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REVISIÓN Y ACTUALIDAD DE LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL


CAPITALISMO

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Oscar Alfonzo Pereyra


Universidad Iberoamericana Ciudad de México
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26 DE NOVIEMBRE DE 2015

REVISIÓN Y ACTUALIDAD DE LA ÉTICA


PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL
CAPITALISMO
ENSAYO FINAL

OSCAR ALFONZO PEREYRA


UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
Teoría Social Clásica
Contenido

Introducción ................................................................................................................. 2

Max Weber y la sociología comprensiva ..................................................................... 2

Auge del capitalismo .................................................................................................... 3

Occidente y sus peculiaridades ..................................................................................... 4

Capitalismo y Benjamín Franklin ................................................................................ 5

El Calvinismo ............................................................................................................... 5

El libro y su actualidad ................................................................................................ 6

Capitalismo y racionalidad .......................................................................................... 7

Desarrollo del capitalismo ............................................................................................ 8

Consideraciones finales .............................................................................................. 10

1
Introducción

El presente ensayo tiene por objetivo hacer una revisión de la obra de Max Weber La Ética
Protestante y el Espíritu del Capitalismo y constatar su actualidad y utilidad para el análisis
sociológico actual. ¿Qué aspectos del trabajo de Weber podemos rescatar para el modelo
económico capitalista actual? ¿Cuál es la influencia de la cultura y la religión en la vida
económica de hoy? La intención de este ensayo es también que podamos observar aspectos
de la metodología de análisis de Weber y hacer una revisión del capitalismo y su influencia
en la cultura.

Max Weber y la sociología comprensiva

Weber es uno de mis autores favoritos en sociología. Como ya lo había mencionado en clase,
el punto que más me agrada de este sociólogo alemán es que se enfoca en comprender el
fenómeno más que llegar a la causa última del mismo. Razón por la cuál considera escribir
la Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo y dar otro ángulo novedoso al problema
económico que hasta esos días había sido vista sólo desde la perspectiva del materialismo
histórico de Marx. Aunque Weber no vio gran parte del desarrolló del capitalismo en el siglo
XX, si profetizó el camino que seguiría la civilización occidental junto a él.

Weber ha permeado muchas otras áreas del conocimiento y hoy en día no sólo se estudia en
la sociología sino que también es parte del currículo de Ciencias Políticas, Administración,
Economía, Derecho entre otras. Los programas académicos de estudios culturales incorporan
a Weber como uno de los autores clave de la rama y su propuesta metodológica sostiene a
una gran cantidad de discípulos que han ampliado y reinterpretado su obra infinidad de veces.
Es por eso que Weber es un clásico al que debemos volver siempre.

Max Weber es el fundador de la sociología comprensiva. Los postulados epistemológicos del


autor difieren de las tesis holistas que otros de sus contemporáneos planteaban en su época.
Weber entiende a la sociología como el estudio de las culturas derivado de la tradición
historicista alemana. Los tipos ideales se desprenden de esta epistemología en la que se hace
uso de un concepto inventado por el autor para cuadrar todas las conductas regulares y
repetitivas de un grupo determinado de actores sociales. Weber no pensaba agotar todas las

2
posibilidades explicativas de un fenómeno social sino enfocarse en una y realizar una
exposición detallada de la misma con el mayor rigor científico posible. La prueba de estos
postulados la realiza en sus estudios sobre el protestantismo y el capitalismo. Y es que Weber
puede ser la cura contra la pérdida de la vivacidad en las ciencias sociales (Radkau, 2011),
gracias a él continúe la carrera de sociología, otra razón por la cual lo escogí para este trabajo
final.

Empezaremos abocándonos a la obra de La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo


de la cual desprenderemos otros análisis derivados de la teoría weberiana.

Auge del capitalismo

La obra de Weber puede comprenderse mejor bajo el contexto histórico en cual se sitúa. La
tesis principal del autor es que el capitalismo tuvo un catalizador esencial en su desarrollo y
maduración: el protestantismo calvinista. Antes de hacer una revisión del texto veamos un
poco las condiciones históricas por las cuales se presenta.

