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AUSENCIA DE LA MENSTRUACION
Uno de los primeros síntomas de embarazo para la mayoría de las embarazadas es la amenorrea, es decir,
la ausencia de menstruación.
Por lo general, las mujeres con ciclos más regulares son capaces de detectar si están embarazadas con más
facilidad que las mujeres que tienen una ovulación más irregular. Sin embargo, no tener la regla, no
significa estar embarazada.
Los ciclos menstruales suelen presentarse aproximadamente cada 28 días, aunque varían de una mujer a otra.
Además, el ciclo menstrual va cambiando a lo largo de la vida de una mujer, por lo que unas veces puede
adelantarse y otras atrasarse.
Algunos factores que influyen en esta irregularidad pueden ser los cambios bruscos de peso, el estrés laboral o
familiar o un desajuste hormonal.
Otras veces, la mujer puede estar embarazada y no saberlo ya que puede presentar pérdidas, similares a la
menstruación, que coinciden con el periodo. Esto se conoce como sangrado de implantación y ocurre cuando el
óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero.
En cambio si la mujer pasa por un periodo de mucho estrés, presenta reglas muy irregulares y tiene alguna
pérdida, la visita al ginecólogo es obligada.
Existen varias pruebas para confirmar el embarazo como los test de embarazo, la prueba de orina, el análisis
de sangre y la ecografía.
Mediante una prueba de orina o a través de un análisis de sangre es posible detectar la presencia de la
hormona Gonadotropina Coriónica Humana (HCG). Esta hormona es responsable de segregar la progesterona y
los estrógenos y aparece diez días después de la concepción.
Muchas mujeres deciden realizar la prueba de orina por su cuenta. Las conocidas pruebas de orina o test
de embarazo de venta en farmacias son rápidas, sencillas y con una fiabilidad estimada por sus fabricante de
un 98%. Los resultados se conocen en pocos minutos.
También es posible detectar la HCG mediante un análisis de sangre. Esta prueba no sólo verifica la presencia de
la hormona sino también, en caso de embarazo, permite calcular la edad del feto o la existencia de
complicaciones en el inicio de la gestación como la amenaza de un aborto espontáneo. Para conocer los
resultados, la mujer tiene que esperar al menos un día.
En cualquier caso, la prueba más fiable de embarazo es el diagnóstico por ecografía, con el que también se
confirma la existencia de uno o varios embriones. Esta prueba no implica ningún riesgo para la mujer ni para el
embrión, en caso de estar embarazada.
Tanto el análisis de sangre como la ecografía los prescribe el ginecólogo en su primera visita.
AUMENTO DEL VOLUMEN DE LOS PECHOS Y PIGMENTACIÓN MÁS OSCURA DE LOS PEZONES
Los cambios hormonales que se producen en el embarazo también afectan a los pechos, con mayor frecuencia
en el primer embarazo de la mujer. La progesterona favorece el crecimiento de las mamas y los estrógenos el
desarrollo de los conductos de la leche. Esto se debe a que los pechos se están preparando para la lactancia
materna.
Al principio del embarazo, muchas mujeres sienten mayor sensibilidad en los pechos, ya que se hinchan y
aumentan de peso. La mujer puede sentirlos doloridos, pero esta sensación –algo más intensa que la que se
produce antes de menstruar- irá desapareciendo a medida que pasen las semanas.
Los pezones y las aréolas se oscurecen, pasan de un color rosáceo a un marrón oscuro, e incluso se vuelven
más prominentes. Los pezones, al igual que los pechos, también se están preparando para ofrecer alimento al
bebé.
La piel se estira, se seca, incluso pica. Si la piel cede mucho puede ocurrir que aparezcan algunasestrías en el
pecho. También es normal que la mujer observe un mayor número de venas de color azulado debido al
aumento de la circulación sanguínea.
La ropa interior de la mujer es preferible que sea cómoda. La mejor opción son los sujetadores de algodón, sin
costuras ni aros. La talla de sujetador probablemente aumente una o dos tallas más. Esto es debido al aumento
del tejido adiposo durante el embarazo.
Existen otras hormonas que afectan a los pechos de la mujer, que son las que preparan su cuerpo para la
lactancia. Sin embargo, la acción de la prolactina, la oxitocina y la hormona luteinizante no se aprecian hasta la
sexta semana de embarazo.
Además de la falta de menstruación, uno de losprimeros síntomas del embarazo en la mujer es sentirse
especialmente cansada o somnolienta durante el día, incluso después de dormir ocho horas.
