidad (Mier y Terán, 2005).
Como símbolo de este proceso, la catedral se erigió encima de los restos del
templo de Hutzilopochtli, la deidad principal de la ciudad mexica.
Se estableció así un aspecto fundamental del imperio español que, a decir
de José Luis Romero, concebía a las ciudades como "vigorosos centros de con-
centración de poder", que aseguraran la presencia de la cultura europea (Ro-
mero, 2005: 9). Esta acción, la ocupación física y simbólica de los espacios del
antiguo poder político y religioso, seguía la máxima del aniquilamiento de las
viejas culturas y del sometimiento de su población, lo que quedó plasmado en
el escudo de la ciudad refundada: en el centro, dos torreones de Castilla fran-
queados por leones montados sobre la laguna y alrededor una fila de nopales, que
representaban a los pueblos indios sometidos.
Pero el entorno de la nueva ciudad se mantuvo, incluso a pesar del severo
despoblamiento, a causa de la violencia propia del proceso de conquista, la
explotación del trabajo indígena y, sobre todo, por la propagación de enferme-
dades nuevas, para las que la población local no tenía defensas naturales.
INTRODUCCIÓN • VII
liza, por ejemplo, una importante vía rápida para dar paso a la celebración de
la victoria de las tropas nacionales contra la invasión francesa en el siglo xix
en el pueblo del Peñón de los Baños. Son muy pocos los días en que la gran
urbe no se ilumina con los fuegos de artificio de las fiestas de los pueblos.
El caso de Iztapalapa, al oriente de la ciudad, es bastante ilustrativo. Allí
existe, como se comentó líneas atrás, una magna representación de la pasión de
Cristo, que nació cuando la región era azotada por una epidemia del cólera mor-
bus. Actualmente esa celebración congrega a más de un millón de personas.
Pero, a partir de la segunda mitad del siglo xx, coincidiendo con la expropiación
de sus tierras, aparecieron varias representaciones más en los pueblos de esa
demarcación, lo que parece indicar que uno de los mecanismos de defensa de los
pueblos es renovar o fortalecer su unidad en torno a la religiosidad popular. El
dramatismo del via cruris parece ser un espejo de su propia realidad.
Una de las características más sobresalientes de los pueblos originarios y
que mayor impacto ha tenido sobre la ciudad es la defensa de sus tierras que
es a la vez la defensa de los recursos naturales. Tal es el caso, por ejemplo, de
la experiencia de los comuneros de Milpa Alta. Entre 1974 y 1982 desarro-
llaron una importante lucha por detener la tala de los bosques a manos de
una compañía papelera e impidieron el despliegue de compañías fracciona-
doras en el bosque. Otro tanto puede decirse de la movilización realizada en
la década de los noventa, por Santa Cecilia Tepetlapa para impedir la insta-
lación de campos de golf que hubieran dañado de manera irreversible el en-
torno ecológico de Xochimilco, o la defensa que los ejidatarios de San Mateo
Tlaltenango hacen de sus tierras y el bosque del Desierto de los Leones.
Pese a su resistencia, la presión ha sido tan fuerte que algunos grupos han
sucumbido, y con ellos naufragan los mecanismos internos de sanción social
en contra de quienes venden la tierra para obtener dinero fácil y transformar
tierras de cultivo en zona urbana, lo que ha acelerado la ¡pérdida de suelo de
conservación. En áreas industriales como Azcapotzalco subsisten con dificul-
tad pueblos o barrios originarios. Inclusive en áreas residenciales de capas
medias, encontramos por ejemplo, el pueblo de Tlacoquemécatl, en plena co-
lonia del Valle o el de San Lorenzo Xochimanca, cuyo territorio era el Parque
Hundido, ambos en zonas residenciales muy conocidas de la ciudad.
Los pueblos de la cuenca han sufrido un proceso de invisibilización, que
ha llevado a que no se respeten sus nombres y su misma condición de pue-
blos. No existen estadísticas confiables sobre ellos y los que han concluido
su proceso agrario son oficialmente considerados colonias. Sin embargo, en
las últimas dos décadas se aprecia un proceso de fortalecimiento de las iden-
tidades de los pueblos de la cuenca, como expresión de desarrollos propios y
INTRODUCCIÓN • XI
de los cambios políticos en la capital del país. No cabe duda de que actual-
mente existen mejores niveles de interlocución entre los pueblos y las auto-
ridades capitalinas, sin dejar de existir contradicciones incluso muy serias,
como son las existentes en torno a obras que, como el metro, afectan zonas
agrícolas, forestales o tradicionales de Iztapalapa y Tláhuac, o las que se
proyectan en Cuajimalpa.
SIMBOLOGIA
Delegaciones del Distrito Federal
1. Alvaro Obregón
2. Azcapotzalco
3. Benito Juárez
4. Coyoacán
5. Cuajimalpa
6. Cuauhtemoc
7. Gustavo A. Madero
8. Iztacalco
9. Iztapalapa
10. Magdalena Contreras
11. Miguel Hidalgo
12. Milpa Alta
13. Tláhuac
14. Tlalpan
15. Venustiano Carranza
16. Xochimiko
PUEBLOS
BIBLIOGRAFÍA
L
os conceptos utilizados en toda investigación son constructos que se
redefinen en el proceso mismo de investigar. Surgen de bagajes teóricos
que se confrontan con las realidades sociales estudiadas en campo, y
en ese vaivén se resignifican y se delimitan generando un marco teórico es-
pecífico.
El proceso aquí mostrado implica un trabajo colectivo de reelaboración
conceptual que traza el camino de esta investigación. Este trazado represen-
ta al mismo tiempo una revisión de la construcción y reelaboración de los
conceptos empleados y la ruta seguida para esto. Es decir, implica una re-
flexión metodológica sobre el proceso realizado.
Este fue un recorrido que estuvo mediado por la interdisciplina, dado
que la composición del equipo de investigación integró las miradas de
sociólogos, antropólogos, geógrafos e historiadores -no siempre coinci-
dentes-, lo cual obligó a realizar un trabajo colectivo intenso para acercar
dichas miradas, enriqueciendo de esta manera la reflexión final. La inter-
disciplina resultó más un punto de llegada que uno de partida; más una
práctica sistemática de reflexión, que un imperativo teórico dado: es pues
una construcción conjunta que marcó el proceso mismo de la investiga-
ción.
La hipótesis de inicio consistió en considerar que en la ciudad de México
conviven distintas identidades y formas de pertenencia y de organización
que implican diferentes maneras de comprender y ejercer la democracia y la
ciudadanía. Tales diferencias trascienden el marco jurídico político estable-
cido y se vinculan a dinámicas socioculturales -ancladas en los llamados
pueblos originarios- cuya estructura obedece a elementos de tipo histórico,
1
2 • MA. ANA PORTAL ARIOSA Y LUCÍA ÁLVAREZ ENRÍQUEZ
ACERCA DE LA CIUDADANÍA
LA TRADICIÓN OCCIDENTAL
a su vez dos visiones de nación distintas para los españoles y para los indí-
genas; para los primeros representa una entidad unitaria de individuos,
mientras que para los segundos representa una entidad plural, un conjunto
de pueblos (Guerra, 2003).
Algunos autores, como Aniño (2003) señalan que la noción de ciudadanía
y la condición que de ella emana fueron difundidas en la Nueva España antes
de la independencia y fueron apropiadas por los pueblos, mediante los muni-
cipios indígenas, para defender su condición de pueblos ante el Estado liberal
e impedir así la destrucción de sus identidades comunitarias. Esto es, los indí-
genas y mestizos habitantes de los pueblos utilizaron la noción liberal de ciu-
dadanía para cubrir con un reconocimiento legal su condición comunitaria
dentro de la República y protegerse ante la tendencia liberal homogeneizante.
Este autor destaca la particularidad de la condición de ciudadanía que emerge
de este proceso, como un gran potencial del caso mexicano que produjo lógicas
peculiares de sincretismo cultural y político a través de las cuales estos pue-
blos fueron adaptándose al proceso de occidentalización, al mismo tiempo que
lograron preservar su condición comunitaria.
La ciudadanía posee entonces en este proceso una dualidad en lo que a
su acepción se refiere, que se mantiene a lo largo de varias décadas y de algún
modo persiste en la actualidad en el ámbito de los pueblos indígenas y de
otras etnias en nuestro país y en la ciudad de México. Es una condición de-
finida y asumida de manera diferenciada por la institucionalidad central vi-
gente y por las comunidades periféricas, y para comprenderla en su cabal
complejidad en México, es necesario reconocer las diversas dimensiones
sociales y culturales que esta institución adquiere en el tránsito hacia la so-
ciedad liberal.
En esta disparidad de acepciones se advierte no obstante un sustrato co-
mún que remite al justnaturalismo católico de la tradición colonial, que es
el que las prácticas de los actores sociales sobreponen al nuevo lenguaje libe-
ral. De ello resulta un nuevo léxico político inventado por las comunidades
locales, a través del cual éstas logran mantener y controlar la continuidad
con el liberalismo y la discontinuidad. Esto se traduce en los variados inten-
tos de los pueblos por redefinir y adaptar la ciudadanía a valores, memorias
y prácticas, verdaderamente distintas a las oficiales, a través de las cuales
mantienen su confrontación con la "modernidad política" (Aniño, 2003).
Con la Constitución de Cádiz, al ser reconocido el vecino como el ciuda-
dano de la República, a la soberanía abstracta y homogeneizadora se contra-
puso en el mismo texto y en la realidad una ciudadanía diferente, de carácter
básicamente territorial, que dependía totalmente de las comunidades loca-
PUEBLOS URBANOS • 9
les; con este hecho la comunidad local fue transformada por la Constitución
como fuente de derechos políticos, y al ser el indígena un vecino-ciudadano,
la comunidad indígena quedó transformada también de facto en esta fuente
de derechos constitucionales. Algunos de estos derechos fueron los políticos,
a votar y ser votados, y a constituir parte de las instituciones gubernamenta-
les de los municipios. En este proceso numerosos municipios fueron consti-
tuidos por indígenas y mestizos y mediante sus prácticas del pasado colonial
y sus estrategias de apropiación de los nuevos recursos liberales, muchos de
estos municipios electivos con el tiempo se transformaron en un poder juris-
diccional autónomo,- con esto se otorgó a la ciudadanía el valor de un dere-
cho a la constitución de autogobiernos locales (Aniño, 2003). También de
aquí emanó la proclamación de municipios soberanos que reivindicaban su
derecho a aceptar o no la autoridad de los gobiernos, con base en una libertad
no concedida por la Constitución, sino preexistente a ésta.
El municipio liberal, con la posibilidad que ofrecía de reubicar las tierras bajo su
jurisdicción, se convirtió en un instrumento de las comunidades para defender-
se de los aspectos amenazantes de la igualdad liberal. Tierra, ciudadanía y justi-
cia estructuraron de esa manera un sujeto institucional nuevo, distinto del
proyectado en la Constitución, expresión directa de los intereses y de las cultu-
ras locales mexicanas. Todo este cambio institucional se realizó al margen del
control del Estado colonial y de las élites criollas,- fue un proceso autónomo de
los pueblos, y por consiguiente alteró no sólo el antiguo orden sino también el
nuevo (Aniño, 2003: 74).
'Al respecto véase Pablo Yanes, Virginia Molina y Osear González (2004).
2
Hacemos énfasis en la idea de delimitación teórica pues, como veremos más adelante,
sabemos que el concepto tiene una dimensión política que en la actualidad involucra la lucha
por su reconocimiento jurídico en la ciudad, lo cual tiene otras implicaciones.
3
La definición de lo indio, ha sido un tema histórico y de debate en la antropología mexi-
cana. Desde Gamio hasta nuestros días ha sido sumamente problemático encontrar los crite-
rios para definir a los grupos indígenas en México. Pero también representa un problema
práctico en la definición de políticas públicas y para la aplicación de programas sociales. A la
fecha prácticamente el único que opera es el criterio lingüístico como se utiliza en el censo.
4
Véanse textos como los de Andrés Medina (2007); Sánchez (2006); Mora (2009), entre otros.
12 • MA. ANA PORTAL ARIOSA Y LUCÍA ÁLVAREZ ENRÍQUEZ
5
La cuenca tiene distintas regiones, que a grosso modo se divide en una lacustre, una
serrana y una de valle.
14 • MA. ANA PORTAL ARIOSA Y LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
TIEMPO Y ESPACIO
El tiempo es la manera en que existimos. Por eso desaparece cuando cesa nues-
tro estar en el mundo: somos tiempo. El tiempo es la cualidad misma de la
existencia, es su forma de estar; de ahí que su nombre se enmascare y se con-
funda con los de las cosas a las que hace existir. Acaso el tiempo no sea sino
"una redundancia de la realidad en su devenir".6 Una manera de ser de las cosas
que se oculta en la penumbra del lenguaje,- que se enmascara y se nos escapa
cada que pretendemos atraparlo (Valencia, 2010).
Todo grupo social construye y se apropia del tiempo y del espacio, modificándo-
lo y construyéndose a sí mismo en el proceso, a partir de un capital cultural
determinado (Aguado/Portal, 1992: 69).
6
Cfr. Étiene Klein, Las tácticas de ciónos, Siruela, Madrid, 2005, p. 29.
PUEBLOS URBANOS • 15
Es decir, tienen una historia que parte de las redes de parentesco, que se
constituye en una suerte de mito de origen y que permea la organización
territorial (ya que generalmente los originarios ocupan las partes centrales
del pueblo). Esta es una diferencia fundamental frente a otros espacios urba-
nos en donde el parentesco no tiene una función fundacional. El parentesco
se constituye en parte del espacio social y del territorio. Lo cual nos lleva a
que:
incluso en aquellos pueblos que han perdido sus terrenos y han queda-
do reducidos a medios urbanos, existe una idea de espacio originario,
en el que se identifica un centro y otros espacios comunitarios, entre
los que las más de las veces se cuenta la iglesia o capilla, la plaza, el
mercado y el panteón.
men un lugar en el mundo, al tiempo que son reconocidos por otros en ese
lugar. Es pues una práctica de espaciación.
Cabe señalar que este concepto de originario no se contrapone al de ur-
bano. Los pueblos originarios son preexistentes a la condición urbana actual,
de allí que son considerados sin duda como originarios. Sin embargo, hasta
mediados del siglo xx se desarrollaron también en una dimensión rural. La
transformación de fondo se da a partir de la relación contemporánea con la
ciudad. Si bien lo que les da identidad es el vínculo con la tierra, esta tierra
cambia de sentido convirtiéndose en lugares, que muchas veces pasan a ser
lugares urbanos. Lo anterior nos llevó a preguntarnos si una característica
del pueblo es entonces lo rural. Al respecto consideramos que:
7
Es importante distinguir entre lo urbano y la urbanización. Lo urbano se refiere a los
procesos internos que vinculan actividades propias del pueblo con prácticas citadinas, mien-
tras que la urbanización se refiere a aquellos indicadores que dan cuenta de actividades eco-
nómicas de mejoramiento de los niveles de bienestar y de la vivienda e inmuebles del pueblo,
consolidación de las vías de comunicación, etcétera.
20 • MA. ANA PORTAL ARIOSA Y LUCÍA ÁLVAREZ ENRÍQUEZ
ACERCA DE LA IDENTIDAD
8
En el libro Identidad, ideología y ritual se desarrolla ampliamente el concepto de eviden-
cia ideológica, la cual, en síntesis, proponemos como: "... una unidad inseparable en donde
entran en juego lo somático y lo cultural, que si bien se nutren de la experiencia inmediata,
la transforma en una representación para los individuos de dicha cultura ya que es útil para la
acción sin ser explicativa del fenómeno" (Aguado/Portal, 1992).
PUEBLOS URBANOS • 23
REFLEXIÓN FINAL
BIBLIOGRAFÍA
AGUADO VÁZQUEZ, José Carlos, María Ana Portal Ariosa, Identidad, Ideología y ri-
tual", México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa/División de
Ciencias Sociales y Humanidades. Texto y Contexto 9, 1992.
ÁLVAREZ, Lucía, "Actores sociales, construcción de ciudadanía y proceso democrático
en la ciudad de México", en Álvarez, San Juan y Sánchez (coords.), Democracia
y exclusión. Caminos encontrados en la ciudad de México, México, UNAM-UAM-
INAH, 2006.
, "Historia de la conformación ciudadana en la ciudad de México", en De la
RosayTreviño (coords.), Ciudadanía, espacio público y ciudad, México, Univer-
sidad Autónoma de la Ciudad de México, 2009.
ANIÑO, Antonio, "Ciudadanía versus gobernabilidad republicana en México", en
Hilda Sábato (coord.), Ciudadanía política y formación de las naciones, México,
Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México, 2003.
BORIA, Jordi, "Los desafíos del territorio y los derechos de ciudadanía", en Memoria
del Seminario Internacional Costos y Financiamiento de la capital, México,
CDF-Colmex, 2000.
GUERRA, Francpis Xavier, "El soberano y su reino. Reflexiones sobre la génesis del
ciudadano en América Latina", en Sábato, ciudadanía política y formación de
PUEBLOS URBANOS • 25
Uno de los primeros problemas para explorar el papel de los pueblos en el terri-
torio metropolitano es el hecho de que las fuentes actuales que dan cuenta de
las características socio demográficas de la población urbana en la ciudad
de México no reconoce figuras de poblamiento como colonias, fraccionamien-
tos, barrios, pueblos, etcétera. Toda la información que se procesa y sistemati-
za el INEGI1 homologa toda la diversidad del poblamiento en las AGEB urbanas,2
que a fin de cuentas se convierten en una delimitación física arbitraria que
sólo da cuenta de la cantidad de población, sus características socioeconómi-
cas y de la superficie que se densifica en el crecimiento urbano.
Las características y diferencias de las formas de poblamiento de la ciu-
dad, desde la década de los ochenta, se han elaborado a partir de trabajos
realizados por investigadores urbanos interesados en este tema y por instan-
cias del gobierno de la ciudad dedicados a políticas urbanas de carácter social.
De esta manera, la configuración del territorio en la zona metropolitana de
la ciudad de México ha sido abordada fundamentalmente desde la investiga-
ción académica y de alguna manera ha sido retomada por instancias de go-
bierno, en las que el perfil social y político de sus intervenciones ha requeri-
do de elementos que expliquen la diversidad de intereses y de identidades
(barriales, de los pueblos, de las colonias) urbanas. Esta situación en el caso
27
28 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
4
Ante la radical disminución de la población indígena hacia el siglo xvn, la Corona espa-
ñola realiza una política de poblamiento tendiente a "congregar" a los indios que habían so-
brevivido en un solo pueblo. Esto determinó una movilidad importante de la población indí-
gena, la desaparición de pueblos y tierras, y la consolidación de otros.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 31
El siglo XIX y la construcción de una nación independiente inició con una cla-
ra ofensiva contra los pueblos y sus tierras. La derogación de la República de
indios y la reorganización política administrativa del territorio en torno al
municipio transformó de manera radical la situación de los pueblos. La igual-
dad de derechos políticos entre españoles e indios significó la incorporación de
los pueblos a las reglamentaciones político-administrativas que se generaron
en torno a la construcción de la República. En este sentido, la prohibición de
que las corporaciones (dentro de las cuales estaban consideradas los pueblos)
tuvieran propiedades implicó la pérdida de gran parte de las tierras de los pue-
blos, sólo lograron mantener aquellas que correspondían al fundo legal del
pueblo. Algunos pueblos dividieron sus tierras en propiedades individuales y
lograron mantenerlas (como en el caso del pueblo de Los Reyes la Paz en el
Estado de México, y de Santo Tomás Chiconautla en Ecatepec), sin embargo
esta estrategia no se generalizó, por lo que prácticamente se despojó a los an-
tiguos pueblos de indios de sus tierras (Cruz, 2001).
Además de la pérdida de las tierras de los pueblos, otro elemento importan-
te que desarticuló los vínculos entre los pueblos fue la reorganización político-
administrativa. Si bien al final del periodo colonial el declive de la organización
cabecera-sujetos era un hecho, la relación de prácticas sociales comunes (en
torno a las fiestas religiosas, y la "gestión comunitaria de los bienes del pueblo")
y la vinculación territorial entre los pueblos era inegable. Con la organización
municipal como célula de la organización política adniinistrativa se inician una
serie de cambios en la delimitación territorial que trastornaron los vínculos es-
tablecidos por los pueblos durante siglos. Si bien se mantiene la figura de cabe-
cera, y algunos pueblos obtienen esta categoría (de hecho hay vestigios de algu-
nos pueblos que logran convertirse en municipios) (Lira, 1983; Mora, 2007),
ésta asume una serie de tareas administrativas y de centros de actividad comer-
cial importante. Los pueblos son considerados en tanto que forman parte de un
territorio municipal en el que tienen que pagar impuestos y formar parte de los
diferentes niveles de la estructura política que va del gobierno central, al estatal
y al local; y si todavía fueran propietarios de tierras, estas pasaban directamente
a formar parte de las propiedades municipales (Lira, 1983).
En el caso del Distrito Federal hubo otro tipo de cambios, la creación
territorial de un Distrito que albergara al gobierno central de la República
implicó cambios de delimitación territorial y de pertenencia para los pue-
blos. La definición de los límites tuvo cambios importantes desde su crea-
32 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
Así, para fines del siglo XIX se cuenta con un poblamiento rústico en el que
la presencia de los pueblos, barrios, villas, ciudades, colonias, haciendas,
ranchos, etcétera, muestran la heterogeneidad del paisaje mayoritariamente
rural. Las poblaciones se distinguen sólo por el número de población, y por
la importancia administrativa de las cabeceras municipales. La carta coro-
gráfica de García Cubas elaborada en 1877 da cuenta de estas características
territoriales, de manera particular para el Distrito Federal. De hecho este
documento es de utilidad fundamental para la reconstrucción de los límites
territoriales de este territorio ya que para este año todavía no estaban total-
mente definidos. Las actuales delegaciones de Alvaro Obregón, Magdalena
Contreras, una proporción muy importante de Tlalpan, la región de los
Ajuscos, y una gran parte de Gustavo A. Madero, la cercana a la Sierra de
Guadalupe, eran parte del Estado de México. Hacia fines de este siglo, en
1899, se elaboró otra carta corográfica en la que los límites actuales del Dis-
trito Federal ya están definidos. Ambos documentos son de ayuda funda-
mental para rastrear y ubicar a los pueblos que formaban, y que aún son
parte, del territorio urbano del Distrito Federal.
Durante la primera mitad del siglo xx las definiciones de las categorías
del poblamiento que marcaba García Cubas se mantienen. Los pueblos se
consideran como parte del territorio del Distrito Federal y fuera de la ciudad
de México. La Ley de Organización Política y Municipal del Distrito Federal de
1903 reconoce 13 municipalidades, en las que se encuentran una ciudad,
colonias, ranchos, haciendas pueblos y poblados. La desaparición de las mu-
nicipalidades en el Distrito Federal en 1929 y la creación de las delegaciones
también incidieron en cambios territoriales en los pueblos. En algunos casos
las tierras quedaron en dos delegaciones limítrofes, en otros, antiguos barrios
fueron separados de sus pueblos (cabeceras iniciales).
De 1917 a 1940 algunos pueblos tendrán cambios importantes al ser con-
siderados como sujetos agrarios de dotación de tierras ejidales. En este periodo
una parte importante de los pueblos fueron dotados de tierras ejidales y en las
delegaciones del sur, en Tlalpan y Milpa Alta se ratifican terrenos comunales
(Cruz, 1994). Llama la atención que las tierras dotadas y ratificadas se locali-
zaron de acuerdo a los antiguos linderos y límites de las propiedades de los
pueblos y haciendas con antecedentes coloniales y del siglo XIX; de nuevo, las
delimitaciones político-territoriales (como son las delegaciones) no tuvieron
ninguna incidencia en la localization de los ejidos de los pueblos. Esto tam-
34 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
bien generó graves problemas, ya que las tierras ejidales de algunos pueblos
que se urbanizaron posteriormente se pueden encontrar en dos delegaciones
limítrofes e incluso hasta en algún municipio mexiquense.
Las leyes orgánicas del Distrito Federal hasta 1960, reconocieron un
territorio organizado en función de las formas del poblamiento rural y de la
propiedad agraria. Después de la reforma agraria desaparecen las haciendas
y aparecen los ejidos y las tierras comunales; y se mantendrán las colonias
como figura del poblamiento urbano. El Censo de 1960, reconoció la organi-
zación territorial de un México todavía rural. Se identifican ciudades que van
hasta más de 10,000 habitantes, pueblos y villas con población entre 500 y
10,000 habitantes y ranchos y rancherías inferiores a 500 habitantes.
La creciente urbanización y el proceso de metropolización de la ciudad
cambiará de manera radical la forma y categorías para describir y caracterizar
el poblamiento del territorio de la zona metropolitana del valle de México. El
Censo de 1970 es el último que da cuenta de un poblamiento heterogéneo y
diferenciado en el que se pueden encontrar todavía, pueblos, colonias, barrios,
etcétera. A partir de esta década, justo cuando se asume por las autoridades
federales que México es ya un país urbano, porque la mitad de su población
vivía en ciudades, desaparecen de la configuración territorial, en este caso
del Distrito Federal, la categoría de pueblo.
El proceso de urbanización y las características de la población urbana se
convierten en el eje rector del análisis del territorio y de su poblamiento. El
supuesto de esta nueva etapa se identificó en el análisis de la población des-
de la relación rural-urbana, concebida como un continuum cuyo fin se cons-
tituía en la inexorable urbanización del territorio y del poblamiento rural
(Unikel, 1976). De aquí que las categorías del poblamiento se redujeran a
considerar la cantidad de habitantes, la relación con el centro de la ciudad y
las actividades económicas. De esta manera ya no se hizo referencia a pue-
blos, colonias y barrios, sino a localidades y estas se definieron de la siguien-
te manera:
5
E1 OCIM está conformado por un equipo de investigadores de la maestría en Planeación
y Políticas Metropolitanas en la UAM Azcapotzalco, que han trabajo desde hace ya varios años
en la conformación de Sistemas de Información Geográfica para la Zona Metropolitana de la
ciudad de México.
36 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
LA DELEGACIÓN CUAJIMALPA
6
E1 territorio de estas dos delegaciones ya aparecen como parte del Distrito Federal en la
Carta corográfica de 1899 realizada por Manuel Fernández Leal.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 37
Fuente. Carta corográfica del Distrito Federal, 1877. La simbología se añadió al documento original
38 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
"Recordemos que en esta época las delimitaciones de las delegaciones cambian constan-
temente y sus territorios se redeflnen, lo que da paso a nuevas delegaciones.
9
Datos obtenidos del archivo histórico de las localidades de INEGI y de algunas entrevistas
realizadas con pobladores de los pueblos.
'"Archivo histórico de las localidades de INEGI.
40 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
n
La que sólo se retomará por el Gobierno del Distrito Federal para efectos de la política
social.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 41
área urbana (25.3 por ciento), 65.69 hectáreas es área boscosa (41.2 por cien-
to) y 53.11 hectáreas corresponden al área no urbanizada o tierras de cultivo
(33.3 por ciento).
En general, el territorio del pueblo tiene usos rurales y se distinguen dos
zonas que corresponden a las AGEB identificadas por el INEGI. La primera de
ellas tiene una superficie de 146.57 hectáreas, de las cuales 37.03 son área
urbana; 58.89 son boscosas, y 50.62 son área no urbanizada y tierras de
cultivo. Esta parte corresponde a la urbanización inicial del pueblo, que, como
ya se comentó antes, inicia hacia 1950, la propiedad ocupada es fundamen-
talmente privada.
En esta parte se encuentra el centro del pueblo, determinada por una
zona patrimonial definida en el Plan de Desarrollo Delegacional consti-
tuida por 17.38 hectáreas, dentro de las cuales se ubica la iglesia princi-
pal y el panteón (éste tiene una superficie aproximada de 4,000 m2),
además de la mayor concentración urbana. Las calles en la zona urbana
se encuentran pavimentadas, existen lotes de tamaño regular (120 m2
aproximadamente), ocupados casi al 100 por ciento. Las vialidades más
importantes están pavimentadas y son muy amplias. Conforme los asen-
tamientos se van extendiendo del centro hacia los extremos en forma
concéntrica, los lotes se van haciendo más grandes (entre 300 y 500 m2)
y con menor densidad de ocupación. El mayor crecimiento se observa
hacia el noreste y el sur, donde los asentamientos colindan con el bosque
y con algunas zonas de siembra.
Al interior del área urbana se identifican áreas verdes con grandes árbo-
les, que sin duda fueron parte del bosque que rodea al pueblo. En sus alrede-
dores, en la zona no urbanizada se encuentran algunos asentamientos dis-
persos sin vialidades bien definidas, los lotes son mucho más grandes (hasta
3,500 m2) y con una gran importancia del terreno desocupado sobre la vi-
vienda. Hacia el suroeste la mayor parte de estas tierras se distinguen como
terrenos de cultivo.
La segunda zona que forma parte del pueblo corresponde a la reciente
urbanización de la primera década del presente siglo. Se localiza al sur de
la primera y tiene una superficie de 12.57 hectáreas, de las cuales 3.38
corresponden al área urbana, 6.7 a bosques y 2.49 no están urbanizadas, el
tipo de propiedad es privada. Los asentamientos que se ubican aquí están
en lotes grandes (aproximadamente. 250 m2), con amplias áreas arboladas
y sin vialidades importantes, en los alrededores no se observan tierras de
cultivo.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 45
Mapa 4. Urbanización de las tierras del pueblo de San Pablo Chimalpa 2005
El polígono delimita el crecimiento del pueblo hasta 1970, el resto corresponde a décadas posteriores de urbanización.
Fuente cartográfica, OCIM, 2005
Elaboración. María Alejandra Moreno Flores/Marisol Gutierrez
46 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
LA DELEGACIÓN TLÁHUAC
Fuente: Carta corográfica del Distrito Federal 1877. La simbología se añadió en el documento original
Para 1930 los siete pueblos arriba mencionados pasan a ser parte de la
delegación Tláhuac, y a partir de esa década la configuración del territorio se
mantiene estable hasta la fecha. Llama la atención que de 1900 a 1970 la
distribución de la población se da de manera equilibrada entre los pueblos.
En este periodo la población fluctuó en San Andrés Mixquic de 17 por ciento
a 12 por ciento; San Juan Ixtayopan de 12 a 11 por ciento; San Francisco
Tlaltenco de 26 a 21 por ciento; Santiago Zapotitlán del 15 a 21 por ciento
y San Pedro Tláhuac que concentró 18 a 27 por ciento; estos tres líltimos
pueblos se distinguen como los más poblados.
En 1970 con la Ley Orgánica del Distrito Federal, San Francisco Tlalten-
co y Santiago Zapotitlán, pasaron a considerarse como parte de la cabecera
de San Pedro Tláhuac, con lo que se intensificó el crecimiento demográfico de
los pueblos. Después de la conurbación, se hace clara la alta concentración
de la población en la cabecera, llegando a 85 y 86 por ciento y para los cuatro
pueblos restantes concentraron en promedio 3.7 por ciento de población en
los años que van de 1990 a 2005. Los ritmos de crecimiento de los tres pue-
blos "conurbados" se modificaron significativamente. Entre 1940 y 1950 de
los pueblos de San Francisco Tlaltenco y Santiago Zapotitlán creció en 45 y
46 por ciento, respectivamente, cuando en el periodo inmediato anterior fue
de 17 y 7 por ciento. En el periodo de 1960 a 1970 el incremento fue notable
ya que pasó a un porcentaje de crecimiento de 83 y 101 por ciento, respecti-
vamente. El caso de San Pedro Tláhuac fue similar en el primer periodo,
pero no así entre 1960 y 1970, años en los que alcanzó sólo el 33 por ciento
(véase cuadro 2).
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 49
POBLACIÓN
PUEBLOS 1900 1910 1921 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2005
Tláhuac 1752 2079 2017 2793 3296 4818 5936 13850 146923 174198 214341 257092 294415
(cab)
San Andrés 1661 1737 1832 2147 2552 3364 4285 6045 0 9850 10913 11739 12525
Mixquic
San luán 1127 986 1047 1507 1913 2595 3620 5654 0 11358 17215 19359 22668
Ixtayopan
San Nicolás 720 720 468 561 683 902 1340 1906 0 4649 5043 5879 3573
Tetelco
Santa 529 474 230 390 470 650 679 2112 0 5585 6690 7248 8416
Catarina
Yecahuizotl
San 2482 2292 1998 2313 2711 3934 5743 10521
Francisco
Tlaltenco
Santiago 1451 1306 1509 2069 2218 3248 5163 10393
Zapotitlán
Fuente: Elaboración a partir de los datos del archivo de las localidades, INEGI 1900-2005.
espacios verdes y campos de terracería. Aunque los lotes son más grandes que
la zona dos y tres, oscilan entre los 250 m2 y los 600 m2, las características de la
vivienda corresponden a un poblamiento popular. En la parte sur, se observa
una parte arbolada, el resto del área está sin urbanizar, se trata de tierras sin
cultivar, con terrenos planos, limpios y susceptibles de urbanizar.
San Pedro Tláhuac, de manera similar que San Pablo Chimalpa en la delega-
ción Cuajimalpa, tiene un marcado contraste entre la urbanización y los proce-
sos rurales. Gran parte de sus tierras forman parte del suelo de conservación del
Distrito Federal y su crecimiento demográfico está relacionado más con el desdo-
blamiento de la población del pueblo que con la invasión de la expansión urbana.
Estos son elementos que es importante considerar en la problemática urbana y
rural que presentan las delegaciones del sur del Distrito Federal.
Mapa 8. Propiedad de la tierra y urbanización del pueblo de San Pedro Tláhuac 2005
"Durante casi toda la etapa colonial el gobierno virreinal siempre consideró a Coyoacán
como un lugar estratégico al cual mudarse en caso de rebeliones indígenas, inundaciones o
castastrófes "naturales de la ciudad" (Cruz, 1991).
54 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
Pueblos Delegación
15
Hasta 1950 que vuelve a tener la categoría de pueblo. Esto responde seguramente a su
cercanía con el pueblo de Culhuacán y la importancia de éste y seguramente al tipo de reía-
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 55
ciones establecidas entre ambos poblamientos, tan sólo para 1921 Los Reyes se censa con
éste y lo dan de baja en los registros hasta 1950.
56 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
LA DELEGACIÓN DE COYOACÁN
16
Cinco hasta 1950: La Candelaria, Los Reyes, San Francisco Culhuacán, San Pablo Te-
petlalpa y Santa Úrsula Coapa. Siete a partir de 1960 y hasta la conurbación en 1970, que
incluye a estos cinco y dos más: Copilco el Alto y Copilco el Bajo.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 57
POBLACIÓN
PUEBLOS 1900 1910 1921 1930 1940 1950 3960 1970 1980 1990 2000 2005
Coyoacán 1607 9333 11329 16484 23724 46030 54866 31045 597129 640066 640423 628063
(Cabecera)
La 443 s/d 474 525 862 1559 4261 6547
Candelaria
Los Reyes 709 s/d 911 1067 1639 3046 6225 11016
San 799 1393 369 1059 1315 1983 12108 17909
Francisco
Culhuacán
San Pablo 485 s/d 696 1058 1250 2294 4217 5784
Tepetlapa
Santa 497 s/d 1432 1443 2006 3570 4830 6813
Úrsula
Coapa
San Lucas 488 0
Fuente: Elaboración a partir de los datos del Archivo Histórico de las Localidades, INEGI 1900-2005.
LA DELEGACIÓN DE IZTAPALAPA
Iztapalapa (Cabecera)
Culhuacán
Aculcoo
Santiago Acahuakepec
Magdalena Atlazolpa
Fuente: Gráfica elaborada a partir de los datos del Archivo Histórico de las Localidades del INEGI.
sas colonias populares, se calcula que en este periodo se formaron unas 200
colonias de carácter popular y unas 30 zonas de clase media alta. Este intenso
proceso de urbanización tuvo como causas principales la amplia oferta de sue-
lo barato para vivienda popular, la mayor parte sin infraestructura básica, y la
construcción de múltiples conjuntos habitacionales impulsados por la política
habitacional de los años setenta, aunado a la buena accesibilidad de la zona
por medio de la red vial que la articula con el resto de la ciudad y a la disponi-
bilidad de servicios de transporte público.19 Los pueblos desaparecen de su
nomenclatura hacia 1970 con la Ley Orgánica del Departamento del Distrito
Federal expedida el 29 de diciembre de dicho año.
En el proceso de urbanización de la delegación Iztapalapa se identifican
tres periodos: el primero se da entre 1929 y 1953 en las zonas donde se ubi-
can los pueblos; el segundo periodo va de 1953 a 1970 y se desarrolla en las
tierras de los alrededores de los pueblos como crecimiento de los mismos.
Finalmente, el tercero de 1970 a 1990, cuando ocurre el mayor crecimiento
urbano y se ocupan gran parte de las tierras ejidales que existieron en las
cercanías del antiguo Lago de Santa Marta y en la Sierra de Santa Catarina.20
Las colonias populares se localizaron en la zona mencionada, así como en
áreas de difícil acceso o en áreas naturales protegidas como el Cerro de la
Estrella y la Sierra de Santa Catarina.21
Actualmente la estructura de poblamiento de la delegación Iztapalapa
está definida por pueblos conurbados, colonias populares y conjuntos habi-
tacionales. En mucha menor proporción se encuentran las colonias residen-
ciales de nivel medio. Para el año 2005, la mayor parte del suelo de la dele-
gación Iztapalapa era de propiedad privada, aunque aún se encontraban
algunas zonas de propiedad ejidal cercana a los pueblos de Santa María Az-
tahuacán, Santa Cruz Meyehualco, San Lorenzo Tezonco, San Andrés To-
matlán y Culhuacán. La mayoría de estos terrenos han sido vendidos para
lotificarse y están completamente urbanizados.
En este territorio resalta un desarrollo urbano definido a partir de la pre-
sencia de los pueblos. El proceso de urbanización inicia prácticamente en al-
gunos de ellos y la expansión urbana se da en sus tierras ya sea ejidales o de
los mismos pueblos. Llama la atención la casi homogeneidad del poblamiento
23
Información basada en lo escrito por Jan Bazant (2001), en Periferias Urbanas. Expan-
sión incontrolada de bajos ingresos y su impacto en el medio ambiente.
24
Instituto Nacional de Antropología e Historia.
"Datos del Plan Delegacional de Desarrollo Urbano. 2005.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 65
26
OCIM.
27
Idem.
66 • MA. SOLEDAD C, ALEJANDRA M., LETICIA C. Y MARISOL G.
