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GUERRILLERAS

Pensamiento Psicológico, Vol.Y4,ACTIVISTAS POR


N°11, 2008, LA65-84
pp. PAZ EN COLOMBIA: INCURSIÓN POLÍTICA Y RUPTURAS IDENTITARIAS 65

Guerrilleras y activistas por la paz en Colombia:


incursión política y rupturas identitarias1

María Eugenia Ibarra Melo2


Pontificia Universidad Javeriana Cali (Colombia)

Recibido: 23/04/08 Aceptado: 15/11/08

Resumen

El artículo presenta una reflexión sobre las transformaciones identitarias de las


mujeres como resultado de la participación política en dos espacios contrapuestos:
las guerrillas y las organizaciones que despliegan acciones colectivas por la paz
y en contra de la guerra en Colombia. Se analizan las situaciones históricas y
los factores psicosociales que impulsaron la decisión de vincularse a una u otra
opción política, en un escenario en el que discurren múltiples violencias. El
análisis se apoya en la teoría de la construcción social y en la perspectiva de
género, para explicar la configuración de la identidad femenina de guerrilleras y
activistas por la paz y cuestiona la pertinencia del pensamiento estereotípico que
pretende explicar los comportamientos sociales que se alejan de las identidades
asociadas a las concepciones tradicionales, en las que los rasgos de género son
distorsionados.

Palabras clave: combatientes, activistas por la paz, identidad de género.

Abstract

This article presents a reflection on the identity transformations in women as


a consequence of their political participation in two opposing areas: the guerilla
groups and the organizations involved in collective activities in search of peace
1
Este artículo presenta las conclusiones de la tesis doctoral: “Transformaciones identitarias de las Mujeres como resultado de su participa-
ción política en las guerrillas y en las acciones colectivas por la paz en Colombia”, presentada en la Universidad Complutense de Madrid,
2007.
2
Dirección de Correspondencia Email:
mariaeugenia@javerianacali.edu.co, eugeniaibarra@yahoo.es

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and against the war in Colombia. Historical situations and the psychosocial
factors which were behind their decision to join one political option or another
are analyzed in a scenario in which many violent acts occur. The analysis is
based on the social construction theory and the gender perspective to explain
the make-up of the female identity of guerilla members and peace activists, and
questions the relevance of stereotyped thinking which attempts to explain the
social behaviours which distance themselves from the identities associated with
traditional concepts in which gender-related traits are distorted.

Key words: Combatants; Peace Activists, Gender Identity

Resumo

O artigo apresenta uma reflexão sobre as transformações identitarias das mulheres


como resultado da participação política em dois espaços opostos: as guerrilhas
e as organizações que desdobram ações coletivas pela paz e contra da guerra
em Colômbia. Se analisam as situações históricas e os fatores psicossociais que
impulsionaram a decisão de vincular-se à uma ou outra opção política, em um
marco no qual discorrem múltiplas violências. A análise se apóia na teoria da
construção social e na perspectiva de gênero, para explicar a configuração da
identidade feminina de guerrilheiras e ativistas pela paz e questiona a pertinência
do pensamento estereotípico que pretende explicar os comportamentos sociais
que se afastam das identidades associadas às concepções tradicionais, nas quais
os rasgos de gênero são distorcidos.

