CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

UNIMINUTO- CHINCHINÁ
En esta evolución que plantea Edgar Morin, la educación, en su sentido más amplio, que
desempeña un papel preponderante. La educación es la “fuerza del futuro”, que constituye uno
de los instrumentos más poderosos para realizar el cambio de nuestras viadas y de la sociedad y
mundo entero.
Es necesario reconsiderar la organización del conocimiento, y para ello debemos derribar las
barreras tradicionales entre las disciplinas y concebir una manera de reunir lo que hasta ahora ha
estado separado sin embargo al realizar estas reformas hay mantener la mirada fija a largo plazo,
hacia el mundo de las generaciones futuras, pues tenemos una enorme responsabilidad en
relación a ellas.

 Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión: no se reconocen en absoluto el

error y la ilusión, siendo necesario mostrar que no hay conocimiento que no esté
amenazado por ambos aspectos; se puede avanzar educando la mirada, reconociendo
errores de educación de razón, las cegueras paradigmáticas
 Los principios del conocimiento pertinente: Hoy en día el conocimiento del mundo es
una cuestión intelectual y vital. El problema universal para cualquier ciudadano es ¿cómo
lograr el acceso a la información sobre el mundo y cómo articularla y organizarla?
¿Cómo concebir el contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo? Para articular
estas respuestas, lo primero es necesario realizar una reforma de pensamiento.
 Enseñar la condición humana: lo humano es situarlo en el universo y, a la vez,
separarlo de él. Lo humano permanece cruelmente dividido, fragmentado en pedazos de
un rompecabezas que perdió su figura. Entonces es imposible concebir la unidad
compleja de lo humano por medio de pensamientos antagónicos, pero tampoco a través
del pensamiento reductor que reduce la unidad, paradójicamente hay un agravamiento de
la ignorancia del todo, mientras que hay una progresión del conocimiento de las partes es
por ello que existe una necesidad de una gran religación de los conocimientos.
 Enseñar la identidad terrenal: estamos sumergidos en la complejidad del mundo y las
innumerables informaciones sobre el mundo ahogan nuestras posibilidades de
 inteligibilidad. El problema planetario es un todo que se alimenta de ingredientes
múltiples, los engloba, los aventaja y los alimenta, de modo que el planeta no es un
sistema global, sino un torbellino en movimiento, desprovisto de centro organizador.
 Enfrentar las incertidumbres: es irremediable en la historia humana que es y sigue
siendo una aventura desconocida. El surgimiento de lo nuevo no se puede predecir, sino
no sería nuevo; el surgimiento de una creación no se puede conocer por anticipado, sino
no habría creación. En este sentido, hay un enorme desperdicio de la adquisición en la
historia, muchas buenas ideas no han sido integradas, han sido rechazadas por las normas,
los tabúes y las prohibiciones. Asimismo, cabe señalar que la historia no constituye una
evolución lineal, sino que es un complejo de orden, desorden y organización.
 Enseñar la comprensión: La comunicación triunfa en nuestro planeta como lo son los
móviles, Internet, web cam… y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general ya
que ninguna técnica de comunicación aporta por sí misma la comprensión. En este
sentido, educar para comprender cualquier disciplina es distinto a educar para la
comprensión humana y la educación del futuro debería perseguir enseñar la comprensión
entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la
humanidad.
 La ética del género humano: Toda concepción del género humano significa el
desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y
del sentido de pertenencia a la especie humana. En medio de estas relaciones complejas
surge la conciencia como emergencia del ser humano.

Conclusión: la participación de los individuos y de las sociedad de tal modo que nazca una
humanidad con conciencia común y solidaridad planetaria del género humano y la democracia se
convierta así en una verdadera democracia participativa, más allá de la democracia
representativa.