Esta delegación se ubica al norte del Distrito Federal y limita con la sierra de
Guadalupe, cordillera que divide actualmente el Distrito Federal del Estado
de México, su antecedente inmediato es la municipalidad de Guadalupe Hi-
dalgo (existente hacia la mitad del siglo XIX). La historia territorial de los
pueblos en esta zona es muy compleja, ya que a través del tiempo, la delega-
ción ha pasado por muchos cambios que han modificado su estructura terri-
torial. La superficie de la delegación ha cambiado constantemente desde la
segunda mitad del siglo XIX hasta 1941 (cuando quedan por fin definidos tal
como se conocen ahora); estos cambios se relacionan con los cambios histó-
ricos, en los que se delimitan las fronteras del Distrito Federal, de la delega-
ción Azcapotzalco y del municipio mexiquense de Tlalnepantla (con el que
actualmente colinda). Estos procesos inciden en los cambios de adscripción
de los pueblos y en la diversidad existente entre ellos, ya que no todos ellos
refieren al antecedente colonial de pueblos de indios.
Durante el periodo colonial no existían las delimitaciones entre el Dis-
trito Federal y el Estado de México, todo era parte de un mismo territorio y
la organización territorial de los pueblos que actualmente forman parte de la
delegación tuvo tres ejes:
28
Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de Gustavo A. Madero, 1997. Anteceden-
tes históricos.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 69
Fuente: Gráfica elaborada a partir de los datos del Archivo Histórico de las Localidades del INEGI.
29
Op. cit. Decreto del 7 de agosto de 1931 dispuso que el nombre de la delegación, Guadalupe Hi-
dalgo, fuera cambiado por el de Gustavo A. Madero. Muy pronto, sin embargo, el Decreto del H. Congre-
so de la Unión, publicado el 21 de agosto, dividió al Distrito Federal en ciudad de México y 11 delegacio-
nes. Una de las que desaparecen es la de Gustavo A. Madero, parte de cuyo territorio quedó considerado
en la de Atzcapotzalco y otra parte en la de Ixtacalco. En la Ley Orgánica del Distrito Federal del 31 de
diciembre de 1941 reapareció esta delegación dentro de la división territorial de la entidad, con el nombre
de Villa Gustavo A. Madero.
LOS PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL • 71
EL PUEBLO DE CUAUTEPEC
REFLEXIONES FINALES
BIBLIOGRAFÍA
MORA, Teresa (coord.), Los pueblos originarios de la ciudad de México. Atlas etnográ-
fico, México, Gobierno del Distrito Federal, INAH, 2007.
OCIM, Observatorio Urbano de la ciudad de México, Escenarios demográficos y urba-
nos de la Zona Metropolitana de la ciudad de México 1990-2010, México, CEN-
VT/UAM Azcapotzalco, 1996.
UNIKEL, Luis, El desarrollo urbano de México, México, El Colegio de México, 1976.
Fuentes
INTRODUCCIÓN
81
82 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
'Esto representa 4.7 por ciento del total de territorios del Distrito Federal.
2
Un estratovolcán es un tipo de volcán cónico y de gran altura, compuesto por múltiples
capas de lava endurecida. Al respecto se puede consultar a Vicente Araña Saavedra y José
López Ruiz (1974).
3
Esto significa que creció 3.2 veces entre 1970 y el 2000.
••Documento elaborado por Soledad Cruz con base en el Archivo Histórico del INEGI, el Con-
teo General de Población 1995 y 2005 y el Censo General de Población y Vivienda 1980-2000.
84 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
conjunto del Distrito Federal tiene una densidad de población de 2,130 ha-
bitantes por km2, Cuajimalpa sólo alcanza 497 hab/km2.5
En la dimensión territorial llama la atención que todos los pueblos de la
delegación se ubican en las zonas altas, mientras que los fraccionamientos
residenciales ocupan las partes bajas de las colinas, principalmente la zona
noreste de la delegación, aunque también llegan a ocupar algunas zonas de
estas montañas en terrenos que antes pertenecieron a los pueblos.
Este dinamismo la coloca -junto con Milpa Alta y Tláhuac- dentro de lo
que se han considerado delegaciones "jóvenes". Es decir, que a diferencia de las
otras delegaciones del Distrito Federal cuya población tiende a mantenerse
estable en su crecimiento provocando el aumento en la edad promedio de su
población,6 Cuajimalpa tiene una población promedio de 24 años de edad.
Este aspecto es muy importante cuando se traduce en necesidades de servicios
y otros aspectos socioeconómicos que tendrán que ofertar las autoridades a
mediano y largo plazo. Lo antes descrito, ha generado una enorme presión
sobre los territorios de los pueblos, que han vendido grandes extensiones de
sus tierras de labor -principalmente propiedad privada y ejidal- para dar paso
a la construcción de fraccionamientos residenciales cerrados y colonias popu-
lares perdiendo así mucho de sus territorios originales. Esto se expresa en el
hecho de que si para 1950 la población económicamente activa dedicada a
labores agropecuarias y forestales representaba 46 por ciento de los habitantes
de la delegación, para 1990, sólo era 1.3 por ciento, de tal suerte que para 1997
46 por ciento del suelo era para uso habitacional, 15 por ciento mixto y 4 por
ciento de recreación, lo que nos deja un reducido 35 por ciento para activida-
des agropecuarias y zonas de conservación (Preciat y Contreras, 2000: 566).
Frente a esta dinámica de crecimiento, las autoridades delegacionales y
la ciudadanía enfrentan un consecuente deterioro ecológico ya que 30 por
ciento de su población se asienta en suelo de conservación. Esto se traduce
en escasez de agua, problemas de contaminación del aire, ríos y barrancas,
presión sobre el precio de la tierra, pérdida de terrenos agrícolas y una pro-
funda transformación en el perfil laboral de su población.
Es en este contexto que ubicamos a San Pablo Chimalpa. Considerado, en el
Programa Delegacional de Desarrollo Urbano, todavía como poblado rural,7 ocupa
5
Breviario de la Delegación Cuajimalpa de Morelos, 2009.
6
Por ejemplo, en Benito Juárez la edad mediana de los residentes es de 33 años.
7
De acuerdo al Programa Delegacional de Desarrollo Urbano que se presentó en el 2007,
pero no fue aprobado, la nueva versión se puso a consulta de la población hace unos meses y
en ella se siguen definiendo los pueblos de Cuajimalpa como rurales.
86 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
158.52 hectáreas que se asientan en un área boscosa entre pendientes y dos barran-
cas, la del río Borracho al norte y poniente y Honda al oriente, cruzadas todavía
por algunos ríos y manantiales provenientes del Cerro Teopazulco, que surten de
agua potable a la comunidad. Por lo mismo tiene una topografía irregular que ha
determinado tanto el trazo irregular de sus calles, como su imagen urbana.
De estas 158.52 hectáreas 40.41 son área urbana, 65.69 son área boscosa
y 53.11 corresponden al área no urbanizada o tierras de cultivo.8 La topogra-
fía accidentada debiera representar un límite al crecimiento; sin embargo, la
poligonal del pueblo ha sido rebasada hacia las zonas de barranca o arbola-
das, al establecerse asentamientos irregulares, muchos de ellos en zonas de
riesgo. Entre los asentamientos irregulares están: El Carmen, río Borracho,
Almeya, Panazulco, Acazulco, Ahuastitla,9 Camino a Moneruco y Camino a
Chimalpa. Hacia el suroriente del poblado se encuentran terrenos agrícolas
de propiedad privada.
Ahora bien, a pesar de encontrarse en medio de lugares pujantes inmer-
sos en procesos modernizadores y globalizadores, paradójicamente Chimal-
pa es un pueblo con una estructura tradicional consolidada, que tiene meca-
nismos propios de reproducción y formas de organización que determinan
tanto los ritmos de la vida cotidiana como sus espacios.
Lo que llamamos estructura tradicional hace referencia a dos dimensio-
nes que caracterizan a San Pablo Chimalpa: la dimensión espacial/territorial,
que se distingue de otros pueblos de la zona por estar constituida sólo por
propiedad privada, y la dimensión temporal que se refiere a las formas de
organización cívica y religiosa, la cual es articulada por las relaciones de pa-
rentesco, ritmando la vida tanto festiva -cuyo eje lo constituye un complejo
sistema festivo que tiene como núcleo la fiesta patronal- como cotidiana de
la comunidad. Todo ello construido a lo largo del tiempo a partir de procesos
específicos como veremos en estas páginas.
Lo que a continuación presentamos es una reflexión en torno a la cons-
trucción del espacio social, el territorio y la organización del pueblo atrave-
sado por la idea del tiempo histórico y el tiempo como mareaje de ritmos en
la vida cotidiana. De allí que esté dividido en dos grandes apartados que
muestran este proceso.
1) Alcaldías mayores, que en este caso eran tres: Cuernavaca, de las Cua-
tro Villas Marquesanas (Oaxaca), Tuxtla y Cotaxtla.
2) Corregimientos, que eran cinco: Coyoacán, Yecapixtla, Oaxtepec, Te-
huantepec, Toluca y Charo Matlalcingo.
10
A partir de la conquista de tierras mesoamericanas por la corona española, en 1521,
ésta empezó a repartir a los pobladores españoles "mercedes reales", en tierras, como remu-
neración por los servicios prestados a la conquista material y espiritual de los pueblos indí-
genas. Las mercedes eran concesiones sobre uso de suelo y no donaciones de tierra en plena
propiedad, pero pronto estas concesiones se fueron transformando en derecho a la propiedad
sobre terrenos colindantes de los pueblos de indios, a través de la venta de bienes realengos
o baldíos y el acaparamiento de tierras de comunidad. La República de españoles coexistió
con la República de Indios, éstos eran "encomendados" al "señor español" quien debía garan-
tizar la instrucción religiosa y recaudar el tributo en especie o trabajo.
90 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Entre 1530 y 1534 Hernán Cortés realizó una serie de litigios contra el
Ayuntamiento de México para demostrar los límites y posesión del Marque-
sado del Valle que le había sido otorgado por el rey. Le interesaba proteger,
por su cercanía a la ciudad de México, sus propiedades de Tacubaya y Co-
yoacán, pero en especial el camino de la ciudad a Lerma y Toluca, donde
había ricos cultivos y grandes haciendas ganaderas de su propiedad.
Ha quedado todo esto registrado para que todos los habitantes del pueblo lo
sepan y firman las autoridades contemporáneas, nobles y funcionarios que
parecen incluir a Don Gabriel Cuauhtlecoatzin, Tecocomoc, Don Melchor
Cuauhtlecoatzin (hijo de Moctezuma II) Tlayacanqui y Juan Caciqvie. El tla-
cuilo12 o escribano firma como Lucas Mateo. La concesión se dio en el mo-
mento de la llegada del primer virrey de Nueva España, en el año de 1535
H
En 1534 Hernán Cortés procedió a fundar varios pueblos y a dotar de tierras a otros que
ya existían, como San Pedro Cuajimalpa, San Pablo Chimalpa, San Lorenzo Acopilco y San
Mateo Tlaltenango y los que se encuentran en otras circunscripciones como: San Bartolo
Ameyalco, Santa María Magdalena, San Jerónimo, San Bernabé Texotitlán, Santa Lucía, Te-
telpan Axciotzingo, San Nicolás y Santa María Axoxoxco. Casi todos ellos estaban situados
en los caminos de Mixcoac, Coyoacán y Tacubaya a la Casa Real de Cortés ante su presencia
y la de todos los habitantes del pueblo, en el que se describen las características de las tierras y
sus linderos (Báez Recillas, 2000). En este proceso una de las acciones que se efectuaron fue
la de imponer un nombre católico a cada pueblo con nombre indígena, conservando ambos.
12
Los tlacuilos eran los encargados de dibujar los códices en que los indígenas llevaban
registros de toda naturaleza. Para formar los códices usaban papel de amate, piel de venado,
tela de algodón tejida en telar de cintura, y, tal vez, papel de maguey, así como tinta, exclusi-
vamente negra y roja, para las pinturas y glifos. Los códices se guardaban, doblados a manera
de biombos, en amoxcalEs, o casas de códices (Wikipedia).
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 91
La posición de la iglesia de San Pablo Chimalpa tiene todos los elementos para
pensar que también había una pirámide o un templo debajo. La iglesia estaba, o
ese espacio está construido sobre lo que fue un manantial, a mitad del cerro, es
algo extraño, pero hay vestigios. Incluso a principios del siglo pasado hay quie-
nes dicen que todavía era zona pantanosa, que circulaba agua. Otras personas
dicen que en la segunda torre se escucha como circula agua. Lo cierto es que al
estar un manantial en medio del cerro, para las culturas prehispánicas era algo
'De ahí que a los chimalpenses se les conozca con el sobrenombre de venados.
92 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
convento se iba a establecer en Puebla, no obstante, por esos tiempos ocurrió la milagrosa
aparición de la imagen de San Juan Bautista en San Mateo Tlaltenango ante Fray Juan de la
Madre de Dios (fraile franciscano), a quien se le indicó construir una iglesia en el pueblo,
construcción que se inició en 1571. Se dice que años después este mismo santo indicó a los
carmelitas construir su convento en los montes llamados de Santa Fe. Cuellar (la persona que
financió la obra) aceptó cambiar la ubicación del convento, para lo cual se consiguió el permi-
so del virrey Marqués de Montes Claros y la fundación se llevó a cabo el 16 de diciembre de
1604, aunque el convento se concluyó en 1611. Por diversas razones los frailes solicitaron,
después de la independencia, dejar el convento (entre éstas se encuentran las frecuentes disputas
en torno a la propiedad de la tierra, el clima, las batallas que se libraron ahí, la ocupación del
convento por parte de los insurgentes, entre otras. Una vez que el nuevo convento terminó
de construirse -en los montes de Nixcongo en Tfenancingo hoy Estado de México- se fueron
y lo entregaron a la jurisdicción de la ciudad de México. Estas tierras después serían solicita-
das por los habitantes de Chimalpa a manera de restitución de tierras.
94 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
leña). La dehesa era una superficie cualquiera de terrenos acotada por cercas,
vallas y paredes, destinada al pastoreo del ganado (Cruz, 2001: 28).
... los campesinos de aquí lo que querían era que las tierras produjeran, no les
importaban tanto las inmobiliarias y todo eso, lo que les importaba es que pro-
dujera, y como allí no se producían muy bien porque los padres no la cultivaban,
sólo la dejaban así que estuviera como monte, como llano, nada más tenían
pasto. Entonces para lo único que lo utilizaban los de aquí era para llevar a sus
animales, pasando Cuajimalpa está un como rancho, y los llevan y los dejan allí
porque lo único que hay allí son pastos. Es para lo único que lo utilizaban por-
que la tierra era tan infértil que no se producía nada. 18
17
Boletín informativo de la Dirección General de Archivo Histórico y Memoria Legislati-
va., año ni, núm. 24 http://www.senado.gob.nrx/content/sp/memoria/content/estatico/con-
tent/boletines/boletin_24.pdf. Senado de la República, marzo-abril, 2003.
'"Entrevista con la señora Ofelia Martínez, originaria de Chimalpa, abril de 2008.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 95
22
Según consta en los documentos agrarios la hacienda de la Venta se empezó a fraccionar
desde 1886, uno de los dueños, el señor Margarito Vásquez le vendió al señor Lenz (dueño de
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 97
... por el Yaqui toda esa parte de por allí, eso pertenecía a nosotros. Pero no nada
más porque sí: eso pertenecía a unos padres, por eso le llamaban la Loma del
Padre. Mi papá me contaba que el tenía por allí unos terrenitos, bueno que los
había adquirido porque en ese tiempo un tal representante Máximo Pérez, vino
y le dijo: "...mira, ya hablé con los padres; me mandó llamar el delegado y el
subdelegado y me dijo que van a vender todos esos terrenos, entonces nos los
ofrecen a nosotros". Pero fíjese cómo plantearon las cosas: vamos a comprar
todos esos terrenos que es de los padres, el monte, la loma de los padres y de
acuerdo a lo que den ustedes de dinero se les darán unos terrenitos. Fuimos
dándole el dinero a él, a Don Máximo, según los recursos que nosotros tenía-
mos, y después nos entregó según le habíamos dado, una parcelita, y bueno los
que dieron más pues recibieron parcelas más grandes. Y resulta que era en la
época en que se les estaba recogiendo la tierra a los grandes caciques, a los pa-
dres y todo eso. Y el representante de aquí que era -yo digo- o más ignorante o
más listo para que se quedara con esos terrenos, porque se quedó con muchísi-
mos terrenos y luego fue el más rico de aquí, y compró los terrenos y luego los
repartió, cuando en lo que es Cuajimalpa, San Mateo y Acopilco, se ponen muy
listos y lo expropian y se quedan con todo, por eso ellos tienen ejido y tienen
comuneros. Sólo los de Chimalpa compramos y pequeños terrenos. La Loma del
Padre no era tierra muy fértil no producía porque los padres la dejaron así como
monte. Entonces los de aquí, que sólo les interesaba que la tierra produjera, pues
tuvieron que llevar sus animales allí porque había pastos. La tierra era tan infér-
til que pues no les servía.25
la fábrica de papel Loreto y Peña Pobre) 254 hectáreas de monte para contar con la materia
prima (madera) para la fabricación del papel.
"Según consta por escritura de 30 de diciembre de 1921, ante el notario Antonio Sán-
chez Aldana y registrada el 9 de febrero de 1922 en el número 68 a fojas 44 vuelta del tomo
35 de la sección primera de Tacubaya con estos linderos: al norte con propiedad de Práxedis
Martínez; al sur con la antigua Hacienda de La Venta; al oriente con la compañía de Tranvías
de México y con barranca; y al poniente con la Hacienda de La Venta estando a la fecha (1929)
viva esta inscripción. Archivo Agrario Expediente 24/3, legajo 1. Fojas 120-12.
"Archivo Agrario Expediente 24/3, legajo 1. Fojas 041-064.
"Entrevista realizada por María Ana Portal a mujer originaria de 65 años en abril de
2008.
98 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Por otra parte, estas reformas motivaron a los habitantes de los pueblos
a exigir la restitución de sus tierras. Los pobladores de San Pablo Chimalpa
hicieron lo propio solicitando dotación de tierras ejidales de la Hacienda de
La Venta, en concreto las tierras de Loreto y Peña Pobre, como consta en los
documentos agrarios:
26
Diarío Oficial, Sección Primera, México, miércoles 14 de octubre de 1936, tomo
núm. 36, p. 11. Publicación de Solicitud de Dotación de Ejidos presentada por los
XCVIII,
vecinos de Chimalpa, Distrito Federal. Rubrica el C. Adolfo Ruiz Cortines, Presidente de
la República.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 99
17
Diarío Oficial, México, sábado 21 de agosto de 1937, tomo CIII, núm 45, p. 40-41. Resolu-
ción en el expediente de dotación de ejidos del pueblo El Contadero, Distrito Federal, negativa.
28
Solicitud del estado que guarda el expediente de Chimalpa en la Comisión Agraria Mix-
ta del Distrito Federal. Rúbricas del presidente Esteban Romero y el secretario Pedro Hernán-
dez de la Comisión "Tierra y Libertad", 11 de enero de 1937.
100 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
29
Alfonso Taracena en su libro La verdadera revolución mexicana relata la historia de
Valentín Reyes, un revolucionario que venía del pueblo del Ajusco y que aún es recordado por
los viejos de la región por las tropelías que cometió. Entre otras cosas recuerdan, así nos lo
dijeron en entrevistas, que les cortaba una oreja para distinguirlos de los carrancistas.
I
Ellos, nuestros padres y abuelos, la sufrieron, pues nos platicaban que salieron
de aquí del pueblo a esconderse quién sabe por dónde y ya después cuando se
retiraron los soldados [...] ya entraron a su pueblo [...] dicen que los soldados
sacaban todo lo que había, algunas cosas de la iglesia las escondieron en la torre,
cuando regresaron los habitantes de Chimalpa ya no había nada de sus cosas
[...] sus cobijas, todo lo que dejaron (...) ya no encontraron nada (...)
Pues sí (...) ahora sí que volvieron a comprar todo... es lo que nos platicaba mi
papá, porque ellos sufrieron tanto de la revolución como del hambre (...) Vino la
necesidad de hambre, vino el tiempo de la gripa y que muchas familias se murie-
ron, ya francamente no tenían nada (...) ni para su caja (ataúd) ahora sí que los
enredaban en un petate y ya nada más abrían una zanja para que los meterían,
quién sabe cuántas personas murieron (...) es lo que nos platicaba (...) Sí hubo una
gripe (después de la revolución) y una carestía (...) ahí donde le dicen El Contade-
ro ahí nos fuimos a formar toda la noche para que pudiéramos comprar un kilo de
masa y esconderla porque si nos la veían nos las quitaban y pues teníamos que
caminar hasta el 14 kilómetros de la carretera México-Toluca, hasta Becerra. Pues
para que consiguiéramos íbamos dos, para que uno se formara y otro sacara para
traer hasta cinco kilos, pero donde nos vieran nos los quitaban...30
30
Entrevistas a señoras originarias de Chimalpa, julio de 2009.
102 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
.. .Antes hacíamos carbón y había muchas horneras. Las horneras se han perdido
hasta la fecha; pero antes las horneras se usaban para hacer carbón. Yo aprendí
de mi papá a hacer el carbón, aquí, enfrente del terreno [...] Ahí en el monte
duraba todo un año para hacer el carbón, terminaba ése y se iba para acá atrás.
Hay una historia muy especial de los carboneros de Chimalpa, que bajaban unos
a vender y otros a hacer carbón aquí y tenían sus negocios en Tacubaya, lo trans-
portaban por medio de trenecito [...] Por ejemplo la familia de mi madre tenían
carbonerías en el Centro Histórico, de hecho mi madre me ha referido sitios es-
pecíficos donde estaban las carboneras y cómo se tenía que trasladar de una car-
bonera a otra porque ya no había alrededor [...] Mi señor hacía carbón en los
montes. Hacían carbón de encino, de tronco también sabía hacer; aquí se vendía,
luego de aquí lo llevaban para Tacubaya, había unos señores que se encargaban,
lo compraban, lo bajaban [...] tenían sus animales y lo llevaban hasta Tacubaya
[...] yo estoy mala de los pulmones porque trabaje mucho tiempo el carbón. Aquí
mismo lo hacíamos, como este terreno era un monte, era un bosque, entonces
todos nosotros, arrancábamos troncos, tirábamos árboles y aquí mismo se traba-
jaban los hornos, no lo acarreábamos ni nada, aquí mismo estaban los hornos
[...] Cuando se prohibió la venta de carbón a mí me agarraron una vez y me lle-
varon a la venta, a mí y a dos señoras nos tuvieron tres días y yo cargando un
niño. Sí nos dejaron salir, pero agarraron el camión donde íbamos con todo y
costales y ahí nos subieron, entonces íbamos y veníamos después porque quería-
mos que nos entregaran el carbón pero ya no nos lo dieron. Nos lo recogieron
ellos, fuimos hasta el centro a la forestal, fuimos nosotros y los que nos agarra-
ron, nos llevaron. Finalmente no nos hicieron nada porque éramos señoras.31
31
Testimonios captados en diversas entrevistas realizadas a hombres y mujeres del pue-
blo, durante 2009.
104 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Había los sábados, domingos y días festivos una ruta llamada La Venta, que
salía de la Alameda de Tacubaya, hacia La Venta en el Desierto de los Leones,
esta ruta era de mucho peligro por sus subidas y bajadas tan pronunciadas, entre
otros lugares pasaba cerca de Santa Fe, donde se encontraba la fábrica de muni-
ciones del Ejército, esta ruta era el máximo deleite de todo excursionista que
gustaba de ir a La Venta, estos tranvías sólo lo operaban tranviarios que en el
último año no hubiesen tenido ningún accidente, era un honor entre el gremio
trabajar en esa ruta y además tenían un sobresueldo. Era común en la Alameda
de Tacubaya, subir al tranvía por las ventanillas, las cuales estaban protegidas
por tres o cuatro hileras de barrotes horizontales, los cuales cubrían cuatro o
cinco ventanillas, pero estas rejas se podían bajar hacia afuera, sirviendo de es-
calera, para ganar lugar. Recuerdo varias ocasiones en que estuve formado para
subir al tranvía por la puerta, y al llegar adentro el tren estaba ya Heno.33
Y, en efecto, era tan peligroso que en dos ocasiones hubo accidentes fuertes, el
último fue en 1953. En ese accidente murieron varias personas, y el conductor,
conocido de varios de los chimalpenses, quedó paralítico y a partir de ahí se can-
celó la vía. Los habitantes de los distintos pueblos de Cuajimalpa se organizaron
para que se habilitaran las calles y pudieran transitar los transportes públicos.
También nos han comentado que cuando regresaban de la ciudad se ba-
jaban en la terminal de La Venta y de ahí se venían caminando entre las
M
Esta línea se inauguró en 1913 e iba a Santa Fe. Años después se extendió a La Venta.
M
Héctor Galán Pame, Los tranvías de la ciudad de México 1850-1970, cfi. página web
h ttp .7/www. mexicomaxico.org/Tranvias/TRANVIAS. htm
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 105
... la carretera eran nomás puras veredas, no eran carreteras, eran caminos anchos
pero no eran carreteras. Entonces un señor que se llamaba Cecilio (Romero) fue el
que metió; solicitó los carros, pero primero estaba bien angostita la carretera apenas
cabía un camión. Entonces, cuando ya se amplió la carretera nosotros íbamos a
trabajar [...] los sargentos nos decían "a ustedes les toca mañana trabajar. A las
cuatro de la mañana nos íbamos porque no íbamos en el día, a las cuatro de la ma-
34
La carta tiene fecha del 20 de septiembre de 1938. Fue proporcionada por los habitantes
del pueblo.
35
En las entrevistas recogimos varios testimonios de personas que fueron contratadas
para la construcción de ésta y otras carreteras de la zona. También se nos ha indicado que
varios de los caciques del pueblo se dedicaron a la construcción, como Teófilo Romero, quie-
nes a su vez trabajaban para el Departamento del Distrito Federal.
36
Entrevista realizada a la señora Asunción Rosales en julio de 2009.
106 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
ñana; íbamos a la carretera, arreglando los tramos que nos daban de ella para irla
ampliando, íbamos tres señoras y tres señores,- íbamos seis para no ir en el día. Ya
para las siete regresábamos a almorzar y nos íbamos a trabajar, pero ya nosotros
habíamos hecho la faena. Por eso me da coraje que luego en Tacubaya me dicen
"fórmese señora" ¡pues si vieran lo que trabajó uno!, nosotros trabajamos mucho en
la carretera cargando la tierra con la carretilla, rascar con el pico, con azadón, como la
gente se acomodaba, pero si nosotros los trabajamos [...] Aquí había un contratis-
ta de carreteras era el señor don Teófilo Romero; él hacia los contratos y ya llevaba
a la gente a donde les pedían él era el contratista yo me acuerdo todavía [...] Antes
se hacían faenas para iniciar la carretera, por compañías cada ocho días o cada quin-
ce días le daban su tramo (de carretera) a cada compañía para hacer sus faenas. Y
ahora ya no se usa, ahora vienen del departamento (delegación).
ció de agua potable en la comunidad, los habitantes tenían que acarrear este
vital líquido en chochocoles (cantaros de barro) del río Atitla. El día comenzaba
cuando los hombres bajaban a bañarse a las cinco de la mañana en los manan-
tiales de Izpitzu; las pencas de magueyes eran acondicionadas para servir como
regadera. Más tarde las mujeres lo hacían acompañadas de sus hijos pequeños
para también lavar la ropa. Los chimalpenses guardan en su memoria colectiva
estas actividades y la importancia que tiene el agua para ellos.
Antes no había agua aquí, íbamos a lavar hasta el río todo el día, teníamos nues-
tras piedrotas para lavar (en Izpitzu), todo el día paradas en el agua,- el agua nos
llegaba hasta el estomago, era un río grande y yo creo que eso fue lo que nos hizo
daño, yo y otra hermana mía que ya murió...39
... imagínese, el agua para servirse en lo doméstico se tenía que traer con cánta-
ros de barro, las mujeres o los hombres con botes y con un palo que se le llama-
ba aguantador porque era cargarlo a los hombros y con un bote a cada lado. Esos
manantiales están, yo calculo, como a unos 800 metros de aquí del pueblo, del
centro. Entonces de ahí se empezó a alimentar a los habitantes, después para
que ya no se sufriera tanto, se compró el terreno de Moneruco, esos son límites
de Acopilco y Chimalpa. Se compró porque ahí hay un manantial de agua y como
queda por el lado sur del pueblo pues fue fácil. Una vez que se compró, se ges-
tionó todo para poder entubar el agua y que llegara a los hidrantes, esto fue en
1938, después de 20 años se introdujo la red para las casas del pueblo. Todo se
hizo con faenas y la cooperación del pueblo, sólo venían los contratistas e inge-
nieros para guiar el trabajo.40
39
Entrevista realizada por María Ana Portal, Cristina Sánchez Mejorada y Monserrat
Espín a la señora Felicitas, 2010.
40
Entrevista realizada por María Ana Portal, Cristina Sánchez Mejorada y Monserrat
Espín, al señor Irineo Galicia, 2009.
108 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
El 5 de marzo de 1862 otro decreto dio forma y creó varios de los municipios
que formaban el Distrito Federal. El sistema quedó con 17 municipios, que se
repartían en cuatro partidos: Guadalupe Hidalgo, Xochimilco, Tlapan y Tacuba-
ya. Este último se integraba por los municipios de Tacubaya, Tacuba, Santa Fe y
Mixcoac. En ese lapso, se agregó a ese Partido el Municipio de Cuajimalpa, el que
se conformó por instrucciones del gobernador del Distrito Federal, Anastasio
Parrodi (quien tenía la facultad de definir las poblaciones, villas y barrios corres-
pondientes a cada Partido), con parte del territorio de Santa Fe y San Ángel.
Así se fundó el Municipio de Cuajimalpa que a su vez se integraba por
los pueblos de San Pedro Cuajimalpa, San Mateo Tlaltenango, San Pablo
Chimalpa y San Lorenzo Acopilco, las haciendas Buena Vista y La Venta y
las rancherías de Tianguillo y Maromas, y se incorpora formalmente al Dis-
trito Federal. La cabecera del Municipio -San Pedro Cuajimalpa- no contaba
con un ayuntamiento sino con un prefecto nombrado por el gobernador del
Distrito Federal, funcionario que a su vez dependía del gobierno federal.
46
Véase Fracción VI, Artículo 73 de la Constitución de 1917.
*7 Diario Oficial, t. V 4 a . época, num. 87, 14 de abril de 1917, pp. 414-417.
48
Se tiene conocimiento que el primer prefecto político de Cuajimalpa fue Ángel González y
le siguieron Juan de Mata González y Lucio Cortés pero se desconocen las fechas. Después fueron:
Enrique Rivera (1903-1910); Pedro Segura (1910-1912), Rómulo Luna (1912-1913), José María
Leyva, nombrado por Madero (1913-1914): Marcelino Nava, nombrado por Huerta (1914-1915):
Pedro Muciño, electo (1915-1919): Maurilio Sánchez, nombrado por Carranza (1920-1920):
Margarita Vázquez, electo (1921-1923): Enrique Segura, electo (1923-1925): Jacinto Ortiz, electo
(1925-1929). En Chimalpa entre 1918 y 1929 hubo 13 Delegados Municipales que por lo general
duraban sólo un año en el cargo. En 1927 el señor Julián Mora fue Regidor.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 113
49
Lo que implicaba la duplicidad y evasión de facultades, la restricción de atribuciones,
conflictos electorales, disensiones internas, entre otros.
114 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Cabe señalar que a raíz de que México le declara la guerra a los países del
eje, en mayo de 1942, en México, pero especialmente en el Distrito Federal,
se toman una serie de medidas para la defensa de la ciudad. Entre éstas des-
tacan la Ley de Servicio Militar Nacional que se pone en vigencia con objeto
de capacitar civiles para responder a las necesidades de la guerra y fortalecer
y respaldar a los efectivos del ejército. Además del servicio militar obligatorio
se estableció la instrucción militar para aquellos que tenían entre 19 y 45
años, y se instituyeron los Comités de Defensa Civil. De acuerdo con el De-
creto.50 Los órganos de ejecución de la defensa civil eran las autoridades civi-
les, los comités centrales, comités regionales y subcomités regionales, bajo
el impulso de las comandancias militares. Los comités regionales residían
en las cabeceras delegacionales y los subcomités en los otros centros de po-
blación como los pueblos, tarea a la que se abocaron las delegaciones de
manera prioritaria. En la ciudad se formaron 24 comités regionales, 12 en la
ciudad de México y los otros 12 en las delegaciones políticas. La presidencia
y vicepresidencia de los mismos recaía en las autoridades civiles y la secreta-
ría en un representante de las organizaciones campesinas (en el caso de los
12 cuarteles de la ciudad de México, esta responsabilidad recaía en represen-
tantes de las organizaciones obreras). También se nombraron jefes de man-
zana que eran los responsables de realizar un censo de aquellos que se en-
contraban en posibilidades de alistarse y estimular la participación de sus
vecinos. Por otra parte el Partido Nacional Revolucionario desde 1937 pro-
puso que obreros y campesinos se prepararan militarmente y se incorpora-
ran a los 180 batallones que se conformaron en el Distrito Federal (Sánchez
Mejorada, 2001).
Esto operó de manera más radical a partir de 1942, no obstante, los ve-
cinos de Chimalpa nos mostraron un documento dirigido al general Lázaro
Cárdenas a través del cual le solicitan armas y municiones y le informan que
el 15 de septiembre de 1937 se reunieron los viejos revolucionarios del 8o
distrito y que en esta reunión acordaron organizar las defensas sociales para
salvaguardar las instituciones y el gobierno. Al mismo tiempo decidieron
nombrar al compañero Filiberto Manzo, director del Desierto de los Leones,
jefe de las Defensas Sociales de ese distrito y a los comandantes de las defen-
sas: Mauricio Pérez de San Mateo Tlaltenango, Teófilo Romero de San Pablo
Chimalpa, Lorenzo Pérez de Acopilco y Benjamín Vázquez de Cuajimalpa.
^Gaceta Oficial del Distrito Federal. Decreto que instituyó la Defensa Civil en el Distrito
Federal el 14 de agosto de 1942.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 115
Diversos analistas de la época han señalado que este ejercicio sirvió más
como un instrumento social para abatir las diferencias sociales de educación
y cultura que como un instrumento real de formación militar. Con ello coin-
ciden los habitantes de Chimalpa, quienes señalan que haber realizado su
servicio militar y/o haberse incorporado a las milicias sociales fue muy im-
portante pues se alfabetizaron, y mejoraron y ampliaron sus conocimientos
básicos (primaria y a veces secundaria), desarrollaron ciertas habilidades y
sobre todo descubrieron otras cosas. Ellos dicen que esto fue importante
pues les permitió ver las cosas de otra forma, los avances que había en la
ciudad y la necesidad de modernizar su pueblo. También les permitió esta-
blecer y fortalecer contactos con las autoridades y otros miembros del parti-
do. Cabe también destacar que estos comités de defensa civil sirvieron de
base para que el Partido de la Revolución Mexicana (1938) y posteriormente
el Partido Revolucionario Institucional (1946), hicieran trabajo proselitista a
nivel del territorio.51
En 1947 se hicieron ajustes a la legislación y se permitió que los subdele-
gados fueran electos a través de un plebiscito, el requisito era que fueran
nativos del pueblo y se les reconociera como personas honorables. A partir
de entonces se nombraba a los subdelegados cada tres años, aunque podían
repetir en el cargo. Los subdelegados eran funcionarios auxiliares pagados
por el Departamento y su papel consistía fundamentalmente en ser los in-
termediarios entre la población y la delegación, pero especialmente con el
Departamento Central. Algunos de los subdelegados en San Pablo Chimalpa
comentan que ellos atendían todos los problemas y necesidades y gestiona-
ban directamente en el Departamento pues era allí donde había recursos y
tenían más atribuciones, ahí realmente se resolvían sus problemas.
La mayor parte de su trabajo tenía que ver con la gestión de los servicios
y obras públicas, lo cual implicaba no sólo promover ante las autoridades
centrales los recursos y la introducción de los servicios, sino organizar la
cooperación de la población para garantizar los materiales y la mano de obra
que habría de necesitarse.
Tampoco existía una red de agua, solamente había hidrantes públicos en la vía
pública y de ahí tomaban el agua. Estos hidrantes se hicieron en 1937 y prove-
nían de un manantial cerca de Acopilco, se llama Moneruco. Fue el primer
manantial que abasteció de agua a Cuajimalpa y la tubería estaba hecha a base
de tubo galvanizado. Como consecuencia del aumento de la población, el agua
5
'Entrevista colectiva a varios ex representantes del pueblo, julio de 2010.
116 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
que provenía de estos hidrantes, no cubría las necesidades del pueblo en cuanto
a este servicio, así que el subdelegado solicitó traer el agua del Desierto de lo
Leones. El sudelegado gestionó ante el delegado quien a su vez lo solicitó al De-
partamento Central, el que hizo un estudio. La labor de hacer la cepa (la excava-
ción para colocar las tuberías) fue a base del pueblo y la asesoría técnica corrió
por parte del departamento del Distrito Federal es decir, los vecinos trabajamos
en conjunto con las instituciones las que tenían como intermediario al subdele-
gado del pueblo.52
Abajo del kiosco había una pequeña habitación que era donde los encerrábamos.
Si alguno robaba, le pegaba a su mujer o se emborrachaba le imponíamos faenas
de castigo, tenía que ir trabajar durante ocho días o más según la falta y en lo
que se necesitara que fuera para el beneficio del pueblo. Hay constancias tam-
bién, cartas, que muestran como los delegados de Cuajimalpa remitían a los
detenidos a la cárcel de la subdelegación para que estuvieran detenidos por una
semana, misma en la que también realizarían trabajos comunitarios, por ejem-
plo los trabajos para la introducción del agua del Moneruco en 1935.53
"Entrevista realizada a Salvador Arias Romero, subdelegado entre 1966-1970, junio del
2009.
53
Conversación con el señor Hermilo Pérez, 2009. Documento presentado por el señor
Leopoldo Galicia, julio de 2010.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 117
organizaban a los vecinos para las faenas.54 En el caso de San Pablo Chimal-
pa esto se hacía, como lo hemos comentado, retomando la estructura orga-
nizativa religiosa de Fiscales y Compañías, estructura sobre la que profundi-
zaremos en el siguiente apartado.
Por ejemplo, para construir la carretera Cuajimalpa-Chimalpa (que era
muy angosta), se convocó a las ocho compañías y a cada una se le asignaron
los tramos sobre los que iba a trabajar. El Departamento del Distrito Federal
puso la maquinaria y les dio los materiales, los pobladores eran responsables
de transportar y acarrear los materiales al lugar donde se encontraba la obra
y realizar las faenas de construcción del camino. Cada compañía ponía a dos
personas -hombres o mujeres- por día y en total se reunían al menos 16 per-
sonas para cada faena. Así fue durante el año que duró la obra. No obstante,
las gestiones para que se realizara la carretera duraron cinco años. De la
misma forma se introdujo la red de agua potable, el drenaje, el alcantarilla-
do, se ampliaron y empedraron las calles, se construyeron las escuelas, etcé-
tera, siempre con el trabajo y colaboración económica de la población.
