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INTERPONE RECURSO DE QUEJA POR DENEGACIÓN DEL RECURSO

EXTRAORDINARIO DE INAPLICABILIDAD DE LA LEY - REITERA Y


MANTIENE RESERVA DEL CASO FEDERAL

Excma. Suprema Corte de Justicia:


     , por la representación de la ejecutada como surge del capítulo
I de personería, constituyendo domicilio procesal en       de La Plata, en autos
“     ”, a V.E. decimos:

-I-
PERSONERÍA

Que somos apoderados de K…S.A. con domicilio social en


República Oriental del Uruguay      de Tablada, Partido de La Matanza, Provincia de
Buenos Aires, conforme surge de la copia de poder general que acompañamos,
declarando bajo juramento que nuestro mandato se encuentra vigente y que la copia
agregada es fiel transcripción de su original.

-II-
OBJETO

Que en ejercicio de dicho mandato y siguiendo expresas directivas de


nuestra mandante venimos, dentro del plazo de cinco días previsto por el artículo 292
del C.P, a interponer recurso de queja por denegación del recurso extraordinario de
inaplicabilidad de la ley o doctrina legal de la Corte, denegatoria efectuada en los autos:
“     ” por la Excma. Cámara Departamental de Morón, Provincia de Buenos Aires,
Sala I, sita en Brown y Colón, Morón, con fecha      de     de     200      y
notificada con fecha…..de…..de 200     

-III-
REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DE LA QUEJA

Que conforme lo disciplina el artículo 292 del C.P se acompaña:


a) Copia certificada con nuestra firma de letrados apoderados del
recurrente de la sentencia recurrida de la Excma. Cámara Departamental de Morón, Sala
I, de fecha del mes de      del año 200     
b) Aunque la sentencia de primera instancia fue confirmada se
acompaña copia simple, suscrita por nosotros de la parte pertinente de la sentencia de
primera instancia dictada el….de      de 200     
c) Se acompaña copia certificada con nuestra firma de letrados
apoderados del recurrente del escrito de interposición del recurso extraordinario de
inaplicabilidad de la ley.
d) Se acompaña copia certificada con nuestra firma de letrados
apoderados del recurrente del auto que deniega el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de la ley.
e) Cumplimentando la Acordada 1790/78 se indica que:
e.1) Se acompaña copia de la sentencia de Cámara íntegra. No hay
acuerdo por tratarse de una sentencia en que se violó dicha forma lo que es materia del
recurso extraordinario de nulidad.
e.2) La sentencia fue notificada el      de       de       según
cédula que en original se acompaña.
e.3) Se interpuso el recurso extraordinario de inaplicabilidad con
fecha      de       de       A esos fines se acompaña original sellado por la Excma.
Cámara de Apelaciones, Sala I, del Departamento Judicial de Morón, de la que surge la
fecha y hora de la presentación siendo transcripción íntegra del cargo.
e.4) La denegatoria fue notificada con fecha …. de …. de …. según
cédula que en original se acompaña.
e.5) Se acompaña copia de la demanda ejecutiva y del certificado de
deuda para determinar el valor del litigio sin perjuicio de lo que se explicitará luego.
e.6) Se acompaña copia de la boleta de depósito y, como se dijo con
antelación, copia de la resolución que deniega el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de la ley.
e.7) Se aclara que en todos los supuestos indicados expresamente por
el artículo 292, inc. 1, del C.P se ha realizado transcripción íntegra de las resoluciones.
e.8) Los fundamentos de la queja se explicitarán luego en capítulo
por separado.

