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AP.

en contexto

Volumen 1-1
Director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH
ERNESTO MONTENEGRO PÉREZ

Subdirectora científica
MARTA SA ADE GR ANADOS

Coordinador del Grupo de Arqueología, ICANH


JUAN MANUEL DÍAZ

Coordinador del Grupo de Patrimonio, ICANH


FERNANDO MONTEJO

Editores científicos, ICANH


JUAN MANUEL DÍAZ
FERNANDO MONTEJO

Coordinadora Editorial
ALEJANDR A JAR AMILLO GONZÁLEZ

Comité Editorial
FERNANDO MONTEJO GAITÁN
icanh
JUAN MANUEL DÍAZ
icanh
FR ANCISCO ROMANO
Museo Nacional de Colombia, Bogotá
ANA MARÍA GROOT DE MAHECHA
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
SNEIDER ROJAS MOR A
Universidad de Antioquia, Medellín
CARLO EMILIO PIAZZINI
Universidad de Antioquia, Medellín
CARLOS EDUARDO LÓPEZ
Universidad Tecnológica de Pereira

Comité Científico
CARL LANGEBAEK
Universidad de los Andes, Bogotá
ROBERT DRENNAN
Universidad de Pittsburgh
JOYCE MARCUS
Universidad de Michigan
GUSTAVO POLITIS
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
RICHARD COOKE
Smithsonian Tropical Research Institute
TAMAR A L BR AY
Wayne State University
EDUARDO GOES NEVES
Universidade de Sao Paulo
CHARLES SPENCER
American Museum of Natural History
PEDRO ARGÜELLO
Universidad Pedagójica y Tecnológica de Colombia, Tunja
Contenido

Editorial 7
Juan Manuel Díaz Ortiz, Alejandra Jaramillo González
y Fernando Montejo Gaitán

ARTÍCULOS

Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos


originarios, sus territorios y su patrimonio histórico y cultural:
el caso del Arco Minero del Orinoco, Venezuela 13
Rafael Gassón

Ibias, cubios y rubas. 10.000 años alimentando gentes de los Andes. 33 3


Laura López Estupiñán

Sonoridades prehispánicas de la cultura Tumaco,


aproximación al uso de tecnologías tridimensionales Vol. 1(1)
y sonoras en el material arqueológico. 45
Nelson Pinzón; Francisco Correa; Diego Arenas; Oscar Gallor Beleño

Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo Tardío


en el norte del Alto Magdalena – Colombia 63
Germán A. Peña León; Rocío Salas Medellín; Juan Manuel Díaz;
Juan Manuel Llanos

ARTÍCULO DE REFLEXIÓN

Reflexión sobre la participación de la sociedad en la


arqueología pública y una experiencia de esta realizada
en Barrancas Maipú, Mendoza, Argentina 87
María Daniela Guevara Batllori

Arqueología y Patrimonio
Contents

Editorial 7
Juan Manuel Díaz Ortiz, Alejandra Jaramillo González
y Fernando Montejo Gaitán

ARTICLES

Paradoxes of Public Policies in the Protection of Native Peoples,


their Territories and their Historical and Cultural Heritage:
the Case of the Orinoco Mining Arc, Venezuela. 13
Rafael Gassón
5
Ibias, Cubios and Rubas. 10.000 Years Feeding People of the Andes. 33
Laura López Estupiñán

Pre-Hispanic Sonorities of the Tumaco Culture,


Vol. 1(1)
Approximation to the Use of Three-Dimensional and
Sound Technologies in the Archaeological Material. 45
Nelson Pinzón; Francisco Correa; Diego Arenas; Oscar Gallor Beleño

Bodegas, a Fishing Site During the Late Period in the


North of the Alto Magdalena – Colombia. 63
Germán A. Peña León; Rocío Salas Medellín; Juan Manuel Díaz; Juan
Manuel Llanos

REFLECTION ARTICLE

Reflection on the Participation of Society in Public Archeology


and an Experience of this Carried out in Barrancas Maipú,
Mendoza, Argentina. 87
María Daniela Guevara Batllori

