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ESTADO DEL ARTE: INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO


COLOMBIANO EN EL PERIODO PRESIDENCIAL DE PASTRANA (1998 – 2002) Y
JUAN MANUEL SANTOS (2010 - 2015)

Por:
Paola Collazos

Pontificia Universidad Javeriana Cali


Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Pregrado de Ciencia Política
Santiago de Cali
2018
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ESTADO DEL ARTE: INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO INTERNO


ARMADO COLOMBIANO EN EL PERIODO PRESIDENCIAL DE PASTRANA (1998 –
2002) Y JUAN MANUEL SANTOS (2010 - 2015)

Por:
Paola Collazos

Pontificia Universidad Javeriana Cali


Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Pregrado de Ciencia Política
Santiago de Cali
2018
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AGRADECIMIENTO
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CONTENIDO
 

1.   INTRODUCCIÓN  ...............................................................................................................................  6  
2.   FORMULACIÓN DEL PROBLEMA  .................................................................................................  9  
2.1 Descripción del problema  ...............................................................................................................  9  
2.2 Pregunta de investigación  .............................................................................................................  11  
3.   OBJETIVOS  ......................................................................................................................................  12  
3.1 Objetivo general  ...............................................................................................................................  12  
3.2 Objetivos específicos  ........................................................................................................................  12  
4.   METODOLOGÍA:  .............................................................................................................................  13  
5.   ESTADO DEL ARTE  ........................................................................................................................  14  
5.1 Gobierno de Andrés Pastrana:  ..........................................................................................................  16  
5.1.1 Proceso de paz – Plan Colombia.  ..............................................................................................  18  
5.1.2 De Clinton a Bush  .....................................................................................................................  28  
5.2 Gobierno de Juan Manuel Santos:  ........................................................................................................  31  
5.2.1 Administración de Uribe:  ..........................................................................................................  32  
5.2.2 Proceso de paz en la Habana  .....................................................................................................  37  
5.2.3 Internacionalización del conflicto  .............................................................................................  43  
6.   CONCLUSIONES  .............................................................................................................................  46  
7.   Bibliografía  ........................................................................................................................................  50  
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Índice de ilustraciones
 

Ilustración 1Proceso de paz del Caguán, el presidente Pastrana y delegados de las Farc.  .........................  18  
Ilustración 2. Richard Grasso, presidente de la Bolsa de Nueva York y “Raúl Reyes”.  ............................  20  
Ilustración 3. Los presidentes Clinton y Pastrana firmando el Plan Colombia.  ..........................................  25  
Ilustración 4. Atentados al World Trade Center el 11 de septiembre del 2001.  .........................................  29  
Ilustración 5. La administración Uribe se caracterizó por el combate militar contra las Farc.  ...................  33  
Ilustración 6. Desde el inicio, Santos le dio gran importancia a la diplomacia.  .........................................  38  
Ilustración 7. Hubo también énfasis en las relaciones con el gobierno Obama.  .........................................  40  
Ilustración  8.  Los  equipos  negociadores  del  gobierno  y  las  Farc.  ...............................................................  42  
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1.   INTRODUCCIÓN

El Estado colombiano siempre se ha caracterizado por los diversos conflictos de índole


político que ha tenido que padecer hasta su seno. Desde su independencia, y a lo largo del siglo
XIX se desarrollaron una serie de guerras civiles de tendencia bipartidista que terminaron en la
Guerra de los Mil Días entre 1899 y 1902. Durante el siglo XX la violencia bipartidista regresó
un tiempo después de un cierto periodo de paz, pero en la segunda mitad del siglo predominó el
auge de las guerrillas, producto de antiguos campesinos de tendencia liberal y de estudiantes
universitarios impulsados por la ola revolucionaria que por entonces se vivía.

Más adelante se integraron al conflicto actores como paramilitares y narcotraficantes, que


comenzaron a alimentar a las partes en el conflicto y a convertirse en una rentable fuente de
financiación para los grupos insurgentes. Cabe aclarar que en ese tiempo el mundo estaba
dividido entre dos ideologías antagónicas e irreconciliables: El capitalismo liberal y el
comunismo marxista. Cada ideología constituía una bandera en una lucha geopolítica encabezada
por dos potencias: Los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas. Ambas naciones se encontraban en disputa por el control geopolítico de diversos
territorios a lo largo y ancho del mundo, en un enfrentamiento donde nunca llegaron a la
confrontación militar directa, pero si tercerizaron los enfrentamientos, en campos incluso más
allá del militar, político y económico, como la ciencia, el deporte, la cultura y sobre todo la
propaganda.

Al estar Colombia ubicada en un punto estratégico del continente americano, siempre ha


estado bajo la influencia de los Estados Unidos, aplicando la llamada doctrina del réspice polum
(“mirar hacia el norte”), pues se decía que los Estados Unidos eran “La estrella polar”, frase
acuñada en la administración del presidente Marco Fidel Suarez entre 1918 y 1921 (Torres,
2010).

De ese modo Colombia tuvo un perfil bajo en el tema de las relaciones internacionales, siempre
permitiendo una influencia considerable de Estados Unidos como potencia referente en los
lineamientos de la política exterior (más allá de la aplicación del réspice similia, “mirar a los
semejantes” hacia los años setenta con el gobierno de Alfonso López Michelsen entre los años de
7  
 

1974 y 1978). Así se mantuvo una tendencia a seguir los lineamientos provenientes de Norte
América y el tema del conflicto armado permaneció como un tema al interior del país, al cual se
le intentó dar un manejo diferente por parte de cada presidente, nunca a manera de política de
Estado, sino como política de gobierno (Velosa, 2012).

Desde principios de los años ochenta, se planteó la necesidad de firmar la paz con las
guerrillas a través de procesos de negociación que involucraran algunas de las partes
participantes en el conflicto. Esto coincidió con el auge del narcotráfico en el país, donde una
serie de personajes (capos de la mafia) encabezaban el negocio ilegal de tráfico de narcóticos
(primero marihuana, después cocaína, amapola o heroína).

Debido a que existió una gran demanda en el mercado internacional y en países potencia
como los Estados Unidos de América, se convirtió en un negocio supremamente lucrativo que
permitió a los capos de la mafia comenzar a amasar enormes fortunas, al punto que podían
financiar estructuras militares de gran tamaño como las de la guerrilla. De este modo, el
narcotráfico comenzó a alimentar el conflicto armado interno, y se convirtió en fuente principal
de financiación de las estructuras guerrilleras. A raíz de esto, el conflicto armado se convirtió en
un problema de mayor interés para los Estados Unidos, puesto que se financiaba con un negocio
que los afectaba directamente (Vargar, 2005).

Dado que Colombia siguió constantemente la doctrina del réspice polum, el gigante
americano encontró un gobierno dispuesto a seguir los lineamientos venidos desde Washington.
De ese modo, el tratamiento al conflicto armado interno, del manejo del narcotráfico, y de los
procesos de paz, llegó a contar con una internacionalización que intentaba validarlo a los ojos del
mundo, y que en ciertos casos permitía que delegados de otros países u organizaciones
extranjeras participasen del mismo. Hubo diversos procesos como el de La Uribe, Meta durante
el gobierno de Belisario Betancourt Cuartas (1982-1986), el de Caracas y Tlaxcala durante el
gobierno de Cesar Gaviria Trujillo (1990-1994), proceso del Caguan durante el gobierno de
Andrés Pastrana Arango (1998-2002) y el proceso de paz de La Habana de los gobiernos de Juan
Manuel Santos (2010-2018).

En el presente trabajo se realizará un análisis de cómo durante los dos últimos procesos de paz
con la guerrilla (el del Caguán de Andrés Pastrana entre 1999 y 2002, y el de La Habana
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enfocado hacia el primer gobierno de Juan Manuel Santos entre el 2012 y 2014) contaron con
algunos tipos de internacionalización, donde en uno se abrieron las puertas hacia la intervención
y participación de la comunidad en los diálogos de paz, y en otro simplemente se buscaba
constantemente su apoyo, y en el caso de algunos países la posición de garantes, pero donde los
diálogos eran exclusivamente entre Colombianos. Se buscará entender el contexto entre ambos,
las razones y algunos resultados que arrojaron los procesos, para concluir que tuvieron en común
y en qué se diferencian (Mosser, 2009).

Para lograr esto, se realizará la formulación del problema, llegando finalmente a la pregunta
de investigación, y se procederá a desarrollar el Estado del Arte, para el cual se tomarán los
acercamientos de diversos autores, se construirá un dialogo entre ellos y se buscará lograr
desarrollar un complemento, a fin de llegar a un resultado con un soporte teóricamente sólido y
el desarrollo de un análisis fundamentado en un estudio exhaustivo.
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2.   FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

2.1 Descripción del problema


 

Colombia ha sido un país que durante años se ha visto afectado por el conflicto armado
colombiano, que se ha caracterizado por la incesable lucha contra los grupos insurgentes que han
tomado control en diversas zonas del territorio, donde el Estado ha carecido de presencia. Así,
este tema ha marcado línea para muchos programas de gobierno, que durante su mandato,
destinan gran parte de sus acciones a enfrentar las consecuencias que la guerra ha dejado a su
paso, pero también a combatir dichos grupos.

Al ser un tema coyuntural tanto nacional como internacional que abarca grandes
problemáticas del país, son varios los autores que se han dedicado al análisis de escenarios
políticos, económicos, sociales y culturales que giran en torno a los cambios de política exterior
de acuerdo a los cambios de gobierno, que intentan enfrentar el conflicto desde diferentes
perspectivas.

Para 1998, Samper entrega a Pastrana un país institucionalmente debilitado, militarmente


vulnerable, con la insurgencia muy fortalecida y los carteles de drogas empoderadas del negocio.

Pastrana en su candidatura dejó claro que era importante tratar de dar una solución al
conflicto por medio de vías pacíficas como diálogos que permitieran el cese de la violencia. Al
ser electo, Pastrana inició un proceso de paz con las FARC en el que se acordó otorgar una zona
despejada militarmente para uso del grupo guerrillero. Una vez entregado, tomaron control total
del territorio y de su población, lo que les permitió tomar ventaja imponiendo sus propias leyes.
Este proceso estuvo acompañado de varios países, quienes fueron invitados por ambas partes
para ser garantes de lo acordado durante el proceso. El gobierno de Pastrana se caracterizó por
tener una fuerte intervención estadounidense en todas sus políticas, siendo así una
administración dirigida al réspice polum.

Terminado su gobierno, Álvaro Uribe se posiciona como el presidente de Colombia


durante 8 años, quien enfrenta a las FARC desde una posición meramente militar con su política
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doméstica de seguridad democrática, que pretendió eliminar a los grandes cabecillas del grupo
insurgente.

En el 2009, Juan Manuel Santos fue candidato para la presidencia, quien aseguró ser la
continuidad de las políticas de Uribe. Al ser electo, en su discurso de posesión afirma que
contempla la posibilidad de llevar a cabo diálogos para resolver el conflicto por medios pacíficos
(Revista Semana, 2010). Así, las FARC y el gobierno Santos acuerdan iniciar con diálogos para
un futuro proceso de paz.

