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PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
LABORATORIO DE COTIDIANIDAD
Bogotá D.C.
RESUMEN
El presente proyecto tiene como fundamento el cuestionamiento filosófico sobre el libre albedrío,
abordado no solo desde esta perspectiva durante varios años, sino hasta la actualidad, muy
consciencia o la autonomía, sin embargo, resulta difícil llegar a acuerdos o a presupuestos concretos,
pues como ha sido conceptualizado por ciertos enfoques psicológicos, la identidad, la subjetividad, el
auto concepto, son constructos que representan dos caras de un misma moneda y que no pueden
la relación con el otro y con el mundo que se percibe fuera de sí mismo, dentro del cual se entablan
come, se viste, se estudia, en definitiva, se vive la vida. Pasamos entonces a encontrar en eso que
llamamos la vida cotidiana, una parte fundamental de la construcción de la subjetividad, proceso del
tenemos pleno control, consciencia y agencialidad. La mayoría del tiempo afirmamos tener plena
consciencia y total control sobre las decisiones que tomamos respecto, por ejemplo, a la ropa que
usamos, a los hábitos de cuidado de nuestro cuerpo, a la forma en que llevamos el cabello o al ideal de
belleza del cual participamos, no obstante, está más que sabido, que los estereotipos estéticos, de
belleza y cuidado, impregnan nuestra vida diaria y, por consiguiente, nuestra propia presencia en el
mundo, ante los demás y ante nosotros mismos. Es en este sentido, que este proyecto busca
comprender en qué medida algunas personas llegan a concientizarse de la influencia del medio sobre la
construcción de sus formas de percibir la estética, el cuerpo y de actuar acorde a estos ideales y cuáles
JUSTIFICACIÓN
proceso dentro del cual se toma en consideración tanto la particularidad de la persona, como los
elementos socioculturales que sufren una introyección por el mismo sujeto y pasan a ser parte de su
mismidad. En este marco, la idea de libertad y de autonomía tienen una importancia grande, pues son
creencias que los sujetos tienen respecto a la manera en que deciden realizarse. La estética y el cuerpo
son entonces dos elementos que hacen parte de esa configuración subjetiva e identitaria y de los cuales
que debe ser una persona, de lo que debe vestir, de cómo debe verse, pero más complicado aún, son
estos estereotipos e imágenes ideales las que luego pasan a ser consideradas por el sujeto como
auténticas y surgidas de su particularidad. Es así que muchas de las formas del cuerpo y la estética,
cuando exceden la capacidad y la realidad de la vida y las personas, se convierten en perturbadores y
Discusión Teórico-Conceptual
En el texto Psicología social crítica y posmodernidad. Implicaciones para las identidades construidas
bajo la racionalidad moderna, Teresa Cabruja (1998), se refiere a las formas en que el concepto de
ciencias de la modernidad y su concepción de lo humano, el self cuenta con categorías que se creen
naturales y preexistentes a la interacción del sujeto en el mundo, dicha idea pertenece y regula a su vez,
un cierto orden sociopolítico y económico que crea una serie de “ficciones”, como las llama la autora,
acerca de la identiad, la subjetividad y el self. Una de las ficciones que resulta interesante de mencionar
dentro de este proyecto, se refiere a la independencia, libertad y autonomía de la que los sujetos creen
las ideologías de las cuales se dispone para crear sujetos “autónomos” y “libres” es un mecanismo de
control en sí mismo que favorece, por ejemplo, a un modelo individualista y democrático dentro del
cual se le da al sujeto la capacidad de elegir, capacidad que de cualquier forma se encuentra atravesada
por los ideales y discursos que se reproducen socio históricamente y que acentúan el orden, control y
coerción sobre los individuos. Entramos entonces a una segunda ficción igualmente importante para el
tema que aquí se aborda, la ficción de la búsqueda de la “propia y auténtica identidad”, expresada ésta
en la transmisión de ese control social que se mencionaba en la ficción anterior, al plano de la auto
gobernabilidad y la auto regulación. Lo anterior quiere decir que los ideales tan exaltados en la
sociedad moderna como el éxito, el liderazgo, la autorrealización, pasan a ser placeres individuales,
formas en las cuales el sujeto se siente que posee el dominio, pero que a la vez funcionan como
beneficios sociales. Cabruja, 1998 lo explica de la siguiente manera: “…Así, tejiendo la fabricación de
nuestra experiencia cotidiana, de nuestras aspiraciones e insatisfacciones, se nos gobierna por nuestro
activo compromiso en la búsqueda de una forma de existencia que funciona a la vez como realización
personal y beneficio social… Estas tecnologías de gobierno del self actúan… buscando alinear los
objetivos políticos, sociales e institucionales con los deseos y placeres individuales, con la
autorrealización.”