Europa sufrió un cisma religioso con la llegada de Martin Lutero quien dividió la religión
cristiana entre católicos y protestantes. La principal crítica que se hace de la Iglesia Católica
es que los textos sólo podían ser entendidos por los sacerdotes y las misas eran dadas en latín,
un idioma que otras culturas ya no hablaban. Lutero creía necesario que todos los creyentes
tuvieran acceso a la sabiduría divina e hizo la primera traducción de la Biblia al alemán. En
un corto periodo de tiempo causó una enorme división en el cristianismo haciendo que
Europa se dividiera en protestantes y católicos. Son estos protestantes y su cambio de
percepción del mundo lo que interesa a Weber en su investigación.

A la par de los cambios religiosos en Occidente, la economía global estaba sufriendo procesos
de transformación. El descubrimiento de América trajo consigo una gran cantidad de riquezas
al Viejo Continente. Es también con el periodo del Renacimiento en el que vemos el auge de
la burguesía y la incidencia de su poder en el plano político, los Médicis son un claro ejemplo.
El crédito, los bonos y las primeras burbujas especulativas surgieron a la par que las
divisiones protestantes que le interesan a Weber: el calvinismo, pietismo, metodismo y las
sectas surgidas a partir del movimiento baptista.

3
Occidente y sus peculiaridades

Weber entiende las peculiaridades culturales que se presentan en Occidente. Aspectos


específicos de estos podrían ser: un tipo de ciencia único, una música racional basada en la
armonía de las notas, un tipo de literatura impresa y una alta especialización de los
funcionarios del Estado (Max, 1973). Una última que interesa al sociólogo alemán: el
capitalismo. Según Weber, el sistema económico capitalista ha existido en diversas épocas y
lugares pero nunca con las particularidades que presenta en Occidente. En este capitalismo,
existe un grado de racionalidad del trabajo formalmente libre que no se había visto antes
(Max, 1973). Existe una aplicación técnica del cálculo económico y la religión protestante
ejerce una forma distinta de entender al mundo que modifica las acciones de sus creyentes
hacia una sacralización del ahorro, la inversión y el trabajo.

Europa en la época de Weber se debate entre el idealismo y el materialismo, dos concepciones


del mundo que podía sacar diferentes conclusiones respecto a muchos temas. En el caso del
capitalismo, el principal trabajo en ese momento habría sido la obra de Carlos Marx. Autor
que había popularizado el materialismo histórico y la dialéctica hegeliana para la
interpretación de la economía capitalista. Para Weber el asunto es un poco más complejo ya
que ambas ideologías parecen ser conceptos polivalentes (Radkau, 2011); en su obra de la
Ética Protestante se observan ambas tendencias ideológicas que tenían una relación con
determinadas fases de la historia (Radkau, 2011). El creía que el materialismo podía ser útil
desde el aspecto metódico pero no había porque elevarlo al dogma (Radkau, 2011). Esto
supone una mayor complejidad de su pensamiento y un interés genuino por comprender
fenómenos sociales. La rivalidad que se creó con Carlos Marx fue creada por sus lectores
que por el mismo Weber a quien Marx no lo llega a mencionar en varias de sus obras y en
dónde lo hace, es tan sólo de forma muy superficial.

Encontramos en el análisis de Weber un enfoque da pie a otras interpretaciones de la realidad


y a la vez ofrece una forma propia de observar fenómenos sociales. El hecho de que haya
tomado la religión protestante para explicar un aspecto económico de lo social fue para dar
un enfoque original al problema. Eso aunado a la necesidad del autor por aplicar sus
principios metodológicos a un caso específico.

4
Capitalismo y Benjamín Franklin

Weber toma un texto de Benjamín Franklin para ejemplificar el pensamiento protestante y


su relación con el capitalismo. Este pensador americano escribe a las personas que desean
ser ricas en un texto llamado Advice to a Young tradesman en el que aconseja pensar que el
tiempo es dinero, que un crédito bien pagado puede generar más fortuna y que este puede ser
fértil y reproductivo (Max, 1973). También agrega que es necesario pensar con eficiencia y
actuar con puntualidad en todo negocio que se emprenda. Franklin, si bien no define lo que
Weber considera como “El Espíritu del Capitalismo” sirve de ejemplo para mostrar lo que
un pensador protestante considera como normas o conductas apropiadas del buen cristiano.
Este ethos se manifiesta principalmente en las sectas del ascetismo intramundano en el que
la ganancia se vuelve una recompensa divina por predicar ciertas actitudes laborales:
ascetismo, prudencia, puntualidad y ahorro.

Todas aquellas virtudes sólo en cuanto que benefician concretamente al individuo y que basta
la apariencia de virtud, cuando así se consigue el mismo efecto que con la práctica de la virtud misma:
consecuencia ésta inseparable del más estricto utilitarismo (Max, 1973).

