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Isabel Biblia 23-01-11 PDF
Isabel Biblia 23-01-11 PDF
Concepto y Sinopsis
para
DIAGONALTV
por
1. Intro ………….…………………..……………… 3
2. Narración …………..…………………………… 11
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1. INTRO.
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1. ¿Cuál es el motor que mueve a Isabel desde niña en lo
personal y en lo político (temas indisociables en su vida)?
Isabel crece en un momento histórico en el que los nobles
utilizaban la monarquía como un pelele. La gran lucha de Isabel
desde adolescente (aconsejada, evidentemente… pero con una
gran capacidad de decisión propia desde joven) es conseguir un
poder central fuerte y estable que modere y equilibre la vida
política y social. Su fuente de inspiración estaba cerca: la política
de Álvaro de Luna con su padre Juan II. No en vano, sus
principales asesores desde niña eran hombres del círculo de don
Álvaro, como se detallará en el apartado siguiente, al hablar de la
línea de arranque de la historia.
En cuanto tome el poder, la política matrimonial y la
obsesión por gobiernos estables y duraderos es prioridad de
Isabel, que ve como modelo a evitar la Inglaterra del siglo XV
con personajes que ocupan la corona por la guerra o el asesinato
del rey (su familia, los Trastamara lo hizo) y que se ven abocados
a continuas revueltas y cortos y violentos reinados. De ahí (vista
la endeblez de sus fuerzas) prefiere esperar a que Enrique IV
muera para sucederle. De ahí que sus leyes fueran encaminadas a
una paz social y económica que implicara el respeto (cuando no el
miedo: ejemplo la Inquisición) del pueblo. De ahí su obsesión por
unir las principales casas reales europeas para llegar a un
concepto de unidad continental.
Otra obsesión que va creciendo en ella desde niña es lograr
lo que tantos reyes no han logrado: acabar la Reconquista,
eliminar de la península los reductos de poder musulmán. Su
símbolo esencial: Granada.
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2. ¿Cómo definir una personalidad capaz de llegar donde llegó
en esa época siendo mujer (y ya desde los 15 años)? El gran
logro de Isabel fue llegar tan lejos, siendo mujer, en un mundo
donde las mujeres, por muy reinas que fueran no eran más que
monedas de intercambio y paridoras de posibles reyes. Las
crónicas hablan de tenacidad, inteligencia, con vocación continua
de aprendizaje -mezcla del nuevo humanismo proveniente de
Italia y de valores morales tradicionales-, capacidad de maniobra
casi maquiavélica (ya desde muy joven)… y de fe religiosa casi
enfermiza. Pero hay otros dos factores esenciales: el azar y su
entorno, que la educó y asesoró en los momentos cruciales hasta
que ella misma tomó la responsabilidad de sus decisiones.
El azar, porque la muerte de Alfonso (y antes la de Pedro
Girón antes de su boda con él) ayudó sobremanera. Tanto que hay
quien dice que el azar fue “ayudado” por maniobras políticas y
envenenamientos).
Su entorno, encabezado por Gonzalo Chacón, inculcó en su
cabeza el concepto de devolver el poder absoluto y el prestigio a
la Corona desde niña. Y, sobre todo, la sostuvo y apoyó en los
momentos más difíciles. En este sentido cabe citar también la
labor de Beatriz de Bobadilla, su gran amiga desde niña.
De lo difícil que fue para una mujer llegar donde llegó son
buena muestra las crónicas del inefable Alonso de Palencia, al
criticar que una mujer pueda llegar tan lejos y asumen que el rey
de Castilla debe ser el mismo Fernando al no entender que una
mujer se meta en política y hablan de maldad y de mentir para
llegar donde hace falta… eso le costó ser destituido como cronista
de la corte.
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De lo que no cabe duda, es que Isabel era una mujer
dedicada a una idea política… Incluso, ya en el poder, como
madre (y sin deterioro del gran cariño mostrado a sus hijos ya
que, como Fernando, tenía una arraigada vocación familiar) sus
hijos se convierten en peones de una estrategia política esencial:
unificar las casas reales europeas a través del matrimonio.
Para ello, les educa como la han educado a ella: con un
gran sentido de la responsabilidad política. Catalina de Aragón
(excelentemente representada en “Los Tudor”) es una excelente
muestra de ello, popular entre el pueblo inglés y capaz de ser la
regente inglesa mientras Enrique VIII guerreaba con Francia…
por encima de su drama personal al ser desatendida maritalmente
por el rey.
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cuando Fernando estaba fuera, ella se hacía acompañar para
dormir de criadas e hijas, para no dar pie a rumores.
De moral cristiana (y teniendo a Dios por principal ayuda:
ya que a veces coincidía que lo que le pedía pasaba: ej.: muerte de
Girón) y de gran fijación con la familia, estaba muy cerca de
Alfonso, su hermano… E incluso una de las grandes
preocupaciones suyas es que nada le pasara, se llegara al
concierto político que se llegara, a la vida de su hermanastro y
rival, Enrique IV.
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(Pacheco), Juana –que teme por que su hija no sea la reina- y el
propio Enrique IV con el que pacta siempre que puede… y que
debe)… Pero Isabel era una mujer pragmática y bien asesorada
que no dudaba en utilizar el doble juego, que prefería la grandeza
del objetivo que perderse en pequeñas escaramuzas… aunque eso
le conlleve un sacrificio personal o moral. Son tiempos de
cambios de bando continuos, en el que el poder se constituía en
una complicada partida de ajedrez.
Y revisar la vida de Isabel –más allá de esta primera
temporada- es encontrar múltiples ejemplos de pragmatismo:
duda en luchar contra los derechos reales de Juana La
Beltraneja… pero acaba teniendo como aliado al supuesto padre
de ésta (y mano derecha de su rival Enrique IV) Beltrán de la
Cueva. Posteriormente, ya reina, su principal confesor y amigo
(Fray Hernando de Talavera) la educó en el respeto a otras
religiones y la hospitalidad al converso y firmó la expulsión de
los judíos (que, en carta autógrafa, dice que “es idea de
Fernando”). Era una mujer de moralidad probada… No era de
misa diaria como su madre, pero casi… y apoyó la legalidad (y
pago de impuestos) de la prostitución en toda Castilla. No admitía
la “terrenalidad”, la ambición política y lujuria de los principales
miembros de la Iglesia, pero les tuvo en el poder a su lado y les
dio dispensas a sus hijos naturales. Todo por mantener el orden
institucional en el que ella era la cúspide del poder.
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de peste, no es de la gravedad del siglo anterior… Pero una
enfermedad tan terrible ha dualizado la moral del momento en dos
vías: por un lado la ultra-religiosa por otra la del “carpe diem”.
La primera mitad del reinado de Enrique IV es
económicamente muy positiva, pero luego, las luchas de poder
llevan al deterioro total de la situación y a una continua
fragmentación.
Castilla es un remedo de lo que será España: líder en
materias primas (como la lana), no tiene industria ni invención,
haciendo que las manufacturas industriales italianas y de los
Paises Bajos ganen económicamente más con la lana que quien la
produce.
Andalucía sigue en poder árabe. Los judíos (conversos o
no) llevan tiempo denigrados, temerosos algunos de que su
riqueza e ingenio pueda suponer el advenimiento de una nueva
casta burguesa, que en España (o lo que era antes de llamarse así)
los nobles nunca dejaron que eclosionase. Pronto llegaría el gran
drama de su expulsión, porque entre ellos se encontraban los
principales médicos (junto con los árabes), farmacéuticos,
banqueros y, cuando les dejaban, reorganizadores de la
agricultura.
En cultura, el Renacimiento triunfa en Italia, olvidando a
Dios como medida de todas las cosas y sustituyéndolo por el
hombre. Como luego pasara con las ideas ilustradas, en la
Península Ibérica, las nuevas ideas pasan con cuentagotas… pero
pasan y se empieza a forjar la semilla de una cultura que daría
lugar tiempo después al Siglo de Oro, si bien la religiosidad y la
fuerza de la Iglesia y de una nobleza más belicista que culta no
siempre lo ponían fácil.
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Isabel fue especialmente abierta a la cultura, como lo era
su padre y siempre gusta estar cercana a escritores y músicos.
Amaba el teatro y siempre que podía ella misma representaba
piezas y las encargaba.
No se trata de contar detalladamente todo esto… pero si
no se esboza ni siquiera como paisaje de fondo, nada funcionará.
Porque sin la vida cotidiana, la expresión de una época, no se
puede entender lo que supone Isabel la Católica.
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A continuación, explicamos conceptos narrativos clave para entender
cómo hemos trabajado en la ficción de la Historia, como estilo.
Hay datos que hablan de ello y que hay que contar de alguna manera.
Con apenas tres años, su madre instiga a su padre (Juan II de Castilla)
contra el que fuera su gran valido, gestor de intrigas criminales pero
defensor –pese a ser noble- de una monarquía fuerte contra la nobleza
ambiciosa y levantisca.
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Portugal (madre de Isabel) enloquece sintiéndose culpable de su muerte y
de la de su marido, cuando curiosamente fue Álvaro de Luna quien pactó la
boda.
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Un dato revelador es que Alfonso e Isabel llamaban a Chacón su “padre” por que su esposa, una de las
damas que a acompañaron a Isabel de Portugal a Castilla cuando casó con Juan II, fue su nodriza.
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hecho. Por ello, salvando el respeto por fechas clave (acontecimientos 4 y
edad de los personajes), hemos mantenido una máxima: todo aquello que
apareciera en dos textos (libros de historiadores) era susceptible de ser
utilizado si nos parecía interesante, aunque en otros se dijera lo contrario…
si nos parecía menos interesante.
El caso de Gonzalo con Isabel tal vez sea el más claro (y aún por
desarrollar más a fondo). La fidelidad a Isabel y cómo en cuanto muere
éste, Fernando le quita todos sus poderes a alguien a quien Isabel conoce
desde los 12 años (cuando sirvió de doncel a Alfonso), da para crear
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A veces levemente variados para obtener un orden dramático más potente, pero nunca “imaginando”
de manera grave.