Arqueología y Patrimonio
Editorial

D esde sus inicios, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia ha


liderado procesos de salvaguardia, protección, investigación y divulga-
ción del patrimonio antropológico, histórico y arqueológico de la nación, no
solo porque hace parte de su misión institucional, sino porque históricamen-
te ha sido un referente en el fomento, el avance y la construcción de cono-
cimiento en estas áreas de las ciencias sociales. El año pasado se cumplieron
ochenta años de esta misión que inició con el entonces Servicio Arqueológico
Nacional y el Instituto Etnológico Nacional que fusionados dieron origen al
ican (Instituto Colombiano de Antropología), institución que promovió las
primeras investigaciones antropológicas de los pueblos indígenas que habitan
el actual territorio del país y de exploraciones en los sitios arqueológicos que
hoy en día son reconocidos por su importancia patrimonial, no solo local,
sino en el ámbito global. En ese orden de ideas, con el ánimo de continuar
7
con esta tradición científica, el Instituto Colombiano de Antropología e His-
toria (icanh) ha decidido abrir un nuevo espacio editorial para la divulga-
ción de las investigaciones relacionadas con uno de sus ejes misionales: el
patrimonio arqueológico.
Vol. 1(1)
Si se tiene en cuenta que la arqueología generalmente utiliza técnicas intrusi-
vas para la recolección de datos, la preservación del dato arqueológico se con-
vierte en un punto de vital importancia. Los modelos explicativos sobre las
sociedades del pasado son dinámicos, por lo tanto, el investigador tiene una
responsabilidad sobre el relato que produce y sobre los datos y metadatos que
lo soportan. El profesional tiene un compromiso con una sociedad que tiene
derecho a conocer su pasado y con los sitios arqueológicos que interviene,
ya que estas intervenciones los destruyen y en consecuencia los objetos, los
datos y su interpretación son lo único que perdura. En este sentido, cobra
importancia destacar que la definición y concepción legal del patrimonio
(Decreto 833 de 2002) hace referencia no solo a los bienes y objetos de carác-
ter patrimonial y arqueológico, sino también a la información arqueológica,
los datos y los elementos que tienen un carácter científico y que de su análisis
se deriva un conocimiento muy valioso sobre el pasado. Así pues, la reflexión
y el conocimiento científico derivado de los procesos de exploración, tanto
académica como de salvamento, tienen una puesta en valor en términos de su
protección, y el resultado es que cuando hablamos de patrimonio no se hace
referencia exclusivamente a los objetos y bienes que se pueden preservar, sino

Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio Juan Manuel Díaz Ortiz • Alejandra Jaramillo González • Fernando Montejo Gaitán

a la importancia del estudio, el análisis y la reflexión En este sentido, el icanh reflexiona sobre las posi-
a partir de estos. bilidades de investigación y gestión en los campos
del conocimiento de la arqueología y el patrimonio,
Por lo tanto, la puesta en valor y la divulgación de desde perspectivas amplias que permitan la integra-
este patrimonio debe ser la razón de ser de las in- ción de nuevos enfoques. No existe un solo camino,
tervenciones y exploraciones realizadas con fines se responde también a la diversidad de procesos so-
arqueológicos. Indudablemente, las investigacio- ciales pasados y se enfrenta a la multiplicidad de
nes arqueológicas tienen como objetivo primordial posibilidades interpretativas. Hoy la arqueología
aportar al conocimiento científico sobre los grupos avanza sin dejar de lado su propia historia, aque-
humanos y los procesos sociales pasados, pero, por lla que le permite transitar desde lo procedimental
otro lado, deben priorizar su compromiso con la hasta lo teórico y metodológico. El pasado ahora
sociedad actual, al dar a conocer las trayectorias de tiene varias posibilidades interpretativas y la revista
los grupos humanos pasados, para pensarnos como en su forma digital pone a disposición de los públi-
sociedad y proyectarnos hacia el futuro. cos el espacio adecuado para la discusión. El con-
La arqueología reconstruye el pasado y cuenta his- senso, la discusión y la puesta en valor brindarán a
torias desde varias perspectivas, con el reto de llegar los lectores un escenario de avances en la investiga-
a diferentes públicos, tanto especializados como ción arqueológica contemporánea.
más generales. Este ejercicio presenta una dificultad Así pues, la revista es una invitación a escribir la
por el frecuente uso de un lenguaje técnico, por lo arqueología haciendo énfasis en la importancia de
cual es deseable contar ese pasado balanceando un los bienes arqueológicos en función de reconstruir
lenguaje especializado con uno más universal, para nuestro pasado, en conocer el comportamiento, la
que un público más amplio acceda a esa informa- organización social y las características de las socie-
8 ción, que no solo le puede resultar interesante, sino dades que han generado el registro arqueológico. Si
que puede motivar una apropiación efectiva del pa- bien el primer número hace referencia a un rango
trimonio arqueológico. En este sentido, contar la de temáticas puntuales para cada artículo, el hori-
vida cotidiana de las sociedades del pasado a partir zonte de contenidos que pueden ser publicados es
de los datos arqueológicos debe ser un pilar de la amplio, considerando como eje fundamental las
divulgación en arqueología, debe ser su motor fun- discusiones contemporáneas y temas actuales que
damental. sean relevantes y pertinentes para el desarrollo, el
avance y la discusión en la arqueología. Así, la re-
En tiempos contemporáneos, la producción cien-
vista recibirá contribuciones enmarcadas en torno
tífica en arqueología y patrimonio se ha caracteri-
a los temas, por un lado, de arqueología preven-
zado por la diversidad teórica y metodológica, en
tiva, arqueología subacuática, arqueología y cam-
un modelo de múltiples centros de producción con
bio sociocultural, zooarqueología, arqueobotánica,
impacto diferencial en cada país o región. Desde
antropología biológica, etnoarqueología, etnohis-
la obtención de datos arqueológicos hasta la for-
toria, teoría en arqueología, nuevas metodologías
mulación de nuevos modelos explicativos sobre el
y técnicas en arqueología, arqueología histórica y
pasado, la generación de nuevo conocimiento en
arqueología industrial. Y por el otro, investigacio-
arqueología se ha originado en distintos ámbitos
nes sobre patrimonio arqueológico, en temas de
regionales o locales. En este contexto, la Revista de
preservación, curaduría, restauración, gestión del
Arqueología y Patrimonio constituye un escenario
patrimonio, patrimonio mueble, museografía, pro-
de divulgación propicio para la multiplicidad de
cesos de producción y apropiación del patrimonio,
horizontes interpretativos en la disciplina y se con-
entre otros.
vierte en un espacio para el consenso de las diversas
discusiones y planteamientos que la arqueología ha Vale la pena resaltar que, en términos generales, el
tenido en los últimos años. número de publicaciones en arqueología es muy
Editorial. Arqueología y Patrimonio

