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Resumen
Abstract
and against the war in Colombia. Historical situations and the psychosocial
factors which were behind their decision to join one political option or another
are analyzed in a scenario in which many violent acts occur. The analysis is
based on the social construction theory and the gender perspective to explain
the make-up of the female identity of guerilla members and peace activists, and
questions the relevance of stereotyped thinking which attempts to explain the
social behaviours which distance themselves from the identities associated with
traditional concepts in which gender-related traits are distorted.
Resumo
Introducción
En este análisis no se pretende visibilizar otras colombianas superan los cautiverios
a las mujeres como una categoría especial de la feminidad esencial; politizan el
de víctima de la violencia política. Por el dolor, se convierten en actoras políticas
contrario, se supera esa imagen de personas que reclaman sus derechos al Estado y se
sacrificadas, violadas y desplazadas, para oponen a la violencia de los actores armados
mostrar que, en un contexto conflictivo legales e ilegales, desde la plataforma de un
como el colombiano, ellas participan en movimiento social.
el enfrentamiento, uniéndose a un actor El estudio sobre la participación política
armado, por voluntad propia y, a veces, femenina en Colombia y en América Latina
por las mismas razones que los varones. privilegia el análisis unidimensional, que
Pero también, de forma más reciente, ante enfatiza en la participación formal, en su
la degradación del conflicto, que afecta a presencia en los partidos políticos o en los
más civiles sin distinción (Pécaut, 2002), cargos de dirección del Estado, por elección
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popular o por designación. Por lo tanto, la sido subvertidas. Por lo tanto, se parte de
otra dimensión que indaga por las formas no entender que toda identidad —étnica, racial,
convencionales de participación política, en nacional, religiosa, de género —es social e
organizaciones armadas o en movimientos históricamente construida. Un proceso que
sociales, sigue siendo un campo que ofrece no es comprensible si no se entienden las
amplias posibilidades para explorar por las relaciones sociales de poder que sustentan
ciencias sociales. A pesar de su creciente su existencia.
presencia, en unas y otros, su intervención En consecuencia, analizar cómo se
todavía es tratada en términos agregados, elabora esa identidad devaluada de las
cuando no desconocida o subvalorada por mujeres y se perpetúa la discriminación
los científicos sociales. Adicionalmente, contra ellas, es también estudiar las
son escasos los estudios concretos sobre los estructuras de poder que las generan. Un
procesos de empoderamiento de las mujeres análisis en el que es preciso recurrir al aporte
en estas instancias, un reclamo que realizan de la teoría feminista, que desde sus distintas
las académicas de la región a los nuevos vertientes y planteamientos defiende la
investigadores. existencia de múltiples formas de ser mujer.
Estas formas de participación tendrían En menor medida, el estudio se apoya en la
múltiples posibilidades de interpretación, sin sociología de los movimientos sociales y en
embargo, este estudio opta por la perspectiva la herramienta del análisis del discurso, para
de género para explicar esas complicadas explicar el funcionamiento de las estructuras
elecciones políticas de las colombianas. A políticas y entender desde qué posiciones
continuación se observan los impedimentos hablan como actores sociales.