Palavras-chave: Combatentes, Ativistas pela paz, Identidade de gênero

Introducción
En este análisis no se pretende visibilizar otras colombianas superan los cautiverios
a las mujeres como una categoría especial de la feminidad esencial; politizan el
de víctima de la violencia política. Por el dolor, se convierten en actoras políticas
contrario, se supera esa imagen de personas que reclaman sus derechos al Estado y se
sacrificadas, violadas y desplazadas, para oponen a la violencia de los actores armados
mostrar que, en un contexto conflictivo legales e ilegales, desde la plataforma de un
como el colombiano, ellas participan en movimiento social.
el enfrentamiento, uniéndose a un actor El estudio sobre la participación política
armado, por voluntad propia y, a veces, femenina en Colombia y en América Latina
por las mismas razones que los varones. privilegia el análisis unidimensional, que
Pero también, de forma más reciente, ante enfatiza en la participación formal, en su
la degradación del conflicto, que afecta a presencia en los partidos políticos o en los
más civiles sin distinción (Pécaut, 2002), cargos de dirección del Estado, por elección
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popular o por designación. Por lo tanto, la sido subvertidas. Por lo tanto, se parte de
otra dimensión que indaga por las formas no entender que toda identidad —étnica, racial,
convencionales de participación política, en nacional, religiosa, de género —es social e
organizaciones armadas o en movimientos históricamente construida. Un proceso que
sociales, sigue siendo un campo que ofrece no es comprensible si no se entienden las
amplias posibilidades para explorar por las relaciones sociales de poder que sustentan
ciencias sociales. A pesar de su creciente su existencia.
presencia, en unas y otros, su intervención En consecuencia, analizar cómo se
todavía es tratada en términos agregados, elabora esa identidad devaluada de las
cuando no desconocida o subvalorada por mujeres y se perpetúa la discriminación
los científicos sociales. Adicionalmente, contra ellas, es también estudiar las
son escasos los estudios concretos sobre los estructuras de poder que las generan. Un
procesos de empoderamiento de las mujeres análisis en el que es preciso recurrir al aporte
en estas instancias, un reclamo que realizan de la teoría feminista, que desde sus distintas
las académicas de la región a los nuevos vertientes y planteamientos defiende la
investigadores. existencia de múltiples formas de ser mujer.
Estas formas de participación tendrían En menor medida, el estudio se apoya en la
múltiples posibilidades de interpretación, sin sociología de los movimientos sociales y en
embargo, este estudio opta por la perspectiva la herramienta del análisis del discurso, para
de género para explicar esas complicadas explicar el funcionamiento de las estructuras
elecciones políticas de las colombianas. A políticas y entender desde qué posiciones
continuación se observan los impedimentos hablan como actores sociales.
relacionados con la oposición de género Se utiliza el género como categoría
para la participación de las mujeres en la analítica para cuestionar ciertas
guerra y en la paz. En segundo lugar, se construcciones asumidas como “naturales”,
analiza su posicionamiento político en un por ejemplo, el eterno pacifismo y la
contexto de violencia estructural, tanto domesticidad de las mujeres, así como el
en las guerrillas como en el movimiento carácter construido de esa actitud tradicional
de mujeres por la paz. En tercer lugar, se hacia el género, que postula el sexo como
explican las modificaciones identitarias que determinante de una identidad genérica,
generan su incursión en estas instancias y asociada a la heterosexualidad, y que
cómo asumen el proceso de convertirse en ordena ciertos roles genéricos aceptados
sujetos políticos. por individuos con identidades uniformes
Este propósito, en sí mismo complejo, (Hawkesworth, 1997). El uso de esta
exige una aproximación teórica que explique categoría, en esta investigación, reconstruye
esos procesos de transformación identitaria problemas e inquietudes comunes a dos
que sufrieron las mujeres en su incursión grupos sociales, permite dar cuenta de
como actoras políticas. Por ello, en este la invisibilización de las mujeres en los
estudio, se opta por la perspectiva teórica grupos armados, al tiempo que explica
constructivista de la identidad y se utilizan cómo la asimilación de rasgos asociados a
sus herramientas conceptuales para entender la masculinidad, estructuraron identidades
cómo esas construcciones esencialistas desfeminizadas de las combatientes, que salvo
de la feminidad, que habían excluido a las en casos excepcionales reclamaron derechos
mujeres en ciertos espacios políticos, han particulares, es decir, desde una adscripción
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femenina. O, por el contrario, como los más que cuantificar, pretende mostrar la
otros sujetos, las activistas del movimiento diferenciación y asimetría de lo masculino y
contra la guerra, desde su primera aparición lo femenino como principios rectores, como
en escena, se posicionan como mujeres, sin cualidades idealizadas, como símbolos y
que ello implique la adscripción irrestricta al prácticas. Una reflexión para demostrar
movimiento feminista o a alguna tendencia cómo se ha construido culturalmente la
particular de éste. No obstante, en lo que diferencia sexual.
ellas consideran signos de identificación, El poder de género es visto como lo
como colectivo, existen más coaliciones que le da forma a las dinámicas de todos
y alianzas que una identidad común entre los espacios de interacción humana desde el
todas las participantes. hogar hasta las relaciones internacionales,
Para ambos casos, el proceso de tiene expresión en lo físico y en lo
convertirse en actoras políticas ha sido económico, estructura lo social y determina
complejo, pues las representaciones lo político. Pero, si bien estas distribuciones
sociales tradicionales no aceptan a las son cuantificables, a menudo no son más
mujeres como combatientes, pero tampoco que estadísticas sesgadas que siempre
como negociadoras y garantes de la paz. Su develan excepciones, los ejércitos pueden
trasgresión de género, es decir, la irrupción en componerse en su mayoría por varones,
un espacio de predominio masculino, como pero siempre habrá mujeres destacadas
la guerra, ha invalidado su participación en esas estructuras. No obstante, éstas
social y política. Consecuencia de ello ha siguen rigiéndose por la lógica patriarcal.
sido su invisibilidad como sujetos políticos Como ha sucedido con otras identidades
en los análisis históricos, antropológicos, individuales y colectivas, la construcción
sociológicos y politológicos de la guerra social del género es problemática, no sólo
como actividad permanente de la sociedad. porque excluye a varones y mujeres de
A pesar de ello, los análisis feministas y, determinadas posibilidades de ser y actuar,
sobre todo, la teoría de la construcción sino porque reproduce relaciones de poder.
social permiten entender cómo estas Este proceso de asignación de roles, basado
mujeres se auto des-identificaron del género en la identificación biológica con los sexos,
asignado. Del mismo modo, que explica que atribuye rasgos negativos a las mujeres que
el nosotras del movimiento de mujeres en le impedirían, por ejemplo, desempeñarse
contra de la guerra no es homogéneo como en actividades militares, pero al tiempo
lo pretenden sus líderes, sin negar que ellas subvalora los atributos definidos como
estén construyendo, de manera cada vez femeninos —cuidar a los otros a pesar de las
más incluyente, una identidad colectiva, adversidades, defender la vida, ser tolerantes,
desde una perspectiva emancipatoria y pacientes y moderadas—, indispensables
por una necesidad política de lucha. Una para lograr la paz.
identidad estratégica, coyuntural, que tiene Es necesario, entonces, utilizar el
como objetivo inmediato, la negociación género como categoría social construida
política del conflicto armado colombiano y herramienta clave para desbiologizar
en el que participen, de manera activa, las el destino de hombres y mujeres y la
mujeres que el movimiento dice representar. naturalización de los sexos, reforzada por
En este sentido, el análisis propuesto, la persistencia simbólica de la dicotomía
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mujer pacífica/hombre violento (Magallón, local, con las que se califican los aportes de
1998). En los conflictos armados internos, las mujeres en estas acciones, neutralizan la
las guerras entre Estados y las acciones posibilidad de reconocimiento simbólico a
terroristas, se niega su participación con sus contribuciones.
el señalamiento de su incapacidad para el Las representaciones sociales dominantes
ejercicio de la violencia. No obstante, con han construido la idea de que los hombres van
esta afirmación, en ningún momento se a la guerra convencidos de su legitimidad,
sostiene que la mujer deba ser una fuente no obstante, la realidad puede mostrarnos
generadora de violencia, pero sí se resalta, excepciones. “En toda guerra, en cualquier
como lo comprueban algunos estudios, que bando, hay hombres asustados y corriendo,
“la guerra ha sido motivo de preocupación y luchando renuentemente y ávidos de volver
posicionamiento individual y colectivo para a casa, incluso resistiéndose valientemente a
las mujeres de todas las épocas históricas las órdenes de matar” (Ruddick, 1989: 218).
e independientemente de que sus voces de Y, cada vez más, las mujeres escogen entrar a
protesta y/o beligerancia fueran reconocidas los ejércitos nacionales, a las guerrillas, a los
en los ámbitos de las decisiones públicas” grupos paramilitares, a las bandas terroristas
(Nash y Tavera, 2003, p. 9). y a los grupos delincuenciales, por voluntad
Se esperaría entonces que si las mujeres propia. Pero ha sido la supuesta propensión
son invisibilizadas como combatientes y masculina hacia la guerra la que se explica
su debilidad natural las condiciona a ser tanto por razones sicológicas, históricas,
pacíficas, la historia tomará en cuenta sus como de socialización de los varones en
gestas por la paz. Pero del mismo modo la actividad guerrera, no la femenina. Pese
que con sus actuaciones en las guerras, su a ello, es necesario clarificar que “... la
presencia en las acciones pacíficas está masculinidad de la guerra es en buena parte
limitada por la separación público/ privado. un mito que sustentan tanto mujeres como
La conservación y la consecución de la paz varones en su apoyo a la guerra” (Ruddick,
también han sido consideradas misiones 1989, p. 81). “Si los varones fueran
masculinas para garantizar la protección intrínsecamente agresivos no harían falta ni
de la familia, la comunidad, la propiedad los reclutamientos, ni el entrenamiento en la
y la Nación. Sin embargo, en todos estos misoginia, ni héroes estilo macho” (Osborne,
cometidos, se ha convocado a las damas 1993, p. 155). Del mismo modo, los rasgos
mediante estrategias de representación de adjudicados a las mujeres tendrían que ser
identidades urbanas y ciudadanas, invocando razones suficientes para que éstas fueran
su deber patriótico o reclamando su por unanimidad críticas del militarismo y
participación en acciones protectoras; casos la destrucción, pero se recuerda que esos
en los cuales la feminidad no constituye rasgos femeninos también han servido
ningún obstáculo. Por el contrario, en varias para apoyar las guerras. “Es decir, que
oportunidades, esos atributos femeninos se el “universal” pacifismo femenino es tan
solicitan para impedir el asedio enemigo o, mítico como la “universal” agresividad
incluso, la subversión de los tradicionales masculina” (Osborne, 1993, p. 155).
estereotipos de género para acompañar a Un planteamiento que, cada vez
los varones en acciones de resistencia. No más, comprueba los estudios sobre la
obstante, las evocaciones de patriotismo participación de las mujeres en las guerras,
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debatido desde los enfoques literario, masculino y prevenir la dependencia de