bajo con relación al número de investigaciones ar- las sociedades a partir de sus restos materiales. De
queológicas que se llevan a cabo en diferentes par- igual manera, constituye la responsabilidad de los
tes del continente. De esta manera, la revista es un profesionales en cuanto que nuestros resultados no
nuevo espacio para mostrar los resultados de esas solo proporcionan nuevo conocimiento, sino que
investigaciones, para dar a conocer los nuevos en- hacen parte de la construcción de nuestra historia.
foques, técnicas y metodologías que se están utili-
zando desde la arqueología y disciplinas afines para El primer número de la Revista Arqueología y Pa-
aproximarnos al pasado, en un esfuerzo del Insti- trimonio - ap: “En contexto” comprende cinco artí-
tuto por fomentar la publicación, y una apuesta, culos que desde diferentes corrientes y perspectivas
porque es evidente que hay un gran número de re- muestran cómo la arqueología como disciplina
sultados de investigaciones que vale la pena contar. aporta al conocimiento y tiene incidencia en la so-
ciedad actual. El primer grupo de artículos parte de
Para el impulso de esta publicación nos quisi- la apuesta por generar una discusión en el tema del
mos cuestionar por qué es importante publicar papel de la arqueología en lo público. Así, el artí-
en arqueología, comprendiendo que además de la culo de Rafael Gassón plantea los problemas y retos
actividad propia de difundir los resultados de inves- a los que se puede enfrentar en la implementación
tigación, como en cualquier otra ciencia, tiene su de políticas públicas de protección y su interacción
importancia en la comunicación del conocimiento con las comunidades y los territorios. Por su parte,
producido y en qué le aporta eso a la sociedad. De en el caso del artículo de María Daniela Guevara se
esta manera, se identificaron y evaluaron cuatro hace una reflexión sobre la relación entre el arqueó-
aspectos fundamentales: (1) publicar para hacer logo y la comunidad, alertando de lo que implica
ciencia y publicar para divulgar. Este aspecto hace una función social de la investigación arqueológica,
referencia a dos capacidades que debe tener todo
arqueólogo y arqueóloga, ya que la publicación
de la producción de conocimiento y la interpreta- 9
ción de este, desde una perspectiva que valora la
permite debatir y generar conocimiento científico construcción conjunta de esas interpretaciones.
a partir de los datos y de la evaluación de estos,
y su divulgación contribuye a alcanzar grupos que Un segundo grupo de artículos corresponde a la in-
pueden complementar esas investigaciones o gene- terpretación del registro arqueológico para abordar
rar nuevos campos de acción a partir de ellos; (2) diversos temas de las dinámicas poblaciones refe-
entender los artículos como capital de la sociedad. rentes a la subsistencia, el uso de recursos y la ela-
Los artículos constituyen un bien que aporta a la boración de artefactos. En ese grupo se encuentra el
construcción de conocimiento en una disciplina, artículo de Laura López Estupiñán, el cual combina
son un registro escrito de la investigación arqueo- el registro arqueológico con una perspectiva etnoar-
lógica acerca del pasado de una sociedad; (3) com- queológica sobre la importancia del consumo de
prender el valor agregado de una publicación: es tubérculos en las poblaciones de los Andes antiguas
un valor especial puesto que las publicaciones de y actuales. Otro de los artículos es de autoría de
los resultados de una investigación permiten avan- Nelson Pinzón, Francisco Correa, Diego Arenas y
zar en el conocimiento, son un insumo clave para Oscar Gallor Beleño, quienes realizan un análisis
continuar generando conocimiento y permiten que arqueométrico de objetos musicales para dilucidar
se generen nuevas interpretaciones de los datos, lo aspectos iconográficos asociados a los objetos y su
cual enriquece las investigaciones futuras, la reeva- función, así como las técnicas de elaboración de es-
luación y generación de nuevos modelos que nos tos. Finalmente, este número cierra con el artículo
ayuden a entender las dinámicas de las sociedades de Germán A. Peña León, Rocío Salas Medellín,
del pasado; por último, (4) el papel de la publica- Juan Manuel Díaz y Juan Manuel Llanos, en el que
ción en la arqueología es una forma de contar el se aborda la problemática de la consecución de re-
pasado, de documentar y comunicar las historias de cursos en el Alto Magdalena y su incidencia en las
Arqueología y Patrimonio Juan Manuel Díaz Ortiz • Alejandra Jaramillo González • Fernando Montejo Gaitán