-IV-
REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE
INAPLICABILIDAD DE LA LEY CUMPLIDOS ANTE LA EXCMA.. CÁMARA

A nuestro juicio se han cumplido con todos los recaudos para la


admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley y, al efecto,
transcribimos y reiteramos lo indicado en el escrito de interposición del remedio
extraordinario.
Que a los fines de la admisibilidad del recurso extraordinario que se
señaló lo siguiente:
a) Monto Mínimo: Conforme el artículo 278 del C.P se señala que el
monto de la demanda supera actualizado el importe que ha establecido en la norma. En
consecuencia, excediendo el monto mínimo establecido en la ley resulta admisible el
presente recurso.
Resulta procedente el cálculo de la indexación a los fines de
determinar el monto del litigio. A este respecto, V.E. tiene bien decidido que: “No es
aceptable por contradictorio, que idénticas pretensiones, de idéntico contenido
económico, sean entendidas como litigios de distinto valor según el tiempo en que se
practiquen sus apreciaciones nominales o según la suerte corrida por la demanda. A los
fines de la admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley en
materia laboral –lo que también indicamos resulta aplicable al fuero civil y comercial–
debe tenerse como valor de lo cuestionado en el pleito el monto de los rubros que son
materia de agravios, actualizados a la fecha de su interposición, criterio que también
rige cuando la sentencia recurrida rechazó la pretensión (La Suprema Corte de Buenos
Aires cambia el criterio sustentado por anterior composición según el cual el monto
mínimo computable a los efectos de la admisibilidad del recurso de inaplicabilidad
debía surgir de elementos objetivos obrantes en autos sin que hubieran de tenerse en
cuenta los incrementos por depreciación monetaria, al igual que cuando existía
sentencia de condena era ésta la que fijaba el valor del litigio) (SC Buenos Aires,
febrero 14 de 1984, “Duet, Alejo c. Cattorini Hnos. S.A.”, Acuerdo 33.167, LA LEY,
1984-B, 86, con nota de Augusto Mario Morello titulada “El recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley de la Provincia de Buenos Aires. Una rectificación necesaria”).
b) Con la boleta de depósito que se adjunta se acredita haber
depositado a disposición del Tribunal que pronunció la sentencia impugnada una
cantidad equivalente al diez por ciento del valor del litigio, es decir, la suma de      ,
con ello se cumplimenta lo dispuesto por el artículo 280 del C.P (t.o.).
c) Que se ha constituido domicilio procesal en La Plata, conforme
surge del proemio. Con ello se cumplimenta el artículo 280 del C.P y al mismo tiempo
se deja copia a disposición de la contraparte en mesa de entrada.
d) Se trata de sentencia definitiva ya que la decisión de la Excma.
Cámara impide replantear la cuestión causando un gravamen irreparable ya que no se
puede continuar el presente juicio sobre lo que ha sido objeto de decisión y el eventual
remedio de un juicio ordinario posterior de repetición no sólo se tornaría ineficaz sino
que la aplicación de la regla “solve et repete” importaría validar normas
inconstitucionales y violatorias de las garantías consagradas por los artículos 16, 17 y 18
de la Carta Magna. La circunstancia de tratarse de un juicio ejecutivo no empece a esta
interpretación como se desarrollará luego. Con lo expuesto se cumplimenta el requisito
del artículo 278 del C.P
e) Se trata de sentencia definitiva de Cámara. Con lo expuesto se
cumplimenta el requisito del artículo 278 del C.P
f) Se interpone el presente recurso dentro del plazo de diez días de
notificada la resolución. Con ello se cumplimenta lo dispuesto por el artículo 279 del
C.P proemio.
g) El recurso se funda en la violación y/o aplicación errónea de la ley
o doctrina legal de la SB.A. como se explicitará más adelante. Con ello se cumplimenta
lo dispuesto en los incisos 1 y 2 del artículo 279 del C.P

-IV a)-
PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD -
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 278 DEL C.P

Para el supuesto de que V.E. entendiera que en el presente juicio no


se ha superado el monto mínimo previsto por el artículo 278 del C.P y/o se entendiera
que para la determinación de dicho monto no se deben actualizar los valores y/o debe
surgir de la sentencia las pautas concretas para la indexación se impetra expresamente la
inconstitucionalidad del citado artículo 278 del C.P a la luz de las declaraciones,
derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional, máxime que según
doctrina conocida de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo procede el recurso
extraordinario federal luego de agotadas las instancias ordinarias y aun las
extraordinarias del ordenamiento local. En este sentido se expresó que “Toda vez que la
decisión del legislador plasmada en la ley 48, fue que todo pleito radicado ante la
justicia provincial en el que se susciten cuestiones federales, debe arribar a la Corte
Suprema de Justicia de la Nación sólo después de ‘fenecer’ ante el órgano máximo de la
judicatura local, dado que los tribunales de provincia se encuentran habilitados para
entender en causas que comprendan puntos regidos por la Constitución, las leyes
federales y los tratados internacionales, cabe concluir en que las decisiones que son
aptas para ser resueltas por esta Corte Nacional no pueden resultar excluidas del previo
juzgamiento por el órgano judicial superior de la provincia. En los casos aptos para ser
conocidos por esta Corte según el art. 14 de la ley 48, la intervención del Superior
Tribunal de provincia es necesaria en virtud de la regulación que el legislador nacional
hizo del art. 31 de la Constitución, de modo que la legislatura local y la jurisprudencia
de los tribunales no pueden vedar el acceso a aquel órgano, en tales supuestos” (CS,
diciembre 1 de 1988, “Di Mascio, Juan R.”, LA LEY, 1989-B, 417, con nota de Néstor
Pedro Sagüés).
Entendemos que V.E. debe expedirse sobre la inconstitucionalidad
del artículo 278 del C.P o bien darle sus justos límites en el sentido que su aplicación
sea obviada cuando estén involucradas cuestiones de tipo federal (Caso Di Mascio cit.).
Y no se trata de cualquier cuestión federal como se verá luego. Por ello entendemos,
también, que no se aplica el precedente de V.E. dictado en la causa “Confederación
General de Empleados de Comercio de la República Argentina c. Zelazny, Silvia”
publicado en el diario de “ED” del 20/9/89, con nota de Bidart Campos.
Por lo expuesto, no resulta constitucional el artículo 278 del C.P en
cuanto frustra el tratamiento por V.E. de cuestiones federales como las que derivan de
las declaraciones, derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional.
Por tanto y en atención al principio de eventualidad se deja sentado
este pedido.