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historia… aunque no esté documentada y mientras no nos pasemos de la
raya.
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Como dice Brecht en uno de sus poemas (“Preguntas de un obrero
que lee”):
En los libros figuran sólo los nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida, ¿quién la volvió a levantar otras tantas?
Quienes edificaron la dorada Lima, ¿en qué casas vivían?
¿Adónde fueron la noche en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales Roma la grande. Sus césares ¿sobre quienes triunfaron?
Bizancio tantas veces cantada, para sus habitantes ¿sólo tenía palacios?
Hasta la legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragó,
los que se ahogaban pedían, bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿El sólo?
César venció a los galos. ¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida. ¿Nadie lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años. ¿Quién ganó también?
Un triunfo en cada página. ¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años. ¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas.
2.4. El lenguaje.
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2.5. La estructura.
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Es evidente que están marcadas por la Historia. Incluso es patente
que, por la premura en la realización del diseño de la presente biblia, hay
una “historización” excesiva que debe pasar ya a la fase de ficción. Es
decir: personalizar, buscar las emociones de los personajes para entender su
forma de actuar, indagar (o crear sin que chirríen) historias personales
paralelas. Pero conviene no olvidar nunca la estructura histórica.
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3. ESQUEMAS DE LA PRIMERA TEMPORADA.
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- Teaser: muerte de Álvaro de Luna. - Tras la rebelión de los nobles, el
Presentación de Chacón y Pacheco. entorno de Enrique (Juana de Avis,
Efecto de la muerte en Juan II e Isabel Beltrán, un obispo…) le urgen a aplicar
de Portugal, padres de Isabel y mano dura. En cambio, Enrique IV
Alfonso. prefiere negociar.
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vida en la Corte y con cierta liberalidad maestrazgo de Santiago.
de costumbres + rumores sobre la
paternidad del hijo de Juana. - Isabel con casa propia en Segovia: 1)
educación política de Pacheco que le
- Intentos de Isabel para poder ver a deja clara la situación de fuerzas / 2)
su madre, denegados. Visita de Acoge a la hija de Pacheco tras la
Chacón a Segovia y oculta concordia en una visita de éste con
enfermedad de la madre. Isabel se da Alfonso. Chacón no lo ve con buenos
cuenta de ello… pero se lo oculta a ojos, pero cede. Luego se verá que
Alfonso. hacía de espía de su padre.
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- Teaser: Pedro Girón viola a una - Tras la muerte de Girón, se retoma la
muchacha después de la batalla. Ella guerra. Alfonso empieza a creerse su
se suicida. papel de rey y su soberbia incipiente
se ve corregida por la influencia de
- Enrique IV s ve obligado ante la Gonzalo y la formación recibida de
situación del reino por la guerra a Chacón.
pactar. Ofrece a Pacheco casar a
Isabel con Pedro Girón, su hermano. - Carrillo, por su parte, ve necesaria
para la victoria la reincorporación de
- Pacheco convence a duras penas a Pacheco para la causa. Los nobles se
los nobles de la estratagema. Y a resisten, pero les convence. Enríquez
Alfonso de dar su consentimiento. Le habla de Pacheco como de un cínico
recuerda (o le da: elegir) que ha tramposo.
recuperado el Maestrazgo de Santiago
gracias a él. - La concesión (a regañadientes) de la
Orden de Santiago por parte de
- Malestar en el bando rebelde con la Alfonso es vital para la vuelta de
actitud e Pacheco que Carrillo controla Pacheco.
como puede.
- Batalla de Olmedo (previos). Beltrán
- En la Corte, Beatriz de Bobadilla es es avisado de que no luche con sus
comprometida por conveniencias insignias familiares porque han puesto
familiares a Andrés Cabrera, que está precio a su cabeza. Beltrán responde
enamorado de ella. Sin embargo, que él será quien dé caza a Pacheco.
Beatriz no quiere esa boda. Pacheco evita asistir a combate.
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- Juana de Avis se ríe de ella: esto le - Detención de Hernán del Pulgar,
pasa por haberse negado a casar con cronista de Enrique, que se libra de la
un rey. Ahora tendrá que hacerlo con pena de muerte por Alfonso. Alonso de
un animal. Palencia le roba sus crónicas.
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- Luto de Isabel, hundida por la muerte - Negociaciones en Guisando. La
de su hermano Alfonso. Duda hasta obsesión de Isabel es que no le
de su fe. impongan esposo y ser la heredera de
Enrique. Enrique quiere soslayar el
- Dolor de la madre de Isabel. tema de su paternidad. Acaba
aceptando lo planteado por Chacón…
- Consuelo de Gonzalo a Isabel aunque insiste en decidir él el marido
llegando a una situación en la que de Isabel. Chacón logra incluir unas
desvela su amor por ella. Isabel se cláusulas ambiguas para evitar que las
retrae. negociaciones fracasen. Supervisión
de Véneris y Peralta.
- Chacón nota que Gonzalo siente
algo por Isabel: le aconseja que se - Peralta descubre a Isabel. Empieza a
vaya. tener sus dudas de si no ha
encontrado mejor partido para
- Enrique IV manda una nota de Fernando que Beatriz Pacheco.
condolencia pública por todo el reino
que llega a Isabel, que decide no - Reencuentro Isabel-Cabrera durante
asumir (lo había hecho por cartas en la negociación.
el capítulo anterior) la corona del
bando de Alfonso y decide pactar con - Véneris sanciona positivamente las
Enrique. negociaciones.
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orden de Juan II). El Papa envía a asignaciones, ni convoca Cortes… Y
Véneris para que haya paz en los busca la boda de Alfonso, otra vez,
bandos en litigio. Amenaza con con Isabel. Y de Juana, su hija, con el
excomulgar a los rebeldes. Pacheco le hijo de Alfonso: es la manera de
amenaza físicamente. contentar a los Mendoza.
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- En Aragón, Juan II –antes de - Isabel llega a Valladolid para esperar
operarse de cataratas- recibe una a Fernando y celebrar su boda.
misiva de Carrillo aceptando abrir
negociaciones de boda. Avisa también - Isabel escribe una carta a Enrique IV
que Francia está acelerando informándole de sus actos. Enrique ni
negociaciones para que Guyena se le responde.
case con Isabel.
- Cárdenas y Alonso de Palencia
- Juan hace ver a su hijo Fernando, acuden a Aragón para avisar de que
que asume y acepta. Isabel ya está en Valladolid. Simulan
que Fernando no les recibe porque ha
- Cárdenas visita a Fernando y tenido que partir a Catalunya para
Guyena. ayudar a su padre, Juan II. Recogen
ropas de Fernando y quedan en
- Cárdenas le hace ver a Isabel que esperarle en Castilla.
Fernando es el pretendiente ideal.
Isabel duda. Cárdenas la recrimina - Fernando inicia el viaje en secreto
amablemente y le dice que rezando no con tres hombres de confianza. Al viaje
siempre se arreglan las cosas, que se le añade por sorpresa Aldonza, su
hay que decidir. amante, disfrazada de hombre.
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rehúsa.
- Isabel se fuga de Ocaña con la
excusa de organizar los funerales del - Primer encuentro de Isabel y
primer aniversario de la muerte de Fernando: Cárdenas le dice “Ése es”.
Alfonso. Pacheco y Enrique están de Isabel se recluye en una habitación. Es
campaña militar con la frontera mora. el propio Fernando quien entra a
hablar con ella y salen juntos a la
- En Arévalo descubre que han recepción.
desposeído de la ciudad a su madre.
- A lo largo de todo el capítulo:
- Va a Madrigal, donde está su madre. negociaciones de Juan II por conseguir
Allí recibe a la delegación francesa, a una bula papal para “legalizar” el
la que da largas. casamiento entre Isabel y Fernando,
que son primos. Problemas con el
- Pacheco sospecha definitivamente: Papa, que hace oídos sordos. Véneris
envía carta a los habitantes de es el principal encargado de
Madrigal para que la detengan, pero conseguirla. Para ello apelará a
éstos la ayudan. Isabel pide a Gonzalo Rodrigo Borja (presentación
que pida ayuda a Carrillo. personaje), obispo emergente en el
Vaticano.
- Carrillo llega a tiempo de salvarla.
Trae el collar de Juan II de dote. - Finalmente, Paulo II negará la bula.
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- Problema grave: la negativa del - Breve luna de miel acortada por una
Papa a conceder la bula. Y la boda se primera reunión del consejo asesor de
celebra al día siguiente. Toda Castillalos príncipes y por la preocupación de
sabe de la relación de primos entre seguir sin recibir respuesta alguna de
Isabel y Fernando. Enrique IV: deciden enviarle un
mensajero en persona y reclutar un
- Véneris y Carrillo, con la total ejército con el dinero pedido a Aragón.
aquiescencia de Fernando (modelo de La preocupación por no recibir la bula
Maquiavelo), deciden falsificar una papal continúa.
bula, ante la preocupación de Isabel,
que al final, cede. - Enrique recibe las capitulaciones de
boda de Isabel y un enviado le informa
- Fernando e Isabel siguen de viva voz que casados están Isabel y
conociéndose antes de la boda… Sus Fernando. Solicita que se digne a
historias son casi gemelas. Su recibirlos. Enrique se evade de la
preocupación por ser los protagonistas respuesta diciendo que ya hablará con
de un evento de esta magnitud, los el Consejo Real.
esfuerzos que han hecho por
realizarlo… y quién paga los gastos, - Isabel se queda embarazada.
cara a su futura independencia como Esperanzas en el entorno y temor en la
reyes, son los principales temas de corte de Enrique… Sobre todo si es
conversación. niño.
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- Carrillo se reúne previamente a la espera Isabel con la Beltraneja,
boda con Fernando e Isabel y les hace impidiendo una alianza Castilla-Francia
jurar que gobernarán de “a tres”. Ellos, que la llevaría a la derrota y a la
superados, aceptan. Pero para miseria. Isabel, enfurecida, se niega.
Fernando, a partir de ese momento, Fernando la apoya.
Carrillo quedará marcado.