elemento estético y corporal y, en esta medida, la forma de vestir, de llevar el cabello, de adoptar una
cierta apariencia para estar en el mundo, toma un valor central, pero que suele pasar más bien
desapercibido. Al respecto de esto, Barthes (1967), en “El sistema de la moda”, pasa a considerar
aquello que hace parte del detalle, de lo mínimo, banal e imperceptible como elementos que pueden
generar las consecuencias máximas, pues estos datos ínfimos carga con significaciones al respecto,
trayéndolo a términos de este proyecto, de posturas, ideologías y discursos que configuran una cierta
identidad. Para el autor, la moda es una fuerza que impulsa al sujeto a hacer las cosas de una cierta
manera y no de otra; podría pensarse entonces, de acuerdo con las ideas retomadas anteriormente sobre
el texto de Teresa Cabruja, que esta fuerza, aunque posiblemente se considera surgida de lo más
particular y agencial de los sujetos, no es ajen a las condiciones sociales, políticas y económicas que los
rodean.
En este mismo sentido, Sandra Cornejo (2016), ha escrito en su artículo “Cuerpo, imagen e identidad.
Un relación imperfecta”, que el manejo de la imagen por medio de los estándares de belleza
socialmente estipulados, crea expectativas irreales y meras ilusiones de lo que son las personas, pues se
medida, la insatisfacción con el propio cuerpo y la apariencia crece sin medida y genera una serie de
malestares que no solo se reflejan física o anímicamente, sino que representan también una cierta forma
de relación con los demás y con el mundo. Hay que mencionar que muchas de las directrices respecto
al cuerpo, la belleza, la estética y la apariencia han tenido mayor impacto en la población de mujeres,
pues de manera implícita y en muchas ocasiones explícita, se presenta una figura ideal del cuerpo
femenino. No obstante, de manera más bien reciente, algunos estudios de género han abierto la puerta a
la posibilidad de abordar este tema alrededor de las imposiciones no solo sobre mujeres sino sobre todo
sujeto expuesto a la mediación y al bombardeo de unos ciertos discursos que pretenden ordenar,
entendemos que la imagen, la apariencia y los elementos estéticos puestos sobre el cuerpo y el exterior
de los sujetos, son elementos que condensan una interrelación de la particularidad y la exigencia
discursiva social, podríamos preguntarnos qué tanta capacidad de agente puede llegar a tener una
persona en la identificación y construcción de su mismidad y cuáles son las dificultades, los malestares
y las insatisfacciones que están presentes en su vida diaria y que se manifiestan a través de la
frustración que surge tras la imposibilidad de alcanzar unos ciertos modelos ideales del cuerpo. Por otra
parte, cabe referirse al análisis que realiza Sossa (2011), acerca de las referencias al cuerpo, la belleza y
sociedades en ciertos espacios y ciertos tiempos, que llevan a ordenar, hegemonizar y categorizar las
que denotan y hacen referencia a ciertas características que no hacen parte de la norma, que no encajan
y que deben ser reestablecidas. Podría decirse entonces, que, para el caso de la estética, el cuerpo y la
apariencia en la actualidad, aquellas categorías que buscan combatir el discurso dominante de belleza,
van siendo alineadas por medio de la generación de productos consumibles que se van masificando y
van dándole otro sentido a ese discurso que se pensaba, en un inicio, contra hegemónico. Podría poner
por ejemplo el caso de la cultura urbana del punk, surgida con un fuerte discurso anti sistema que
