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MANIFESTACIONES CLINICAS

Pueden aparecer en la evolución del cáncer de pulmón (CP) son muy variables,
pudiendo pasar, incluso, como un cuadro asintomático o completando un
nutrido grupo de síntomas y signos. Dependerá, fundamentalmente, de factores
como la localización inicial del tumor, de su tamaño, del grado de afectación de
estructuras por crecimiento local, de la aparición de metástasis a distancia o de
la existencia de síndromes paraneoplásicos, todo ello, además, determinado
por el tipo histológico del tumor y su conducta biológica, así como del estadio
de extensión en el que se encuentre.
Es por ello, que las manifestaciones iniciales del cáncer de pulmón pueden
aparecer de forma muy variable. Siendo las más frecuentes la tos, la disnea, la
molestia o el dolor torácico, la hemoptisis, la astenia, la anorexia y la pérdida de
peso. La aparición de uno o varios de estos síntomas en personas de riesgo
(varón, mayor de 40 años, antecedentes de neoplasia, tabaquismo)
Patrones orientativos según el tipo histológico. Porcentaje de pacientes),
reflejamos el origen de los síntomas o signos iniciales del carcinoma
broncogénico y sus patrones más frecuentes, dependiendo del tipo histológico
Síntomas por crecimiento endobronquial.
Los síntomas más frecuentes que pueden aparecer son: tos seca, hemoptisis,
disnea, ruidos respiratorios (estridor o sibilancias), fiebre, tos productiva
(causada por neumonía obstructiva) o dolor torácico inespecífico.
La hemoptisis masiva es muy rara como forma de presentación, siendo mucho
más típica la presencia de expectoración hemoptoica persistente. El
crecimiento de esto tumores endobronquiales, frecuentemente da lugar a
atelectasias o neumonías por obstrucción y abscesos.
Síntomas por crecimiento del tumor periférico.
En este caso, los síntomas más habituales de presentación son: tos, disnea,
dolor torácico localizado, pleurítico y absceso pulmonar por cavitación tumoral.
Si existe afectación pleural, bien por el tumor primario o por la infección
asociada, puede aparecer dolor pleurítico, con o sin derrame pleural. La
pérdida de pulmón funcionante se asociará con mayor o menor grado de
disnea, dependiendo del volumen de pulmón afectado y de la reserva funcional
previa del paciente.
Síntomas por extensión, por contigüidad o por metástasis ganglionares.

Los tumores de localización central pueden dar lugar a diferentes síntomas


dependiendo del órgano afectado por contigüidad, de esta forma pueden
aparecer síntomas por obstrucción traqueal, parálisis diafragmática, derivados
de la aparición de una fístula bronco esofágica, disfagia
FACTOR DE RIESGO

El hábito de fumar

Fumar cigarrillos es el factor de riesgo principal para contraer cáncer de


pulmón. En los Estados Unidos, fumar cigarrillos está vinculado a alrededor del
80 % al 90 % de las muertes por cáncer de pulmón. El consumo de productos
de tabaco, como puros y pipas, también aumenta el riesgo de cáncer de
pulmón. El humo del tabaco es una mezcla mortal de más de 7000 sustancias
químicas, muchas de ellas tóxicas. Se sabe de al menos 70 que causan cáncer
en personas o animales.

Las personas que fuman cigarrillos son entre 15 y 30 veces más propensas a
contraer cáncer de pulmón o a morir debido a esta enfermedad que las
personas que no fuman. Incluso fumar unos cuántos cigarrillos al día o de
manera ocasional aumenta el riesgo de contraer cáncer de pulmón. El riesgo
se incrementa con el número de años que tiene una persona de fumar y con la
cantidad de cigarrillos que fuma por día.

Las personas que dejan de fumar tienen menos riesgo de padecer cáncer de
pulmón que si continuaran fumando, pero más riesgo que las que nunca
fumaron. Dejar de fumar a cualquier edad puede reducir el riesgo de cáncer de
pulmón.

Fumar cigarrillos puede causar cáncer en casi todas las partes del cuerpo.
Fumar cigarrillos causa cánceres en la boca y la garganta, el esófago, el
estómago, el colon, el recto, el hígado, el páncreas, la laringe, la tráquea, los
bronquios, el riñón y pelvis renal, la vejiga urinaria y el cuello uterino, y también
ocasiona leucemia mielógena aguda.

El humo secundario del cigarrillo

El humo del cigarrillo, las pipas o los puros que fuman otras personas (humo
secundario) también causa cáncer de pulmón. Cuando una persona respira el
humo secundario, es como si estuviera fumando. En los Estados Unidos, una
de cuatro personas que no fuman, entre las que se incluyen 14 millones de
niños, estuvieron expuestas al humo de segunda mano durante el 2013–2014.
El radón
es un gas natural que viene de las rocas y la tierra y que puede quedar
atrapado en las casas y otras edificaciones. No tiene olor, sabor ni se puede
ver. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental, el radón causa unos
20 000 casos anuales de cáncer de pulmón, lo que lo convierte en la segunda
causa principal de esta enfermedad. Se calcula que cerca de una de cada 15
casas en los Estados Unidos tiene altos niveles de radón. Esta agencia
recomienda realizar pruebas para detectar radón en las casas y utilizar
métodos demostrados para reducir los altos niveles de dicho gas
Antecedentes personales o familiares del cáncer de pulmón
Si usted es sobreviviente de cáncer de pulmón, hay riesgo de que pueda tener
otro cáncer de pulmón, especialmente si fuma. Su riesgo de padecer cáncer de
pulmón puede ser mayor si sus padres, hermanos o hijos tuvieron la
enfermedad. Esto puede ser así porque también fuman, o viven o trabajan en
el mismo lugar donde están expuestos al radón y a otras sustancias que
pueden causar cáncer de pulmón.
Radioterapia en el tórax
Los sobrevivientes de cáncer que recibieron radioterapia en el tórax (pecho)
tienen un riesgo mayor de padecer cáncer de pulmón.
Alimentación
Los científicos están estudiando diversos alimentos y suplementos nutricionales
para determinar si aumentan el riesgo de cáncer de pulmón. Hay mucho más
que necesitamos saber. Sí sabemos que los fumadores que toman
suplementos de beta-caroteno tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de
pulmón. Para obtener más información, visite Prevención del cáncer de
pulmón.external icon
El arsénico presente en el agua para el consumo (principalmente de pozos
privados) también puede aumentar el riesgo.

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