- Deciden seguir negociando con
- Enrique recibe la preocupación de Enrique, que hace oídos sordos.
los Mendoza por la situación
planteada… y no sabe que responder - Isabel da a luz una niña. Los padres,
en una visita que hace a su hija. Los encantados. El entorno de Isabel y
Mendoza se compadecen del futuro Juan II decepcionados.
de la niña (ya con 7 años), a la que
adoran. - Enrique IV deshereda a Isabel.
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11 12
- Nuevo traslado por cuestiones de - Muere Paulo II, un grano en el culo
seguridad. Escasez y crisis. La de Juan II de Aragón. Le sustituye
propaganda de Enrique sobre la Sixto IV, gracias, entre otros, a Rodrigo
ilegalidad de la boda hace mucho Borja, un religioso brillante, culto y
daño. mujeriego.
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nada que perjudique sus intereses de - Pacheco introduce a su hijo como su
Estado… Y estos son su principal mano derecha en la corte.
preocupación como para perseguir
faldas. - Intento de Borja por salvar la
situación de Castilla: crea una
- Fernando encomienda a Gonzalo la comisión… que sabe va a beneficiar a
seguridad de Isabel. Isabel… Pacheco anula la comisión.
Borja toma nota.
- El Duque de Guyena da marcha
atrás en la boda con la Beltraneja. - Navidad invitado por Carrillo en
Alcalá.
- Los Mendoza plantean a Enrique
negociar con Isabel: Castilla se está - Encuentro Isabel-Borja.
haciendo ingobernable.
- Carrillo tiene claro que será el
- Pacheco, fiel a sus métodos, planea elegido… Borja va de un lado a otro
tomar Sepúlveda, ciudad pro-Isabel. repartiendo esperanzas… pero él tiene
Cabrera se entera y avisa a Isabel a claro quién es el elegido y que esa
través dde Beatriz de Bobadilla: elección cambiará el futuro de Castilla.
reencuentro de las amigas. A todos les pide discreción y que
guarden secreto de sus palabras hasta
- Fernando se desahoga con su padre: que él vuelva a Roma.
la situación no es buena. Fernando le
pide paciencia y prudencia. También - Cuando vuelve se hace pública la
le comenta sus problemas con un elección: es Pedro Glez. de Mendoza.
noche que lidera revueltas (Jiménez). Alegría de Enrique (y resquemor de
Fernando se hará “amigo” de él, Pacheco, que se huele lo que hay
encontrará pruebas de sus actos y lo detrás), felicidad en los Mendoza. Y
ejecutará sumarísimamente. rabia en Carrillo, que impide ir a Isabel
y Fernando a la celebración de la toma
- Sin avisar a Isabel, Fernando de posesión del capelo de Mendoza.
negocia asuntos de Vasconia con
éxito. - Mientras, en Segovia: Pacheco
intenta asaltar Segovia y derrocar a
- Reencuentro con Aldonza. Cabrera para quedarse con el tesoro
del reino. El colectivo judío
- Gonzalo salva Sepúlveda. (amenazado) avisa a Cabrera que lo
impide: ahora lo tiene claro,
- Fernando vuelve victorioso de sus intermediará entre Isabel y Enrique.
gestiones: han recuperado Asturias y
Vasconia.
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- Fernando vuelve a Aragón. Las cosas van mal. Fernando le hace ver que no
puede desgastarse en continuas guerras: aboga por pactar con Catalunya. Juan
II percibe que su hijo ya es un auténtico rey.
- Pacheco, muy alterado, intenta tomar Segovia por las armas. Alonso de
Palencia, espía de los conjurados.
- Harto de tanta negativa y problemas, huye a cazar. Allí muere. Diego Pacheco
en su lecho de muerte intenta sonsacarle quién es su heredera. Enrique calla.
Diego Pacheco mentirá y dice que ha dicho que es Juana, su hija.
- Carrillo informa a Fernando por carta (en Aragón) que Enrique está enfermo:
Isabel lo hace más tarde. Con su muerte pasa lo mismo.
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4. SINOPSIS DE LA PRIMERA TEMPORADA.
CAPÍTULO 1
1. VALLADOLID, 1453
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Juan II se marcha serio. La reina intenta calmar a la niña: “No llores, mi
niña…. No llores… Isabel”.
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Precisamente a finales del siglo XV la Reina quedó liberada en sus movimientos por el tablero. Muchos
teóricos dicen que fue en homenaje a la Reina Isabel.
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Sólo hay dos cosas que, aunque los niños son ajenos a ello, enturbian
estos felices momentos: el no cumplimiento de las dispensas económicas
por parte del hijo de Juan II y ahora rey Enrique IV… y la cada vez más
reiterada costumbre de Isabel madre a creer que ve en sueños a Álvaro de
Luna… al que llama desde su ventana como si estuviera en las aguas del
río.
Sin embargo, cuando en un brote de locura, Isabel de Portugal se
mete en el río creyendo que desde allí le habla don Álvaro, Isabel y
Alfonso notan que algo está mal. Alfonso es fácil de engatusar: se ha caído,
un accidente. Sin embargo, Isabel escucha a un campesino que la sacó del
río que entró en él llamando a don Álvaro. Y que no es la primera vez que
la ve llamarle. Isabel intenta averiguar sin éxito quién es ése tal Álvaro.
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Pero tal asunto (que Enrique se lo insinúe) no va a tardar mucho en
ocurrir y Beltrán acudirá a la alcoba de la reina. Mientras, Pacheco no
puede dejar de mostrar a Carrillo su desprecio hacia Beltrán, ese
advenedizo que luce ropas ridículas para un hombre. La enemistad de los
dos crece día a día.
Pero no pasará mucho tiempo para que pase algo que ya no le puedan
ocultar a Alfonso: Juana de Avis está embarazada. Juan Pacheco y Juana de
Avis presionan a Enrique IV para tener a los infantes cerca.
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Enrique IV, como siempre, accede y eso supone que Isabel y Alfonso
sean llevados a la fuerza a la corte de su hermanastro, el rey Enrique IV,
pese a los intentos de Chacón por evitarlo hablando con los Mendoza, que
ni se inmiscuyen en el tema: lo que decida el rey, bien decidido está.
Cualquiera de ellos puede ser mascarón de proa de alguna insurrección
nobiliaria que los secuestrara… Sólo hay una opinión contraria: la de
Carrillo, obispo de Toledo que, a demás de otros intereses políticos, se
queja a Enrique de dejar a la madre sola en Arévalo es Carrillo, ya que
tiene noticias de que su salud no es muy buena. Ya que no convence al rey,
pide ser él y no Girón quien vaya a recogerles (sabe de la anécdota ocurrida
en Arévalo).
3. EN LA CORTE.
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lado a dos de sus damas para que disfruten del sexo con dos muchachos,
acude a la de Carrillo… Y se lo encuentra con una dama. Definitivamente,
las costumbres de la Corte son bien distintas a lo que ella desearía.
Posteriormente, Carrillo hará todo lo posible para recuperar su amistad y
respeto, así como el de su hermano Alfonso.
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Y al casarlo con una Mendoza (Mencía) le sitúa de lleno bajo el auspicio de
la familia más poderosa del reino. Andrés Cabrera, uno de los pocos
amigos que tiene Beltrán en la corte (donde son considerados dos
advenedizos no merecedores de sus cargos, uno mayordomo, otro alcalde),
le felicita y le avisa de que tenga cuidado: su ascensión tan fulgurante hará
que sus enemigos vayan a aniquilarle. En efecto, Pacheco no puede más y
piensa que son premios que: 1) le corresponderían a él; y 2) son premios
por “colaborar” en la fecundación de Juana de Avis. Y empieza a maquinar
cara al futuro…
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Llega el momento de que las Cortes sancionen que Juana, la hija de
los reyes, sea la legal sucesora. Pacheco jura en cortes, junto al resto de los
nobles, la legalidad de la Beltraneja, pero ante notario extiende un
documento público en el que hace constar que “jura forzado” y contra su
voluntad “a la princesa Juana, que es hija de la Reina pero no del Rey”.
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En caso de no contar con la actriz protagonista desde el principio (es una opción), podríamos jugar con
dos retratos: uno colgado de la niña que llegó junto a Alfonso. Y otro, el que le están haciendo, ya más
desarrollada, con otro corte de pelo… A la escena entraría también Alfonso, con lo cual contrastaríamos
en una sola secuencia el paso del tiempo de los 10 a los casi 14, de los 8 a los 12, para tener a los actores
que luego desempeñarán el papel.
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nueva: ha conseguido permiso para que vayan a ver a su madre. Lo que se
encuentran al verla es una mujer bastante deteriorada mentalmente, que
tiene momentos de lucidez, especialmente al ver a sus hijos. Isabel, triste y
decepcionada por no saber la verdad. Alfonso se queda hundido. Pregunta a
Isabel si lo sabía… Isabel calla y Alfonso enfurece. Echa la culpa a Enrique
de no haberles dejado ver a su madre, de haber acelerado su enfermedad.
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El manifiesto está escrito con habilidad para no ofender al rey para
que no fuese acusado de desacato regio:
a) El rey está “secuestrado” por Beltrán de la Cueva y procedía
liberarle.
b) Denunciaban que el privado era un peligro para la vida de los
infantes. “Procuran la muerte a los dichos Infantes, porque la sucesión
destos regnos venga a la dicha doña Juana…”
c) Se criticaba la protección en el seno de la Corte de los
musulmanes en detrimento de la Iglesia Católica.
d) Se decía también que la princesa Juana no era la legítima heredera
del trono, porque no era hija del monarca. “…pues Vuestra Señoría e a él –
Beltrán de la Cueva- es bien manifiesto ella no ser hija de Vuestra
Señoría.” Finalmente se pedía al Rey que acudiese a la ciudad de Burgos,
donde había puesto su emplazamiento la Liga, acompañado de los dos
infantes y sin Beltrán de la Cueva.
Nada más partir, aparecen otros soldados, esta vez encabezados por
Pedro Girón que pregunta por los infantes… Chacón no entiende nada: se
los acaba de llevar la Guardia Real. Girón maldice haber llegado tarde y
maldice al rey… Y marcha.
