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¿Qué es la contaminación del agua?

La contaminación del agua o contaminación hídrica tiene lugar cuando en los cuerpos de agua


naturales (lagos, ríos, mares, etc.) tienen presencia diversos tipos de sustancias químicas
ajenas a su composición original, que modifican sus propiedades haciéndola insalubre,
dañina para la vida, y por lo tanto inútil para la pesca, agricultura, recreación y consumo
humano.

El agua es la sustancia líquida más abundante del planeta y el solvente universal presente


en la mayoría de las sustancias y en todos los seres vivientes, que sin ella no podrían existir. La
vida misma se originó en los mares de nuestro planeta.

Sin embargo, eso no ha impedido que numerosas actividades humanas generen un impacto
importante en la calidad del agua del planeta, mediante el desecho de sustancias líquidas,
sólidas e incluso gaseosas en el ambiente. Y aunque también hay procesos naturales e
iniciativas humanas que buscan contrarrestar la contaminación del agua, es mucho más
sencillo ensuciarla que potabilizarla.

Según muchas organizaciones internacionales, la cantidad de agua potable disponible en el


mundo vaticina futuras crisis de escasez. Según la ONU, un 3,1% de las personas que
mueren anualmente en el planeta lo hacen por consumo de aguas contaminadas, lo que
equivale a 2,2 millones de personas.

2. ¿Cuáles son los contaminantes del agua?


La basura y los desechos sólidos son parte de los principales contaminantes del agua.

Los principales contaminantes del agua son:

 Aguas residuales. Producto del consumo urbano (aguas cloacales), de procesos


industriales o de otros usos humanos cotidianos.
 Basura y desechos sólidos. Como materiales de desecho, metales, plásticos, vidrios,
objetos que caen de los barcos, etc.
 Productos químicos y agrotóxicos. Los químicos empleados para la industria
agrícola, para tratar los suelos o para otros usos puntuales, a menudo son lavados por la
lluvia y se escurren hacia los mares o las aguas subterráneas.
 Sedimentos y minerales. Como la ceniza volcánica, los sedimentos y partículas del
suelo o de construcciones, como el polvillo, cal, etc.
 Materiales radiactivos. Resultantes de plantas nucleares, son elementos sumamente
tóxicos que se almacenan en envases de plomo y a menudo se arrojan al océano al no
tener mejor sitio para disponerlos.

3. Causas de la contaminación del agua

Como se ha visto, las principales (por no decir la gran mayoría) de las causas de la
contaminación del agua provienen del modo de vida de los seres humanos y, en especial,
del modo en que consumimos los recursos naturales y disponemos de los subproductos y
desechos de nuestras actividades.

Desde la Revolución Industrial y el exponencial crecimiento de la población mundial durante los


siglos XIX y XX, las necesidades de agua, energía y materias primas de la humanidad no ha
hecho sino aumentar. Y la contaminación de agua, aire y tierra es una consecuencia directa.

4. Consecuencias de la contaminación del agua

Las principales consecuencias de la contaminación del agua pueden ser:

 Desequilibrios biológicos. La presencia de ciertos químicos en el agua pueden causar


la proliferación anormal de ciertos microbios o algas, lo cual desbalancea la cadena
trófica y genera competencias anormales que, a la larga, ocasionan la muerte excesiva
de ciertas especies que van a descomponerse añadiendo materia orgánica al agua.
 Alteraciones químicas. Los cambios en la química del agua puede llegar a extremos
letales, en los que la fauna y flora locales se extingan o migren hacia otras zonas,
causando daños ecológicos severos.
 Impacto climático. Los cambios de temperatura, pH y otras propiedades del agua
consecuencia de sustancias añadidas o sólidos en suspensión inciden en el
comportamiento de las masas del líquido, disminuyendo su evaporación y por lo tanto su
precipitación y alterando el clima local.
 Contaminación de tierra y aire. La contaminación hídrica no se queda sólo en el agua,
sino que se esparce hacia la tierra y el aire, conforme al ciclo hídrico, en un efecto
dominó de consecuencias impredecibles.
1. ¿Qué es la contaminación del aire?