Para este trabajo se han estudiado varios autores que analizan la internacionalización del
conflicto interno armado colombiano desde distintos puntos de vista. La literatura académica
correspondiente a este tema podría clasificarse en tres partes: en primer lugar la mayor parte de
la literatura aclara el concepto de internacionalización y posteriormente realizan un análisis
desde una perspectiva completamente estatal. Aunque varios han aclarado que el Estado no es el
único actor cuando se habla de internacionalización, sus estudios han estado enfocados a éste y
no a otros actores. Adicionalmente, este tipo de literatura hace un recuento histórico comparativo
entre las administraciones de Pastrana con el proceso de paz en Caguán, Uribe y su política de
seguridad democrática y Santos y el proceso de paz en la Habana.

El segundo tipo de literatura que se pudo identificar fue la que realiza una comparación,
no entre estrategias estatales de internacionalización, sino entre estrategias de Estados e
insurgencia. Por último, la otra parte se ha enfocado en explicar la internacionalización a partir
de las relaciones que ha tenido el gobierno colombiano con EE.UU meramente y no con otros
actores internacionales que han sido importantes.

No obstante, toda la literatura ha estado enfocada al análisis de la internacionalización


desde la perspectiva del Estado, Trujillo hace un estudio desde ambas partes, donde plantea que
tanto el Estado como las FARC han hecho estrategias para internacionalizar el conflicto.

A continuación se realizará un análisis de algunas contribuciones que hacen énfasis en la


internacionalización del conflicto armado en Colombia, los aportes del observatorio de política
exterior (OPEC), Borda, Cardona, Zuluaga, Ríos, Tokatlian, Ramírez, Cepeda, Trujillo, Tickner,
Pinzón, entre otros autores.
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2.2 Pregunta de investigación

A partir de lo anterior, el presente estudio pretende indagar acerca de los factores que
llevaron a que el proceso de paz de la Habana llevado a cabo en el gobierno de Santos periodo
2010- 2014 lograra la internacionalización del conflicto armado colombiano, mientras que el
proceso del Caguán realizado por el gobierno Pastrana en 1998- 2002, no lo lograra a pesar del
alto número de actores internacionales que tuvieron participación en el mismo.
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3.   OBJETIVOS

3.1 Objetivo general

Comparar la literatura existente sobre los cambios de la política exterior colombiana en


los procesos de paz del Caguán (1998-2002) en el periodo presidencial de Pastrana y el de la
Habana (2010-2014) en el periodo presidencial de Santos, para encontrar los vacíos respecto a
los abordajes académicos.

3.2 Objetivos específicos

•   Analizar las perspectivas de los autores acerca de la intervención de actores


internacionales en el proceso de paz en el Caguán realizado en el periodo de gobierno de
Pastrana.

•   Estudiar los planteamientos acerca de los elementos que contribuyeron a la


internacionalización del proceso de paz de la Habana y sus efectos en la política exterior
colombiana.
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4.   METODOLOGÍA:
 

El presente trabajo es de tipo cualitativo pues utilizará diversas propiedades que intentarán
identificar las diferencias entre los procesos de paz llevados a cabo en Colombia. Dado que es
un estudio de tipo cualitativo, se trabajará con muy pocos datos o unidades de análisis exactas
que permitan definir en términos absolutos la pregunta del problema, por el contrario se tendrán
supuestos de los diferentes autores que han hecho un abordaje académico y análisis político
internacionalista dos fenómenos de procesos de paz ocurridos en Colombia en dos periodos de
gobiernos diferentes.

El diseño del trabajo será de tipo documental el cual cosiste en un proceso basado en la
búsqueda y recuperación de datos secundarios obtenidos y registrados por otros investigadores
en fuentes documentales, ya sean impresas, audiovisuales o electrónicas.

Se indagará en estudios previos realizados por autores reconocidos en el tema, con el fin de
realizar la discusión académica y metodológica.

En esta revisión documental, se abordarán diferenciadamente los dos procesos de paz y se


planteará un diálogo entre los autores, en donde se pone en discusión las aproximaciones que
cada uno plantea respecto a los sucesos de los procesos. Dentro de esto, se caracterizará la
literatura para encontrar los vacíos investigativos que se tienen.

Para la revisión de esta literatura, se hará revisión de prensa de medios nacionales para la
contextualización histórica del tema, de igual forma se indagará en las bases de datos de la
Pontificia Universidad Javeriana, al igual que en las diferentes páginas web académicas,
buscando literatura enfocado a la unidad objeto de análisis que es la internacionalización del
conflicto colombiano.

 
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5.   ESTADO DEL ARTE


 

En el comentario No. 10 de la OPEC (2008) se plantea que la internacionalización puede ser


definida como el grado de exposición de un asunto a la comunidad de naciones y demás actores
del sistema mundial, adiciona que la internacionalización es un proceso en el cual un actor toma
una decisión explícita y consciente de involucrar agentes externos en cualquier fase del conflicto
doméstico. Trujillo (2012) lo define como el involucramiento de uno o varios actores de la
comunidad internacional en un conflicto armado interno.

Complementando esta definición, Borda (2007) considera que la internacionalización es


definida implícitamente como un proceso en el cual el conflicto ha cruzado casi sin ningún tipo
de intención por parte de los actores, un cierto límite marcado por las líneas que delimitan el
territorio nacional colombiano.

Ésta última incluye un ámbito territorial delimitado que la OPEC y Trujillo no han
reconocido. Mientras tanto, Pinzón (2017) considera que la internacionalización es una estrategia
que es dirigida desde las élites colombianas posicionadas en el gobierno como necesidad de
legitimarse y diferenciarse de otros actores para recibir un tratamiento especial de los EE.UU y
obtener transferencias internacionales por medio de la cooperación.

Autores como Cardona, Zuluaga, Ríos, Tokatlian, Ramírez y Cepeda no presentan una
definición del concepto de internacionalización de ante mano, en donde podría identificarse un
vacío conceptual puesto que no plantean qué entenderán por éste y lo dejan a la interpretación
del lector.

Existen diferentes razones por las cuales un conflicto interno puede internacionalizarse.
Según la OPEC (2008), tradicionalmente se ha entendido que la internacionalización puede darse
a partir del efecto contagio o Spillover, o de la magnitud de los daños y efectos colaterales que
produce este conflicto. Zuluaga (2013) comparte la misma premisa diciendo que el nivel de la
internacionalización determina a partir de las consecuencias negativas que se producen
regionalmente.
15  
 

Complementando lo anterior, Trujillo (2012) afirma que este fenómeno se origina por tres
razones, la primera, la intervención de un tercero de manera directa o indirecta, la segunda, por
la solicitud de uno o varios de los actores del conflicto, movidos por una estrategia política o
militar por parte del Estado y la tercera, que comparte con la OPEC (2008) y Zuluaga (2013),
del desbordamiento del conflicto sobre las fronteras con efecto contagio.

Tickner (2007)y Borda (2007) comparten la segunda razón que da Trujillo, planteando que
una de las razones por las cuales un conflicto se internacionaliza es por la intervención por
invitación, en donde el mismo gobierno lidera una estrategia de intensa asociación con la
potencia que ha tenido como objetivo principal injerencia de un tercero en el conflicto. Sin
embargo, Sandra Borda (2007) aclara que el Estado no es el único actor en la
internacionalización, pero en su estudio, se enfoca en analizar éste y no otros actores.

Por su parte Josef Kraus (2017) comparte con las autoras, que el conflicto puede
internacionalizarse por la intervención por invitación de 1o más actores, ya sean otros estados u
organizaciones, en apoyo del Estado involucrado, pero al igual que Borda, Kraus (2017)
argumenta que el segundo tipo es la intervención de dichos actores pero en apoyo del grupo
armado organizado dando origen a otro tipo de fenómenos como la guerra de poderes, más allá
que el conflicto al interior del país.

En este escenario, este tipo de guerras es instigado por las potencias que han intervenido en
el proceso, pero que no están comprometidas directamente con el conflicto ni con ninguno de los
dos actores del conflicto. Dentro de la perspectiva de Kraus, la decisión de internacionalizar el
conflicto puede partir desde actores internos o externos. Kraus (2017) afirma que:

(Kraus, 2017)

From the actors’ perspective, the decision to (or not to) internationalize can be made by
both external and internal actors. In the first case, we can speak about regional hegemoni
c state or global power, in the second, local conflict parties, the state or non-
state differentiation does not matter. (pág. 27)
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En la tercera parte de su texto, Trujillo (2012) hace referencia a la estrategia de las


FARC, una guerrilla que, a pesar de ser profundamente autárquica por más de tres décadas, a
finales de los noventa, abrió los ojos hacia el exterior, especialmente hacia los países
latinoamericanos que están viviendo un giro ideológico hacia la izquierda.

Este autor afirma que el principal motivo por el cual las FARC desbordan el conflicto
hacia los países vecinos es la posibilidad de evadir el accionar de la fuerza pública contra la que
se enfrentan, pero también lo hacen con el ánimo de conseguir legitimidad por parte de las
diferentes entidades internacionales, concentrando grandes esfuerzos, especialmente durante el
periodo de negociación con el gobierno de pastrana, para mostrar que eran una fuerza
beligerante. A partir de esto, dice que si hay que ubicar en el tiempo un momento específico en el
cual las FARC comienzan su internacionalización, es con el inicio del proceso de paz con el
gobierno de Pastrana. Para él, la internacionalización, no solo vale la pena estudiarla desde los
ámbitos estatales sino también desde la perspectiva del grupo insurgente.

5.1 Gobierno de Andrés Pastrana:

Entre los años 1998 y 2002, el gobierno de Andrés Pastrana Arango fue caracterizado por
un proceso de paz con la guerrilla de las Farc como eje central. Para esto se despejo militarmente
un área en el Caquetá conocida como el Caguán entre el 7 de enero de 1999 y el 20 de febrero
del 2002. Durante su campaña presidencial fue enfático en decir que buscaría como principal
reto firmar la paz con alias “Tirofijo”, por entonces máximo jefe de la guerrilla de las Farc. Una
vez posesionado, comenzó a realizar las gestiones necesarias para iniciar el proceso de paz con la
guerrilla, que comenzó finalmente en enero de 1999. Una de las características de este proceso,
fue la cantidad de personalidades de la política y el mundo internacional que fueron invitados a
participar en el proceso.

Durante esos tres años, no solo asistieron a la zona despejada diversas figuras políticas y
sociales de Colombia, sino también todo tipo de personalidades extranjeras, desde políticos que
integraban una “Comisión Facilitadora de las Negociaciones” como Fidel Castro, Hugo Chávez,
José María Aznar o Vicente Fox, hasta hombres de negocios como el presidente de la Bolsa de
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Nueva York Richard Grasso, o ejecutivos como Jim Kisney de América On Line. También se
desarrolló una gira de los negociadores de las Farc, Raúl Reyes, Simón Trinidad y Fabián
Ramírez por Europa, visitando países como Suecia, Noruega, Italia, Ciudad del Vaticano,
España, Suiza y Francia.

Dicho lo anterior, se puede concluir que el presidente Pastrana buscó, no solo que las
negociaciones fueran el punto central de su política doméstica, sino también de su política
exterior, pues desde diversos foros internacionales hacía alusión a la importancia de llegar a un
feliz acuerdo en el proceso de paz, promoviendo la participación internacional en el mismo y la
importancia de que los líderes mundiales lo respaldaran incondicionalmente. Por tanto, para
Pastrana fue prioritario replantear el conflicto armando como un tema que afecta a otros países
de la región, y también al mundo. Esto en vista de que, en principio, los otros países no tenían
nada que ver con el conflicto armado interno en Colombia, pero si presentaba la situación como
high politics, podría conseguir el apoyo que tanto buscaba (Orozco, 2009).