histórico e iconográfico. O, los que intentan varones negros voluntarios”, lo que aumentó
analizar su implicación en los conflictos el número de reclutas mujeres. A pesar de estas
del Siglo XX, deteniéndose en variables evidencias, los obstáculos para la presencia
sociológicas relacionadas con la influencia femenina en la línea de combate mantienen,
de los movimientos sociales y en especial argumentando, la necesidad de protegerlas
del feminismo. Entre ellos, el análisis y, de paso, perpetuar la imagen masculina
feminista que destaca su participación del combatiente. Todavía se observa, en
en la Primera Guerra Mundial, que les diferentes conflictos, una ideologización
habría permitido salir del ámbito privado e de las diferencias sexuales en la instrucción
insertarse, con legitimidad, al mercado de militar, a pesar de las transformaciones en la
trabajo para ocupar las vacantes de quienes manera como se enfrenta al adversario y la
iban a combatir. Una razón más para apoyar profesionalización del Ejército.
la guerra, así como tradicionalmente habían En su artículo, "La construcción social
apoyado a hijos, hermanos, padres, maridos de la belicosidad viril", Tortosa (1998)
y amantes, tanto por patriotismo como por sustenta que la exclusión femenina del
la supuesta justicia de sus gestas. enfrentamiento armado se ha reforzado con
Otras discusiones centradas en la ideas tan erróneas de las mujeres como el
implicación directa de las mujeres en tener menor fuerza física, su repugnancia
los conflictos armados señalan que las por el derramamiento de sangre, ser dadoras
complejidades que enmarca esta cuestión se de vida, ser un blanco fácil del enemigo,
relacionan con su creciente incorporación en tener períodos menstruales, embarazarse,
los aparatos militares de ejércitos, bandas, entre otras. Argumentos que no dejan
guerrillas y grupos paramilitares durante el de ser subterfugios para su exclusión de
Siglo XX, centuria caracterizada como la este espacio, si se tiene en cuenta que no
más violenta de la historia de la humanidad, todas las mujeres cumplirían con estas
tanto por el gran número de conflictos y características y que los métodos de guerra
guerras como por las cuantiosas víctimas se han modernizado y ya no se requiere
que dejaron (Hobsbawm, 1996). fuerza, sino resistencia e inteligencia para
Las mujeres se han incorporado, manejar las nuevas armas de destrucción. Y
paulatinamente, a los ejércitos en muchos que además, alrededor del setenta por ciento
países del mundo. En Estados Unidos del componente de un ejército moderno ya
constituyen al menos el 10% del Ejército. no participa en el enfrentamiento directo,
“No han sido las más “violentas o agresivas”, sino en actividades meramente logísticas. Un
sino aquéllas que contemplan esta vía como análisis que complementa Fernández (2000)
una importante forma de promoción social, en su artículo "Sexo, rasgos y contextos", una
de ahí que sean mayoría las componentes de visión crítica de la agresividad y su relación
las minorías negras e hispanas, que tienen con el género, sustentando que “el rasgo de
vedado o más difícil que otras mujeres sus agresividad de los individuos implicados
vías de ascenso social” (Osborne, 1993, en las guerras del futuro, sean hombres o
p. 156). Enloe (1994) plantea que esta mujeres, será cada vez menos importante
apertura del Ejército norteamericano se dio en la medida en que las guerras sean más
para “compensar el fin del reclutamiento “limpias” (Fernández, 2000, p.179).
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Método Se entablaron conversaciones con


las guerrilleras recluidas en la Cárcel de
Mujeres, de la ciudad de Cali, y se utilizaron
Participantes
21 entrevistas realizadas a excombatientes de
Los resultados que aquí se presentan
diferentes grupos insurgentes (ELN; Ejército
dan cuenta de dos formas de participación
Popular de Liberación, EPL; Corriente de
política no convencional de las colombianas
Renovación Socialista, CRS, y El Movimiento
en un contexto de conflicto armado interno.
19 de Abril, M-19), proporcionadas por
En primer lugar, se analiza la experiencia
las investigadoras Christiane Lelièvre,
de un conjunto de mujeres vinculadas a las
Isabel Ortiz y Graciliana Moreno, para su
guerrillas del ELN, EPL, M19 y CRS, a
estudio, "Haciendo memoria y dejando
partir de los años setenta hasta el proceso
rastros". Encuentro con excombatientes
de desmovilización de estos grupos en la
del Nororiente de Colombia, publicado,
década del noventa. En segundo lugar, se
en 2004, por Unifem y la Fundación
analiza la creciente participación en las
Mujer y Futuro. Además, se utilizaron
distintas organizaciones que conforman
testimonios de excombatientes publicadas
el movimiento de mujeres en contra de la
en la Web, en textos autobiográficos y otras
guerra, promotor del acuerdo humanitario,
investigaciones. En tercer lugar, se utilizan
la solución negociada del conflicto armado
las observaciones y el seguimiento de las
y la visibilización de la violencia contra las
acciones colectivas del movimiento de
mujeres.
mujeres en contra de la guerra en diferentes
municipios de Colombia, durante casi tres
Tipo de investigación años, desde finales del 2002 hasta mediados
Por el carácter del problema analizado, del 2005 y los testimonios de 37 de sus
se optó por una perspectiva cualitativa líderes, militantes intermedios y activistas
de investigación, que recurre al análisis de base, quienes fueron entrevistadas en sus
documental y a la etnografía, a los relatos de lugares de origen (Bogotá, Medellín, Cali,
vida y a la observación no participante. Una Bucaramanga, Popayán, Barrancabermeja,
estrategia que emplea variadas fuentes de Mocoa, entre otras ciudades). Además de la
información empírica y diversos materiales revisión de un amplio archivo documental
bibliográficos. Se realizaron observaciones de actas, panfletos, comunicados,
directas, desde 1998 hasta 2000, en territorios manifiestos y otros informes que producen
controlados por las guerrillas de las Fuerzas estas organizaciones. Entre las fuentes
Armadas Revolucionarias de Colombia, secundarias se cuentan las entrevistas e
FARC, y el Ejército Nacional de Liberación, informes publicados en prensa y páginas
ELN, primero, en el departamento del Web, así como los resultados de diferentes
Cauca, siendo funcionaria del Plan Nacional investigaciones realizadas en Colombia
de Desarrollo Alternativo, y después, en la sobre las dos temáticas. La literatura
antigua zona de distensión, como funcionaria especializada, en que se apoya la tesis, fue
del Programa de las Naciones Unidas para consultada en diversas bibliotecas y centros
la Fiscalización Internacional de las Drogas, de documentación de España y Colombia.
Undcp, durante los diálogos de paz entre el
Gobierno del presidente Andrés Pastrana y
las FARC.
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Procedimiento cese de la confrontación y la violencia, es