relacionados con la oposición de género Se utiliza el género como categoría
para la participación de las mujeres en la analítica para cuestionar ciertas
guerra y en la paz. En segundo lugar, se construcciones asumidas como “naturales”,
analiza su posicionamiento político en un por ejemplo, el eterno pacifismo y la
contexto de violencia estructural, tanto domesticidad de las mujeres, así como el
en las guerrillas como en el movimiento carácter construido de esa actitud tradicional
de mujeres por la paz. En tercer lugar, se hacia el género, que postula el sexo como
explican las modificaciones identitarias que determinante de una identidad genérica,
generan su incursión en estas instancias y asociada a la heterosexualidad, y que
cómo asumen el proceso de convertirse en ordena ciertos roles genéricos aceptados
sujetos políticos. por individuos con identidades uniformes
Este propósito, en sí mismo complejo, (Hawkesworth, 1997). El uso de esta
exige una aproximación teórica que explique categoría, en esta investigación, reconstruye
esos procesos de transformación identitaria problemas e inquietudes comunes a dos
que sufrieron las mujeres en su incursión grupos sociales, permite dar cuenta de
como actoras políticas. Por ello, en este la invisibilización de las mujeres en los
estudio, se opta por la perspectiva teórica grupos armados, al tiempo que explica
constructivista de la identidad y se utilizan cómo la asimilación de rasgos asociados a
sus herramientas conceptuales para entender la masculinidad, estructuraron identidades
cómo esas construcciones esencialistas desfeminizadas de las combatientes, que salvo
de la feminidad, que habían excluido a las en casos excepcionales reclamaron derechos
mujeres en ciertos espacios políticos, han particulares, es decir, desde una adscripción
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femenina. O, por el contrario, como los más que cuantificar, pretende mostrar la
otros sujetos, las activistas del movimiento diferenciación y asimetría de lo masculino y
contra la guerra, desde su primera aparición lo femenino como principios rectores, como
en escena, se posicionan como mujeres, sin cualidades idealizadas, como símbolos y
que ello implique la adscripción irrestricta al prácticas. Una reflexión para demostrar
movimiento feminista o a alguna tendencia cómo se ha construido culturalmente la
particular de éste. No obstante, en lo que diferencia sexual.
ellas consideran signos de identificación, El poder de género es visto como lo
como colectivo, existen más coaliciones que le da forma a las dinámicas de todos
y alianzas que una identidad común entre los espacios de interacción humana desde el
todas las participantes. hogar hasta las relaciones internacionales,
Para ambos casos, el proceso de tiene expresión en lo físico y en lo
convertirse en actoras políticas ha sido económico, estructura lo social y determina
complejo, pues las representaciones lo político. Pero, si bien estas distribuciones
sociales tradicionales no aceptan a las son cuantificables, a menudo no son más
mujeres como combatientes, pero tampoco que estadísticas sesgadas que siempre
como negociadoras y garantes de la paz. Su develan excepciones, los ejércitos pueden
trasgresión de género, es decir, la irrupción en componerse en su mayoría por varones,
un espacio de predominio masculino, como pero siempre habrá mujeres destacadas
la guerra, ha invalidado su participación en esas estructuras. No obstante, éstas
social y política. Consecuencia de ello ha siguen rigiéndose por la lógica patriarcal.
sido su invisibilidad como sujetos políticos Como ha sucedido con otras identidades
en los análisis históricos, antropológicos, individuales y colectivas, la construcción
sociológicos y politológicos de la guerra social del género es problemática, no sólo
como actividad permanente de la sociedad. porque excluye a varones y mujeres de
A pesar de ello, los análisis feministas y, determinadas posibilidades de ser y actuar,
sobre todo, la teoría de la construcción sino porque reproduce relaciones de poder.
social permiten entender cómo estas Este proceso de asignación de roles, basado
mujeres se auto des-identificaron del género en la identificación biológica con los sexos,
asignado. Del mismo modo, que explica que atribuye rasgos negativos a las mujeres que
el nosotras del movimiento de mujeres en le impedirían, por ejemplo, desempeñarse
contra de la guerra no es homogéneo como en actividades militares, pero al tiempo
lo pretenden sus líderes, sin negar que ellas subvalora los atributos definidos como
estén construyendo, de manera cada vez femeninos —cuidar a los otros a pesar de las
más incluyente, una identidad colectiva, adversidades, defender la vida, ser tolerantes,
desde una perspectiva emancipatoria y pacientes y moderadas—, indispensables
por una necesidad política de lucha. Una para lograr la paz.
identidad estratégica, coyuntural, que tiene Es necesario, entonces, utilizar el
como objetivo inmediato, la negociación género como categoría social construida
política del conflicto armado colombiano y herramienta clave para desbiologizar
en el que participen, de manera activa, las el destino de hombres y mujeres y la
mujeres que el movimiento dice representar. naturalización de los sexos, reforzada por
En este sentido, el análisis propuesto, la persistencia simbólica de la dicotomía
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mujer pacífica/hombre violento (Magallón, local, con las que se califican los aportes de
1998). En los conflictos armados internos, las mujeres en estas acciones, neutralizan la
las guerras entre Estados y las acciones posibilidad de reconocimiento simbólico a
terroristas, se niega su participación con sus contribuciones.