Esto explica la intervención de delegaciones internacionales para facilitar el acuerdo al


que debía llegar el proceso. Sin embargo, lo que termina de explicar bien la estrategia del
presidente Pastrana es la invitación a los Estados Unidos a participar en temas de la política
doméstica colombiana que estuvieran relacionados con la lucha anti guerrillera y con la lucha
contra las drogas. Esto partiendo de la base de que Colombia es un “país problema” que no
puede solucionar la situación interna que tiene de conflicto armado y narcotráfico por sí solo, de
tal forma que es necesario que una potencia, interesada y afectada por el problema colombiano,
sea quien ingrese a Colombia y forme parte de la estrategia para la solución del problema
(Cardona, Thickner, & Ardilla, 2001).

Este fue el segundo eje de la presidencia de Pastrana: La lucha contra las drogas. No en
vano se produjo y firmo durante su administración el famoso Plan Colombia, que implicaba la
colaboración de los Estados Unidos en la lucha contra las drogas y la participación en la lucha
contra insurgente, sin llegar a afectar el proceso de paz del Caguan que se desarrollaba por aquel
entonces. Vinculando el problema de las drogas con el de la guerrilla se podía articular mejor el
problema como uno de carácter global.
18  
 

De ese modo, su discurso integraba las dos partes (la necesidad de firmar la paz y de
combatir el narcotráfico) de cara a la comunidad internacional. Esto se puede afirmar que ocurre
buscando la supervivencia, pues esta es la estrategia ultima de todo Estado (Tokatlian, 1999),
partiendo de que no todos los Estados son iguales, aunque en teoría todos tienen el mismo
derecho y marco de acción, en la práctica hay Estados con mayores capacidades que otros.

Ilustración 1Proceso de paz del Caguán, el presidente Pastrana y delegados de las Farc.

Fuente: elcolombiano.com

De tal modo que este análisis implica un enfoque realista (Tokatlian, 1999), que permita
entender porque un Estado como Colombia actúa de la manera en que lo hace en el marco de un
conflicto armado y de la lucha contra el narcotráfico, involucrando países potencia como Estados
Unidos, produciendo lo que se podría llamar “intervención por invitación” (Tickner, Universidad
de los andes colombia, 2007), pues la internacionalización parte de que otros países participen en
asuntos interinos.

5.1.1 Proceso de paz – Plan Colombia.

El siete de enero de 1999 se inician los diálogos de paz entre la guerrilla de las Farc, y el
gobierno nacional de Colombia en cabeza del presidente Andrés Pastrana Arango. Por supuesto,
el inicio de las negociaciones causó un enorme impacto nacional, más aun teniendo en cuenta la
ausencia del máximo líder de la organización guerrillera Pedro Antonio Marín Marín, alias
19  
 

“Manuel Marulanda Vélez” o alias “Tirofijo”. Las conversaciones continuaron durante algo más
de tres años, donde se produjeron gestos esperanzadores, como la liberación de ciertos
secuestrados por parte de la guerrilla, así como algunos desalentadores, como algunos secuestros
y atentados realizados por la guerrilla.

Por parte del gobierno nacional negociaron algunas personalidades como Víctor Ricardo,
Camilo Gómez, Fabio Valencia Cossío, Juan Gabriel Uribe, María Emma Mejía, Nicanor
Restrepo, Juan Camilo Restrepo y Juan Manuel Santos, entre otros. Por parte de la guerrilla,
algunos de los negociadores fueron alias “Alfonso Cano”, alias “Raúl Reyes”, alias “Ivan
Márquez”, alias “Jorge Briceño Suarez” o “El Mono Jojoy”, alias “Ivan Ríos”, alias “Simón
Trinidad”, alias “Joaquín Gómez”, alias “Andrés Paris”; alias “Fabián Ramírez”, entre otros.

Para fines de establecer las conversaciones se despejó un área de aproximadamente


cuarenta y dos mil kilómetros cuadrados, que incluía los municipios de Mesetas, La Uribe, La
Macarena, Villahermosa y San Vicente del Caguan. El presidente Pastrana reconoció estatus
político a la guerrilla y pidió suspender algunas ordenes de captura, como las que circulaban en
contra de los voceros de la organización.

Hubo diversas congelaciones de los diálogos por parte de las Farc, así como la muerte de
tres indigenistas estadounidenses a manos de la organización guerrillera, y algunos atentados
producidos de manera poco convencionales como con un collar bomba, el secuestro de un avión
de Satena, el asesinato de los congresistas como Diego Turbay y Consuelo Araujo, además de
producirse el secuestro de algunas figuras políticas como los congresistas Oscar Tulio Lizcano y
Jorge Eduardo Gechem. También se produjo la entrega de niños en las filas de la guerrilla, y
acuerdos humanitarios entre secuestrados por las Farc y guerrilleros presos.

Mientras todo lo anterior ocurría, el presidente Pastrana pedía activamente a la


comunidad internacional en cumbres y foros internacionales respaldar el proceso de paz en
Colombia, así como pedía a la guerrilla avanzar en los diálogos. De algún modo se surtió efecto,
pues la comunidad internacional participo activamente en las negociaciones entre la guerrilla y el
gobierno, permitiendo por ejemplo una gira por Europa de algunos cabecillas de la organización
(como “Raúl Reyes”, “Simón Trinidad” y “Fabián Ramírez”) en compañía del comisionado de
paz Víctor Ricardo, por Suecia, Noruega, Francia, España, Italia y El Vaticano. Más tarde se
20  
 

realizaría un foro sobre el proceso de paz en Colombia en España, donde asistieron “Raúl Reyes”
y Fabio Valencia Cossío.

Ilustración 2. Richard Grasso, presidente de la Bolsa de Nueva York y “Raúl Reyes”.

Fuente, wordpress.com

Sin embargo, los hechos que patentaron la internacionalización fueron la llegada de


delegados de países facilitadores de las negociaciones de paz, donde participaron directa o
indirectamente líderes como Fidel Castro, José María Aznar, Jaques Chirac, Silvio Berlusconi,
Hugo Chávez, Fernando Henrique Cardoso, Eduardo Frei, Alberto Fujimori, Tony Blair, e
incluso Juan Pablo II y Kofi Annan. Al mismo tiempo, el gobierno de Pastrana adelantaba
negociaciones con los Estados Unidos para combatir el narcotráfico, donde al ser este un
problema que afectaba a los Estados Unidos, se acordó que Estados Unidos prestaría apoyo
logístico y material para el combate de las estructuras del narcotráfico y la erradicación de los
cultivos ilícitos. A este acuerdo se le conoció como el Plan Colombia, suscrito entre el presidente
de Colombia Andrés Pastrana, y el presidente de los Estados Unidos Bill Clinton.

Esto produjo inevitablemente un cambio en la lucha contra el narcotráfico, pues


implicaba una intervención directa de los Estados Unidos, tanto logística como presencial. Se
entregó a los Estados Unidos la facultad de aportar elementos para esta lucha como por ejemplo
aviones y equipos de erradicación, que servían para combatir los cultivos ilícitos. Esto produjo
algunos resultados, como la captura del capo de la mafia brasileño Luis Fernando Da Costa, alias
“Fernandinho Beira-Mar”, quien fungía en Colombia como socio de la guerrilla de las Farc y
21  
 

principalmente de alias “El Negro Acacio”, uno de los principales alfiles del narcotráfico en la
organización.

Lo anterior demuestra que, entre Colombia, y países potencia como Estados Unidos, o los
denominados “de primer mundo” como los europeos hay una relación asimétrica y desigual que,
partiendo de un enfoque neorrealista, se puede afirmar que tiene carácter estratégico (Vega,
2015). Esto tiene como efecto presentar un reflejo de Colombia como una asociación
subordinada como eje central de la política exterior colombiana, entendiendo que países con
menores capacidades como Colombia, pueden proveer y perpetuar relaciones de asociación y
subordinación en relación con naciones más fuertes, con el fin de solucionar un problema
determinado que se presenta al interior de sus fronteras (Tickner, Universidad de los andes
colombia, 2007), lo cual, en el presente caso, abre la puerta a la participación estadounidense en
la política doméstica colombiana.

En resumidas cuentas, se entiende que Colombia es un país con menor capacidad para
resolver sus problemas (conflicto armado, narcotráfico), y podrá solucionarlo de manera óptima
invitando a una potencia extranjera o a ciertos países del llamado “primer mundo”. Estos países
por supuesto aceptan, pues les permite expandir su hegemonía de un modo u otro. Finalmente, la
internacionalización consiste en eso, la decisión explicita y consiente de un Estado de invitar a
otro actor en el marco de un conflicto para obtener recursos y legitimidad, permitiendo que los
actores provenientes del exterior puedan convivir e interactuar de diversas formas con las
estrategias de internacionalizar el conflicto construidas desde adentro (Borda, 2014).

Esto se evidencia en la manera en que, transcurriendo como transcurrieron los hechos del
proceso de paz del Caguán, el presidente Pastrana siempre busco legitimidad en la comunidad
internacional, validándolo en países europeos y de la región americana, al mismo tiempo que
buscaba recursos para su lucha contra el narcotráfico, donde se encontró respaldado por la
potencia de Norte América. Resulta entonces ser una subordinación al poder de Estados Unidos
en vista de la dinámica realista que se presenta en el sistema internacional como lo menciona
Carvajal y Pardo (Carvajal & Pardo, 2002), de tal forma que se entiende que al tener el Estado
colombiano menos capacidad que los Estados potencia, resulta una salida aceptable invitar a un
gran Estado a participar del proceso interno de la política doméstica, a fin de solucionar mejor
los problemas internos, y de contar con recursos y legitimidad que de otro modo no tendría.
22  
 

La OPEC considera que es necesario analizar la forma como los distintos gobiernos han
desarrollado diferentes estrategias de internacionalización. Desde mediados de los noventa,
cuando el proceso de internacionalización toma fuerza. En el periodo de Andrés Pastrana la
prioridad radicaba en la firma de acuerdados de paz con los grupos insurgentes. Él insistía en la
necesidad de involucrar a la comunidad internacional en un eventual posconflicto. Además
consideraba que para que el proceso fuera exitoso no bastabia con contar con el apoyo de
EE.UU, era necesario incluir otros actores de la comunidad internacional en el diseño del
principal proyecto para el posconflicto en Colombia.

Durante este proceso de internacionalización, se evidenciaron muchas debilidades, sobre


todo la ausencia de mecanismos claros de verificación de los acuerdos entre guerrillas y gobierno
con la participación de los países amigos (Observatorio de Política Exterior Colombiana , 2008).

Sandra Borda en La internacionalización del conflicto armado después del 11 de


septiembre: ¿la ejecución de una estrategia diplomática hábil o la simple ocurrencia de lo
inevitable? plantea una hipótesis parecida. Para ella, El gobierno colombiano de Andrés Pastrana
estructuró un discurso internacional que claramente vinculaba la guerra contra las drogas y la
insurgencia armada. La bien conocida diplomacia por la paz que promovió dicha administración
asignó un papel fundamental a la comunidad internacional.

La estrategia del gobierno colombiano buscaba, entonces, involucrar a la comunidad


internacional en su búsqueda por una resolución negociada a la guerra, a través de la vigilancia a
la aplicación del DIH, del asesoramiento y acompañamiento en el proceso de negociación y del
aporte del dinero (Borda, Universidad de los Andes Colombia, 2007).