condiciones favorables para el asentamiento de po- Por último, nos queda por agradecer a los autores
blaciones. sus contribuciones de investigación y reflexión, a los
evaluadores por su rigor en la examinación de cada
El objetivo de la revista es lograr ser una publicación
artículo para garantizar la calidad del volumen, y a
de alta calidad académica y editorial que le permita
los lectores, en quienes esperamos este primer nú-
en un futuro ser una publicación indexada en bases
mero provoque un espacio de discusión y divulga-
de datos, tanto en el país como internacionales, y
ción de la arqueología como disciplina científica.
para esto desde el primer número se cumple con
los requisitos exigidos por las bases de datos más
exigentes a nivel internacional. Para lograr el pro-
ceso de suscripción de indexación, la revista tendrá Juan Manuel Díaz Ortiz
que contar con un número determinado de volú- Alejandra Jaramillo González
menes impresos, de los cuales este primer número
hace parte. Fernando Montejo Gaitán

10
Artículos
Paradojas de las políticas públicas en la
protección de los pueblos originarios, sus
territorios y su patrimonio histórico y cultural:
el caso del Arco Minero del Orinoco, Venezuela
Paradoxes of Public Policies in the Protection of Native Peoples,
their Territories and their Historical and Cultural Heritage:
the Case of the Orinoco Mining Arc, Venezuela

Rafael Gassón Resumen


Departamento de Historia Este ensayo examina algunas de las paradojas ocasionadas por la relación entre
y Ciencias Sociales, las políticas públicas y la protección de los territorios, de los paisajes culturales y
Universidad del Norte, del patrimonio histórico y cultural de los pueblos originarios que se encuentran
Barranquilla, Colombia.. en la denominada Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del
gassonr@uninorte.edu.co Orinoco (amo), Venezuela. Luego de describir brevemente los orígenes históricos
del neoextractivismo latinoamericano y venezolano, y de discutir de igual forma
los problemas y los peligros de esta iniciativa para la conservación de la diversidad
biológica y social y del patrimonio histórico y arqueológico, se argumenta que
toda iniciativa de intervención de proyectos de impacto ambiental y/o rescate pa- 13
trimonial y arqueológico debe contar con la consulta previa y la participación de
los habitantes de la región. En nuestra opinión, la consulta previa y la participa-
ción de las comunidades locales, más que entorpecer el desarrollo nacional, son
garantía de protección al ambiente y preservación de los derechos ciudadanos,
tal y como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Vol. 1(1)
de 1999.
Palabras clave: arqueología pública, patrimonio, Arco Minero del Orinoco, Ve-
nezuela.