-IV b)-
PROCEDENCIA DE LA VÍA DEL RECURSO DE
INAPLICABILIDAD DE LA LEY Y NO DEL RECURSO
EXTRAORDINARIO DE INCONSTITUCIONALIDAD

Como V.E. lo tiene bien decidido cuando se han esgrimido


violaciones a la Constitución Nacional la vía correcta de impugnación extraordinaria es
la del recurso de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal y no la del recurso de
inconstitucionalidad previsto por el artículo 299 y ss. del C.P Solamente procede la vía
últimamente citada cuando se ha alegado violación a la Constitución Provincial.
En este pleito se ha puesto en cuestión la validez de una ley, decreto
o autoridad de provincia bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional
y la decisión es a favor de la Ordenanza Municipal de Provincia, por lo que la cuestión
encuadra exactamente en lo dispuesto por el artículo 14, inciso 2, de la ley 48 (Ver, a
este respecto, el capítulo en que se mantiene la reserva del caso federal). El hecho de
que se haya rechazado el planteo sin tratarlo importa una denegatoria implícita del
derecho federal invocado. El punto puede ser dilucidado por V.E. ya que tiene
facultades para tratar la cuestión constitucional.
A este respecto ha dicho V.E. que: “El recurso extraordinario de
inconstitucionalidad no constituye ámbito adecuado para dilucidar presuntas
infracciones a la Constitución Nacional, ya que su marco de referencia está dado
exclusiva y excluyentemente por la carta provincial. Si la sentencia está fundamentada
tanto en preceptos de la Constitución de la Nación como de la provincia, resulta
improcedente el recurso extraordinario de inconstitucionalidad, porque aun cuando se lo
considerase fundado, la sentencia que lo acogiera sólo tendría un carácter teórico
abstracto o meramente declarativo, porque el fallo cuestionado conservaría los
fundamentos referidos a la Constitución Nacional, que –inimpugnables por la vía de
ataque elegida– le servirían de suficiente sustento. Cuando la sentencia se fundamenta
en conceptos tanto de la Constitución Nacional como de la Constitución Provincial, el
medio idóneo para canalizar los agravios contra la sentencia está dado por el recurso de
inaplicabilidad de ley, recurso por el cual sólo resultan improponibles las denuncias
relacionadas con los arts. 156 y 159 de la Constitución Provincial, para lo cual existe
otro recurso específico” (SCBA, setiembre 2 de 1986, “Pérez, Amelia, Ac. 34.245, LA
LEY, 1987-E, 306, nº 86.025, con nota de Horacio C. Ballester, Recursos prejudiciales).
También se dijo que el recurso extraordinario de inconstitucionalidad sólo es procedente
cuando se invocan infracciones a la Carta provincial, siendo en consecuencia ajenas al
mismo las supuestas violaciones de la Constitución Nacional (SCBA, setiembre 26 de
1989, “Román, José A.”, P 42.283, LA LEY, fallo nº 88.050).
Por tanto la vía elegida es la que resulta apta para el planteo
propuesto.

-V-
ANTECEDENTES DE LA CUESTIÓN

     
Estos son en síntesis los antecedentes de la presente causa.