el señalamiento de su incapacidad para el Las representaciones sociales dominantes
ejercicio de la violencia. No obstante, con han construido la idea de que los hombres van
esta afirmación, en ningún momento se a la guerra convencidos de su legitimidad,
sostiene que la mujer deba ser una fuente no obstante, la realidad puede mostrarnos
generadora de violencia, pero sí se resalta, excepciones. “En toda guerra, en cualquier
como lo comprueban algunos estudios, que bando, hay hombres asustados y corriendo,
“la guerra ha sido motivo de preocupación y luchando renuentemente y ávidos de volver
posicionamiento individual y colectivo para a casa, incluso resistiéndose valientemente a
las mujeres de todas las épocas históricas las órdenes de matar” (Ruddick, 1989: 218).
e independientemente de que sus voces de Y, cada vez más, las mujeres escogen entrar a
protesta y/o beligerancia fueran reconocidas los ejércitos nacionales, a las guerrillas, a los
en los ámbitos de las decisiones públicas” grupos paramilitares, a las bandas terroristas
(Nash y Tavera, 2003, p. 9). y a los grupos delincuenciales, por voluntad
Se esperaría entonces que si las mujeres propia. Pero ha sido la supuesta propensión
son invisibilizadas como combatientes y masculina hacia la guerra la que se explica
su debilidad natural las condiciona a ser tanto por razones sicológicas, históricas,
pacíficas, la historia tomará en cuenta sus como de socialización de los varones en
gestas por la paz. Pero del mismo modo la actividad guerrera, no la femenina. Pese
que con sus actuaciones en las guerras, su a ello, es necesario clarificar que “... la
presencia en las acciones pacíficas está masculinidad de la guerra es en buena parte
limitada por la separación público/ privado. un mito que sustentan tanto mujeres como
La conservación y la consecución de la paz varones en su apoyo a la guerra” (Ruddick,
también han sido consideradas misiones 1989, p. 81). “Si los varones fueran
masculinas para garantizar la protección intrínsecamente agresivos no harían falta ni
de la familia, la comunidad, la propiedad los reclutamientos, ni el entrenamiento en la
y la Nación. Sin embargo, en todos estos misoginia, ni héroes estilo macho” (Osborne,
cometidos, se ha convocado a las damas 1993, p. 155). Del mismo modo, los rasgos
mediante estrategias de representación de adjudicados a las mujeres tendrían que ser
identidades urbanas y ciudadanas, invocando razones suficientes para que éstas fueran
su deber patriótico o reclamando su por unanimidad críticas del militarismo y
participación en acciones protectoras; casos la destrucción, pero se recuerda que esos
en los cuales la feminidad no constituye rasgos femeninos también han servido
ningún obstáculo. Por el contrario, en varias para apoyar las guerras. “Es decir, que
oportunidades, esos atributos femeninos se el “universal” pacifismo femenino es tan
solicitan para impedir el asedio enemigo o, mítico como la “universal” agresividad
incluso, la subversión de los tradicionales masculina” (Osborne, 1993, p. 155).
estereotipos de género para acompañar a Un planteamiento que, cada vez
los varones en acciones de resistencia. No más, comprueba los estudios sobre la
obstante, las evocaciones de patriotismo participación de las mujeres en las guerras,
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obstante, por las respuestas obtenidas, se efecto, todas concuerdan en que el ingreso
podría concluir que la última opción fue a las guerrillas constituyó un hito en sus
menos atractiva. Un contraste entre estas vidas y, como consecuencia de esa ruptura
razones y las que motivan el ingreso a las en sus trayectorias vitales, se expusieron
guerrillas, después de los años noventa, a las transformaciones que provocaría
amerita otra investigación, porque, esta experiencia en su identidad personal.