Beatriz de Bobadilla, alarmada, pregunta a Chacón qué ésta
ocurriendo. Chacón, preocupado, sabe que nada bueno.
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CAPÍTULO 2
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está en el otro bando. Además, Enrique se muestra distante por los últimos
acontecimientos. Juana recrudece su trato hacia ellos, a pesar de seguir
siendo sólo unos niños, porque los ve como sus enemigos, al fin y al cabo
los rebeldes reivindican sus derechos en detrimento de los de su propia hija.
Es tanta su amargura que llega a prohibirle a Isabel que tenga ningún tipo
de contacto con la pequeña Juana porque teme por su seguridad con ella
cerca.
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Es un poco el “¿Tú también, Bruto?” en boca de Julio César.
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IV) y el de la corona castellana. Era la única manera de que el rey tomara
conciencia de la mala influencia de Beltrán de la Cueva en su gobierno.
2. LA CONCORDIA.
Tras meses de discusiones, los dos bandos sientan las bases para una
concordia. A principios de diciembre de 1464, se firman los Pactos de
Cabezón, que conllevan la vuelta al redil de los nobles sublevados. Enrique
accede a las condiciones siguientes, entre otras (para más dudas consultar
el resumen sobre la tesis de Beltrán):
1. El infante Alfonso será el heredero al trono castellano
cuando él muera.
43
2. La infanta Isabel dispondrá de su propia casa en Segovia,
con 5 damas elegidas por su madre y el permiso de viajar
libremente a Arévalo donde reside la reina viuda.
3. De la Cueva renunciará al Maestrazgo de Santiago y se
alejará de la corte a una distancia de 14 leguas durante seis
meses, con posibilidad de que su expulsión se prorrogue
hasta un año o incluso diez si incumple lo pactado. Y con
Beltrán, también se irán las personas que forman parte de su
círculo más fiel.
4. Se encargará a una junta de cinco compromisarios redactar
una Sentencia de dicho pacto.
44
Alfonso, Isabel le pide a Gonzalo, que se marcha con el cortejo del infante,
que cuide de él y que sea el mensajero entre los dos, a lo que el joven
accede con gusto. Lo que sea para seguir pudiendo verla. Ojalá sus
sentimientos pudieran hacerse algún día realidad. Sin duda, la separación
de su hermano es un duro golpe para Isabel.
45
bien como hasta ahora. Isabel regresa a Segovia y toma posesión de su casa
propia acompañado de su querido mentor y su apreciada amiga, a los que
considera como un padre y una hermana mayor, además de la esposa de
Chacón, su nodriza, y su sobrino Gutierre de Cárdenas.
46
cambio de carácter del chaval, que se vuelve caprichoso y autoritario por la
mala influencia de Pacheco, que se lo consiente todo.
47
dos coronas, Portugal por vínculo familiar y Castilla por su matrimonio con
Alfonso.
Gonzalo también sufre con este tema por sus sentimientos hacia
Isabel. Alfonso, que lo ha adivinado hace tiempo, aprovecha un día en que
está enfadado con el doncel porque se niega a rendirle la pleitesía debida
para herirle, dejándole claro que más le valdría olvidarse de su hermana:
ella es la hermana del rey y él un simple paje.
48
Juana coge a Isabel aparte y le dice que es una joven insolente y
malcriada. ¿Pero quién se cree que es, rechazando a su hermano, el rey de
Portugal? Ante la respuesta de Isabel, Juana le deja claro el papel de la
mujer en la sociedad en la que viven, y en los deberes de la mujer de una
familia real. ¿O realmente cree que ella quería casarse con su hermanastro
Enrique? Lo hizo por su familia, por la corona. En eso debe pensar una
reina. Isabel, harta de que Juana le dé lecciones, ateniendo a su
comportamiento disoluto en este último tiempo, reivindica a su madre
como reina. Juana no puede reprimirse y rompe la imagen idealizada que
Isabel tiene de su madre a pesar de su fragilidad mental. Isabel de Portugal
no es la santa que ella se cree. Encerró a una de sus damas, Beatriz de
Silva, en un arcón durante unos días porque sentía celos de ella y también
estuvo detrás de la ejecución de Álvaro de Luna. Esto es una estocada para
Isabel, quien le responde que todo son mentiras. Más adelante, sin
embargo, confirmará que Juana decía la verdad cuando se lo sonsaque a
Beatriz de Bobadilla.
6. LA FARSA DE ÁVILA.
49
decide a volver a organizar la liga nobiliaria y reunirla en Ávila, que ha
sido tomada por su tío Carrillo. Es evidente que el rey ha incumplido los
tratos a los que llegaron en la Concordia. Y eso requiere medidas
desesperadas. A su orden, Alfonso es llevado de Plasencia a Ávila. Al fin y
al cabo, él es el invitado de honor del acto que se organiza.
8
Las tramas puestas en minúsculas con opciones de tramas personales posibles…
50
Juana busca consuelo en Beltrán, al fin y al cabo los dos han sido
insultados por el manifiesto nobiliario. El valido, sin embargo, la rechaza
porque está casado con Mencía y es fiel a su esposa. Además, no haría nada
contra su rey.
Juana, despechada, entra en una habitación donde oye que alguien
está haciendo el amor. Ordena a la doncella que se vaya y se queda con el
varón.
51
reina le ha tomado a su marido… a no ser que sean ciertos los rumores de
su relación íntima con la reina. Beltrán miente y se lo niega: es al contrario.
Por no acceder a sus deseos se ve en esta situación.
Chacón, sin embargo, no ve con buenos ojos que una Pacheco esté
cerca de Isabel e intenta que ésta le aleje de su entorno. Sin embargo, no
toma ninguna medida, en parte persuadido por Isabel, y en parte porque
hacerlo supondría ganarse la enemistad de Pacheco… Y ahora no conviene,
cuando éste tutela a Alfonso. Beatriz Pacheco se gana la confianza de
Isabel a pesar de que Chacón ha prevenido a Beatriz de Bobadilla sobre
ella.
52
Isabel pone a prueba a Beatriz Pacheco, haciéndole una confidencia
(verdadera o falsa, a valorar, quizás algo relacionado con los planes de
Enrique IV de casarla con Alfonso V de Portugal y así queda atado con la
otra trama.)
53
CAPÍTULO 3
10
Girón ya tuvo un incidente grosero y desagradable con Isabel de Braganza en Arévalo
54
familia (los Pacheco) pasara a ser de sangre regia. … y nadie estaba más
cerca de Juan Pacheco que su hermano, al que adoraba. En cualquier caso,
parece que tenía en previsión su boda, porque pidió con tiempo la dispensa
que su cargo de maestre de la Orden de Calatrava exigía para tal menester.
55
utilizaba Juana a Enrique y sus manejos con Portugal. Pero sobre todo,
invalidaba la Farsa de Ávila.
56
y pactos para salir siempre a flote)… pero que no quiere que sea un
matrimonio forzado.
57
Isabel está decidida a ver a su hermano. Solo él puede impedir que la
casen con Girón. Hoy mismo saldrá a caballo para hacer el trayecto de
Segovia a Ávila. Beatriz intenta sacárselo de la cabeza porque es una
locura. Están en guerra. Hay bandas de bandoleros que se dedican al pillaje
por los caminos. Los bandoleros no son desheredados de la fortuna, sino a
veces nobles y familiares que hacen de bandoleros en sus propias tierras.
Isabel acaba convenciendo –aunque a regañadientes- a una Beatriz que
tampoco tiene ninguna ilusión en quedarse en Segovia.
58
Enrique muestra a Isabel la carta de Alfonso en la que acepta la
tregua y da todo su apoyo en el compromiso de su hermana con Pedro
Girón. Esto significa la desolación definitiva para Isabel.
Isabel reza porque Girón o ella muera antes del enlace. Beatriz la
interrumpe ella matará a Girón con una daga si es necesario. “No permitirá
Dios, señora, tan grande maldad. No en mi vida, no lo sufriré. Con este
puñal, luego que llegaré, os juro y aseguro quitalle la vida cuando se
halle más descuidado.”
4. UN SOLDADO ANÓNIMO.
59
Cuando recibe la visita de su hermano se encuentra alistando
hombres para su ejército. Entre ellos, el hermano de su víctima, soldado
avezado que destacará rápidamente y será cogido por Girón en su escolta
más cercana, al ganar en espada al jefe de la guardia en ejercicio de
prueba.11
Según las crónicas, murió, “más con poca devoción que como
católico cristiano”. Le oyeron blasfemar “acusando a Dios porque a una
11
Puede el jefe de Girón, reirse de los muchachos que quieren alistarse delante de Girón. Les llama
muertos de hambre y campesinos. Les pregunta si alguno ha utilizado una espada en su vida. Andrés
dice que sí. Por chulería, el jefe combate con él y es vencido. Girón sonríe: le acepta y le quiere cerca. El
jefe le da la mano, encantado, pese a perder. Y le pregunta dónde ha combatido. Andrés no le miente:
ha pertenecido a la Guardia Real, pero quiere entrar en acción contra el rey por el bien de Castilla.
60
vida de cuarenta y tres años no añadía 40 días para alcanzar la grandeza
que iba a recibir”.
6. ALFONSO.
61
Antes de ser llamado Pacheco a negociar la sorprendente oferta de
casar a su hermano Pedro con Isabel, el bando de la Liga nobiliaria,
asentado en Ávila, se preparan para la guerra. Pacheco es muy activo en el
diseño de la estrategia a seguir. Alfonso, que en realidad lo tienen allí de
convidado de piedra, exige tomar parte en la contienda. Los nobles no son
muy receptivos a su demanda y le dan largas. En general evitan llevarle la
contraria, deseosos de que solo sea un capricho pasajero del chaval.