-VI-
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE QUEJA

Si bien V.E. tiene decidido que, en principio, no procede el recurso


contra las resoluciones en el juicio ejecutivo por no tratarse de sentencia definitiva ello
admite excepciones (SCBA, mayo 12 de 1991, "Ariel Dasa, S.A. c. Del Gobbo, Juan C.
y otro", Rep. La Ley, XLI, J-Z, 2623, sum. 98, entre otros).
De lo que aquí se trata es de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de las normas y del respeto a principios que tienen jerarquía
constitucional. No se puede dejar librado a un juicio ordinario posterior de repetición,
que llega siempre tarde y es lento, una cuestión en que están en juego los principios y
garantías constitucionales, especialmente el derecho de propiedad que se encuentra
conculcado.
A este respecto la sentencia de la Excma. Cámara Departamental de
Morón, Sala I, de fecha 13 de agosto de 1991 constituye sentencia definitiva pues
termina el juicio e impide continuar el tema relativo a la constitucionalidad de normas
que, por otra parte, son manifiestamente inconstitucionales.
Haremos una breve síntesis del tema:
a) Admisión del planteo de inconstitucionalidad en el juicio
ejecutivo en general y en el apremio, en particular.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación y otros tribunales han
admitido el planteo de inconstitucionalidad dentro del juicio ejecutivo sin que sea
necesario esperar el juicio ordinario posterior. En este sentido, la Corte Suprema de
Justicia de la Nación ha dispuesto la procedencia del planteo para los casos en que se
verifique la existencia de multas manifiestamente exorbitantes o cuando su pago traiga
un perjuicio irreparable (Fallos, T. 244, p. 287; T. 247, p. 401) o que lo resuelto revista
gravedad institucional (Fallos T. 247, p. 413 y 601).
En materia de tasas se dijo expresamente que es procedente “el
cuestionamiento de inconstitucionalidad, con fundamento en la pretensión de cobro de
tasas, cánones o impuestos excesivos o confiscatorios en resguardo del derecho de
propiedad” (conf. Podetti, J.R. “Tratado de las Ejecuciones”, pág. 319 a 320 y reseñas
de notas 166 bis). (C.N.Fed. Civil y Comercial, Sala I, 14/12/1984, LA LEY, 1985-C,
264).
Procedencia del planteo. Casos puntuales
La Corte Suprema ha decidido, a este respecto que: “Es formalmente
procedente el recurso extraordinario deducido, no obstante tratarse de una ejecución
fiscal, toda vez que existe en autos un gravamen insusceptible de reparación ulterior
(art. 553, 4º párr., Cód. Procesal) y se encuentra en juego la inteligencia de
disposiciones de carácter federal” (CS, diciembre 14-982 - “Gobierno Nacional -D.G.I.-
c. Agrícola Ganadera Andes, S.A.”, LA LEY, 1983-C, 383).
También explicitó que: “Si bien, en principio, no procede el recurso
extraordinario ante la Corte Suprema, en los juicios ejecutivos o de apremio, ello sufre
excepción en los casos en que es manifiesta la improcedencia del tributo reclamado”
(CS, julio 31-980 - “Municipalidad de la Capital c. Kentuky, S.R.L.”, Rep. La Ley, XL,
J-ZZ, 2909, sum. 38).
En el mismo sentido se expresó: “Si bien las decisiones recaídas en
juicios ejecutivos no autorizan, como regla, el recurso extraordinario, éste procede
cuando lo resuelto es equiparable a sentencia definitiva en tanto importa un agravio
insusceptible de reparación ulterior” (CS, febrero 16-980 - “Gobierno Nacional c.
Flamini Hnos., S.A.”, Rep. La Ley, XLI, J-Z, 2716, sum. 132). Es que: “No obstante
tratarse de un juicio ejecutivo, si la amplitud del debate ocurrido en las actuaciones
sobre las cuestiones propuestas por las partes configura la hipótesis del último apartado
del art. 553 del Cód. Procesal, cabe asignar a la sentencia apelada el carácter de
definitiva a los efectos del art. 14 de la ley 48” (CS, junio 7-979 - “Banco de la Nación
Argentina c. Tannello, Juan C.”, Rep. La Ley, XLI, J-Z, 2716, sum. 131). No se debe
olvidar que: “Las resoluciones recaídas en los juicios ejecutivos no constituyen
sentencias definitivas a los efectos del recurso extraordinario; tal doctrina admite
excepciones cuando lo controvertido es una cuestión que reviste interés o gravedad
institucional que exceda el interés individual de las partes” (CApel. CC Rosario, Sala
III, noviembre 29-978 - “Aranda, Mario A. c. Díaz Genoveva”, Rep. La Ley, XL, J-Z,
2209, sum. 36).
Se explicitó, igualmente, que: “Las decisiones recaídas en los juicios
ejecutivos y de apremio no son, como principio, susceptibles de recurso extraordinario,
ya que no revisten el carácter de sentencia definitiva en los términos del art. 14 de la ley
48, doctrina que sólo admite excepción en casos de gravedad institucional o cuando lo
resuelto puede conducir a la frustración de un derecho federal” (CS, febrero 19-981 -
“Municipalidad de Aguilares c. Compañía Azucarera Juan M. Terán, S.A.”, Rep. La
Ley, XLII, J-Z, 2148, sum. 109). “Los pronunciamientos dictados en juicios de apremio
que, como en el caso, no revisten el carácter de sentencia definitiva, no son susceptibles
de recurso extraordinario, principio que cede sólo en los supuestos en que lo resuelto
revista gravedad institucional o pueda conducir a la frustración de un derecho federal...”
(CS, marzo 26-981 - “Cooperativa de Obras Públicas, Uruguay Ltda. c. Gershanik,
Marcos”, LA LEY, 1983-B, 758).
Por último y en un tema relacionado con la cuestión del juicio
ejecutivo la Corte Suprema dijo que: “1.- Procede el recurso extraordinario deducido
contra la sentencia de Cámara que confirmó el fallo de primera instancia dictado en un
juicio ejecutivo, el cual mandó llevar adelante la ejecución rechazando la excepción de
inhabilidad de título fundada en la causa de la obligación y desestimando –por
impropias del trámite de ejecución– las defensas basadas en el abuso del derecho y la
teoría de la imprevisión, ya que, sin perjuicio de lo que se decida respecto de la
procedencia sustancial de tales defensas, media entre lo resuelto y las garantías
constitucionales que se invocan como vulneradas, nexo directo e inmediato, si en el