Abstract
This essay examines some of the paradoxes caused by the relation between public
policies and the protection of the territories, cultural landscapes and histori-
cal and cultural heritage of the aboriginal peoples that are located in the so-ca-
lled Arco Minero del Orinoco National Strategic Development Zone (amo),
Venezuela. After briefly describe the historical origins of Latin American and
Venezuelan neo-extractivism and discussing the problems and dangers of this
initiative for the preservation of the biological and social diversity, and to the
historical and archaeological heritage, it is argued that any intervention initiative
by environmental impact projects and/or patrimonial and archaeological rescue
must have a prior consultation and participation of the inhabitants of the re-
gion. In our opinion, prior consultation and participation of local communities,
rather than hampering national development, guarantees the protection of the
environment and the preservation of citizens’ rights as established in the 1999
Constitution of the Bolivarian Republic of Venezuela.
Keywords: public archaeology, patrimony, Arco Minero del Orinoco, Venezuela.

PP. 13-31 Recibido: 4 de julio de 2017 ∙ Aprobado: 24 de septiembre de 2017 Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

A primera vista, puede resultar extraño que un


ensayo que debería tratar sobre la protección
del patrimonio histórico y cultural abarque asuntos
de permitir o suspender a conveniencia las garan-
tías y los derechos de los ciudadanos. Mientras que
en los periodos “normales” existe una constitución
tan variados como el neoextractivismo progresista, que protege a los ciudadanos, el estado de excep-
la polarización política, la Constitución Nacional, ción revela que esa protección está dada por algo
los derechos humanos, los paisajes culturales y la tan arbitrario como la voluntad de quienes deten-
ética de la profesión. Sin embargo, partiremos del tan el poder. Para los oprimidos esto significa que
hecho de que la protección del patrimonio importa se encuentran en una situación de sometimiento
no solo a los académicos y especialistas, sino que permanente a la ley, sin que exista realmente pro-
es transversal a la experiencia y a las circunstancias tección y sin que gocen realmente de derechos
de nuestras sociedades pluriculturales y a la pro- humanos (González 2009). Como se verá, esta es
ducción de sentido dentro de ellas (Criado y Ba- exactamente la situación jurídica de los campesinos
rreiro 2013, 5). Por tal razón, este ensayo podría e indígenas que se encuentran en la actualidad en
considerarse una ventana hacia los problemas y los el amo. En segundo lugar, debo mencionar el con-
desafíos que enfrenta hoy la práctica de la arqueo- cepto de posdesarrollo de Arturo Escobar, entendido
logía profesional en América Latina como empresa como el cuestionamiento a la imposición unilateral
académica, y también como herramienta para la de la lógica político-económica de la modernidad
construcción de paz y ciudadanía. En este orden occidental por parte de los Estados nacionales,
de ideas, la siguiente es una reflexión sobre algunos tanto los neoliberales como los progresistas, sobre
problemas y paradojas en relación con la protección el ambiente y las comunidades indígenas y campe-
integral del patrimonio de un sector significativo de sinas que dicen proteger, la que no se traduce en
la Orinoquia, ocasionados por las políticas públicas mejoras de su calidad de vida o de cuidado de la
14 estatales, las contradicciones en la ideología oficial naturaleza, sino por el contrario, en la destrucción
y la carencia de proyectos de impacto socioambien- de las condiciones para su existencia y reproduc-
tal (que incluyen, entre otros muchos aspectos, la ción (Escobar 2014). Desde esta perspectiva, se
protección y defensa de los territorios indígenas, los cuestiona el planteamiento de que las relaciones
paisajes culturales y el patrimonio histórico y ar- entre los seres humanos y entre ellos y la naturaleza
queológico) en la iniciativa denominada Arco Mi- deben ser mediadas por el Estado (Londoño 2013,
nero del Orinoco (de aquí en adelante amo). 147). Finalmente, en este mismo orden de ideas,
reconozco mi identificación con el pensamiento
Desde el punto de vista teórico, encuentro que libertario de la nueva generación de antropólogos
la perspectiva crítica y el pensamiento anarquista y arqueólogos anarquistas, como David Graeber,
explican muchas de mis preocupaciones e incon- Beltrán Roca Martínez y Leonardo Faryluk, entre
formidades con la situación actual del país, con el otros, quienes desde diversos escenarios académicos
trato hacia sus grupos subalternos y con la concep- y políticos cuestionan el monopolio de los medios
ción y manejo del llamado patrimonio cultural. En de violencia por parte de los Estados nacionales
primer lugar, debo mencionar a Walter Benjamin y para imponer sus agendas económicas y políticas
su concepto de tradición de los oprimidos. Como es sobre los grupos subalternos, a la vez que tratan de
sabido, Benjamin inicia la tesis VIII de su ensayo limitar o erradicar en lo posible las prácticas de do-
“Sobre el concepto de historia” afirmando que “La minación (Faryluk 2015; Graeber 2011,103; Roca
tradición de los oprimidos nos enseña que ‘el estado 2008, 5). El énfasis en lo arqueológico y lo patri-
de excepción’ en el que vivimos es la regla” (Benja- monial es solo una forma particular de insertarme
min 2016). Esto quiere decir que es en el estado en estas perspectivas, ya que los problemas que dis-
de excepción donde se revela la verdadera natura- cuto aquí van más allá de la crítica de la patrimo-
leza del poder, porque su fuente es la decisión del nialización de la cultura material de las sociedades
Estado de hacer su voluntad ley, ya que es capaz del pasado y del presente.
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