Ana María Trujillo propone en su hipótesis que la política de pastrana estaba enfocado en
consolidar el proceso de paz con las FARC y, para ello era necesario conseguir un apoyo político
en el terreno internacional y así legitimar la negociación, por ello buscó respaldos en diferentes
escenarios geográficos, tanto bilaterales como multilaterales. La autora comparte con Sandra
Borda las dos razones por las cuales Pastrana decidió internacionalizar en conflicto. En primer
lugar, porque Pastrana sabía que recibía un Estado debilitado, con unas guerrillas fortalecidas
que tenían presencia fuerte en el país tras el gobierno de Samper, por esto eran necesarios
recursos económicos y tecnológicos para las FFMM colombianas. En segundo lugar, porque el
23  
 

ex presidente pensó que en la comunidad internacional encontraría la legitimidad y el soporte


para el proceso de paz, que no tenía en la misma población (Trujillo, 2012).

Cardona (2001) indica que la política exterior de Pastrana se caracterizó por ser Réspice
Polum, es decir por crear una interdependencia con Estados Unidos con el fin de recibir apoyo en
materia de seguridad y cooperación con el proceso de paz. En relación a esto Zuluaga (2013)
indica que el principal objetivo durante el gobierno de Pastrana fue el restablecimiento de una
buena relación con el gobierno Norteamericano que había sido descertificado durante la
administración del gobierno de Samper por la penetración del narcotráfico en su campaña
política; es así como Pastrana plantea una diplomacia por la paz y un refuerzo militar, con el fin
de poder llevar a cabo un proceso de paz con las FARC por medio de una intervención por
invitación permitiendo que Estados Unidos se involucrara, diseñara y decidiera sobre la situación
interna del país (Tokatlian, 1999).

Ríos (2015) plantea que el Conflicto armado colombiano entre 1998 hasta 2002 vivió el
escalamiento con la guerrilla en medio de negociaciones en el Caguán, fue un periodo en el que
se muestran las aspiraciones de las FARC por derrotar al Estado colombiano, obligando al
gobierno a pensar en la necesidad de negociar con los grupos armados como único medio para
acabar con el conflicto. Este proceso de paz se llevó acabo con el acompañamiento de gobiernos
de varios países, organizaciones multilaterales, organizaciones no gubernamentales y sectores de
la sociedad civil colombiana y extranjera, que al final terminó siendo un fracaso y un hecho
histórico mejor conocido como “la silla vacía”, donde las FARC demostró no estar preparada
para asumir una postura diplomática reemplazado por una dinámica de guerra.

Todas estas hipótesis tienen una característica en común: el gobierno de Pastrana quiso
internacionalizar el conflicto llamando a países y entidades internacionales para conseguir apoyo
para el proceso de paz que iba a comenzar con la guerrilla. Sin embargo, entre las hipótesis se
encuentran diferentes vacíos que los autores dejan y que otros llenan. En la hipótesis y los
planteamientos de la OPEC no se encuentran las razones por las cuales el gobierno de Pastrana
decide internacionalizar el conflicto, sino que se centra en describir lo que él esperaba para el
posconflicto. Para esto, Tickner logra completar esta hipótesis al tomar como referencia a Borda
para dar dos posibles alternativas a esto. En el texto de Sandra Borda, si bien se describe de
24  
 

manera detallada la estrategia que tiene Pastrana para internacionalizar el conflicto, no logra
integrar las debilidades que presentó esta estrategia como si lo hace la OPEC.

Por otro lado, tanto Cardona como Zuluaga se enfocan totalmente en la relación de las
políticas de Pastrana con Estados Unidos y pareciera que limitan el proceso de la
internacionalización a esta relación, por lo cual dejan un vacío en cuanto a las relaciones que
Pastrana creó con otros organismos importantes, pues como lo decían Ríos y la OPEC, no solo
era importante este país, sino otros países, otras organizaciones internacionales y ONGs no
gubernamentales.

Según el constructivismo, son las ideas y no otros elementos como el poder material
relativo las que componen las dinámicas sociales. Basándose en este postulado, es importante,
como primer elemento de la administración Pastrana, analizar el discurso que utilizó durante este
proceso de paz. Para Pastrana se vuelve prioritario reposicionar el conflicto colombiano como
algo que realmente afecta la región y otros países. Esto, para poder lograr la participación de
otros países que no tenían nada que ver en el problema, pero si se planteaba como High politics,
se conseguiría tal apoyo que tanto buscaba Pastrana (Orozco, 2009). Pastrana difundió ante el
mundo una imagen de Colombia como país problema cuyo Estado no era capaz de afrontar por sí
solo los estragos generados por el narcotráfico y por la intensificación del conflicto armado.

Otro elemento discursivo fue el de la vinculación del problema de las drogas con la
insurgencia como estrategia para convertir el problema en algo globalizado. El gobierno de
Pastrana estructuró un discurso internacional que claramente vinculaba ambos problemas y esto
llevó a que se hablara de la corresponsabilidad, donde no solo era responsable el país que
producía drogas, sino el destino final de ellas, siendo los habitantes del país receptor culpables
por originar el consumo de ellas. De esta manera es que toma fuerza la idea de que el problema
de la producción y distribución de la droga, no es solo una falencia colombiana, sino también de
los países en que era consumida. Gracias a esta vinculación, EE.UU mostró gran interés en
Colombia y en aportar tanto económica como militarmente pues a través del discurso, se logró
posicionar en la agenda de Washington como algo fundamental y prioritario (Borda, 2012).
25  
 
Ilustración 3. Los presidentes Clinton y Pastrana firmando el Plan Colombia.

.  
Fuente, Bluradio.com

Por otro lado, en el proceso de paz de Pastrana fueron llamados diferentes actores
internacionales los cuales ocuparon un lugar importante del mismo. Existen tres razones por las
cuales Pastrana encontró justificable la presencia de dichos actores. En primer lugar es la
legitimidad por falta de apoyo interno. Al inicio de su administración, el presidente contaba con
todo el apoyo de los ciudadanos colombianos, pues logró convencerlos de que la paz era la
solución, sin embargo, a lo largo de los años y viendo el resultado de la zona de despeje, fue
perdiendo credibilidad ante los ciudadanos, por ello, creyó conveniente buscar apoyo
internacional que demostrará que el proceso de paz era proyecto viable y no era incorrecto
(Borda, 2012). Al contar con el visto bueno de los diversos países, daba credibilidad al proceso y
por ende al desempeño de la tarea del Estado como creador de una tierra sin violencia (Orozco,
2009).

Otro elemento importante es que la intervención fue la respuesta al problema de debilidad


del Estado, pues sus instituciones eran vulnerables y militarmente se sabía que las FARC eran
casi igual o más poderoso que el mismo Estado, por lo que llamó a otros actores para, de cierta
manera, contener el poder que traía las FARC. Además, buscó darle cierta garantía de
continuidad al proceso debido a que fue realizado en condiciones difíciles y no aptas que
llevaron a que muchas veces se quisiera terminar.

Tener la presencia de varios actores internacionales no solo daba respaldo al Estado


colombiano sino que recalcaba su importancia y hacía que todos los ojos del mundo, estuvieran
26  
 

puestos en el proceso, lo que limitaba, de cierta manera, el accionar de ambos actores (Orozco,
2009) se trataba de un rol de puente que hacían los actores internacionales que evitaron la ruptura
del proceso. Además, la comunidad internacional pretendió disuadir los actores armados
argumentando que sus métodos de confrontación y financiamiento militar por las drogas, los
secuestros y la extorsión, desafiaban los postulados multilaterales, finalmente, también
proporcionó ayuda técnica y financiera para las negociaciones y proyectos dirigidos a reducir el
conflicto (Orozco, 2009).

Hacer una estrategia equilibrada fue otro argumento que Pastrana dio para invitar a otros
actores, afirmó que la presencia y participación de los países traería equilibrio y menos
injusticias en el proceso, por lo cual no solo invitó a países que fueran afines con sus ideologías
conservadoras, sino que invitó también a países que estuvieran en la misma línea ideológica de
las FARC, ello para propiciar, según lo planteaba, un ambiente estable y beneficioso para ambas
partes (Borda, La internacionalización de la paz y de la guerra en Colombia durante los
gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, 2012).

A partir de esto, la presencia internacional fue activa y sirvió como salvaguarda para la
preservación y desarrollo del difícil proceso, apoyando una solución política al conflicto.

Otro punto importante de la administración de Pastrana fue el plan Colombia, que tenía
como objetivo principal la paz y el fortalecimiento del Estado Colombiano a través de un
acuerdo bilateral con Estados Unidos. El plan Colombia tuvo inicio a partir de 1999, donde
Pastrana y Clinton se propusieron como meta resolver temas sociales y económicos pero
principalmente querían combatir y terminar por completo con el conflicto armado interno de
Colombia.

Para pastrana coincidía perfectamente con sus intentos de internacionalización un plan


Marshall colombiano que se ajustara a la agenda de sus intereses, donde contaría con el apoyo de
Estados Unidos no solo por un año, si no durante los tres años restantes de su mandato.

En el discurso inaugural de Pastrana se puede evidenciar el uso de la relación entre el


negocio de las drogas ilegales y el conflicto armado, lo que fue clave para que su Administración
lograra conseguir la mayor participación de Estados Unidos en la lucha contra las guerrillas.
Pastrana mostro sus intenciones claras desde un principio, su principal objetivo era invitar a
27  
 

Estados Unidos a participar en el proceso de paz y obtener su apoyo político y económico, lo


cual se convertiría en un hecho extremadamente conveniente para presentar su marco de lucha
simultanea contra el tráfico de drogas y en contra de la insurgencia.

A medida que pasaba el tiempo, se iba haciendo más claro que la ayuda brindada por
Estados Unidos estaba destinada fundamentalmente al fortalecimiento militar para que las FARC
se viera en la obligación de negociar, pero en el caso de que fuera todo lo contrario; el gobierno
estaba a la disposición de un Plan b por el cual se habían preparado y reforzado con anterioridad.
Colombia se había preparado para hacerle frente a la insurgencia.

Para el 19 de diciembre de 1998 el propósito de Pastrana era involucrar al Ejercito para


que tuvieran un papel más activo en la lucha en contra de las drogas, es aquí, cuando hace
lanzamiento oficial del Plan Colombia como una alianza con USA y con el sector privado para
luchar por la tan deseada paz, los derechos humanos y sociales, aunque la realidad que se puede
evidenciar detrás de todo esos sueños que se querían alcanzar con el Plan Colombia, era
fundamentalmente un estrategia de internacionalización militar, este plan era el instrumento
perfecto para modernizar y reforzar el ejército colombiano. Sin embargo, no todo el Plan marchó
como Pastrana esperaba, habían 3 factores que desacreditaban que el plan Colombia fuera un
proyecto hecho por Colombia y para los Colombianos; en primer lugar la versión original del
Plan Colombia fue elaborado en inglés. En Segundo lugar, era indudable que era el resultado de
una oferta Estadounidense, y no obstante uno de los redactores, Jaime Ruiz, paso gran parte del
tiempo preparándose en Washington en vez de Bogotá.