caso está en juego la vivienda del deudor y su familia. (La Corte dejó sin efecto la
sentencia de Cámara y ordenó dictar nuevo pronunciamiento). 2.- Si bien las decisiones
recaídas en los juicios ejecutivos no constituyen, en principio, sentencia definitiva a los
fines del art. 14 de la ley 48, cabe hacer excepción al referido principio en los supuestos
en que, sin desvirtuar la naturaleza del procedimiento, tratándose en el caso de la
vivienda del deudor y su familia, se aleguen defensas basadas en hechos notorios
derivados de las variaciones en la política económica. 3.- El carácter limitativo de las
excepciones en los juicios ejecutivos no puede llevarse al extremo de consagrar un
exceso ritual manifiesto, incompatible con el ejercicio del derecho de defensa, lo que
ocurriría –en el caso, en el que está en juego la vivienda del deudor y su familia– si se
privase a la deudora de la posibilidad de alegar las modificaciones cambiarias y los
remedios legales conducentes a paliar sus efectos, sin otro fundamento que la mera
aserción dogmática señalada, ineficaz para excluir el análisis de los planteos atinentes a
la teoría de la imprevisión y al ejercicio regular de los derechos.” (CS, marzo 8-983 -
“Burman, Leonardo c. Alvarez, Joaquín”, LA LEY, 1983-B, 444-445). Este famoso
leading-case de la Corte Suprema constituye una doctrina general enderezada a conferir
al juicio ejecutivo el carácter sumario que debiera tener. Recibió nota elogiosa de
Augusto Mario Morello.
b) Control de constitucionalidad de las leyes.
El control de constitucionalidad de las leyes corresponde a los jueces.
Nada más ajustado a derecho, en efecto, nuestro sistema institucional contempla el
llamado “control de constitucionalidad” de las leyes, función que recae en el Poder
Judicial, siguiendo el modelo sentado en los Estados Unidos de Norteamérica.
La teoría del control de constitucionalidad americano tiene entre sus
primeros exponentes de desarrollo, el fallo del caso “Marbury vs. Madison”, en donde el
Presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Marshall, resalta que la
esencia de la libertad civil consiste en el derecho de cada individuo a demandar la
protección de las leyes. Los poderes son limitados y esta circunstancia vale para todos
los que participan en el gobierno en el estado. La constitución controla todo acto
legislativo en razón de ser la ley suprema. Si una ley (en sentido genérico) se encuentra
en oposición a la Constitución, es un tribunal el que determinará cuál de las reglas en
conflicto rige, obviamente debe caer toda norma que se oponga a la Constitución.
Son los jueces quienes deben intervenir en “todas las causas” que se
susciten como consecuencia de la aplicación de la Constitución.
Los jueces ejercen el control de constitucionalidad como parte de sus
funciones como intérpretes de la ley. (Conf. Loianno, Adelina y Gozaini, Osvaldo “El
control judicial de la constitucionalidad de las leyes. Iniciativa. Medios y alcances”, LA
LEY, 1985-E, 808 y sig.).
Una de las principales diferencias con el sistema de control
americano es que el argentino requiere la existencia de un conflicto judicial concreto y
no se admite la declaración genérica de inconstitucionalidad, sino que dicha declaración
queda circunscripta al caso concreto en donde se planteó la controversia, así el
Procurador General de la Nación, Dr. Mario Justo López dijo: “Para que pueda hacerse
efectivo el control judicial de constitucionalidad es requisito que exista una causa o
contienda judicial (Fallos, T. 242, p. 353). ‘La decisión de cuestiones constitucionales –
ha dicho la Corte–, por parte de los tribunales de la nación, debe ocurrir sólo en el curso
de procedimientos litigiosos, es decir, en controversia entre partes con intereses
jurídicos contrapuestos y propios para la dilucidación jurisdiccional’ y ello, ‘es, además,
exigencia necesaria del principio de la coordinación y separación de poderes, que
impone al judicial la permanencia en el ámbito jurisdiccional y le impide la invalidación
genérica de las leyes objetadas ante sus estrados’ (Fallos T. 256, p. 104)” (CS, octubre 2
de 1979, Cichello, Carlos R., LA LEY, 1980-A, 118).
El caso de autos queda circunscripto necesariamente en esa
controversia donde el particular reclama del Poder Judicial el análisis del ataque de
inconstitucionalidad que efectúa.
“El juez no puede desoír la advertencia de la parte a este choque de
intereses; y debe resolverlo usando de su imaginación, realista, sin apartarse del
cometido final orientado en la supremacía de la Carta Magna” (Loianno, Adelina y
Gozaini, Osvaldo “El control judicial de la constitucionalidad de las leyes. Iniciativa.
Medios y alcances”, LA LEY, 1985-E, 815).
Al respecto de una crítica de la actora que sostuvo que nuestra
mandante nada reclamó en la instancia administrativa, cabe destacar que la
administración no tiene ni el poder ni las facultades para expedirse sobre la
inconstitucionalidad de leyes, prerrogativa que pertenece sólo al Poder Judicial y por
ello ante él se planteó la defensa de inconstitucionalidad.
Por otra parte, no cabe presumir la renuncia a dicha defensa por la
omisión de alegarla en la instancia administrativa, ya que el art. 874 del Código Civil
establece que la intención de renunciar no se presume, y la interpretación de los actos
que induzca a probarla debe ser restrictiva.
“La renuncia no puede ser nunca presumida, vale decir, no puede
deducirse del simple silencio o inacción del acreedor” (C. 4º Córdoba, LA LEY, 132-
641). “La renuncia tácita es inadmisible si los hechos que se invocan en su apoyo no son
suficientemente claros y convincentes, ni revelan de manera indudable la voluntad de
proceder en tal sentido” (C. Civ. Sala E, ED. 39-743).
Más allá aún, Bidart Campos expresa: “Una vez que la jurisdicción
de un juez ha sido provocada en la plenitud de una causa, ninguna renuncia se presume,
y la integridad del orden constitucional se vigila de oficio, porque ese control no