Cuando hablamos de contaminación del aire o contaminación atmosférica, nos referimos a


la presencia en los diversos estratos de aire que integran la atmósfera terrestre,
de materiales y formas de energía que no forman parte de su composición natural y
que representan una potencial fuente de daños y molestias para la vida, al acarrear reacciones
químicas impredecibles e inconvenientes.

La atmósfera es una masa homogénea de gases que conocemos como aire, y


que la gravedad del planeta mantiene unida a su superficie, cumpliendo con funciones de
defensa ante los eventos espaciales como meteoros, radiaciones solares (mediante la capa de
ozono) y rayos cósmicos, pero también conservando el calor, permitiendo el ciclo del
agua, circulando distintos elementos gaseosos, etc.

En ella predominan algunos elementos químicos sobre otros, principalmente nitrógeno,


oxígeno (y ozono), argón, dióxido de carbono y vapor de agua (hidrógeno y oxígeno). Dichos
elementos pueden adulterarse con resultados impredecibles cuando entran en contacto
con sustancias gaseosas fruto de actividades industriales, catástrofes volcánicas y otros
eventos que acarrean la contaminación del aire.

Mucha de la responsabilidad de la contaminación atmosférica conocida se debe a la presencia


del ser humano. No sólo porque la industria y otras actividades cotidianas liberan grandes
cantidades de gases perjudiciales a la atmósfera, sino también porque arroja otros
elementos tóxicos al agua, y ésta al cumplir su ciclo natural (evaporación, condensación y
precipitación) los esparce en el aire y en la tierra.

En ambos casos lo hace mucho más aprisa de lo que puede la naturaleza compensar sus
efectos nocivos.

2. ¿Cuáles son los contaminantes del aiEl monóxido de carbono es particularmente tóxico y

dañino para la vida.

Los principales responsables de la contaminación atmosférica son, por lo general:

 Dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, como el metano (CH4).


 Monóxido de carbono (CO), particularmente tóxico y dañino para la vida.
 Los óxidos de azufre (SOx) y de nitrógeno (NOx), que al llegar a la atmósfera se
combinan con el vapor de agua y producen ácido sulfúrico, generando las llamadas
lluvias ácidas.
 Los CFC (Clorofluorocarbonos), gases que eran muy empleados en aerosoles o como
refrigerantes, destruían el balance de la capa de ozono en la atmósfera.
 El ozono (O3), que si bien se halla naturalmente en un estrato específico de la
atmósfera, al incrementar su presencia en otros estratos, se descompone frente a la
radiación solar y libera enormes cantidades de energía, calentando la atmósfera
artificialmente.
3. Causas de la contaminación del aire

Aunque fenómenos como la erupción de volcanes o la caída de meteoritos (por levantamiento


de polvo) pueden tener un efecto contaminante masivo sobre la atmósfera, debemos reconocer
que no son eventos tan recurrentes en el tiempo geológico actual de nuestro planeta, por lo que
su responsabilidad en la contaminación del aire no es tanta como la que tenemos los seres
humanos.

Desde la Revolución Industrial la humanidad ha transformado industrialmente materiales y


arrojado sus desechos en aguas y en el aire, contribuyendo así con la adulteración del
contenido de la atmósfera terrestre. Las industrias pesadas, las plantas eléctricas de quema
de combustibles fósiles y el tránsito automotor son una fuente enorme de contaminación
ambiental.

Por ejemplo, el uso de aerosoles con CFC, por ejemplo, surtió durante finales del siglo XX un
daño grave sobre la capa de ozono en la atmósfera, y la tragedia del Reactor Nuclear de
Chernóbil arrojó al aire miles de partículas radiactivas que el viento arrastró hacia poblaciones
rurales cercanas, destruyendo la calidad del aire, agua y suelo.

4. Consecuencias de la contaminación del aire

El aire contaminado deteriora la salud de las personas, los animales y las plantas.