El organismo de la mujer tiene que trabajar mucho más que en condiciones normales paraalbergar al feto. La
principal causa de la sensación de cansancio y sueño, según algunos estudios, es la acción de dos hormonas, la
progesterona y la colecistocinina ya que ambas tienen un efecto sedante.
La sensación de cansancio remite en el segundo trimestre de embarazo y vuelve a aparecer a lo largo del
tercero. En la recta final, la mujer incluso puede experimentar la sensación contraria, es decir, insomnio.
Las náuseas y mareos pueden aparecer al principio del embarazo, incluso antes de que la mujer sepa si está o
no embarazada. Muchas mujeres, junto a las náuseas, también sufren vómitos.
No se conocen las causas exactas de lasnáuseas, mareos y vómitos durante elembarazo. Diversos estudios
apuntan a la influencia de diversos factores como el aumento del nivel de hormonas durante la gestación, la
disminución de la glucosa en sangre, los embarazos múltiples o incluso, los cambios emocionales.
En líneas generales, muchas embarazadas sufren náuseas nada más levantarse, es lo que se conoce como
náuseas matinales, pero también pueden manifestarse a lo largo de todo el día.
Aunque lo normal es que desaparezcan alrededor del segundo trimestre de embarazo, puede ocurrir que las
náuseas continúen hasta el final de la gestación.
En este caso, si el malestar va acompañado de pérdida de peso es aconsejable acudir al ginecólogo para
descartar una hiperemesis gravídica. La mujer se puede deshidratar al no tolerar ningún alimento y vomitar
continuamente.
Esta afección podría poner en peligro el desarrollo del feto ya que no recibe los nutrientes necesarios.
En caso de que la mujer presente náuseas, mareos o vómitos puede seguir los siguientes consejos para aliviar
estos síntomas:
La alimentación
El estrés
Los olores
La alimentación
Algunas mujeres embarazadas se marean o sienten náuseas al incorporarse de la cama. En este caso, la mejor
opción es tumbarse un par de minutos e ingerir un par de galletas secas.
Además, el bebé necesita recibir todo tipo de nutrientes por eso, durante el embarazo, hay que seguir una dieta
equilibrada que incluya proteínas, hidratos de carbono y grasas.
En caso de rechazar algún tipo de alimento concreto se puede sustituir por otro que el cuerpo de la mujer tolere
mejor. Además, conviene:
El estrés
El estrés afecta a la mujer de diferentes formas durante el embarazo, incluso puede llegar a producir molestias
en la embarazada como las náuseas.
Durante los primeros meses de gestación conviene buscar un equilibrio entre las obligaciones diarias y las
necesidades propias de la mujer. Conviene relajarse y no agobiarse excesivamente con el orden y la
organización. Para controlarlo, la mujer puede:
Los olores
Los olores de determinados productos o alimentos, en ocasiones, producen repugnancia, náuseas e incluso
vómitos al principio de la gestación.
Las corrientes más naturistas apuntan a que las náuseas también se pueden producir por el rechazo a ciertos
alimentos que se echan a perder fácilmente, sobre todo, los de origen animal.
Esta reacción se trataría de un mecanismo de defensa para proteger a la madre y al embrión frente a posibles
bacterias o gérmenes. En este caso, las náuseas desaparecerían cuando los órganos del feto ya estuviesen
formados, es decir, alrededor del segundo trimestre de embarazo.
Por este motivo, durante este periodo, conviene evitar los olores que desagradan a la mujer. Por ejemplo a
determinados alimentos como embutidos, carnes o huevos.
AUMENTO DE PESO
El peso extra que es adquirido durante el embarazo se debe al aumento de apetito, la deposición de grasa, y el
crecimiento de los órganos reproductivos y el feto, así como el aumento de volumen de sangre y la retención de
agua. En promedio, la mujer puede ganar entre 11 y 16 kg, aunque en personas con sobrepeso este número
puede elevarse hasta los 20 kg.
OTROS CAMBIOS SON: AUMENTO DEL TAMAÑO DEL UTERO, AUMENTO DE SECRECIONES VAGINALES,
MOLESTIAS LEVES EN PELVIS
CAMBIOS CARDIOVASCULARES
El volumen de sangre aumenta en un 40% en los dos primeros trimestres de embarazo. Esto se debe a un
aumento en el volumen plasmático y en los niveles de eritropoyetina.
La función cardíaca es también modificada de manera que el ritmo cardíaco aumenta, junto con la posibilidad
de tener un accidente cerebro-vascular. En el segundo semestre, el ritmo del corazón puede aumentar,
alcanzando un promedio de sangre bombeada que se eleva de 4 a 7 litros. Esto, como consecuencia de una
disminución en el tono vagal y un aumento simultáneo del tono simpático.