El plan Colombia no se desarrolló tan rápido, puesto que Pastrana solicitaba una suma
2500 millones de dólares para iniciar como dirían coloquialmente, con el pie derecho; pero esta
petición fue denegada gracias a indiferencias que presentaba Estados Unidos en su fuero interno,
la constante confrontación entre demócratas y republicanos se había convertido en un obstáculo
para la aprobación de dicha petición. Después de esperar por un año la completa aprobación por
parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Clinton por otro lado logra financiar el
plan Colombia por una suma de 1600 millones de dólares, destinados a las brigadas antidrogas
localizadas en el sur del país.
28  
 

El plan Colombia no inicio siendo un éxito rotundo como se esperaba; mientras Pastrana
aguardaba por la aprobación entera de EE.UU, el Estado se veía cada vez más débil frente a la
guerrilla y empíricamente comprobado por expertos en materia de contrainsurgencia, que las
FARC estaban en toda la capacidad de tomarse el poder. A raíz de esto la imagen de Pastrana
empezó a ser completamente desfavorable, motivación que llevo al Gobierno colombiano a
poner en marcha una campaña de presión con el fin de convencer a la oposición republicana y
demócratas que eran completamente escépticos del Plan Colombia y finalmente poder obtener
los recursos.

5.1.2 De Clinton a Bush


 

En noviembre del año 2000, la administración estadounidense dejo de estar en cabeza del
demócrata Bill Clinton, quien fue sucedido por el republicano George W. Bush. En principio este
se mostraba como moderado, pero en el primer año de su gobierno ocurrió un hecho que
cambiaría no solo la manera de proceder de su administración, sino en la manera en que se
desarrollaba la política internacional y las relaciones entre los estados. En la mañana del once de
septiembre del año 2001, dos aviones impactaron las Torres Gemelas del Word Tarde Center de
Nueva York, mientras que otro colisiono contra el Pentágono en Virginia, y uno más se estrelló
en un campo de Pennsylvania. Los aviones eran pilotados por militantes de la organización
terrorista sunita Al Qaeda, y produjeron alrededor de tres mil muertos y decenas de miles de
heridos, en lo que se reconoce como el peor atentado terrorista de la historia de la humanidad.
Tras esto, el presidente Bush lanzo lo que paso a ser conocido como “La guerra contra el
terrorismo” que implicaba un combate frontal contra las estructuras terroristas a lo largo y ancho
del mundo. Colombia por supuesto, no fue ajena a ese fenómeno, y hubo quienes comenzaron a
tachar a las Farc de terroristas, y a pedir que se les combatiera de manera frontal.
29  
 

Ilustración 4. Atentados al World Trade Center el 11 de septiembre del 2001.

Fuente, eltiempo.com

El punto de inflexión llego el veinte de febrero del año 2002, cuando las Farc
secuestraron en el aire el avión donde se transportaba el congresista Jorge Eduardo Gechem,
logrando el objetivo de secuestrarlo. Esto causo un impacto mayúsculo, en especial por lo que se
trataba del secuestro de un avión, siendo tan cercanos los hechos del once de septiembre del año
2001. Tras esto, el presidente Pastrana dio por finalizado el proceso, le retiró el estatus político a
las Farc, y ordenó retomar la zona de despeje.

Esto trajo como consecuencia una política de tendencia militar hacia las Farc, y una serie
de acciones por parte de la guerrilla con miras a desgastar el Estado colombiano. También
permitió un contexto ideal para el ascenso del candidato a la presidencia Álvaro Uribe Vélez,
quien nunca apoyó el proceso de paz, y siempre abogó por un combate frontal contra la guerrilla,
usando para ellos el apelativo de terroristas. Frente a esto queda claro que los sucesos del once de
septiembre del 2001 no solo cambiaron la política de Washington y su forma de actuar (llevando
a su país a la guerra contra Al Qaeda y sus aliados en Afganistán e Irak), sino en cómo se
trataban los conflictos en todo el mundo.

Por todo lo anterior, Borda (2012) menciona que la internalización del conflicto armado
colombiano después de los sucesos del once de septiembre, evidencian que el conflicto se
internacionalizó de forma estratégica y voluntaria, siendo una manera de obtener recursos de
países potencia construyendo así una imagen débil a manera de estrategia como lo menciona
30  
 

Tickner (2007), lo cual permitió la continuación y fortalecimiento del Plan Colombia, y al mismo
tiempo, para combatir a la insurgencia, la creación del Plan Patriota.

De ese modo, se puede observar cómo la tendencia de Colombia efectivamente cambia de


acuerdo a los lineamientos provenientes de los Estados Unidos de América, dejando claro que
consisten en relaciones internacionales asimétricas que gravitan en torno a los grados de
dependencia, sometimiento, penetración, reciprocidad y autonomía que existen entre los estados
con diferencias marcadas de poder, en donde existe una subordinación por invitación (Vega,
2015), que busca posicionar estratégicamente al Estado como un país problema necesitado de
intervención que le dé cierto estatus ante el mundo y ante la comunidad internacional para
resolver los problemas actuales de la manera en que piensa hacerlo.

Una vez Bush asumió su cargo presidencial en USA, el Gobierno colombiano se dedicó
inmediatamente a trabajar en la renovación del plan Colombia y apoyo del nuevo mandatario
Bush.

Para ese entonces los ataques terroristas del 11 de septiembre enfocaron la atención de
USA en los nexos de Violencia internacional, que incluían el terrorismo, el lavado de dinero y el
crimen organizado; este hecho permitió que el Plan Colombia fuera de entera dignidad y
capacidad para enfrentar a la guerrilla y las autodefensas. El gobierno Colombiano tomó ventaja
sobre este acontecimiento, tomándolo como la oportunidad para eliminar las restricciones que le
impedían utilizar la ayuda antidrogas para luchas en contra de las organizaciones insurgentes.
Después de vivir el fracaso en el Caguan, Pastrana opto como estrategia formar un sentimiento
empático y de simpatía con USA, utilizando su nueva guerra contra el terrorismo poniendo a
ambos gobiernos con un mismo enemigo en común. Así fue como Pastrana logro que
posteriormente, USA incluyera a las FARC, el ELN y los paramilitares en su lista de grupos
terroristas internacionales. Pastrana le entrego a Uribe una relación sólida entre Washington y
Bogotá, lo que facilitaría las actividades militares contra la insurgencia.
31  
 

5.2 Gobierno de Juan Manuel Santos:    

Lo siguiente por analizar es el primer gobierno de Juan Manuel Santos en el periodo


2010-2014, el cual desde el principio se caracterizó por mostrar un estilo diferente del de su
antecesor Alvaro Uribe Velez. Tres dias después de posesionado el nuevo presidente, centro sus
esfuerzos en fortalecer la diplomacia, recomponiendo relaciones diplomáticas con el presidente
de Venezuela Hugo Chavez, y reuniéndose con él de manera periódica, así como realizando giras
por los Estados Unidos y por Europa. Al poco tiempo, se notó tambien una tendencia de cambio
en la política domestica, donde se comenzo a manejar de manera diferente el conflicto armado y
la lucha contra las drogas.

No representó una ruptura absoluta e inmediata frente al gobierno anterior, puesto que un mes
despues de posesionado se produjo la baja de Victor Julio Suarez Rojas, alias “Jorge Briceño
Suarez” o “El Mono Jojoy”, lider militar y segundo al mando de la organización guerrillera, y un
año más tarde se produjo la baja de Guillermo Leon Sanez Vargas, alias “Alfonso Cano”,
comandante el jefe de las Farc, tras un permanente asedio que finalizó cerrando un cerco a su
alrededor durante dos años. Sin embargo, con el paso del tiempo se empezó a notar un animo
conciliatorio del nuevo gobierno, abriendo la posibilidad de que abrir una mesa de dialogo con
las Farc, y de que podrían conversar para reincorporarse a la vida civil y hacer política. También
insistió más adelante en desescalonar el lenguaje frente al conflicto armado, dejando de llamar
terroristas a los miembros de la organización guerrillera y a la misma organización, para producir
mejores condiciones para el dialogo.

Otro punto relevante en el gobierno de Santos consistió en el tratamiento del problema del
narcotrafico, puesto que desde el gobierno anterior (y realmente muchos otros gobiernos
anteriores) habian tratado el tema del narcotrafico como un problema de seguridad, que le
confería a Colombia el estatus de un pais problema que no podia solucionar por si mismo la
situación interna que vivía, para lo cual necesitaba colaboración militar e incluso judicial de
paises como Estados Unidos, no solo reflejado en el apoyo material y logistico que ofrecia el
Plan Colombia, sino tambien en virtud de la extradición para narcotraficantes a las carceles norte
americanas. El nuevo gobierno le dio a la situación un enfoque de salud publica, donde comenzó
a tratarse el problema de un modo distinto, que implicaba la no criminalización y persecución del
32  
 

consumidor, y distintos manejos en la erradicación de los cultivos ilicitos. Todo lo anterior al


margen de un estilo de internacionalización que buscó fortalecer el “respice similia”
(fortaleciendo relaciones con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Peru, México, Chile, Uruguay, etc.)
sin descuidar jamás el “respice polum”, siempre teniendo muy presentes las tendencias de la
Union Europea y de los Estados Unidos, cuya administracion esos años estuvo en cabeza del
democrata Barack Obama, quien tambien significó un cambio frente a las anteriores cuestiones
respecto a su antecesor George W. Bush.

5.2.1 Administración de Uribe:

El veintiséis de mayo del año 2002, es elegido presidente de Colombia el candidato


Álvaro Uribe Vélez, único candidato que nunca apoyó el proceso de paz del Caguan ni asistió a
la zona de distención, por lo que parecía ser el candidato ideal para el momento, pues al interior
del país se encontraba una guerrilla con una fuerte imagen de poder, y con la capacidad de
realizar atentados, secuestros y tomas guerrilleras a diversas bases militares y municipios
pequeños. Y en el contexto internacional, se desarrollaba la guerra contra el terrorismo después
de que el mundo se conmoviera profundamente por los hechos ocurridos durante los atentados
del once de septiembre del 2001, rechazando casi en la totalidad de las naciones los hechos
cometidos por Al Qaeda y todo acto terrorista en general, lo que llevó a diversos países a
respaldar la guerra contra el terrorismo en Afganistán, y después, con más reservas, la guerra en
Irak. En ese contexto, se produce el ascenso del presidente Uribe al poder en Colombia, tras los
infructuosos diálogos de paz entre la guerrilla de las Farc y su antecesor Andrés Pastrana
Arango.

La política doméstica de Uribe se caracterizó por un combate frontal contra las


organizaciones guerrilleras, direccionando la lucha al proponer la tesis de que en Colombia no
había realmente un conflicto armado interno sino una amenaza terrorista, lo cual lo llevó en
consecuencia a calificar al grupo guerrillero como un grupo terrorista. También desarrolló un
fuerte combate contra ciertas estructuras del narcotráfico y el fortalecimiento de la erradicación
de cultivos ilícitos.
33  
 
Ilustración 5. La administración Uribe se caracterizó por el combate militar contra las Farc.

Fuente, elcolombiano.com

Por supuesto, el Plan Colombia aún se encontraba vigente, y al ser Uribe un aliado
incondicional del presidente Bush en Estados Unidos, del cual seguía sus principales
lineamientos en cuanto a lucha contra el terrorismo y el combate contra el narcotráfico. Esto fue
útil para obtener recursos provenientes de Estados Unidos, los cuales facilitaron equipos
militares, como por ejemplo aviones especializados para este tipo de conflictos asimétricos, y
visores nocturnos para poder divisar objetivos en la selva en medio de la oscuridad de la noche,
así como apoyo ante el resto del mundo, lo cual facilitó a Uribe la posibilidad de reunirse con
diversos líderes europeos, que ya fuera que respaldaran su causa o no, permitían cumplir a Uribe
con el objetivo de internacionalizar el conflicto armado, que él llamó amenaza terrorista.