Las autoridades delegacionales eran las responsables de constituir las
Juntas de Mejoras Materiales y de fomentar la participación de la comuni-
dad. La prensa e informes de gobierno dan cuenta de la gran cantidad de
trabajo aportado por los vecinos.55 Por otro lado, debido a las limitaciones
presupuéstales de las delegaciones, en los decretos de los presupuestos de
egresos, se planteó claramente que las direcciones y dependencias del Depar-
tamento del Distrito Federal tendrían a su cargo la atención de los servicios
públicos en las delegaciones; principalmente en aquellas donde se carecía de
personal, o bien, de asignaciones especiales para la atención de dichos servi-
cios, por encontrarse estos centralizados, como era el caso de Cuajimalpa.
Por el propio proceso de urbanización y poblamiento, la gestión pública
en las delegaciones empezó a complicarse. Al ser los delegados y subdelega-
^Faenas, tequio, mano vuelta, son los diferentes nombres como se conocen las acciones
de solidaridad y reciprocidad en algunas comunidades en México. Es un sistema de trabajo
gratuito, en donde se apoyan colectivamente obras de construcción, ya sea a nivel de una fa-
milia, o en obras para la colectividad, en donde los miembro del grupo se compromete a rea-
lizar trabajos de mejoras diversas, de tal suerte que cuando él o su familia necesitan, por
ejemplo, construir su casa o arreglar la calle, etcétera, cuenta con el trabajo colectivo para
hacerlo en la medida en que ellos trabajaron, para otros, en su momento.
55
Las obras de las delegaciones se consideraban dentro del plan de trabajo diseñado para
el conjunto del Distrito Federal y por ende no contaban con presupuesto propio. Todos los
requerimientos los cubría el Departamento Central y en esta instancia se establecían también
los convenios con los contratistas que desarrollaban las obras.
118 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
57
En otras delegaciones se mantuvo esa estructura a la que también se le denominó
Enlaces Territoriales pero seguían teniendo las mismas funciones.
120 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
mente amplio (sic) para instalar todo eso que era necesario se tuvo que: comprar
y esos 10 millones se le tuvieron que dar a ese señor más otra parte que se reunió
por cooperación que se hizo y se le compró más terreno y se hizo esa construc-
ción que hasta ahorita está funcionando.58
58
Entrevista realizada al señor Irineo Galicia, 2009.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 121
mos "cómo se la van a llevar" en el pueblo había llaves en la calle para traerla con
cubetas, ¿con qué nos íbamos a abastecer?, no teníamos agua adentro. Hicimos
una encuesta y apenas el 30 por ciento de la población tenía agua adentro el resto
no tenía, todos íbamos a las llaves de la calle. Entonces logramos que introdujera
el agua potable a las casas, se le dio al 10 por ciento. Fue un logro pero nos costó
mucho, muchísimo, bueno nada más aquí enfrente donde esta ahorita la tortille-
ría ahí todavía terreno vacio, muy grande lleno de maíz bueno todo eso estaba
lleno de granaderos cuando nosotros tuvimos el movimiento, así entre al maíz se
metieron, trajeron tanquetas, fue terrible, lo hicieron porque nosotros vivíamos
aquí, y bueno pues nosotros éramos la parte más dura y que no dejaba que se lle-
varan el agua y que no subieran y todo eso, finalmente cedimos para que se hicie-
ra el cárcamo y que se trajera el agua pero en algún momento logramos que se
cerraran incluso los tubos que ya se habían metido. No se llevaron el agua.. ,59
Los primeros jóvenes de aquí que llegaron a la UNAM, empiezan a traer ideas del
marxismo, del comunismo, toda esa cuestión en un pueblo rico en tradiciones,
muy solidario, entonces se empiezan a marcar las primeras diferencias, empie-
zan a haber grupos. Se empezó a conformar un grupo que creía en las tradicio-
nes y que pagaban en las fiestas (para su realización) y el otro, aquellos que
no[...] este grupo se desliga a partir de 1980, para ser exacto se desliga a partir
de 1978, ese año es cuando se da la ruptura donde se hacen dos grupos total-
mente marcados, que hasta la fecha persisten.60
... para finales de los setenta y toda la década de los ochenta, cuando se empezó a
vender de manera más libre (antes no era muy común que la gente quisiera com-
prar o vender en Chimalpa, todavía había eso de conservar los terrenos familiares
y se trata de conservarlos o hacer la compra venta- entre la misma población ori-
ginaria), se comienza a fraccionar y vender a quien los quisiera comprar, así co-
mienza la migración, sobre todo de comunidades del Estado de México, de Mi-
choacán incluso, que tenían que venir a trabajar a la ciudad de México y esta ruta
les permitía acceder a un punto donde podían establecerse y quedar a la mitad de
sus lugares de trabajo y su origen, buscan este tipo de espacio.. .61
... ¿qué pasa? Pues los hijos empiezan a crecer, se casan, tienen necesidad de otras
casas, y fueron tirando los árboles, -porque aquí cada uno tenía su casita y en
cada casita sus árboles, inclusive algunos tenían su milpa en la casa y cultivaban
su maíz, su frijol, su calabaza [...], pero era un pueblo donde todo el mundo tenía
árboles- esto realmente se deforma a partir del 85 -del terremoto- porque mucha
gente se viene a vivir aquí y mucha gente vende sus terrenitos: que dame quinien-
tos pesos por este tanto, o dame mil pesos por este otro. Se empezó a construir y
le dieron al traste a todo esto. [...] La gente por la situación económica dice bueno:
yo necesito dinero y no tenemos, o mi hijo necesita una carrerita, o necesito un
coche, y hay gente que cambia su terreno por un coche [.. .]. 62
"Entrevista realizada a Ernesto García Romero, joven originario del pueblo que también
está reconstuyendo la historia de su pueblo, mayo de 2009.
"Entrevista realizada a la señora Ofelia Martínez, habitante originaria del pueblo, abril
de 2008.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 123
63
Elaborado por Monserrat Espín, tomando como base recorridos sobre el territorio y el
Plan de Desarrollo Urbano de Cuajimalpa 1997. Cartografía OCIM. Imagen Google Earth,
2010.
124 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Gobierno del Distrito Federal, y a partir del 2000 a los delegados. Por ello, la com-
petencia política entre partidos se incrementa de manera notable a nivel territo-
rial. Para el caso de Chimalpa, esto va a incidir y a fragmentar a los vecinos ya que
en una población pequeña el impacto del multipartidismo es mucho mayor, aun-
que en realidad solamente se identifican dos grupos claramente confrontados
fundamentalmente por cuestiones ideológicas. Aún así, en las elecciones para
elegir a los Consejeros ciudadanos en Cuajimalpa65 la población participó de ma-
nera activa:
65
Las elecciones para constituir a estos Consejos (representantes de 365 áreas vecinales) se
realizaron en junio de 1995. Los Consejos Delegacionales estuvieron en funciones hasta 1997,
ya que por acuerdo del 13 de noviembre de 1996, en el contexto de la negociación de la reforma
política a nivel federal, el Congreso de la Unión determinó que éstos desaparecerían ese año.
128 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
les dentro del pueblo, encabezada por la señora Ofelia Martínez integrada por 12
personas. El día de la elección emitieron su voto 1,840 personas, casi 1,000
votos fueron para la primera, poco más de 500 para la segunda y cerca de 300
para la tercera. Por ello la planilla se conformó por seis personas de la primera,
cuatro de la segunda y dos de la tercera. Una conformación de este tipo implica
que los miembros de los Comités Vecinales difícilmente podrían trabajar juntos
y llegar a acuerdos dado que eran contrincantes en la contienda política, con
proyectos y propuestas diferentes. Si a esto le agregamos que durante 10 años no
ha habido nuevas elecciones, no es de sorprendernos que los Comités no pudie-
ran cumplir con los objetivos para los que fueron creados.
En el caso de Chimalpa, desde el primer año trabajaron pocos, no obstante
realizaron diversas actividades. Al año, los que se mantenían activos, presenta-
ron su informe de trabajo. A este informe acudió y dio respuesta el delegado de
Cuajimalpa, Francisco de Souza (residente del Contadero que contendió y ganó
por el PAN, y ahora trabaja en el gobierno de Marcelo Ebrard). Continuaron tra-
bajando durante cuatro años, pero al no haber elecciones empezaron a desaten-
der el asunto, incluso el que lo encabezaba se incorporó a trabajar en 1a delega-
ción. Ante esto, y argumentando que era necesario que se reciclara el comité, los
miembros del éste que provenían de la planilla tres convocaron a una asamblea
y empezaron a realizar diversas actividades y gestiones. No obstante, no conta-
ban con la suficiente legitimidad y al no volver a haber elecciones, poco a poco
se fueron desafanando de la gestión en general, aunque mantuvieron un trabajo
importante en torno al rescate y actividades ecológicas. Ahora son los que enca-
bezan la discusión del Programa de Desarrollo Urbano de la Delegación de
Cuajimalpa. El que se quedó a cargo de las diversas gestiones y a atender los
problemas del pueblo es el señor Enrique Martínez, de edad avanzada, quien
atiende fundamentalmente los problemas y controversias entre los vecinos.
Recientemente se reincorporó el anterior presidente del comité, pues legítima-
mente, al no haber habido elecciones, le corresponde el nombramiento.
Digamos que durante al menos cinco años se dio un impasse en la gestión
debido a varios de los factores enunciados, generándose un vacío de poder y un
problema de legitimidad del originalmente electo. Esto ha provocado que la
comunidad no participe en cuestiones de gestión como lo hacía antes, quedan-
do un tanto a la deriva y a las posibilidades individuales de intervención.
El Comité Vecinal reactivado (en buena medida porque se aproximan las
elecciones) está gestionando de manera muy activa actividades culturales y muy
especialmente la celebración del bicentenario y centenario de la Independencia
y la Revolución con una gran fiesta en el pueblo. Forma parte y participa de un
consejo asesor que integró el delegado con representantes de colonias residen-
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 129
66
Entrevista a los señores Enrique Romero, Enrique Martínez del Comité Vecinal de Chi-
malpa. Julio 2010.
130 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
LAS FAMILIAS
Una diferencia central entre los pueblos y otros lugares de la ciudad donde
los vínculos sociales se establecen a partir de relaciones laborales, políticas o
civiles entre otras muchas, son los lazos de parentesco. Es decir, aunque hay
diversos tipos de relaciones que también pueden ser laborales, políticas, por
afinidad religiosa, etcétera, lo que aquí se privilegia es la relación entre fami-
lias. Es a partir de estos lazos como se organizan los espacios y prácticas más
importantes del pueblo.
En San Pablo Chimalpa las familias y las redes de parientes son particu-
larmente importantes, pues es a través de ellos como se construye una parte
fundamental de su identidad y de su pertenencia al pueblo. La propia histo-
ria del lugar inicia siempre en relación a las familias.
... primero vinieron del pueblo de Tacuba, esa es una historia más larga, pero de
ahí han venido las descendencias, porque los que ya estamos aquí: los Galicia,
los Romero, los Pérez, los Hernández, los Martínez, los Arias esos ya somos
totalmente originarios [...] Antes de la revolución de Carranza y Zapata ya exis-
tían esas familias aquí.67
La mayoría de aquí [del pueblo] se conoce por los apellidos. Mencionan apellidos
que ya no son de aquí y nosotros que nos conocemos como Romero, Pérez, Her-
nández, García, Martínez...68
la hacienda de San José de los Cedros, desde Aurrera lindando por este lado
[nororiente] con Jesús del Monte hacia abajo todo para allá hasta San Fernando,
se quedó como heredero el hijo de ese señor González y como los señores de
aquí cumplieron el compromiso de pagar lo de la ex hacienda, les ofrece nueva-
mente a los mismos de aquí más de la ex hacienda, les ofrece esa parte de terre-
no todo lo que es el territorio y de nuevo compran [...] entran de nuevo don
Máximo, don Desiderio, don Cirilo Granados [...] y no recuerdo quién más,
pero son los señores que vuelven a comprar y después de comprado lo vuelven a
vender con los mismos vecinos de aquí por lotes, por partes chicas lo venden.69
69
Entrevista realizada la señora Felicitas Pérez originaria de Chimalpa, de 83 años, 2009.
'"Entrevista realizada a la señora Felicitas Pérez Reyes originaria de 83 años, 5 de
octubre de 2009.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 133
LA ORGANIZACIÓN SOCIAL
La organización del pueblo tiene como eje central dos estructuras articuladas
entre sí, pero que implican ámbitos organizativos de diverso orden: las Com-
pañías y las fiscalías. La primera se relaciona con la estructura de parentesco
y la segunda con el ámbito de lo religioso. Es a través de ellas donde se gene-
ran los referentes de identidad más importantes, gestándose plenamente la
71
Este mapa fue laborado por Hugo Núñez con base en el mapa que se encuentra en k Gale-
ría del pueblo elaborado por el señor Roberto Arias y la información del señor Leopoldo Galicia.
134 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
LAS COMPAÑÍAS
[...] ya desde entonces, mi abuelo formó parte de una Compañía, nosotros so-
mos de la quinta [...] Se formó, la primera, la segunda, la tercera, la cuarta, la
quinta, la sexta, la séptima y la octava [...] La idea de hacer compañías y los
sargentos es para que junto con los fiscales las festividades salieran mejor, pero
estos sargentos se encargan de pedirle a los habitantes una cooperación para
poder quemar cohetes [...], ahora se acostumbran castillos, antes también pero
era mínima la cosa. La mitad, cuatro compañías se encargan de quemar juegos
pirotécnicos, y cuatro compañías se encargan de pagarle a la bandas de música,
que se necesitan siempre en la festividad [...] esa es la función de estas personas
para hacer más amplia la fiesta [sic], que salga más lujosa. Porque los fiscales lo
único de lo que se encargan es de adornar la iglesia y también con los mismos
sargentos ponerse de acuerdo y hacer que las festividades que se hacen en todo
el año, según sus fechas, salgan mucho mejor.72
Cada padre de familia aporta una cuota anual para los gastos de la igle-
sia, cantidad que será entregada a los fiscales. En 2010 había registrados
1,800 personas que aportaban cuotas a los fiscales.
La relación entre fiscales y sargentos es muy estrecha pues juntos orga-
nizan las festividades del pueblo y acuerdan la forma en que se invierte el
dinero sobrante de las cuotas que reciben para hacer mejoras al pueblo.
Primero nacen los fiscales, encargados de la iglesia, después nacen los sargentos que
se encargan de las festividades y van juntos porque son de la misma religión.75
75
Idem.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 137
Cuando Chimalpa va a cumplir sus compromisos con los pueblos que les
visitaron en su fiesta, todas las compañías se unen para cobrar una coopera-
ción con el fin de llevar las correspondencias a cada pueblo en el momento de
su festividad: un castillo, una banda, cuetes. Allí ya no van como compañías
sino como pueblo. Es decir, se presentan frente a los otros pueblos como San
Pablo Chimalpa. Hay un orden en esta tarea que tiene que ver con las fechas
en que se celebra a los otros santos: primero a San Bartolo Ameyalco, le sigue
Cuajimalpa, luego Santiago Yancuitlapan, San Lorenzo Acopilco, Santa Rosa
Xochiac y terminan el ciclo anual con San Miguel Tecamachalco.
La quema de castillos es una cuestión muy importante para los habitan-
tes del pueblo ya que tienen fama de que son los castillos de Chimalpa los
mejores de la región. Esto conlleva varias actividades: contratar a los maes-
tros en pirotecnia, brindarles un lugar de trabajo en el pueblo para que ar-
men el castillo, darles hospedaje y alimentación, etcétera.
El trabajo para llevar una correspondencia a otro pueblo es intenso pues
los sargentos van casa por casa invitando a los habitantes del pueblo a que los
acompañen a visitar a uno u otro santo dependiendo de la fiesta que sea. La
cantidad de gente que asiste a una correspondencia depende de muchos fac-
tores, pero algunos de ellos son presencia, prestigio y capacidad de convocatoria
que tengan los sargentos dentro de su comunidad: 76
76
Que a una promesa asita un número grande de personas es importante porque el pueblo
en su conjunto queda bien, adquiere visibilidad y prestigio frente a los demás pueblos de la
zona, al mismo tiempo que refuerza su presencia como colectividad.
"Entrevista colectiva realizada a los tres fiscales que desempeñaron el cargo durante
2009, abril de 2010.
138 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
... vamos a trabajar la parte lateral de la iglesia. Necesitamos cantera. Hacia allá hay
unos bancos de cantera: le toca a Juanito Hernández -por decir- que es de la prime-
ra compañía que es el primer grupo. Así va naciendo. Y él invita a sus hermanos, a
sus tíos y así sucesivamente. [...] Es como un árbol que va creciendo.78
Hay compañías que son poderosas porque sus padres siempre tuvieron más re-
cursos y más tierras. Otras compañías no tienen ese respaldo.79
En realidad aquí se gasta mucho dinero en todas las fiestas que hay aquí. Enton-
ces yo formé un grupo, cuando empezamos éramos como 40 personas y cuando
terminamos fuimos como 60 mujeres, se le puso [el nombre] de Novena Com-
pañía, éramos las Damas Voluntarias [...] así se le puso. Nosotras lo iniciamos
porque en ese tiempo estaban unas personas como encargadas del pueblo que
decían que ya se habían perdido las costumbres, se perdieron porque era mucho
el dinero que se gastaba, sobre todo en fuegos pirotécnicos se quema mucho
dinero [...] decían que se tenía que acabar esa costumbre [...] Entonces un grupo
de mujeres nos juntamos y dijimos que a poco nomás los hombres pueden,
n
Idem.
79
Idem.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 139
también nosotras las mujeres podemos, no hay que dejar que la tradición de
nuestro pueblo se termine.
Mi papá se llamaba Ismael Romero Martínez y el fue igual un gran representan-
te del pueblo, ellos fueron los que abrieron las carreteras, el agua, porque inclu-
sive mi hijo ahí tiene los papeles donde consta que desde el abuelito Teófilo, que
era el papá de él, ellos fueron los que iniciaron Los Pueblos Unidos, por eso
ahora se les llama Pueblos Unidos como es Tecamachalco, San Bartolo (Ameyal-
co), Santa Rosa, Acopilco, Santiago (Yancuitlalpan), Chimalpa, Cuajimalpa [...]
son los pueblos donde se van a dejar las promesas. Por ejemplo, nosotros acaba-
mos de dejar una promesa, se llevó un castillo a San Miguel Tecamachalco, que
acaba de pasar la fiesta. Entonces así se formó esa Novena compañía.80
Por ejemplo, le voy a mostrar el primer recibo que fue en 1978, que fue del pri-
mer castillo que dimos nosotros y que nos costó 2,500 pesos, En ese tiempo
éramos 40 y nos toco de a 20 pesos.81
Nosotros, al igual que los hombres, llevamos la promesa aquí a Zentlapatl, aquí
están las fotografías de lo que año con año donábamos...82
... yo aquí guiso tres días, porque tenemos muchas amistades, gracias a Dios,
viernes, sábado y domingo [...] a las once de la mañana ya está el moiito y si
ustedes gustan, este año, si Dios nos permite llegar, los invitamos a que vengan
a comer [...] Que hoy me sobra [mole] para mañana lo doy para los tacos, es
decir, luego vienen amistades que también nosotros vamos a los pueblos que
nos conocen, que compadres o así amigos, nos dan un taco pues yo también les
pongo el taco, a mí me gusta todo calientito en el momento. Así era [...] luego
mi yerno me decía "suegra yo pongo el refresco", mi hijo "pues yo te voy a dar
para el pollo mamá" y yo pues compro el mole verdad...
83
Había además que conseguir un lugar donde armar el castillo que reuniera las condicio-
nes de seguridad necesarias, pues es una actividad peligrosa. Asimismo había que pagar los
pasajes para ir a buscarlos y darles de comer a los señores encargados de la pirotecnia durante
varios días en lo que concluían sus trabajos, entre otros gastos.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 141
Los fiscales son tres: primero, segundo y tercer fiscal. Siempre hombres, 84
que se encargan del mantenimiento de la iglesia, de apoyar y organizar los
diferentes elementos que requiere una fiesta, y en general de procurar mejo-
ras al pueblo.
Las fiestas nos han mantenido unidos pero pasa una cosa, en las fiestas se reúne
una buena cantidad de dinero [...] Para hacer la fiesta se invierte entre uno y dos
millones de pesos, la delegación pide que se le aporte una cantidad de dinero
pero ellos no aportan nada. Nosotros sacrificamos a nuestra familia para poder
cumplir con todas esas cooperaciones que nos piden y ¿qué beneficio tenemos?
Otra: llega a haber algunas ganancias y bueno ese dinero ¿a dónde se va? hay que
invertirlo en cosas provechosas: comprar terrenos, ampliar el centro de salud,
captar más agua, por ejemplo, comprar una propiedad en el paraje Tlacotitla,
ahí hay un nacimiento de agua muy bueno y se puede captar esa agua y llevarla
al cárcamo.85
84
La justificación de por qué las mujeres no pueden ser fiscales es porque no pueden tocar
las campanas de la iglesia -tarea sustantiva de los fiscales- ya que si lo hacen las campanas
se quiebran.
85
Entrevista realizada a los señores Irineo Galicia y Flavio Margarito Romero, 2009.
142 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
Sin importar edad, filiación política, situación económica, edad o sexo, todos
los asistentes lo hacen. Con este juramento se legitiman y se salvaguardan las
tradiciones, es un compromiso para quienes se identifican con ellas, un gusto
de quienes las celebran pero también una obligación para quienes viven ahí.
Después del juramento, los acólitos toman en sus manos los báculos que
representan el cargo de fiscal y los presentan ante la feligresía que los con-
templa con respeto. Acto seguido, el sacerdote le pide a los fiscales salientes
que pasen al frente para que sean reconocidos por su labor, lo cual sucede
con un sonoro aplauso de todos los presentes. Los acólitos que se habían
colocado al costado del altar le entregan al sacerdote los báculos correspon-
dientes a cada uno de los cargos: el que se le entrega al primer fiscal es un
bastón de mango curvo; el del segundo fiscal es una cruz y el del tercer fiscal
es una cruz con doble travesano. Todos son de metal. Estos báculos se guar-
dan en la iglesia y se sacan sólo para la ocasión.
Los fiscales dan un último mensaje a la comunidad de San Pablo Chi-
malpa, en el orden de su jerarquía.
Los acólitos seden su lugar a los fiscales salientes y al sacerdote y pre-
sentan a la comunidad a los nuevos fiscales. Los fiscales salientes uno a
uno van entregando los báculos que les otorgaban el reconocimiento de su
cargo, a los fiscales entrantes. De inmediato los nuevos fiscales empiezan
sus quehaceres.86
A pesar de que formalmente el cargo concluye ese día, los fiscales sa-
lientes dedican los siguientes meses en enseñar algunos de los aspectos
básicos del trabajo de fiscal a los nuevos fiscales. Asimismo, va casa por
casa de todas las personas que cooperaron a presentarles personalmente a
los nuevos fiscales.87 El nombre de los nuevos fiscales se da a conocer seis
meses antes, durante la promesa a San Miguel Tecamachalco el 29 de sep-
tiembre.
Hay dos formas para asumir el cargo de fiscal: por invitación de los
fiscales salientes o cuando una persona voluntariamente se propone para
hacerlo. Generalmente los fiscales salientes van a la casa de algún miem-
bro respetable de la comunidad y le hacen la invitación. La persona les
dice que lo va a pensar y que necesita consultarlo con su familia y ponen
cita para una segunda visita. Pueden ser varias las visitas antes de que
una persona acepte un cargo. Para ello, entre otras cosas, tomará en cuen-
86
Información obtenida del Reporte de Campo elaborado por Hugo Sánchez Pineda.
87
En 2009 la lista de personas que cooperaron era de 1,800 y la cooperación anual para la
fiesta fue de 150 pesos por cada una de ellas.
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 143
LA DIMENSIÓN FESTIVA
Fecha variable (marzo o abril) 3 Día de la Santa Cruz. Lim- Promesa a Zentlápatl en honor al
Viernes Santo, fiesta grande a la pieza del panteón Divino Rostro
virgen de los Dolores 5 Batalla de Puebla 2°Jueves del mes: Jueves de Cor-
Semana Santa 10 Día de las Madres pus
30 Día del Niño 15 Día de San Isidro Labrador 24 Día de San Juan Bautista
en donde se bendice a los ani- 29 San Pedro y San Pablo (fiesta
males ya sean mascotas o para chica)
el campo.
4°Domingo del mes: Promesa
a Santa Rosa Xochiac en honor
al Divino Rostro
Las fiestas son una parte central de la vida en San Pablo Chimalpa por-
que les permite recrear quiénes son a través de sus formas organizativas.
Todas las fiestas se realizan con la participación de diversas organizaciones
interrelacionadas entre sí: los fiscales, las compañías, los grupos y las asocia-
ciones: Comité de Fiestas Patrias, Asociación de Guadalupanos, de la Virgen
del Carmen, Pastoras, Rezanderos, Grupo Unión, Grupo Amistad, Grupo
Progresista, entre otros. Los habitantes del pueblo participan de manera in-
dividual, pero sobre todo a través de estas organizaciones ya que casi siempre
son miembros de una o varias de ellas.
La organización festiva -centrada en dos cargos pero donde participan
diversas organizaciones locales- van a generar un ritmo y una lógica tempo-
ral particular. La vida de sus habitantes se estructura fundamentalmente a
partir de estas celebraciones que se constituyen en un verdadero sistema ri-
tual de largo alcance. En él no sólo se reproducen prácticas religiosas, sino
todo un mundo de creencias de visión de mundo que garantizan un sentido
cultural de la comunidad. El ritmo se establece precisamente por los mo-
mentos festivos que irrumpen en el ritmo cotidiano de la vida diaria. De
hecho toda la vida cotidiana parece tener un solo sentido: la fiesta. El mo-
mento más importante de este proceso lo representa la fiesta patronal, cons-
tituida por dos fechas: la de la virgen de Dolores -que se considera la fiesta
mayor y dura cuatro días- y la de San Pablo Apóstol -fiesta menor que dura
sólo dos- del santo patrón que da nombre al pueblo.
El porqué se celebran dos fiestas patronales, en donde paradójicamente
la importante es la de la virgen y no la del santo patrón que otorga el nombre
al poblado, seguramente tiene que ver con procesos históricos que se deberán
profundizar en otros trabajos. Para algunos autores esto se relaciona con
creencias prehispánicas en donde se articulaba el ciclo ritual a procesos agra-
rios por lo que se tenía la veneración a un dios articulado al tiempo de lluvias
y otro vinculado a las secas. Y en efecto, la virgen de Dolores pertenece al
tiempo de sequía ya que se celebra el viernes santo -con fecha variable entre
marzo y abril- mientras que a San Pablo le corresponde el 29 de junio, cuan-
do ya ha iniciado la temporada de lluvia.
El calendario festivo es muy extenso y en él se incluyen tanto fiestas re-
ligiosas como conmemoraciones cívicas, que como podemos ver en el cuadro 1,
incluyen actividades durante todo el año. No encontramos un mes en donde
no se celebre algo.
La estructura de parentesco es el sostén de todo el proceso religioso, pero
también lo es del proceso político y de representación ya que en la vida de un
sujeto se espera que ocupe uno o todos los cargos que mantiene la organiza-
146 • MARÍA ANA PORTAL Y CRISTINA SÁNCHEZ MEJORADA
REFLEXIONES FINALES
Sin lugar a dudas San Pablo Chimalpa es un pueblo sui generis en su estruc-
tura y organización, que pese a su ubicación y su relativa lejanía, siempre se
ha mantenido muy cerca, en lo afectivo y en lo económico, de la ciudad. En los
testimonios de sus habitantes, la ciudad nunca apareció como algo lejano y
extraño a ellos sino por el contrario, como un referente cercano, cotidiano, que
marca -de manera diferente a la fiesta- el ritmo de sus vidas en lo laboral, lo
comercial, en lo político y en la gestión entre otros, en el continuo ir y venir.
Sin embargo, por la riqueza natural de sus tierras, bosques y ríos, no han
tenido una relación de dependencia o de sumisión ya que siempre fueron
autosuficientes en cuanto a la alimentación y siempre tuvieron recursos
económicos para poder intercambiar su producción por otros bienes y servi-
cios. Este entorno natural, como dice Cynthia Radding:
... no es un mero telón de fondo escénico del drama humano, sino que forma
parte del relato histórico; la naturaleza abarca el ambiente físico, con sus restric-
ciones topográficas, climáticas, hidrográficas y biológicas, así como los paisajes
creados por el hombre y los significados culturales que conllevan [...] Cultura y
naturaleza se combinan en procesos históricos de adaptaciones recíprocas. La
creatividad humana y sus efectos ponen en marcha fuerzas sociales y económi-
cas de producción y reproducción, destrucción y renovación, con múltiples re-
percusiones tanto en la naturaleza como en la sociedad a lo largo del tiempo
(Radding, 2005).
claramente el lugar -o los lugares- desde donde se tejen la redes entre ellos,
con otros pueblos y con la ciudad.
La propiedad de la tierra sin duda les ha dado, en lo particular y en lo
colectivo, bastante autonomía. Ellos han creado y recreado las normas de
intercambio, social y político. La conflictiva relación con el gobierno dele-
gacional y de la ciudad, aunado a los procesos internos de organización
-muchas veces también conflictivos- han llevado a construir un concepto
de lo público entendido como aquello construido por la colectividad: la
iglesia, el kiosco, la explanada, las calles, las danzas, la música y las ban-
das, etcétera, son parte del patrimonio local, en donde las autoridades,
políticas y eclesiásticas, tienen poca injerencia -porque históricamente no
han sido partícipes en su consolidación- y sólo ocasionalmente aparecen
como invitados de la comunidad. En este sentido, el espacio es público
en tanto le pertenece a la colectividad, aun cuando en sentido formal, pue-
da ser propiedad privada.
Este elemento es interesante ya que, a pesar de los procesos de privatiza-
ción de la tierra surgidos en el siglo xx, prevalece un sentido comunal que
reconocemos desde el tiempo prehispánico.
Los problemas organizativos son múltiples y la lucha por el poder entre
los diversos grupos es muy clara, no obstante, cuando va de por medio la
dignidad del pueblo y todo aquello que les genera identidad y fuertes vínculos
como: parentesco, fiestas religiosas y civiles, autoridades religiosas, políticas
y civiles, sus tierras y los servicios, actúan como algo homogéneo. Frente la
adversidad, los problemas internos y la desatención de las autoridades, se
presentan como actores colectivos, no individuales.
En este complejo proceso entre lo tradicional y lo "moderno" llama la
atención que permanecen vigentes prácticas como la toma de decisiones
en asambleas y por consenso, el reciclaje de los cargos y la rendición de
cuentas.
Hemos podido comprobar que, como dice Salmerón (2001: 39), el indi-
viduo mismo no existe socialmente sino como parte de una colectividad re-
gida por normas enraizadas en el parentesco.
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SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA • 149
INTRODUCCIÓN
151
152 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
'Cuautepec era uno de los pueblos por los que pasaba el ferrocarril; había un ramal de
Tenayuca a Cuautepec, que derivaba de la ruta México-Tlalnepantla-Monte Alto, necesario
para el traslado de la cantera y la piedra que se extraía de los cerros de la zona, así como de la
madera de los encinos que se explotaban en los alrededores, y se llevaba hacia la ciudad de
México. Entrevista con el maestro Rafael Mendoza, en julio de 2007.
2
G. Padilla, Monografía municipal de Tlalnepantla, Ibluca, Emahia, 1998.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 155
dia caballerías que habrán de dividirse entre sus vecinos con arreglo a la ley;
igualmente la obligación de la señora propietaria de la hacienda de costear la
entubación del agua para dicho pueblo; el reconocimiento del pueblo de
Cuautepec de que no tiene a su favor y a cargo de la Hacienda de La Escalera
las servidumbres de pastos, vías y otras que en épocas anteriores ha alegado
indebidamente; finalmente la concesión al pueblo de las vías de comunica-
ción que daban salida por los cerros: la primera para Cuautitlán, la segunda
para Coacalco y la tercera para Ecatepec.5
La extensión y los límites del pueblo se mantuvieron estables durante
la primera década del siglo xx, y fueron modificados sólo hasta después de la
Revolución mexicana, cuando fue objeto del reparto agrario. Durante el periodo re-
volucionario Cuautepec no se involucró en la guerra y tampoco estuvo compro-
metido con alguna de las facciones que en ella participaron. Por distintos testi-
monios se sabe que algunos de sus pobladores apoyaron a los Zapatistas y a los
carrancistas y también que algunos de éstos se convirtieron en sus seguidores.
Tanto carrancistas como Zapatistas estuvieron de paso por el pueblo, se asenta-
ron de manera provisional en los alrededores, se abastecieron de alimentos y
contaron con ayudas aisladas, pero no tuvieron nunca un apoyo manifiesto por
parte de la población local. De lo que sí existen testimonios es de que en determi-
nado momento, Carranza se escondió en el pueblo y que la gente lo protegió.6
De este modo, el proceso revolucionario no tuvo un impacto significativo
para la vida del pueblo; sin embargo, como aconteció en muchas otras poblacio-
nes del país, la guerra dejó pobreza, desabasto, incertidumbre e inestabilidad;
también desorden en la tenencia de la tierra, debilitamiento de los hacendados
y reclamos de seguridad con relación a las propiedades. En este marco, una vez
terminada la guerra de revolución, la gente del pueblo solicitó al nuevo presiden-
te, Venustiano Carranza, ser beneficiarios del reparto agrario prometido por la
nueva Constitución. Originalmente lo que se solicitó fue la restitución de las
tierras, pero para que ésta procediera era necesario que la gente del pueblo entre-
gara documentos fidedignos que confirmaran su posesión legítima sobre el terri-
torio y que sus tierras las habían perdido con posterioridad al 25 de junio de
1856. Como el pueblo no logró cubrir tales requisitos, la "restitución" no proce-
dió y lo que operó fue la "dotación" de tierras.
7
Diario Oficial, del 26 de diciembre de 1917.
8
Jorge, Rojas, "Cuautepec, sentimental y turbulento", en El reportaje moderno (antolo-
gía), Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, 1976, p.86. Citado en Imágenes e
historias de Cuauhtepec, Proyecto de Apoyo a los Pueblos Originarios (PAPO), del Gobierno del
Distrito Federal, 2009.
9
Diano Oficial, 8 de julio de 1929, citado por Alma Zenón, en "Rememorando y descu-
briendo un pueblo que se resiste al olvido; memoria y territorio en Cuauhtepec", tesis de li-
cenciatura en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 2009.
158 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
CARACTERÍSTICAS TERRITORIALES
10
Diarío Oficial, 4 de noviembre de 1939, op. cit.
"Diario Oficial, 4 de octubre de 1947, op. cit.
GJAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 159
de tipo comunal fue identificada en una parte muy acotada que corresponde
al poblado de Santa Isabel Tola y la propiedad ejidal se concentra básicamen-
te en el pueblo de Cuautepec, aunque ésta ha sufrido una notable reducción
en las últimas décadas.
En este marco delegacional la situación de Cuautepec respecto al pobla-
miento y a la urbanización es complicada y conflictiva, debido a que se trata
de un conjunto amplio de asentamientos densamente poblados, algunos de
ellos irregulares y distribuidos de manera caótica en el territorio. La superfi-
cie total de este conjunto amplio de asentamientos identificados como
Cuautepec (el Alto y el Bajo) es de 2,419 hectáreas, de las cuales 1,517.88
son urbanizadas y 901.17 corresponden a terrenos no urbanizados, como
cerros y reservas ecológicas. Tiene una población total de 305,002 habitan-
tes y un total de 68,162 viviendas.
Como se mencionó antes, se trata de una zona relativamente aislada
debido a su ubicación geográfica, y es en buena medida por esta razón que
ha carecido y carece aún de equipamiento y servicios suficientes para la
atención a la numerosa población que la habita. La carencia de equipa-
mientos y de servicios es menor en la parte sur, cercana a Ticomán y Acue-
ducto de Guadalupe, que es una zona concentradora de actividades comer-
ciales y de servicios a nivel delegacional, dado que en esta parte se
encuentran importantes equipamientos como el Reclusorio Norte, el De-
portivo Carmen Serdán, los centros comerciales Chedrahui y Wal Mart, los
predios de la Dirección General de Operación Hidráulica y el caso antiguo
de la Hacienda El Arbolillo. Desde el punto de vista urbano, en esta área se
identifican tres centros de barrio que son: Cuautepec Barrio Alto, El Arbo-
lillo y La Palma.
El proceso de urbanización en esta zona se ha dado a partir de Cuautepec
Barrio Alto, que es donde se ubica la fecha de urbanización más antigua:
1929. Desde este poblado el proceso ha avanzado primero en sus alrededo-
res y después en las áreas bajas de los cerros, en terrenos casi planos; más
adelante creció hacia zonas más altas de los mismos cerros hasta cubrir
buena parte de éstos, generando construcciones en grandes pendientes y
por tanto viviendas en situación de alto riesgo. La parte más antigua ocupa
alrededor de 130 hectáreas y coincide con la zona patrimonial y el centro
de barrio de Cuautepec Barrio Alto, registrados en el Plan Delegacional de
Desarrollo. La zona urbanizada entre 1953 y 1970 ocupa 710 hectáreas y
la zona urbanizada más recientemente, entre 1979 y 1990, ocupa 1,562
hectáreas,- la mayor parte de estas últimas se ubican en las partes más altas
de los cerros (véase mapa).
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 161
12
Datos recuperados de los Censos Nacionales de Población y Vivienda; véase Sandra
Hernández, "Monografía de Cuautepec", mimeo, p. 31.
162 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
... empezaron también las personas a vender sus terrenos porque eran lotes de
3,000 a 5,000 metros cuadrados y pues el problema era que ahí se sembraba por
temporal; hubo una época de sequías y ya no se sacaba la cosecha, ya no era
redituable, y las familias eran numerosas, y pues tenían que sobrevivir; entonces
se les hizo fácil vender sus terrenos y fraccionarlos; les dieron las posesiones a
las personas y muchos ya no terminaron de pagarlas. Por otra parte, con la lle-
gada de los nuevos asentamientos había el temor de las invasiones, entonces,
164 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
..la otra parte que nosotros le llamamos el cerro de Moctezuma, es el que esta-
mos en posesión más de 1,600 propietarios, en donde actualmente todavía se
siembra. Y ahí sí diríamos que es comunitario entre comillas, porque ya está
parcelado y cada propietario está en posesión de su parcela; entonces no es un
bien comunitario. Y fuera de eso no tenemos otro tipo de propiedades comuni-
tarias, únicamente dos manantiales que sí lo son.14
"Entrevista con la maestra Sofía Viveros, originaria de Cuautepec barrio bajo, en mayo
de 2009.
1
"Entrevista con el señor Humberto Mondragón, originario de Cuautepec y ex Comisario
Ejidal, en marzo de 2008.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 165
15
La zona de Cuautepec sirvió, en efecto, de escenario a películas tales como Los tres
huastecos (1948), La oveja negra (1949), No desearás a la mujer de tu hijo (1949), La mujer
que yo perdí (1949) y Las mujeres de mi general (1950). Véase Imágenes e historias de Cuauhtepec,
Proyecto Apoyo a los Pueblos Originarios (PAPO), GDF.