62
A Pacheco sólo le queda convencer a Alfonso. Podría pasar de él…
pero es conveniente manejar todos los hilos, por si algún día pueden ser
necesarios. Así, Pacheco se encuentran con Alfonso para convencerle de
que es bueno que Isabel se case con Girón, “uno de su bando” en lugar de
con el rey de Portugal. Para convencerle del todo, Pacheco trae algo que a
Alfonso le deja maravillado: ha recuperado para él la Orden del maestrazgo
de Santiago, como prueba de afecto hacia su rey.
Alfonso accede.
63
CAPÍTULO 4
12
Texto recogido de las crónicas de Alfonso de Palencia en su integridad.
64
añadiendo que Alfonso estará orgulloso de entregársela. La distinción de la
Orden de Santiago tienta definitivamente a Pacheco, que acepta el trato.
13
En realidad es la respuesta de Beltrán al aviso de que Pacheco ha puesto precio a su cabeza. Por ello
le aconsejan no ir a la batalla con sus escudos familiares, para no ser reconocido. La reacción de Beltrán
es chulesca pero propia de alguien que no se arredra en la batalla.
65
Por otro lado, Alfonso se dispone a participar por primera vez en la
lucha armada y se prepara asistido por Gonzalo. Pero llegada la hora de la
verdad el miedo le atenaza. Gonzalo ordena a Alfonso, oprimido por el
miedo, que le deje el yelmo y el caballo. Y sale a combatir siendo decisivo
en la victoria. Acabada la batalla vuelve con Alfonso y le devuelve sus
ropas. Alfonso sale al campo de batalla14, Enrique huido y da por ganada la
batalla entre los vítores de los suyos y la sorpresa de muchos nobles de su
bando, que no se pueden creer lo que están viendo.
14
Se dice que Enrique huye y que Alfonso guerrea bullicioso (mofas populares, ojo). Sí es cierto que
Enrique huye a Zamora pese a que su ejército tiene cierta ventaja. Pero ante su huida, Alfonso quedó
dueño de Olmedo, inflando el optimismo de los nobles. Es tan improbable, que, aún siguiendo una
leyenda, nos hemos permitido ficcionarla para, en esta ocasión darle más lógica y un tinte de novela de
caballerías propio del momento.
66
Pasan unos meses felices reviviendo los buenos momentos de la
infancia. Se acerca el 14º cumpleaños de Alfonso e Isabel, que ya tiene los
16 cumplidos, quiere prepararle una sorpresa. La chica encarga una
composición poética a Gómez Manrique (que le presentará a su sobrino
Jorge).
67
castigo por ser ordenanzas “contrarias a la doctrina y leyes de la Iglesia”.
La reacción de la nobleza toledana no se hace esperar: Entregan
inmediatamente la ciudad a Enrique IV y se unen a sus filas para la lucha.
68
le ha escrito, a ciudades del reino en las que se considera a si misma “…
legítima heredera e sucesora que soy del dicho señor Rey, mi hermano…”
(Carta a Jerez de la Frontera). Chacón no lo ve claro. Carrillo intenta
ganárselo: en una de las cartas firmadas por Isabel, le nombra Mayordomo
del Reino.
69
Después de la batalla de Olmedo el optimismo ha crecido
desmesuradamente en el bando alfonsino, que traslada sus exigencias al
Rey. La Liga reclama que se les confíe la custodia de Isabel y de Juana de
Castilla (la Beltraneja). Isabel ve ilusionada esta demanda de los nobles, ya
que la llevaría cerca de su hermano. Pero su esperanza choca con la
negativa tajante de Enrique, que se otorga la victoria en Olmedo, si bien
tocó retirada apresuradamente. Según el monarca, no les debe nada. Isabel
solo puede callar y esperar.
70
Isabel y su séquito aguardan el desenlace del cerco de Segovia,
mientras van llegando noticias en cuenta gotas sobre los fallecidos.
Después de una tensa espera Pacheco y Carrillo se presentan en la casa
palacio. E Isabel acepta ser “liberada”, tomando partido por su hermano
Alfonso. Beatriz está dispuesta a seguir a Isabel en su liberación, donde
sea que la lleven. Pero la infanta no se lo permite, responde a su amiga que
su lugar está al lado de su marido. Isabel pide a los nobles que acompañen
a la Beatriz hasta el alcázar y que velen por su seguridad con tanto cuidado
como lo harían por ella misma.
71
pendiente de los intereses de Aragón (Juan II le ha dado orden de plantear
relaciones para casar a Fernando con la hija de Villena).
El rey Enrique pide 6 meses de tregua para dar tiempo a retirar del
alcázar de Segovia a la reina y retirar el tesoro. La negociación es dura.
Los alfonsinos exigen que Juana de Avis pase a estar bajo el cuidado de
Fonseca (se dice que el arzobispo de Sevilla estaba loco por ella). Y
Pacheco también quiere negociar para su beneficio algunas mercedes del
rey. El marques llega a sugerir que, con el soborno apropiado, incluso
podrían devolverle la ciudad de Segovia.
4. LOS CRONISTAS.
Por otro lado, Fernando del Pulgar hace las veces en el bando del
Rey. El segundo odia los métodos del primero ya que Palencia suele usar
argumentos falaces y reprobables en sus crónicas y su obra tiene un
objetivo descaradamente propagandístico.
72
Juan Pacheco considera necesaria la ejecución de Fernando del
Pulgar como ideólogo de Enrique IV. El cronista se libra de ese final
salvaje gracias a que Alfonso revoca su pena de muerte. Alfonso considera
que si no hay crimen de sangre, y en el caso de del Pulgar no los hubo, el
castigo tampoco tiene que ser sangriento.
73
CAPÍTULO 5
1. EL LUTO DE ISABEL.
74
de lo qual yo he avido muy grand dolor e sentimiento, así por ser mi
hermano como por morir en tan tierna e inocente edad…”
75
Cuando su madre se va a dormir, Isabel se derrumba ante Gonzalo,
que intenta consolarla en la medida que puede. El joven se deja llevar por
sus sentimientos y acaba besándola en las labias. Isabel, a quien esta
muestra de afecto ha cogido completamente por sorpresa, se retrae un poco
incómoda. La infanta ignoraba que él se había enamorado de ella. Gonzalo,
al ver su reacción, le pide perdón y se retira. Isabel queda bastante confusa.
76
conflictos y en la necesidad de la muerte de un rey para coronar a otro, en
esta caso ella misma.
77
es Juana la Beltraneja, no Enrique… La otra cuestión será evitar una boda
que la aleje de Castilla. Carrillo insiste en convencerla de seguir luchando,
pero Isabel es inflexible: tiene claro que no se coronará reina en vida de su
hermanastro. Carrillo le dice que eso supone una marcha atrás de la
declaración que envío durante la enfermedad de su hermano. Isabel, sin
embargo, tiene buenos argumentos para, si no convencer a Carrillo, al
menos conseguir que él respete su decisión: Castilla vive en el caos y la
anarquía y sólo un acuerdo devolverá la paz y el bienestar a su gente, y ella
no quiere repetir el error de muchos de los Trastamara que lograron
coronarse a costa de acabar con la vida de su predecesor.
78
Por su parte Gonzalo decide abandonar el cortejo durante un tiempo.
Se lo comunica a Chacón. Él tenía razón, aconsejándole que se fuera.
Quizás no verla le ayudará a superarlo. Chacón queda satisfecho con su
decisión, piensa el bien de él, pero sobre todo en el de ella.
79
esposa Beatriz Bobadilla, con la que ya tiene un hijo, hablando sobre el
tema, y en la que ella, como gran amiga de Isabel, desea la reconciliación
entre los dos hermanastros ya que tiene los afectos divididos.)
80
de llegar a un acuerdo. Castilla ha sido muy castigada y merece que la
guerra llegue a su fin. Una vez más, el noble se las arregla para volver a
ganarse el favor del rey. No será inmediato, dado el historial de traiciones
de su antiguo válido, pero la verdad es que Enrique necesita a alguien de su
peso a su lado, sobre todo ahora que no tiene a los Mendoza.
81
contra de Pacheco y su nociva influencia. Algún día, Enrique se lamentará
de ello. El valido cree que un buen rey no debería tolerar la traición,
premiarla con el perdón. Enrique queda muy tocado por la marcha de
Beltrán.
4. JUANA DE AVIS.
Por fortuna, Juana goza del afecto de Pedro de Castilla. Lo que podía
parecer en principio una nueva aventura para la reina se ha convertido con
el tiempo en un amor profundo y sincero entre ambos.
82
Pero dicha felicidad se trunca el día en que Juana descubre que se ha
quedado embarazada. Aterrorizada por todo lo que puede perder si se
descubre su deshonor (no ha visto al rey en mucho tiempo y, por tanto, no
podrá hacerle creer ni a él ni a nadie que ese hijo que espera es suyo), no
puede pensar con claridad sobre cómo debe proceder.
83
la cabeza, ya ha partido de la Corte para recogerla, se desesperan. Pedro y
Juana sortean la vigilancia de Fonseca y escapan de la fortaleza. Ella baja
dentro de una cesta sujetada con cuerdas por una de las murallas. La mala
fortuna hace que caiga poco antes de llegar al suelo. Pedro, preocupado por
su bienestar y el del niño, acude a socorrerla pero ella le tranquiliza
diciéndole que no se ha hecho daño. Y a continuación, huyen de Alaejos.
84
tenía que lidiar con rumores sobre su impotencia y la ilegitimidad de su
hija. Pero tras esto, no va a poder evitar que estalle un escándalo. Un
escándalo que le perjudicará políticamente. Enrique arremete contra
Fonseca, duramente le reprocha no haber estado a la altura de lo que se le
encomendó, estar al cargo de Juana.
5. EL ENCUENTRO EN GUISANDO.
15
Isabel firma una capitulación para Carrillo. Él le cede el cimborrio de la catedral de Ávila, donde
dispondrá de plataforma militar segura y ella le firma un documento garante de que Enrique no se
vengará de él, o sea de su impunidad total por todo lo hecho.
85
En paralelo, el rey se traslada a Cadalso con su cortejo, entre el que
se incluye Pacheco, para desconfianza de Carrillo, Chacón y Cárdenas, con
la intención de encontrarse al día siguiente con Isabel y los suyos a medio
camino. Enrique tiene que ocultar la tristeza y la rabia que le ha causado el
deshonor de su esposa Juana. Incluso llega a mentir a Pacheco,
inventándose una excusa que justifique la ausencia de Juana en Guisando.