Para el procesamiento y análisis de la decir que, también desde tiempos remotos,
información se empleó algo más de dos las mujeres subvierten esos estereotipos
años. Por el volumen de las trascripciones, de la feminidad esencial, se rebelan a la
consignado en 1.154 folios, en formato de autoridad patriarcal y, de ese modo, se
texto, se utiliza el Ethnograph 5.1, un versátil convierten en sujetos políticos, algunas
software que permite revisar y pensar veces, liberándose de los cautiverios3 de
permanentemente los materiales en sesiones la construcción identitaria tradicional de
analíticas o conceptuales, que funciona género, y otras veces, reforzando esas
como un buscador de segmentos y permite adscripciones genéricas tradicionales.
codificar, organizar y presentar datos según Esa presencia política de las mujeres en
las categorías propuestas en el análisis. En acciones violentas o en acciones por la paz
el análisis de la información primaria se no ha sido fácil. Todo lo contrario, ellas han
recurrió al empleo de los relatos de vida, tenido que vencer obstáculos de diferente tipo
desde una perspectiva etnosociológica como para ser aceptadas en las rígidas estructuras
la que propone Bertaux (2005). Se estudia armadas, aunque sin una total aceptación por
un fragmento particular de la realidad parte de los combatientes varones y sin que
socio-histórica y se indaga por un objeto hayan sido representantes de su género. En
social para comprender cómo funciona y las labores de resistencia no les ha ido mejor,
cómo se transforma, cómo se configuran su osadía les ha implicado sacrificios y
sus relaciones sociales y cuáles son los postergaciones de sus proyectos individuales.
mecanismos, los procesos y la lógica de Por ello, esta investigación avanza en
acción que lo caracteriza. análisis, que intenta ser comparativo, de
estas dos experiencias: la incursión de las
mujeres en las guerrillas comunistas, en los
Resultados
años setenta, y su reciente incorporación
La guerra para conseguir la paz o la paz
en el movimiento social que ha surgido
para frenar la guerra. Dos opciones políticas
para contrarrestar las violencias contra las
de las colombianas.
mujeres, en el marco del conflicto armado.
También en Colombia, las mujeres
han sido designadas como sujetos pasivos,
irreflexivos, frágiles e indecisos, unas Cuando ellas deciden ser guerreras
características que las alejaría del ejercicio Las condiciones históricas, asociadas a
de la violencia y, por lo tanto, del espacio la trayectoria política de sociedades como
donde ella se despliega, la guerra. Pero, a la colombiana, fueron imponiendo a los
pesar de asignarles unos rasgos apropiados grupos armados la necesidad de ampliar el
para la defensa de la vida como la capacidad ejército revolucionario. Es, precisamente, en
nutricia, la comprensión y el sentimentalismo, ese momento cuando se permite el ingreso
no se les ha permitido liderar acuerdos y de las mujeres en los frentes de combate, a
pactar la paz entre bandos enfrentados. Sin pesar de las fuertes contradicciones de los
embargo, en múltiples ejemplos históricos varones para aceptarlas como homólogas en
ellas aparecen como crueles y despiadadas 3
El concepto de cautiverios es desarrollado por Lagarde (1993)
guerreras, como aliadas acérrimas de algún para indicar los prototipos femeninos reconocidos (madresposa,
grupo o a título individual, para solicitar el puta, monja o loca). Para ella, el de mayor valoración social es el
de madresposa.
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el campo de batalla. Entre los principales libertades de la vida. No exigían autonomía


factores que estimularon el reclutamiento o emancipación universal ni cuestionaban
femenino, en los setenta, se encuentran: las estructuras de poder o las designaciones
a) los cambios en la naturaleza política de la feminidad, no pretendían producir
de la lucha guerrillera; b) la percepción grandes cambios sistémicos ni luchaban
del peligro que implicaba perder el apoyo para hacerse con el poder. Sólo aspiraban
de las mujeres, si se vinculaban a los a dejar de vivir para los demás y vivir su
partidos tradicionales, lo que desdibujaba la propia vida, liberándose de las ataduras
sensación de crisis del sistema democrático patriarcales: el matrimonio y la maternidad.
en el que se sustentaba la lucha armada, y La tercera razón, la necesidad de
c) la difusión del pensamiento feminista, venganza, emplazó a aquellas que como
que mostraba la necesidad de luchar por víctimas de la violencia política buscaban
las inconformidades propias, pero que con resarcir los daños a su familia o a su
habilidad política los dirigentes de izquierda comunidad, inflingiendo violencia a sus
encauzaron como una lucha proletaria. verdugos, desde la estructura que les
Convocadas para hacer “la revolución”, proporcionaba el grupo armado. Este
las mujeres aceptaron integrar las guerrillas, interés, en principio individual, se va
pero no confluyeron en masa al aparato definiendo por lo que surge de la situación,
armado como ocurrió en otros países de con el tiempo se identifican con el colectivo
América Latina (Vásquez et al, 1996; Las y logran compenetrarse con sus lógicas e
Dignas, 1996) ni todas lo hicieron por las ideales. No obstante, esta decisión no es
mismas razones, una distinción fundamental, tan libre y sopesada como las anteriores,
que dará cuenta de su militancia y del nivel porque se determina por la fuerza de las
de compromiso que asumieron con la circunstancias.
organización armada. Se sostiene que ellas, El último tipo, la incitación para integrar
igual que los varones, tendrían múltiples un ejército, logró integrar a las mujeres
motivos para integrar los grupos armados, que demostraron interés por alcanzar el
pero en esencia habría cuatro tipos de estatus de combatiente, portar armas, vestir
motivaciones para la incorporación. La el uniforme militar, ser reconocidas en su
primera razón, denominada, en este caso, comunidad, igualarse con los hombres en el
altruista, estimuló la participación de mujeres combate y soportar las difíciles condiciones
con mayor sensibilidad social, convicción de la vida en los campamentos. Para ellas
política y que estaban imbuidas por la idea no habría una motivación profunda ni
del triunfo cercano de la revolución. Tenían subyacente de ayudar a otros. Su ingreso
la rebeldía de una juventud inconforme con a la guerrilla era un sueño o un proyecto
la situación sociopolítica que vivía el país individual en sí mismo.
y, por ello, consideraron necesario asumir En estos tipos de incorporación a las
su actuación como un deber histórico y una organizaciones armadas primó la capacidad
responsabilidad social. de decisión y la libertad de elección de las
La segunda motivación, la emancipación mujeres para participar en los proyectos
de la autoridad masculina y de la tradición políticos que aquellas encarnaban, aunque,
familiar, convocó a quienes reclamaban, claro está, el contexto y la época fueron
desde su individualidad, las pequeñas determinantes en su alistamiento. No
74 MARÍA EUGENIA IBARRA MELO