Por su parte, la presión arterial cae en el transcurso del primer trimestre debido a la disminución de la
sensibilidad a la angiotensina y la vasodilatación provocada por el aumento de volumen de sangre.
Por lo general la mujer comienza a sentirse mucho mejor en este periodo, ya que desaparecen algunas de
las molestias iniciales.
Se aumenta cerca de 4 kilos de peso, de los cuales sólo uno corresponde al feto. El resto se reparte
entre la placenta, el líquido amniótico, el útero, los pechos, el aumento del volumen de la sangre y la
grasa materna.
Los pechos en algunos casos segregan calostro
Se pierde el talle
Se notan las primeras señales de los movimientos del feto, al principio en forma de pequeñas
burbujas y, después, incluso de patadas. Además, se encuentra mucho más activa y fuerte, sobre
todo porque han desaparecido las náuseas, los mareos y la sensación de cansancio. Es posible que
surjan algunas molestias como catarros, ardores de estómago, digestiones más pesadas,
estreñimiento o congestión nasal. No son preocupantes, aunque se debe consultar con el médico y, en
ningún caso, automedicarse.
Aparece la línea nigra debajo del centro del abdomen, una línea oscura que va desde el ombligo hasta
el vello púbico y que desaparece después del parto. Esta línea marca la separación de los músculos
abdominales para acomodar el aumento del tamaño del útero.
Aparece el cloasma o máscara del embarazo, se deben a una mayor pigmentación de la piel debida a
la acción de las hormonas del embarazo. Suelen aparecer especialmente en el puente de la nariz, las
mejillas y el cuello, y se oscurecen con la exposición al sol, por lo que se recomienda el uso de una
crema de protección solar. Se desvanecen normalmente tres meses después del parto.
Pueden surgir molestias físicas como ardor de estómago o congestión nasal
Se tienen sentimientos positivos y una sensación de fortaleza
La madre sueña con su futuro hijo
CAMBIOS PSICOLOGICOS
Durante este periodo la mujer se sentirá más serena y positiva porque los niveles hormonales tienden a
estabilizarse. La mujer se siente bien, aunque se pregunta si volverá a recuperar su figura. El tiempo parece
pasar muy deprisa y sueña con su hijo por las noches.
Algunas mujeres experimentan un aumento de la libido debido a los mayores niveles hormonales y al hecho
de que el cuerpo se encuentre más sensible al tacto. Aunque también puede ocurrir que sientan
un rechazo hacia las relaciones sexuales. Esta situación suele ser pasajera y desaparece tras el parto.
En esta última etapa del embarazo , la mujer ya sólo piensa en el parto y en su deseo de ver al bebé.
Aumento de entre 3 y 5 kilos de peso, el tamaño del abdomen aumenta con rapidez, por lo que
pueden aparecer estrías
Aparición de cansancio y dolores de espalda de nuevo, . La mujer vuelve a sentir cansancio,
acompañado de dolores de espalda provocados por el desplazamiento parcial de la columna. Dormir
puede también convertirse en un problema porque casi todas las posturas resultan incómodas. Se
produce un aumento de la transpiración.
Frecuentes ganas de orinar
Es frecuente también la sensación de falta de oxígeno ocasionada por la presión del feto sobre el
diafragma de la mujer que disminuye la capacidad pulmonar. Para aliviar estas molestias, lo mejor es
realizar ejercicios de respiración y relajación. En cuanto el feto se encaje en la pelvis la mujer
respirará mejor.
Contracciones uterinas de Braxton-Hicks, también llamadas falsos dolores de parto. No indican el
inicio del parto, sino que sirven para preparar el útero para el mismo.
CAMBIOS PSICOLÓGICOS
La madre puede sentir ansiedad por la inminencia del parto y por saber si su hijo nacerá bien. Una información
adecuada a través de libros especializados y las clases de preparación al parto ayudarán a disipar los temores
de los futuros padres.
Aparece el instinto de nido, normalmente en el momento inmediatamente anterior al parto, que se manifiesta
en una necesidad urgente de limpiar o de realizar obras o cambios importantes en la casa. Parece que está
relacionado con la necesidad de preparar el nido para el recién nacido (como ocurre en otras especies
animales). Si le surge este instinto, trate de no excederse y conserve sus fuerzas para el parto.
Este trimestre se suele hacer más pesado ya que parece que el tiempo se hubiera detenido. Algunas
mujeres suelen experimentar un descenso de la libido porque se encuentran cansadas y pesadas