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SEBASTIAN TOLOZA ANAYA

2150346
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
CONSULTORIO JURÍDICO lll
BUCARAMANGA 2020

CONCEPTO JURÍDICO

CASO 11 En un concepto jurídico muy bien estructurado deberá usted


determinar con base en la Jurisprudencia de la Corte Constitucional si es
posible la interposición de una tutela contra una sentencia de tutela y, de ser
así analice y explique en qué caso es procedente tal actuación.

La de tutela es una de las herramientas más efectivas para hacer defensa de los
derechos fundamentales, está consagrado en el artículo 86 el cual a su vez es
el más popular e invocado de la constitución del 91. Esta novedosa
herramienta que de alguna manera fortalece el estado de derecho, fue
instaurada como una acción, no como un recurso, que se ejerce ante cualquier
juez de la República. ‘’Es un mecanismo sencillo, sin mayores
consideraciones técnicas, al punto que se puede invocar oralmente y, como es
de su esencia, sin la necesidad estricta de un abogado.’’ [ CITATION gab11 \l 9226 ]

¿ES POSIBLE LA INTERPOSICIÓN DE UNA TUTELA CONTRA UNA


SENTENCIA DE TUTELA?
Se entiende que la regla general es que la acción de tutela no procede para el
cumplimiento de la ordenes de otra tutela. En el artículo 40 del decreto
2591/91 por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo
86 CP establece, que: ‘’no procederá la tutela contra fallo de tutela’’, al año
siguiente está disposición fue declarada inconstitucional por la sentencia C-
543 de 01 de octubre de 1992.

La corte constitucional ha variado su postura respecto a este tema, pues en la


sentencia SU 1219 de 2001 indicó que las decisiones adoptadas en virtud de
los procesos de tutela no podían ser objeto de controversia constitucional a
través de este mismo mecanismo, sin embargo catorce años más tarde unifico
jurisprudencia en la sentencia SU 627 del 1 de octubre de 2015 y reiterándose
en un reciente pronunciamiento –T- 072 del 24 de febrero de 2018- dicha
corporación estableció las condiciones y presupuestos donde
excepcionalmente es procedente la acción de tutela contra fallos de tutela,
teniendo en cuenta que eventualmente es posible que la decisiones de los
jueces sea incompatible con la constitución y afecte derechos fundamentales
de las partes, no obstante es excepcional, con el fin de que no se desconozcan
los principios de cosa juzgada, autonomía e independencia judicial, seguridad
jurídica y la naturaleza subsidiaria que caracteriza al mecanismo.

No se puede negar que es posible que ocurran irregularidades que representen


vulneraciones a derechos fundamentales en las actuaciones previas y/o
posteriores a una sentencia de tutela por ejemplo que en una actuación previa
a la sentencia no se vincule a un tercero interesado en un proceso de tutela, o
también se puede presentar que posterior a la sentencia el juez niegue la
solicitud de impugnación de fallo de primera instancia, imposibilitando ir a
una segunda instancia. Una de las actuaciones más frecuentes son las que
tienen que ver con el cumplimiento de las órdenes impartidas en el fallo de
tutela donde el mecanismo más idóneo para lograr el cumplimiento de dicha
orden de tutela es la solicitud al juez de primera instancia que ejerza las
competencias previstas en el artículo 27 del decreto 2591/91:

“Artículo 27. Cumplimiento del fallo. Proferido el fallo que concede la


tutela, la autoridad responsable del agravio deberá cumplirlo sin demora. Si
no lo hiciere dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes, el juez se
dirigirá al superior del responsable y le requerirá para que lo haga cumplir y
abra el correspondiente procedimiento disciplinario contra aquél. Pasadas
otras cuarenta y ocho horas, ordenará abrir proceso contra el superior que
no hubiere procedido conforme a lo ordenado y adoptará directamente todas
las medidas para el cabal cumplimiento del mismo. El juez podrá sancionar
por desacato al responsable y al superior hasta que cumplan su sentencia. Lo
anterior sin perjuicio de la responsabilidad penal del funcionario en su
caso.”

Por consiguiente, la tutela no procede para lograr el cumplimiento de las


órdenes de otra tutela, aunque sí procederá excepcionalmente cuando no exista
otro medio eficaz de defensa. Así, para establecer la procedencia de la acción
de tutela contra una sentencia de tutela es preciso distinguir, en primera
medida, si se dirige contra la sentencia proferida dentro del proceso o contra
una actuación previa o posterior a ella.
‘’Si la actuación acaece con anterioridad a la sentencia y consiste en la
omisión del juez de cumplir con su deber de informar, notificar o vincular a
los terceros que serían afectados por la demanda de tutela, y se cumplen los
requisitos generales de procedibilidad de la acción de tutela, la acción de
tutela sí procede, incluso si la Corte Constitucional no ha seleccionado el
asunto para su revisión.