Debido a la crisis política que atraviesa Venezuela, y gobierno de Venezuela y los derechos de los pueblos
a la relativa discreción con que el amo ha sido tra- originarios y sus bienes patrimoniales.
tado tanto por el Estado como por buena parte de la
oposición política —ya que, como veremos, sus in-
tereses son similares—, estos problemas han tenido
Primera paradoja:
poca resonancia en el ámbito regional e internacio- el neoextractivismo
nal. Proponemos que es necesario el desarrollo de progresista en América
planes y proyectos de impacto ambiental que inclu-
yan la consulta previa a las comunidades afectadas Latina profundiza
como condición inescapable para resolver las con- la dependencia y la
tradicciones de las políticas públicas oficiales. Estos
planes y proyectos deben incluir no solo el rescate
desposesión de recursos
de los objetos y sitios arqueológicos, sino también y territorios
los derechos y las garantías sobre los territorios an-
cestrales y los paisajes culturales reconocidos por los Como es sabido, el extractivismo hace referencia a la
habitantes locales y por la nación, tal y como lo esta- explotación de grandes cantidades de materias pri-
blece la Constitución de la República Bolivariana de mas para la exportación1. Desde la época colonial
Venezuela de 1999, y como se encuentra estipulado y durante el periodo republicano posindependen-
en numerosas leyes nacionales y acuerdos interna- tista, América Latina participó en la división inter-
cionales. Los proyectos de arqueología pública de- nacional del trabajo, sobre todo como proveedora
ben ser parte de programas más amplios de impacto de materias primas. Fue solo después de la Segunda
Guerra Mundial que el papel del subcontinente en
socioambiental, ya que tanto para las comunidades
la economía-mundo comenzó a ser cuestionado.
originarias involucradas como para el conjunto de la
La Comisión Económica para América Latina y el
15
nación, el rescate de objetos-testimonio que no for-
Caribe (Cepal), reconociendo las implicaciones del
men parte de la memoria histórica ni de los planes
constante deterioro de los precios de las materias
de vida comunitarios carece de sentido.
primas, promovió la industrialización de la región a
No reclamo ninguna originalidad en las ideas que través de la sustitución de importaciones. Posterior-
expongo aquí. Sin embargo, debido al silencio del mente, debido al surgimiento de dictaduras militares
gremio de los arqueólogos profesionales venezola- en los años setenta, a la crisis de la deuda de los años
nos respecto al amo —silencio roto solo de ma- ochenta, así como a la imposición de las políticas de
nera parcial por una parte de dicho gremio, como ajuste neoliberales del Consenso de Washington, las
también veremos más adelante—, me siento en la iniciativas nacionales de industrialización fueron en
necesidad de puntualizar algunos aspectos del pro- gran medida abandonadas y la llamada teoría de las
blema, siquiera como llamado de atención y para ventajas comparativas se empleó para concentrarse
tratar de evitar —lo que tal vez será considerado en la producción de materias primas, con lo cual el
por muchos inconveniente o fuera de lugar, tanto modelo económico regional cambió. Se inició así la
en la realidad política presente como en la futura— nueva era de fundamentalismo de mercado para so-
que la posible intervención por parte de cualquier meter al continente a las exigencias del capital trans-
sector o grupo de arqueólogos se limite al cumpli- nacional. Después, el llamado giro a la izquierda de
miento de un requisito legal, sin la participación
o consentimiento de los supuestos beneficiarios, es
1 El análisis del surgimiento del neoextractivismo progresista y
decir, las comunidades locales, a las cuales nos de- sus consecuencias para la economía, la sociedad y la naturaleza
bemos como antropólogos. Para ilustrar este argu- en varios países de América Latina ha sido realizado, entre otros
autores, por Maristella Svampa (2012, 2013) y Edgardo Lander
mento, a continuación examinaré cuatro paradojas (2014), de los cuales retomamos en esta sección sus puntos
en la relación entre las políticas públicas del actual principales.
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