obstante, por las respuestas obtenidas, se efecto, todas concuerdan en que el ingreso
podría concluir que la última opción fue a las guerrillas constituyó un hito en sus
menos atractiva. Un contraste entre estas vidas y, como consecuencia de esa ruptura
razones y las que motivan el ingreso a las en sus trayectorias vitales, se expusieron
guerrillas, después de los años noventa, a las transformaciones que provocaría
amerita otra investigación, porque, esta experiencia en su identidad personal.
como plantean los analistas del conflicto Dejarían de identificarse como
colombiano, los actores armados se han mujeres, madres, estudiantes, profesionales,
adaptado a la trayectoria de la confrontación cristianas o campesinas, para pasar a ser
y, por lo tanto, las estrategias de cooptación proletarias, por lo tanto, a formar parte del
para la militancia habrían cambiado (PNUD, sujeto revolucionario de la historia. Una
2003). nueva identidad construida en el proceso
Esta exploración constituye una de representación, que implica la admisión
interpretación plausible más que una radical de distinción positiva. Una identidad
explicación única sobre las formas de que sólo puede construirse en relación
vinculación de las mujeres a los grupos con el Otro, en este caso, con lo que el
armados, pues se recurre a la memoria, la revolucionario no es, con lo que justamente
reflexión, los juicios morales, las facultades le falta, con lo que Derrida (1981), Laclau
intelectuales, el bagaje cultural y hasta (2000) y Butler (2001) han denominado su
la ideología de las entrevistadas para afuera constitutivo.
reconstruir los hechos. Se Indaga en los En esa homologación con los oprimidos,
relatos, teniendo claro el contexto social, la esperanza de conseguir las incipientes
económico y político de la época, para reivindicaciones feministas, que surgen en
relacionarlo con sus motivaciones. Un el frenesí inicial de su partida, es fugaz. En
ejercicio que permitió observar el campo la guerrilla fundamentarán su identificación
de posibilidades ofrecidas para el ingreso con el proyecto revolucionario y se sentirán
a las organizaciones armadas y cómo las más proletarias que mujeres, porque en el
mujeres estaban impelidas a participar en espacio de la guerra las reivindicaciones
esos proyectos. genéricas no son primordiales. Por lo tanto,
Cuando las mujeres entran en las filas los intereses de género fueron subsumidos
de las organizaciones armadas infringen los o pospuestos indefinidamente, y aunque
imperativos asignados por la cultura patriarcal. muchas buscaron la supuesta unidad y
Con su actuación cuestionan esa identidad cohesión femenina no hallaron más que
integral, originaria y unificada y el proceso una ilusoria afinidad en ciertos intereses
de sujeción a esas prácticas discursivas individuales, que no siempre ameritaron
que les había dado una identificación, en el ser discutidos. Al final, aceptaron que las
sentido que lo propone Hall (2003). Es decir, guerrilleras no actuaban en tanto agentes de
la identificación como una construcción, una identidad denominada mujeres, aunque
como un proceso nunca terminado, que es se identificaran con el sexo femenino, y
posible ganarlo o perderlo, sostenerlo o sus valoraciones y conductas, respecto a
abandonarlo, un proceso de articulación, distintos ámbitos de la vida social, estuvieran
una sutura. Por lo tanto, la identidad no es también condicionados por ese polo de su
esencial, sino estratégica y posicional. En identidad personal.
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Con el argumento de luchar por la reproches no invalidan su experiencia, por


igualdad, a partir de conquistar el poder el contrario, ellas valoran las vivencias y los
para el proletariado, se justificó su posición aprendizajes en ese espacio; la actitud crítica
subordinada en el grupo y por ello se y reflexiva que asumieron frente a la realidad
plegaron a la autoridad masculina, fueron del país y su capacidad para sacrificar sus
abnegadas militantes y actuaron de acuerdo proyectos individuales por los comunitarios,
con la designación socio sexual que habían aunque son críticas de los dogmatismos que
aprendido. Otras se rebelaron contra el rigieron las organizaciones y el privilegio del
autoritarismo y asumieron las consecuencias proyecto militar sobre el político, impuesto
de su insumisión con descalificaciones, con en la orientación de la lucha. Juzgan con
la infravaloración de sus aportes y hasta con tristeza el desgaste en la formación militar,
la expulsión de la fuerza revolucionaria. La la poca preocupación por el debate político
visión retrospectiva les permite explicar y la pérdida de vidas humanas en los
que sus esfuerzos fueron insuficientes enfrentamientos, las desapariciones y los
para lograr la solidaridad femenina en los secuestros en los que participaron.
frentes y posicionarse para demandar la En últimas, sienten complacencias por
discriminación contra las mujeres. Pero haber trasgredido esos estereotipos de la
también son conscientes de que el grupo feminidad esencial y, sobre todo, por su
armado sólo reproducía el orden simbólico actuación política en un movimiento social
tradicional de representación de los que aspiraba a trasformar la realidad del país.
géneros, como lo han expresado en distintas Tienen la percepción de haber hecho lo que
entrevistas realizadas para estudios, como los correspondía a su época y al contexto político
presentados por Arango (1985); Sánchez y de la sociedad en la que vivían. Resaltan
Sánchez (1992); Toro (1994); Alape (2000); el carácter frenético de la experiencia, la
Mosquera y Holguín (2001); Lelièvre, intensidad de cada momento y la excitación
Moreno y Ortiz (2004) Blair y Londoño que les producía identificarse con esos
(2004), Londoño y Nieto (2006) o en los ideales políticos, actuaron con cordura y
textos autobiográficos de Vera Grabe (2000) sosiego y cedieron al desenfreno del amor y
y María Eugenia Vásquez (1998, 2000). la sexualidad. En el escenario de la guerra,
Por esas vicisitudes de la militancia también se liberaron de sus miedos, sus
aplazaron sus sueños y proyectos, una pérdida prejuicios y sus moralismos frente al deseo
que les deja la experiencia en la guerrilla. sexual y la vivencia de nuevas prácticas
Después de la desmovilización, muchas eróticas. Aunque reconocen que creyeron,
no han logrado recomponer sus relaciones ingenuamente, que la igualdad sexual o,
familiares, perdieron la solidaridad del grupo incluso, la superioridad de las mujeres
y volvieron a actuar en concordancia con con relación a los hombres se demostraba
los preceptos genéricos de los matrimonios físicamente en los entrenamientos; a través
convencionales. Otro menoscabo individual, del control emocional cuando ejecutaban
que afectó directamente su posición actos crueles o aumentando su capacidad
en la sociedad, fue la disminución del de seducción y disfrute de la sexualidad con
reconocimiento político y del estatus que el mayor número posible de compañeros
ostentaban mientras permanecieron en las sexuales. Sin que esto las hiciera conscientes
organizaciones armadas. Sin embargo, estos de estar actuando para modificar la
76 MARÍA EUGENIA IBARRA MELO