depende del titular legitimado para el reclamo, sino de la apreciación del derecho por el
juez” (Bidart Campos, Germán J. “El derecho constitucional del poder”, T. II, p. 328 y
sg.).
“El control de constitucionalidad hace parte de la función de
aplicación del derecho, por eso, debe efectuarse por el juez aunque no se lo pida la
parte, porque configura un aspecto del iura novit curia. El juez tiene que aplicar bien el
derecho, y para eso, en la subsumición del caso concreto dentro de la norma, debe
seleccionar la que tiene prioridad constitucional. Aplicar una norma inconstitucional es
aplicar mal el derecho      y esa mala aplicación no se purga por el hecho de que
nadie haya cuestionado la inconstitucionalidad. Es obligación del juez suplir el derecho
invocado, y en esa suplencia puede y debe fiscalizar de oficio la constitucionalidad
dentro de lo más estricto de su función” (Bidart Campos, Germán J. “Manual de
Derecho Constitucional Argentino”, p. 7, 8 y sig.).
c) Inaplicabilidad del principio solve et repete.
Tampoco obsta al planteo el no pago de la tasa cuestionada puesto
que el principio “solve et repete” ha sido derogado por la ley 23.054 que hace ley de la
nación al Pacto de San José de Costa Rica. En tal sentido se ha expedido la Cámara
Federal en lo Contencioso-administrativo, Sala IV, al decir: “Lo convenido en el art. 8º,
párr. 1º del Pacto de San José de Costa Rica, ratificado por la ley 23.054, posterior a la
entrada en vigencia del Código Aduanero, es de inmediata aplicación en cuanto debe
entenderse derogada toda norma o toda interpretación que impida el acceso a un tribunal
independiente previo al cumplimiento de una obligación, y referido específicamente al
campo del derecho fiscal, ha perdido vigencia el principio “solve et repete” acuñado en
largos años por la Corte Suprema de Justicia de la Nación” (C.N. Contencioso-
administrativo, Sala IV, 18/4/1985, “Telesud S.A.”, LA LEY, 1987-A, 323).
La recepción del Pacto de San José de Costa Rica y su consecuente
oposición al “solve et repete” mejora enormemente el derecho de defensa de los
individuos en cuanto a la determinación de sus derechos y obligaciones fiscales,
permitiendo así una mejor y más eficiente protección judicial de los derechos.
Por lo que el argumento del juez de primera instancia, cuya sentencia
fue confirmada en segunda instancia, de que el fisco debe percibir las sumas que
presuntamente se le adeudan, sin dilaciones, no tiene fundamento alguno. Sería validar
actos confiscatorios, la expoliación de los ciudadanos sin causa alguna y sin control
jurisdiccional que por lo ineficaz llegaría siempre tardío. ¿Por qué si una norma es
inconstitucional hay que aplicarla? ¿Por qué esperar para un hipotético juicio ordinario
posterior que tarda en duración cinco años o más lo que puede elucidarse sin
inconveniente alguno en el juicio de apremio? O es que acaso no se puede discernir
cuando una norma viola o no el derecho de propiedad, es confiscatoria o no lo es. Los
municipios crean una tasa por seguridad e higiene, con lo que quieren aumentar su
capacidad de recaudación impositiva. Lo hacen como tasa porque no pueden crear
impuestos. No prestan ningún servicio y cobran mucho más que un impuesto lo que no
necesita prueba de ninguna especie. Es comprobable a simple vista. Dejar para el juicio
ordinario un planteo que es claramente atendible no tiene fundamento alguno más que
un exceso ritual manifiesto. Para el momento en que algún fallo, del caso concreto,
declare la inconstitucionalidad de la norma tal declaración tendrá un carácter meramente
abstracto y no podrá remediar el perjuicio ocasionado. Esto no es el dar a cada uno lo
que es suyo que nace con Ulpiano en el derecho romano. La justicia debe ser aquí y
ahora para que sirva a los ciudadanos y para que todos tengan acceso a la misma.
d) El planteo concreto de inconstitucionalidad.
El planteo de inconstitucionalidad se refiere a los artículos 1º inc. 4,
4º, 23, 24, 25, 79, 80, 81, 82 de la ordenanza 8461/87 y los artículos 79, 80, 81, 82, 88 y
siguientes de la mencionada ordenanza con las modificaciones introducidas por la
ordenanza 8750/88 de la Municipalidad de La Matanza, así como, también, al artículo
13 de la ley 10.559 de la Provincia de Buenos Aires en cuanto establece la posibilidad
de determinar gravámenes sobre los ingresos brutos en los casos en que se establezcan
tasas por seguridad e higiene.
La violación de los artículos 16 y 17 de la Constitución Nacional es
clara.
En el caso del art. 82 se establece una desigualitaria diferencia de
alícuota entre los contribuyentes que tengan más o menos de tres personas empleadas.
El inc. a) establece una alícuota del 8,66% del sueldo mínimo del
personal que revista dentro del agrupamiento administrativo principal para aquellos
establecimientos que no superen las tres personas en relación de dependencia, mientras
que el inc. b) establece que a la alícuota precedentemente mencionada se la debe
agregar el 2,63% del sueldo mínimo del personal que revista dentro del agrupamiento
administrativo principal. En dicha situación se encuentra mi mandante. Tal tratamiento
es absolutamente desigualitario.
“El principio de igualdad establecido en la Constitución Nacional
consiste en que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo
que se concede a otros en iguales circunstancias” (SB.A. Noviembre 7 de 1961, AS
961-V-158). La igualdad de situación que se plantea es la prestación del servicio de
seguridad e higiene. ¿Si el servicio es el mismo, por qué ha de tolerarse tal
determinación?.
La tasa del 11,29% es igualmente confiscatoria y desproporcionada
con la verdadera prestación del servicio por parte del municipio.
“La cuantía de la tasa no puede exceder de los gastos de la prestación
pública, porque si no se convertiría en un impuesto” (SC Mendoza, junio 15 de 1967,
LL 129-833).
“Debe considerarse en principio el costo del servicio para fijar la
tasa, porque ésta es la compensación pecuniaria de aquél”. (SCBA septiembre 19 de
