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Qué Es La Explicación PDF
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Alfredo Fierro
Universidad de Salamanca
nes entre éstas (en particular, las relaciones E-R, y las R-R) sí que dan
lugar a algunos de los tipos por mencionar (el tipo 4 y el tipo 5, respectiva-
mente). El criterio de mi tipificación se asemeja más bien al de Piaget,
centrado, como está, en la naturaleza del «explanans» o «explicans»,
aunque distribuyendo las clases de «explicatorios» de modo diverso al
suyo. La idea directriz es que en psicología hay un solo «explicandum»,
fenómeno o conjunto de fenómenos por explicar, a saber, el comporta-
miento, mientras que diferentes estrategias proponen alternativos «ex-
plicantia» o instancias explicativas, desde las que, por consiguiente, se
delinean distintos órdenes racionales entre los hechos, diferentes géne-
ros de respuesta al «por qué» de la conducta, dispares modos de explica-
ción científica. De estos dispares modos, por lo demás, hago reseña, y
no valoración crítica.
Comenzaré por aquellos en los que la explicación parece quedar re-
ducida a otras dos posibles operaciones a las que, desde otras posiciones
epistemológicas, y por lo general, se la suele contraponer: a la compren-
sión (e interpretación) y a la descripción, continuando luego por las for-
mas de explicación estimadas más «fuertes», y propiamente tales.
1. La explicación descriptiva
2. La explicación comprehensiva
4. La explicación causal-funcional
5. La explicación correlacional
6. La explicación genética
Hasta cierto punto toda teoría que se aplica a dar razón de las con-
ductas invocando los procesos de su aprendizaje constituye yya una expli-
cación genética. Si explicar una conducta es referir los procesos median-
te los cuales ha sido adquirida o aprendida, el aprendizaje pasa a repre-
sentar un verdadero principio explicativo de la conducta no innata; y,
puesto que aprendizaje de adquisición es tanto como formación, cons-
trucción o genésis de conductas nuevas como resultado de la experien-
cia, la explicación por el aprendizaje merece, desde luego, la denomina-
ción de constructivista o genética. Cuando «psicología del aprendizaje»
no es un área de la psicología entre otras, sino la psicología a secas,
la entera ciencia de la conducta bajo un determinado prisma, el de dar
cuenta de ella en términos de aprendizaje (cf. Pelechano, 1980, pág. 30),
nos hallamos ante un modelo explicativo que, si bien puede hallarse en-
trecruzado con un análisis funcional, representando hasta ahí una varie-
dad de nuestro tipo 4, en realidad y en rigor ya no es causal o funcional,
pues sólo con alguna impropiedad podría sostenerse que el aprendizaje
sea causa o determinante de la conducta aprendida, y no más bien su
origen o su génesis.
Las explicaciones genéticas, hallan, sin embargo, su mejor caldo de
cultivo en el punto de vista evolutivo, en la contemplación del desarro-
llo del individuo y de las especies. Su versión más difundida en psicolo-
gía evolutiva es la de Piaget (1950, 1971). La explicación piagetiana de
los fenómenos psíquicos es, ante todo y esencialmente, una explicación
por su génesis, por el proceso de sucesivas construcciones de esquemas
operatorios que han conducido al sujeto hasta su estructura actual de
adaptación al entorno. La psicología evolutiva piagetiana se presenta re-
petidas veces bajo la explícita metáfora de una embriología de la conduc-
ta. En el constructivismo genético e histórico de Piaget (1968), y a dife-
rencia del estructuralismo en boga durante los años 60, toda clase de es-
tructuras, pero muy en particular las estructuras conductuales, los esque-
mas operatorios del sujeto; son el resultado de unos procesos de cons-
trucción (lo que dicho sea de paso, resolvería el dilema y la polémica
de Sartre, 1960, y Lévi-Strauss, 1962: o estructura o historia), procesos
que constituyen la clave explicatoria de las conductas efectivas.