166 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
mencionar que buena parte de los habitantes de las colonias nuevas, creadas a
partir de los años cincuenta y setenta, sí reconocen como referentes de la zona
("del pueblo") espacios y símbolos del pueblo antiguo, tales como las plazas
centrales, y la iglesia de La Preciosa Sangre de Cristo y los panteones; igualmen-
te, muchos de ellos participan en las fiestas tradicionales realizadas por las fami-
lias originarias y que corresponden a las celebraciones históricas, de origen colo-
nial, con fuerte arraigo en el pueblo originario.
Con relación a la calle como espacio público hay que decir que Cuaute-
pec es un pueblo populoso y generalmente las calles están copadas por sus
pobladores. No es un pueblo pacífico y solitario sino un poblado dinámico,
alegre y con mucho movimiento; es común ver el tránsito permanente de la
gente por sus numerosas arterias o reunidas en pequeños grupos en torno a
los puestos de vendimia, afuera de las escuelas, en los comercios callejeros o
en las esquinas. La gente está muy presente en la calle durante el día, e in-
cluso en las noches acostumbra recorrerla y ocupar sus distintos espacios. Es
gente de todas las edades la que la ocupa, pero por las tardes y noches son los
jóvenes los que más se apropian de ella. En particular los fines de semana
tienen sitios selectos en los que acostumbran juntarse para emigrar después
a una fiesta o a una tocada.
También los atrios de las iglesias son espacios usualmente utilizados
para festividades y otras actividades de carácter público; son lugares de reunión
de las mujeres y los niños, así como de las familias que asisten semanalmen-
te a las misas parroquiales. Debido a tradición y a la fuerte influencia de las
iglesias en la vida del pueblo, estos sitios son importantes para la población
y constituyen un referente del patrimonio común.
La situación de los espacios públicos es, sin embargo, conflictiva ya que
no todos están abiertos a la plena disposición de los habitantes del pueblo.
En algunos casos, éstos han sido apropiados por algunas organizaciones de
pobladores, y son ellos quienes de algún modo "administran" tales espacios,
y deciden el tipo y las condiciones para su uso.
Este es el caso, por ejemplo, del Jardín Hidalgo de Barrio Alto que está
bajo la custodia y el control de una organización social, que es de las que más
se han preocupado por la defensa del territorio y la preservación de las tradi-
ciones. También es el caso del atrio de la iglesia La preciosa Sangre de Cristo,
que por voluntad de esta organización ha pasado de ser espacio de esparci-
miento y reunión a estacionamiento público. En una situación semejante se
encuentra la llamada Casa del Pueblo, que está igualmente bajo la custodia
de la misma organización de originarios, y son éstos quienes la regulan y
quienes han definido su perfil. En términos generales, se usa para reuniones
de los allegados de esta organización y para la celebración de algunas activi-
dades políticas y culturales, pero se ha erigido también como el espacio cen-
tral en torno al cual se desarrollan los actos cívicos y festivos de las fiestas de
Barrio Alto. Se trata de una edificación particular que esta organización
de originarios ha pretendido convertir en un símbolo de la historia, la iden-
tidad y la lucha de las familias nativas por conservar las tradiciones y el
control de la gestión del territorio. Posee en uno de sus costados un mural,
170 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
que representa el testimonio de los orígenes del pueblo, la lucha de los habi-
tantes de Cuautepec en defensa de su pueblo, y el reconocimiento de las fa-
milias originarias que lo han habitado. En la parte del frente tiene un enor-
me retablo con una frase de un poblador originario ya difunto, que reza: "Mis
ideales siempre fueron conservar y preservar las costumbres y tradiciones de
mi pueblo Cuauhtepec, espero que mis hijos, hermanos y amigos guarden y
continúen este legado", Andrés de la Cruz Ortiz, q.e.p.d.17 la cual ha preten-
dido ser promovida como un emblema para los nativos.
La situación de estos espacios públicos es conflictiva debido a que existe una
abierta disputa por sus usos y su administración. Los miembros de la organiza-
ción que los custodia y administra defienden su derecho a este ejercicio:
17
Esto significa: "Que en paz descanse".
1
entrevista con Pablo Peña, habitante originario y miembro de la Alianza Democrática
ciudadana Cuautepec siglo xxi, octubre de 2007.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 171
ecológica y otra parte ha sido privatizada y ocupada por las grandes televi-
soras y otras compañías de comunicación. Además, un tramo de la colin-
dancia del pueblo con los bosques de la sierra ha sido bardeada por protec-
ción ecológica y por motivos de seguridad, de tal manera que existen en
realidad pocos accesos a esta área que históricamente fue parte de los pa-
seos cotidianos de la población:
.... Todo lo que son los cerros de la zona norte, sí eran como espacios abiertos de la
comunidad; había ojos de agua, se iba ios fines de semana, se hacían días de cam-
po, nadaban y se llegaba con las familias y todo lo necesario para instalarse todo
el día. Se acostumbraba ir al bosque a la zona boscosa o ir a algunas cuevas, "al
cerro", así se le decía, el cerro era un referente común identitario [...] Antes servía
para ir de día de campo, como es un poco agreste, se llegaba y se quedaban ahí las
familias, y los que querían se iban al cerro de la Cruz, a donde de vez en cuando
la gente del pueblo hacía peregrinaciones [... ] Pero ahora ya no, ya es prácticamen-
te imposible, por la inseguridad que hay; está bardeado y sólo se puede entrar por
dos o tres lugares por donde hay brecha, pero digamos, cruzar por en medio del
bosque por la zona arbolada, ya no, está controlado el acceso, entonces práctica-
mente ha desaparecido el "ir al cerro".19
Antecedentes históricos
En las calendas del primer mes del año, que se llamaban quauiteoca, y los mexi-
canos le llamaban ailcahualco, el cual comenzaba segundo día de febrero, ha-
cían gran fiesta a honra de los dioses del agua o de la lluvia llamados Tlaloque
[...] Los lugares donde mataban los niños son los siguientes: el primero se llama
Quauhtépetl: es una sierra eminente que está cerca de Tlatelolco [...] A los ni-
ños o niñas que ahí mataban componíalos con los papeles teñidos de color en-
carnado (Sahagún, 1989).22
20
Véase Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español, México, Siglo XXI, 2003,
pp. 5-6.
21
Véase Horacio Sentíes, Antecedentes históricos de la Gustavo A. Madero, México, DDF,
1990, p. 15.
22
Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España, México, Porrúa,
1989, p. 98.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 173
Entre los años 1000 y 1010 de nuestra era un líder chichimeca llamado
Xólotl, emigró con su grupo al valle de México y se estableció en el área de
Tenayuca en donde formó un imperio del que Cuautepec fue parte. Los de-
cendientes de Xólotl se erigieron en gobernantes y mantuvieron el control
sobre la región, vinculándose de manera importante con los gobernantes de
Tlatelolco y de otros pueblos del valle de México. Existe la versión de que
de esta casta de gobernantes descendió Cuauhtemoc, el último emperador
mexica.23 Por estos antecedentes, la relación entre Cuauhtepec y Tenayuca
siempre fue cercana y ambas mantuvieron también un fuerte vínculo con
Tlatelolco, que era sin duda el señorío más importante de la parte norte de
la isla principal del Lago de Texcoco.
De entonces data el significado que se ha adjudicado al nombre del
pueblo, pues en las fuentes antes mencionadas, se registra un topónimo
que representa un águila encima de un cerro, que en el Códice García Gra-
nados es identificado como el cerro de Quauhtepec, en donde, según Los
Anales de Tlatelolco, aparece el pueblo de Cuauhtepec como territorio per-
teneciente a los señores de Azcapotzalco.24 De aquí que el nombre de
Cuauhtepec provenga de cuauhtli: águila, y tépetl: lugar, y signifique "Cerro
del águila" o "Lugar de águilas".25
Lo anterior muestra que Cuautepec tiene claros antecedentes prehispánicos
y es por ello uno de los pueblos incuestionablemente originarios del valle de
México, en el sentido de que es de origen indígena y preexistente a la fundación
de la Nueva España y a los pueblos que se crearon en la época colonial.
Después de la llegada de los españoles, como muchos otros pueblos,
Cuautepec pasó a formar parte de la nueva organización articulada por los
españoles y se convirtió en una visita, lo que significó un pequeño poblado
que quedó adscrito a una suerte de capital religiosa llamada cabecera de doc-
trina. Estas cabeceras eran poblados grandes en donde se establecieron las
parroquias y las residencias clericales, y tenían bajo su adscripción a diversos
pueblos que eran las visitas. En este caso, la cabecera fue Tlalnepantla, y
"Horacio Sentíes, "La historia de Cuautepec", en Apuntes al vuelo, año XII, num. 138,
julio 2005, p. 12.
24
Véase "Los pueblos y las genealogías en el Códice Tlachialoyan García Granados", nota
introductoria al Códice Tlachialoyan García Granados, p. 49 citado en Comité PAPO, Catálogo
fotográfico. Imágenes e historias de Cuauhtepec, México, GDF, p.15.
25
Cabe señalar que debido a esta transformación del nombre y a sus antecedentes prehis-
pánicos y coloniales, todavía actualmente algunos pobladores de la zona acostumbran escribir
Cuauhtepec, con "h", en lugar de Cuautepec. Sin embargo, de manera oficial esta zona ha
sido reconocida sin la "h", sólo como Cuautepec.
174 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Cuautepec quedó bajo su circuito. En esta época a todos los pueblos se acos-
tumbraba otorgarles un prefijo cristiano para acompañar a su nombre origi-
nal, y a partir de entonces el pueblo se llamó Santa María Cuauhtepec.
A partir de entonces existió cierta confusión con respecto al nombre correcto
del pueblo, pues en ocasiones se hace referencia a éste como Santa María
Coatepec, en otras como Cuauhtepec, en otras como Quauhtepec y, final-
mente, también como Quauhtepeque. Al respecto, en todo caso lo que hay
que decir es que depende en mucho de las fuentes consultadas y de si éstas
refieren al antes o después de la conquista, pero todos estos refieren al mis-
mo pueblo del que nos estamos ocupando.
Cuando llegó el reparto del territorio entre los españoles y las nuevas
familias allegadas en función de su participación en las diversas fases de la
conquista, se dio paso a las Encomiendas, que consistían en la asignación de
un territorio a una persona para que éste la explotara, la usufructuara y man-
tuviera el control sobre sus pobladores; también se pretendía que se lograra
la pacificación de la zona. La primera persona que se hizo cargo de la zona de
Cuautepec fue don Diego de Mendoza Austria Moctezuma, quien era reco-
nocido como hijo de Cuauhtemoc y bajo cuya tutela quedó también la región
de Tlatelolco. A ello se debe que por muchos años esta parte del territorio
fuera conocida como "El rincón de Don Diego".
Este personaje, que era igualmente descendiente de Moctezuma, contri-
buyó al reordenamiento territorial y político de la zona posterior a la con-
quista, y gobernó también Tlatelolco, formando un gran cacicazgo. Le fueron
concedidas las cédulas reales en donde se asignaban las tierras bajo su man-
do. A su muerte, sus herederos mantuvieron el cacicazgo por un tiempo
hasta que, por diversas causas, éste se fue diluyendo. El momento de su oca-
so coincidió con la instauración en la Nueva España del régimen virreinal y
con la fundación de las grandes haciendas en el centro de México.
Como ya se ha mencionado, en la época de las grandes haciendas, la de
San José de la Escalera fue la que se creó en la zona de Cuautepec. Lo que se
sabe acerca de ésta es que tuvo varios dueños en distintas etapas, entre los
cuales destacaron: Cristóbal de Tapia, hijo del conquistador Andrés de Tapia,
Luisa Vanegas, Antonio Vallejo, Pablo Oyagúren, Mará Vallejo y el doctor
Juan Pérez de Oyagúren.26
Al igual que el resto de las Haciendas, la de La Escalera se caracterizó por
el trabajo de explotación y la división de sus tierras. Un primer sector era el
26
Véase Horacio Sen ties, La Villa de Guadalupe. Historia, estampas y leyendas, México,
DDF, 1991, pp. 66-68.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 175
29
Comisión Local Agraria del Distrito Federal, Registro Agrario Nacional de la Secretaría
de la Reforma Agraria, 26 de octubre de 1936.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 177
... ves precisamente esas cosas, que los hijos y los nietos ya no preservan o no
tienen la imagen de lo que fue Cuautepec es lo que nos invita a mantenerlo y a
seguirlo preservando. Por eso nos interesó hacer lo del mural de la Casa del
Pueblo porque llegaban los niños y nos preguntaban ¿qué es Cuautepec?, ¿por
qué se llama Cuautepec?, ¿qué significa? Y pues uno no siempre tiene esa infor-
mación, y es bonito que tengan la preocupación por querer saber.30
Sin embargo, vale la pena aclarar que en los intentos por reconstruir esa
historia del pueblo, como señala Cuauhtemoc Ochoa también originario,31
hay igualmente muchos mitos y fragmentos construidos por los mismos
pobladores. No toda la historia que la gente del pueblo conoce o recuerda
está documentada. Pero como ocurre frecuentemente, esos mitos o fragmen-
tos reconstruidos por la gente se vuelven parte de su "verdad" y los conser-
van en el discurso como parte de su historia y de las vivencias compartidas.
En este sentido, existen por ejemplo menciones frecuentes a los brujos y
los curanderos del pueblo, quienes eran muy reconocidos porque curaban
y hacían brujería con hierbas de la zona. Dado que Cuautepec era una zona
aislada y alejada de la ciudad, los habitantes no tenían oportunidad de visitar
a los médicos y asistir a los hospitales; acudían por tanto a las personas re-
conocidas del pueblo que curaban con métodos naturales o energéticos. Una
curandera aún viva explica sobre esto:
Desde jovencita empecé a curar, sin mentirles, saben con qué curaba yo, me van
a perdonar lo que les voy a decir; para quietarles el aire me quitaba yo el fondo
y los limpiaba yo con el fondo, y les echaba yo humo de cigarro y los limpiaba
con un huevo y el árbol, y mire, se me aliviaba la gente [...] [Para el espanto]
tendía yo una cobija allá afuera, y hacía una cruz de cal y ahí los acostaba yo,
luego iba yo con la piedra y le gritaba su nombre: "responde me llamo fulano de
tal, otra vez, tres veces". Y luego les echaba el agua de colonia y la pomada
de cigarro y ya: "órale, ya levántate y vete"... [Para los partos] yo no necesité que
me viera un viejo o una vieja ¿sabe qué le decía yo a mi esposo? "Sácate con tu
enfermera, córrele cabrón no te quiero aquí" ¿Sabe qué me tomaba yo? Sopacle
'Entrevista con el señor Mario Plata, de Cuautepec Barrio Alto, en septiembre de 2009.
Entrevista con Cuauhtemoc Ochos, de Cuautepec Barrio Alto, en mayo de 2008.
178 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
¡Cuautepec era un valle muy bonito!, con unas 40 o 50 familias. Toda la gente
se dedicaba al cultivo del maíz, frijol, haba, calabaza, maguey, tuna y nopal;
había huertas muy bonitas en el pueblo con toda clase de frutas como granadas,
zapote blanco, higo, capulín, manzana, naranja y todo esto en tiempos de lluvia
¡Era un vergel! [...] Se sembraba mucho maíz y mi papá tenía dos colotes de
cinco palos, donde se guardaba el maíz; en esta época en las milpas se levantaba
la cosecha y aunque no era negocio, si sobraba, se llevaba a vender a Tlalnepantla,
al Centro, al mercado del Carmen, a la Merced, a la Plaza Hidalgo y a San Joa-
quín, en los camioncitos que teníamos aquí.33
Acerca del entorno natural y de la fauna del lugar existen también mu-
chos recuerdos y vivencias de la gente, dado que, en tanto ambiente campi-
rano, los paseos y la vida cotidiana de las personas estaba muy ligada a la
relación con la naturaleza. En cuanto a los cerros, recuerda don Avelino San-
tillán Mondragón:
32
Entrevista con la señora Clementina Suaste Sánchez, originaria de Barrio Bajo, en junio
de 2009. Véase Memorias de ayer y hoy... op. cit.
33
Entrevista con el señor Avelino Santillán Mondragón, originario de Barrio Bajo, en julio
de 2009. Véase Memorias de ayer y hoy... op.cit.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 179
miedo, íbamos al cerro a cuidar las vacas y nos encontrábamos con los coyotes
y los correteábamos a pedradas; luego nos decían que atacaban, pero no, nunca
nos pasó nada [...] [De aves silvestres] había gorrión, huitlacoche, calandria,
azulejos, carpinteros, colibrí, cardenal, chumbinero, primaveras, golondrinas,
tórtola de las dos: de cola blanca y otra chuquita que chillaba al volar, de esas
había muchas; había lechuza, zopilote, tecolote, también había muchas águilas
allá por el cerro de la Joya de Nieves, por la tarde aparecían volando en el cerro,
pero ¡eso ya se acabó!...34
34
Entrevista con Avelino Santillán Mondragón, originario de Cuautepec, en julio de
2009, Imágenes ehistorias de Cuautepec... op. cit.
35
Entrevista con Pablo Peña Martínez, originario de Barrio Alto, en julio de 2009.
180 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Nuestra relación con la ciudad era muy distante porque había un solo camión
que salía para la Villa y salía a las 7 de la mañana y si no lo alcanzábamos pues
ya no nos íbamos [...] Había relación con la Villa de Guadalupe y hasta el cen-
36
Entrevista con el maestro Rafael Mendoza, de Barrio Alto, en julio de 2007.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 181
tro, con el Zócalo, para las compras; pero más que nada era con la Villa y La
Merced que iban por la fruta y las verduras; sin embargo, la relación se hacía
más con Tlalnepantla, la gente de aquí del lugar iba mucho a Tenayuca. Por
ejemplo, las familias convivían mucho con San Bartolo Tenayuca, con San Lu-
cas, con San Miguel Chalma, con Chalmita; se emparentaban y había compa-
drazgos y la convivencia como que jalaba a más gente. Por ejemplo, nosotros
íbamos mucho a Tlalnepantla porque nuestros padrinos eran de allá; entonces
había mucha convivencia y migración, por los lazos y compadrazgos de familias que
se casaron. Por ejemplo, Chela Tinoco, su mamá era de Santa Cecilia; de los
Jiménez, sus compadres eran de Chalma y también por ejemplo había relación
con los de San Bartolo Tenayuca, había mucha migración.37
... ya no es el pueblo que fuimos porque antes éramos una casa por la loma y
otra por otra loma y teníamos una mejor convivencia, bonita pues, por ejemplo
que era cumpleaños de alguien o fiesta de alguien y todos acudíamos a esa reunión,
a Barrio Alto o a Barrio Bajo. Todavía en los años sesenta se ponía "domicilio
conocido" y todo sabían donde era. Ahora todo eso ya se perdió.38
Hoy [los ejidatarios] ya no tenemos nada, más que una parte del Cerro del Chi-
quihuite, tenemos 200 hectáreas que están reconocidas [...] Nosotros lo campe-
sinos teníamos nuestros terrenitos, sembrábamos allá en el monte. Entonces
esa posesión la fuimos tomando y tomando y fue de los ejidatarios [...] Como
en 1990 se quiso venir a expropiar para la sierra de Guadalupe, pero como vie-
ron aquí en la escritura que decía "Propiedad privada de la Señora Dolores Rin-
cón Gallardo" ya no le pagaron a los ejidatarios esas 450 hectáreas del lado del
norte del pueblo. Sin embargo, ni el gobierno se las quedó ni se las dejó al pue-
'Idem.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 183
blo. El pueblo somos nosotros los ejidatarios, somos los que actualmente recla-
mamos el pueblo [...] Y reclamamos porque ya no tenemos autoridades legíti-
mas de aquel tiempo que vean realmente por el pueblo [...] No se ha
desaparecido el ejido, porque tenemos todavía cinco predios que acreditamos
con escritura, y una superficie en el cerro del Chiquihuite que son 200 hectá-
reas, y lo de la parte norte.39
El ejido es sin duda algo que los originarios consideran como parte cons-
titutiva del pueblo, pues en su memoria del mediano plazo éste aparece liga-
do a los episodios más relevantes de Cuautepec. A esto hay que agregar que
los ejidatarios, por derecho y por decreto, son todos originarios y que en ese
sentido el ejido está en la historia de Cuautepec:
Las condiciones necesarias para ser ejidatario eran: ser nativo del pueblo y ser
mayor de edad, sin embargo no había mucha gente en Cuautepec, entonces
por eso muchas familias tienen más de un derecho; cada derecho era para una
cabeza de familia, pero muchas personas tenían hijos que ya podían trabajar la
tierra, y de esa manera muchas familias obtuvieron más derechos que otras,
porque los hijos ya estaban en posesión, incluso cuando vienen las siguientes
ampliaciones entran gentes menores [de edad] porque era necesario. Realmen-
te de las primeras personas que recibieron el ejido [podemos mencionar a]
Cornelio Cedillo,- yo creo que podríamos decir que es el padre del ejido; fue un
señor muy luchador, muy combativo, y es de los que recibieron el ejido por
primera ocasión.40
Este producto [...] salía de Cuautepec a diario para la ciudad de México. En ese
momento [se refiere a la época porfiriana] había más de 3,000 pulquerías en la
ciudad, era económicamente para Cuautepec bastante fuerte. Aquí se conocían
todas las variedades de maguey, se sabía raspar, capar, se sabía el término de
cuando se acababa de raspar y de cuando se empezaba [...] Si fue un capital [im-
portante] el pulque, hasta que llegó la cerveza, que vino a deshancar al pulque
como una producción industrial contra la producción artesanal. Por muy efi-
ciente que sea el pulque siempre va a ser artesanal y la cerveza es en masa,
abarata los precios. Vino un ataque muy fuerte en los años treinta, encabezado
por José Vasconcelos en contra del pulque, por la penetración de la cerveza, por-
que ni siquiera en el porfiriato que ya estaba la [cerveza] "Cuauhtemoc", aquí la
"Moctezuma" había impactado tanto. Cuando ven que no había mucha ganan-
cia en la cerveza la convierten en la mejor del mundo y, encabezados por José
Vasconcelos en sus famosas cuestiones culturales, dice que el pulque ya no ser-
vía, que era porquería todo aquello, [así] lo desbanca la cerveza [...] Todos toma-
ban pulque, no podía faltar el pulque en la mesa de la gente de Cuautepec; era
remedio [...] además, ¡lo que conllevaba el maguey! Se hacía el lazo para amarrar
animales, servía de techo y de paredes en las chozas de la gente pobre, servía de
alimento con los gusanos de aguamiel [...] se hacía atole. En la época de la rece-
sión económica de la gripe española, lo que llegó a comer la gente de Cuautepec
fue la tortilla revuelta con el memechal y el olote, no había nada más que comer
y hacían tortillas de ello. El quiote, la flor capeada con huevo, es un manjar, por
eso es una representación de la fecundidad humana, la parte del hombre; el
quiote, es el pene que brota erecto y el semen es la flor blanca del pulque,- es la
fecundidad del pulque.42
41
Véase Alma Zenón, tesis de licenciatura, op. cit.
42
Entrevista con Pablo Peña, originario de Barrio Alto, en julio de 2008, en Memorias de
ayer y hoy... op. cit.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 185
Me interesa que se dé a conocer, por ejemplo, que Cuautepec fue el lugar donde
se inspiró Juventino Rosas para su vals Sobre las Olas-, aparte de esto, que Pedro
Infante, como muchos artistas filmaron muchas películas aquí en el pueblo, y
así como esto, antes de todo, el señor presidente Venustiano Carranza venía
mucho con la familia del señor Cornelio Cedillo; fue un hombre que tuvo mu-
cha relación con él y que estuvo muy cerca del presidente Carranza, incluso por
gestiones del señor Cedillo, Cuautepec se incorpora al Distrito Federal, pues
antes era parte del Estado de México. Todo eso mucha gente no lo sabe. Y hay
mucha historia, incluso José María Velasco venía a pintar aquí sus acuarelas al
cerro del Chiquihuite; en fin, hay mucha historia que rescatar.43
43
Entrevista con el señor Francisco Mondragón, originario de Barrio Bajo, en marzo de
2008. Cabe aclarar que el testimonio ha sido transcrito de manera fiel a la narración del en-
trevistado sin corregir la información que él trasmite.
186 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Estos son algunos de los elementos que se han podido recuperar de los
aspectos inscritos en la memoria de los originarios de Cuautepec que remi-
ten a una vivencia identitaria. Además de lo aquí registrado, existe una me-
moria clara y un fuerte arraigo con algunas de las costumbres más conserva-
das, como es el caso de las formas de organización comunitaria y fiestas
religiosas, cívicas y populares, a las cuales, por su importancia, se ha reser-
vado un apartado especial.
Formas de organización comunitaria y fiestas populares
Había mayordomía, sí, la mayordomía estaba auxiliada por varias personas que
les llamaban topiles; los topiles eran señores que tenían que andar de casa en casa;
cada quien tenía su área para visitar a los vecinos, pues ya los vecinos sabían que
iban a llegar y había que donar a la iglesia cinco o diez centavos, y los que no te-
nían daban semillas, maíz, frijoles, huevos, aves, para gastos de la iglesia porque
el día del santo del Cristo venían padres, venían otras gentes de la alta iglesia, y
lógicamente había que atenderlos y darles de comer, darles pues todo el sustento
de los días que estuvieran ahí, [...] eso se daba en esa forma [...] [también] el ma-
yordomo tenía mucho en cuenta los petates, los zarapes, las almohadas para que
durmieran los músicos y a veces gente que los venía a ayudar.. ,46
... se reunían, se hacía una junta con el cura, el sacerdote, y de ahí sacaban lo
que iba a ser el fiscal y el mayordomo y ellos se encargaban de toda la fiesta, de
los juegos, de las luces pirotécnicas, de los eventos que se iban a realizar, y en-
tonces a la fiesta del Cuarto Viernes, que es la tradicional de Cuautepec, venían
las familias desde unos ocho días antes o más, y venían también a traer sus
cosas, como era un intercambio comercial, entonces venían y ponían sus pues-
tecitos.47
46
Entrevista con el maestro Rafael Mendoza, de Cuautepec Barrio Alto, en julio de 2007.
"'Entrevista con la maestra Sofía Viveros, de Cuautepec Barrio Bajo, en mayo de 2009.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 189
Las fiestas de Cuautepec eran muy bonitas, se organizaban en el pueblo, que era
chico, entre todos; en esa época el Io de julio era la fiesta del patrón de la iglesia
[...] se hacía una especie de patronato, había una persona que la asignaban con
cierta anterioridad de uno o dos años y lo nombraban el topil, o los topiles, y el
mayordomo, y aquí a varias personas les tocó ser uno de ellos, como el señor
Tomás López, otro [fue] don Trinidad Fragoso y mi abuelo Emilio Mondragón, y
se hacía muy bonita la fiesta; ahí en la casa del mayordomo les daban de comer
a los músicos y a toda la gente, porque hacían una recaudación antes de la fiesta,
salían unos señores que estaban en la iglesia con el séquito [peregrino] cargando,
y en cada casa llegaban y les daban: frijol, blanquillos, gallinas, guajolotes, ha-
bas, lo que quisiera dar la gente y eso lo juntaban para el día de la fiesta, y las
mujeres de los encargados ayudaban a limpiar y a hacer comidas; llegábamos a
la casa del mayordomo y decía: "pásenle a comer", junto con los músicos, con
unas 20 o 25 gentes...48
48
Entrevista con el señor Avelino Santillán, originario de Cuautepec, en julio de 2009.
Libro PAPO.
190 • LUCÍA ALVAREZ ENRIQUEZ
Venía mucha gente a venerar al santo, mucha gente; venían de Santa Cecilia, de
Tlalnepantla, de San Lucas, de Tenayuca, de Chalma, de Chalmita y caminaban
sobre todo sobre el carril donde pasaba el tren [...] venían gentes muy limpias,
muy aseadas, traían su comida, traían sus canastos, venían con su familia,- al-
gunos venían descalzos, otros con huaraches, traían hasta sus petates y alrede-
dor de la iglesia hay un arroyo, que ahora es una cosa muy fea porque corre el
agua de la parte alta, pero antes había arboles, estaba todo arbolado, entonces
ahí descansaban, buscaban su lugar, y dejaban por ahí su lunch y entraban a la
iglesia a darle gracias al santo porque era un año más de vida que ellos pudieron
haber visitado, y también almorzaban o comían. Pero los padres organizaban la
procesión, y como el atrio en ese tiempo era limpio y no había estorbos, en cada
esquina construían unas enramadas que ellos les decían pozas; en cada enrama-
da, abajo, ponían una mesa bien adornada con un mantel y con ceras, y salía el
santo y lo llevaban a cada enramada y ahí descansaba, eran las cuatro enrama-
das. Después de eso salía la procesión, alrededor del poblado [...] acudían en la
procesión todas las personas que venían de visita de diferentes lugares y todos
los nativos de aquí. Claro, la procesión se hacía con cohetes, con música, iba el
padre, iban cargando al Cristo, descansaban y volvían a seguir la caminata has-
ta llegar a la iglesia nuevamente. Ya cuando llegaban a la iglesia pues ya era un
repique de campanas, y toda la gente satisfecha porque ya había convivido con
el santo. Y pues lógicamente [había] fuegos pirotécnicos, había toritos, había
castillos que todavía los hacen, y pues el gusto de que todavía hasta las ocho o
192 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
nueve de la noche alguien cargaba los toritos y ahí andaban corriendo alrededor
[...] y la gente se divertía.49
Mira, la situación de la fiestas de Cuautepec salía muy cara, bastante cara, en-
tonces se acostumbraba a que se nombrara un Comité, aquí eran comités pro-
fiesta, de fiesta patronal; entonces este comité se elegía entre los vecinos, se
"'Entrevista con el maestro Rafael Mendoza, de Cuautepec Barrio Alto, en julio de 2009.
50
Entrevista con el señor Mario Plata, originario de Barrio Alto, en septiembre de 2009.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 193
llamaba a una asamblea, se elegía a un comité y ese comité trabajaba todo el año
para la evolución de la fiesta. Uno de sus objetivos era pedir de casa en casa con
los vecinos cooperación para la fiesta, dando un recibo y bueno [...] la gente
cooperaba y se hacía la fiesta. Pero conforme fue creciendo Cuautepec a la gente le
fue interesando menos esta situación porque no se sentía con el arraigo de la
fiesta, ya no se identificaban, entonces se fue perdiendo. La gente dejó de coope-
rar, a la gente le dejó de importar ser parte de ese comité, porque ese comité, en
su momento, hasta los años setenta, te daba una categoría durante todo el año
[...] Te daba una categoría social, como una categoría religiosa, porque entonces
tenías permitido que el santo descansara en tu casa, en ciertas fechas, que la
banda fuera a tocar a tu casa; era tan interesante, que la gente gastaba su lana,
le daba de comer a la banda y todo ese rollo, pero se perdió con el crecimiento
urbano, a la gente le dejó de importar y se perdió totalmente, entonces la Alian-
za, en mi caso no como una cuestión religiosa sino como una cuestión de cultu-
ra, en el caso de Felipe si fue una cuestión religiosa, [porque] es sumamente
creyente o [el caso] de Chucho o del difunto Andrés, decidimos rescatarla, decidi-
mos hacer la fiesta otra vez cuando ya nadie la hacía. La fiesta se reducía a que iban
e instalaban las ferias y las romerías y eso era la fiesta, entonces nosotros decidimos
rescatarla y decidimos realizarla, se rescata y se realiza la fiesta pero ahora a través
de una organización política, ya no dirigida por nadie sino por nosotros.51
51
Entrevista con Pablo Peña, originario de Barrio Alto, en octubre de 2007.
194 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Mire, resulta que cuando los misioneros estaban de planta en lo que ahora es la
catedral de Tlalnepantla y no podían ir a todos los pueblitos [de la zona], entonces
[a cada uno] le asignaban [...] el primer viernes de cuaresma, el segundo viernes,
el tercer viernes, el cuarto viernes le tocó a Cuautepec y el quinto le tocó a San
Juanico [...] Ahora ya está todo comunicado, pero antes era puro cerro e iban ca-
minando, entonces, ahí se acomodaban y prácticamente se quedaban una semana
ahí los misioneros y hacían la gran fiesta. Ahora, ¿por qué [era así] ? Le voy a ex-
plicar [...] en tiempos prehispánicos el cerro del Chiquihuite era un centro cere-
monial donde iban a la guerra florida que Moctezuma hacía para juntar doncellas,
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 195
Cuando yo era niña, para las fiestas, en las casas se hacía comida y cualquier per-
sona que llegara a la casa, pues se le daba de comer: desde la mañana había tama-
les, atole, café, luego la comida del medio día, había romeritos, bacalao, que lo
remojaban y lo secaban, lo capeaban, como si fueran chiles rellenos. Las personas
llegaban y se les ofrecía la agüita de horchata, de chía, de jamaica, el pulque cura-
do y el pulque natural [...] eso era normal, era una convivencia muy bonita...
También se acostumbraba prepararse para la fiesta, todo se estrenaba el día de la
fiesta, la casa lucía, las cortinas eran de manta de cielo y la orilla la hacían a gan-
cho, las servilletas de las tortillas también las bordaban, o sea que era estrenar la
casa para recibir a la personas; luego era la misa de la Asunción y llegaban las fa-
milias todos estrenando ropa, zapatos, y era muy bonito. La cuestión de estrenar
'Entrevista con el padre Rafael López, antiguo párroco de Cuautepec el Alto, en julio de
196 • LUCÍA ALVAREZ ENR/QUEZ
también era una tradición que tenía que ver con las fiestas prehispánicas del "fue-
go nuevo", en las cuales se rompía todo y todo se renovaba.53
Es una costumbre esperar el día de la fiesta porque [...] vaya, se espera con gus-
to, para dar gracias por los favores que hayas recibido. Los que siembran, pues
porque cosechen bien, porque haya algo benéfico económicamente para ellos.
Pero para los más chavos, que no entienden a veces las ideas de las personas
adultas, pues es un día de cotorreo, un fin de semana de diversión y ya. Pero
para la gente que participa en los preparativos, sabemos que es estar pensando
en sacar el Cristo a pasear.54
53
Entrevista con la maestra Sofía Viveros, de Cuautepec Barrio Bajo, en mayo de 2009.
54
Entrevista con la señora Leonila Tinoco, ex Comisaria Ejidal de Cuautepec, en mayo de
2009.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 197
vir con otras familias mientras se lleva a cabo el evento. También llegan gru-
pos musicales como tríos o grupos norteños que animan la convivencia. Esto
coexiste con el paseo del Santo por el pueblo, seguido por la gente devota y
acompañado de bandas musicales; el recorrido culmina en la iglesia, a donde
regresa el santo, y las bandas musicales continúan tocando en el kiosco de la
plaza para la gente que pasea entre los puestos y los juegos mecánicos.
Por la noche se lleva a cabo el baile popular, que tiene lugar en sitios
adaptados para la ocasión, y a veces en el salón ejidal. Se contratan grupos
musicales diversos y se baila durante varias horas; a estos bailes asiste pobla-
ción de todas las edades y de las distintas colonias de Cuautepec. Existe una
tradición de contratar a los mejores grupos de la región o de la ciudad, como
muestra del esplendor con que se realiza la fiesta. En numerosos testimonios
se hace referencia a la presencia de orquestas típicas como la de Pérez Prado
y Acerina y su danzonera, entre los cincuenta y los sesenta, actualmente se
llevan a cabo con grupos menos conocidos o locales.
Aunque para numerosos originarios la fiesta "ya no es como antes" y
existen muchas quejas de que se ha convertido en asunto de lucro y comer-
cialización, la fiesta continúa realizándose ineludiblemente cada año en las
mismas fechas y es, sin duda, un acontecimiento que se espera con gusto y
que marca una pausa en la vida de los lugareños. Se sabe que vendrá y de
distintas maneras la gente se dispone para ello. La plaza se adorna y cambia
de fisonomía, algunas calles se cierran y la iglesia se abre para recibir a los
devotos.
Algunas personas han manifestado su desacuerdo con la forma en que
actualmente se lleva a cabo esta fiesta, pues no coinciden con la introduc-
ción de actividades comerciales y con el hecho de que exista cierta discrecio-
nalidad en el otorgamiento de permisos y lugares para los vendedores que
participan de la vendimia. Sin embargo, hay un reconocimiento de que la
actual organización se ha interesado efectivamente en mantener la tradición
y en conseguir que la fiesta se realice.
Con relación al financiamiento, la fiesta ya no se sostiene con la coope-
ración de los vecinos, como era antes, actualmente el gasto fuerte proviene
de la gente de la Alianza Democrática y de los cobros y comisiones que ob-
tienen de los comerciantes que se asientan en la plaza, de los dueños de los
juegos mecánicos y de las cuotas de los taxis piratas. Se trata, como señala
Pablo Peña, de un financiamiento sui generis para una fiesta de este tipo,
porque la mayor parte proviene de los agremiados de la organización política.
Esta circunstancia hace que la organización tenga autonomía en la realiza-
ción de la fiesta:
198 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
De este modo, la fiesta del Cuarto Viernes continúa siendo una tradición
en Cuautepec; una tradición reconvertida, transformada y actualizada de
acuerdo a nuevas circunstancias, a nuevas formas de gestión, a la participa-
ción de nuevos actores, nuevos grupos de población y nuevas generaciones,
y a la diversificación también de las actividades que se realizan en la zona.
La fiesta de la Señora del Carmen
Para los Comités era una cuestión puramente vecinal; nos reuníamos y hacía-
mos votaciones para ver quién era el presidente, el secretario, el tesorero y los
vocales [...] obviamente cada quien se autoproponía o proponíamos a gente que
fuera responsable y que supiéramos que haría buenos manejos de lo que se re-
colectaba.56
56
Entrevista con el señor Raymundo Carvajal, de Barrio Bajo, en octubre de 2008.
57
ídem.
200 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Nosotros hicimos de la fiesta del 15 de septiembre una fiesta muy bonita; todas
las gentes cooperaban. Me acuerdo, no había ningún puesto en la placíta,- ador-
nábamos el kiosco, adornábamos lo que ahora llaman la Casa de la Cultura; se
adornó muy bonito, se pintó, podamos los arbolitos, los caleamos, se les puso
su moño tricolor, y todas esas cosas, se dio el grito el día 15 y acudimos todos
los que trabajábamos; se llenó todo muy bonito ¿no? Hubo la coronación de
nuestra reina y al día siguiente hubo desfile, invitábamos a las escuelas [...] en
ese tiempo eran únicamente dos, la Felipe Barriozabal y la Juventino Rosas que
es la escuela pionera de Cuautepec. Fue hace muchos años porque ahora ya hay
muchas escuelas, hay como treinta y tantas y con doble turno, ¿verdad? [...]
Entonces se formaba un contingente enorme porque también los padres de fa-
milia desfilaban, con carro alegórico para la reina, todo muy bonito con música.