1967, DJBA, 82-278).
“Las tasas municipales suponen una contraprestación de equivalencia
aproximada al costo del servicio prestado, aunque no deba interpretarse como una
equivalencia estricta, sino en el sentido de que al cobro de la tasa corresponde siempre
la concreta, efectiva e individualizada prestación de un servicio y si el monto de la tasa
se manifiesta a todas luces como exorbitante, sin guardar proporción alguna con el
servicio, cabe que se le impugne por su carácter confiscatorio. (CS diciembre 17 de
1972, disidencias de los Dres. Risolía y Argúas, La Ley, Rep. 2 T. VIII, pág. 620, sum.
Nº 4259).
La reforma introducida por la ordenanza 8750/88 deja de lado el
sistema de tasa por personal y toma como base uno peor.
La base pasa a ser el ingreso del contribuyente deducidos los
importes devengados en concepto de impuestos nacionales o provinciales.
Vincular el ingreso como base de retribución de un servicio es
alejarse del auténtico espíritu de la tasa y aproximarse peligrosa y arbitrariamente al
impuesto.
“Cuando la municipalidad percibe una contribución en pago de un
servicio comunal, y se regula el ‘quantum’ de ella atendiendo el capital o giro comercial
del contribuyente, se trata de un impuesto y no de una tasa” (SC Mendoza, 15/6/1967,
La Ley, 129-833).
“Cuando se toma en cuenta para la determinación cuantitativa de lo
que se califica tasa, la capacidad contributiva del que tributa sobre la base del volumen
numérico del contrato que da origen a la aplicación de aquélla, se está en los umbrales
de la imposición de un verdadero impuesto y no de una tasa” (SC Mendoza, agosto 26
de 1968, LA LEY, 134-913).
“La naturaleza de una tasa no se define por la medida de la prestación
del servicio, ni por la proporción exacta entre el valor del servicio y lo cobrado; en
cambio, debe tenerse en cuenta como condición esencial la forma de la retribución, a
objeto de establecer el gravamen que queda supeditado a la prestación del servicio, o la
existencia de ventas, operaciones, negocios o ingresos brutos. No hay tasa si el hecho
generador del gravamen no es el servicio sino el monto del ingreso. (C 2º CC Córdoba,
13/3/1970 Disidencia del Dr. Martínez Gavier, La Ley, Rep. 2 T. VIII, pág. 621, sum.
Nº 4266).
“El tributo que establecen los municipios en concepto de habilitación,
inspección, seguridad e higiene no tiene el carácter de tasa sino el de un impuesto a las
actividades lucrativas, igual, por su naturaleza al gravamen provincial del mismo tipo y
de cuyo producido participan las municipalidades” (voto del Dr. Fernández SCBA
diciembre 4 de 1962, AS 962-III-841).
De lo expuesto surge además la desproporción y confiscatoriedad de
las tasas resultantes, que no encontramos ante un nuevo agravio constitucional, la
municipalidad crea y percibe impuestos, facultad reservada a la legislatura provincial,
de acuerdo con el artículo 90 inc. 1º de la Constitución Nacional.
e) Los Municipios no pueden crear impuestos.
“Los municipios no pueden crear impuestos ni gravar materias que
ya han sido gravadas por la Provincia, toda vez que respecto de ellas no hay delegación
sino reserva de la potestad impositiva que originariamente corresponde a la Legislatura”
(SCBA 24/1/1964, DJBA 74-73).
f) La inhabilidad de título.
Nos hemos visto obligados a oponer la excepción de inhabilidad de
título, en virtud de que el exhibido en autos no indica cual de las ordenanzas (8561/87
previa a la modificación por ordenanza 8750/88 y posterior a ella) se aplica para la
determinación de los montos demandados, ello, evidentemente obstaculiza el derecho de
defensa de nuestro mandante.
Por los fundamentos expuestos, se solicitó, en su oportunidad, la
procedencia del recurso de inaplicabilidad de la ley i y se pidió se decrete la
inconstitucionalidad de los artículos 1º inc. 4, 4º, 23, 24, 25, 79, 80, 81, 82 de la
ordenanza 8461/87 y los artículos 79, 80, 81, 82, 88 y siguientes de la mencionada
ordenanza con las modificaciones introducidas por la ordenanza 8750/88 de la
Municipalidad de La Matanza así como la del artículo 13 de la ley 10.559 de la
Provincia de Buenos Aires y se rechace el apremio interpuesto por la Municipalidad de
La Matanza contra KLIA S.A.
Surge concretamente que la sentencia de fecha 13 de agosto de 1991:
1) Vulnera la doctrina de V.E. relativa a la igualdad que dice “El
principio de igualdad establecido en la Constitución Nacional consiste en que no se
establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a otros
en iguales circunstancias” (SB.A. Noviembre 7 de 1961, AS 961-V-158).
2) Vulnera la doctrina de V.E. que indica: “Debe considerarse en
principio el costo del servicio para fijar la tasa, porque ésta es la compensación
pecuniaria de aquél”. (SCBA septiembre 19 de 1967, DJBA, 82-278).
3) Vulnera la doctrina de V.E. que indica: “Los municipios no
pueden crear impuestos ni gravar materias que ya han sido gravadas por la Provincia,
toda vez que respecto de ellas no hay delegación sino reserva de la potestad impositiva
que originariamente corresponde a la Legislatura” (SCBA 24/1/1964, DJBA 74-73).
4) La sentencia de la Cámara ad-quem viola los artículos 16 y 17,
principalmente, de la Constitución Nacional y V.E. tiene facultades para decidir sobre
estas materias dentro del recurso de inaplicabilidad de la ley previsto por los artículos
278 y ss. del C.P
En consecuencia, entendemos que se trata de sentencia definitiva ya
que no existe otra vía idónea y debe V.E. expedirse acerca de la constitucionalidad de
las normas para así no frustrar garantías constitucionales de las que también es
guardiana dado los principios de jerarquía normativa. No es posible dejar para un juicio
posterior una cuestión cuando la inconstitucionalidad y la conculcación de garantías es
evidente. Sería caer en un rigorismo formal vacuo de todo contenido.
Por tanto debe admitirse la queja y declarar mal denegado el recurso
extraordinario de inaplicabilidad de la ley y procederse conforme el artículo 283 del C.P