Dos de los ejes fundamentales para una internacionalización de este tipo, fueron los
secuestros de ciudadanos extranjeros a manos de la guerrilla de las Farc. Estos fueron los casos
de Ingrid Betancourt, ciudadana colombo francesa, hija de un importante político colombiano, ex
senadora de la república, y candidata presidencial al momento de su secuestro, y el caso de tres
contratistas norteamericanos, Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, cuyo avión se
estrelló en las selvas de Colombia en el año 2003. En el caso de los secuestrados estadounidenses
fue más sencillo, pues el gobierno de George W. Bush siempre respaldo todo tipo de acciones
militares para rescatarlos, y apoyó al gobierno de Uribe con recursos para ello.

El gobierno francés por otra parte no fue tan colaborativo, pues, aunque tanto el
presidente Jaques Chirac como el presidente Nicolás Sarkozy respaldaron públicamente a el
presidente Uribe, también le insistían en evitar a toda costa cualquier intento de rescate militar
que pudiera poner en peligro la vida de su ciudadana. Esto marcó gran parte de las dos
administraciones de Uribe, el cual fue reelegido en el año 2006, para finalmente, el dos de julio
34  
 

del año 2008 ser rescatados los ciudadanos extranjeros en la llamada y famosa Operación Jaque,
que culminó con el rescate de un total de quince secuestrados.

Durante el gobierno de Uribe se produjeron todo tipo de enfrentamientos armados entre el


Ejército Nacional de Colombia y las Fuerzas Militares en general contra la guerrilla de las Farc.
Los segundos contraatacaron esta ofensiva como pudieron, realizando acciones como el atentado
al Club El Nogal en la ciudad de Bogotá en el año 2003, pero poco a poco se vieron disminuidos
ante dicha ofensiva, que culminó con las bajas en combate de importantes cabecillas, tales como
alias “Raúl Reyes”, alias “El Negro Acacio”, alias “Martin Caballero”, así como la muerte en
medio de la ofensiva de alias “Ivan Ríos”, y de alias “Manuel Marulanda Vélez” o “Tirofijo”,
fundador y máximo líder de la organización. El clímax de esta ofensiva ocurrió cuando en los
años 2010 y 2011, cuando ya Juan Manuel Santos era presidente, se dió de baja por la Fuerza
Aérea Colombiana a alias “Jorge Briceño Suarez” o “El Mono Jojoy” y a alias “Alfonso Cano”,
segundo al mando y máximo cabecilla de la organización respectivamente.

Al respecto, Ramírez (2011) comenta que: “La   política   exterior   de   Colombia   se   vió  
fuertemente   condicionada   por   los   graves   desafíos   planteados   por   la   ofensiva   armada   de   grupos  
irregulares,   pero   también   por   la   respuesta   de   su   gobierno,   que   aisló   a   Colombia   de   buena   parte   de  
Sudamérica”  (pág.  80).  

Todo lo anterior conllevó a ciertas tensiones diplomáticas con los gobiernos de países
vecinos, especialmente Venezuela y Ecuador, cuyos gobiernos a la cabeza de Hugo Chávez y
Rafael Correa respectivamente veían con malos ojos las acciones militares en contra de la
guerrilla y abogaban por el dialogo, llegando el presidente Chávez incluso a pedir que a las
guerrillas de las Farc y el Eln se les reconociera como ejércitos beligerantes y no como grupos
terroristas. Existieron diversos puntos álgidos, como la captura del líder guerrillero Rodrigo
Granda en territorio venezolano, la negativa de Uribe a realizar un “acuerdo humanitario”, que
consistía en despejar dos municipios de Colombia (Florida y Pradera) a cambio de ciertos
secuestrados por la guerrilla. A pesar de que el presidente Chávez fungió como mediador para la
liberación de los secuestrados, la relación entre los dos presidentes continúo deteriorándose.

Luego llegaría la baja de alias “Raúl Reyes” a manos de la Fuerza Aérea Colombiana, en
territorio ecuatoriano, a mil ochocientos metros de la frontera con Colombia. Esto desataría una
35  
 

crisis diplomática con Venezuela y Ecuador, donde incluso se llegó a hablar de la posibilidad de
que dichos estados entraran en guerra, y solo pudo ser solucionado en una cumbre presidencial
en Santo Domingo. La ruptura definitiva de las relaciones diplomáticas con Venezuela en el
gobierno Uribe fue en julio del año 2010, cuando el embajador de Colombia ante la
Organización de Estados Americanos Luis Alfonso Hoyos denunciara la presencia de
campamentos de entrenamiento guerrilleros en Venezuela. El entonces canciller de Venezuela
Nicolás Maduro rechazó dichas acusaciones, y el presidente Chávez procedió a romper
relaciones diplomáticas con Colombia.

Así las cosas, se puede afirmar que Uribe, desde un enfoque realista, entendió que la
situación de Colombia en el contexto mundial requería de ayuda externa para la solución de las
problemáticas presentadas. Por lo tanto, es posible afirmar, desde un enfoque constructivista y
realista que el conflicto armado se internacionalizó de forma estratégica y voluntaria (Borda,
2012), hasta el punto que la intervención de Estados Unidos fue tan constante que se le permitió
tener bases militares en territorio colombiano, de tal forma que operó la subordinación
estratégica en aras de conseguir la llamada supervivencia estatal.

Ana María Trujillo plantea que el gobierno de Uribe solo tuvo un plan para acabar con el
conflicto interno y fue la confrontación armada frente a las FARC a través de su política de
seguridad democrática. Esta política no solo fue interna sino que fue la hoja de ruta de dicha
administración para manejar la política exterior colombiana. Uribe comenzó un proceso de
mayor acercamiento a EE.UU y sobre todo con su presidente de esa época a quien decidió unirse
para acompañarlo en su lucha contra el terrorismo. Por tanto, hubo una nueva fase de la
internacionalización del conflicto, la nueva lucha contra la violencia narcoterrorista. Desde esta
perspectiva, EE.UU juega un papel fundamental en el cambio de política estatal al considerarse
como un referente a nivel de poderes políticos y conveniencia al contar con una aprobación de su
lado.

(…) Pero también su contemplación como modelo de una forma estatal y económica que
es la referencia del desarrollo para las elites políticas y económicas en Colombia (…) La
permanencia y uniformidad en la aceptación de esta doctrina lleva consigo la
consideración de que Colombia tiene y debe tener una “relación especial” con Estados
Unidos. (Pinzón, 2017, pág. 196)
36  
 

Uribe logró legitimar su proceso con EEUU, pero no con los vecinos de América Latina.
Esta administración llegó al extremo de negar la existencia del conflicto armado, con el objetivo
de deslegitimar la lucha de la guerrilla en el terreno internacional, evitar cualquier posibilidad de
negociación y justificar su lucha (Trujillo, 2012).

Por otro lado, la OPEC plantea que el gobierno de Álvaro Uribe fue considerado como la
respuesta inmediata a la ausencia de los resultados que estaban siendo esperados durante el
gobierno de Pastrana en los diálogos de paz. El principal objetivo de Uribe como método de
ataque para debilitar a las FARC fue emprender una cruzada internacional con el fin de aislarlos
diplomáticamente, creando una guerra global contra el terrorismo encabezado por su política de
seguridad democrática y Estados Unidos.

La OPEC señala que fue en el gobierno de Uribe donde se reconoce la existencia de un


conflicto armado en Colombia, lo que dificultaba la aplicación del DIH (Observatorio de Política
Exterior Colombiana , 2008).

Zuluaga termina por analizar el nivel de internacionalización en el Gobierno de Uribe


(2002-2010), quien puso la política exterior en función del conflicto armado y su resolución, con
el objetivo de llamar la atención de diversos actores internacionales para obtener apoyo político y
económico que contribuyeran a la solución del conflicto armado. Álvaro Uribe llevó a cabo una
política de opción militar y seguridad democrática, que cambió la percepción de seguridad en el
país y los crímenes descendieron (Zuluaga, 2013).

Borda coincide con la OPEC en cuanto a que Uribe fue elegido por la mayoría de votos
en un sistema electoral de dos, cargo que asumió por la posición de combatir la insurgencia con
fuerza y firmeza, debido al fallo de Pastrana de lograr una solución pacífica y negociada del
conflicto, convirtiendo a Uribe en el más fuerte defensor de la internacionalización. Borda
argumenta que en su Gobierno se solicitó más financiación y tratamiento privilegiado de los
Estados Unidos, ya que ambos gobiernos estaban convencidos de que estaban enfrentando a un
grupo Narcoterrorista, que también representaba una amenaza a los intereses nacionales de
Estados Unidos (Borda, Universidad de los Andes Colombia, 2007).
37  
 

Entre los autores coinciden en varios elementos de sus hipótesis, entre ellos se encuentra
el enfoque de todas estas hacia la relación de la administración de Uribe a las políticas de EE.UU
como Borda y la OPEC, pero tal como Trujillo lo menciona, también es importante ver las
relaciones con los países vecinos y cómo estas fueron cambiando junto con la perspectiva de
éstos sobre Colombia. Aunque es importante que esta autora tenga en cuenta estas relaciones,
ella misma deja por fuera un elemento crucial para su análisis, que la OPEC, por ejemplo, si
tiene en cuenta, y es la falta de importancia al terreno que prepara inconscientemente Pastrana
para que Uribe pueda implementar su política de seguridad nacional.

5.2.2 Proceso de paz en la Habana

En el año 2010 es elegido presidente Juan Manuel Santos para ocupar la presidencia de la
república para el periodo 2010-2014, para más adelante ser reelegido para un periodo de cuatro
años más. La administración de Santos se caracterizó desde su inicio por el fortalecimiento de la
diplomacia y un nuevo enfoque hacia el problema del narcotráfico. Cabe recordar que su
administración se desarrolló mayoritariamente durante el mandato del demócrata Barack Obama
en Estados Unidos, quien tuvo tendencias similares en su gobierno frente a dichos problemas. El
problema del narcotráfico comenzó a tener un enfoque distinto en estas administraciones, no
como un problema de seguridad nacional, sino como uno de salud pública, donde la estrategia
principal para combatirlo, más que el combate a las estructuras de la mafia, era el tratamiento de
los adictos a la sustancia psicoactiva (Pacheco, 2012).

Del mismo modo, el presidente Santos dedicó gran parte de su mandato a fortalecer las
relaciones internacionales con los vecinos de la región, las cuales comenzaron con la
recomposición de las relaciones con Venezuela, y la invitación al presidente Hugo Chávez a
visitar Colombia tres días después de su posesión. Esto dió origen a un periodo de buenas
relaciones con gobiernos como los de Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y José
“Pepe” Mujica en Uruguay, mientras que por otro lado construía relaciones con los gobiernos
como el de Enrique Peña Nieto en México o el de Sebastián Piñera en Chile, permitiendo a
38  
 

Colombia una mayor integración en el contexto latinoamericano, contando con mayor fuerza en
Unasur, Mercosur y la Alianza del Pacifico.