Lo contrario de estas virtudes resalta Weber son aquellas provenientes de la época feudal en
el que la ostentación, el lujo inútil y el reconocimiento social por sus posesiones. Los obreros
–dice– mantienen también una actitud distinta a la del empresario ya que si se les ofrece una
alza en sus salarios con la condición de trabajar más tiempo, este prefiere trabajar menos a
cambio de ganar menos también. Este tipo de actitud es clasificada por el autor como
tradicionalismo (Max, 1973).

El Calvinismo

En su búsqueda por los orígenes del tipo ideal del capitalista moderno Weber se topa con un
tipo de protestantismo que el sociólogo alemán concibe como un elemento catalizador del
capitalismo moderno. La predestinación en el calvinismo juega un papel importante en la
perspectiva que el creyente le da al trabajo. El cumplimiento de los deberes es la única forma
de agradar a Dios (Max, 1973). El trabajo se ve más como un medio de ejercer la virtud

5
cristiana en lugar de ser un castigo que habría que sobrellevar toda la vida tal cual lo
entienden los católicos.

Los calvinistas no pueden tener diversiones mundanas, fiestas muy grandes, vestir
inapropiadamente, llevar adornos y joyas, y no usar nombres bíblicos para bautizar a sus
hijos. Esta actitud ascética del calvinista tiene el objetivo de agradar a Dios y verse
recompensado con bienestar económico en su vida. Propone una vida de rigor moral que
busca controlar y renunciar a los placeres y apetitos corporales con el fin de purificar y elevar
el alma. Se desaprueban las conductas desleales y el afán de lucro por el lucro.

El libro y su actualidad

Si juzgáramos la obra de La Ética Protestante desde sus propios principios epistemológicos1


podría suponerse que la popularización de lo que Weber entiende como el tipo ideal del
capitalista se ha separado por completo de su relación con la religión calvinista. Esta
secularización no quita fuerza a lo que quería demostrar con su trabajo: los valores
espirituales pueden ser motor de cambio en la economía. Bajo este principio podemos
empezar a analizar aquellos cambios que Weber ya no vio del capitalismo cuya racionalidad
parece estar automatizada.

El capitalismo ha tomado gran cantidad de matices en todo el mundo. Desde la crisis de 1929
y la creación del keynesianismo, cada país tomó los principios de libre mercado y los insertó
a su cultura y gobierno. México por ejemplo, sostuvo un gobierno paternalista en el que
aceptaba el intercambio comercial entre otros países mientras no se violaran los principios
de soberanía que veía reflejado en el monopolio de los recursos naturales y cuya actitud
nacionalista hizo que se permitiera su explotación por particulares hasta hace poco. En el
capitalismo mexicano vemos dos tipos ideales de trabajadores, el primero determinado por
los valores familiares de la cultura mexicana en el trabajo es positivo si se ejerce de manera
lícita y constante sin importar la cantidad que reditué al chambeador. El segundo tipo ideal
de capitalista mexicano es aquél que genera un beneficio económico en afán de un

1
Por principios epistemológicos me refiero a lo que Weber entiende cómo sociología comprensiva en la que
no se buscan conceptos explicativos últimos sino sólo una comprensión del fenómeno con base en su contexto
histórico y cultural que está sujeto al cambio y que puede perder valor interpretativo con el tiempo.

6
reconocimiento social que lo coloque un peldaño más alto que los demás. El empresario regio
nacido de sus antepasados judíos que fundaron gran parte de las ciudades del norte del país.
Ambos tipos ideales provenientes de una cultura judeocristiana que comparte gran cantidad
de aspectos culturales. Por supuesto, esto es tan sólo una tipificación al vuelo que podría ser
falso o superficial. Es posible hacer tipificaciones del trabajo y la particular percepción del
capitalismo en México.

Japón también sirve de ejemplo en su forma particular de capitalismo. Una vez terminada la
Segunda Guerra Mundial, el país asiático sufrió una transformación portentosa en su
economía y el capitalismo se integró a la cultura japonesa que le dio su propia personalidad.
El toyotismo por ejemplo, fue una innovación japonesa al sistema de producción. Innovación
que parece hundir raíces en comportamientos culturales que ya existían en la nación.
Podríamos definir el capitalismo japonés como uno con grandes niveles de racionalidad y un
profundo sentido ético. El perfeccionismo y el alto nivel de compromiso con la empresa
tipifica el capitalista japonés que toma la valores laborales de las élites sociales del país como
la fueron los Samurái en el último periodo de los Tokugawa y los lleva a la empresa.