El rey ha decidido ocultar la verdad con la esperanza de que no se sepa
hasta pasada la firma de la paz.
86
6. (EN PARALELO) BEATRIZ DE PACHECO Y PIERRES
PERALTA
87
CAPÍTULO 6
88
nombrar a Isabel como su sucesora sin reconocer abiertamente la
ilegitimidad de su hija Juana: “…por el bien y el sosiego del Reino… para
atajar guerras… porque ella está en tal edad que, mediante la gracia de
Dios, puede luego casar r hacer generación, en manera que estos dichos
mis regnos non queden sin haver en ellos legítimos subcesores de nuestro
linaje16”.
16
Esto, sin embargo, puede indicar (la palabra “legítimos”) que Juana era ilegítima. Tres años más tarde
Isabel se referirá a la niña Juana de esta manera: “Yo fui a las Vistas de Guisando… a donde en presencia
de todos públicamente el señor rey mi hermano confesó y dijo al legado de nuestro muy Santo Padre…
que él allí confesaba y declaraba que no era su hija nin por tal la tenía”.
17
El documento deja de lado el honor del rey en el pasado, pero cita los amoríos de Juana con Pedro y
añade “El rey es informado que non fue nin está legítimamente casado con la reina”. Al ser primos,
necesitaban dispensa papal. Y no la tuvieron. Ni se encuentra y dos de los tres encargados de validarla,
comisionados por Nicolás V para validar dicha dispensa eran Carrillo y Fonseca (el otro, el obispo de
Ciudad Real ya había muerto), presentes en Guisando… Y no hablan de la existencia de dicha dispensa ni
la defienden. Luego no llegó a ser hecha. Probablemente, por el asunto de la impotencia. En definitiva:
aunque Juana fuera hija de Enrique, el rey y no de Beltrán, no sería la heredera por nacer en un
matrimonio ilegítimo.
89
Al final, Venéris hizo público que santifica la paz con las siguientes
palabras “relajaba y anulaba todos los juramentos anteriormente hechos
sobre la sucesión del reino”. Así se hacía tabula rasa de todos los
juramentos anteriores de todos los presentes, que habían apoyado una causa
y/u otra desde el nacimiento de la pequeña Juana. A partir de este
momento, Isabel ya firma como Princesa de Asturias en los papeles
oficiales junto al rey.
Carrillo, por su lado, sigue sin estar convencido de que este acuerdo
haya sido una buena decisión.
90
sus soldados a que claven manifiestos-denuncia en las puertas de las
iglesias de toda Castilla. El propio Íñigo lo hace en persona en la iglesia
que tiene más cercana.
91
amigas. Y ahora que se ha acabado la guerra, podrán volver a retomar su
relación con normalidad.
3. EL PLAN DE ENRIQUE.
Por otro lado, el rey intenta arreglar las cosas con los Mendoza. A
Beltrán de la Cueva lo ha perdido. De Juana no quiere saber nada. Pero no
puede seguir gobernando sin el apoyo de esta poderosa familia.
92
su hijo (del rey portugués) Joao, con lo cual garantiza que la niña heredará
al menos el trono de Portugal. Y si Alfonso e Isabel no tuvieran hijos,
probable por la edad del rey, un hijo de Juana se convertiría en un futuro en
rey de Castilla y Portugal.
4. ISABEL EN PELIGRO.
93
casamiento”. Así que en enero de 1469, sale de Lisboa el cortejo en
dirección a Castilla.
94
Carrillo se presenta en Ocaña y se enfrenta al rey y a su sobrino. Está
dispuesto a ordenar a sus hombres que entren y liberen a Isabel. Enrique y
Pacheco, enfurecidos por el desafío pero a la vez temerosos por el baño de
sangre que puede haber, no tienen más remedio que ceder a sus
pretensiones. Se olvidan de sus planes de casar a Isabel con Alfonso V de
Portugal.
95
su futura boda y Fernando le demuestra su obediencia al no cuestionarle.
Sabe que su padre decidirá lo mejor para él y para la corona.
Isabel, que hace tiempo que ha demostrado que ella es la que decide,
manda a Cárdenas a Aragón y Francia para que se informe de los dos
pretendientes. El que quiere Enrique y el que quiere su gente. Quiere saber
el tipo de hombre, cualidades físicas, actitud… con el que se iba a casar y
tener hijos. ¡Están hablando de su marido! Isabel, pese a saber de la
importancia dentro del tablero de con quien case, plantea el hecho del
matrimonio de manera personal, mezcla de su religiosidad y de su concepto
96
de familia… Y de mujer. “Seré fiel al hombre que me case hasta la
muerte… El hombre con el que case será el primero… ¿No puedo saber al
menos cómo es, con quien he de compartir alcoba, quién será el padre de
mis hijos?” Aquí Isabel deja claro que ella tendrá la última palabra. No ha
permitido que Enrique le imponga a Alfonso. Tampoco permitirá que ellos
le impongan a Fernando.
Y además.
97
CAPÍTULO 7
98
Enrique no consiguió que Isabel aceptara a Alfonso V, tampoco podrá
imponerle al duque de Guyena. Cárdenas no lo tiene tan claro, el francés
también es joven. Fernando empieza a reírse para desconcierto del
consejero de Isabel: “¿No le conocéis? Id a Francia y comparadme,
id…”.Y sigue riéndose a carcajada limpia.
99
que bien al contrario: el duque original es peor. Después de pagar al
cómico, Cárdenas le detalla a Isabel que el francés, aunque apenas tiene 5
años más que ella, parece viejo, de salud frágil “y afeado por unas piernas
deformes, extremadamente delgadas y unos ojos llorosos que a veces
llegan al punto de cegarlo; de modo que en vez de armas y un caballo, el
hombre necesita un guía hábil”. En cambio, cuando ella le pregunta por
Fernando, él le responde que es “hombre joven de galante presencia; no se
le puede comparar al duque francés”.
100
con sinceridad. Ella se lo concede. Su asesor se muestra claro y tajante en
las diferentes cuestiones que le preocupan a ella.
18
Todas las frases están extraídas del texto: “Razonamiento fecho por Gutierre de Cárdenas a la señora
princesa, syendo su maestre sala, sobre su casamiento con el príncipe de Aragón”.
101
En paralelo, Juan II se restablece de la operación y recupera parte de
la visión para alegría de su hijo. Y el regocijo es mayor cuando reciben y
leen la carta de Isabel (el rey lo hace por primera vez en mucho tiempo y el
príncipe le escucha). Padre e hijo están encantados con la decisión de la
princesa: una nueva y gran etapa se abre para la corona aragonesa.
19
Es la primera carta de Isabel a Fernando, escrita a principios de 1469. No es una carta de amor sino de
aquiescencia cortesana donde da el sí, al estilo palaciego, dejando entrever las cosas más que
afirmándolas: “Al señor, mi primo, el rey de Sicilia. Senyor primo: Pues que el condestable va allá, no es
menester que yo más escriva, sino pedirhos perdón por la respuesta ser tan tarde, y porqué se detardó él
os dirá a vuestra merced.” Isabel anuncia en principio la llegada de un mensajero especial, el
Condestable de Castilla: “Suplico que le déys fe…” Isabel se rinde a la voluntad de su pretendiente y
pariente: …y a mí mandéys lo que que quiserdes que haga agora, pues lo tengo de hazer.” Deja lo
controvertido para la discreción del mensajero: “Y la razón que más que suele para ello hay, dél la
sabréis porque no es para scrivir.” Y termina: “De la mano que fará lo que mandarle eis. La Princesa.”
102
Chacón y Troilo Carrillo, el hijo natural del arzobispo, llevan las
condiciones a Aragón. Y presionan al rey al príncipe para que las acepten
cuanto antes, dado que pronto llegará la fecha de la visita de los emisarios
franceses que negocian con Enrique IV la boda de Isabel con el duque de
Guyena.
103
estaban combatiendo) y 20.000 florines (a parte del collar) para pagar las
tropas de soldados que le permitirían escapar del cerco de sus enemigos y
llegar a un lugar seguro donde reunirse con Fernando.
104
fuga de Ocaña ideada por Chacón que le permitirá reunirse con él. A
Beatriz no le parece nada bien. Creía que Fernando estaba prometido con
Beatriz Pacheco. Y además Enrique IV tiene otros planes para Isabel y ella
le ha seguido la corriente, haciéndole creer que no le parece mal. Beatriz de
Bobadilla cree que se equivoca actuando así. Se siente divida en sus
lealtades, como si tuviera que elegir entre su marido y su amiga. Ahora
tiene que volver con Andrés Cabrera. Isabel le pide que no le explique sus
planes. Beatriz se compromete a no hacerlo pero deja claro que la ha puesto
en una situación muy violenta. Él es tan leal al rey. Beatriz lamenta tener
que decirle a Isabel que, si sigue adelante con esta loca idea de la boda, no
podrá volver a verla. Nada de lo que Isabel pueda decir o hacer consigue
que Beatriz cambie de opinión.
3. LA FUGA DE OCAÑA.
105
Todo el cortejo se traslada a Madrigal. Al llegar a Madrigal, ve a su
madre, cada vez peor. Un emisario anuncia la llegada de una comitiva
francesa, que sabedora de que está allí viene a negociar sus bodas con el
Duque de Guyena.
Reunión con los franceses, a los que acoge con cortesía, pero con
frialdad.: “la princesa, con gran discreción, respondió no aprobando ni
negando lo que el Cardenal dezía, mas con grande modestia en breves
palabras dixo quella avía de seguir los que las leyes destos Regnos
disponían e mandavan”. Jouffroy había presentado su oferta en gran
parlamento, apelando a lo contento que desde el cielo estaría su difunto
padre (Juan II). Pero Isabel insiste que Castilla disponía que debía consultar
con nobles y consejeros antes de tomar una decisión… Pero no le dijo que
no.