América Latina, en particular en los países de Su- námica de desposesión de recursos y territorios que
ramérica a finales de la década de los noventa, fue genera nuevas formas de dependencia y dominación
posible como resultado de las luchas populares en (Svampa 2012,17).
contra de las políticas neoliberales de las dictaduras
militares y de los posteriores gobiernos democrática- Desde este punto de vista, Lander no observa
mente electos, pero subordinados a las instituciones grandes diferencias entre los países con gobiernos
financieras internacionales. Paradójicamente, el giro neoliberales, como Colombia, Perú y Chile, y los
a la izquierda se apoyó en el alza de los precios de gobiernos de izquierda, como Ecuador, Bolivia y
las materias primas durante aquella época. En esas Venezuela. Nos encontramos en presencia de un
luchas desempeñaron un papel fundamental las or- fenómeno económico y político: el neoextractivismo
ganizaciones campesinas e indígenas. Así, junto a progresista (Lander 2014, 5). Los países progresis-
los objetivos tradicionales de la izquierda, como los tas asumen el neoextractivismo como una etapa
derechos laborales y la defensa de lo público, se in- del proceso de transición hacia economías y socie-
cluyeron otros temas como los derechos de las mu- dades más justas, lo que permitiría tanto satisfacer
jeres, de los pueblos indígenas, de los campesinos, las necesidades inmediatas de la población como
así como la protección al ambiente. Con estos an- acumular el nivel de riqueza y capacidad científica
tecedentes, y especialmente con los contenidos am- necesario para plantearse luego su superación. Con
bientalistas de las nuevas constituciones de Ecuador los elevados precios en el mercado y las nuevas tec-
y Bolivia, se generaron grandes expectativas de que nologías disponibles, se están acelerando las lógicas
este cambio se tradujese en políticas públicas críticas de acumulación por desposesión hacia nuevos te-
de las modalidades extractivistas de inserción colo- rritorios, lo que produce despojo y desplazamiento
nial en el mercado mundial. Sin embargo, después de campesinos y pueblos indígenas (Lander 2014,
16 de más de dos décadas de gobiernos progresistas en 6). Estos costos socioambientales no están incor-
América del Sur nada ha cambiado en cuanto a la porados como pasivos en las cuentas nacionales; al
explotación de la naturaleza. En el primer decenio contrario, se identifican como crecimiento econó-
del siglo xxi, un número importante de los países mico. Una parte invisible, aunque no despreciable
de América Latina realizó el cambio del Consenso de estos costos sociales es la destrucción del patri-
de Washington, con base en la valorización finan- monio histórico y arqueológico, la destrucción de
ciera, al Consenso de los Commodities (Svampa 2012, monumentos naturales y paisajes sagrados para las
2013), con base en la exportación de bienes prima- comunidades indígenas, y la alteración y destruc-
rios a gran escala. Aunque como mencionamos la ción de sus hábitats y modos de vida tradicionales.
explotación y la exportación de bienes naturales no
son nuevas, en los últimos años y en un contexto de
cambio del modelo de acumulación, se ha venido
Segunda paradoja:
intensificando la expansión de proyectos dirigidos los diferentes sectores
al control, la extracción y la exportación de bienes
naturales. Como apunta Svampa, este modelo de
políticos del país
crecimiento presenta grandes problemas estructu- coinciden sobre el
rales. Por un lado, la demanda de materias primas extractivismo como
y de bienes de consumo tiene como consecuencia
la reprimarización de las economías latinoamerica- modelo estatal en
nas, que se ve agravada por el ingreso de potencias Venezuela
emergentes, como China, que se va imponiendo
como un socio desigual en lo que respecta al inter- Durante el gobierno del actual proceso político so-
cambio comercial. Por otro lado, el Consenso de los cialista y bolivariano en Venezuela, es decir, el pe-
Commodities conlleva la profundización de una di- riodo que va desde 1998 hasta la actualidad, a pesar
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

