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la calvicie y sus diferencias con enfermedades

parecidas

¿La pérdida de pelo y la calvicie son lo mismo?


Como veníamos comentando anteriormente, es normal perder a diario cierta cantidad de cabello (entre

50 y 150 cabellos al día) y que con el cambio de estaciones (sobre todo en otoño) esto se acentúe un poco,

temporalmente. Sin embargo, cuando se mantiene en el tiempo, puede ser un signo de calvicie o alopecia.

La Dra. Wendy S. Levinbook, experta en el área de dermatología, explica lo siguiente al respecto:

“La pérdida de pelo, también denominada alopecia, puede producirse en cualquier parte del cuerpo. Si

ocurre en el cuero cabelludo, se denomina calvicie. La pérdida de pelo es a menudo motivo de gran

preocupación por razones estéticas, pero también puede ser signo de un trastorno orgánico (sistémico)”.

Por lo tanto, entendemos que la calvicie viene a ser la caída de cabello drástica. Se suele decir que está
estrechamente relacionada con los antecedentes familiares y el estrés. Sin embargo, se ha observado

que hay otros factores que inciden en su aparición.

De hecho, los expertos en salud indican que las causas de la calvicie son muy diversas. Algunas de ellas

son:

 Estrés.

 Herencia.

 Problemas de salud.

 Déficits nutricionales. 

 Alteraciones hormonales.

 Ciertos tratamientos capilares.

 Consumo regular de ciertos medicamentos.

 Tratamientos muy invasivos, como la quimioterapia.

Mayormente, la calvicie se manifiesta como entradas y zonas calvas en los hombres y disminución de la
cantidad de cabello en las mujeres, o un afinamiento del pelo. Suele comenzar a los 30 o 40 años de

edad.

Leer también Mitos sobre la pérdida de cabello


¿Cómo evitar la caída del cabello?
No todas las causas de la caída del cabello son prevenibles. Sin embargo, los buenos hábitos pueden

ayudar a evitarla en varios casos. Para ello, te recomendamos lo siguiente:

 Mantén una dieta equilibrada.

 Evita usar a menudo peinados apretados, como trenzas, rodetes o colas de caballo.

 Evita retorcer, tirar o frotar el cabello con fuerza.

 No desenredes el cabello tirando con fuerza del cepillo o el peine. Trata tu cabello con suavidad al

lavarlo y peinarlo, no realices movimientos bruscos y hazte masajes al aplicarte productos.

 Evita los tratamientos capilares agresivos, como los rizadores, tratamientos con aceite caliente y

permanentes.

 Evita el uso regular de planchas, secadores de cabello y afines.

 Procura aplicar técnicas para gestionar el estrés y la tensión emocional.

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