como plantean los analistas del conflicto Dejarían de identificarse como
colombiano, los actores armados se han mujeres, madres, estudiantes, profesionales,
adaptado a la trayectoria de la confrontación cristianas o campesinas, para pasar a ser
y, por lo tanto, las estrategias de cooptación proletarias, por lo tanto, a formar parte del
para la militancia habrían cambiado (PNUD, sujeto revolucionario de la historia. Una
2003). nueva identidad construida en el proceso
Esta exploración constituye una de representación, que implica la admisión
interpretación plausible más que una radical de distinción positiva. Una identidad
explicación única sobre las formas de que sólo puede construirse en relación
vinculación de las mujeres a los grupos con el Otro, en este caso, con lo que el
armados, pues se recurre a la memoria, la revolucionario no es, con lo que justamente
reflexión, los juicios morales, las facultades le falta, con lo que Derrida (1981), Laclau
intelectuales, el bagaje cultural y hasta (2000) y Butler (2001) han denominado su
la ideología de las entrevistadas para afuera constitutivo.
reconstruir los hechos. Se Indaga en los En esa homologación con los oprimidos,
relatos, teniendo claro el contexto social, la esperanza de conseguir las incipientes
económico y político de la época, para reivindicaciones feministas, que surgen en
relacionarlo con sus motivaciones. Un el frenesí inicial de su partida, es fugaz. En
ejercicio que permitió observar el campo la guerrilla fundamentarán su identificación
de posibilidades ofrecidas para el ingreso con el proyecto revolucionario y se sentirán
a las organizaciones armadas y cómo las más proletarias que mujeres, porque en el
mujeres estaban impelidas a participar en espacio de la guerra las reivindicaciones
esos proyectos. genéricas no son primordiales. Por lo tanto,
Cuando las mujeres entran en las filas los intereses de género fueron subsumidos
de las organizaciones armadas infringen los o pospuestos indefinidamente, y aunque
imperativos asignados por la cultura patriarcal. muchas buscaron la supuesta unidad y
Con su actuación cuestionan esa identidad cohesión femenina no hallaron más que
integral, originaria y unificada y el proceso una ilusoria afinidad en ciertos intereses
de sujeción a esas prácticas discursivas individuales, que no siempre ameritaron
que les había dado una identificación, en el ser discutidos. Al final, aceptaron que las
sentido que lo propone Hall (2003). Es decir, guerrilleras no actuaban en tanto agentes de
la identificación como una construcción, una identidad denominada mujeres, aunque
como un proceso nunca terminado, que es se identificaran con el sexo femenino, y
posible ganarlo o perderlo, sostenerlo o sus valoraciones y conductas, respecto a
abandonarlo, un proceso de articulación, distintos ámbitos de la vida social, estuvieran
una sutura. Por lo tanto, la identidad no es también condicionados por ese polo de su
esencial, sino estratégica y posicional. En identidad personal.
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sexualidad y, como dice Touraine (2005, p. su identidad proyecto. Es decir, que quienes
243), liberarla del papel inferior que ocupa se suman a la propuesta de las feministas
en la relación heterosexual, que pretende ser y sindicalistas empiezan a rechazar la
la única sexualidad «normal». posición devaluada de las mujeres por las
lógicas de dominación y de manera conjunta
Contra la guerra las mujeres se toman edifican trincheras de resistencia que
la palabra resaltan los principios morales de oposición
En contraste con esas mujeres que al armamentismo y la violencia. Y lo hacen
optaron por la vía armada y “hacer la porque disponen de materiales culturales que
guerra” para conseguir la anhelada paz del les permite redefinir su posición social, pero
país, entendida como la justicia social y la sobre todo, proponer la transformación de la
equidad, otras, ante el recrudecimiento del estructura social, un proceso al que Castells
conflicto, deciden unirse para frenar la guerra, (1998) denomina identidad proyecto.