Estudios de Psicología n.. 12 - 1981
Estudios 111
En su vertiente formal, en su formato epistemológico, y aunque apli-
cadas a fenómenos distintos, la psicología de Piaget y la de Freud se
muestran perfectamente isomórficas en el género de explicación, psico-
genética, que postulan para comportamientos actuales. Otras explicacio-
nes en psicología evolutiva aparecen no sólo genéticas, pretendiendo dar
cuenta de unas conductas en la génesis de su construcción, sino propia-
mente ontogenéticas, apelando a algún principio de maduración indivi-
dual, como la epigénesis de Erikson (1968) o la ortogénesis de Werner
(1957). Ahora bien, en cuanto comenzamos a remontarnos hacia la géne-
sis para explicar fenómenos actuales, la búsqueda de los orígenes puede
no tener ya término, y desde luego no lo tiene en la ontogénesis. Dentro
de las ciencias biológicas, se han constituido nuevas disciplinas de orien-
tación evolutiva, en particular la genética de la conducta y la etología
(sobre sus enseñanzas para la psicología, cf. Lockard, 1971), que llevan
la explicación por la génesis a otro orden, al de la filogénesis, con lo
que el género de explicación ahora comentado sale ya del terreno de la
psicología, viniendo a parar en el tipo 3, reduccionista, anteriormente
reseñado.
Toda clase de explicación por la génesis contrasta, por lo menos a
primera vista, con el principio, vehementemente sostenido por Lewin,
de que los determinantes de la conducta deben ser contemporáneos a
ella, presentes, actuales, y de que en ningún modo podemos buscarlos
en un pasado que no existe ya, que carece de realidad y que, por consi-
guiente, de ninguna manera puede influir en la determinación de fenó-
menos conductuales de ahora mismo. Sin embargo, la discrepancia de
fondo entre las explicaciones genéticas de la conducta y las explicaciones
de acuerdo con un principio de contemporaneidad seguramente es mu-
cho más reducida de lo que al primer pronto podría sospecharse. Por
un lado, la explicación por la génesis en absoluto imagina al pasado in-
fluyendo de manera mágica sobre el presente; más bien, sin violar el
principio de contemporaneidad, considera que lo determinante no es el
pasado como tal, sino las huellas persistentes y actuales del pasado, cua-
lesquiera sean tales huellas: patrimonio genético, patrones específicos de
conducta, aprendizajes, memoria o esquemas operatorios. Por otro lado,
el propio Lewin (1951) excluye explícitamente que dicho principio sea
incompatible con el de una psicología evolutiva e histórica, aplicada, en
general, a señalar relaciones genéticas de determinación. Seguramente
compatibles con otros modos explicativos que se ciñen a un análisis de
relaciones en sincronía, las teorías genéticas resaltan la dimensión de
temporalidad, de desarrollo y de extensión diacrónica, que, desde luego,
caracteriza a los organismos vivos y, mucho más, al hombre. El énfasis
en la diacronía, y en la génesis diacrónica de los fenómenos de conducta,
separa a estas teorías de todas las demás, sólo sincrónicas, aunque, por
otra parte, deje abierta la posibilidad de composición con ellas.
9. La explicación probabilística
Conclusión
Estudios de Psicología 12 - 19 82
12y
Estudios
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Abstract
This article is not intended to be a debate but rather an exposition of certain types
of explanation put forward today within psychology: the comprehensive explanation,
the descriptive, the reductionist, the causal-functional, the genetic, explanations accor-
ding to modalities (mathematical, cybernetic, and so forth), that based on probabilities
and the predictive. The rnultiplicity of disciplines within psychology corresponds to
that of the ways of explaining behaviour since each discipline has its own explanation.
Through the exposition it can be seen that its only engaging thesis consists of the
affirmation of a principie of pluridetermination of behaviour, the epitomological con-
sequence ofwhich is expressed in terms of the necessarily plural explanations and of
the respective disciplines within the science of psychology.
Resumé
Cet article esquisse un exposé, pas un débat, á propos de quelques types d'explica-
tion en psychologie: explication descriptive, compréhensive, réductive, fonctionelle,
corrélationnelle, génétique, par modéles, probabilistique et prédictive. La pluralité des
disciplines en psychologie met en lumiére la multiplicité des modes d'expliquer la con-
duite, puisque chaque discipline porte avec soi son propre type d'explication. De l'ex-
posé en résulte, comme seule prise de partí, une thése en appui d'un principe de surdé-
termination de la conduite, dont la consequence épistemologique s'exprime en termes
de la nécessaire pluralite des modes d'explication et des respectives disciplines.