Si la actuación acaece con posterioridad a la sentencia y se trata de lograr el


cumplimiento de las órdenes impartidas en esta, la acción de tutela no
procede, pero, si se trata de obtener la protección de un derecho fundamental
que habría sido vulnerado en el trámite del incidente de desacato, y se
cumplen los requisitos generales de procedibilidad de la acción de tutela
contra providencias judiciales, la acción de tutela puede proceder de manera
excepcional.’’[ CITATION Act18 \l 9226 ]
En este orden de ideas, en la mencionada sentencia SU 627/2015 advirtió que
la acción de tutela contra fallos de tutela es improcedente cuando se presente
en contra de una sentencia de la Corte Constitucional ya sea en su sala plena o
por sus salas de revisión de tutela, en este evento solo procede el incidente de
nulidad de dichas sentencias, que debe promoverse ante la misma corporación.
Sostuvo además que no procederá la acción de amparo contra aquellas
sentencias de tutela en las cuales se pretenda el cumplimiento de órdenes
impartidas en una sentencia de tutela.

Ahora bien, en síntesis, como se mencionó anteriormente para que


excepcionalmente se acredite la procedencia de la acción de tutela, la Corte
Constitucional en la Sentencia T 072 del 27 de febrero de 2018 ha establecido
que este mecanismo opera en casos concretos; cuando exista cosa juzgada
fraudulenta en un fallo de tutela proferido por un juez que no sea de la Corte
Constitucional, cuando se vulnere un derecho fundamental con ocasión a una
actuación realizada por el juez durante el proceso de tutela o cuando el juez de
tutela con su actuación durante el trámite del incidente de desacato vulnera
algún derecho fundamental de las partes.

Si la sentencia de tutela ha sido proferida por otro juez o tribunal de la


república, la acción de tutela procede, cuando exista cosa juzgada fraudulenta,
y además se cumplan los requisitos genéricos de procedibilidad de la tutela
contra providencias judiciales:

a. La acción de tutela presentada no puede compartir identidad procesal con la


solicitud de amparo cuestionada, porque se incurriría en temeridad y la acción
podría ser rechazada.
b. Debe demostrarse de manera clara y suficiente, que la decisión adoptada en
la sentencia de tutela fue producto de una situación de fraude.

c. No existe otro medio, ordinario o extraordinario, eficaz para resolver la


situación. [ CITATION Act18 \l 9226 ]

En la Sentencia T-218 del 20 de marzo del 2012, la Corte Constitucional


reconoció que la regla de que “la tutela no procede contra sentencias de tutela”
no puede ser absoluta; el principio de cosa juzgada no puede entenderse en
términos absolutos, pues en ciertas circunstancias, como al estar de por medio
el principio de fraus omnia corrumpit,–el fraude todo lo corrompe– puede
entrar en tensión con el principio de justicia material, momento en que es
posible desvirtuar la presunción de legalidad y acierto de la decisión del juez.
En la decisión del fallo de tutela es posible distinguir dos partes constitutivas:

1. La decisión de amparo, en la cual, el principio de cosa juzgada se aplica


en términos absolutos conforme a la impugnabilidad que la caracteriza.
2. La orden específica y necesaria para garantizar el goce del derecho
protegido, la cual puede ser complementada para lograr el cabal cumplimiento
del fallo.
En ese contexto, es posible que se configure el fenómeno de la cosa juzgada
fraudulenta, que se predica de un proceso que ha cumplido formalmente con
todos los requisitos procesales, pero que materializa, en esencia, un asunto
fraudulento a través de medios procesales que implica un perjuicio ilícito a
terceros y a la comunidad. [ CITATION Act18 \l 9226 ]

Así pues, el pronunciamiento de la Corte en la Sentencia C 074/201 ratificó de


manera expresa y excepcional, los supuestos fijados por la misma corporación
en 2015 respecto de la procedencia de la acción de tutela contra fallos tutelan
sin vulnerar los principios de seguridad jurídica, cosa juzgada, subsidiaria,
autonomía e independencia judicial.

Como conclusión se puede señalar que la tutela en contra de tutela no procede:

 Cuando se presenta contra una sentencia de tutela proferida por la corte


constitucional
 Si con la tutela se pretende dar cumplimiento de las órdenes impartidas
de una sentencia de tutela.

Por otro lado procederá excepcionalmente cuando:

 Cuando se acredita la existencia de la cosa juzgada fraudulenta en una


sentencia de tutela proferida por otro juez distinto a la Corte
 Cuando el juez de tutela vulnera un derecho fundamental con una
actuación realizada en el marco del proceso de tutela y antes de
proferida la setencia
 Cuando el juez de tutela vulnera un derecho fundamental con una
actuación durante el trámite del incidente de desacato (M.P. Carlos
Bernal)

CONCEPTO JURIDICO REALIZADO POR:

Sebastián Toloza Anaya


C.C 1.098.801.915
C.U 2150346
Miembre activo de Consultorio Jurídico

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