Originalmente así se hacía la fiesta del 15 de septiembre, acostumbraban toda-
vía a subir los músicos con carros de esos de redilas y ahí iban toque y toque, y
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 201
cohetes y cohetes cuando pasaba el desfile de los niños; así se hacía pero ya no
se puede hacer esto por tanto tráfico.. .58
58
Entrevista con el maestro Rafael Mendoza, de Barrio Alto, en julio de 2009.
202 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
... es una fiesta cívica. Lo curioso es que de los recursos que se generan en la
fiesta del Carmen se tiene que financiar la fiesta cívica y nada tiene que ver una
con otra [...] el Comité maneja el evento, es el mismo Comité para las dos fies-
tas; lo que se acostumbra es primero gestionar apoyos en la delegación, se da el
grito, lo da el presidente del Comité. Lo que se acostumbra [también] es lanzar
la convocatoria para seleccionar a la reina de las fiestas patrias,- dentro de los
requisitos que se manejan son chicas de 15 a 18 años, no les pedimos que estén
estudiando, o que sean guapas [...] es para todas las que quieran participar, y la
forma de seleccionarlas es con la venta de votos, la que venda más votos es
la que queda como reina [...] Hay baile, grupos, antojitos mexicanos, juegos
pirotécnicos, los 21 cañonazos, la quema del castillo, pero también se hace la
invitación a la asociación de charros para el 16 hacer el desfile [...] Obviamente
no es el mismo formato cada año, porque van cambiando los comités, pero lo
que siempre hay es el izamiento de bandera y el grito. La plaza principal se llena
[...] El 16 de septiembre se cita a la reina, a las princesas que son las que menos
votos vendieron, se preparan los carros alegóricos y con la asociación de charros
hacemos el desfile, que sale de la plaza principal a Barrio Alto, esa es la conexión
con Barrio Alto, porque llegamos al Jardín Hidalgo y ahí hay otros charros y se
hace otra pequeña ceremonia de izamiento a la bandera, y luego se hace el recorrido
de regreso a Barrio Bajo.59
59
Entrevista con el señor Raymundo Carvajal, de Barrio Bajo, en octubre de 2008.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 203
EL TIEMPO PRESENTE
La convivencia en la diversidad
... sobre todo en la parte de la zona urbanizada con la nueva oleada de los años
ochenta, hay indígenas ñañús, hay varios grupos de Oaxaca, unos son zapotecas
otros son mixtéeos, y bueno, eso también hace que la identidad de Cuautepec
sea tan difusa, es decir: ¿Cuautepec de quién o para quién?61
El panteón tiene una historia muy simpática, digo yo. Me platicaba mi abuelo
que en un principio a los difuntos los sepultaban frente a la iglesia; todavía ahí
hay losas con el nombre de algunos difuntos, pero después vieron que ya no
cabían ahí y seleccionaron el lugar en donde está ahora. Cuando terminaron de
bardearlo dijeron "pues ya, ahora a ver quién lo estrena; a la persona que lo es-
trene le vamos a hacer su fiesta, lo traemos con música, con cohetes e invitamos
a toda la población de Barrio Alto y de Barrio Bajo [...] porque entre los dos barrios
se cooperaron para gestionar el terreno y para bardearlo [...] Y pues que se va
muriendo un señor de Barrio Bajo, y ya luego se supo, en ese tiempo con pocos
habitantes y ante un acontecimiento tan importante, pues dieron a saber que
ese mismo día en la noche se muere un señor de acá de arriba [Barrio Alto], y
entonces se mueren los dos y acordaron las familias que el sepelio fuera a la
misma hora y que los dos entraran al mismo tiempo, y así lo hicieron; y enton-
ces dividieron el terreno, la parte entrando hacia el sur para Barrio Bajo y la
parte del norte para Barrio Alto [...] después fueron aumentando los muertitos,
pero como es un panteón que es del Departamento [del Distrito Federal] nos
llegaban también muertitos de la Villa, muertitos del centro, de todas partes.63
Como en otros pueblos, en éste existieron antes dos figuras que eran re-
conocidas como autoridades por la gente: el juez de paz y el subdelegado. En
el primer caso, se trataba de una persona que llegaba al pueblo nombrado por
los tribunales de la ciudad de México, y que cumplía funciones de interme-
diación entre los vecinos, de solución de problemas de la convivencia en el
pueblo y de asuntos varios relacionados con la vida en la comunidad, incluso
asuntos familiares de desavenencias o violencia interna. El juzgado de paz
estaba ubicado en la plaza Madero de Barrio Bajo y ahí atendía a la gente. En
la memoria de los pobladores esta figura es recordada, hacia los años cin-
cuenta y sesenta como una autoridad:
Un juez de paz era aquí como un notario, pues ellos también tenían hechuras
de documentos que acreditaban propiedades privadas. Había un pleito e iban
con el juez de paz, era la máxima autoridad.64
Sin saber cómo, después de los años sesenta estos jueces desaparecieron
y sus funciones no fueron recuperadas por otro tipo de actor o autoridad. Es
uno de los numerosos cambios que experimentó Cuautepec en la segunda
mitad del siglo xx.
Por otra parte, estaban los subdelegados (hoy directores territoriales), que
eran los intermediarios entre el pueblo y las autoridades delegacionales.
Aunque no se encontraron referencias precisas sobre el procedimiento, se
sabe que estos eran electos por la gente del pueblo, y en ese sentido eran re-
presentantes de éste ante las autoridades. Sus funciones se circunscribían
básicamente a la gestión de necesidades y la atención a los problemas urba-
nos; así como a la realización de los trámites correspondientes.
Esta figura subsiste en Cuautepec, básicamente con las mismas funcio-
nes, sólo que actualmente no se trata de representantes de la población sino
de funcionarios de la Delegación nombrados por el delegado en turno. Exis-
ten tres subdelegados, uno por cada una de las circunscripciones delegacio-
nales, que son las correspondientes a las zonas 8, 9 y 10.
La otra autoridad reconocida en el pueblo ha sido, sin duda, el Comisa-
riado Ejidal, que, como se mencionó antes, ha atendido tradicionalmente de
manera específica la problemática de los ejidatarios, y, durante las últimas
décadas, la situación particular que ha enfrentado el ejido en el pueblo ante
la embestida de las ventas de terrenos, la fragmentación de los ejidos y las
expropiaciones. El Comisariado tiene entre sus funciones la de velar por los
64
Entrevista con el señor Agustín Cedillo, de Barrio Alto, en junio de 2008.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 207
65
Entrevista con la señora Leonila Tinoco, en ese tiempo Comisaria Ejidal de Cuautepec,
y la primera mujer en detentar el cargo, en mayo de 2008.
208 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
[...] Entonces como ve Salinas que esta es una zona contraria al PRI, contraria a
su gobiemo[...] decide traer programas clientelares, como es la regulación de la
tenencia de la tierra, entonces entra CORET a través del gobierno de Camacho
Solís, del Departamento del Distrito Federal; entonces CORET toma en sus ma-
nos una serie de terrenos y de instalaciones de Cuautepec para poner sus ofici-
nas, una en la hoy Casa del Pueblo, otra fue un terreno que está en la bajada del
Cerrito y otra fue un terreno en la Brecha. Bueno, [ante esto] un día en la noche
hicimos una asamblea, una serie de gentes nativas de aquí, con algunos donati-
vos, y decidimos retomar lo que era nuestro, que era de Cuautepec, del pueblo
de Cuautepec [...] En esta situación decidimos dos cosas: uno, crear un Comité de
Defensa de Cuautepec, como su nombre lo dice, íbamos a defender Cuautepec,
¿de qué? Una, del embate salmista y del embate camachista del Distrito Federal,
y, otra, de la situación de Antorcha [Popular] que le habían dado rienda suelta
para invadir zonas ecológicas de aquí y tres proyectos de vivienda para atraer
muchos clientes, ¿no? Y tres, más militantes,- en esa asamblea [...] como prime-
ra medida que tomamos junto con un grupo de ejidatarios, fue retomar el terre-
no del Cerrito, que perteneció a un ejidatario de Cuautepec; desalojamos a CORET,
sacamos sus cosas y las echamos a la calle y tomamos posesión del terreno
[...]Luego, fuimos a la Brecha y se tomó el terreno, actualmente por ahí hay un
proyecto de un centro comunitario; y la última medida fue desalojar lo que es la
Casa del Pueblo, y esa sí la tomamos en físico, tomamos posesión de ella los
nativos y después vino la otra medida de desalojar a los líderes del PRI que tenían
controlado el comercio informal en el jardín Hidalgo; fueron las medidas que se
hicieron. Y por eso pues ya del 89 para acá es que tenemos la Casa del Pue-
blo.66
66
Entrevista con Pablo Peña, de Barrio Alto y miembro de la Alianza Democrática ciuda-
dana Cuautepec Siglo xxr, en octubre de 2007.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 209
Bueno, nosotros fuimos formadores porque no había organización aquí [...] Nos
organizamos porque llegamos a Cuautepec sin nada, ni agua, ni drenaje, ni pa-
vimento, ni calles, ni transporte, ¡nada! Había carros de transporte, uno o dos,
que hacían servicio de aquí a la Villa, pero solamente medio los tenía la parte
céntrica, lo demás nada [...] nos dimos a la tarea de hacer un programa, muy
analfabetas pero hicimos un programa [...] En el sesenta completamos el progra-
ma pero chocábamos con una situación muy grande: en la Gustavo A. Madero
los empleados ponían "Cuautepec, Estado de México", imagínese, entonces fue
una situación muy dura porque no se sabía ni dónde estaba Cuautepec. No apa-
recía ni en la Guía Roji [...] y entonces nos dimos a la tarea de hacer un plano
de Cuautepec; este plano lo hizo el doctor Maya, un general retirado muy en-
trón,- él nos hizo el primer pianito desde un punto de vista general del Distrito
Federal y entonces con ese nos movíamos.68
68
Entrevista con el señor Miguel Ochoa, avecindado de Barrio Alto, con 50 años de vivir
en el pueblo; en abril de 2008.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 211
69
Entrevista con la maestra Rosario Segundo, avecindada de la colonia Zona Escolar, en
octubre de 2009.
212 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
... yo creo que hubo una etapa en la que los representantes de las colonias tuvie-
ron una gran labor, entre los setenta y los ochenta porque yo recuerdo que cuan-
do llegué todo era magueyes, sembradíos y demás. Cuando los ejidatarios em-
piezan a ver que se está poblando la zona entonces trataron de regularizarse.
Pero en eso los representantes de las colonias tuvieron un papel muy fuerte[...]
En realidad eran gente que estaba en el gobierno priista; entraban a trabajar para
el PRI, entraban como gestores, pero en muchos casos trabajaban también para la
comunidad. Era a través del sistema corporativo que ellos fueron dando a
la comunidad los recursos que necesitaba [...] Esto ocurrió en la mayor parte de
las colonias.70
70
Idem.
71
Entrevista con el señor Miguel Ochoa, de Cuautepec Barrio Alto, en diciembre de 2009.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 213
entrevista con el señor Miguel Ochoa, de Cuautepec Barrio Alto, en abril de 2008.
214 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
REFLEXIÓN FINAL
73
Esto se ha debido en gran medida a la diversidad de intereses de la población y de los
grupos existentes.
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO • 215
BIBLIOGRAFÍA
VIVIR EN IZTAPALAPA
219
2 2 0 • IVAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
poseen los niveles de desarrollo más elevados y son las más occidentales de
la propia Iztapalapa.
En cambio, el camino hacia el oriente y el norte es donde se concentran
los problemas de pobreza y desigualdad y se continúan naturalmente hacia los
municipios de Nezahualcóyotl, La Paz y Chalco Solidaridad, en el Estado
de México. Más adelante, en esa misma dirección, están Chimalhuacán
y Chalco, que también han seguido un crecimiento poblacional acelerado y
caótico.
El primer dato a resaltar de Iztapalapa es, por supuesto, la concentración
poblacional. Es la delegación o municipio más poblado del país, aunque segui-
do de cerca por Ecatepec, en el Estado de México. En el año 2000 representó,
según Conapo, la suma de los 1,849 municipios menos poblados del país.
Pero es la zona oriente de la delegación donde se condensan los proble-
mas. Un análisis sociodemográfico arroja que allí se presentan las siguientes
características:
Estos datos permiten tener una idea del contexto en el que se desenvuel-
ven los pueblos originarios asentados en el oriente de Iztapalapa y dan la
medida de las dificultades que han tenido que sortear. Para ello es menester
hablar de los orígenes, cuando Iztapalapa no era sinónimo de índices de delin-
cuencia o de rezago social, sino la referencia obligada era la península.
LA PENÍNSULA DE IZTAPALAPA
Mexicaltzingo y Culhuacán, como de los que estaban, del lado sur de la sierra,
como Tezonco y Tlaltenco, en el lago de Xochimilco (mapa 1).
huacán limitaba con Chalco Amaquemecan, lo que indica que tenía una
considerable área de influencia.1
Pero la mención más detallada aparece en el Códice Iztapalapa, un docu-
mento de finales del siglo XVII. María Raquel Crespo, quien ha estudiado
este códice, señala que
Al inicio del siglo xx, Aztahuacán y los tres pueblos que de él dependían te-
nían características que los asemejaban a una gran parte de pueblos indios
del país. Según el censo de 1900, organizado por Antonio Peñafiel, Aztahua-
cán era una municipalidad de la prefectura de Xochimilco, con una pobla-
ción total de 4,545 habitantes, de los cuales 1,067 eran de Santa Martha
Acatitla, 534 de Santiago Acahualtepec, 931 de Santa Cruz Meyehualco y
2,013 propiamente de Aztahuacán.
El primer dato que llama la atención es el carácter fuertemente endogámi-
co, 4,441 habitantes eran originarios de la región, o sea 98 por ciento. Sabían
leer y escribir 546, lo que representa 12.3 por ciento, lo que pese a todo se
comparaba favorablemente con buena parte del país. En los cuatro pueblos
se contabilizaron 1,330 jacales, 712 casas de un piso y sólo una de dos pisos.
ibidem, p. 23.
SANTA MARÍA AZTAHUACÁN, IZTAPALAPA • 227
Don Justo Chávez se valía del hambre y la pobreza del pueblo,- algunos campe-
sinos le empeñaban los documentos de sus tierras o de sus casas a cambio de
algún préstamo y en caso de no pagarlo en cierto tiempo, se quedaba con la pro-
piedad empeñada. Además funcionaba en su casa la tienda de raya, donde pres-
taba dinero y alimentos a cambio de propiedades, haciéndolo acumular una gran
riqueza, además de la que poseía en tierras desde el 19 de noviembre de 1895,
año en que su compadre, Porfirio Díaz Mori, le había dotado de 591 hectáreas,
23 áreas, 82 centiáreas gracias al compadrazgo que tenían.9
Así es como se hizo dueño de tierras de varios pueblos, entre ellas el Pe-
ñón del Marqués y su laguna, así como las lagunas de Chachacuaco, Iztapil,
Santísimo y El Salado. Controlaba buena parte del comercio de patos, chi-
chicuilotes, pescados y otros productos de la laguna. Además, Justo Chávez
"se casaba con las mujeres que quería para cobrarse las deudas, de esta ma-
nera formó varios matrimonios con diferentes señoras y tuvo hijos con cada
una de ellas".10
todo tipo de facinerosos que aprovechando la situación hacían de las suyas; por
ser los primeros al oriente de la ciudad, eran los más atacados. Dicen los abuelos
que siempre tenían que estar pendientes de que el cerro de San Pablo y en la
sierra de Santa Catarina no hubiera señales de lumbre, porque entonces había
que esconder sus pertenencias y animales, y esconderse ellos mismos en subterrá-
neos. Las lumbreras indicaban que los rebeldes seguramente bajarían a los pueblos
para surtirse de alimentos; en ocasiones se llevaban a las jóvenes o señoras de
las casas y en muchos casos ya no se volvió a saber de ellas.11
Las cosas se agudizaron a partir del ascenso al poder del general Huerta,
pues echó mano de la leva, esto es, una política indiscriminada de incorporar
hombres al ejército, aun contra su voluntad. Además, en general, las medi-
das represivas contra los pueblos aumentaron. En esas condiciones y en es-
pecial después de que las tropas federales colgaron a varios rebeldes origina-
rios de los pueblos del oriente de Iztapalapa, muchos lugareños se sumaron
a las filas del Ejército Libertador del Sur, encabezado por Emiliano Zapata.
Una parte de ellos decidió incorporarse a la tropa del general de División,
Everardo González, el zapatista más importante de toda la zona sur del Dis-
trito Federal y de parte del Estado de México: con él combatieron en Morelos
y en los estados aledaños. Otra parte formó una fuerza militar bajo las órde-
nes de Herminio Chavarría, quien llegó a ser general brigadier dentro de la
división del general morelense Amador Salazar.
El general Chavarría murió muy pronto, en 1915, como consecuencia de
complicaciones de una herida en combate. Se le confirió el honor, que com-
partió con algunos otros Zapatistas, de ser enterrado en el atrio de la iglesia
de su pueblo. Sin embargo, en su caso, sus restos fueron poco después desen-
terrados y profanados por personas fieles a su acérrimo enemigo, Justo
Chávez. El caso de Chavarría merece un estudio particular, pues subsisten
en Aztahuacán opiniones encontradas sobre su figura. 12
Como en toda la zona sur del Distrito Federal, los recuerdos de la revo-
lución están cargados de dolor:
Las familias de estos pueblos sufrieron los estragos de la revolución, pues los
padres de familia, hermanos y abuelos se habían ido a pelear. Solas y sin protec-
ción alguna, se iban a vivir con amistades o compadres que tenían en algunos
pueblos circunvecinos, como Tlaltenco, Tláhuac, Milpa Alta, Santa Ana Tlaco-
n
Ibidem, p. 107.
12
Grupo Ollin, op. cit. y González Cedillo, op. cit.
SANTA MARÍA AZTAHUACÁN, IZTAPALAPA • 229
El regreso fue lento. Los que habían ido a vivir a Mixquic también empezaron a
llegar a sus pueblos, que se volvieron a llenar de vitalidad; se iniciaron nueva-
mente sus costumbres de labor, así como en la laguna las armadas de pato;
muchos de ellos se vieron obligados a irse al centro para desempeñarse en algu-
na fábrica o trabajo manual.
Nuevamente la consanguinidad de los pueblos se reconocía con la unión de sus
miembros y su regreso.14
Pero el costo había sido muy alto. Toda Iztapalapa, cuya población mayo-
ritaria entonces era de los pueblos, va a sufrir una grave mortandad y aban-
dono: el censo de 1921 revela la pérdida de más de la mitad de la población,
una afectación similar a la del estado de Morelos, corazón del zapatismo. En
el caso de Aztahuacán, la población de 1910 es un número similar a la de
1950, o sea que tardó 40 años en recuperarse. Este dato por sí solo muestra
las difíciles circunstancias que tuvo que afrontar.
LA REFORMA AGRARIA
I6
Luis Chirino Castillo, Aztahuacán ¡Donde ya no volarán las garzas!, s/f.
17
Citado por Tenorio, op. cit., p. 38.
232 • IVAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
18
Chirino Castillo, op. cit., p. 22.
''Entrevista realizada al doctor Pedro Romo Castillo, comisariado ejidal de Aztahuacán,
el 15 de octubre de 2009.
234 • IVAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
núe existiendo la organización ejidal, porque "es algo por lo que siempre se ha
luchado". El panteón tiene una barda de piedra hecha a mano por los presos
que "es un patrimonio del pueblo". En este caso, la organización ejidal garan-
tiza que este espacio continúe siendo "para usos y costumbres del pueblo de
Santa María Aztahuacán, porque son tradiciones que tenemos y por ese cachi-
to de tierra tendríamos que seguir existiendo como núcleo agrario".
Santa María Aztahuacán quedó mal (después de la revolución). Yo creo que si Santa
María no hubiera sido Zapatista, a lo mejor no hubiéramos quedado tan mal.
Aquí se tomaron represalias como en todas partes cuando se abraza una corrien-
te y pierde y nosotros fuimos de los vencidos al final de cuentas, porque muere
Zapata, es traicionado. (Entrevista al doctor Romo)
69.8 por ciento de los habitantes de Santa María Aztahuacán, el pueblo y sus
colonias, son obreros o empleados. 20
El factor familia siguió teniendo mucha importancia en el paso de cam-
pesinos a trabajadores, cómo se muestra en el siguiente testimonio:
.. .nosotros somos lo que se llama pueblo y siempre hay una persona que sale a
trabajar, entonces esta persona cuando consigue un buen trabajo y jala gente,
para empezar a la familia, te jalas a los hermanos, a los primos, a los tíos, en-
tonces, si es un trabajo grande ya el primo llama a otro amigo y, pues, se empie-
za a hacer la comuna.. .21
20
Berenice Morales, "Aquí somos pueblo y no podemos negarlo", s/f., p. 80.
"Ibidem, p. 79.
21
Ibidem, p. 87.
"Tenorio, op. cit.
SANTA MARÍA AZTAHUACÁN, IZTAPALAPA • 237
lista difiere un poco de una anterior, que agrega seis apellidos Ávila, Casta-
ñeda, Constantino, Gutiérrez, Hernández y Montes.24
Entre las fiestas emergentes están las de San Judas Tadeo (el santo de las
causas difíciles) y Santa Cecilia, así como recientemente la Santa Muerte.
Esta última es un buen caso para ejemplificar la dinámica en que crece un
culto y la competencia que se establece entre las imágenes: inició en 2005 o
2006, como cumplimiento de una promesa, cuando un habitante cayó en el
reclusorio y al salir le construyó un altar en la calle. Existieron al principio
conflictos con otros creyentes católicos porque se asociaba la imagen de la
Santa Muerte a la delincuencia y por el tipo de celebración más "juvenil" o
contestataria, en que tenían lugar tocadas de rock.
Una vez que los organizadores se percataron de la resistencia de habitan-
tes del pueblo, decidieron eliminar los aspectos que provocaban mayor repu-
dio, cesan las tocadas y se realizan rosarios y una peregrinación hacia Tepa-
tepec, Hidalgo, donde se encuentra el santuario más importante de la Santa
Muerte, que logra convocar a personas del pueblo, pero también de Xochi-
milco, Chalco, Tepito, Neza, Amecameca y Pachuca.
A pesar de no poseer el reconocimiento del Estado o de la Iglesia,
sus fieles realizan el evento como si formara parte del calendario de fiestas reli-
giosas del pueblo [...] la procesión contiene elementos muy parecidos a los de la
fiesta patronal del pueblo -como la banda, los cohetes, la procesión, las paradas
en las casas donde se ofrecen alimentos y bebidas alcohólicas- y sus seguidores
buscan ese reconocimiento.25
Cada uno de ellos tiene su cruz en lo alto del cerro. Es interesante apuntar
que la composición de los participantes vecinos de la unidad Habitacional de
Santa Cruz y de la colonia ejidos de Aztahuacán está conformada mayoritaria-
mente por jóvenes, mientras que los del pueblo de Aztahuacán son visiblemen-
te gente de mayor edad. Si en alguna ocasión falta alguna de las organizaciones
para la bajada de la cruz las dos restantes se encargan de hacerlo.
240 • IVAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
27
Arturo Permsquia, "Iztapalapa, la otra cara de la moneda: sus pueblos originarios", 2005.
244 • I VAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
FORMAS DE REPRESENTACIÓN
can, se empeñó en trabajar por el desarrollo del pueblo. Logró que lo nom-
braran subdelegado y en un corto tiempo, a partir de organizar a los comer-
ciantes, gestionó que se construyera el mercado y más adelante un jardín de
niños. Se le recuerda también por el impulso a una sala que impartía cursos
de costura, bordado, corte y confección y otros oficios destinados a una po-
blación con fuertes problemas de desempleo.
Durante su gestión se construyó una carretera federal cercana, por lo que
los camiones materialistas pasaban por el medio del pueblo en una calle que no
tenía pavimento, lo que generaba mucho polvo. Don Eusebio aprovechó la
circunstancia y movilizó a la gente para que cerraran el paso a los camiones
hasta que se pavimentó la calle principal. Se cuenta que tenía un carácter
muy fuerte, andaba siempre armado y muchas veces él mismo castigaba a
infractores menores con penas corporales. Aún no concluía su periodo cuan-
do fue asesinado, al parecer por intervenir en contra de los intereses de per-
sonas que medraban con los terrenos ejidales.28
La figura de subdelegado, aunque muy debilitado, se mantiene hasta
1970, cuando el presidente Echeverría decide conformar las Juntas de Veci-
nos, que eran 20 por delegación, nombrados por el propio delegado. Su fin
era encausar y contener la participación ciudadana y fueron considerados en
su momento como articuladores de la promoción electoral. Tan desdibujado
estaba el poder civil en Aztahuacán que no hubo oposición capaz de impedir
la destrucción de uno de sus monumentos, el Juzgado de Paz, que fue derri-
bad impunemente en 1973.
De ahí en adelante se darán muchos cambios en torno a la representa-
ción vecinal en el Distrito Federal, decididos desde el poder central, que se
comentan a continuación, pero que en resumen tendrán muy pocos efectos
positivos en Aztahuacán:
En 1978 se añaden las Asociaciones de Residentes que estaban confor-
madas por Comités de Manzana. La función de ambas figuras era identificar
las demandas vecinales, enviarlas a las autoridades y mantener informada a
la población de sus avances. Eran, pues, órganos auxiliares de las delegacio-
nes sin representación vecinal.
Esto cambió en 1989, cuando se transforman de Comités a Jefes de
Manzana y junto con las Asociaciones de Residentes se les confiere un carác-
ter representativo: son electos 40,700 Jefes de Manzana y 1,652 Asociacio-
nes de Residentes. Ese fue el primer proceso electivo de carácter vecinal
desde 1928.
Apenas seis años después, lo que revela las debilidades de esa elección,
se introduce la figura de Consejos ciudadanos, uno por delegación, electos
por sufragio directo y secreto. Esta nueva centralización tampoco tiene ma-
yor efecto y en 1999, una vez que en la capital de la República pierde el PRI
su monopolio sobre el gobierno, el primer Jefe de Gobierno, Cuauhtemoc
Cárdenas abóle los inoperantes Consejos ciudadanos e impulsa la figura de
Comités Vecinales. Fueron electos 1,352 comités vecinales, uno por cada
unidad territorial.29
Aunque en la mayor parte del Distrito Federal estas elecciones generaron
muy poco entusiasmo, pasaron casi desapercibidas logrando muy baja parti-
cipación ciudadana, eso no fue el caso de Aztahuacán. Allí fueron verdadera-
mente unas elecciones competidas. En Aztahuacán existía desde mucho
antes una estructura de poder ligada al partido gobernante, el PRI, y a la de-
legación de Iztapalapa que hacía muy difíciles los cambios. En opinión del
actual representante del pueblo "la gente que se ponía ahí era para robarle al
pueblo [...] para todo pedían cooperación". Eran intermediarios con las auto-
ridades y para cada gestión imponían una cuota: para poner la luz, arreglar
una luminaria, para el servicio de pipas de agua. Si alguien se les oponía,
usaban su poder para intimidar. "Siempre ganaban por que decían si no me
apoyas te voy a joder por otro lado, y si tu tenías una tiendita, te echaban
[a]los inspectores, ellos mismos los traían y tenías que ir a verlos: échame la
mano, mira me van a clausurar y pues estabas de parte de ellos".
Uno de sus principales recursos era que obtenían grandes ingresos por
manejar las romerías de las fiestas, las ferias y el panteón. "Estábamos har-
tos de que para todo era dinero y nos tenían así porque las autoridades apo-
yaban mucho a estos grupos", señala el actual representante del pueblo.
La oposición a esas prácticas era muy grande y en la coyuntura de 1999 se
organizó en una planilla para participar en las elecciones. Las planillas ligadas
al PRI, al percatarse de que corrían riesgo de perder sus posiciones privilegiadas,
comenzaron a difundir rumores, como decir que la oposición iba a cerrar la
iglesia y que iba a enterrar a las personas paradas en el panteón. Ante ello,
la planilla independiente contraatacó diciendo que iba a dar mantenimiento
a la iglesia sin pedir contribuciones, y que iba a dejar de pedir cuotas a las
mayordomías y a la feria, que seguramente fueron puntos que redundaron en
un buen apoyo popular. Así, pese a que se presentaron cinco planillas, la única
independiente ganó la mayoría el día de las elecciones.
Las cosas, sin embargo, no eran tan fáciles. La ley preveía que las plani-
llas perdedoras se integrarían al Comité, y en este caso las cuatro planillas
que perdieron hicieron causa común, influidas por la estructura de poder y
sumaron ocho miembros del comité, mientras que la planilla independiente
alcanzó siete. Con esa mayoría, se convirtieron en un dique a la puesta en
marcha de los cambios e incluso pretendieron mantener sus antiguas prácti-
cas. El punto de quiebre fue cuando en las reuniones con el delegado, se le
dio la razón al nuevo comité de que las mayordomías manejaran directa-
mente sus recursos: al carecer de una fuente segura de ingresos, que era la
exacción a las organizaciones encargadas de las celebraciones religiosas, se
quitó la base a los grupos que se habían beneficiado indebidamente durante
largo tiempo.
Superado el conflicto inicial, la representación del pueblo retomó algu-
nas de las tareas que se tenían en las subdelegaciones, como la organización
de las festividades cívicas y sociales, como son la celebración del año nuevo,
el día de reyes, el día del niño, el día de las madres, el grito de independencia, el
desfile del 16 de septiembre y la conmemoración de la Revolución mexicana.
También continúa encargado de gestionar permisos ante la delegación para
cerrar calles cuando se realizan fiestas familiares, cuando se solicitan pipas
de agua, vigilar las instalaciones de la iglesia y otras.
Ahora los comités vecinales han perdido peso político, dado que desde
hace una década es un puesto que no se ha renovado porque, de manera
inexplicable, en todo el Distrito Federal no se ha abierto el proceso para
la renovación de esta figura. Por esa razón, en Aztahuacán su principal
tarea tal vez sea la de encarnar un juzgado de paz. Los siguientes son
ejemplos de cómo el representante del pueblo interviene en los conflictos
del pueblo:
... por ejemplo, que el señor tiene problemas con ella, que porque sus niños rompie-
ron sus vidrios y entonces vienen y nosotros [no les decimos] vayanse a la delega-
ción, simplemente les decimos: mira me dice la señora que tus niños fueron a
romper los vidrios y dice que tiene varios testigos y te van a poner una demanda.
¿Cuánto puedes pagar?, compra esos dos vidrios, te puedes gastar como 30 pesos
[... ] y evítate problemas. Mira, de puros pasajes ir y venir a la delegación vas a pagar
200, 300 pesos y la vergüenza de que te vas a ir a parar a la delegación. Dale sus dos
vidrios y ya que se calme la señora. Si verdad, pues dile, y ya voy: mire doña, le van
a pagar sus dos vidrios: es lo que quiero que me paguen, no, que yo lo voy a deman-
dar y lo voy a meter al bote. Evítense problemas doña, ¿qué es que quiere usted? Que
se repare el daño, bueno, está bien ya voy y le digo saben que los vidrios se los van
248 • I VAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
a poner y ya; pero dígale que ya no quiero ver esos chamacos por acá, por que los voy a
agarrar y los voy a llevar a la delegación. Señora, no haga eso porque la pueden acu-
sar de secuestro y ¿sabe usted que es un secuestro? Va usted al bote y la van a encerrar.
Pero eso no es cierto. Eso lo decimos nosotros, las autoridades no; van a decir que sí
porque usted tiene el niño y eso está penado. Bueno, está bien, ya que se vayan los
escuincles y se va. La gente tiene problemas y tratamos de solucionarlos. Cuando
son problemas muy graves mejor los mandamos con los diputados de aquí, pues
conocemos a varios diputados y ya los mandamos.
[si] están peleando una propiedad, pues allí no podemos nosotros intervenir o que
la señora la golpearon y que está herida, ahí nosotros ya no podemos. Sabe usted,
si quiere llegar a un acuerdo, hable con la señora, pagúele sus curaciones, sus
honorarios y ahí queda y tratamos de intermediar las cosas. Y cuando dicen: no
es que yo no estoy de acuerdo, yo quiero demandarlo, háganlo, yo le aconsejo que
no, porque va a gastar mucho tiempo y dinero, no importa. Cuando ya se aferran
es cuando les decimos, vayanse con la diputada, porque ahí nosotros no nos po-
demos meter ni darle un abogado, ellos sí tienen y ya los mandamos. Pero cuando
dicen, bueno, está bien que me paguen mis curaciones y mis honorarios y es
cuando vamos con la otra parte y le informamos: sabe que la señora quiere el pago
de sus curaciones y sus honorarios y cuánto gana diario, pues tanto, dile que le
voy a dar una quincena y ya; oiga doña dicen que le van a dar una quincena, si
está bien, que me los den y ya se arreglan y ahí quedó el problema.
[si la esposa dice] yo lo voy a demandar y es cuando le pregunto, bueno lo quieres
o ya no lo quieres, no es que sí lo quiero y ya mandamos traer al muchacho y tú
¿quieres a tu esposa o no la quieres, por qué le pegas? Pues la verdad, por esto y
por lo otro, pero yo sí la quiero. Bueno pues entonces mejor platiquen, lleguen a
un acuerdo, porque tú lo quieres y él te quiere, mejor lleguen a un acuerdo. Por
qué no se sientan a platicar y llegan a un acuerdo y ya los mando traer y se ponen
a discutir todas sus cosas y ya uno interviene, mira si llegas y ella no te ha hecho
tu cena, no la golpees, aguanta y dile: sabes que, prepara la cena, ayúdale, los dos
trabajan y es que es un matrimonio y si tú la quieres y ella te quiere, cual es el
problema y ya llegan a un acuerdo y al rato ya vienen, gracias señor Alejandro, nos
hizo reaccionar, recapacitar y es que esa es la forma en que podemos apoyarlos.
Porque si les decimos como no falta que les digan: dale una chinga y córrela y
búscate otra, eso es lo que hacen muchos y sí la corren y demandan y es un pro-
blema serio. Nosotros hemos salvado muchos matrimonios y a muchachos que
han querido matar a sus esposas.30
30
Entrevista al señor Alejandro Corona, representante del pueblo Santa María Aztahua-
cán, Io de octubre de 2009.
SANTA MARÍA AZTAHUACÁN, IZTAPALAPA • 249
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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co, INAH, Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología H. Cámara de Diputados,
1988.
252 • I VAN GOMEZCÉSAR HERNÁNDEZ
INTRODUCCIÓN
'Este estudio es parte de un proyecto coordinado por Lucía Álvarez Enríquez, titulado
Pueblos originarias, territorio y ciudadanía (CEIICH-UNAM, HS-UNAM, UACM, UAM-A, UAM-I, CONACYT).
Mi gratitud por el apoyo invaluable y generoso de don Agustín Rojas, cronista del pueblo de
Culhuacán. A vecinos y mayordomos del pueblo les doy las gracias por sus voces, experien-
cias, testimonios y puntos de vista, que fueron una valiosa contribución para que este estudio
pudiera realizarse. Agradezco el apoyo del grupo de becarios del proyecto: María de Lourdes
Velasco y Lilian Lorenzo durante un semestre en 2009, y a Osear Armando Cruz, becario
durante 2008, quien realizó la monografía sobre Culhuacán, y participó en el trabajo de cam-
po, en la investigación documental, hasta el primer semestre de 2010. A Marcela Meneses y
a Violeta Rodríguez, les doy las gracias por su apoyo sensible y desinteresado en una etapa de
realización de este estudio.
"Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autóno-
ma de México.
253
254 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
la ciudad de México, este estudio pone atención en los procesos y prácticas que
han influido en la producción y transformación del espacio local y de la vida
pública cotidiana y ritual en el pueblo de Culhuacán y sus 11 barrios.
Los orígenes más referidos de Culhuacán están vinculados con los Tolte-
cas, pero se ha reconocido que la presencia previa de grupos humanos en la
región antecede a los aztecas en su ubicación en la cuenca del Valle de
México. Distintas referencias históricas afirman que Culhuacán fue funda-
do desde tiempos ancestrales, alrededor de cinco siglos antes de la era cris-
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 5 7
tiana por migrantes del norte del país al Valle de México. Estudios recien-
tes explican que en el espacio local de Culhuacán se han encontrado "restos
culturales -fundamentalmente cerámicos- que permiten establecer de ma-
nera general una ocupación humana evidenciada al menos desde el periodo
Preclásico Medio, 100 a 500 A.C" (Vanegas, 1995: 38). En la actualidad
este pueblo se ha constituido en un referente de las culturas primigenias
del México prehispánico. Por ello Gibson (1994: 42) afirma que "la historia
de los tlatoque de la propia Culhuacán es de las más antiguas del valle".
Este autor explica que las civilizaciones clásicas que abarcan los primeros
nueve siglos de la era cristiana desarrollaron una sociedad teocrática gran-
diosa y altamente organizada pero enigmática en términos de su decaden-
cia y las causas que la generaron. En el periodo posclásico que abarca seis
siglos antes de la llegada de los españoles, se habla de una
... eran conglomerados en los que algunos altépetl dominaban y otros eran su-
bordinados, pero tanto a la unidad que daba tributo como a la que lo recibía se
le llamaba invariablemente altépetl [...] los requerimientos mínimos para un
altépetl, en la acepción nahua de la palabra [...] era un territorio, un conjunto
[...] de partes constitutivas cada una con su nombre propio, y un gobernante
dinástico o tlatoani [...] en el centro de México, en casi cualquier altépetl se
conservaba la tradición de haber sido establecido por inmigrantes en la misma
forma que tenía en el siglo xvi (Lockhart, 1999: 28-29).
Hacia mediados del siglo xiv (1347) Culhuacán es invadido por los mexi-
cas, es sometido transformándose en pueblo tributario, proveedor de produc-
tos agrícolas a través de canales, calzadas y acueductos, a la ciudad de Tenochtitlán,
capital del imperio azteca. Esta condición prevalece hasta la conquista en el
siglo xvi (1521), cuando, bajo el dominio español, la región se transforma en
encomienda creada como recompensa para los conquistadores, incorporan-
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 5 9
do las "unidades prominentes llamadas altépetl [...] a las que llamaron pue-
blos" (Lockhart, 1999: 47).2 La extensión de su territorio antes y después del
dominio del imperio mexica alcanzó dimensiones regionales. Se habla de la
delimitación y alcance de su territorio de influencia de diferentes maneras,
incluso se mencionan enclaves culhuas en la región de Texcoco y presencia
en Cuauhtitlán (Gibson, 2007; Sejourné, 1991).
En Culhuacán, la producción agrícola chinampera y el labrado de piedra
volcánica conocida como "recinto", abastece a la capital durante el periodo
colonial que abarca tres siglos de procesos discontinuos. En este periodo y como
parte de la organización socio-territorial y del proceso de evangelization, Cul-
huacán se divide en 18 barrios, cada uno con nombre de un santo católico
pero conservando el topónimo (Gorbea Trueba, 1959). La devoción religiosa
desde entonces actúa como referente de identidad central de la vida pública
local representado en la fiesta como práctica socio-cultural y ritual que preva-
lece hasta nuestros días. El cronista del pueblo explica que,
2
"En su diccionario de 1571 [...] fray Alonso de Molina, define altépetl como 'pueblo' [...]