De esa manera, se fortaleció lo que se conoció desde el gobierno de Alfonso López


Michelsen entre los años 1974 y 1978 como el “réspice similia”, ósea “Mirar a los semejantes”,
basar las relaciones internacionales no únicamente en la subordinación estratégica frente a los
Estados Unidos, sino en la cooperación con los países regionales cercanos. Esto ayudó por un
lado a la integración económica con el resto de la región (sobre todo en las cercanías con el
gobierno de Chile, Perú y México) y por otro lado al tratamiento del conflicto armado, pues
contó con Venezuela y Cuba como garantes de un nuevo proceso de paz con las Farc que se
tratará más adelante. Fueron importantes las relaciones con Venezuela y Cuba a la hora de
adelantar este proceso por la afinidad ideológica existente entre la guerrilla de las Farc y los
gobiernos de Cuba en cabeza de Raúl Castro y el de Venezuela, primero en cabeza de Hugo
Chávez y después en cabeza de Nicolás Maduro.

Ilustración 6. Desde el inicio, Santos le dio gran importancia a la diplomacia.

Fuente, vanguardia.com
39  
 

Sin embargo, no significó que la política exterior colombiana cambiara completamente de


enfoque. De hecho, se puede decir que el “réspice polum” continúo siendo un elemento
fundamental para la administración de Santos, cultivando relaciones no solo con el gobierno de
Obama en Estados Unidos, sino también con la Unión Europea. Esto en busca de cooperación
para la solución del problema del narcotráfico, el cual comenzó a darle un enfoque distinto al que
comúnmente, y sobre todo durante la administración anterior, pasando así de verla como un
problema de seguridad, para tratarlo como un problema de salud pública.

Esto trajo diversas aristas, desde la manera en que se erradicaban los cultivos (dejo de
usarse el glifosato por presuntos daños que podía causar en el medio ambiente) hasta la manera
en que se trataba a los adictos (dándoles tratamiento de enfermos y no de delincuentes). Esto
permitió congraciar a Colombia con ciertos estados que pudieran legitimar el actuar del gobierno
nacional frente a la política doméstica. En vista de lo anterior el presidente Santos
constantemente realizó giras por Europa y enfatizó en las buenas relaciones con los Estados
Unidos, los cuales al ver este modo de actuar, accedieron a validar la política exterior de Santos,
al punto de que el veintisiete de septiembre del año 2016, cuando se firmó el Acuerdo Para la
Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en la ciudad de
Cartagena, asistieron al evento diversas personalidades de la política internacional, entre los
cuales se encontraban diversos miembros de la Unión Europea, o como el Secretario de Estado
de los Estados Unidos John Kerry.

De esta forma, se puede concluir que Santos buscó lo que ya se calificó como el principal
objetivo de cada Estado: La supervivencia. Para lograr este objetivo, fue necesario adaptarse al
contexto que vivía el mundo, de tal manera que a través de la internacionalización del conflicto
fuera útil para validar la política doméstica. El gobierno de su antecesor, Álvaro Uribe Vélez, se
caracterizó por ser elegido en un contexto completamente distinto, donde los sucesos ocurridos el
once de septiembre del año 2001 estaban todavía frescos y recientes en la memoria del mundo, la
guerra contra el terrorismo se encontraba en pleno apogeo, e internamente la institucionalidad se
encontraba desgastada producto del infructuoso proceso de paz realizado en el Caguán entre el
siete de enero de 1999 y el veinte de febrero del año 2002.

De ese modo, el gobierno de Colombia, en cabeza de Álvaro Uribe Vélez tuvo que
adaptarse a esas circunstancias y realizar una administración consecuente con las mismas. Por
40  
 

otro lado, el contexto del año 2010 consistió en un momento en que la guerrilla ya no parecía ser
el enemigo formidable con la fuerza para tomarse el poder por las armas, en que la guerra contra
el terrorismo parecía ser infructuosa y en que el mundo estaba conmovido por los resultados de
las guerras en Irak y Afganistán, las cuales duraron muchos más años de los previstos, dejando
como consecuencia miles de muertos y cantidades de víctimas inocentes. De ese modo,
atendiendo al criterio de supervivencia de los Estados, Juan Manuel Santos adoptó la política
exterior colombiana de tal modo que continuara el “réspice polum” y la subordinación
estratégica a los Estados Unidos que permitiera al gobierno gozar de apoyo logístico, recursos y
legitimidad.

Ilustración 7. Hubo también énfasis en las relaciones con el gobierno Obama.  

Fuente, eltiempo.com

En este punto no solo se limitó a los lineamientos de Estados Unidos sino también a los
de la Unión Europea, buscando que su gestión fuera finalmente aprobada por la llamada
comunidad internacional, mientras buscaba respaldo en la lucha contra las drogas y con el
proceso de paz que llevo a cabo en esos años.

Por otro lado, también se dió un cierto fortalecimiento del “réspice similia” donde se
intentó fortalecer la cooperación con los países vecinos y los que forman parte de la región
41  
 

latinoamericana, de tal forma que representaran un crecimiento económico significativo para la


región, y que constituyeran en un apoyo para las negociaciones de paz realizadas con la guerrilla
de las Farc, a fin de contar con un grupo de países garantes en el proceso, y un margen de
aceptación igualmente grande que contara con la aprobación de la comunidad internacional para
la realización de la negociación con las Farc (Tickner & Sandra, 2001).

Por todo lo anterior, no se puede decir que Santos realizara algo diferente a la
continuación de la política exterior tradicional, realzando los ajustes pertinentes para adaptarse al
momento y al contexto, adaptándose para sobrevivir, internacionalizando la política doméstica y
llevando a cabo una diplomacia por la paz, que le permitiera validar sus acciones al interior del
país, y llevando a cabo una subordinación estratégica que permitiría acercar a los Estados Unidos
y a algunos países potencia a aprobar y respaldar verbal, logística y materialmente los procesos
de la política doméstica que se llevaban a cabo al interior del país, tales como la lucha contra el
narcotráfico o el proceso de paz para poner fin al conflicto armado interno, donde continuó la
estrategia de internacionalizar la política doméstica, permitiendo que otros países y actores
extranjeros intervinieran en asuntos domésticos, y lo hicieran en razón de la invitación
proporcionada por el gobierno nacional.

En el mes de septiembre del año 2012, el presidente Juan Manuel Santos anunció al país
que había estado desarrollando conversaciones exploratorias con las Farc en La Habana, y que se
desarrollarían negociaciones de paz con dicha guerrilla con el fin de lograr un Acuerdo Final
Para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Después de
una ronda preliminar en Oslo, la mesa de diálogos se trasladó a La Habana, donde se estableció
por cuatro años hasta que se produjo la firma del acuerdo. Durante los primeros dos años (el
primer periodo de Juan Manuel Santos) se produjeron una serie de conversaciones, en algunas
ocasiones interrumpidas, que contaron con equipos negociadores como Humberto de la Calle,
Sergio Jaramillo, Frank Pearl, el general Jorge Enrique Mora Rangel, entre otros por parte del
gobierno nacional, mientras que por parte de la guerrilla asistieron alias “Ivan Márquez”, alias
“Jesús Santritch”, alias “Andrés Paris”, alias “Mauricio Jaramillo” o “el medico” entre otros.
También se caracterizaron por algunas treguas unilaterales por parte de las Farc, culminando con
un cese al fuego bilateral entre la guerrilla y las Fuerzas Militares.
42  
 

Por supuesto que el presidente Juan Manuel Santos internacionalizó el conflicto y buscó
apoyo entre los principales países de la región, así como los países potencia en el norte que
legitimaran su accionar, al punto de que fueron designados como garantes del proceso de paz los
gobiernos de Cuba, Chile, Noruega y Venezuela.

Sin embargo, al interior de la mesa únicamente los participantes fueron colombianos, no


ocurrió como en el proceso de paz del Caguan donde asistieron diversos mandatarios y
personajes de la política internacional con el ánimo de facilitar las negociaciones, puesto que los
únicos personajes que de verdad asistieron a la mesa de dialogo fueron los miembros de los
respectivos equipos negociadores y también algunos ministros, senadores y líderes políticos del
ámbito nacional, como una manera de decir que el proceso era de los colombianos y para los
colombianos, y que la intervención de agentes o naciones extranjeras debían ser únicamente a
modo de garantizar la efectividad de los diálogos (papel que cumplieron Venezuela, Cuba, Chile
y Noruega) y para acoger la sede de los diálogos (finalmente fue en La Habana, Cuba, después
de una reunión previa en Oslo) pues consideró que no sería conveniente realizar el proceso de
paz al interior del país, a la vista de todas las miradas, y donde habría sido necesario un despeje
militar.

Ilustración  8.  Los  equipos  negociadores  del  gobierno  y  las  Farc.  

Fuente, semana.com
43  
 

Desde el discurso de posesión, Santos deja abierta esa posibilidad de dialogo con el grupo
insurgente, aunque su discurso bandera para el periodo electoral había sido continuar con la
política de seguridad democrática. Ramírez (2011) comenta que:

(…)  el  7  de  agosto  de  2010,  esbozó  algunos  puntos  básicos  de  una  política  exterior  diversificada,  
cooperativa  y  no  confrontacional,  que  posicione  a  Colombia  como  un  actor  internacional  relevante  
mediante  una  asociación  más  estrecha  con  actores  significativos,  alianzas  con  sus  afines  y  liderazgos  en  
temas  específicos.  Anunció,  además,  que  aspira  a  profundizar  la  relación  con  Asia.  (pág.  80)  

Dentro de los muchos argumentos que Santos expuso ante el pueblo colombiano era ver
el proceso de diálogos como un proceso diferente en donde el Estado colombiano no cedería su
soberanía, ni poder, por el contrario, se sentarían en la Habana en condición de exigibilidad, pero
también de aceptar responsabilidades mutuas con respecto al recorrido histórico que había tenido
el país con respecto al conflicto.

Aunque criticado por muchos, la iniciativa de paz al inicio del gobierno marcó la
diferenciación del gobierno Santos, pues tal como lo menciona Dennis Smith (2009), un proceso
de paz no simboliza el fin de la guerra, pero si el inicio del cese al fuego y la reducción de los
efectos humanitarios que había tenido el conflicto.

5.2.3 Internacionalización del conflicto

Ramírez (2011) hace relevancia al giro dramático de la Política Exterior de Santos


demostrando que el objetivo principal de Santos durante su gobierno fue reasentar el país en
Sudamérica, al respecto Ramírez afirma que:

(Ramírez,  2011)  
Juan  Manuel  Santos  le  imprimió  un  giro  a  la  política  exterior  colombiana.  Esto  incluye,  en  primer  lugar,  
un  intento  por  reinsertar  el  país  en  Sudamérica,  para  lo  cual  el  gobierno  se  ha  dado  a  la  tarea  de  
recomponer  las  relaciones  con  países  como  Venezuela  y  Ecuador.  En  cuanto  a  Estados  Unidos,  que  sigue  
siendo  el  aliado  de  mayor  peso,  Santos  busca  una  relación  más  diversificada,  al  tiempo  que  explora  
vínculos  más  profundos  con  aliados  naturales  como  Chile  y  Perú.  (pág.  79)  
44  
 

Santos se encargó de orientar su política exterior para poner fin al conflicto armado
interno, desde la autonomía del país, demostrando su capacidad gubernamental y estatal,
buscando menguar la internacionalización de la misma, desarticulándose de Estados Unidos y
Brasil. Santos muestra una ruptura dramática entre la política de seguridad democrática y
refuerzo militar de Uribe y su política diplomática, que llevó al país de un intento fallido de
proceso de paz de Pastrana, a una agenda de diálogos por la paz que poco a poco se ha ido
negociando con las FARC indicando un gran avance hacia el fin de la beligerancia.