sexualidad y, como dice Touraine (2005, p. su identidad proyecto. Es decir, que quienes
243), liberarla del papel inferior que ocupa se suman a la propuesta de las feministas
en la relación heterosexual, que pretende ser y sindicalistas empiezan a rechazar la
la única sexualidad «normal». posición devaluada de las mujeres por las
lógicas de dominación y de manera conjunta
Contra la guerra las mujeres se toman edifican trincheras de resistencia que
la palabra resaltan los principios morales de oposición
En contraste con esas mujeres que al armamentismo y la violencia. Y lo hacen
optaron por la vía armada y “hacer la porque disponen de materiales culturales que
guerra” para conseguir la anhelada paz del les permite redefinir su posición social, pero
país, entendida como la justicia social y la sobre todo, proponer la transformación de la
equidad, otras, ante el recrudecimiento del estructura social, un proceso al que Castells
conflicto, deciden unirse para frenar la guerra, (1998) denomina identidad proyecto.
denuncian las múltiples violencias que las Las colombianas siguen confrontando al
afecta y solicitan mayor participación en los Estado, pero no lo hacen radicalmente, han
procesos de diálogo y negociación con los cambiado la vieja táctica de actuación, desde
actores armados. Su entrada en escena en el los márgenes de la política, para desplegar
mundo público estaría redefiniendo el poder diferentes estrategias de negociación,
político y la forma de entender la política vigilantes y fiscalizadoras de la acción
en el país (León, 1994, 2000). Su acuciosa institucional. Tampoco han abandonado el
participación en la vida comunitaria, en las proyecto emancipatorio del feminismo ni
movilizaciones sociales y en las actividades sus reivindicaciones para la ampliación del
cívicas permite plantear que cada vez más contenido, las garantías y el ejercicio de
esas acciones colectivas de las feministas, la democracia, es decir, su autoinstitución
las sindicalistas, las mujeres populares e como ciudadanas (León, 2000). Sin embargo,
independientes, las negras e indígenas, estas reivindicaciones estarían cediendo
las jóvenes y las víctimas directas de la ante la urgencia de reclamar el respeto a los
violencia, se están nutriendo de formas derechos fundamentales, en una sociedad
alternativas de participación política, varias que registra niveles altos de vulneración de
de ellas de carácter subversivo. En efecto, éstos en parte por el conflicto armado, por
en los últimos años, estas colombianas han ello, han asumido la responsabilidad civil
establecido nuevas relaciones con el poder y de luchar por salidas a la crisis del país. Su
emergen como sujetos políticos, incursionan objetivo inicial propone frenar la guerra para
en campos vedados, se apropian del espacio conseguir la paz, una paz que no sólo silencie
público y construyen nuevas identidades los fusiles, sino que se construya a partir de
sociales, sin que ello quiera decir que ya no la reconciliación entre los colombianos, en
estén excluidas de otros poderes, tanto en lo un proceso que contemple como principios
público como en lo privado. la verdad, la justicia y la reparación de las
De acuerdo con Castells (1998), no víctimas, desde la perspectiva de género,
sólo estarían construyendo una identidad teniendo en cuenta las diferencias en la
de resistencia, que se opone a la identidad afectación y, por supuesto, las étnicas y las
legitimadora impuesta por las instituciones de clase, entre otras. En estas organizaciones
dominantes, sino que a la vez avanzan en los discursos de género y paz se yuxtaponen
GUERRILLERAS Y ACTIVISTAS POR LA PAZ EN COLOMBIA: INCURSIÓN POLÍTICA Y RUPTURAS IDENTITARIAS 77

como bien lo define Tovar (2001), cuando social y política dedicada al trabajo con
señala que la búsqueda de las mujeres se las mujeres, ya sea como funcionarias o
enlaza con las denuncias por el secuestro, dirigentes de ONG, fundaciones u otro tipo
las desapariciones forzadas, entre otras de organizaciones. Son reconocidas por
violaciones de los Derechos Humanos. defender un discurso feminista pacifista que
La propuesta inicial de un puñado de se opone a la violencia y a sus protagonistas.
feministas y sindicalistas, para evidenciar Todas ellas, las de vanguardia, las del grupo
los efectos negativos del conflicto en la vida pendular y las iniciadas intentan con este
de las mujeres, fue acogida por líderes y argumento, y desde la plataforma de sus
organizaciones de distintos sectores que, con iniciativas de paz, actuar en la creación
variadas acciones colectivas, reclamaban al de nuevos sentidos para las mujeres y en
Estado y a los actores armados irregulares el luchar con sus acciones colectivas contra la
cese de la violencia (Ruiz, 2003). Aunque discriminación de género.
claro está, las organizaciones de paz no En el segundo grupo, se adscriben
están solas en la promoción de las acciones las trabajadoras afiliadas a sindicatos y
colectivas por la paz, también las ONG centrales obreras. Son activistas con amplia
de Derechos Humanos y las agencias de experiencia y tradición reivindicativa de
cooperación cumplen un rol complementario sus derechos gremiales y pioneras en la
en la conformación de iniciativas de creación de las secretarías de la mujer en
paz (García, 2006). Adicionalmente, sus respectivos sindicatos. A pesar de contar
se debe resaltar que el activismo de las con este acumulado político y organizativo,
mujeres por la paz está antecedido por reconocen que el encuentro con las feministas
distintas expresiones del movimiento de propició el vuelco de sus militancias hacia
mujeres que han venido trabajando en la la defensa de los derechos de las mujeres y
influencia política a favor de sus derechos la búsqueda de la paz.
(Tobón, 2003) Por lo tanto, el proceso de El tercer grupo, lo constituyen las
incorporación al movimiento de mujeres en mujeres de las organizaciones populares,
contra de la guerra es diferenciado. En él quienes se han retraído de los movimientos
confluye una multiplicidad de individuos con sociales y van ganando independencia frente
características diversas. En sus trayectorias a las instituciones y la Iglesia. Se caracterizan
de participación y ejercicio político existen por la reivindicación de derechos de primera
amplias diferencias, hay viejas militancias, generación y por la ejecución de proyectos
pero también recorridos recientes. Mientras autogestionados o financiados con recursos
algunas se estrenan en las asociaciones de de Cooperación Internacional. En la
víctimas, otras tienen un largo historial actualidad se movilizan para denunciar su
en distintos colectivos, que van desde los vulnerabilidad frente a las acciones armadas
grupos estudiantiles hasta la militancia y la violencia en sus hogares.
en varios movimientos sociales, como el En el cuarto grupo, están las mujeres
feminista, el obrero y hasta el armado. que provienen de las organizaciones étnicas,
El primer grupo lo integran las viejas como las indígenas y las afrodescendientes,
y nuevas militantes feministas, unas incorporadas de manera reciente a las
moderadas y otras radicales, son líderes luchas de las mujeres. Aunque no renuncian
con una amplia trayectoria de participación a su identidad étnica ni a la defensa
78 MARÍA EUGENIA IBARRA MELO