Lo que hemos visto en el siglo pasado es una secularización de los principios éticos del
capitalismo moderno que en un principio estuvieron atados a lo religioso.

Todos estos ejemplos son una muestra de la actualidad del análisis weberiano que ofrece una
respuesta a los diferentes matices del capitalismo según la nación en la que se ha introducido.
La racionalidad y las virtudes propias del protestantismo intramundano son el leitmotiv del
sistema económico en el mundo y su desarrollo pleno depende de la empatía que tenga la
cultura local con dichos principios.

El libro sin embargo se ha vuelto un referente en la sociología y de él se han desprendido


nuevos análisis respecto a la relación que tiene la religión y la economía. Veamos un poco
más respecto.

Capitalismo y racionalidad

La teoría de Weber apunta a que el ratio o la razón es uno de los pistones del capitalismo
moderno que tuvo sus inicios en occidente debido las razones anteriormente expuestas. Sin

7
embargo en sus estudios sobre la religión, Weber hace una comparación de esta racionalidad
y la pone en contraste con otras religiones del mundo (Weber, 1983). La intención del
sociólogo al igual que otros de sus contemporáneos es entender la función social de cada una
y las posibles implicaciones para otras actividades humanas como la economía. Si bien el
autor llega a pecar un poco de etnocentrismo en sus análisis, reconoce que no sólo occidente
poseía los valores necesarios para que también existiera como el mencionado caso de Japón
(Weisz, 2011)

Los valores culturales hoy en día parecen tener más peso en el capitalismo actual que los
religiosos. Weber estuvo más interesado en conocer las diferencias entre religiones y los
obstáculos hacia el camino de la racionalidad (Weisz, 2011). El protestantismo fue una
especie de actualización de las creencias religiosas cristianas de occidente con los cambios
que el Renacimiento había traído. Se eliminan los matices politeístas del catolicismo además
de los intermediarios obligados para la interpretación de los textos sagrados. La religión
protestante da más peso a la conducta para la observancia de las órdenes divinas y confiere
mayor importancia a las acciones en la vida para la sacralización de la misma.

La globalización trajo consigo una homogeneización del pensar racional en casi todas las
culturas actuales. El capitalismo en algunas regiones del mundo puede cumplir una función
profana en la vida social mientras que en otras adquiere un carácter más especial dentro de
la cultura. Mencionamos el ejemplo de Japón y México debido a que son dos pueblos en los
que se pueden determinar rasgos esenciales de un fenómeno frecuente y actitudes típicas de
los actores frente al trabajo. La relación entre capitalismo y racionalidad es más visible en
los países de origen anglosajón y cuya población aún practica los principios éticos del
protestantismo. Mientras que otras regiones del mundo mezclan estos principios con sus
culturas locales.

Desarrollo del capitalismo

En economía moderna se clasifican a los países por el grado de desarrollo que tiene en el
aspecto económico: ingreso por habitante, deuda externa, niveles de infraestructura,
educación y promedio mortandad son algunos indicadores que colocan al país en una
clasificación: país desarrollado, en vías de desarrollo, emergentes… etc. Esta clasificación

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económica ayuda a determinar qué regiones necesitan apoyo material y financiero a fin de
alcanzar a los países que han alcanzado mayor desarrollo económico. En varias de estas
regiones, a pesar de contar con asistencia externa no logran mejorar estos indicadores. Desde
el punto de vista weberiano, la falta de desarrollo económico podría deberse a que no todas
las culturas del mundo comparten los mismos valores éticos de trabajo y no persiguen el
beneficio económico a la manera de los países anglosajones.

La cultura sería desde el punto de vista de la sociología comprensiva uno de los factores por
el cual no se llega al desarrollo económico deseado. El tradicionalismo que Weber define en
su libro de la Ética Protestante como la actitud obrera de trabajar lo mínimo necesario para
la supervivencia (Max, 1973) podría ser una de estas causas. Del mismo modo se dan más
prioridades a los festejos locales, la aprobación social por medio de otras conductas o simular
la existencia de riqueza mediante instrumentos financieros modernos (el crédito por
ejemplo).