En relación a esto en la ponencia de Sandra Borda sobre la internacionalización del


conflicto armado en Colombia, en la Universidad del Cauca en Septiembre del 2014, Borda
converge con Ramírez, haciendo un contraste con el proceso de paz del Caguán y el proceso de
paz actual, diciendo que Santos ha insistido en llevar un proceso organizado donde se decide los
actores presentes y cuál es el rol que van a cumplir dentro de él, en cambio en el proceso de paz
de pastrana se invitaron diferentes países y actores de los cuales no se sabía exactamente su
función, es decir globalizando el conflicto. Pinzón (2017) por su parte, comenta que:

En el caso del Proceso de paz de la Habana el primer paso fue la creación de


condiciones de confianza entre los dialogantes lo que mantuvo un perfil internacional
muy limitado a países que o bien dieran un respaldo de neutralidad o bien, dieran
garantías a las FARC. Esos roles se le asignaron a Noruega, Venezuela y Cuba. La
ampliación del involucramiento internacional fue más lenta y progresiva a medida que se
iban dando avances y se consolidaba la posibilidad de llegar a un acuerdo definitivo.
(Pinzón, 2017, pág. 200)

Desde sus inicios, el proceso de paz de la Habana fue diferente, incluso en la forma en
que los actores internacionales fueron invitados. La administración de Santos se caracteriza por
la ruptura eminente de una identidad antigua donde Colombia era catalogada como “el país
problema”, y pasa a ser un país cuya identidad ya no se define por su situación; donde hoy por
hoy, se presenta ante la arena internacional como la Nueva Colombia, que ya no es solo una
víctima del conflicto, sino un país con suficiente experiencia como para capacitar y otorgar
apoyo a otros países en materia de resolución de conflictos.
45  
 

Esto permitió que los actores internacionales garantes del proceso, fueran asumiendo
roles de acuerdo a las responsabilidades que se les asignaran en las mesas de negociación. Este
proceso, según Pinzón (2017) se caracterizó por 3 elementos: en primer lugar, el reconocimiento
de la existencia de un conflicto armado, el segundo lugar el reconocimiento de las víctimas por
parte del Estado colombiano, declarándolo como un actor activo en el conflicto. Por último, el
reconocimiento de la desigualdad y la falta de presencia estatal como causa del narcotráfico.

Pinzón (2017) concluye en su estudio que la internacionalización fue una estrategia del
gobierno colombiano para cambiar la forma en que era visto Colombia respecto al conflicto
armado interno. Es decir que es una construcción del discurso que a su vez responde a procesos
de construcción identitaria y de comprensión de la historia del país desde cada uno de los
actores. Para el caso colombiano, la autora afirma que la internacionalización del conflicto fue
simplemente un reflejo de la lectura y generación de expectativas de quienes han gobernado el
país durante los últimos 20 años.

Por otro lado, Borda permite entender que el tema de la nueva identidad la cual Santos
fue proyectando presenta dos problemas contundes y fundamentales dentro de la Política
Exterior Colombiana. En primer Lugar, la identidad internacional que Santos buscaba construir
no concordaba con la realidad nacional y el segundo problema, es que los cambios en la
identidad internacional de los países suponen un nivel de vulnerabilidad frente a la presión
internacional.

La Nueva Colombia, según Borda, es una suerte de marca internacional que el Gobierno
Colombiano junto con el Estadounidense ha promocionado sin cesar. Esta marca cumple dos
funciones en específico: Da cuenta del progreso económico e invita a la inversión, y otro que
busca proyectar al Estado colombiano en el exterior como un gran éxito en materia de seguridad.
La Nueva Colombia, es toda una promesa entorno a la seguridad y la paz, la lucha contra la
desigualdad social y la pobreza y el crecimiento de la economía.
46  
 

6.   CONCLUSIONES
 

El proceso de paz del Caguán llevado a cabo en el mandato del presidente Andrés Pastrana
entre 1998 – 2002, con el grupo armado FARC, fue un intento del gobierno de platear una
solución o una alternativa al fuerte conflicto armado interno que estaba viviendo el país en aquel
entonces, y que perduró mucho tiempo más, con algunos resquicios que afectan aun hoy a la
nación. En este proceso se evidenció una gran apertura hacia actores internacionales de todo tipo,
países, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, que fueron participes
centrales en las negociaciones, a manera de facilitadores o de impulsores del proceso de paz o de
temas a tratar en el mismo.

La intervención de dichos actores buscó una internacionalización del conflicto, pues consistió
en que agentes extranjeros y ajenos a la politica nacional y domestica colombiana participaran
activamente de la misma y de sus dinamicas en cuanto al proceso de paz. Sin embargo, la
participación de los mismos no estuvo delimitada ni contuvo un objetivo claro. Así, el proceso de
paz se convirtió en una arena de influencias, en donde Colombia se enfocó en cumplir las
recomendaciones y solicitudes de los Estados Unidos y la Union Europea, buscando posicionarse
mejor en la arena internacional.

Pastrana propuso de esta forma un proceso de paz que puede considerarse demasiado abierto
a cualquier actor internacional que quisiera hacer parte de él, lo que causó grandes dificultades
para llevarlo a buen puerto, debido a que ningún actor sabía específicamente cuál era su papel al
participar en el proceso. Además, virtualmente suprimió la influencia de Colombia en el sistema
internacional, al posicionarlo como un país tercermundista necesitado con un Estado potencia
que pudiera sacarlo de su situación de Estado fallido. Su política exterior giró en torno a la ayuda
internacional no solo política sino económica y militar, pues aunque se proclamó como un
hombre de paz, al mismo tiempo diseñaba un plan B en caso de que las negociaciones no
funcionaran y así conseguir muchos recursos económicos y militares por parte de los Estados
Unidos.

Por el contrario, Juan Manuel Santos contuvo o delimitó la participación de actores


internacionales pues consideró que este era un proceso de colombianos y para colombianos y por
47  
 

eso no había razón para que cualquier país interviniera. Santos no invitó a una numerosa cantidad
de actores, pues no deseaba repetir la historia y hacer parte nuevamente de los rumores con lo
que Pastrana había llevado a cabo lo que fue finalmente una “fiesta de países”, o que se pasó
gran parte de su periodo en Estados Unidos consiguiendo dinero. Santos planteó el proceso de
una manera diferente, con unas reglas delimitas, desde el principio en el que se pactó una agenda
conjunta de los temas más importantes a tratar y se definieron los roles de los países garantes, a
igual del tiempo. Por supuesto hubo actores internacionales que participaron como garantes, y
diversas personalidades internacionales apoyaron el proceso, apoyo que Santos busco en diversas
giras por Estados Unidos, Europa y el mundo, pero la participacion en la mesa de dialogos como
tal fue mucho mas delimitada.

El gobierno de Pastrana buscó un aliado internacional como un método para poder enfrentar
una problemática que había sido imposible de afrontar solo desde el Estado colombiano. Así, se
vio finalmente ahogado por la falta de resultados y la difícil situación en la que se encontraban
las instituciones colombianas, por lo cual su internacionalización estuvo enfocada en la ayuda,
más que en el apoyo, pues fue un llamado que lanzó al sistema internacional mostrando a
Colombia como un país en crisis y completamente desesperado.

Por otro lado, Santos los incluye de una manera diferente. Además de diferenciarse del
anterior proceso por otorgar roles específicos a los países que participaron, su llamado no fue ni
de alerta ni de ayuda, Santos presentó a Colombia, como un país con un conflicto armado interno
que estaría a punto de acabarse pues se encontraba sobre la base de que ambas partes querían
dialogar, y al contrario de Pastrana, pidió a otros países un respaldo en el proceso de paz que se
llevaría a cabo. Un país determinado como respaldo de cada una de las partes, su papel fue más
de testigos y de apoyo mas que de ayuda, donde se buscaba financiación unicamente para el post
conflicto.

En cuanto al proceso de paz de la Habana, a diferencia del proceso del Caguán, Santos supo
trascender su discurso, al igual que la política con la que llevó su gobierno y así mismo llevó a
cabo los diálogos en la Habana con la seguridad de que no necesita exteriorizar o invitar
numerosos actores internacionales para lograr su cometido. Uno de los motivos por la cual se
internacionaliza un conflicto es la fragmentación interna, el hecho de que la institucionalidad se
encuentre en un punto critico del cual resulta imposible llevar a cabo por si solo un proceso largo
48  
 

y complejo. Sin embargo, esto no se presentó en el gobierno de Santos, quien logro mantener la
confianza de la opinión pública internacional, no permitió que la esperanza de la paz se apague
en el imaginario de un sector importante de la población colombiana, por lo cual el presidente
Santos no ha perdido en gran medida credibilidad ante la comunidad internacional.

Desde que los diálogos iniciaron, Santos buscó fomentar un sentimiento en el pueblo
colombiano de que habia que defender la paz como valor supremo de una sociedad, que le
genero cierto respaldo, legitimando desde su discurso, que la paz llegaría pronto o que estaba
cada vez más cerca de lograrlo. Es evidente que otro factor principal que afectó la credibilidad de
Pastrana, fue la demostración tangible de la intervención de Estados Unidos en cada detalle de su
gobierno, se puede decir que su política de Respice Polum trajo las consecuencias de no obtener
el apoyo que esperaba.

Santos contuvo la intervención desmedida de los actores internacionales dentro del proceso
de paz para legitimar su nueva imagen de autonomía, que es parte de la imagen que buscó
proyectar de una nueva Colombia, una Colombia que si tiene la capacidad de poder intervenir en
sus propios asuntos. Aunque esto no significa una ruptura definitiva con aliados como Estados
Unidos, si muestra que Santos desea descontinuar la imagen que proyecta Colombia, siendo el
eterno país dependiente de todos los recursos norteamericanos (Borda, Internacionalización del
conflicto armado en Colombia, 2014).

Habiendo examinado los textos académicos, no existen aún artículos que comparen los dos
procesos de paz no solo en pequeñas diferencias de forma, sino de una manera integral que
comprende desde sus condiciones para negociar hasta la razón por la cuál deciden hacer una
apertura o contener la internacionalización. Si bien, se han presentado artículos que presentan
algunas diferencias, no ha habido un estudio académico que profundice en los aspectos que
caracterizan ambos procesos. Por tanto, se presenta este estudio como innovador frente a los
vacíos que ha dejado la academia que concierne a los temas de política exterior.

En conclusión, estos procesos de paz solo son semejantes en el nombre y en que buscaron
firmar la paz con la guerrilla de las Farc, pues su esencia es completamente diferente y su
desarrollo ha sido diferente. Cualquier política de paz tiene que ver con la interpretación del
conflicto armado y así mismo su manera de enfrentarlo y de exponerlo. Por parte de ambos ha
49  
 

existido una internacionalizacion diferente, una diferente forma de integrar a la comunidad


internacional en el proceso, y por supuesto, una manera diferente de llevar a cabo el proceso,
tanto en territorio, como en agenda, negociadores, intervención de personalidades y manejo del
conflicto armado y la situacion del narcotrafico.

Tanto Santos como Pastrana buscaron aumentar las capacidades militares para el combate
contra el narcotráfico, buscando apoyo de los Estados Unidos, pero Santos también buscó un
enfoque diferente para darle al problema mientras el contexto internacional buscara nuevas
tendencias y pudiera ser útil para tratar mejor el tema del conflicto armado y el proceso de paz,
logrando así la creacion de un mejor ambiente a nivel nacional e internacional para lograr
culminar el proceso de paz con las Farc.
50  
 

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