vehemente de su autonomía, su libertad o Humanos, lo que en buena medida obedece


el reconocimiento cultural, se vinculan a al proceso de empoderamiento de las mujeres
las acciones colectivas contra de la guerra, que participan en las acciones colectivas
aportando sus repertorios de acción y por la paz, un proceso que se sustenta en
reivindicación política, el activismo por la el affidamento y la sororidad entre las
paz y sus creativas formas de resistencia civil. mujeres. Dos prácticas del feminismo de la
En el sector de las víctimas de la diferencia que han contribuido a aumentar
violencia confluyen quienes se organizan el entramado organizativo del movimiento y
para denunciar las violaciones a los a dotar con argumentos políticos y jurídicos
Derechos Humanos y al DIH y para presionar las reivindicaciones y los discursos de
acuerdos que eviten más violencia contra las mujeres de distinta condición social,
los individuos, los bienes y la cultura. Se pertenencia étnica, formación académica,
destacan las desplazadas, las familiares de creencia religiosa, grupo generacional,
los secuestrados y los desaparecidos, las ubicación geográfica, estado civil,
campesinas mestizas y negras y las liderezas orientación sexual y niveles de afectación
barriales de los sitios asediados. Las une el de la violencia.
sufrimiento que produce la violencia, un Mediante estas prácticas se ha impulsado
elemento que han convertido en su discurso un sistema de relaciones sociales propio,
político. una relación de affidamento, en el sentido
En el último grupo se ubican las de reconocerse como mujeres, autorizarse a
independientes. No están adscritas a ningún sí mismas y encontrar la fuente del valor que
colectivo social, a pesar de su afinidad les ha expropiado la cultura patriarcal. Todo
étnica, su posición de clase, su filiación esto, claro está, parte del conocimiento de la
política o, incluso, su preferencia sexual. La diferencia sexual. Mediante el affidamento
mayoría son profesionales que trabajan en el se pretende evitar “que la diferencia
fortalecimiento de procesos de organización femenina quede englobada en un sistema de
y participación comunitaria, dotando a las medidas neutras”, es decir que, “antes que
mujeres de un discurso político que las la justicia se debe asegurar la salvaguarda
reconozca como constructoras de equidad y de la calidad original de la experiencia
defensoras de derechos. Ellas contribuyen, femenina” (Librería de mujeres de Milán,
desde su posición autónoma, a enriquecer la 1991, p. 175).
diversidad de estas mujeres que emprenden Esta orientación feminista lucha contra
acciones colectivas en contra de la guerra en la imagen de la mujer oprimida y busca que
Colombia. ella se represente a sí misma, se reafirme. De
La vanguardia de estas iniciativas modo que, la política de las mujeres propugne
recae en las feministas y las sindicalistas. por la valoración social de la diferencia, pues
Sin embargo, cada vez son más notables la justicia procede uniformizando, es decir,
los liderazgos regionales y locales de las anulando la particularidad. La política de
mujeres populares, de las negras y las las mujeres acudiría a otras formas, a otras
indígenas y los destacados protagonismos prácticas de creación y recreación de la vida
de las víctimas frente a las instituciones, humana y la convivencia (Muraro, 2005: 44).
los actores armados y los Organismos En esta nueva práctica política, enfatizan
Internacionales de defensa de los Derechos en la necesidad de recuperar y afianzar las
GUERRILLERAS Y ACTIVISTAS POR LA PAZ EN COLOMBIA: INCURSIÓN POLÍTICA Y RUPTURAS IDENTITARIAS 79

relaciones entre mujeres, es decir, practicar con la realidad. La otra práctica, la sororidad
el affidamento como sistema de relaciones -hermandad-, plasmada en la acción y en la
de fidelidad y confianza que fortalecen a las participación política, ha sido el fermento
mujeres y no definido, en términos jurídicos, de los pactos entre mujeres, logrados a
como la custodia. Se pretende incrementar partir de la toma de conciencia, así como
el apoyo, el entendimiento y la solidaridad el cuestionamiento de la subordinación y la
de género para emprender acciones políticas relegación diseñadas por la cultura patriarcal.
desde el ser mujer, desde la diferencia. De Es la solidaridad entre mujeres que se aleja
modo que el hacer política procure que las de la simple empatía o la compasión y se
mujeres se reconozcan iguales entre sí, en acerca más a la posibilidad de construir una
tanto que comparten ciertas experiencias comunidad.
de vida, que tienen una forma semejante de Las líderes de estas acciones colectivas
afrontar situaciones o problemas. en contra de la guerra se han concentrado
Esta nueva forma de hacer política, en generar espacios y estrategias de
desde los márgenes, es decir, una política visibilización, sin forzar una identidad
para transformar la cultura y no sólo la rígida, lo que se evidencia en la aceptación
sociedad, parte del análisis de los logros de organizaciones mixtas en sus estructuras
políticos conseguidos desde la participación y se expresa en la conformación de diversas y
tradicional que, muchas veces, refuerzan los contradictorias realidades en que se inscriben
roles sociales o los facilitan, pero que no los las mujeres y generan distintas posiciones de
modifican estructuralmente. Esto es, que a sujeto no siempre reductibles a su realidad
pesar de concretarse en políticas o medidas de género, como lo planteó Mouffe (1999)
favorables para las mujeres, ellos no en su análisis del movimiento feminista.
consiguen revertir la situación de opresión En ese sentido, tampoco estas acciones
y marginación. Tampoco denuncian la colectivas reflejan un proceso homogéneo
estructura de relaciones desiguales de poder de conformación de una identidad.
entre hombres y mujeres, por lo tanto, se Para la participación política en estas
quedan en el terreno de las reformas, que acciones colectivas no constituye ningún
si bien amplían algunas oportunidades, obstáculo su condición socioeconómica,
mantienen intacta la división sexual del cultural, educativa, religiosa, su orientación
trabajo. sexual, su estado civil, su edad, su
En estos tiempos, las mujeres consideran procedencia o, incluso, su filiación
indispensable entrar en el universo de lo política o el ejercicio de la maternidad. Un
simbólico, dar prioridad a la política en contraste importante con la participación
primera persona y significarse mujer desde de las mujeres en las guerrillas, donde las
el reconocimiento, no a pesar del sexo. militantes eran obligadas a deshacerse de
De acuerdo con Rivera (2005: 36), esta todas sus otras adscripciones sociales para
forma de hacer política ya fue considerada identificarse como revolucionarias. En esta
“una potencia transformadora de vidas intervención política, las mujeres usan un
concretas”. La transformación de sí es lo amplio repertorio de acciones colectivas que
más radicalmente político, de allí se deriva convoca cada vez a más personas y atrae el
que el propósito no sea transformar la activismo de aquellas que deciden salir de
realidad, sino cambiar la relación individual los cautiverios femeninos para participar en
80 MARÍA EUGENIA IBARRA MELO

la contienda política, en la deliberación y en la condición de las mujeres como dadoras


