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1.

Eventos políticos que desencadenaron la Primera Guerra


Mundial y sus principales consecuencias políticas y sociales.
Gran Bretaña, Rusia y Alemania querían expandir sus imperios coloniales en el mundo. Tenían gran
poder y estaban manteniendo alianzas con otras potencias en Europa. Por esto, existió una gran
tensión entre estos países aliados y Alemania, el Imperio austrohúngaro e Italia. Dicha tensión
escaló hasta el asesinato del archiduque Franz Ferdinand, quien era heredero al trono del imperio
austrohúngaro.

El ataque hacia el archiduque fue atribuido a Serbia, país que fue respaldado por Rusia al ser su
aliado.
Austria-Hungría le declaró la guerra a Serbia, y sus aliados (de ambos países) intervinieron. Fue ahí
cuando Europa comenzó en guerra.

La principal consecuencia de la primera guerra mundial fue la gran cantidad de pérdidas humanas,
ya que se considera como el primer conflicto bélico masivo de la humanidad. Hubo más de 10
millones de soldados fallecidos durante los ataques, sin embargo, hubo otros más que fallecieron
más adelante por enfermedades causadas por la misma guerra.

En el documental no se habla del Tratado de Versalles, sin embargo, también es una consecuencia
política de la Primera Guerra Mundial. Este tratado se firma como señal de rendición de los
alemanes. De dicho tratado, se formó el antecedente de la Organización de la Naciones Unidas, la
Sociedad de Naciones.

La Primera Guerra Mundial también ocasionó grandes pérdidas económicas y de recursos. Europa
tuvo un gran aumento en diferencias sociales entre ricos y pobres.

Entre las consecuencias que tampoco se hablan en el documental está la desaparición de los
imperios austro-húngaro, otomano y ruso. Siendo estos sustituidos por países como Estonia,
Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia, Yugoslavia, Hungría y Checoslovaquia.

Además, se expandió el comunismo, y nace el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.

2. Las características de la economía estadounidense en la


década de los veinte y las causas de la crisis de 1929.
Los años veinte en Estados Unidos fue un periodo de mucha prosperidad económica. La economía
creció abruptamente.

Este gran crecimiento económico fue gracias a que, durante la Primera Guerra Mundial, Estados
Unidos fabricó y exportó armas y productos bélicos a los países protagonistas de la guerra, en
Europa.
Durante los años veinte, en Estados Unidos, gracias a este “boom” económico, hubo una gran
transformación industrial. Comenzó el uso popular del automóvil, la radio, lavadoras y demás
electrodomésticos. Estos productos disminuyeron su costo de producción gracias a la línea de
producción en serie, de la cual fue pionero Henry Ford. Ford también popularizó la venta a crédito,
permitiendo así que 9 de cada 10 familias tuvieran un automóvil en casa.

Fue una década consumista y “alocada”. A pesar de que existía una ley seca en Estados Unidos,
existían una gran cantidad de bares clandestinos en los cuales se servía alcohol ilegal. Las mujeres
perdieron la cordura que caracterizaba las décadas anteriores y empezaron a mostrarse rebeldes,
les gustaba usar faldas extremadamente cortas, y bailar en centros nocturnos hasta el amanecer.

La industria del entretenimiento también se expandió. Llegó a Estados Unidos el cine. Las familias
veían de dos a tres películas por semana. La industria cinematográfica tuvo una derrama
económica sin precedentes.

Sin embargo, toda esta prosperidad de la década tuvo su fin con la crisis de 1929. El conocido
Martes Negro.

Al haber tanta expectativa, los estadounidenses comenzaron a invertir en la bolsa, y al haber una
gran compra de acciones, los precios de la bolsa subieron. Para comprar más acciones, empezaron
a solicitar créditos a bancos, y endeudándose. Sin embargo, las acciones detuvieron su incremento
en precios, por lo que la gente empezó a vender sus acciones.
Los bancos, al ver esta situación solicitaron a sus clientes el pago del dinero prestado. Muchos
bancos se declararon en bancarrota.

Gracias a esta crisis, muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas y despedir a miles de
empleados. Se hacían largas filas por obtener un trozo de pan. El gobierno no podía dar apoyos a
los desempleados. El fin de esta crisis fue gracias a Roosevelt.

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