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Proyecto de la Central Hidroeléctrica de

Inambari
MARCO POLITICO

La evacuación de 4 000 y 8 000 personas a causa de la inundación de 378 km2, por lo cual 65
centros poblados de los departamentos de Puno, Cuzco y Madre de Dios deberán ser
reubicados y compensados; la deforestación de unas 308 000 hectáreas, sobre todo a causa de
la migración de la población en búsqueda de trabajo y negocios; la destrucción de la
biodiversidad del área y la severa alteración de los sistemas acuáticos, aguas abajo y aguas
arriba. Serán afectados 161 km de la Carretera Interoceánica por el embalse de la represa. La
central Hidroeléctrica del Inambari será la más grande del Perú y la quinta en América Latina,
implicando una inversión de 4 847 millones de dólares. Esta central tendría 2 000 MW de
potencia instalada, de los cuales 882 millones serían para una línea de transmisión de 810 km
de largo que la uniría con las centrales del río Madeira en Brasil. Su construcción se daría en el
marco del convenio firmado entre los gobiernos del Perú y Brasil en abril del 2009, para la
construcción de seis hidroeléctricas en el Perú.

Los beneficios de la exportación de energía al Brasil para el Perú, serían la inyección de unos
2mil millones en la economía durante la construcción de la central, que duraría unos 5 años, a
los que se sumarían más tarde el 30% del impuesto a la renta sobre los beneficios declarados,
todo lo cual no parece gran cosa frente a los altos costos medio ambientales y sociales, con
daños irreversibles a los ecosistemas amazónicos

El ejecutivo emitió, el 18 de enero del 2011, los cuestionados decretos de urgencia 001-2011 y
su modificatoria, el DU 002-2011, creados con la finalidad de facilitar la promoción de la
inversión privada en determinados proyectos, entre ellos centrales hidroeléctricas.

En un comunicado diversas organizaciones aseguran que la eliminación de las certificaciones


ambientales para la obtención de autorizaciones administrativas es un grave retroceso en
materia ambiental, En tanto se desvirtúa el rol de la evaluación de impacto ambiental (EIA)
como herramienta de política publica en la toma de decisiones sobre los proyectos. El 25 de
enero, congresistas de la bancada nacionalista presentaron un Proyecto de Ley para derogar el
Decreto de urgencia 001-2011.

Los decretos han sido muy criticados por diversos sectores, sin embargo, el Ministerio del
Ambiente la apoyó a través de comunicado. Por otra parte, diario El Comercio la cuestiona
firmemente calificándola como un retroceso en materia ambiental, además de generar mas
conflictos con la población. Además, indica que la constitución, en su articulo 118 (inc. 19)
señala que los decretos de urgencia sólo deben ser dictados en materia económica y financiera
y no en temas regulatorios administrativos, como es el referido a las certificaciones
ambientales como requisito para una concesión.

CONTEXTO

En Brasil ha existido un crecimiento económico sostenido en los últimos años, lo cual ha


contribuido a convertirlo en la nación mas influyente de América del Sur.

Instituciones como el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) con activos de
159 mil millones de dólares, son instrumentos de una política nacional que apuesta por el
fortalecimiento a empresas que contribuyan al desarrollo del país, mejoren la competitividad
de la economía y eleven la calidad de vida de la población brasileña. El crecimiento sustancial
de la economía brasileña ha conllevado un incremento considerable de sus necesidades,
energéticas y es ahora el tercer consumidor mundial de electricidad por dólar del PBI, aunque
su electricidad es cara.

El interés del Brasil en impulsar la integración energética sudamericana responde en gran


medida a la necesidad de asegurar su abastecimiento de energía eléctrica. Entre 2009 y 2017
su demanda debe crecer, en promedio, en 5 900 megavatios anuales para poder mantener un
crecimiento económico del orden de 4 a 5 % anual.

Diversos consultores privados afirman que en los próximos 10 años el Brasil necesitará una
capacidad adicional de producción de 50 000 MW, de los cuales 37 000 ya están en diferentes
niveles de avance. Por esta razón están en marcha grandes emprendimientos que también
constituyen grandes oportunidades de inversión para la empresa privada y la banca
multilateral brasilera. Actualmente Brasil viene apostando por la construcción de grandes
represas como Tucuruí, Balbina y Itaipú, y actualmente está promoviendo represas como Belo
Mnte, Inambari, en Perú y Cachuela Esperanza, en Bolivia, y el complejo hidroeléctrico del río
Madeira cerca a la frontera entre Perú, Bolivia y Brasil.

En este contexto, los presidentes Alan García del Perú y Luis Ignacio Lula da Silva del Brasil
lanzaron formalmente, el 28 de abril de 2009, la carrera que debe culminar con la puesta en
operación de un número indeterminado de grandes represas en los ríos de la selva alta
peruana que, según lo informado, principalmente deben abastecer la demanda energética del
país vecino.

La notica de la firma del memorando de intención entre Brasil y Perú, uno de cuyos seis puntos
hace referencia a las hidroeléctricas, fue mucho más comentada en Brasil que el Perú, donde,
a pesar de su evidente importancia geopolítica, económica, social y ambiental, pasó casi
desapercibida y opere hasta seis grandes hidroeléctricas en territorio peruano de la energía
producida. Las hidroeléctricas por construir son Inambari (2 000 MW), Sumabeni (1 071 MW),
Paquitzapango (2 000 MW), Urubamba (940 MW), VIzcatán (750 MW) y Chuquipampa (800
MW), con un costo conjunto en el orden de los US 16 mil millones de dólares.