Otro factor importante a considerar es la alta conectividad de la sociedad actual. En el pasado,


fue el aislamiento y la falta de comunicación entre pueblos lo que dio origen a diferentes
culturas. Con el internet y los satélites la mayor parte del mundo intercambia creencias,
valores y juicios respecto al mundo que terminan por transferir el carácter determinado de un
pueblo de una región a otra. Como consecuencia se crea una homogenización global de
ciertos aspectos de la vida humana como pueden ser los gustos musicales, opiniones políticas
y valores éticos del trabajo. La misma racionalidad podría considerarse hoy en día como un
valor global en el mundo contemporáneo.

Eduardo Weisz (2011) considera que la tesis weberiana de la racionalidad puede observarse
en las religiones de salvación (judaísmo, cristianismo, islam) y que la creación de un
monoteísmo ético y la eliminación de la magia fue un suceso importante para que occidente
desarrollara un proceso de racionalización específico. El confucionismo, hinduismo y otras
religiones no occidentales: con la excepción del judaísmo y del protestantismo, todas las religiones
y éticas religiosas, sin excepción, tuvieron que adoptar de nuevo el culto de los santos, héroes o dioses
funcionales, por exigencia de las masas (Weber, 1988b: 297)

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Consideraciones finales

Durante la investigación para este texto consideré muchas fuentes que analizan la
permanencia y actualidad de la obra de La Ética Protestante de las cuales fue una la que me
llamó más la atención y de la cual quisiera hablar en esta última parte del ensayo. Giovanna
Mazzotti Pabello (2009) hizo una revisión de la ética protestante en las nuevas formas de
organización del trabajo en una era postindustrial que practica una nueva ética que toma
forma de los principios del new age. Los argumentos que sostiene la autora son los siguientes:

1. Existen cambios impuestos al individuo por las nuevas organizaciones del


capitalismo postindustrial.
2. Estos cambios han generado un tipo de capitalismo flexible que permite una mayor
libertad a los individuos.
3. La nueva libertad adquirida trae consigo la necesidad de una nueva ética laboral en la
que los valores individualistas se manifiestan en conjunto con prácticas semi-
seculares de lo que ella denomina cultura new age.

Vimos en el texto de Weber que el trabajo profesional adquiere una dimensión espiritual
importante en su vida ya que encuentra la finalidad de su existencia en el mismo. La autora
se pregunta:

¿Qué pasa entonces con la ética del individuo cuando la incorporación de las nuevas tecnologías
ahorradoras de mano de obra convierte al trabajo profesional, contractual y remunerado en una
mercancía cada vez más escasa, dando lugar a lo que se denomina “el fin de la sociedad del trabajo”?
(Mazotti, 2009)

Los cambios de este nuevo capitalismo traen consigo nuevas formas de organización y
jerarquías más difuminadas en la organización de las empresas y los espacios que a la vez
trastocan el sentido del trabajo en los individuos. Esto hace que su ética profesional se
modifique y busque llenar ese vacío mediante nuevas ofertas éticas que la autora llama del
new age. La contingencia y la incertidumbre son las únicas constantes en vida y en las que
se ve obligado a recaer para reclamar el propio sentido de la misma (Mazotti, 2009). A
diferencia de la religión protestante, el new age se manifiesta como un simple movimiento

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que busca darle ese sentido de identidad y pertenencia en el mundo al individuo. Es el viejo
sentido de religare en la etimología de la religión a lo que vuelve el trabajador de la era del
capitalismo flexible en el que a pesar de llevar gran parte de la ética derivada del capitalismo
protestante tiene que adaptarse a los cambios que genera el sistema económico y que el propio
Weber sabía que iba a tener y que ahora nos toca reflexionar y aportar al conocimiento
científico social del cual formamos parte.

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Bibliografía

Max, W., 1973. La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo. Segunda ed. Barcelona:
Península.

Mazotti, G. P., 2009. De la organización moderna, a las nuevas formas organizacionales, el actor-
red y la ética protestante. UAM Xochimilco, Volumen S/N, p. 19.

Rabotnikof, N. e. a., 2010. ¿Por qué leer a Weber hoy?. Primera ed. México: Fontamara.

Radkau, J., 2011. La Pasión del Pensamiento. Primera ed. México: Fondo de Cultura Económica.

Weber, M., 1983. Sociología de la religión. Segunda ed. México: Colofón.

Weisz, E., 2011. Max Weber: la racionalización del mundo como proceso histórico universal. Reis,
abril-junio(134), pp. 107-124.

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