106
mentirle diciéndole que Isabel nunca le hizo ninguna confidencia al
respecto.
Tres días después (acelerar por tensión dramática) llegan 400 jinetes
del rey apara encarcelar a Isabel. Es demasiado tarde.
A no olvidar:
En paralelo con la negociación de las capitulaciones de Cervera,
Pacheco descubre los planes de boda de Isabel con Fernando. Pacheco, con
todo el dolor del mundo, se lo cuenta a su hija Beatriz, que queda
destrozada. Siente que la han utilizado, que se han burlado de ella. Él, buen
padre, intenta consolarla. Beatriz supone que se lo contará a Enrique y que
esto traerá consecuencias para la díscola Isabel. Pero Pacheco decide
esperar un mejor momento para decírselo al rey. Piensa aprovechar este
resbalón de Isabel a su favor.
CAPÍTULO 8
107
Isabel se instala en Valladolid. Y el 8 de septiembre de 1469 remite
una carta a Enrique –que estaba sitiando la ciudad extremeña de Trujillo-
extensa y firme. Repasa en ella los proyectos de boda que le habían sido
planeados hasta ahora y anuncia que su libre voluntad es casarse con
Fernando para honor de la dinastía y bien de los reinos. También le echa en
cara el incumplimiento de los pactos de Guisando.
108
Fernando, a las pocas horas de viaje, se reúne con 3 hombres de
confianza… y cambia sus ropas de guerra por las de un mozo de mulas,
andrajoso y pobre (incluso durante el viaje, para disimular, Fernando daba
de comer a las mulas e incluso cortó el cabello a uno de los que le
acompañaban).
109
- - llegada a la ciudad convenida y amiga (Burgo de Osma, en
Soria), donde son apedreados por llegar de noche y casi
descalabran a Fernando. Allí les esperan Palencia y Cárdenas.
110
El 14 de octubre, Fernando, escoltado ya solo por tres servidores
(entonces que se despida de la joven antes y la mande de vuelta con uno de
sus soldados a Zaragoza) cabalga de Dueñas a Valladolid.
4. SU PRIMER ENCUENTRO.
111
Aparece discreta Isabel, que sin que la vean intenta adivinar quién es
Fernando. Cárdenas la ve. Se cruzan la mirada. Y acude a donde está ella,
con Chacón.
112
¿Qué deseais que hagamos?”. Ella, superada dice, entre entregada y torpe
que “como esposa que voy a ser de vos… haré lo que me dijeres”.
Fernando sonríe y le dice que en ese caso, dará su primera orden. Isabel
tensa…. Fernando: “Volvamos con los demás”. Isabel sonríe aliviada.
Entrada y aplausos.
21
En este capítulo e incluso avanzando algo en el anterior.
113
bula pontificia. Enrique IV tendría argumentos para lanzar su propaganda,
para dar rotas las relaciones con Isabel.
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reconocerá ni delante de un verdugo, pero su padre saca dinero de donde no
hay… Y la situación de Isabel parece la misma o peor, dado el abandono
económico al que está sometida, del que la alivia la buena gestión de
Chacón. Pero aún así, tiene que cuidar de su madre… Una boda sin padres,
qué extraño.
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La prueba del traje delante de las damas y el que casi por error el
novio la vea causa una divertida situación que relaja de tanta tensión como
conlleva esta boda.
3. GONZALO Y FERNANDO.
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4. LA AMBICIÓN DE CARRILLO.
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Carrillo comenta, encantado lo ocurrido a Enríquez, viejo compañero
de causa y siempre fiel. Enríquez le dice que tal vez Isabel tenga una
personalidad muy fuerte para aceptar eso. Carrillo sentencia que ella no
habría llegado a nada sin él, que era una niña asustadiza a la que tuvo que
cuidar cuando llegó a Segovia alejada de su madre. Que es una creación
suya, como Dios hizo el hombre del barro. Y que en cuanto quiera, Isabel
puede volver a ser barro.
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asignaciones económicas. Pacheco le dice que para lo primero es pronto. Y
que lo segundo no cree que haga mucho efecto: no recibe muchas.
Luis XI, feliz por la invitación, alista ejército para agrandar el frente
con Aragón, que Juan II apenas puede mantener. Objetivo: atenazar Aragón
entre Castilla y Francia. Y Pacheco ya se encargaría de acusar a Isabel de
provocar todo esto por su comportamiento.
Tras la boda (de la que se guardan todas las actas y discursos), llegan
las aclamaciones populares y las fiestas en la calle.
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La dama entra y saca una sábana: está manchada de sangre. Aplausos
y vítores.
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CAPÍTULO 10
Pero sólo pasa una semana de la boda y los príncipes reúnen por
primera vez a su Consejo de Asesores.
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escándalo y sin invitar a gentes extranjeras. También le dice que Fernando
e Isabel prometen servir a su excelencia con amor y acatamiento propio de
hijos y que, como tales, estarían encantado de que se dignase a recibirlos,
“en un lugar convenible y seguro”.
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Enrique va a ver a los Mendoza: es hora de cumplir el antiguo
juramento. Fin del “encierro-protección” de la Beltraneja y su madre. Con
esto consigue calmar un tanto a tan importante familia.
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Isabel y Fernando deciden enviar otra misiva a Enrique para
convocar un Consejo con los tres estamentos del reino del reino (nobles,
clero, pueblo) y los asesores principales. El objetivo: arreglar la situación.
Está claro que la debilidad de los príncipes es máxima.
4. ISABEL DA A LUZ.
Dolor en Juan II (al ser niña, por la ley sálica, jamás gobernará en
Aragón).
5. ISABEL DESHEREDADA.
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Presidiendo en Castilla su embajada nupcial, Jouffroy recibe una
noticia que descabala sus planes. Luis XI, contra todas las previsiones, ha
tenido un hijo varón luego Carlos VIII). El de Guyena jamás será heredero.
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La situación de precariedad económica más un invierno frío que ha
deparado malas cosechas genera problemas económicos en la población…
y en el séquito de Isabel y Fernando.
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CAPÍTULO 11
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8. Que ha sido objeto de planes de casamiento por la
fuerza e incluso amenazándola de encierro.
Viene una comitiva asturiana para exigir pruebas con las que apoyar
a Isabel y no a Enrique. Delante de Carrillo, Chacón e Isabel, Fernando se
desenvuelve como un negociador nato. Permite combatir a pie a los nobles,
para evitar los gastos caballería. Y condona penas por servicio militar a su
favor. Los asturianos se retiran encantados.
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dice que ya sabe la fidelidad que existe en Castilla cuando hay dinero de
por medio.
La crisis es total. Tanto que Chacón hace un aparte con Isabel para
que hable con Fernando. Tienen que mirar todos en la misma dirección o el
proyecto puede peligrar.
Isabel habla con Fernando del tema. Éste le hace ver que él es un
soldado, que ha tomado decisiones importantes con su padre y que ahora se
ve como un muñeco en mano de demasiadas manos.
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Nada más partir. Isabel despide a la dama que se ha dejado coquetear
por Fernando. Y da orden de que las damas duerman con ella y su hija en la
misma habitación, para no despertar rumores de ningún tipo.
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Ésta le dice de avisar a Isabel. Cabrera le dice que puede ser peligroso que
puede enviar un mensajero. Beatriz insiste.
4. FERNANDO EN ARAGÓN.
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soldados, un sacerdote y un verdugo. Fernando le hace un relato
pormenorizado de sus crímenes. Para él, el más grande “querer ser rey”. Le
asegura que su familia no pagará por ello y que no incautará sus bienes,
pero que se confiese para bien morir. Da media vuelta mientras el verdugo
le pone una soga al cuello para ahogarle.
Al salir, el asesor real le recuerda que su padre le dijo que hiciera las
cosas con prudencia y discreción. Fernando, lacónico, le responde que con
discreción ha actuado: no le ha ejecutado en plaza pública.
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Reencuentro de las dos viejas amigas. Beatriz le habla de lo de
Sepúlveda… Isabel convoca a Gonzalo, que dice que debe cuidar de ella,
son órdenes de Fernando y piensa cumplirlas. De hecho, lo hará aunque no
se lo ordenara él. Isabel le hace ver, con Chacón delante, que la mejor
manera de cuidarla es cuidar de sus súbditos que van a recibir un ataque.
Ya solas, hablan del tiempo que llevan sin verse, Beatriz vuelve a
justificar su abandono por ser fiel a la causa de su marido y conoce a
Isabel, la niña. Beatriz le dice que ella tiene otro niño. Y que ojalá puedan
conocerse. Ojalá.
6. GONZALO EN SEPÚLVEDA.
7. VUELTA DE FERNANDO.
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Fernando vuelve feliz. Da la noticia de que Vasconia está con ellos y
de que en Murguía las tropas hostiles a Diego de Haro han ganado la
batalla de Murguía.
Asturias y Vasconia están con ellos.
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CAPÍTULO 12
Verano 1471, 26 de julio. Muerte del papa Paulo II. Roma. Unos días
después, se elige papa a Sixto IV.
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Conversando con él, le comenta irónico los increíbles pactos a los
que se puede llegar en la vida: un vividor como él apoyando a un Papa
como yo. Le da las gracias, pero no entiende el apoyo. Borja se lo deja
claro: “Porque luego, el Papa seré yo”.
Es otoño de 1471.
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En la corte castellana, Enrique IV decide enviar a Pedro González de
Mendoza a recibirlo, sin saber que va a poner frente a frente al buscador y
al buscado. Pacheco duda de que sea el más indicado, propone a su sobrino,
a Fonseca… Pero la suerte está echada: los Mendoza son fieles aliados y
han demostrado su valía y su fuerza dentro de la corte. Demás, el pequeño
de sus hijos, Pedro, ha mostrado capacidad y su juventud será buena para el
futuro del Reyno. Pacheco intenta seguir rebatiendo a Enrique, pero es
tarde: un criado anuncia la llegada del citado Mendoza, que entra. Enrique
le saluda afectuosamente. Pacheco, no tanto: “Qué casualidad,
precisamente estábamos hablando de vos”.