buscaba, en los detalles de la moda, poner un ideal de desorden, suciedad y una belleza completamente
contraria a la promovida socialmente, las cabezas rapadas, los pelos de colores, el deterioro físico, el
paso del tiempo en las calles, este tipo de detalles fueron convirtiéndose de a poco en elementos que
consumibles por las masas que aceptaban las botas militares, los pantalones rotos, el pelo de color y la
cabeza rapada , como insignias de una juventud rebelde, pero ahora controlada por el consumo. A partir
de este sencillo ejemplo, puede legar a verse el funcionamiento de una sociedad que constantemente se
transforma y se regula a través, principalmente, del mercado. En esta medida, cabe preguntarse
entonces, acerca de las ficciones sobre las cuales construimos nuestra identidad, cuáles son las
dificultades que estas nos presentan en las formas en que nos relacionamos con nosotros mismos y con
el mundo y si es posible que al volver sobre el funcionamiento de estas ficciones en nosotros mismos
seamos capaces de lograr mayor libertad o al menos una consciencia de nuestras actuaciones, en
OBJETIVOS
General
estética y corporal, adoptada por jóvenes universitarios en la ciudad de Bogotá, al igual que las
Específicos
Reconocer las decisiones que toman los jóvenes respecto a la construcción de su apariencia, cuerpo y
estética.
Se plantea una metodología cualitativa, caracterizada por la capacidad de acceder a constructos más
posibilidad de que el sujeto que participa de la investigación tenga la oportunidad de aportar, desde el
conocimiento que posee sobre sí mismo, a la comprensión del fenómeno de estudio. D es esta forma,
tanto investigador como participante realizan una tarea de comprensión e interpretación del fenómeno y
Muestra
Técnica de Recolección
semiestructurada, pues consta de un guion o algunas preguntas que, en la medida del desarrollo del
investigación.
Protocolo
1. Se presenta al sujeto una breve descripción del proyecto de investigación, sus objetivos y el
interés que puede tener tanto para este como a nivel académico. Se recibe y contesta cualquier
2. Se le entrega una hoja de papel y se le pide que escriba o dibuje, lo que le resulte mejor, la
descripción, muy detallada, de su apariencia física, cómo percibe su cuerpo, qué elementos
3. Se le pide que, cuando finalice, explique a la investigadora los elementos que incluyó en su
descripción, la razón por la cual se identifica con estos y qué le generan a nivel emocional,
4. En un segundo momento se le pide al participante que, en una nueva hoja de papel, realice el
mismo procedimiento, pero ahora describiendo una figura ideal de su apariencia, cuerpo y
elementos.
5. Se le pide, de igual forma, que explique a la investigadora la descripción que realizó, la razón
por la cual se identifica de manera ideal con estos, es decir por qué desearía ser de tal o cual
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
° Cabruja, T. (1998). Psicología social crítica y posmodernidad. Implicaciones para las identidades
construidas bajo la racionalidad moderna. Revista Anthropos: Huellas del conocimiento, ISSN 1137-
° Cornejo, S. (2016). Cuerpo, imagen e identidad. Una relación (im)perfecta. Cuadernos del Centro de
Estudios de Diseño y Comunicación Nº 58 [ISSN: 1668-0227]. Año XVI, Julio 2016, Buenos Aires,
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?
id_libro=561&id_articulo=11744
° Sossa, A. (2011). Análisis desde Michel Foucault referentes al cuerpo, la belleza física y el consumo.
Polis [En línea], 28 | 2011, Publicado el 15 abril 2012, consultado el 11 marzo 2017. URL :
http://polis.revues.org/1417