denuncian las múltiples violencias que las Las colombianas siguen confrontando al
afecta y solicitan mayor participación en los Estado, pero no lo hacen radicalmente, han
procesos de diálogo y negociación con los cambiado la vieja táctica de actuación, desde
actores armados. Su entrada en escena en el los márgenes de la política, para desplegar
mundo público estaría redefiniendo el poder diferentes estrategias de negociación,
político y la forma de entender la política vigilantes y fiscalizadoras de la acción
en el país (León, 1994, 2000). Su acuciosa institucional. Tampoco han abandonado el
participación en la vida comunitaria, en las proyecto emancipatorio del feminismo ni
movilizaciones sociales y en las actividades sus reivindicaciones para la ampliación del
cívicas permite plantear que cada vez más contenido, las garantías y el ejercicio de
esas acciones colectivas de las feministas, la democracia, es decir, su autoinstitución
las sindicalistas, las mujeres populares e como ciudadanas (León, 2000). Sin embargo,
independientes, las negras e indígenas, estas reivindicaciones estarían cediendo
las jóvenes y las víctimas directas de la ante la urgencia de reclamar el respeto a los
violencia, se están nutriendo de formas derechos fundamentales, en una sociedad
alternativas de participación política, varias que registra niveles altos de vulneración de
de ellas de carácter subversivo. En efecto, éstos en parte por el conflicto armado, por
en los últimos años, estas colombianas han ello, han asumido la responsabilidad civil
establecido nuevas relaciones con el poder y de luchar por salidas a la crisis del país. Su
emergen como sujetos políticos, incursionan objetivo inicial propone frenar la guerra para
en campos vedados, se apropian del espacio conseguir la paz, una paz que no sólo silencie
público y construyen nuevas identidades los fusiles, sino que se construya a partir de
sociales, sin que ello quiera decir que ya no la reconciliación entre los colombianos, en
estén excluidas de otros poderes, tanto en lo un proceso que contemple como principios
público como en lo privado. la verdad, la justicia y la reparación de las
De acuerdo con Castells (1998), no víctimas, desde la perspectiva de género,
sólo estarían construyendo una identidad teniendo en cuenta las diferencias en la
de resistencia, que se opone a la identidad afectación y, por supuesto, las étnicas y las
legitimadora impuesta por las instituciones de clase, entre otras. En estas organizaciones
dominantes, sino que a la vez avanzan en los discursos de género y paz se yuxtaponen
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como bien lo define Tovar (2001), cuando social y política dedicada al trabajo con
señala que la búsqueda de las mujeres se las mujeres, ya sea como funcionarias o
enlaza con las denuncias por el secuestro, dirigentes de ONG, fundaciones u otro tipo
las desapariciones forzadas, entre otras de organizaciones. Son reconocidas por
violaciones de los Derechos Humanos. defender un discurso feminista pacifista que
La propuesta inicial de un puñado de se opone a la violencia y a sus protagonistas.
feministas y sindicalistas, para evidenciar Todas ellas, las de vanguardia, las del grupo
los efectos negativos del conflicto en la vida pendular y las iniciadas intentan con este
de las mujeres, fue acogida por líderes y argumento, y desde la plataforma de sus
organizaciones de distintos sectores que, con iniciativas de paz, actuar en la creación
variadas acciones colectivas, reclamaban al de nuevos sentidos para las mujeres y en
Estado y a los actores armados irregulares el luchar con sus acciones colectivas contra la
cese de la violencia (Ruiz, 2003). Aunque discriminación de género.
claro está, las organizaciones de paz no En el segundo grupo, se adscriben
están solas en la promoción de las acciones las trabajadoras afiliadas a sindicatos y
colectivas por la paz, también las ONG centrales obreras. Son activistas con amplia
de Derechos Humanos y las agencias de experiencia y tradición reivindicativa de
cooperación cumplen un rol complementario sus derechos gremiales y pioneras en la
en la conformación de iniciativas de creación de las secretarías de la mujer en
paz (García, 2006). Adicionalmente, sus respectivos sindicatos. A pesar de contar
se debe resaltar que el activismo de las con este acumulado político y organizativo,
mujeres por la paz está antecedido por reconocen que el encuentro con las feministas
distintas expresiones del movimiento de propició el vuelco de sus militancias hacia
mujeres que han venido trabajando en la la defensa de los derechos de las mujeres y
influencia política a favor de sus derechos la búsqueda de la paz.