Pero hay otras cosas que, como mujer, le cuesta asumir. Ella ha
empeñado toda su vida en una causa. Fernando es el único hombre (y lo
será) de su vida. Y él. Además de su hija Isabel (a la que ambos adoran),
tiene hijos bastardos, ha tenido relaciones… Fernando sabe que Isabel ha
hecho que las damas duerman con ella en su ausencia. Isabel lo deja claro:
“Ningún rumor va a empañar mi fidelidad hacia vos… ¿Podéis decir lo
mismo?”. Y es que si una debilidad tiene Fernando es su gusto por las
mujeres (perfectamente documentada incluso por los historiadores más
afines a su obra).
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quienes son sus hijos y de sus madres, pero que jamás interferirá en el buen
gobierno… ¿Qué más le puede pedir?
Fernando habla de unir sus emblemas del yugo y las flechas para que
el mundo sepa de su unión. Nacimiento de una marca.
Isabel queda sola. Como futura reina, parece que todo va como ella
deseaba. Como mujer deberá acostumbrarse a que los cuentos
caballerescos, de príncipes y princesas… están hechos más para lucimiento
de los príncipes que para honor de las princesas.
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Allí verá a su padre, que le contará que Borja lleva capelo cardenalicio a Castilla con dos candidatos
(Carrillo y Mendoza). Juan recomendará a su hijo que, en lo que pueda, apoye a Mendoza: es el futuro y
la seguridad de Castilla. Carrillo, como él mismo, es viejo y representante de otras formas de hacer
política. Borja, Mendoza… que aún no llegan a los 40 años son el futuro. Como Isabel, como su propio
hijo.
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Valencia: Pedro González de Mendoza, esperando la llegada de
Borja, está con Fernando, que como anfitrión, le atiende amablemente.
Fernando recibe noticia de la detención de un falsificador de monedas. La
orden es tajante: ajusticiadle. Así los demás sabrán lo que no tienen que
hacer. Mendoza ironiza sobre lo tajante de la orden. Fernando le deja claro
que la tibieza es semilla de grandes disturbios. Mendoza toma nota de la
rigurosidad en el cumplimiento de la ley de Fernando.
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responde: “Yo también tengo la fortuna de ser el elegido para daros esto”.
Fernando coge el legajo: es la bula papal que da legalidad a su matrimonio.
Le pide que no la haga pública hasta su marcha a Roma porque aún le
quedan arduas negociaciones por hacer.
Borja sale camino a Madrid, invitado por Enrique IV, con las ideas
muy claras sobre las decisiones a tomar. Pero debe conocer todas las piezas
del tablero. Y dejar todo diplomáticamente atado para que Castilla no
vuelva a caer en guerras.
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Madrid: Enrique IV le recibe con simpatía y Borja corresponde.
Pacheco (que ya lleva a su hijo Diego de acompañante a todas partes, para
que vaya aprendiendo el oficio), sin embargo, no parece ser de su gusto aún
tratándole con cortesía. Para un hombre renacentista como Borja, el gusto
musical y cultural de Enrique le parece digno de alabanza. En Pacheco ve
un superviviente del primitivismo medieval.
Lo primero que propondrá (tan claras tiene las ideas) es crear una
comisión para decidir sobre la sucesión. Les comenta que es hora de
estabilizar Castilla. Les propone librar los juramentos incumplidos y
absolver a los que los hicieron y los pecados cometidos, excepto los de
quienes hubieran matado con su propias manos.
Basta una sola reunión para que Pacheco vea que es una pinza en la
que está atrapado, porque ve como Mendoza ya va siendo permeable a las
propuestas del bando contrario. No asistirá a una segunda reunión,
impidiendo el desarrollo de la comisión, algo que a Borja no le agradará.
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poco que los defienden los demás… pero su postura de orgullo y dignidad
se mancilla con una visita (secreta, pero al final no tanto) de alguien: Pedro
de Castilla.
Borja sabe así de esta relación y ata cabos: no hay color entre ambas
propuestas para el futuro de Castilla. De hecho, ni siquiera cuando Enrique
le propone dispensa para la boda entre Enrique Fortuna (sobrino de Juan II
de Aragón) y la Beltraneja, para unir Castilla y Aragón en una alternativa
de Isabel y Fernando, le hace demasiado caso. Entre otras cosas, porque ya
sabe de la petición de otra, vía Pacheco, para casarla con Alfonso de
Portugal.
Borja sigue completando las piezas del puzzle. Sólo le falta Isabel…
Y Carrillo.
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Alegría de Chacón y, sobre todo de Carrillo, que cree que la
concesión de la bula y lo bien que habla Fernando de la predisposición para
la causa de Borja supone su segura elección para cardenal.
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Borja se encuentra con una buena conversadora, pragmática.. la pone
a prueba sobre su opinión de los hombres de iglesia y sus pecados (él, que
tiene tantos). Isabel, ya avisada por Fernando, le dice que Dios elige sus
guías para llevar a cabo sus designios y que ella no es quién para ponerlos
en duda. Aún así, cree que bien harían los clérigos en rezar y no gobernar.
Isabel muestra capacidad diplomática, sobriedad y una claridad de ideas
evidente. Y le cuenta su sueño: tomar Granada. Acabar la Reconquista.
Que Castilla y Aragón sean el principio de un estado fuerte que una la
península y sirva de base para unificar a todos aquellos pueblos que son
cristianos.
Y se irá a Roma , con las ideas claras y con los bolsillos llenos. No
sin antes escribir un mensaje a Pedro González de Mendoza: el elegido es
él. Y debe dar gracias a los príncipes Isabel y Fernando por su apoyo. Los
Mendoza ya tienen razones para cambiar de bando.
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En el bando de Isabel: Isabel y Fernando reciben la invitación de
los Mendoza para asistir en Guadalajara a las celebraciones por nombrar a
uno de los suyos como cardenal.
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Beatriz de Bobadilla insiste a Cabrera para hablar con Enrique y
provocar una reunión con Isabel: es la única manera de parar a Pacheco.
Cabrera la entiende, pero su fidelidad a Enrique le impide meterse en
asuntos que no son de su incumbencia.
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CAPÍTULO 13
1. FERNANDO Y SU PADRE.
2. LA RECONCILIACIÓN FAMILIAR.
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monarca que Isabel traiga a su hija Isabel, de tres años, y que la deje a su
recaudo en el alcázar segoviano para asegurarse de que así no haga ninguna
maniobra en su contra.
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recuperar las tierras que los musulmanes habían invadido en tiempos
visigóticos.
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confirmar mis sospechas y avisar a los príncipes y al prelado Carrillo de
los peligros que debían evitar.”
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Enrique IV, sin embargo, ve como su salud flaquea. Una noche,
quizás la de Reyes, durante un banquete, se siente indispuesto y debe
ausentarse a su cámara. Es una recaída en sus dolencias gástricas la que
acaba obligándole a abandonar Segovia y volver a Madrid.
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médicos se lo punzan cuatro veces sin éxito. Pero muere recibiendo los
cuidados espirituales del prior de Guadalupe el 4 de octubre de 1474. Y en
Guadalupe es enterrado. Enrique IV recibe la noticia “muy pesadamente”:
Pacheco, pese a su doble cara, había estado muchos años a su lado.
Inmediatamente acogerá como asesor al hijo de Pacheco, al que ya ha dado
permiso para heredar el marquesado de Villena. También quiere concederle
la heredad de la Orden de Santiago, pero tiene que frenar ante todas las
presiones al ser candidato Rodrigo Manrique, padre del poeta.
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pabellón en el Pardo, creyendo que el aire fresco le sentará bien. A medio
camino, su estado le obliga a dar media vuelta. Con su cortejo, regresa a
Madrid. Apenas tiene tiempo de tumbarse en su cama en el alcázar. No
llega ni a poder desnudarse. Muere con los atuendos de caza (los
borceguíes morunos puestos) la noche del 11 al 12. Solo, lejos de su mujer
Juana, a quien no quería ver (“la desamaba por su desoluto vivir”) y de su
hija, que seguía bajo la custodia de la nobleza enriqueña.
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secreta e apartadamente.” Les preguntó por si el rey había tenido un
último pensamiento sobre el tema de la sucesión y Ulloa y Franco
respondieron que “fallesció syn dexar fijo ni fija legítimo heredero que
herede estos dichos reynos.” Oído esto, Quintanilla y Alcocer, los
miembros del Consejo de Isabel, manifestaron ante el Concejo de la ciudad
que su señora “devía suceder e subcedía en estos reynos de Castilla e de
León e debía reynar en ellos”. Isabel se proclama reina con 23 años. Y el
Concejo lo acepta.
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“e manterná sus súbditos en justicia como Dios mejor le diese a entender, e no la peruertirá, e
guardará los preuillejos e libertades e exenciones que han e tienen los fijosdalgos de los dichos sus
reynos e las cibdades e villas e lugares dellos, segund que mejor e más complidamente fueron e deuieron
ser guardados en el tiempo de los señores reyes de gloriosa memoria, sus progenitores…”
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Los súbditos aclaman a Isabel emocionados y reconocen en su
juramento a don Fernando como señor y rey, poniendo sus fortalezas y
castillos a disposición de la corona. Concluyen como Isabel: “sí juro y
amén”. Y algunos de ellos le besan la mano a la reina. Tras esto, Cabrera
se pone de rodillas ante Isabel y le jura fidelidad “en manos de Gonzalo
Chacón” y presencia de Gutierre de Cárdenas. (Sabemos que la reina pidió
a los escribanos una copia “firmada e sellada” del acta, por eso ha llegado a
nuestros días).
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muerte de su cuñado Enrique IV el 14 de diciembre por una carta de
Carrillo. Y poco después le llega otra de Mendoza, instándole a que regrese
a Castilla. Es el 16 cuando recibe una misiva de su esposa. En ella, Isabel le
da a entender que su presencia en tierras castellanas no sería inútil pero,
conocedora del estado de las cosas en Aragón, donde Fernando debía frenar
los avances de Luis XI de Francia, deja en sus manos la decisión de lo que
debe hacer.
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