La ruptura del balance químico y energético de la atmósfera tiene las siguientes consecuencias


posibles:

 Problemas respiratorios. El aire contaminado puede deteriorar la salud de las


personas y los animales e incluso las plantas, al contener sustancias cancerígenas o
venenosas.
 Lluvias ácidas. Ciertos elementos químicos reaccionan en la atmósfera con el vapor de
agua y forman ácidos o mezclas corrosivas, que luego caen a la tierra con la lluvia.
 Deterioro del agua. La contaminación del aire incide sobre la del agua, ya que ésta al
evaporarse y precipitarse entra en contacto con los contaminantes atmosféricos.
 Daño en la capa de ozono. En las capas superiores de la atmósfera se halla la capa de
ozono que nos protege del impacto directo de los rayos solares. Ciertos
gases reaccionan con él y “agujerean” la capa protectora.
 El efecto invernadero. La presencia de ciertos gases pesados en la
atmósfera constituye una barrera química artificial, que impide a una porción del calor
terrestre irradiar hacia el espacio, haciendo que aumente la temperatura mundial.
1. ¿Qué es la contaminación del suelo?

Cuando hablamos de contaminación del suelo, al igual que en los casos del agua y de
la atmósfera, nos referimos a la pérdida de su calidad natural debido a la presencia de
sustancias ajenas o tóxicas, que cambian sus propiedades químicas y lo hacen incompatible
con la vida, tanto la natural (fauna y flora silvestre) como la humana (agricultura, jardinería,
etc.).

Estas sustancias contaminantes pueden ser de tipo líquido, sólido o incluso gaseoso, y suelen


ocasionar reacciones químicas impredecibles o incontrolables, contrarias a la estabilidad
necesaria para el desarrollo de la vida. Algunos de dichos contaminantes suelen ser el petróleo,
los pesticidas y agroquímicos, los desechos industriales o la basura, cuando no sustancias
radiactivas o metales pesados, fruto de la labor industrial y energética del ser humano.

Algunos de los síntomas comunes de la contaminación del suelo tienen que ver con la


presencia física y observable de desechos, pero sobre todo con la ausencia de vida vegetal (y a
veces animal), la destrucción de las capas superiores de la corteza terrestre o degradación
del paisaje. Todos estos síntomas suelen conducir al deterioro de la salud de los habitantes de
la zona, cuando no a extinciones o migraciones animales.

Por otro lado, la contaminación del suelo usualmente se esparce hacia otros elementos,
como el agua y el aire, dado que las lluvias “lavan” el suelo, llevándose hacia los ríos, mares y
aguas subterráneas todas las sustancias contaminantes que deteriorarán entonces
otros ecosistemas.

Puede servirte: Contaminación del Agua.

2. Causas de la contaminación del suelo

Como se ha dicho, la contaminación del suelo responde usualmente a la mala disposición de


residuos procesados de la actividad industrial, comercial o energética del ser humano,
como plásticos, químicos, toxinas o solventes. La extracción de hidrocarburos (y sobre
todo métodos agresivos como el fracking) es también una importante fuente de daño y
contaminación de los suelos.

En muchos casos, el origen de dichas sustancias es bélico, como las minas de guerra o el
material que esparcen las bombas de todo tipo (explosivas, incendiarias, atómicas, etc.), más
allá del daño físico que el impacto genera.

Otras posibles, aunque minoritarias, fuentes de contaminación que no están vinculadas con la
labor humana son las erupciones volcánicas, las fallas geológicas que exponen materiales
pesados del subsuelo, o los impactos de meteoritos.
3. Consecuencias de la contaminación del suelo

La contaminación del suelo afecta su capacidad de absorción provocando inundaciones.

La principal consecuencia de la contaminación del suelo tiene que ver, como dijimos, con
la pérdida de su fertilidad y su incompatibilidad con la vida animal, vegetal y humana. Los
suelos contaminados suelen permanecer estériles y vacíos durante el tiempo que tome a
la naturaleza y a los elementos limpiar las sustancias tóxicas o descomponerlas en otros
elementos inocuos, y aun así la recuperación del suelo tomará tiempo.

Por otro lado, los suelos contaminados pueden ver adulterada su capacidad de absorción
de agua, produciéndose inundaciones inesperadas o, por el contrario, suelos marchitos y
de pH insostenible (muy ácido o muy básico), que en presencia de aguas dan origen a
sustancias tóxicas y mortales. Esto suele conducir a la devastación de los paisajes.
1. ¿Qué es el efecto invernadero?

