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HISTORIA – CARACTERISTICAS.

En Colombia como en casi todo el territorio de America, la


aparición de la agricultura produjo una transformación
socioeconómica en los grupos indígenas, propiciando en
muchas comunidades un cambio fundamental: se pasó de
una sociedad tribal igualitaria, a pequeños Reinos, en los
cuales comenzó a aparecer cierta diferenciación social, sin
existir aún la propiedad privada. Este nuevo tipo de
organización se conoce como Cacicazgo y en la mayoría de
las regiones colombianas se prolongó hasta la llegada de los
europeos.
Dentro de este marco se dio el surgimiento de algunas
comunidades indígenas sobre otras. A esas comunidades se
les conoce como las Culturas Indígenas Precolombinas,
que en Colombia fueron conformadas por varios grupos
importantes, como la Cultura de Nariño, Cultura de
Tierradentro, y los Pijaos.
Debido al escaso desarrollo de las fuerzas productivas
(técnicas de trabajo y herramientas) casi toda la población de
estos grupos tuvo que dedicarse a la agricultura para producir
su alimento y poder subsistir.
Sin embargo estas culturas se destacaron por otros logros, ya
que además de agricultor el individuo perteneciente a estos
grupos era ceramista, tejedor, orfebre; es así que son algunas
de sus obras el legado que nos dejaron y describen su estilo
de vida.
Los hallazgos arqueológicos en Colombia confirman que los
grupos indígenas de esta zona fueron los mejores orfebres de
la América precolombina , tanto en la técnica como en la
calidad artística.
Lo que los indígenas colombianos nos pueden enseñar no
son grandes obras de arte arquitectónico, escultural o
poético, sino son sus sistemas filosóficos, conceptos que
tratan de la relación entre el hombre y la naturaleza,
conceptos sobre la necesidad de la convivencia sosegada, la
conducta discreta, la opción por el equilibrio."
Gerardo Reichel- Dolmatoff. Antropólogo y arqueólogo
colombiano, 1912-1994.
En el territorio que hoy conforma la República
de Colombia habitaron un amplio número
de culturas precolombinas, la mayoría de ellas con un
elevado desarrollo socio - cultural y una buena adaptación a
su entorno. Sin embargo, a pesar de su adelanto, la gran
mayoría de ellas desapareció, dejándonos
solo muestras arqueológicas de su grandeza.
CARACTERISTICAS

A pesar de ser consideradas como culturas medianas dentro


de la experiencia mesoamericana y suramericana, estos
grupos lograron establecerse de manera permanente en
distintos territorios, logrando una estabilidad social y
económica.

El invento de la cerámica por los indígenas que habitaban el


norte de Colombia produjo cambios muy importantes que
permitieron "almacenar agua y bebidas en gran cantidad y
guardar alimentos y conservarlos largo tiempo sin que
ratones y otros roedores e insectos se los comieran. 

Además... lograron cocinar en agua los alimentos y así comer


muchas cosas que antes eran incomibles crudas. Se
enriqueció la alimentación consumiendo ante todo gran
variedad de vegetales silvestres, moluscos, pescado, algunos
reptiles como la tortuga y el caimán, aves y mamíferos. 

Con esta mejoría en cantidad y calidad de la alimentación,


aumentó la población y se iniciaron muchos progresos
materiales" (Dussán de Reichel, 1992, 16)
La población es el factor productivo fundamental en todas las
sociedades y mucho más en las que carecen de capital y
maquinaria. 

En ellas, la evolución demográfica determina directamente la


suerte de la producción. La mejor nutrición permitida por el
uso de la cerámica y de la cocción de los alimentos llevó a
aumentos de la población que a su vez pudo organizarse
mejor y repartirse entre agricultura, caza, pesca, fabricación
de utensilios, minería y comercio. La división del trabajo
aumentó la productividad que contribuyó a reproducir
adecuadamente una población mayor.

En la medida en que la división del trabajo se hace más


compleja y surge el proceso de urbanización, la población
influye menos directamente en la producción, pero aún así es
un campo fundamental que el historiador económico debe
tener presente para entender las transformaciones de la
economía y las condiciones de empleo y bienestar que le
ofrece a la población. 

La región del altiplano central del actual territorio colombiano


fue habitada por los muiscas, siendo el territorio más poblado
después de los imperios inca y azteca. 

Todo parece indicar que en 1541 esta cultura alcanzó un nivel


de desarrollo que le permitiría convertirse en un imperio,
proceso que fue interrumpido por la conquista española en el
altiplano cundíboyacense.

Los muiscas estaban organizados en pequeñas aldeas al


mando de un cacique, y se caracterizaban por ser sociedades
preestatales, poco homogéneas, cuyas distintas categorías
políticas eran descentralizadas y jerarquizadas, tal como
sucedió con algunos cacicazgos que se agruparon bajo el
mando del Zipa de Bacatá y el Zaque de Hunza (Bonilla 2005,
91). 

No obstante, la integración política de las etnias permitió el


surgimiento de la agricultura y la utilización masiva de trabajo
comunitario organizado (Lleras, 1986).

El parentesco es un aspecto fundamental que explica el


establecimiento de comunidades independientes, puesto que
este tipo de vínculos aseguraba la pertenencia de un
individuo a una comunidad y con esto su acceso a los
recursos del territorio que controlaban (Lleras, 1986). 

No se descarta la posibilidad de enfrentamientos bélicos para


obtener el control de determinadas zonas, con lo cual
pudieran ampliar las tierras disponibles para el cultivo y
asegurar el aprovisionamiento de alimentos cuando este se
encontraba en
Cuestión.
OBRAS.
ESTATUAS DE SAN AGUSTÍN

El arte de los pueblos originarios de San Agustín se basó en


su mayoría en la escultura lítica monumental, dicho arte
estuvo totalmente relacionado con concepciones religiosas,
fúnebres y cosmogónicas.

Las obras de este desaparecido pueblo indígena fueron


halladas por el antropólogo alemán Konrad Theodor Preuss
entre 1913 y 1914, en lo que hoy se conoce como el Parque
Arqueológico de San Agustín. Dicho parque y las obras
albergadas en él fueron declaradas Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en el año 1995.
BALSA MUISCA O BALSA DORADA

Esta obra de arte orfebre representa uno de los episodios de


la épica leyenda El Dorado, que tenía lugar en la laguna
Guatavita. Esta figura de oro fue hallada por campesinos en
el departamento de Cundinamarca en 1969. La obra se
conserva en el Museo de Oro de Bogotá. Esta figura ha sido
considerada como un símbolo cultural e identitario de
Colombia.
ESTATUILLA CACIQUE QUIMBAYA

Esta pequeña
figura esculpida
en oro, fue
realizada por la
desparecida etnia
Quimbaya. La
escultura fue
hallada en el año
1890, ésta
representa a un
Cacique en
posición sedente,
que
probablemente se
preparaba para un
ritual religioso.

El arte de esta
antigua
civilización es
admirado y
reconocido por los
expertos como
uno de los
mejores del arte
precolombino. Se
destaca su
maravilloso arte
orfebre. La
escultura se conserva en el Museo de América en Madrid,
España.

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