(Tobón, 2003) Por lo tanto, el proceso de El tercer grupo, lo constituyen las
incorporación al movimiento de mujeres en mujeres de las organizaciones populares,
contra de la guerra es diferenciado. En él quienes se han retraído de los movimientos
confluye una multiplicidad de individuos con sociales y van ganando independencia frente
características diversas. En sus trayectorias a las instituciones y la Iglesia. Se caracterizan
de participación y ejercicio político existen por la reivindicación de derechos de primera
amplias diferencias, hay viejas militancias, generación y por la ejecución de proyectos
pero también recorridos recientes. Mientras autogestionados o financiados con recursos
algunas se estrenan en las asociaciones de de Cooperación Internacional. En la
víctimas, otras tienen un largo historial actualidad se movilizan para denunciar su
en distintos colectivos, que van desde los vulnerabilidad frente a las acciones armadas
grupos estudiantiles hasta la militancia y la violencia en sus hogares.
en varios movimientos sociales, como el En el cuarto grupo, están las mujeres
feminista, el obrero y hasta el armado. que provienen de las organizaciones étnicas,
El primer grupo lo integran las viejas como las indígenas y las afrodescendientes,
y nuevas militantes feministas, unas incorporadas de manera reciente a las
moderadas y otras radicales, son líderes luchas de las mujeres. Aunque no renuncian
con una amplia trayectoria de participación a su identidad étnica ni a la defensa
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relaciones entre mujeres, es decir, practicar con la realidad. La otra práctica, la sororidad
el affidamento como sistema de relaciones -hermandad-, plasmada en la acción y en la
de fidelidad y confianza que fortalecen a las participación política, ha sido el fermento
mujeres y no definido, en términos jurídicos, de los pactos entre mujeres, logrados a
como la custodia. Se pretende incrementar partir de la toma de conciencia, así como
el apoyo, el entendimiento y la solidaridad el cuestionamiento de la subordinación y la
de género para emprender acciones políticas relegación diseñadas por la cultura patriarcal.
desde el ser mujer, desde la diferencia. De Es la solidaridad entre mujeres que se aleja
modo que el hacer política procure que las de la simple empatía o la compasión y se
mujeres se reconozcan iguales entre sí, en acerca más a la posibilidad de construir una
tanto que comparten ciertas experiencias comunidad.
de vida, que tienen una forma semejante de Las líderes de estas acciones colectivas
afrontar situaciones o problemas. en contra de la guerra se han concentrado
Esta nueva forma de hacer política, en generar espacios y estrategias de
desde los márgenes, es decir, una política visibilización, sin forzar una identidad
para transformar la cultura y no sólo la rígida, lo que se evidencia en la aceptación
sociedad, parte del análisis de los logros de organizaciones mixtas en sus estructuras
políticos conseguidos desde la participación y se expresa en la conformación de diversas y
tradicional que, muchas veces, refuerzan los contradictorias realidades en que se inscriben
roles sociales o los facilitan, pero que no los las mujeres y generan distintas posiciones de
modifican estructuralmente. Esto es, que a sujeto no siempre reductibles a su realidad
pesar de concretarse en políticas o medidas de género, como lo planteó Mouffe (1999)
favorables para las mujeres, ellos no en su análisis del movimiento feminista.
consiguen revertir la situación de opresión En ese sentido, tampoco estas acciones
y marginación. Tampoco denuncian la colectivas reflejan un proceso homogéneo
estructura de relaciones desiguales de poder de conformación de una identidad.
entre hombres y mujeres, por lo tanto, se Para la participación política en estas
quedan en el terreno de las reformas, que acciones colectivas no constituye ningún
si bien amplían algunas oportunidades, obstáculo su condición socioeconómica,
mantienen intacta la división sexual del cultural, educativa, religiosa, su orientación
trabajo. sexual, su estado civil, su edad, su
En estos tiempos, las mujeres consideran procedencia o, incluso, su filiación
indispensable entrar en el universo de lo política o el ejercicio de la maternidad. Un
simbólico, dar prioridad a la política en contraste importante con la participación
primera persona y significarse mujer desde de las mujeres en las guerrillas, donde las
el reconocimiento, no a pesar del sexo. militantes eran obligadas a deshacerse de
De acuerdo con Rivera (2005: 36), esta todas sus otras adscripciones sociales para
forma de hacer política ya fue considerada identificarse como revolucionarias. En esta
“una potencia transformadora de vidas intervención política, las mujeres usan un
concretas”. La transformación de sí es lo amplio repertorio de acciones colectivas que
más radicalmente político, de allí se deriva convoca cada vez a más personas y atrae el
que el propósito no sea transformar la activismo de aquellas que deciden salir de
realidad, sino cambiar la relación individual los cautiverios femeninos para participar en
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