-VII-
MANTIENE RESERVA CASO FEDERAL

Mantenemos la reserva del caso federal en los términos del artículo


14 de la ley 48 (art. 256 y siguientes del C.PC.) para ocurrir a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación por violación de los artículos 16, 17 y 18 de la Constitución
Nacional en caso de mantenerse el pronunciamiento de V.E.
En este pleito se ha puesto en cuestión la validez de una ley, decreto
o autoridad de provincia bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional
y la decisión es a la favor de la Ordenanza Municipal de Provincia, por lo que la
cuestión encuadra exactamente en lo dispuesto por el artículo 14, inciso 2º, de la ley 48.
El no tratamiento de la defensa importa la denegación del derecho federal de que se
trata.
Es indudable que al no hacerse mérito de los planteos esgrimidos se
vulnera el derecho de propiedad en los términos del artículo 17 de la Constitución
Nacional, a la luz de conocida doctrina de la Corte Suprema de la que surge que
propiedad no es sólo el dominio de las cosas materiales sino todo lo que un hombre
pueda poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y su libertad.
Así también se viola el principio de igualdad consagrado por el
artículo 16 de la Constitución Nacional.

-VIII-
PETITORIO

Por todo lo expuesto a V.E. solicitamos:


1) Nos tenga por presentados, por parte –a mérito de la fotocopia de
poder general acompañada– y con el domicilio procesal constituido.
2) Tenga por interpuesto en tiempo y forma recurso de queja por
denegación del recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley.
3) Tenga por cumplidos los requisitos formales de admisibilidad de
la queja y por acompañadas las copias respectivas requeridas por el artículo 292 del C.P
y Acordada reglamentaria de V.E.
4) Tenga por constituido domicilio en La Plata.
5) Se tenga presente la reiteración de la reserva del caso federal.
6) Oportunamente se admita la queja, se proceda conforme el artículo
283 del C.P y en su momento se deje sin efecto la sentencia recurrida y se hagan lugar a
las excepciones impetradas.
Proveer de conformidad
SERÁ JUSTICIA

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