'Pueblo' o 'ciudad' es frecuentemente la mejor traducción al español en cualquier caso
[...] 'Pueblo' significa no sólo una localidad sino también el conjunto de los habitantes de un
lugar y, en este sentido, el término español era perfecto, porque cada altépetl se imaginaba a
sí mismo como un pueblo perfectamente separado" (Lockhart, 1999: 28).
260 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
blo. Lockhart señala que "todo lo que los españoles organizaron fuera de sus
propios asentamientos en el siglo xvi [...] fue sólidamente construido sobre
altépetl individuales ya existentes" (Lockhart, 1999: 28).3
Los pueblos indios incorporan a las estructuras y jerarquías sociales y políti-
cas coloniales, elementos significativos de las formas organizativas prehispánicas
y adoptaron formas de representación del modelo colonial.4 La continuidad de
estos elementos y su incorporación a los títulos y a las nomenclaturas del mo-
delo español fueron centrales no sólo en el desarrollo de los gobiernos munici-
pales, de los cabildos y de su funcionamiento independiente en la región del
valle de México. Tal es el caso de los títulos de alcaldes, regidores y escribanos.
También elementos de las formas de organización territorial y de poblamiento
que se permearon en esquemas coloniales desde el siglo xvi, como lo fueron las
congregaciones y los corregimientos que se apoyaron en el altépetl.5 De acuerdo
con Lockhart, durante la Colonia se distingue la existencia de estas unidades
independientes en la estructura sociopolítica indígena del México central, lo que
no alude "tanto a una fragmentación u homogenización sino a un proceso des-
centralizador que era una de las posibilidades inherentes en la organización so-
ciopolítica indígena desde el principio" (Lockhart, 1999: 88).
Este panorama nada exhaustivo de los complejos procesos de continuidad y
discontinuidad que modificaron la relación sociedad-territorio y cultura durante el
dominio colonial, es de interés para comprender al pueblo de Culhuacán en la ac-
tualidad. Las comunidades desarrollaron durante 300 años, formas colectivas de
resistencia y de supervivencia a partir de complejas prácticas sociales y simbólicas
que se prolongan hasta las primeras décadas del siglo XIX. En este siglo se introduce
la categoría de ciudadanía en un sentido occidental y liberal, no sólo al léxico políti-
3
"Como secuela a la creación de las encomiendas en la década de 1520, llegó el establecimien-
to de las doctrinas o parroquias indias [...] En la década de 1530, los funcionarios españoles empe-
zaron el proceso de reconformar el gobierno indígena siguiendo el modelo de las municipalidades
españolas. Una vez mas las unidades eran en gran medida las mismas" (Lockhart, 1999: 47).
"Está claro que los nahuas igualaron, en un sentido general, las estructuras y los cargos
sociopolíticos de antes de la conquista con los del periodo que la siguió, y hubo supervivencias
significativas de un periodo al otro (Lockhart, 1999: 60).
5
"La distribución esencial del altépetl y el calpolli no fue afectada. Muchas de estas "con-
gregaciones" parecen ser algo similar o lo mismo que la institución formal del cabildo de tipo
español en un altépetl, con la consiguiente confirmación de sus límites y los de sus partes
constitutivas...esta también se apoyaba en el altépetl, aunque no siempre en una clara rela-
ción de uno a uno, pues la mayoría de los casos los corregimientos contenían varias munici-
palidades indígenas [...] En un número no pequeño de casos, todo un altépetl complejo se
convirtió en un solo corregimiento, y el todo continuó funcionando a la vez como una unidad
municipal" (Lockhart, 1999: 72-74).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 6 1
co, constitucional y al debate público. También es usada y apropiada por las comu-
nidades indígenas para defender su identidad ante el estado liberal lo que se expresa
en la primera mitad del siglo XK en las décadas posteriores a la Independencia.
Antonio Aniño (1999: 63), al hablar de los orígenes excepcionales de la
ciudadanía en México, plantea que previo al surgimiento del Estado nacional
emerge una "ciudadanía liberal y pluriétnica" con arraigo territorial, que
influye en las relaciones posteriores entre los gobiernos y los pueblos. Su
fuerza radica en que durante décadas "fue monopolizada por los pueblos [...]
reprodujo lógicas de sincretismo cultural y político no muy distintas de las
que en los tres siglos coloniales habían permitido a las comunidades adap-
tarse a la occidentalización..." De acuerdo con este autor, este proceso favo-
rece la construcción de un "liberalismo popular" -que nace en el constitucio-
nalismo gaditano y no en las guerras civiles-, entendido como "la adhesión
política de los pueblos al partido liberal y su monopolio sobre algunas insti-
tuciones liberales" que ocurre en décadas anteriores a la formación de la
República (Aniño, 1999: 64).6 La discusión estaría menos en el significado
de la ciudadanía y más en la manera diferenciada en la que se usa tanto por
el Estado como por los distintos actores sociales y entonces preguntarse,
cuánto este particular tipo de ciudadanía liberal y pluriétnica, nacida antes del
Estado nacional y con un fuete arraigo en el territorio, pesó luego sobre las rela-
ciones entre los gobiernos y los pueblos donde [...] vivía la mayor parte de la po-
blación[...] En suma, no cuenta lo que es la ciudadanía, sino el uso diferenciado
que de ella pueden hacer el Estado y ciertos actores sociales (Aniño, 1999: 64).
En convergencia con este enfoque destaca aquel que plantea que precisa-
mente en el siglo que transcurre de la Independencia a la Revolución (1810-
1910), se expresa un nacionalismo popular. Este nacionalismo -en contraste
6
Antonio Aniño (1999: 66), explica que las estrategias materiales e inmateriales cons-
truidas por los pueblos indígenas y no indígenas durante la Colonia entran en crisis con la
independencia y la República al enfrentar "el fin de su diversidad jurídico-institucional
y la transformación de los comuneros en ciudadanos [...] en sujetos nuevos sin ninguna co-
nexión con el pasado [...] se tiene la impresión de que las comunidades intentaron, con cierto
éxito, contener las amenazas más peligrosas para su identidad, al menos durante unas déca-
das. Este éxito [...] fue favorecido por un proceso más general que he llamado 'desliz de la
ciudadanía' y que involucró también a los pueblos no indígenas. Con el término 'desliz' he de-
finido el más notable cambio institucional que se consumó en el interior de las nuevas estruc-
turas constitucionales ideadas en Cádiz y difundidas en la Nueva España entre 1812-1814 y
1820-1824: la inesperada conquista, por parte de los pueblos, de la nueva ciudadanía liberal.
262 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
los años que marcan el cambio del siglo xrx al xx, se introducen nuevos cambios
jurídico-políticos en la organización territorial y en la estructura socio-económica
y comienza un importante crecimiento demográfico impulsado por un intenso
proceso migratorio rural-urbano paralelo a la expansión urbana de la ciudad sobre
el entorno rural que la rodeó desde la Colonia.7 Surgen los primeros fracciona-
mientos y colonias modernas, las grandes avenidas, la luz eléctrica, el ferrocarril y
las primeras tiendas departamentales. En el espacio urbano del núcleo central de
la ciudad de México y en los pueblos dispersos en torno a las delegaciones centra-
les, se producen procesos de privatización del suelo y de incorporación al libre
mercado asociados a distintas formas de segregación socio-espacial de los grupos
más pobres, indígenas y no indígenas hacia la periferia.
El cambio de siglo, del xrx al siglo xx, se distinguió por la condición de exclusión
de los pueblos de la vida política de la capital y del país, asociada a formas de des-
precio y racismo, a las privatizaciones y a los despojos por parte de las haciendas.
En las tres primeras décadas del siglo xx y paralelo a la continua reubicación
de la población, el núcleo central de la ciudad de México registra un aumento
notable de 344,000 habitantes en 1900 a 1029,000 en 1930. De acuerdo con las
referencias históricas de la ciudad de México, en Coyoacán e Iztapalapa, desde
1900 se localiza un cúmulo de pueblos que, con marcadas variaciones registraba
21,510 habitantes incluyendo las respectivas cabeceras. En el caso de Coyoacán,
los nueve pueblos existentes tenían una población de 3,904 habitantes que inclu-
yendo la villa en el Centro Histórico (cabecera con 1,607 habitantes) ascendían a
5,511 habitantes. En el mismo año, el 20 por ciento de esta población se concen-
traba en Culhuacán, uno de los nueve pueblos ubicado en el oriente, donde habi-
taban 799 personas. Para 1921, esta población había descendido casi a la mitad, y
representaba sólo el 10 por ciento del total de habitantes de los pueblos (3,882
habitantes), decremento que pensamos asociado al reacomodo socio-espacial im-
pulsado por el proceso revolucionario, que se recupera hasta los años treinta cuan-
7
En 1898-1899, se redefinen los límites geopolíticos del Distrito Federal, con un superfi-
cie de 1,483 km2. Mientras en 1900 este territorio estaba dividido en 22 municipalidades y
seis distritos, en 1903 se introduce una nueva subdivisión que establece 13 municipalidades
(Meyer, 2000j. En este mismo año la capital pasa a depender del Ejecutivo federal a través de
la aprobación de la Ley de Organización Política y Municipal del Distrito Federal, decretada
por Porfirio Díaz, que con el argumento de evitar el enfrentamiento de poderes, limita la fun-
ción de los ayuntamientos a la de los órganos consultivos (De Gortari, 1987).
264 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
N SIMBOLOGlA
"Los ocho pueblos restantes en la delegación Coyoacán son: La Candelaria, Los Reyes, San
Pablo Tepetlapa, Santa Úrsula Coapa,. San Mateo Churubusco y San Lucas (barrios con antece-
dentes de pueblos), Copilco el Alto (pueblo con antecedentes de rancho) y Copilco el Bajo (con
antecedentes de pueblo desde 1960). Observatorio de la ciudad de México OCIM-UAM-A (2009),
Secretaría de Desarrollo Urbano, Programa Delegacional de Desarrollo Urbano (1997).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 6 5
DE LA REVOLUCIÓN A LA ACTUALIDAD
'Los 16 pueblos restantes en la delegación Iztapalapa son: Santa María Aztahuacán, San
Marcos Mexicaltzingo, Acúleo, San Juanico Nextipac, San Lorenzo Tezonco, Santa Cruz Me-
yehualco, Santa Martha Acatitla, Santiago Acahualtepec, Magdalena Atlazolpa, San Andrés
Tetepilco, San Andrés Tomatlán, Los Reyes, San Lorenzo Xicoténcatl, San Sebastián lecolox-
titlán, El Arenal y San Andrés más arriba {Ibidem, 2009 y 1997).
10
En Iztapalapa, San Andrés Tomatlán tiene antecedentes como pueblo desde el siglo xrx,
en 1874, mientras Los Reyes, sus antecendentes son como barrio del pueblo de Cuihuacán y
datan de 1921. Archivos Históricos, INEGI, Observatorio de la ciudad de México, OCIM-UAM-A,
2009.
266 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
"Antonio Azuela señala que se trata de la interpretación de uno de los autores del texto
constitucional en el tema, Andrés Molina Enríquez, quien aclararía en 1922 que en "nuestro
sistema de propiedad privada" existen "dos modalidades, [...] la individual", por un lado, y la
"comunal de los pueblos", por el otro (Molina Enríquez, 1922).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 6 7
como propietarios de sus tierras y les devuelve su existencia como personas ju-
rídicas, esta interpretación se abandona por aquella que distingue entre tres ti-
pos de propiedad: la pública, la privada y la social (Azuela y Cancino, 2007).
Este autor señala que uno de los poderes esenciales de todo Estado es la
expropiación, porque elimina en forma legítima la propiedad a favor de un
interés considerado superior y en su dimensión política tiene el propósito de
regularizar la tenencia de tierra. En este enfoque, la expropiación es un me-
canismo jurídico-político en la reconfiguración de las nuevas estructuras de
propiedad inscritas en el proceso de urbanización de la ciudad de México, en
el que cumple "una forma de mediación política fundamental" (Azuela, Herrera
y Saavedra, 2009). En el caso del régimen agrario mexicano fue "hasta 1992,
la única manera de regularizar la posesión de los habitantes pobres de las
áreas urbanas surgidas en tierras ejidales o comunales, era a partir de una
expropiación" (Azuela, Herrera y Saavedra, 2009: 16-17).12
En el periodo posrevolucionario y en el contexto de la Reforma Agraria,
en los años veinte, se dota al pueblo de tierras ejidales pertenecientes a la
Hacienda de San Antonio Coapa. En esta misma década (1929), al consti-
tuirse las delegaciones políticas del Distrito Federal y sus nuevas delimita-
ciones geográficas que conservan hasta la actualidad, una porción del terri-
torio del pueblo de Culhuacán es incorporada a la Delegación Iztapalapa y la
otra, de menor escala a la Delegación Coyoacán.13 En el marco de este pro-
ceso y aun predominando en el territorio una clara distinción entre lo rural
y lo urbano, la lucha previa de los culhuacanenses se plantea ante el gobier-
no como demanda de restitución de las tierras que previamente tomaron las
haciendas. El proceso, iniciado en 1918, implicó la validación de los títulos
de propiedad de los demandantes, algunos de los cuales se habían otorgado
desde la época colonial, sin embargo se ha señalado que esta demanda no
tuvo efectos debido a que no hubo comprobación legal. Ante esta situación,
se solicita la dotación de tierras, que fue aprobada en 1922 por una exten-
sión de "640 hectáreas, dieciocho áreas, setenta y un centiáreas de tierras
tomadas de la hacienda de San Antonio Coapa, propiedad de la señora María
12
Explica este autor que en virtud de que la ley declaraba "inexistentes" las ventas de di-
chas tierras, el gobierno tenía que expropiar para legalizar las ventas realizadas por los cam-
pesinos a los nuevos habitantes de sus tierras en las periferias urbanas.
"Proceso que inicia en 1928 con la presidencia de Plutarco Elias Calles y concluye en
1929 con Emilio Portes Gil como presidente y M. Puig Casauranc como regente de la capital
(Davis, 1999).
268 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
23
La división del pueblo en 1948 incluía nueve porciones ejidales que incluían el Parque
Nacional Cerro de la Estrella, establecido por decreto presidencial el 27 de julio de 1938,
afectando veintitrés parcelas. El 22 de mayo de 1950 por resolución presidencial (doc. 22) se
aprueba la división de los ejidos, publicada en el Diario Oficial el 29 de mayo de 1950 (doc. 8),
lo que implicó que el pago de predial fuera en forma separada por cada núcleo (doc. 68). Ar-
chivo General Agrario, Expediente 231.3/35, legajo 1 de 2.
24
Presidencia del Adolfo Ruiz Cortinez 1952-1958 y Ernesto P. Uruchurtu en la regencia
de la capital (Davis, 1999).
25
Se declara la expropiación de 162.70 metros cuadrados con el compromiso de pagar una
indemnización de 371.91 pesos. Decreto de expropiación, Diario Oficial, 30 de abril, 1956,
Archivo General Agrario, doc. 2 y 3.
26
En los inicios de los años sesenta se registran casos como la solicitud de expropiación a
favor de la Secretaría de Salubridad y Asistencia para la creación de un centro de salud
(1961).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 7 1
durante décadas, la propiedad de los núcleos era notoriamente débil; era una
forma de propiedad (una modalidad, según el lenguaje de la Constitución mexi-
cana) caracterizada por la subordinación política; la relativa facilidad con la que
los núcleos eran expropiados y mal indemnizados para dar paso a obras públicas
era parte de esa relación. No obstante, eso ha cambiado radicalmente en las úl-
timas décadas (Azuela et. al, 2009).28
27
Los decretos expropiatorios fueron firmados por el entonces presidente Gustavo Díaz
Ordaz (1964-1970) y por Uruchurtu, Jefe del Departamento del Distrito Federal. Se realiza
para la creación de un "núcleo de población formado por habitaciones populares, escuelas,
mercados, campos deportivos, edificios públicos, albergues infantiles, un hospital infantil, un
asilo para ancianos, calles, parques, jardines y servicios públicos" (ASFC).
28
Antonio Azuela et. al, (2009), al referirse a la capacidad de los núcleos ejidales, propie-
tarios de tierras, de resistir las expropiaciones promovidas desde el gobierno federal explica
que "Durante las décadas en que el autoritarismo mexicano se combinaba con "políticas de
desarrollo" (en particular las relacionadas con las grandes infraestructuras) las expropiaciones
afectaban mayoritariamente a los núcleos agrarios".
272 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
29
Las demandas en cada núcleo fueron las siguientes: en Los Reyes, la ampliación de la
Zona Urbana Ejidal (ZUE); en San Andrés la formación de una ZUE en terrenos expropiados
además de lotes de 500 m2 y la indemnización de los terrenos expropiados por la Secretaría
de Obras Públicas para construcción de la carretera México-Tulyehualco, demanda comparti-
da por San Francisco y Culhuacán. San Antonio solicitó la formación de una ZUE y San Fran-
cisco demandó lotes para los ejidatarios de 500 m2 y de 200m2 para sus hijos, y, Culhuacán
además de la indemnización demandó la creación de una ZUE y casas para los ejidatarios,
(does. 25-29, del 3 de diciembre de 1966 y 16 de abril de 1967). En el caso de la Hidroeléctri-
ca, se expropian 2.47 hectáreas con una indemnización de 86,450 pesos (doc 11, Diario Ofi-
cial, sábado 23 de enero, 1969). Documentos firmados por el Comisariado Ejidad y las fami-
lias firmantes, Perez, Galicia, Rosas, Salas, Salvador, García, Luna, de la Rosa, Castillo
Linares, Peña, Nava, Damián, Lagunas, Salinas, Domínguez, Pasten, Rodríguez, Cacho, Ro-
cha y Martínez, entre otras (Archivo General Agrario, espediente 272.2/35 legajo 1 de 2).
30
Se reporta una superficie expropiada de 2.47 hectáreas con una indemnización de 86,450
pesos. Publicación en el Diario Oficial, sábado 23 de enero de 1969. Ibidtm., legajo 1.
31
Presidencia de Luis Echeverría Alvarez 1970-1976, y de Alfonso Martínez Domínguez
(1970-1971| y Octavio Sentíes (1971-1976) en la regencia de la capital (Davis, 1999).
32
En el caso del centro de salud, la superficie afecada fue de 7,200 m2. En el segundo caso,
de los hornos se argumenta que se construyeron sin consentimiento del Comisariado Ejidal.
7 de julio, 1966, does. 16-18, Archivo General Agrario, expediente 271.2/35, legajo 1 de 2.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 7 3
nización en 60 por ciento para los ejidatarios y el 40 por ciento para los
propietarios de los hornos.33
Es importante mencionar que, de acuerdo a la información consultada
en el Archivo General Agrario y a testimonios de los habitantes, posterior a
las expropiaciones y paralelo a procesos de compra-venta de suelo, resurgie-
ron en la década de los setenta diversas quejas y solicitudes ante las institu-
ciones para: obtener constancias de propiedad; conocer si los terrenos se si-
tuaban o no en la zona ejidal con intenciones de venderlos; dar solución a
problemas de tierras relacionadas con límites y linderos, o con invasiones y
violencia contra los habitantes de Culhuacán, o bien, con derechos de ave-
cindados por despojos causados por no pagar las cuotas a líderes, entre otras
cuestiones.
Al finalizar la década de 1970 y comenzar los años ochentas,34 la conflicti-
vidad no resuelta en el caso de Culhuacán, se expresó entre otras cuestiones,
en la solicitud de los ejidatarios al delegado agrario en el Distrito Federal de la
extinción legal de los núcleos ejididales de Culhuacán (26 de agosto de 1983)
con el argumento de que no existen más tierras cultivables.35 La solicitud se
negó argumentando que los demandantes carecían de facultades para deman-
dar la extinción de los ejidos, y se pone en duda que se trate de una decisión
del pueblo a través de una asamblea. Continúan en esta década las quejas por
falta de pago de las expropiaciones y solicitudes de amparo (agosto de 1986)
por el Comisariado Ejidal de San Francisco ante el Juzgado de Distrito en Ma-
teria Agraria y de aclaraciones del barrio de San Antonio (enero de 1987) por
las expropiaciones de 1965.36 Estas cuestiones aluden tanto a la falta de certe-
za de diversos miembros de la comunidad de Culhuacán ante los cambios
ocurridos, asociados a la ambigüedad del régimen agrario, así como al reclamo
por la reivindicación de derechos sociales y patrimoniales. Un habitante origi-
33
Informes sobre la situación de los hornos de tabique, 2 de febrero y 4 de mayo de 1967.
El 28 de febrero en Acta del Comisariado Ejidal se establece que se pagó 40 por ciento a los
dueños de los hornos y que los horneros se obligan a desocupar el ejido al recibir la indemni-
zación. Firman el Comisariado Ejidal, Isaías Flores, presidente Isaías Silva Fragoso, secreta-
rio, y, por los representantes de los horneros, Juan Flores Mendoza, Marcelino Castro, José
Luna Peña y Maximino Benitez. Archivo General Agrario.
34
Presidencia de J. López Portillo 1976-1982 y de C. Hank González en la regencia de la
capital (Davis, 1999).
35
Presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado 1982-1988, y de Ramón Aguirre Velásquez
en la regencia de la capital [ídem).
36
Archivo General Agrario, expediente núm. 272.2/35, legajo 1 y 2. Documentos 239,
241-245.
274 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
... en casi todos los casos han sido los mismos miembros de los núcleos quienes
han vendido su tierra a los pobres urbanos (o a algún intermediario) y a pesar de
que la ley definía esa práctica como un delito, jamás fue perseguida por las au-
toridades. Así, unas ventas que la ley declara "inexistentes" (pero que han sido
toleradas a cambio del apoyo político de las organizaciones campesinas) han
sido sistemáticamente legalizadas a través de la CORETT, que es el organismo
que ha llevado a cabo el programa de regularización urbana más duradero del
mundo (Azuela y Cancino, 2007).
La ficción legal de la inexistencia de las ventas hechas por los campesinos adqui-
rió de ese modo una enorme eficacia, ya que hizo invisible el mercado ilegal de
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 7 5
37
Con ello, la expropiación ha dejado de ser un "acto de imperio"; al menos en apariencia,
se trata de una merma del poder de expropiar, que es uno de los elementos que definen la
soberanía en los Estados modernos (Azuela, 2007).
38
Se registran en estos años al menos tres expropiaciones en Culhuacán: la primera el 30
de septiembre de 1991 que aparece en el Diario Oficial, hace referencia a decreto previo de
expropiación en 1975 a favor del Departamento del Distrito Federal, legajo 6, documento 9.
La segunda, solicitada por la CORETT se publicó en la Gaceta Oficial del DDF el 29 de junio de
1992, legajo 5, documento 86. La tercera, publicada en el Diario Oficial el 17 de mayo de 1994,
legajo 6. Archivo General Agrario, expediente 272.2/35.
^Presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y como regente Manuel Camacho
Solís (1988-1993) (Davis, 1999).
""Decreto de Regularización publicado en el Diario Oficial, 13 de agosto de 1991. Archivo
General Agrario, 272.2/35 legajo 5, pp. 34-35.
276 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
41
E1 informe del historial agrario del ejido señala entre otras cuestiones que se ha expropiado
una superficie que excede a la concedida. 26 de octubre, 1994, Ibidem., legajo 2, documento
131.
42
Asamblea Informativa, 14 de diciembre, 1994, Ibidem, legajo 2, documento 133.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 7 7
43
"Les abren espacio a más muertos", nota de Alberto Cuenca en el periódico El Univer-
sal, 2 de noviembre, 2008.
44
Entrega el GDF lotes a pueblos nahuas para que amplíen panteón. Nota de i^ngel Bola-
ños y Josefina Quintero, en La ¡ornada, domingo 2 de noviembre, 2008. La noticia publicada
en distintos medios de comunicación habla del terreno de propiedad federal, sin embargo,
testimonios recabados para este estudio afirman que se trata de propiedad privada.
45
Una parte importante de la información presentada en este apartado se desarrolló con base
en el documento de trabajo proporcionado para este proyecto, por el OCIM-SIG-UAM-I, 2009.
46
De acuerdo con los Programas de Desarrollo Urbano de Coyoacán e Iztapalapa, 1997.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 7 9
Magdalena, San Juan Culhuacán, Santa Ana Culhuacán y San Francisco Cul-
huacán. A éstos se agregan las zonas urbanas ejidales de Santa. María y San
Andrés Tomatlán, Estrella Culhuacán y una parte del ex ejido de San Francisco.
En estos años se edifican en los ejidos de Culhuacán las unidades habitacionales
Culhuacán sección I, II y y el STUNAM. La superficie ocupada en esta etapa es de
373.11 hectáreas., de las que el 59.02 por ciento corresponde a colonias popula-
res, con características elevada densidad, escasos espacios arbolados, con predo-
minio de color gris, no obstante que se observan algunos techos de color. En
esta zona de colonias populares, los lotes oscilan de 110.05 a 280.43 metros
cuadrados, el ancho de las calles varía de 5 a 6.7 metros y el de las avenidas al-
canza 9.14 metros. 19.3 por ciento corresponde a unidades habitacionales y
1.93 por ciento a unidades habitacionales de densidad media. Es notable que el
11.2 por ciento de la superficie ocupada por vivienda residencial media, presen-
ta menor densidad, traza irregular y lotes más grandes que los de las colonias
populares, con superficies de 200 a 350, incluso hasta 516 metros cuadrados en
construcciones altas que podrían ser edificios departamentales.
En esta zona de vivienda media se identifica una porción del espacio patri-
monial de Culhuacán, en los barrios de San Juan, Santa Ana y San Francisco,
donde se ubica el panteón y la capilla de Santa Ana. Los asentamientos irregu-
lares surgidos en la franja del Canal Nacional en la Cuchilla de La Magdalena
representan 0.35 por ciento. Estos asentamientos albergan alrededor de ochen-
ta familias, colindan con conjuntos habitacionales y equipamiento urbano.47
Los conjuntos habitacionales edificados en esta zona presentan características
homogéneas en su interior, de traza reticular y con zonas de estacionamiento
y áreas compartidas. En la forma y perfil de estos conjuntos se distingue por
un lado edificios en línea sin áreas verdes. Por otro, edificios paralelos articu-
lados por un cubo para las escaleras o donde se ubica la bomba de agua, con
escasos espacios verdes o arbolados (OCIM, 2009).
Hay que subrayar que este tipo de crecimiento popular estuvo influido
por la concepción que orientó la formación de la delegación Iztapalapa como
un espacio para asentamientos populares. La superficie restante está desti-
nada a equipamiento urbano y representa 8.1 por ciento. Se distingue en
esta zona, la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Electrónica (ESIME)
que se ubica en el suroriente con una extensión de 25.51 hectáreas, y al nor-
te una planta de tratamiento de agua en el barrio de La Magdalena. Para
1970, la década de mayor crecimiento urbano, predomina la propiedad pri-
47
El Programa de Desarrollo Urbano de Iztapalapa los reconoce como asentamientos
irregulares.
280 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
48
Cifras obtenidas de Conteo de Población, INEGI, IRIS-SCINCE por AGEB- 2008 y de OCIM-
SIG-UAM-A, 2009, Osear Cruz, 2010.
282 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
Iztapalapa Coyoacán
Población 52,108 hab. Población 24,543 hab.
Culhuacán San Francisco
Los Reyes La Magdalena
San Antonio Santa Ana
Tula San Juan
San Simón
Santa María Tomatlán
San Andrés Tomatlán
49
Entre las colonias destacan Valle del Sur, Estrella del Sur, El Mirador, Fuego Nuevo,
Doce de Diciembre, ex ejido San Francisco, Ampliación San Francisco y Valle de las Luces I,
II y III. Y, las Unidades Habitacionales Valle de las Luces, San Marcos, Zona Urbana Ejidal
(ZUE| Estrella Culhuacán, Zona Urbana Ejidal (ZUE) Los Reyes, Zona Urbana Ejidal |ZUE)
Santa María Tomatlán, CTM Culhuacán secciones de la I a la X-A, CROC VI, STUNAM, Canal
Nacional, INFONAVIT piloto V IRIS-SCINCE, 2008 y OCIM-SIG-UAM-A, 2009.
50
Véase Monografía de Culhuacán, Osear. Cruz, 2010.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 8 3
51
Programas delegacionales de Coyoacán e Iztapalapa (1998); OCIM-SIG-UAM-A, 2009;
2000.
284 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
EL ESPACIO-TIEMPO CONTEMPORÁNEO
52
De acuerdo con Gustavo Garza (2000), la ciudad de México forma parte de un subsis-
tema urbano que incluye las 16 delegaciones del Distrito Federal, 40 municipios del Estado
de México, uno de Hidalgo, 22 de Puebla-Tlaxcala, seis de Toluca, seis de Cuernavaca, Mo-
relos y dos de Pachuca, Hidalgo. Esta mega-ciudad, está estructurada a través de un com-
plejo entramado de lugares, de redes sociales, de interacciones y de actividades locales, re-
gionales y mundiales.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 8 5
53
Las cifras presentadas en este apartado fueron obtenidas del Censo General de Población y
Vivienda, 2000 y Conteo de Población, 2005, IRIS-SCINCE por AGEB, 2008; y Monografía de Culhuacán,
Osear Cruz, 2010.
286 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
Fuente: INEGI, Censo General de Población y Vivienda, 2000, y Conteo de Población, 2005. OCIM-UAM.
54
Superficie estimada para la ZMCM. Comprende la población del Distrito Federal de 40
municipios del Estado de México y uno de Hidalgo. La proyección que contempla 58 munici-
pios presenta una cifra de 18,652 habitantes para el mismo año. Gustavo Garza, 2000.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 287
Coyoacán. Iztapalapa
Población total: 640,423 habs. Población Total: 1,773,343 habs.
Por Por
Grado de marginación UUTS Población ciento UUTS Población ciento
Fuente: Sistema de Información Económica, Geográfica y Estadística, SIEGE, Secretaría de Desarrollo Econó-
mico, D.F, 2003, en: http:/Avww.siege.df.gob.mx/geografico/delegaciones.html Fecha de consulta: 22 de julio
de 2010.
Cuadro 4 (Continuación)
Fuente: Elaboración propia con base en el Sistema de Información Económica, Geográfica y Estadística, SIEGE,
Secretaría de Desarrollo Económico, D.F, 2003, en: http://www.siege.df.gob.mx/geografico/delegaciones.html
Fecha de consulta: 22 de julio de 2010.
Gráfica 1. Culhuacán
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 8 9
años abarcan 27 por ciento mientras los adultos mayores de 50 años poco
más de 12 por ciento (gráfica 1).55
Observamos también, que la proporción de población económicamente
activa (PEA), representa 54.34 por ciento predominando las actividades en el
sector terciario que ocupan a poco más de la mitad de esta población. Es
notable de una parte, el predominio de personas con ingresos muy bajos re-
gistrándose un 42 por ciento que percibe de uno hasta dos salarios mínimos,
mientras 10 por ciento percibe menos de uno. Y 34 por ciento se sitúa en
niveles salariales de dos a cinco salarios mínimos. Salta a la vista que las
mujeres representan 71 por ciento de la población analfabeta, en contraste
con 29 por ciento de hombres en 2005, no obstante que el analfabetismo se
reduce significativamente en el mismo periodo (Cruz, 2010). Estos indicado-
res ilustran en forma muy esquemática la desigualdad social y de género que
distingue a la vida urbana en el pueblo de San Francisco Culhuacán.
55
Para el 2005 se observa una tendencia a la disminución de la población infantil y joven
(0-34 años) en los barrios de las dos delegaciones, pero es mayor en Coyoacán donde se regis-
tra un decremento de aproximadamente 10 por ciento.
290 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
56
A1 considerar al convento como la primera escuela de lenguas de la Nueva
España, Gorbea supone, pero dice no poder comprobarlo, que incluso Fray Bernardi-
no de Sahagún, tuvo una enstancia, durante la cual enseñó en este convento. Ade-
CULHUACÁN, IZTAPAIAPA Y COYOACÁN • 2 9 3
5 de mayo sale de avenida Taxqueña [...] donde está ubicada la iglesia de San
Francisco [...] ahí se encuentran varias banditas que se traen riña y cuando hay
fiesta y se realiza un baile pues ahí se realizan hasta los golpes. Pues ora que sí
que es como todo [... ] pues es que es el Barrio de San Francisco, y no es por los que
van, pero hay mucha delincuencia, mucha drogadicción, todo eso [...] Pues [...]
ora sí que los chavos no se meten con los mismos del barrio, ora sí que respetan
lo que es San Francisco (29-05-2010).
Algunos barrios cuentan con una pequeña plazuela donde celebran sus festivi-
dades o diversos eventos. El ex convento ahora es el principal centro de reunión
donde se realizan espectáculos cada domingo (A.R. 14-02-2008).
... efectivamente, algunos maleantes han tomado estas calles poco transitadas
para cometer actos ilícitos, y algunos vecinos para depositar sus bolsas de basu-
más este autor fecha así la trayectoria del convento: la edificación fue iniciada en
1562, terminada antes de 1569 y ampliada hacia 1576. La iglesia actual del ex-con-
vento se construyó entre 1880 y 1897 (Gorbea, 1959: 10).
294 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
ra que después los perros sin dueño se encargan de esparcir dando una imagen
de calle sucia, pese a que diariamente el barrendero la recoge [Ibidem, 2008).
... son comidas familiares, venimos aquí al mercado, los domingos se pone el
tianguis y venimos todos a comprar.. .o pasamos aquí al convento un rato.. .ten-
go amigos pero casi no me dejan salir...solo platico con ellos por teléfono o por
la computadora...(N.V 30-V-2010)
Los problemas de seguridad pública han generado miedo hacia la calle por
parte de jóvenes y adultos, quienes en diversos testimonios hablan de calles
identificadas como puntos problemáticos debido a las condiciones físicas de
las banquetas donde camina la gente, por la falta de iluminación o por la pre-
sencia de personas con problemas de alcoholismo o de consumo de drogas,
... no salgo mucho y no salgo sola [...] por ejemplo, la calle de Benito Juárez
está muy sola, entonces me dicen "si ves a algún señor te pasas del otro lado o
tipos drogándose, ahí con la mona o lo que sea, te pasas del otro lado. Siento que
hay que andarse cuidando de la gente..." [Ibidem, 30-05-2010).
Es una sola calle, ni banquetas hay, por ejemplo donde vivimos nosotros [...] no
hay banquetas [...] no hay plaza ni nada (J.S., 3-04-2008).
Se arregló para paseo, lo inauguraron con una canoa [...] la gente comenzó a ir
a caminar pero se fue deteriorando, con basura, por tanto hay ratas. Hay gente
que se droga o se emborracha. Asaltan... (E.S. 6-07-2008).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 9 5
... conocí el Canal Nacional en su fase principal [... Jcuando había mucho árbol,
mucha vegetación, mucha fauna, desgraciadamente se dejó caer. Ahora un gru-
po de vecinos nativos de aquí de Culhuacán, estamos tratando de que el canal
no se nos pierda. El tramo que nos corresponde, si ustedes lo ven, siempre está
limpiecito, es a base del trabajo de los vecinos. Los que estamos jubilados, por
ejemplo yo, tenemos el tiempo suficiente, los jóvenes que trabajan, vienen el
sábado o domingo y nos ayudan...(B.R. 29-05-2010).
Lo que hace falta al canal es limpiarlo, ya sea el lirio o de, igualmente, el pasto,
las plantas, porque le digo, cuando lo inauguraron pues se veía bien bonito,
arregladito, el pastito bien cortadito y todo alumbrado, bien, lo que es estar bien
arreglado, pero ahorita hay muchas lámparas fundidas, se ve muy oscuro
(M.A.R. 1-06-2010).
... y no crea, que otra vez se nos volvieron a morir, ya no tenemos ni uno otra vez y
ya los enterramos, yo la semana pasada vine a enterrar los únicos cinco que queda-
ban. Pero es raro, nada más se pone así muy triste, se deja flotar en el agua y ahí se
queda. Y de aquel lado está bien sucio y ahí hay patos, fíjese [...] Los gansos que ven
ustedes allá son de nosotros, los tuvimos que mandar para allá porque aquí estaban
muriendo [...] es raro que nada más en esta parte ser nos mueran [...] no está lim-
pio, nada más vean. Ahorita hay mucha carpa... (B.R. 29-05-2010).
296 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
si usted ve allá a los señores de los micros, ya agarraron como base, aquel era un
jardín y ya se lo echaron y nadie les pone un hasta aquí eh [...] ya no dejan ni
pasar... (B.R. 29-05-2010).
antes cada quien tomaba un lugarcito y luego se regularizaba [...] ahora se satu-
ró, no se puede caminar como antes, hay problemas de irregularidad de tumbas
...(E.S. 6-07-2008).57
"Testimonio de una adulta joven (35 años), ex residente del barrio de Tula. Regresa los
fines de semana a visitar a su familia originaria del lugar, es co-propietaria de la casa de
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 9 7
Hace algunos años todos los habitantes de los barrios nos conocíamos, o lo
identificábamos de dónde era o de qué familia procedía por su apellido, ahora
con tanta gente es imposible (A.R., 5-07-2008).
los padres que siempre ha tenido modificaciones para construir vivienda para los hijos. Es
enfermera del IMSS y residente de la delegación Cuauhtemoc.
298 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
esta festividad es la más grande de todos los barrios de Culhuacán, todos los
barrios vienen a festejar al Señor del Calvario y como le digo, es la fe lo que nos mue-
ve a nosotros, queremos mucho al Señor del Calvario y pues aquí estamos
(M.A.R., Io- 06-2010).
58
Cruza la plaza Leona Vicario, recorre la calle 15 de septiembre, atraviesa la avenida
Tláhuac hacia el puente vial, caminando sobre éste por un costado, y permitiendo la circula-
ción de los automóviles por el otro, con el apoyo de cuida-coches locales que reorientan el
flujo vehicular con una banderilla roja.
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 2 9 9
lo realizan ahora si que las cabezas más antiguas, que ya tienen varios años en
esto, ellos son los que ya tienen sus patrones. El costo de la portada, realizarla
desde el armado del bastidor hasta ya tenerla presentada es de alrededor de unos
80,000 pesos, más o menos, nada más en gastos de portada. Es una cooperación
de todo el grupo.
por estas fechas es la fiesta y generalmente se pone la feria en esta calle, creo que
es Morelos [...] y esta vez no hubo juegos [...] la gente se unió para no permitirlos
porque obstruyen las calles para el paso de la gente que vive allá en Valle de las
Luces, creo que se llama así [...] los chavos se drogaban y nada más venían a eso
[...] hay un montón de puestos que vendían cervezas...la gente se unió para un
buen fin común [...] tenemos las fiestas ya más tranquilas (N.V 30-V-2010).
se podría decir que el mayordomo mayor es el que lleva la batuta de los mayor-
domos de cada barrio [...] de la comida o de las cosas que se van a hacer aquí
en la parroquia para las festividades, pues es el que tiene la última palabra...
(M.A.R., 3-06-2010).