Se conoce como efecto invernadero a un fenómeno atmosférico que se produce cuando la


radiación térmica (calor) de la superficie de la Tierra, que comúnmente es emitida hacia el
espacio, se encuentra en cambio retenida por los gases de efecto invernadero (GEI) presentes
en la atmósfera debido a la contaminación del aire. Esto ocasiona un incremento de la
temperatura planetaria, ya que el calor no logra escapar, como en un invernadero. De allí
proviene el nombre del efecto.

La luz solar que recibe a diario nuestro planeta calienta su superficie, incluidas las aguas
del océano, aportándole una enorme cantidad de luz y calor que permiten la vida y que inyectan
la energía necesaria para sus distintos ciclos químicos y físicos.

Sin embargo, parte de esa energía calórica se reirradia hacia afuera en frecuencias más bajas
(radiación infrarroja), permitiendo cierto margen de enfriamiento y equilibrio.

Este proceso se interrumpe o se disminuye cuando en la atmósfera abundan gases como el


vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), los óxidos de nitrógeno (NxOy) y el
ozono (O3), conocidos por ende como gases de efecto invernadero. Si en la atmósfera no
hubiese ninguno de dichos gases, la temperatura promedio del planeta sería -18 °C y la vida
sería imposible.

Por otro lado, si estos gases superan la medida natural de su presencia en la atmósfera, el
calor acumulado en el planeta ascenderá y alterará el balance climático del planeta, acelerando
o intensificando el calentamiento global.

Ver también: Contaminación del Aire.

2. Causas del efecto invernadero

La industria es una de las principales causas del efecto invernadero.

Los márgenes registrados de gases de efecto invernadero en la atmósfera a finales del siglo
XX, presentan una relación directa con el inicio de las actividades industriales humanas, que
han arrojado a la atmósfera tantos gases de esta naturaleza, que el índice de concentración
del CO2 en la atmósfera ha aumentado en un 40% desde 1750 (de 280ppm a 400ppm).

El añadido de carbono a la atmósfera por parte de nuestra especie excede las capacidades
actuales del planeta para reciclarlo (mediante el Ciclo del Carbono), ya que proviene de casi
tres siglos de combustión masiva de hidrocarburos fósiles (carbón, petróleo, gas natural) y otras
actividades económicas semejantes, como la ganadería masiva o la deforestación (que reduce
la cantidad de vida vegetal disponible para reciclar el CO2 ambiental).

Debe considerarse, además, que muchos de los gases arrojados a la atmósfera por la


industria humana son de larga permanencia, es decir, no son fáciles ni rápidos de
descomponer para recuperar el balance químico de la atmósfera.
3. Consecuencias del efecto invernadero

El aumento de la temperatura causa el derretimiento gradual de los polos.

Como se dijo antes, el efecto invernadero es necesario para la vida en el planeta, ya que sin
él se despediría el calor hacia el espacio. El problema está, en cambio, en el incremento
desproporcionado de los gases responsables de dicho efecto, lo cual tiene una consecuencia
directa: el incremento también, paulatino pero sostenido, de la temperatura mundial. A esto se
le conoce como calentamiento global y tiene a su vez una serie de consecuencias:

 Cambio climático. El aumento de la temperatura mundial conduce a la alteración de los


ciclos hidrológicos y de las mareas, lo cual trastoca el modo en que nuestro planeta
distribuye el calor y se refresca a sí mismo. Así, los climas se ven convertidos en
versiones extremas de sí mismos: inviernos más largos y crudos, veranos más
agobiantes y secos. Cuando llueve, se inunda; cuando no, hay sequía.
 Derretimiento de los polos. Los casquetes de hielo en los polos sirven como un
refrigerador natural del planeta, y además conservan un importante porcentaje de agua
dulce en estado sólido. El aumento de la temperatura los va reduciendo gradualmente,
generando así una aceleración en el calentamiento, pues hay menos hielo para
contrarrestarlo y así sucesivamente. Esto, por demás, implica que el nivel de los mares
aumente: el agua dulce hará subir la línea costera de los continentes y
muchas ciudades pueden quedar bajo el agua.
 Generación de nuevos desiertos. El cambio climático tan violento no da chance a que
la vida se adapte a las nuevas condiciones de temperatura, lo cual conduce a la
generación de nuevos desiertos o el alargamiento de los existentes.
 Catástrofes climáticas. Temporadas de huracanes más largas e intensas, tormentas
tropicales con más lluvia de lo ordinario y otros fenómenos semejantes son
consecuencia del desbalance climático mundial.
1. ¿Qué es la lluvia ácida?