la construcción de lo público. Del mismo de vida; politizan sus duelos y sufrimientos
modo que lo hacen aquellos participantes maternales, el cuidado, la protección, la
en los que movimientos de la identidad o ética de las mujeres y esa supuesta distancia
nuevos movimientos sociales, que analizan frente al uso de la violencia como método
autores como Melluci (1994); Tarrow (1997) para resolver conflicto. Insisten en introducir
y McAdam, Tarrow y Tilly (2005). cambios en el lenguaje y en las prácticas
Sin duda, uno de los más importantes sociales y en borrar el predominio de las
ejercicios democráticos en los han imágenes masculinas que defienden posturas
participado es en la construcción de la bélicas, lo que al parecer es una estrategia
Agenda de las mujeres por la paz, liderada para afianzar la identidad de género de sus
por la Iniciativa de Mujeres Colombianas integrantes, para rechazar los valores bélicos
por la Paz, IMP (2003), que parte del asociados a la masculinidad y, de este modo,
reconocimiento de identidades diversas, fortalecer los valores universales.
múltiples y cambiantes de las colombianas. En todas estas interacciones políticas
Un ejercicio que además propuso desentrañar es cada vez más visible la trasgresión de
el continuum entre violencia patriarcal y los valores de la sociedad patriarcal. Una
militarismo y encontrar una solución a esas insubordinación que les está saliendo cara,
exclusiones que impedían o dificultaban la pues cada día se incrementa el número
participación de las mujeres en los distintos mujeres víctimas del poder autoritario de
ámbitos de la vida política nacional. En los actores armados y que son violadas,
general, sus manifestaciones en público mutiladas, secuestradas, desaparecidas,
producen ruptura con la convención, la desplazadas o intimidadas para que desistan
norma, la tradición y desafían la autoridad. de su impulso político. También ellas, como
Un ejemplo muy importante lo constituyen las guerrilleras, están renunciando a sus
las movilizaciones impulsadas por la Ruta proyectos individuales y exponen su vida
Pacífica de las Mujeres por la Paz, a los en sus acciones políticas que emprenden.
lugares más recónditos del país, un ejercicio Aunque es un proceso relativamente nuevo,
de soberanía política, de solidaridad con las los cambios en sus identidades ya se notan.
comunidades afectadas, de apropiación del Hasta las campesinas y las indígenas han
espacio público y de fortalecimiento de una empezado a cuestionar la forma en que la
ciudadanía negada a las mujeres. sociedad concibe lo femenino y lo masculino,
La habilidad política de estas iniciativas las normas de convivencia entre los sexos
se refleja en los contenidos de sus denuncias y los mecanismos de construcción de
y propuestas cada vez mejor sustentadas con subjetividades diferentes y abren el mundo de
recursos jurídicos, políticos, culturales y lo privado al escrutinio público (Ibarra, 2007).
hasta ecológicos. También es visible en los Estas mujeres que antes no tenían el
símbolos que se apropian para subvertir la respaldo o el espacio para hacer visible
cultura y alterar los procesos y estructuras que su diferencia habrían encontrado en el
reproducen esa posición subordinada de las movimiento una comunidad de referencia,
mujeres. Aunque, a veces, instrumentalizan pues, allí se reconocen en el sujeto colectivo
la feminidad, apelando a sus símbolos más que resignifica la experiencia femenina.
convencionales y tradicionales; refuerzan Quizás su trasgresión más importante sea la
GUERRILLERAS Y ACTIVISTAS POR LA PAZ EN COLOMBIA: INCURSIÓN POLÍTICA Y RUPTURAS IDENTITARIAS 81

superación de la maternidad biológica por la Discusión


maternidad política, como una oportunidad En esta constatación analítica de las dos
para afianzar las potencialidades del experiencias, tanto las guerrilleras como las
“pensamiento maternal” en la creación de mujeres que se incorporan a las acciones
una cultura de paz. colectivas por la paz habrían subvertido
En consecuencia, las mujeres habrían los estereotipos de la feminidad esencial al
pasado de la función reproductiva, incursionar en espacios vedados y desde los
puramente biológica, a una acción política que emergieron como sujetos políticos que
de reclamo y vindicación de su papel como confrontan las prácticas patriarcales. En ese
madres, y, como plantea Magallón, toman sentido, se puede afirmar, de acuerdo con
“la maternidad como una oportunidad para Alcoff, que "la identidad de género aparece
ejercer la libertad y extraer legitimidad para como un producto histórico, construido
interpelar el poder político, es algo que las a partir de la relación de cada individuo
mujeres latinoamericanas han hecho de un con un contexto cambiante, una red de
modo ejemplar” (Magallón, 2006, p. 234). elementos que tiene que ver con los otros,
Pero a pesar de estas transformaciones con las condiciones económicas, con las
que trastocan la identidad personal de las instituciones culturales y políticas, con las
integrantes de estas iniciativas, no podemos ideologías” (Alcoff, 1988, p. 433).
referirnos a un proceso homogéneo de Por ello, las guerrilleras, durante su
constitución de una identidad genérica mujer, militancia en los grupos armados, fueron
que defina los contornos sociológicos de las homologadas con el sujeto universal que
nuevas actoras políticas. Por el contrario, defendían esas organizaciones. Al final, en
lo que se evidencia, es la imposibilidad de las negociaciones de paz que condujeron
ciertas mujeres para concentrarse en una a su desmovilización serían nuevamente
pertenencia genérica, sin la interferencia de marginadas y al volver a la sociedad civil, los
otras posiciones de sujeto. Su conciencia comportamientos de género trasgredidos en
en torno al ser mujer, está intervenida por la militancia, volverían a ser representados
otros ejes de identidad que se enfrentan a de forma tradicional, claro está que existen
ésta, entre ellas la etnia, la edad, la clase, la excepciones en el conjunto de mujeres
orientación sexual e, incluso, su afectación (Ibarra, 2008). En las activistas por la paz,
por el conflicto. Por lo tanto, la elaboración por el contrario, el uso instrumental de esas
de una pertenencia preferencial a partir de su características que las diferencian de los
posición como sujeto genérico se complica, varones, es decir, la transformación de una
aún más, cuando otras identidades marcan identidad negativa en una positiva, el ser
y transforman su experiencia personal, maternal, les permite posicionarse como un
moldeándola con las exigencias de la actor político reconocido en los procesos
situación estructural o con pautas culturales. de negociación con los actores armados,
Incluso, dicho rasgo identitario —ser pero, sobre todo, incidir en una valoración
mujer— , es percibido, de manera difusa, o diferente de las mujeres como protagonistas
está subordinado a otras posiciones de sujeto políticas.
—ser negra o indígena, ser pobre, campesina, En este prolongado conflicto
joven o lesbiana— características que toman colombiano, las mujeres han sido víctimas,
primacía en su proceso de identificación y críticas y partícipes de la guerra, han sufrido
participación política.
82 MARÍA EUGENIA IBARRA MELO

sus rigores, y se han opuesto a su crueldad. Referencias


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