... tenemos que ir viendo, primero, nuestra aportación [... ] cuánto vamos a
aportar para pues la comida, los refrescos, todo lo que se va a hacer. Igualmente
pues tenemos que prepararnos desde antes para tener la parroquia en buenas
condiciones, pintarla, este, hacerle su remodelación para que se vea bien ¿no?
para que se vea presentable (M.A.R.,l°-06-2010).
Durante la fiesta, cada día inicia a las ocho de la mañana con la llegada
del barrio que corresponde con la imagen de la parroquia. Los recibe el ma-
yordomo mayor y los mayordomos de la capilla,
... vienen los barrios que les toca hacer la festividad con sus imágenes, nosotros
pues los invitamos a que pasen aquí al terreno de la parte de atrás de la parro-
quia para que se tomen un café y tamales o lo que les invitemos ¿no? Y, en la
tarde del domingo vienen, les llamamos vísperas del barrio que le toca el lunes
[...] el barrio de Los Reyes, traen nosotros le llamamos "el mayorcito" a una
imagen que va a todos los barrios y se la llevan para que otro día por la mañana
también vengan a darle las mañanitas al señor del Calvario [...] sigue la comida,
y por la noche la quema de castillo (M.A.R., Io- 06-2010).
... en la noche va a ser la quema del castillo, del barrio de Culhuacán [...] luego hay
como piques de los barrios a ver quién quema el castillo más grande y más bonito.
Antes de la fiesta nos vienen a ver para pedirnos de favor que les prestemos las ins-
talaciones y la magnitud de su castillo yo pienso ahora que va a ser el más grande
porque va a poner hasta luces alrededor de la parroquia... (M.A.R., 1-06-2010).
que tronara, fue cuando apareció el Señor del Calvario eh, y entonces la fiesta
es: la Santísima Trinidad, que es domingo y el martes, que es cuando encontra-
ron al Señor del Calvario (M.L.M, 1-06-2010).
De acuerdo con este testimonio, el terreno para la capilla fue cedido por
un vecino del lugar y todo el pueblo cooperó para la edificación, de aquí que
corresponde un día de celebración a cada barrio, que organizan los mayordo-
mos con la secuencia siguiente:
Es la capilla más importante que tiene Culhuacán, su imagen del Santo Entierro
ha sido venerada desde el siglo xvi por todos los culhuacanenses y los pueblos
vecinos, principalmente Xochimilco y Tlálpan (Rojas, 2007: 54).
La fiesta del martes Io de junio del 2010 finalizó el día con la quema de un
castillo espectacular en la plaza Leona Vicario, que se transformó en un espacio
de celebración del pueblo, con una concurrencia masiva que reunió a grupos
sociales locales y translocales diversos en edad y género. Los vecinos que habitan
en torno a esta plaza se reunieron en las azoteas con sus familias a observar la
parroquia üurninada y el espectáculo de pirotecnia que cubrió el cielo de colores
que caían sobre la mirada de la multitud, y no obstante la proximidad, transcurrió
sin incidentes ante el asombro y disfrute de todos los participantes. Al comentar
acerca del gusto por la fiesta que se celebra afuera de su casa, nos dice,
302 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
Mire, me gusta, pero a la vez la detesto, porque me ponen los castillos aquí en-
frente. Yo nunca los gozo, los castillos, porque tengo que estar pendiente. El año
pasado llegaron los cuetes hasta acá, me rompieron la instalación de la lavadora
y por ese motivo es que no, ponen las bombas ahí, que es lo que no quisiera yo
abajo del castillo ponen las bombas (M.L.M, 1-06-2010).
Entre los jóvenes que asisten a la fiesta se encuentran los que participan
organizando y bailando en la comparsa, para quienes participar en este evento
es significado de unión y en esta fiesta fueron convocados para bailar atrás de
la portada de San Francisco. Cuentan algunos de estos jóvenes que les gusta la
fiesta, el castillo, la comida y el baile, socializan toda la semana en grupo, in-
vitan a amigos que no son del pueblo, pero no participan en la organización.
Para estos jóvenes, hijos de quienes son o han sido mayordomos, "la experien-
cia [...] la tienen los padres, nosotros no, casi no". Afirman que "les llama la
atención ser mayordomos" pero no en esta etapa en la que participan poco en
los rituales religiosos, desconocen al Culhuacán prehispánico, saben de los
ejidos y de aquellas actividades agropecuarias de los padres y abuelos, pero no
conocen la experiencia de las expropiaciones. Conocen los barrios y las calles
pero no perciben problemas relevantes en éstos. Asisten a la fiesta por diver-
sión y entretenimiento otros grupos de jóvenes locales y translocales que
mantienen una relación marginal con la comunidad local organizada.
En la fiesta y en su organización también participan aquellos habitantes
que se han integrado a las familias originarias a través del matrimonio con
descendientes, estableciendo lazos de parentesco y relaciones de pertenencia
con el lugar. Este es el caso de hijos (as) de migrantes de otros estados, como
Oaxaca, Puebla o Zacatecas, que se establecieron hace aproximadamente
cinco décadas en barrios y colonias aledañas. El testimonio de una de las
participantes dice lo siguiente,
cina instalada en el atrio de la capilla. Entre los platillos se distinguen los tacos
de guacamole, los tamales de frijol y de pescado (miztlapique), los chilaquiles,
las enchiladas de mole, el mole de olla y arroz. El agua de jamaica, el café y el
pan de dulce complementan los alimentos. Una madre de familia casada con
un oriundo de Culhuacán, habla del papel de las mujeres "primordialmente
en el trabajo de cocina" en las fiestas organizadas por las mayordomías,
Fecha Lugar
Peregrinaciones, Culhuacán
Fecha Lugar
Mire, ser mayordomo es la fe, la fe nuestra hacia el Señor del Calvario [...] invo-
lucramos a toda la familia porque en nuestro barrio nos corresponde andar con
una demandita ¿no sé si sepa usted qué es una demandita? (M.A.R., 3-06-
2010).
Cada mayordomo de cada barrio, visita a los vecinos con una represen-
tación en pequeña escala del Señor del Calvario, conocida como demandita,
que es
una réplica del Señor del Calvario pero en pequeño, y andamos en todo el barrio
cada semana, ya sea sábado o domingo para el mantenimiento de aquí de la
iglesia [...] se podría decir que el mayordomo mayor es el que lleva la batuta de
los mayordomos de cada barrio, [...]de la comida o de las cosas que se van a
hacer aquí en la parroquia para las festividades pues es el que tiene la última
palabra... (M.A.R., 3-06-2010).
mi esposa también anda aquí conmigo, mis hijas también se involucran, bueno,
involucramos a toda la familia [...] mucha gente ha sido solidaria con nosotros,
mucha gente nos acompañó en los momentos difíciles que nosotros vivimos e
igualmente este, la mayordomía pues nos sirve ¿no? Le digo, es la fe de nosotros con
el Señor del Calvario, que igual yo andaba muy deprimido por esta pérdida y no sé,
me quise refugiar aquí con el Señor del Calvario y pues aquí estamos, estamos ha-
ciendo la mayordomía lo mejor que se pueda... (M.A.R., 3 de junio de 2010).
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 3 0 7
pues para mí es algo muy hermoso, algo que no lo vas a volver a vivir [...] impli-
ca tener mucha responsabilidad hacia la imagen. Nosotros somos representan-
tes de cada pueblo, de cada barrio [...] lo que me gusta es que la gente es muy
amable [...] nos dan un donativo de cinco, diez, quince pesos, de a cincuenta
centavos, un peso, todo para la manutención aquí de la iglesia, es para pagar
agua, predio [...] todo lo que se requiere [...] esa es nuestra labor como mayor-
domos (RC.A.I, 09-02-2008).
vemos que quieren vender parte de ese patrimonio que todavía es el deportivo.
No estamos en contra de que lo vendan, que lo vendan, pero al gobierno, para
que sea parte de la comunidad (CE 3-06-2010).
Hemos solicitado [una audiencia] con el jefe de gobierno, pero nos dicen que
ellos están en veremos y la delegación igual, lo están estudiando [...] No sé qué es-
tudian, porque hay una línea dorada que nos está rozando, hay un deportivo que
va a ser un centro comercial, es atroz, son 12,500 metros que puede ser refores-
tado con plantas originales y ya lo metimos a mejoramiento barrial para que se
rehabilite, para que sea el lugar de esparcimiento de nuestras familias (CE 3-
06-2010).
con una arquitectura como la de este espacio, que es muy antiguo y que se reha-
bilite el centro deportivo con una cancha empastada, con buenas gradas, con
espacios para los pequeños. Lo que queremos es que mejoramiento barrial se
meta, pero con una buena propuesta de un arco para los barrios, con una arqui-
tectura como la del ex convento (C.P. 3-06-2010).
¡nos confunden con la unidad CTM! No somos unidad, somos un pueblo prehis-
pánico, pero no tenemos algo que diga "Pueblo de Culhuacán", "Barrio de Los
Reyes", "Barrio de San Simón" (C.P. 3-06-2010).
y vemos que a nivel internacional la norma 169 protege estos usos y costumbres y
tradiciones, los fomenta o, vamos, es una riqueza que todavía otros países los
conservan y la motiva, pero aquí no [...] otras [...]organizaciones civiles tienen
más apoyos, hasta económicos o de vivienda. Es lo que vemos, que nosotros que
somos de aquí, que somos originarios, que no nos hemos movido de aquí duran-
te siglos, porque nuestras tierras no las vendemos, las heredamos. Las que con-
servamos vienen decretos presidenciales y las expropian, para qué, para hacer
unidades habitacionales como la Unidad CTM que todavía hasta la actualidad se
les deben a los ejidatarios (C.P. 3-06-2010).
... lo primero es consensar con los vecinos y después llevar a cabo una buena
rehabilitación de esos espacios [...] lo que nosotros hemos hecho es, a partir de
las cosas culturales, enlazarnos con diferentes organizaciones o vecinos para ver
cómo podemos hacer un frente común contra este avasalle del sistema, o de la
mancha urbana que crece día con día [...] nos ponemos de acuerdo para decir
¿tienes alguna mesa de trabajo en el gobierno para que nos invites a participar?
(C.P. 3-06-2010).
Aquí en Culhuacán, bueno, desgraciadamente los problemas que hay pues son
ahorita las obras del metro. Creo yo que nos afectaron, nos afectan mucho por-
que nuestro pueblo, éste es el centro de los ocho barrios, vamos a llamarlo así
aunque no sean lineales exactamente un círculo, pero este es el centro de ocho
barrios que ya quedaron divididos en un inicio por el eje, posteriormente por el
puente, en lo sucesivo por el metro. Entonces se va fraccionando. La gente que
venía, que acostumbraba venir por las fiestas eran colas de gente, calles cerradas
por la gente, no se podía pasar (E.F., 3-05-2010).
haya un contubernio ¿no? [...] es una línea que están haciendo y que va para
adelante, aunque sabemos que el objetivo es Tláhuac, para urbanizarlo como se
urbanizó Culhuacán hace tiempo (CE 3-06-2010).
Culhuacán no es una zona violenta, pero [...]a últimas fechas, se oyen balazos
en la madrugada, cosa que no se oía, o sea a lo mejor antes [...] y de un año
para acá, se escuchan ráfagas, se escuchan balazos, se pone medio tenso el am-
biente. Se ha dado el robo de infantes en esta zona [...] ¿encarcelamiento como
tal?, pues a los raterillos de la zona, pero en cuestión de secuestros o de desapa-
recidos, que yo sepa, no (E.F., 3-05-2010).
Hay reuniones vecinales en las cuales procuramos exponer ese tipo de temas.
Conocemos, más bien, ubicamos a nuestras personas, digamos a nuestros borra-
chitos de cajón, a nuestros muchachitos adictos, ya de cajón. Es gente que no se
involucra en pleitos ni nada, nada más ellos andan en sus cosas. Pero procura-
mos que por lo menos las áreas estén limpias, que no tengan basura, que por lo
menos, si ya sabemos que tenemos ese tipo de problemas, que no tenemos nin-
guna injerencia en ellos [...] que eso a lo mejor, en algún momento, detone en
ellos de que "pues ya no lo voy a hacer aquí, mejor me voy a otro lugar". Algo
debe de aportar ¿no? (E.F., 3-05-2010).
lencia por intentos de algunos vecinos de impartir justicia por propia mano,
al desalojar a golpes a estos jóvenes, algunos de los cuales recurrentemente
dejan marcas de graffiti en bancas, puentes y bardas,
pues la drogadicción aquí en Culhuacán es una situación muy severa [...] aquí
se vende, se compra, los chicos muy pequeños empiezan con "el activo". Enton-
ces son problemas realmente difíciles, pero yo creo que así como que una solu-
ción no es algo que sea tan fácil [...] aparte del activo pues marihuana, cocaína,
piedra, todo ese tipo de drogas, me imagino que hasta drogas sintéticas (E.F. 3-
06-2010).
A estos problemas se agregan otros que tienen que ver con la obstrucción
de las rutas peatonales, banquetas y calles por el comercio formal e informal
o por empresas de transporte. Este es el caso del paradero de microbuses que
obstruyen el paso en una esquina del canal y ocupan el jardín,
pues es que, la verdad es el medio ambiente que tienen ahí ellos, voy a hablarles
de San Francisco, que la verdad es un ambiente de pobreza, de mucha pobreza y
la verdad eso es lo que ha causado que sea un pueblo de muchos vicios y de corrup-
ciones, y de narcos que viven ahí también... no son proveedores de aquí, porque
aquí a la vuelta tenemos un grupito también de muchachos que se envician
pues, y ellos les traen el cómo se llama, el encargo y ellos se encargan de distri-
buirlo (R.M.C. 27-06-2010).
Entre los grupos que habitan en San Francisco, que no son originarios,
sino que migraron del campo a la ciudad cinco décadas atrás, se establecie-
ron en tierras del pueblo y se incorporaron a la vida social del lugar, sin em-
bargo, tienen una relación distante con las tradiciones locales; destaca el si-
guiente testimonio,
Yo tengo 50 años en este santo lugar. Soy voceadora. Lo hago con mucho gusto,
con mucha alegría, esta es mi vida. Tengo siete hijos, 23 nietos, 11 bisnietos [...]
nacida en Huajuapan de León, Oaxaca. Ahora radico en San Francisco, llegue de
24 años [...] y acabo de cumplir 75 [...] la calle antes era puro lodo [...] pura
tierra. En el pueblo puras nopaleras y ahora ya ha cambiado demasiado la colo-
nia. Sí, vi fincar a todas -las unidades habitacionales-. Todo todo, todo esto yo
lo vi fincar (E.G.O.3-06-2010).
REFLEXIÓN FINAL
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324 • PATRICIA RAMÍREZ KURI
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CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN • 325
INTRODUCCIÓN
San Pedro Tláhuac es uno de los siete pueblos asentados en lo que actual-
mente es la delegación Tláhuac, en la parte suroriental del Distrito Federal.
Al igual que los otros seis, forma parte de los numerosos pueblos que se es-
tablecieron y prosperaron en la cuenca de México a la orilla de los lagos, en
particular, en este caso, del lago de Chalco. San Pedro Tláhuac, conocido en sus
primeros tiempos como Cuitláhuac Ticic formaba una pequeña isla en el
seno de este lago, y es por ello un pueblo no sólo de origen prehispánico sino
un pueblo con una poderosa tradición lacustre.
Por su ubicación, San Pedro Tláhuac, ha formado parte por muchos años
de la extensa zona rural agrícola del valle de México e incluso de la misma
zona perteneciente al Distrito Federal. Esto le ha dado una de las peculiari-
dades que hasta hoy en buena medida conserva, que es su vocación agraria y
su vida campirana; se desarrolló como un pueblo sumamente ligado al tra-
bajo de la tierra y también como un asentamiento muy vinculado con el ci-
clo de la vida lacustre, con las actividades acuícolas, con su flora y su fauna.
Por la misma razón, es un pueblo que históricamente creció conservando
una dinámica de vida diferenciada de la de la ciudad. Esta misma razón hace
que se trate de un pueblo que posee también una importancia estratégica
para el desarrollo extenso y la sustentabilidad de la ciudad y del valle de
327
328 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Estas características han sido generales para la mayor parte de los pue-
blos de la actual Delegación de Tláhuac, de los cuales San Pedro es la cabe-
cera. Los otros pueblos son: San Andrés Mixquic, San Juan Ixtayopan, San
Nicolás Tetelco, Santa Catarina Yecahuizotl, San Francisco Tlaltenco y San-
tiago Zapotitlán. San Pedro colinda al norte con Tlaltenco, el Canal Revolu-
ción y la calle Riachuelo Serpentina, que divide el Ejido de Tláhuac del de
Tlaltenco; al sur con Tulyehualco, y el río Amecameca, ya desecado; al orien-
te con el Estado de México, el municipio de Valle de Chalco, y Mixquic, y al
occidente con Zapotitlán y San Luis Tlaxialtemalco, Xochimilco.
Los pueblos de Tláhuac crecieron siempre muy vinculados en cambio con
los pueblos de Xochimilco, e incluso durante algún tiempo éstos fueron parte
de la municipalidad de Xochimilco. La distancia y el relativo aislamiento con
respecto a la vida de la ciudad hicieron que los pueblos de Tláhuac, y en particular
San Pedro, lograran conservar por más tiempo sus costumbres, sus caracterís-
ticas propias y también sus actividades económicas. Las tierras de San Pedro
fueron, y algunas lo son aún muy propicias para la siembra de numerosos
productos y la cría de ganado y de animales de granja. La característica de que
San Pedro sea, incluso hoy, una zona chinampera le confirió un importante
lugar como sustento de la producción agrícola del sur del valle de México. Ac-
tualmente mantiene importantes extensiones de tierra con diferentes caracte-
rísticas, no todas propicias para la actividad agrícola: la chinampería, la ciéna-
ga, los humedales y la zona ejidal.
Otra característica de San Pedro Tláhuac ha sido la conservación por
muchos años de su población nativa; habiéndose registrado muy escasas
oleadas migratorias y siendo por tanto relativamente baja la población de
avecindados. Hasta décadas muy recientes se han desarrollado asentamien-
tos de fuereños y se han construido colonias ajenas a los barrios tradiciona-
les, donde habita la población originaria. Los barrios tradicionales son ocho
y se encuentran en el perímetro original del pueblo, mientras que las nuevas
colonias se han establecido hacia la parte norte, contigua a la ciudad de
México y al pueblo de Tlaltenco. Los barrios son La Asunción, San Mateo,
Santa Ana, La Guadalupe, San Andrés, Los Reyes, La Magdalena, San Juan
y San Miguel; mientras que las principales colonias son: La Habana, Santa
Cecilia, San Andrés, San José, Tierra y Libertad y Quiahuatla.
La población originaria ha crecido a un ritmo muy bajo y el pueblo se
mantiene con baja densidad demográfica. En estas circunstancias, a diferen-
cia de otros pueblos, éste es un poblado que mantiene básicamente las cos-
tumbres propias de la población nativa y prácticamente no presenta rasgos
de multiculturalidad étnica, es decir, asentamientos de grupos étnicos diver-
330 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Un paisaje que había permanecido casi sin cambios durante varios siglos -afir-
ma Tortolero- en el último tercio del siglo XIX observó por lo menos los siguien-
tes procesos: la introducción de ferrocarriles, la construcción de diques y obras
de irrigación de los ferrocarriles,- la apertura de dos grandes fábricas en la zona
(la papelera San Rafael y la textilera Miraflores); la tala de bosques para ser apro-
vechados como recurso en las industrias papelera y ferrocarrilera y para formar
nuevos asentamientos como los ranchos; la creación de compañías agrícolas, las
cuales introdujeron nuevos cultivos y nuevas técnicas... (Tortolero, 364)
Tetelco, por parte del Distrito Federal, y Huitzilzingo, Santa Catarina Ayotzingo,
Ayotla, Chalco, San Martín Xico, San Gregorio Cuautzingo, San Lorenzo
Chimalpa, San Lucas Amalinalco y San Martín Cuautlalpan, del Estado de
México (Beltrán, 1998: 11).
A pesar de los conflictos y contradicciones, una peculiaridad de Tláhuac
fue mantener a la población ligada de manera directa a la propiedad y al tra-
bajo de la tierra, lo que dio lugar a que convivieran dos modalidades distintas
del trabajo de la tierra y, también, al menos dos perfiles distintos de trabaja-
dores del campo: los campesinos originarios y los peones de la hacienda. En
estas circunstancias, el trabajo agrícola ha estado ligado siempre a la activi-
dad de sobrevivencia del pueblo, se ha sostenido como una vocación sustan-
tiva de la zona y ha formado una parte muy importante del sustento econó-
mico y cultural de la gente de San Pedro Tláhuac.
Durante el periodo revolucionario, la gente de la región estuvo ligada al
zapatismo, principalmente los pueblos de Chalco y Amecameca fueron parte
de la zona de influencia de esta tendencia revolucionaria. Los agravios acumu-
lados en relación a los hacendados y en particular a íñigo Noriega por los
procesos antes mencionados, constituyeron poderosos motivos que alenta-
ron a los campesinos y trabajadores de los pueblos a unirse a las fuerzas Za-
patistas, sobre todo tomando en cuenta que el empresario continuó expan-
diendo sus propiedades, explotando a los trabajadores de sus empresas y
usurpando terrenos y recursos hasta bien entrado el siglo xx, es decir, los
motivos continuaron afirmándose.
Fue hasta que llegó Madero a la presidencia cuando íñigo Noriega fue
confrontado por el poder y obligado a responder, al menos en parte, a las
demandas de los campesinos mediante indemnizaciones. A la llegada de
Victoriano Huerta a la presidencia su ciclo se cumplió y se dio por concluida
la concesión que le había sido otorgada para desecar el lago, no obstante
continuó protegido por el poder; pero cuando el huertismo fue derrotado, el
empresario perdió la protección y fue fusilado en Chalco.
Las propiedades de íñigo Noriega fueron ocupadas por los zapatistas,
especialmente la hacienda de Xico, que fue convertida en cuartel general;
más adelante los zapatistas se retiraron a las montañas y fueron los carran-
cistas quienes las invadieron. A partir de 1925 el gobierno federal se apropió
de las propiedades del empresario, debido a que éste tenía fuertes deudas con
la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y de Agricultura (Bautista,
311; Anaya, 1997: 87).
En el proceso revolucionario San Pedro Tláhuac participó de manera
colateral, ya que de manera activa no participó como pueblo en la guerra. Se
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 335
sabe que, como otros pueblos del sur de la ciudad, fueron partidarios de esta
facción y prestaron servicios de apoyo a las tropas que llegaban o atravesaban
por el territorio: alimentación, vestido, resguardo. También, algunos pobla-
dores, fueron parte de la leva que los Zapatistas recuperaban en la zona. Se
conocen algunos nombres de personajes locales que tomaron parte directa-
mente en el proceso e integraron las tropas: Francisco Enríquez, Domingo
Mateos, Pedro Martínez, Crescencio Ruiz, Hermenegildo Mendoza y Catari-
no Pérez.
Después de la guerra, en 1923, el pueblo de San Pedro Tláhuac realizó
una solicitud de restitución de tierras para cultivo y de una parte de la lagu-
na, la cual fue denegada por el gobierno debido a que se consideró que no
tenían derechos preexistentes con relación a las mismas y que eran propie-
dad de la nación.1 En lugar de esto, San Pedro Tláhuac fue acreedor a una
dotación de tierras por parte del gobierno en el mismo año 1923, correspon-
diente a 1,048 hectáreas, 50 áreas, que fueron tomadas de la hacienda de
Xico.2 Una parte de este territorio corresponde actualmente a las colonias:
San José y Santa Cecilia, así como a la colonia ejidal San Miguel de las Ta-
blas. Con esta dotación en buena medida se estabilizó el problema de la
propiedad de las tierras y se reorganizó el terreno para su explotación, asegu-
rándose su vocación agraria y legitimando la propiedad colectiva. Posterior-
mente, en 1935 el pueblo de Tláhuac solicitó una ampliación de las tierras
ejidales, que le fue resuelta favorablemente en agosto de 1936.3
Con este acontecimiento surgieron en el pueblo los ejidatarios, como
nuevo actor que habría de ser por mucho tiempo un importante protagonis-
ta del desarrollo local. Se convirtieron en una suerte de autoridad para la
población, que organizaba a buena parte de los pobladores, los representaba
en asuntos diversos ante las autoridades centrales y delegacionales, era in-
termediario en conflictos locales y se encargaba de ser el gestor de distintas
demandas y servicios. Hasta la actualidad, los ejidatarios se mantienen acti-
vos y organizados, atendiendo principalmente los problemas relacionados
con la tenencia y operatividad de la tierra, pero participan también en otros
asuntos de interés general que atañen a la vida pública, como la obra pública,
la legislación y los abusos de autoridad; permanecen, sin duda, como un re-
ferente importante de la vida del pueblo.
CARACTERÍSTICAS TERRITORIALES
6
Censos Generales de Población y Vivienda, XI y XII.
338 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
San José y Santa Cecilia y el barrio de La Asunción, y hacia el sur por el barrio
de San Andrés. La urbanización se expande sobre propiedad ejidal en lo que corres-
ponde a la colonia San José, el resto se da sobre el área urbanizada en 1970. El
siguiente periodo es entre los años 2000 y 2005, y se extiende sobre la propiedad
ejidal y la zona urbanizada en 1970; en esta última se observa un importante
aumento de viviendas (cerca de 60 por ciento con relación a la que había en el
año 2000), mientras que en la zona ejidal la urbanización se da de manera dis-
persa, dado que el 60 por ciento (cerca de 134 hectáreas) permanece sin urbani-
zar y es considerada como suelo de conservación.7
En cuanto a la morfología del pueblo, podemos decir que en San Pedro se
identifican cuatro zonas predominantes. La primera de ellas es la identifica-
da como zona patrimonial, en donde la traza es la propia de un pueblo, es
decir, una traza irregular, con lotes grandes que oscilan entre los 600 y los
1,200 m2; sin embargo, recientemente se pueden encontrar también lotes
más pequeños, de alrededor de 200 m2, que responden al proceso de subdi-
visión de lotes (Bazant, 2001) debido a las necesidades de crecimiento demo-
gráfico y subdivisión de las familias del pueblo.
En esta primera zona, las calles están pavimentadas y las manzanas son
irregulares. El casco del pueblo está formado por la iglesia principal (San
Pedro Apóstol), el mercado, el panteón y las oficinas del gobierno delegado-
nal, todos éstos componentes que corresponden a la estructura tradicional
de un pueblo. Esta zona corresponde a la fecha de urbanización más antigua,
por lo cual es considerada precisamente como zona patrimonial.
Por las características de las viviendas, se puede decir que corresponden
a un poblamiento de tipo popular, dado que la mayor parte de los techos de
la zona son de color gris, existen pocos espacios arbolados, está densamente
poblado y más del 90 por ciento del territorio está construido.
La segunda zona es el polígono que se encuentra al norte del casco del
pueblo y que se urbanizó a partir de la parcelación de las tierras de cultivo,
en un territorio que antiguamente fue ejidal y otra parte correspondía a la
zona urbanizada en 1970. La traza es regular, las características de la vivien-
da coinciden con las de colonia popular con lotes promedio que oscilan entre
los 103 y los 132 m2. Las calles están pavimentadas y no cuenta con espacios
verdes, con la excepción del Deportivo Tláhuac.
La tercera zona responde también a las características de las colonias
populares, pero a diferencia de la zona del casco del pueblo, en ésta existe
una mayor densificación de la vivienda. Los lotes en general son pequeños,
7
Datos de Alejandra Moreno, en "Análisis territorial de San Pedro Tláhuac", mimeo.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 339
entre los 80 y los 126 m2, y están saturados de población y la mayor parte de
las viviendas son de color gris. Casi no existen espacios arbolados como jar-
dines o parques, y los pocos espacios verdes se encuentran a las orillas de la
zona, hacia el norte y el poniente.
Finalmente, la cuarta zona corresponde a un poblamiento rural disperso
de muy reciente creación pues incluso no aparece aún en el Censo del 2000.
Al poniente de la zona existe un conjunto habitacional abierto con espacios
verdes y campos de terracería, sin embargo la mayor parte de la zona es de
características populares, con lotes grandes que van desde los 250 hasta los
600 m2. En este territorio se ubica una parte amplia de la zona chinampera
y se encuentra también el Lago de Los Reyes, en cuya parte sur existe una
extensión arbolada; el resto del área permanece sin urbanizar y corresponde
a tierras de cultivo; son terrenos planos, limpios y susceptibles de ser urba-
nizados.8 Vale la pena mencionar que esta parte de la zona es considerada
parte del suelo de conservación y posee además el reconocimiento de zona
de Rescate Ecológico (RE).9
Las principales calles que atraviesan el pueblo son avenida Tláhuac y
Ferrocarril San Rafael Atlixco, que corren de norte a sur; Juan Palomo y Re-
forma Agraria (hoy conocida como Alberto Alvarado Arámburu), que corren
de oriente a poniente, y otras dos calles más cortas pero significativas que
son: Severino Ceniceros y Nicolás Bravo.
En términos de equipamiento San Pedro Tláhuac es muy precario, tres
secundarias públicas, una Casa de la Cultura, un hospital materno infantil,
dos centros de salud y un deportivo. Esto se debe en buena medida a que en
términos generales la delegación Tláhuac ha sido una de las delegaciones
más descuidadas con relación al equipamiento y servicios urbanos, hasta
muy recientemente se han construido algunas opciones. Al respecto comen-
ta el director general de Desarrollo Económico y Rural de Tláhuac:
.... Hasta hace tres años [... ] en el tema de salud con lo único con lo que contá-
bamos era con puros centros de salud a nivel de consulta externa, ni siquiera
con quirófano; un materno infantil con 20 camas. No tenemos ninguna clínica
del ISSSTE, ninguna clínica del IMSS; en materia de salud la gente se nos moría,
8
Ver datos de clasificación en Alejandra Moreno, op. cit.
9
Las zonas de Rescate Ecológico (RE) son zonas intermedias entre el área urbanizada que
han perdido sus características originales y donde se presentan fuertes presiones para ser
destinadas a usos urbanos, se planteas para usos extensivos que permitan su reforestación y
restauración como espacios abiertos.
340 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
'"Entrevista con el señor Víctor Samuel Cadena Valverde, director general de Desarrollo
Económico y Rural de la Delegación Tláhuac, abril de 2010.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 341
podían sostenerlo, pues tenemos primero que tener una profesión [...] A partir
de ahí es el cambio radical...11
Otro cambio significativo para la vida de San Pedro y en general para los
pueblos de Tláhuac, ligado al proceso anterior, ha sido la pérdida de influen-
cia del ejido en la zona. Precisamente por el fenómeno migratorio y los pro-
cesos de abandono del campo, las tierras ejidales han sido descuidadas y al-
gunas hasta abandonadas. En San Pedro Tláhuac para los ejidatarios ha sido
un orgullo serlo y mantener su condición de trabajo de la tierra, así como el
perfil agrícola de su pueblo. El ejido ha representado para ellos parte de su
identidad, de su pertenecía y de su herencia histórica, entonces, el abandono
"Entrevista con don Juventino Ortega, originario de San Pedro Tláhuac, 10 de diciembre
de 2009.
n
Idem.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 343
de estas tierras ha significado una pérdida importante que va más allá del
cambio de actividades económicas y la búsqueda de nuevas opciones de so-
brevivencia. Esto ha llevado consigo la pérdida de otros rasgos importantes
de identidad; a pesar de que San Pedro ha conservado su vocación sustanti-
va, mucho de lo que significó el ser ejidatario se ha perdido y, con ello, otras
costumbres, como el trabajo colectivo, el apoyo, la solidaridad, el arraigo al
territorio:
l3
Idem.
344 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
tenemos, que puede ser un bosque y una zona agrícola, porque todavía tenemos
chinampas que están en toda la parte de Tláhuac, San Gregorio, Tulyehualco y
un poquitito todavía quizás de Xochimilco...14
Lo que nosotros hemos dicho es que tenemos que conservar toda esta zona, no
nada más Tláhuac, sino Milpa Alta, Xochimilco y la parte montañosa del Ajusco
porque todo eso debe ser intocable, debe conservarse esta franja verde porque la
vida de la ciudad de México no va a sobrevivir [...] creo que va a haber sobreviven-
cia pero no vida porque de ahí proviene una parte muy importante del agua que
consumen los habitantes del Distrito Federal En esta zona de Santa Catarina y en
las partes con mayor capacidad de filtración que sobrepasan al Popocatéped y al
Iztaccíhuatl y al Ajusco, aquí se filtra más agua que ahí, porque montañas más
jóvenes se están llevando el agua, y en lugar de que dijeran "hay que hacer un
proyecto para inyectar agua a los mantos acuíferos, hay que, [...] reforestar y todo
eso"; en vez de eso hacen todo lo contrario: la urbanización [...] Deberían de hacer
otro tipo de proyectos antes que pensar en un basurero en pleno Cerro de Santa
Catarina, en donde van a contaminar el agua que bebemos, no sólo los de Tláhuac
sino una parte considerable de la ciudad de México.. ,15
... el problema que yo veo es que el gobierno ha actuado mal en los procedimien-
tos, con alevosía y ventaja, y lo digo por esto, porque el gobierno sabe que toda-
vía en los pueblos originarios la gente actúa de acuerdo a sus costumbres y tra-
diciones, y estos terrenos han sido herencia de sus antepasados, en donde existe
a lo mejor un documento ya antiguo que ellos toman para acreditar su propie-
dad; sin embargo en la actualidad, y jurídicamente hablando, este papel no les
sirve a ellos de nada a pesar de ser una costumbre y tradición [...] y considero
que si hubiese habido buena voluntad de un gobierno de apoyar a los ejidatarios
en esta negociación, de apoyar a los pequeños propietarios, hubiesen cruzado
primero un proyecto o un programa de regularización de documentos; yo creo
que ahí se vería la buena fe o la buena voluntad de un gobierno: "Yo te apoyo a que
te regularicen, a que tengas tu documento que te acredite y después negocia-
mos", sin embargo, aquí ha sido al revés...16
Un patrimonio, una herencia, de eso vivimos y es algo que tiene que ver con
el medio ambiente con la situación alimenticia mundial, porque es un benefi-
cio para el Distrito Federal, no nada más para nosotras. Todo va de la mano.
Por cada metro cuadrado de pavimento se pierden muchos litros de agua pota-
ble [...] quieren que la ciudad de México sea autosuficiente en materia de agua,
pero cómo lo van a hacer si están pavimentando todo. Ebrard está impulsando
sus azoteas verdes, pero qué ridiculez hacer eso teniendo aquí la tierra para
16
Entrevista con el señor Miguel Ángel Palma, entonces coordinador de Enlace Territorial
(CET), de San Pedro Tláhuac, julio de 2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 347
producir. No entendemos por qué hacerlo artificial si aquí tenemos todo natu-
ral.17
Mientras que el entonces Comisario Ejidal ofrece una visión más conci-
liadora que recupera la importancia de la introducción del Metro al mismo
tiempo que el respeto a la vocación natural de Tláhuac y el respeto a las tra-
diciones del pueblo:
... nosotros como ejidatarios, como vecinos de Tláhuac, como parte de una comu-
nidad originaria, hemos planteado que sí, el metro es un servicio público necesa-
rio [...] hemos llegado a la conclusión de que el metro es importante [...]; sin
embargo, en lo que no estamos de acuerdo es en la extensión de tierra que han
tenido que adquirir y agandallarse, pues en algunas partes la han adquirido y en
otras la han agandallado, y aquí lo que ha faltado es hacer las cosas bien, y eso es
lo que estamos peleando [...] Lo cierto es que hay mucho descontento [...] Yo
hubiera querido haber tenido la oportunidad de entrar con el gobierno a esa nego-
ciación, porque creo que lejos de generar tanto conflicto pudo haber generado un
polo de desarrollo importante para los vecinos ejidatarios, porque cómo es posible
comprar a 600 pesos el metro. No me lo pagues a valor de hoy, págamelo a valor
de tres años [...] Fíjese qué triste ¿no? me da mucha tristeza porque somos prehis-
pánicos, estamos aquí desde antes de 1500; todo ese tiempo hemos tenido esta
tierra bajo nuestra custodia, la hemos trabajado, la hemos querido, nos hemos
inundado, hemos sufrido sequías e incendios, y de repente viene alguien y le pone
un precio de 600 pesos el metro ¡qué deplorable, qué denigrante para aquel que lo
recibe, ¿no? [...] No debería de ser así. Bienvenida la modernidad, bienvenido el
metro, bienvenidos los servicios como el tren suburbano, pero no debería impac-
tar de manera agresiva, la manera de pensar, la manera de vivir, de convivir con la
tierra, como se ha hecho durante años, durante siglos, diría. Y podríamos hacerlo
de manera armoniosa, estará usted de acuerdo conmigo, sin que esto le impacte a
la gente en sus costumbres, en la cultura, al contrario, que esto propicie una con-
vivencia, una cosa no tiene que estar peleada con la otra...18
Estas son las circunstancias en las que actualmente se vive, lo que los
vecinos de San Pedro llaman "la entrada de la modernidad", "la urbaniza-
17
Entrevista con Isidra Ramírez y Maribel Sánchez, originarias trabajadoras agrícolas de
San Pedro Tláhuac, septiembre de 2009.
18
Entrevista con el señor Benjamín Rioja, originario y entonces Comisario Ejidal de San
Pedro Tláhuac, diciembre de 2009.
348 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
ción" y los proyectos urbanos; todo lo cual, sin duda, reporta significativos
cambios para la vida de los lugareños y la dinámica propia del pueblo.
A pesar de las grandes extensiones territoriales con las que cuenta San Pedro
Tláhuac, sus espacios públicos son muy limitados. Existen en realidad muy
escasos espacios que convoquen la presencia de los vecinos y sirvan para el
esparcimiento y la reunión. El espacio más importante de este tipo es sin
duda la plaza central, compuesta por la iglesia de San Pedro Apóstol, el edi-
ficio delegacional, la plaza externa a ésta y la explanada de la delegación,
ubicadas todas en la parte patrimonial del pueblo. A un costado de esta plaza
se encuentra el mercado central y el museo local.
En esta plaza tienen lugar los acontecimientos más relevantes y signi-
ficativos para el pueblo, tanto de carácter social, como cultural y político.
Es ahí en donde se realizan las actividades principales de las fiestas patro-
nales, las ferias, las procesiones, los eventos culturales de los grupos de
pobladores y de la delegación, y también donde tienen lugar las reuniones
de tipo político: mítines, asambleas, jornadas electorales, reuniones oca-
sionadas por el toque de campanas que convoca a los habitantes a reunirse
para ser informados de algún acontecimiento o para tomar decisiones de
interés colectivo.
La plaza central, al igual que otros espacios públicos, es regulada por las
autoridades delegacionales y son éstas quienes disponen los usos de las dis-
tintas áreas y el calendario de actividades. Sin embargo, con frecuencia los
espacios de la plaza son ocupados de manera temporal u ocasional por la
gente del pueblo para realizar eventos o actividades festivas, dado que existe
cierta permisibilidad al respeto. También existe tolerancia para la instala-
ción de ciertos puestos de vendimia de la gente local, con productos tradicio-
nales de la zona.