La potencia instalada en Perú es de 7 158 Mw. En 2009 se produjeron 29 807 GWh, de los
cuales 63% fueron hidráulicos y 37% térmicos, principalmente de gas natural. Esto significó un
crecimiento de 0.84% con relación al año 2008. La máxima demanda se registró en diciembre y
fue de 4 322 MW.

Según el Plan Nacional de Electrificación, la cobertura eléctrica en el país debería llegar a


93.1% en el año 2015. Pero la fuerte demanda de energía no proviene del sector residencial
sino del minero y será la entrada en funcionamiento de nuevas minas lo que determinará su
rápido aumento. Entre 2001 y 2008, la demanda de electricidad creció a 8.3% anual y se
espera que ese ritmo continúe después del bache que significó la crisis económica mundial.

En los últimos años en el Perú, ha habido una fuerte inversión en el desarrollo de planta
termoeléctricas para la generación de electricidad, en razón de los bajos precios del gas
natural de Camisea. Pero la disminución de las reservas de este recurso para el mercado
nacional debido a la priorización de su exportación, ha evidenciado un crítico contexto de
seguridad energética para el país en el corto plazo. En el mismo periodo no ha habido
inversión en el sector hidroeléctrico ya que las tarifas eléctricas deberían subir, lo que, por
razones políticas, no se ha hecho.
ANTECEDENTES DEL PROYECTO INAMBARI

 1976-1979. La Dirección de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, con apoyo de


la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), realizó la Evaluación del Potencial Hidroeléctrico
Nacional, eligiendo al río Inambari como parte de diez proyectos para el desarrollo de
centrales hidroeléctricas en el Perú.

 2006, noviembre. Memorándum de entendimiento entre los Ministerios de Perú y Brasil


para el establecimiento de una comisión mixta permanente en materia de energía, minería
y geología.

 2007, noviembre. La Dirección General de Electricidad (DGE) del Ministerio de Energía y


Minas presentó el informe final «Elaboración de resúmenes ejecutivos y fichas de estudios
de las Centrales hidroeléctricas con potencial para la exportación a Brasil», donde aparece
la Central Hidroeléctrica del Inambari (C.H. INA 200).

 2008, mayo. Acuerdo bilateral entre Perú y Brasil de cooperación energética. Construcción


de 17 hidroeléctricas en Perú, una de ellas Inambari.

 2008, junio. Concesión temporal a EGASUR para realización de estudios de la


Hidroeléctrica Inambari (por 2 años).

 2009, abril. Memorando de entendimiento para el apoyo a los estudios de interconexión


eléctrica entre el Perú y el Brasil.

UBICACIÓN DEL RIO INAMBARI


El río Inambari es un afluente del río Madre de Dios, a su vez tributario del Beni, el que se
vierte en el río Madeira. El valle del Madeira es el más grande de toda la cuenca amazónica. El
Inambari nace en la cordillera de Apolobamba, provincia de Sandia (Puno) y tiene 340 km de
largo. Su caudal promedio es de 961 m3/s. Desde el siglo XIX ha sido un lugar para buscadores
de oro aluvial, como lo testimonia la eliminación de la selva en Huepetube, cuya región ha sido
convertida en una inmensa extensión de grava estéril por acción de los mineros.

La deforestación de sus cabeceras se ha acelerado considerablemente en los últimos 10 años.


Éstas también se han visto afectadas por las plantaciones de coca y la minería informal de oro.

La central hidroeléctrica se ubicará en los distritos de Camantí (provincia de Quispicanchis en


Cusco); Inambari (provincia de Tampopata en Madre de Dios) y Huepetue (provincia de Manu
en Madre de Dios); Ayapata y San Gabán (provincia de Carabaya en Puno), justo aguas abajo
de la confluencia de los ríos Inambari y Araza, y aguas arriba del puente Inambari de la
Carretera Interoceánica. Éste sería el único lugar posible para la construcción de la represa,
pues aguas arriba se pierde el aporte del río Araza y aguas abajo, el río se explaya y es
demasiado ancho.
Vista aérea de
la ubicación
del proyecto
Inambari

CARACTERISTICAS
La Central Hidroeléctrica del Inambari (CHI) tendrá una capacidad de 2 000 megavatios (MW)
de potencia instalada y requerirá de una inversión de 4 847 millones de dólares, incluyendo la
línea de transmisión al Brasil. La inversión será mayor a la del proyecto del gas de Camisea el
que, incluyendo la construcción de plantas y el sistema de transporte, representó una
inversión de 3 300 millones.

Tendrá un área de inundación de más de 46 000 hectáreas. El embalse sería el segundo cuerpo
de agua más grande del Perú. El complejo de hidroeléctrico del Mantaro, a la fecha el más
importante del Perú, tiene una capacidad de 1 008 MW.
EMPRESAS INVOLUCRADAS
 Empresa de Generación Eléctrica Amazonas Sur SAC (EGASUR): Inscrita en Registros
Públicos de la Región Puno, con partida Nº 11068780. Está conformada principalmente
por Engevix, la principal empresa de consultoría del Brasil, y está a cargo de los
estudios de factibilidad. Junto con EGESA estaría a cargo de la construcción de la
represa.
 Inambari Geraçao de Energía (EGESA): Consorcio conformado por dos estatales
brasileñas (Eletrobras y Furnas, 49%) y la constructora OAS (51%) también de ese país.
Encargada junto con EGASUR de la construcción.
 Eco planeación Civil S.A Ingenieros Consultores y Constructores (ECSA): Empresa
peruana fundada en 1985. Empresa contratada para la realización del Estudio de
Impacto Ambiental del proyecto.

Vale señalar que Electrobras está participando en la construcción de hidroeléctricas no sólo en


Sudamérica, actualmente está en fase de estudios cuatro hidroeléctricas en Centro América.

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