Se conoce como lluvia ácida a un fenómeno ambiental de carácter nocivo, que ocurre


cuando, en lugar de agua, se precipitan de la atmósfera diversas formas de ácidos orgánicos,
producto de la reacción química entre algunos tipos de óxidos gaseosos presentes en ella y el
vapor de agua condensada en las nubes. Estos óxidos orgánicos representan una fuente
importante de contaminación atmosférica.

La lluvia ácida no suele ser estrictamente ácido, sino diversas diluciones en agua de ácido
carbónico, ácido nítrico, ácido sulfúrico o ácido sulfuroso, dependiendo de los
contaminantes que abunden en una región, dado que los vientos pueden movilizar estos gases a
lo largo de kilómetros de distancia. Dicha reacción química suele producirse de la siguiente
manera, por ejemplo:

SO2 (dióxido de azufre gaseoso) + OH (hidroxilo presente en la atmósfera) = HOSO2, que a su


vez reacciona con el oxígeno ambiental: HOSO2 + O2 = H2O (agua) + SO3 (trióxido de azufre),
y este último compuesto, altamente contaminante, reacciona con el agua para producir
H2SO4 (ácido sulfúrico).

El resultado de dicha mezcla suele rondar niveles de pH de 3 (semejante al vinagre), lo cual es
mucho más ácido que el normal de la lluvia de 5,65 (debido a la presencia regular
de CO2 atmosférico que da origen a cantidades mínimas de ácido carbónico).

Además, este tipo de precipitaciones suelen verse afectadas por las temperaturas y
el clima, pudiendo darse bajo forma de rocío, neblina, granizo, lloviznas o incluso
nieve. Del modo que sea, su presencia en los diversos ecosistemas suele ser perniciosa, ya que
alteran el balance químico de la tierra, el agua y deterioran la vida.

Ver también: Hidrólisis.

2. Causas de la lluvia ácida

La combustión de los combustibles fósiles puede ser causa de la lluvia ácida.

Como hemos visto, la principal causa directa de la lluvia ácida es la presencia en la


atmósfera de diversas sustancias orgánicas contaminantes, como los óxidos de azufre y
de nitrógeno, los cuales suelen ser subproductos frecuentes de diversos procesos humanos e
industriales como:

 Combustión de combustibles fósiles. Típica de automóviles y vehículos que


consumen hidrocarburos como el carbón, o derivados del petróleo.
 Calderas industriales. Como las presentes en plantas de generación de energía (sobre
todo de carbón), fábricas, centrales metalúrgicas y otras plantas industriales.
 Calefacciones. Muchos aparatos de calefacción liberan este tipo de gases a
la atmósfera durante su funcionamiento.
3. Efectos de la lluvia ácida

La lluvia ácida tiene diversos efectos medioambientales, que van desde el paulatino deterioro de
la vida vegetal, cuyas hojas no soportan la acidez del rocío o de la lluvia, hasta la  acidificación
de los grandes cuerpos de agua como ríos o lagos, lo cual a menudo los hace inhabitables
por las formas de vida más débiles, ocasionando desbalances químicos y tróficos que pueden
llevar a extinciones o a sobrepoblaciones.

Otro efecto conocido en este sentido es el deterioro de los suelos, ya que las moléculas de ácido
aportan protones al suelo (H+), forzando a la producción de ciertos iones (cationes de hierro,
calcio, aluminio, zinc o plomo) y empobreciendo la química del suelo, que se hace menos
fértil y menos apto para el cultivo.

Además, la lluvia ácida es corrosiva, por lo que deteriora edificaciones y deteriora los
materiales, disolviendo el mármol o la caliza de estatuas, iglesias y edificaciones de
época.

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