A pesar de que la gente del pueblo no interviene de manera directa en la
disposición de los usos de la plaza, sí se ha manifestado y ha incidido en
ocasiones con relación a la ocupación de ésta por actores ajenos a la pobla-
ción local. En este sentido, se han registrado conflictos importantes con
grupos de ambulantes, de fuereños que han llegado a ocupar la plaza y han
pretendido establecerse en ésta. Hace apenas unos años tuvo lugar un fuerte
enfrentamiento entre los comerciantes ambulantes y los vecinos del pueblo,
que derivó en la expulsión de los comerciantes de la plaza.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 349
Antecedentes históricos
Lo primero que hay que decir en referencia a los antecedentes históricos re-
motos de San Pedro Tláhuac es que su población originaria proviene de la
época prehispánica y que formaba parte de los grupos nahuas que se asenta-
ron en la cuenca de México. Estos grupos eran migrantes de un lugar ubica-
do en el norte del actual territorio mexicano llamado por algunas fuentes
Chicomoztoc y conocido en otras como Aztlán. Entre estos grupos se encon-
traban el azcapotzalcatl, el xochimilcatl, el chalcatl, el acolhua, el uexotzin-
catl, el colhuácatl, el mexícatl, y el cuitlahuácatl.19 Este último es el que
corresponde a la actual zona de Tláhuac y del cual ésta toma su nombre.
19
Véase Anales de Tlatelolco. Unos Annales históricos de la nación mexicana y Códice
Tlatelolco, versión preparada y anotada por Heinrich Berlin, México, Rafael Porrúa, 1980.
350 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
(...) 3 conejo (1222)... En este mismo año los grandes personajes beneméritos y
caballeros chichimecas llamados Cuauhtlotlin tecuhtli, Huitzin, Tlicoatzin,
Chalchiuhtzin y Chahuaquetzin, fundadores de Cuitláhuac y señores de Ticic,
se repartieron por Xico, Chalco y el mismo Tláhuac, según se dijo.20
20
Anales de Cuautitlan, noticias históricas de México y sus contornos, José Fernando
Ramírez (comp.), Faustino Chimalpopoca (tx), México, Publicación de los Anales del Museo
Nacional, 1885, p. 84. Citado por Baruc Martínez, Tláhuac: atisbos históricos sobre un pue-
blo chinampero, mimeo, 2009, p. 19.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 351
res este pueblo fue objeto de mucha atención, debido a su ubicación estraté-
gica tanto en el plano económico como en el político-cultural, por ser la
puerta de acceso a otras importantes regiones para la evangelización: la mon-
taña y la zona ribereña. En el año 1524, llegó al altépetl de Cuitláhuac hay
Martín de Valencia, uno de los "doce" frailes franciscanos encargados del
proceso de evangelización en la parte de la cuenca. Desde Cuitláhuac había
fácil acceso hacia la zona tlahuíhcatl (en Tierra caliente), a la región de la
Milpa (actualmente Milpa Alta) y a la llamada provincia de Chalco-Amaca-
mehcan, formada por numerosos pueblos cabecera y sujetos, y por ello se
convirtió en un punto nodal para los evangelizadores. Años más tarde, con
la expansión de la orden religiosa de Santo Domingo, Cuitláhuac dejaría de
estar bajo la influencia de los franciscanos y pasaría a la de los dominicos.
Esto aconteció hacia 1554 y la presencia de los dominicos permaneció en la
zona por alrededor de dos siglos, en el transcurso de los cuales se llevó a cabo
de manera cabal la evangelización de los pueblos aledaños.
La presencia de los dominicos se mantuvo estable en Cuitláhuac hasta el
siglo XVIII, cuando tuvieron lugar los fuertes conflictos entre el clero regular
(franciscanos, dominicos, agustinos y jesuítas) y el clero secular (la cúpula
hegemónica de la religión católica) por el control de las poblaciones indíge-
nas. En esta disputa, los pueblos tomaron parte por el clero regular, debido a
la fuerte compenetración de éste con la población; sin embargo, al cabo del
conflicto, fue el clero secular el que resultó fortalecido y esto culminó con la
secularización de las parroquias religiosas de la Nueva España. Esto se debió
en buena medida a la instauración en España de la política liberal de los
Borbones, quienes accedieron al trono español en este mismo siglo, con el
fin de recuperar el control perdido por los Habsburgo en varios órdenes ad-
ministrativos (Martínez, 2009).
La derivación de este conflicto consistió en que las distintas órdenes
religiosas tuvieron que ceder sus antiguos territorios al clero secular en el
momento en el que falleciera el religioso encargado de cada pueblo. El proce-
so final de la secularización -afirma Gibson- y la innovación de los inten-
dentes-delegados que les sucedieron en el ámbito político, se llevaron a
cabo en el siglo xvm, de acuerdo con las órdenes reales que exigían el cese
de toda administración mendicante a la muerte del personal clerical ¡Gibson,
1978: 113).
Con este proceso, las órdenes mendicantes perdieron su influencia en las
comunidades indígenas, así como los privilegios de los que gozaban, como
eran el control sobre la mano de obra nativa y las propiedades agrícolas y de
ganado. Cuitláhuac experimentó este cambio en 1754, cuando pasó a manos
352 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
del clero secular, con la llegada del primer párroco Domingo Francisco Gon-
zález de la Zarza.
Mientras la evangelización se llevaba a cabo y los dominicos mantenían
el control en este ámbito sobre Cuitláhuac, en términos políticos se llevó a
cabo el proceso de conversión de las tierras comunales indígenas en Encomien-
das y la instalación del gobierno indígena bajo el control español. Como es
sabido, las Encomiendas fueron dotaciones de tierras y de mano de obra in-
dígena a los españoles, en donde los indígenas tenían la obligación de tri-
butar a su encomendero y éste, a su vez, tenía la obligación de vigilar que los
indígenas fueran evangelizados.
En el caso de Cuitláhuac, la Encomienda se dio al cargo de Juan de Cue-
vas, quien era reconocido como "escribano mayor de Minas" en el gobierno
colonial. Este personaje mantuvo la Encomienda hasta 1578, y ésta mantu-
vo la misma extensión que el antiguo altépetl de Cuitláhuac mantenía en
tiempos prehispánicos, con sus pueblos sujetos, sus lagunas y sus montes.
Con relación al gobierno indígena hay que mencionar que, en el caso de
Cuitláhuac, los españoles no respetaron la estructura de las cuatro cabeceras
en la isla, pues el altépetl de carácter "complejo" que constituía la isla fue
considerado como "simple" y esto trajo cambios y ajustes a su jurisdicción.
Sin embargo, sí fueron respetados los antiguos sujetos de la isla, y fueron por
tanto considerados como partes integrantes de esta municipalidad. Estos
sujetos eran: Santiago Tzapotitlan, San Francisco Tetlalpan, Santa Catarina
Cuauhtli Itlacuayan y San Martín Xico (Martínez, 2009).
Este altépetl fue también en estos tiempos afectado por la Congregación,
que como es sabido era una suerte de reducción o ajuste de los territorios que
consistió en trasladar o reducir varias poblaciones a un solo sitio, generalmen-
te un pueblo cabecera. La instalación de las Congregaciones trajo con frecuen-
cia problemas de límites y conflictos entre los indígenas y los españoles. En el
caso de Cuitláhuac, los conflictos principales se dieron en relación con la ha-
cienda de San Nicolás Buenavista, propiedad de los jesuítas, y la estancia de
ganado del capitán español Francisco Tousedo de Brito; los pleitos eran en
torno a los perjuicios que ambas propiedades causaban en sus terrenos de cul-
tivo y en sus territorios, dado que en estos límites se encontraban pueblos
sujetos con estancias de ganado menor y chinampas de cultivo.21
Estos conflictos fueron en buena medida muestra de las dificultades me-
nores y mayores que en este periodo y en adelante tuvieron los pueblos indí-
21
Veáse Archivo General de la Nación, Tierras, vol. 104, exp. 4. Citado por Baruc Martí-
nez... op. cit., p. 61.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 353
22
La versión más accesible de los Títulos es la copia realizada por el licenciado Faustino
Chimalpopoca, originario de Tláhuac, que se localiza en la Biblioteca Nacional de México.
23
Ver los "Títulos de los indios de Cuitláhuac", citado por Baruc Martínez, op. cit., p. 66.
354 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
La lucha por las tierras y la autoridad de los pueblos fue una constante
durante la Colonia, en el transcurso de la cual los habitantes de los pueblos
fueron adaptando su lucha a las circunstancias generadas por los cambios
del régimen virreinal y las nuevas legislaciones. Así también, en el siglo XIX,
ante el proceso de Reforma encabezado por Benito Juárez y ante los procesos
de desamortización de los bienes eclesiásticos y los bienes muertos, los pue-
blos de Tláhuac enfrentaron nuevamente la amenaza de sus posesiones dado
que, en 1856, fueron despojados de sus tierras comunales. Esta nueva situa-
ción provocó el levantamiento armado de los campesinos indígenas de Chal-
co, en 1868, mediante el cual defendían sus tierras y desconocían al régimen
liberal juarista.24
Con estos antecedentes, se arriba al porfiriato y la zona de Tláhuac y
Chalco entran en el régimen de las haciendas, e inician una nueva etapa de
defensa del territorio, la propiedad, los recursos naturales y el patrimonio
indígena, tema que ya se ha tratado en un apartado anterior.
El pueblo de San Pedro es, a diferencia de lo que ocurre con otros con una
preponderante población originaria y únicamente algunas de las nuevas co-
lonias es de avecindados. Difícilmente se puede calcular la población origi-
naria exacta, pero entre los pobladores la mayor parte se conocen y recono-
cen como parte oriunda del lugar. Como en todos los pueblos, existen
familias con tradición de largo plazo y apellidos reconocidos; entre éstos en-
contramos: Galicia, Ortega, Ruiz, Martínez, Torres, Ramírez, Palacios, Rive-
ra, Osorno, Mateo, Barranco, Téllez, González, Chavarría y Pérez. Estos
apellidos y otros más corresponden a un conjunto amplio de 800 o 900 fa-
milias que fueron reconocidas como el núcleo del pueblo desde los años
veinte del siglo pasado, a partir del reparto agrario. En un primer momento
fueron beneficiarías 850 familias y más adelante, en los años treinta, se aña-
24
Cabe mencionar que esta lucha tenía antecedentes en la alianza que algunas personas
de Tláhuac habían establecido con el emperador Maximiliano en defensa de su patrimonio
histórico. Algunos personajes representativos de Tláhuac, como el licenciado Faustino Chi-
malpopoca Galicia, fueron cercanos a Maximiliano y partidarios de las tendencias conserva-
doras. El licenciado Galicia fue un indígena tlauaquense, hablante del náhuatl y muy prepa-
rado que realizó inclusive algunas traducciones de decretos emitidos por el imperio de
Maximiliano a la lengua de los indígenas. Véase Baruc Martínez, op. cit., p. 77.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 355
... cuando son los velorios, por ejemplo, pues llega toda la gente del pueblo, sea
o no sea pariente, aunque aquí sí buscamos el árbol genealógico, todos estamos
emparentados, a veces ya muy lejanamente pero seguimos estando, ¿no? Y re-
conocemos eso ligas de parentesco, y por eso cuando suceden ese tipo de even-
tos, como los velorios, pues llega la gente y se ponen a ayudar, a hacer comida,
a preparar lo del panteón y todo eso.. ,25
... hoy para los niños y los jóvenes de Tláhuac, el campo es algo muy diferente a
lo que había hace 30 o 40 años. La mentalidad entonces era principalmente estar
fuerte para poder ir al campo, para poder trabajarlo, eso era una de las premisas
básicas, y ahora esto ha cambiado. Hemos tergiversado eso, lo hemos cambiado
por privilegiar la educación formal, y hemos desdeñado la educación fami-
liar...26
Algunas personas mayores afirman que actualmente para las nuevas ge-
neraciones el trabajo en el campo ha cambiado de rango. Hoy se considera
25
Entrevista con Baruc Martínez, originario, julio de 2009.
26
Entrevista Benjamín Rioja, entonces Comisario Ejidal de San Pedro Tláhuac, diciembre
de 2009 .
356 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
Sí, el agua era parte de nuestra vida cotidiana, el agua fluía en la forma de pensar
y de vivir de la gente [...] una forma de identidad es ésa, el recuerdo del agua, de
los canales, de la fuente, de la pesca, de las flores, y toda la agricultura que se
desarrolla a partir de la abundancia del agua [...] comparativamente a algunas
gentes se les ha escuchado que en esa época nadie se enfermaba de caries, casi
todas nuestras gentes mayores fallecían con la dentadura íntegra y era por el
agua que tomaban, como era agua corriente y no agua contaminada, y también
por el tipo de alimentación que influía directamente, era fresca, natural, esto sí
influía, e influía también el orgullo de haber nacido en Tláhuac...28
Respecto a la vida campirana, la presencia del ejido ha sido otro de los re-
ferentes sustantivos del pueblo y parte constitutiva de la vida de la comunidad.
Como se ha mencionado, el ejido fue extenso en Tláhuac y su forma de orga-
nización fue la base de la producción agrícola a partir de la Revolución y hasta
la actualidad. Es también la porción mayoritaria de la tierra cultivable y la que
hoy en día se mantiene más activa. Para numerosos originarios y en particular
para los ejidatarios el ejido es un ámbito de identidad y uno de los pocos ám-
bitos de vida comunitaria que se mantienen en el pueblo.
Dentro del mismo ámbito de la vida campirana, las chinampas son otro
elemento que se encuentra registrado en la memoria y en la vida cotidiana
de los tlahuaquenses. Como es sabido, las chinampas son de los inventos
más originales y relevantes de los pueblos prehispánicos de la cuenca de
México, a través de los cuales estos pueblos lograron su reproducción y un
(abastecimiento) alimentario abundante y rico en variedad. Las chinampas
han sido por ello también un elemento identitario ligado históricamente a la
vida cotidiana de los pueblos lacustres, particularmente los asentados en la zona
sur del antiguo lago:
Yo, cuando era chiquilla, acompañaba a mi abuelito a las chinampas, ahí íba-
mos a pescar pescaditos y pescadotes, cada tercer día, los comíamos en tamal,
fritos, los ajolotes; y a mí la rana me daba una impresión muy fea, pero después
de probarla, olvídese, comía yo un rico manjar. Entonces de lo que me acuerdo
es que yo todavía comí todo lo que producía Tláhuac en las chinampas, en la
laguna, pescaditos, ranas, ajolotes; se veía el agua clarísima. Yo me ponía boca
abajo y se veían los pescaditos, y mientras mi abuelito los pescaba yo los iba
juntando en una cubetita.29
2S
Idem.
"Testimonio de ejidataria 1 de San Pedro Tláhuac, entrevistada en mayo de 2010.
358 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
... cuando éramos chamacos nos llevaban a las chinampas, a cultivar, como
decía, zanahorias, lechugas, rábanos, la tierra de las chinampas daba todo para
comer, aparte de lo que había en el agua; entonces no había necesidad de que
uno fuera a trabajar a la ciudad de México,- nuestros padres trabajaban en las
chinampas y de ahí sacaban todo para vender y alimentarse; teníamos todo,
pero ahora ya no lo tenemos.. .30
30
Testimonio de ejidataria 2, de San Pedro Tláhuac, entrevistada en mayo de 2010.
31
Entrevista con Ulises Martínez, joven chinampero de Tláhuac y licenciado en mercado-
tecnia, abril de 2010.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 359
En otra vertiente, hay quienes afirman que se trata más bien de una tra-
dición familiar:
... pues es de los papas, los abuelos; por ejemplo, yo, la familia de mis abuelos
la formaban 11 hermanos que se apellidaban Torres; esos 11 hermanos tocaban,
uno tocaba el violin, otro el contrabajo, otro el cello, entonces formaron un gru-
po. Estos señores pues les dejaron a sus hijos la herencia, o no sé, los instru-
mentos, y le siguieron; después vino mi papá. Fue un gran organista, formó su
coro y todo, participaba en las ceremonias allá en la iglesia, y así, después uno
'Entrevista con el señor Alberto Félix Luna Calzada, originario, febrero de 2010.
SAN PEDRO TLAHUAC, TLAHUAC • 361
de mis hijos toca el piano, y así va la sucesión. Te dejan la herencia de ser mú-
sico, por eso parte de la tradición de Tláhuac es que hay muchos músicos.33
Para algún beneficio de la población, limpiar calles, abrir calles; en el campo, que
ir a abrir zanjas, que hubo una inundación, que se reventó en Naranjo, que es
un río del agua que venía antes de los volcanes, entonces en el tiempo de lluvias
se reventaba el bordo y se inundaba todo eso, entonces había que ir a las faenas
de apoyo [...] (las faenas) eran voluntarias porque era trabajo en beneficio, en-
tonces para lo que había de necesidad, abrir una calle, limpiar la calle, porque
antes estábamos en callejones sin salida, y hubo una autoridad que convocó a la
gente y entonces se ampliaron las calles, y ahí va uno a hacer las faenas.34
Hay un toque que nosotros conocemos como "de junta", quiere decir que hay algo
extraordinario, y ahí va la gente a la iglesia o a la explanada de la delegación".35
35
Idem.
36
Entrevista con Baruc Martínez, julio de 2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 363
intensidad, es una costumbre que continúa y que la gente del pueblo recono-
ce como un código especial interno.
Otra de las formas de organización comunitaria que se conservan en
San Pedro es, sin duda, el Comisaríado ejidal, que continúa activo y pre-
sente en la vida cotidiana del pueblo. En la medida en que el ejido es algo
vivo en San Pedro, los ejidatarios se mantienen como un actor activo y
participativo, si bien no está exento de conflictos y diferencias internas. No
se trata, como en otros casos, de un ámbito con relevancia solamente his-
tórica y simbólica sino de un actor relevante, con vida propia y con intere-
ses vigentes:
Hemos intentado hacer una organización viva, pensante y actuante,- esto es que
tenemos bien delimitado y bien ubicado cuál es el perímetro de nuestro ejido, y
entonces cualquier cosa que se relacione con ello, acude el representante, o si es
algo más importante, todo el Comisariado ejidal en pleno, o si es algo aún ma-
yor se convoca a asambleas y reuniones informativas donde acuden hasta 600
ejidatarios, y al acudir estas personas, esta información se va multiplicando,
porque ellos lo trasmiten a sus hijos, esposos, esposas y familiares que son el
tercer círculo para informar de las cosas que afectan al ejido, y eso, rápido, sirve
como una difusión de la información para tomar acciones [...] Nosotros en el
ejido hemos tratado de que prevalezca la organización, y de hecho ha prevaleci-
do, es quizás una de las organizaciones representativas del pueblo que son muy
respetadas por la autoridad, eso por principio de cuentas.37
37
Entrevista con el señor Juventino Ortega, originario, diciembre de 2009.
364 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
38
Entrevista con el señor Benjamín Rioja, entonces Comisario ejidal de San Pedro,
diciembre de 2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLAHUAC • 365
39
Entrevista con el señor Román Ruiz, Comisionado de San Pedro Tláhuac, en julio de
2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 367
Nosotros formamos parte de la Comisión por nuestra fe [...] la fe que, ahora sí,
nos inculcaron, porque ya ve que nuestros aztecas tenían sus propias religiones,
eran idólatras, no conocían a Dios; entonces, a partir de que llegaron los espa-
ñoles nos inculcaron la fe que es de Jesucristo, la de Dios, la fe cristiana, enton-
ces los que estamos aquí en la Comisión estamos más que nada por esa fe, en-
368 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
seguida, ya lo demás se deriva a lo pagano, que viene siendo, como le dije hace
rato, nuestras costumbres y tradiciones que viene siendo nuestra cultura.40
... pues es algo que es parte de una magia que la imagen nos inculca; mi abuelo
fue Comisionado, y yo a partir de ahí traigo un poco esto; pero también es una
magia que la imagen y la religión a mí me impone, yo necesito algo y le digo
"¿sabes qué? Necesito esto", y me ha echado la mano. Entonces me integro con
ellos porque yo siempre he estado a favor de las costumbres y tradiciones del
pueblo, entonces todo esto a mí me ha orillado a estar con ellos (los Comisiona-
dos), me motiva a seguir trabajando, por nuevas cosas, cosas que ya se han
perdido dentro del pueblo y del barrio, pero que ya las estamos rescatando.41
40
Entrevista con Comisionados del Barrio de La Asunción, mayo de 2010.
41
ídem.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 369
... entonces nos encontramos con un reto de si nosotros podemos colaborar con
nuestro pueblo, pues vamos a poner nuestro granito de arena, y vamos a trabajar
en la difusión de nuestras tradiciones, de lo que nosotros estamos seguros que es
parte de nuestra vida y que se está perdiendo, porque a nosotros nos toca vivir esa
transición de que por necesidad te tienes que ir a vivir fuera [...] para ir a la prepa
te tienes que ir a otra delegación, a Coyoacán, a Tlalpan o a Xochimilco, y para ir
a la universidad te tienes que a lo mejor ir a la UAM a la UNAM, pero a fin de cuen-
tas te sacan de tu entorno, pues, de tu vida. Entonces ya regresas tarde de trabajar
o de estudiar y te pierdes de toda la dinámica de lo que es el pueblo; entonces
nosotros entramos ahí, en lo que es hasta una transición ideológica, de que noso-
tros nos hemos ido a estudiar fuera de nuestro pueblo, y tenemos que regresar a
empaparnos de todas las tradiciones, de toda la cultura. Entonces, esa ideología,
de una u otra manera gana adeptos, nos juntamos varios y colaboramos en la or-
ganización de nuestra feria, pues esa es la idea general.. ,43
42
Entrevista con miembros del grupo STAF: "Siempre trabajando a favor de la fiesta", ori-
ginarios, septiembre de 2007.
i3
ldem.
370 • LUCÍA ALVAREZ ENRÍQUEZ
patronal está la de Año Nuevo, la del santo Jubileo y las de Semana Santa. Sin
embargo, indudablemente la más importante es la del santo patrono San Pe-
dro Apóstol, que se celebra el 29 de junio, día de San Pedro y San Pablo. La
fiesta comienza el 20 de junio, con un recorrido del santo patrón por todo el
pueblo, el cual es acompañado por una banda de música y truene de cohetes.
Este recorrido termina con el regreso del santo a la iglesia. Lo que sigue es el
día 28, cuando por la noche se realiza una procesión que acompaña al santo
patrón en su recorrido por los canales de la chinampería. En este recorrido va
el santo en un altar que se instala sobre una canoa especial con una abundan-
te ofrenda con los productos de la región: flores, frutos, hortalizas, etcétera En
la canoa del santo va la reina de la fiesta y las princesas, y va al frente de una
larga procesión de canoas (las trajineras) en donde las familias del pueblo si-
guen al santo en su recorrido; en el transcurso van tronando cohetes y se que-
man castillos. Este recorrido culmina en el lago de Los Reyes, en donde el
santo es recibido con júbilo y música por la gente del pueblo. Al tocar nueva-
mente tierra, el santo es llevado a la iglesia en donde se le da una serenata.
Al día siguiente se inicia muy temprano con las mañanitas y con repiques
de campanas,- a la misma iglesia se llevan bandas de distintos barrios (San
Mateo, La Magdalena, La Guadalupe) y en ocasiones también mariachi. Pos-
teriormente sigue la misa solemne a la una de la tarde, que es la misa princi-
pal; esto se acompaña con fuegos artificiales y cohetes de todo tipo. Por la
noche algunos barrios llegan con su aporte a quemar también algunos fuegos
artificiales: castillos, bombas, ruedas voladoras, cohetes de luz, etcétera Mien-
tras todo esto acontece, la parte central del pueblo está ocupada por largas y
nutridas filas de estands de ropa, comida, música, artesanías y toda clase de
productos, además de distintos escenarios en donde se ofrecen espectáculos
muy diversos y la feria de juegos mecánicos. La fiesta en su conjunto dura dos
semanas, durante las cuales la dinámica del pueblo cambia, se cierra la calle
principal y la gente se ocupa en pasear, bailar, comer y divertirse.
EL TIEMPO PRESENTE
La convivencia en la diversidad
Sí, eso ha sido desde siempre, incluso cuando los viejitos del pueblo hablaban
mal de los avecindados, los que hablaban el náhuatl o el mexicano les llama-
ban "chichicahcalacqueh" que significa "perros invasores".45
45
Entrevista con Baruc Martínez, julio de 2009.
46
Entrevista con el señor Juventino Ortega, mayo de 2010.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 373
Nosotros somos gente con una tradición y una cultura original, que hemos so-
brevivido a pesar de los abusos, desde la época prehispánica; hemos sufrido
abusos, hemos sufrido inclemencias del tiempo, hemos tenido malos gobernan-
tes, hemos tenido influencias externas, hemos tenido muchas traiciones, pero
hemos sobrevivido, y lo veo como un pueblo, como un lugar que ha sobrevivido,
a pesar de la lejanía de la ciudad, y que tenemos esa forma de ser muy diferente a
cualquier citadino, aunque estemos dentro del Distrito Federal. No nos conside-
ramos tanto citadinos, no somos tanto habitantes de una ciudad, porque nuestro
origen es esto, nuestro origen es más bien rural; hoy en día puede encontrar
todavía, para bien o para mal, muchas casas con aves de corral, muchas casas
con establos, porque esa ha sido nuestra historia; a lo largo de toda la vida he-
mos tenido nuestra forma de generar nuestro alimento a través de nosotros
mismos, por la autoproducción y al autoconsumo...47
La disputa por el territorio en San Pedro Tláhuac ha sido una cuestión añeja,
que ha tenido que ver con distintos procesos que han atentado contra las
formas establecidas de propiedad en el pueblo, y especialmente contra el
ejido. Se mencionó ya la llegada de los avecindados a las colonias nuevas que
ha representado un fuerte impacto, no sólo por el arribo de gente externa,
sino por los cambios introducidos en relación con las características de las
casas habitación, diseño urbano y usos y costumbres. En este caso, los cam-
47
Entrevista con el señor Benjamín Rioja, originario y entonces Comisario ejidal de San
Pedro Tláhuac, diciembre de 2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 375
... nosotros podríamos proyectar la zona y el Distrito Federal como una zona
autosuficiente en agua, autosuflciente en cuanto a recursos naturales, proyectar
desarrollos ecoturísticos en concordancia con los intereses de los ejidatarios,
pero desafortunadamente no vemos voluntad política, no vemos que les interese
el problema del agua; en realidad tenemos aquí una ventana de oportunidad que el
gobierno, no sé si por opacidad o por negligencia no lo intenta hacer. Nosotros
hemos propuesto, hemos ido a reuniones con jefes de gobierno, con algunos
secretarios, con el jefe delegacional en turno y le hemos dicho que este es un
delito ambiental, el verter aguas residuales a cielo abierto es un delito ambien-
tal; hicimos denuncia ante la Profepa [...] y hasta la fecha no hemos recibido un
solo centavo por daños, indemnización, daños ambientales, y ahí hay apoyos en
materia agrícola a cuentagotas, muy peleados, muy discutidos, y eso es lo que
tenemos, esa es la realidad de Tláhuac.48
En relación con las autoridades existe otro ámbito de conflicto con res-
pecto al territorio que se ha venido alimentando por varios años. Se trata de
la recurrente petición a los ejidatarios de donaciones de tierra o cesión
de derechos de ciertas tierras por parte del gobierno para la construcción de
equipamiento y de servicios públicos. Desde el punto de vista del gobierno,
los ejidatarios, en tanto poseedores de las tierras, están en condiciones de
ceder ciertas porciones en bien de la comunidad y reclaman a éstos tal acti-
tud; mientras que los ejidatarios, defienden sus derechos sobre el territorio y
reclaman al gobierno su deber de resolver por sus propios medios estas nece-
sidades de la comunidad. Desde su punto de vista, el gobierno es el que de-
tenta el monopolio de la fuerza pública, del dinero y del patrimonio inmobi-
liario y es a él a quien compete proporcionar los servicios requeridos por la
sociedad.
Otro caso relevante sobre este tema es sin duda, el de la construcción de
la línea 12 del Metro, ya mencionado en un apartado anterior, en el que la
afectación de la propiedad de la tierra y el destino del territorio es lo que se
encuentra en el centro de la pugna.
En este núcleo de conflictos, las disputas de los distintos actores por
el territorio en San Pedro Tláhuac se relacionan de una u otra forma más
con las tierras cultivables que con la superficie urbanizada. En el caso de
este pueblo, la disputa no se da en torno a los lugares públicos, como las
plazas, las calles principales o los equipamientos,- en términos generales,
entraña casi inexorablemente la lucha entre la conservación del perñl
4S
Idem.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 377
Como ocurre en la mayor parte de los pueblos sureños del Distrito Fede-
ral, la figura más relevante de la representación ciudadana, y de la propia
comunidad es el Coordinador de Enlace Territorial, que es una figura impor-
tante pero compleja, debido a que es al mismo tiempo un empleado, a suel-
do, de la delegación, y un representante elegido por el pueblo. Este funciona-
rio sustituye a lo que en el caso de otras delegaciones son los subdelegados
territoriales, con la única y sustantiva diferencia de que éste es elegido por la
comunidad y, en ese sentido, es reconocido también como un auténtico re-
presentante del pueblo; aunque cabe mencionar que es también una figura
que con frecuencia intenta ser promovida por el propio gobierno delegacio-
nal. Es el enlace real entre éste y la delegación, la figura de intermediación
entre la autoridad y la gente, el encargado de gestionar sus demandas, de
atender sus necesidades, de resolver cierto tipo de conflictos internos, en
suma, de ver por el bien de la comunidad.
Debido a sus funciones, este personaje se ha convertido en una figura cla-
ve para la representación y visibilidad del pueblo, así como en un gestor por
excelencia y un mediador en los conflictos de la comunidad. Actualmente se
han delimitado un tanto sus atribuciones, pero en otros momentos ha llegado
a fungir incluso como "Juez de paz" en este y en otros pueblos. Sin embargo,
las capacidades reales y las atribuciones que le reconoce la norma delegacional
se limitan a la gestión y la intermediación y tiene en realidad poca injerencia
en la toma de decisiones, en el manejo de presupuestos y en la instrumenta-
ción de soluciones efectivas a los problemas de la comunidad:
"'Entrevista con el señor Miguel Ángel Palma, coordinador de Enlace Territorial de San
Pedro Tláhuac, julio de 2009.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 379
... nosotros también estábamos en esa transición de decir, bueno, "es que la fe-
ria no lo es todo", es una parte importante un vínculo importante y a fin de
cuentas es un trampolín que te proyecta con tu pueblo, porque estás ahí presen-
te; pero ahora nosotros estamos en la etapa de probar un reto más cultural,
queremos decirle al mundo: "Aquí está Tláhuac", y no vamos más lejos, con los
niños. ¿Cuál fue nuestro reto esta vez? Vamos a enseñarles a hacer radio, a hacer
video, porque queremos medir cómo andan ellos en su conocimiento de la cul-
tura del pueblo, y de hecho estamos preocupados, muchísimo, porque estos ni-
ños no saben nada...50
50
Entrevista con miembros del grupo STAF, septiembre de 2007.
sl
Idem.
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC • 381
intervención; por otra parte, como movilización que avanza hacia los espa-
cios institucionales y busca la interlocución; por último, como medida de
presión que reclama la consulta por parte de las autoridades a la comuni-
dad afectada.
Este tipo de participación ocurre generalmente ante situaciones de ex-
propiación o ante la puesta en marcha de proyectos urbanos que de una u
otra manera atenían contra los bienes comunitarios, y son diseñados y defi-
nidos sin previa consulta a la gente del pueblo. Este ha sido el caso de la línea
12 del Metro, del proyecto de basurero municipal y de otros proyectos que
afectan la zona. La naturaleza de los proyectos que ponen en cuestión la vo-
cación tradicional de Tláhuac inquietan y preocupan a la población, pero un
agravio mayor se da cuando esto sucede sin tomar en cuenta la opinión, los
argumentos y las necesidades de esta población. De aquí que este tipo de
participación reconozca como móvil la circunstancia de que se pasa por en-
cima de la comunidad y ésta no es tomada en cuenta para la definición de
proyectos catalogados como de "interés público":
No, aquí nunca nos han consultado, por eso es en mucho la pelea de los pueblos
originarios, es decir, no nada más es cuestión cultural; esto de los pueblos origi-
narios evidentemente tiene un matiz político que no se reconoce porque la gen-
te de allá, del gobierno central, viene y crea su Consejo de Pueblos, así como una
cuestión de folclor, de una cosa nada más folclórica, así de "mire aquí tenemos
todavía un reducto de lo que fue nuestro pasado"; pero no se le da la connota-
ción que realmente tiene, y no nada más en el discurso, hay que empezar por las
acciones, pues ¿cómo respetar a los pueblos originarios? Pues reconociendo que
tienen derechos colectivos sobre su territorio, y eso no se quiere reconocer por-
que le quitas un montón de beneficios al gobierno; él sabe que tenemos tierras
y que las tierras están subiendo de precio, que pueden entrar las compañías in-
mobiliarias, y que de hecho ya existen proyectos por acá de casas Geo. Entonces
es mucho dinero el que se está jugando acá y el gobierno no va a permitir que se
hagan esas modificaciones a la legislación para que los pueblos originarios ten-
gan realmente estos derechos colectivos que decimos, que vienen de atrás...52
REFLEXIÓN FINAL
BIBLIOGRAFÍA
Con el trabajo aquí presentado hemos querido poner de relieve algunos as-
pectos que consideramos de primera importancia con relación a la existencia
de los pueblos urbanos de la ciudad de México, en la perspectiva de volver la
mirada al lugar que ocupan y a su participación dentro de la dinámica de
la vida urbana. En esta línea, uno de los propósitos centrales de la investiga-
ción consistió en mostrar la diversidad política, social y cultural de la ciudad
de México, a partir del acercamiento a los pueblos urbanos como espacios
locales significativos que tienen una fuerte presencia en la historia de la ciu-
dad y que en la actualidad conservan sus particularidades como elementos
constitutivos de la metrópoli.
En este contexto, el trabajo de los distintos autores se orientó hacia la
recuperación de la manera como los pueblos reconstruyen permanentemen-
te la identidad, la pertenencia y las formas de vivir la ciudadanía en la ciudad
de México, como una muestra de la diversidad y de la complejidad de nues-
tra ciudad, en tanto comunidad política y en tanto espacio público de convi-
vencia. En este proceso, se analizaron las distintas formas de apropiación de
la ciudad, de los espacios y del territorio, que tienen los pueblos, haciendo
énfasis en comprender que existen distintas maneras de vivir la ciudad, tan-
to por los numerosos actores que participan en ella como por los diferentes
grupos sociales que la habitan.
Otro interés primordial consistió en poner en cuestión la visión hegemó-
nica que se tiene de la ciudad como ámbito moderno por excelencia, hacien-
do evidente que en el mismo territorio coexisten espacios, asentamientos y
387
388 • A MANERA DE EPÍLOGO
cia de la ciudad, al ser éstos los poseedores de una buena parte de los recur-
sos naturales y de las zonas de reserva ecológica. Todo esto plantea el desa-
fío de asumir que la historia y la realidad de los pueblos urbanos es parte
constitutiva de la realidad y de la problemática urbana, lo que conduce a
repensar, entre otras cuestiones, las formas de gobierno y de representa-
ción de la ciudad.
ÍNDICE
Capítulo 1
PUEBLOS URBANOS: ENTORNO CONCEPTUAL Y RUTA METODOLÓGICA
María Ana Portal Ariosa y Lucía Alvarez Enríquez 1
Acerca de la ciudadanía 3
La tradición occidental 3
La tradición indo colonial 7
Los pueblos en la ciudad: pueblo originario/pueblo urbano 10
Tiempo y espacio 14
Acerca de la identidad 20
Reflexión final 23
Bibliografía 24
Capítulo 2
Los PUEBLOS DEL DISTRITO FEDERAL, UNA RECONSTRUCCIÓN TERRITORIAL
María Soledad Cruz Rodríguez, Alejandra Moreno,
Leticia Cruz Rodríguez y Marisol Gutiérrez 27
El poblamiento tradicional y la dimensión territorial
en la urbanización reciente 27
Los pueblos en la historia territorial
de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México 28
392 • ÍNDICE
Capítulo 3
SAN PABLO CHIMALPA, CUAJIMALPA
María Ana Portal y Cristina Sánchez Mejorada 81
Introducción 81
Chimalpa: espacio social y territorio 87
La construcción del territorio de Chimalpa durante la Colonia 88
El impacto de la Reforma Agraria 95
El siglo xx. La Revolución como refundación moderna del pueblo:
su población y vida cotidiana 100
Espacio y vida pública. Gobierno y gestión 108
Las transformaciones del pueblo:
urbanización y nuevas formas de vida en el Chimalpa de hoy 121
Transformaciones políticas y de representación 126
Tiempo y organización: ritmos de la vida cotidiana 130
Las familias 130
Parentesco, historia y el territorio 131
La organización social 133
Las Compañías 134
La dimensión religiosa de la organización social: las fiscalías 141
La dimensión festiva 143
Reflexiones finales 146
Bibliografía 147
ÍNDICE • 393
Capítulo 4
CUAUTEPEC, GUSTAVO A. MADERO
Lucía Alvarez Enríquez 151
Introducción 151
El espacio del pueblo 154
Características territoriales 158
Cambios recientes y situación actual 162
Espacio y vida pública 167
Los tiempos del pueblo 171
La pertenencia y la presencia del tiempo histórico 171
El tiempo presente 203
Reflexión final 214
Bibliografía 216
Capítulo 5
SANTA MARÍA AZTAHUACÁN, IZTAPALAPA
Iván Gomezcésar Hernández 219
Vivir en Iztapalapa 219
La península de Iztapalapa 221
El inicio del siglo xx y la Revolución mexicana 226
La reforma agraria 230
Familia y sociedad en el siglo xx 234
Las fiestas de Aztahuacán 237
Formas de representación 244
Conclusiones 249
Bibliografía 251
Capítulo 6
CULHUACÁN, IZTAPALAPA Y COYOACÁN
Patricia Ramírez Kuri 253
Introducción 253
El espacio del pueblo de Culhuacán en el tiempo 256
La producción del espacio local y del lugar histórico 256
Antecedentes prehispánicos y coloniales de Culhuacán 256
Culhuacán en la ciudad de México durante el siglo xx 263
De la Revolución a la actualidad 265
Sobre el proceso de urbanización 278
El proceso de urbanización reciente 281
El espacio-tiempo contemporáneo 284
394 • ÍNDICE
Capítulo 7
SAN PEDRO TLÁHUAC, TLÁHUAC
Lucía Alvarez Enríquez 327
Introducción 327
El espacio del pueblo 330
Características territoriales 336
Cambios recientes y situación actual 340
Espacio y vida pública 348
Los tiempos del pueblo 349
La pertenencia y la presencia del tiempo histórico 349
Reconocimiento de una población y un territorio
con pasado común. El núcleo del pueblo: linajes y familias originarias 354
Formas de organización comunitaria 361
Las fiestas populares 365
El tiempo presente 370
Reflexión final 382
Bibliografía 384