de referencias discursivas al tema de la superación de los precios del petróleo desde el 2008, y luego
del rentismo, en la práctica se produjo una profun- del deceso del presidente Hugo Chávez en el 2013,
dización de la dependencia del petróleo y de la ló- Venezuela se encuentra en una situación de aguda
gica rentista. En Venezuela, el modelo económico crisis económica y política (Serbin 2014; Villegas
extractivista es la base del Estado y de la sociedad. et al. 2012). Como es sabido, el precio del petró-
Lander (2014) señala al respecto: leo determina la economía, las normas y la polí-
tica de la nación. Por ejemplo, en 1995, cuando el
Como resulta evidente de la experiencia venezo- precio se redujo a 16 dólares por barril, la moneda
lana, el extractivismo rentista no solo produce nacional se devaluó, mientras que la pobreza y la
petróleo, conforma un modelo de organización inflación se dispararon. A partir de 2008-2010, los
de la sociedad, un tipo de Estado, un régimen bajos precios del petróleo, a causa de la crisis eco-
político, unos patrones culturales y unas subje- nómica mundial, llevaron al presidente Chávez a
tividades e imaginarios colectivos. Estos no pue- anunciar la reorientación de la economía de la na-
den de modo alguno ser simplemente revertidos ción con base en las reservas de coltán (un mineral
cuando en una etapa posterior de los procesos de compuesto de columbita y tantalio), vital para la
cambio se decida que se ha llegado a las condi- industria electrónica, valoradas en cien mil millo-
ciones económicas que permitirían abandonar el nes de dólares. Esta riqueza (junto a otros minerales
extractivismo. (9) como el oro, los diamantes, el hierro y el cobre)
Según Boaventura de Souza Santos, la revolución se encuentra en lo que el presidente Hugo Chávez
bolivariana profundizó la dependencia de los hidro- denominó el Arco Minero del Orinoco. En el año
carburos y de los recursos naturales en general. La 2016, con el precio del petróleo a la baja por cuarto
dependencia excesiva de estos impide la diversifi- año consecutivo, su sucesor, el presidente Nicolás
cación de la economía, destruye el medioambiente Maduro Moros, promovió de nuevo el Arco Mi- 17
y, sobre todo, constituye una agresión constante a nero del Orinoco, y lo describió como una estrate-
los pueblos originarios y a las comunidades cam- gia económica segura, al abrigo de las fluctuaciones
pesinas, en cuyos territorios se encuentran. Así, se del precio del petróleo mundial. Así, la actual ad-
contaminan sus aguas, se desconocen sus derechos ministración del presidente Maduro —en medio de
ancestrales y se viola el derecho internacional que una situación de grave escasez de alimentos y me-
exige la consulta a las poblaciones, a las que se ex- dicinas, un gran malestar social y la rebeldía de una
pulsa de sus tierras, y, en ocasiones, se asesina a sus parte creciente de la población civil—, el día 24
líderes comunitarios (Santos 2013, 105). de febrero del 2016 abrió una considerable porción
del subsuelo venezolano a más de 150 empresas de
Venezuela es un caso clásico de la llamada enferme- 35 países para tratar de obtener las divisas necesa-
dad holandesa, con todas las consecuencias que este rias para paliar esta situación (Agencia Venezolana
fenómeno económico acarrea2. Debido a la caída de Noticias [avn] 2016). En el mismo acto el presi-
dente Maduro firmó el Decreto 2248, mediante el
cual se crea la Zona de Desarrollo Estratégico Nacio-
2 El término enfermedad holandesa describe la caída de la nal Arco Minero del Orinoco (Decreto de Creación
industria manufacturera de ese país luego del descubrimiento y
explotación de gas natural en los años cincuenta. La enfermedad de la Zona de Desarrollo estratégico Nacional “Arco
holandesa se caracteriza por el gran ingreso de divisas debido a Minero del Orinoco” 2016) (figura 1), bajo juris-
la exportación de una materia prima o un recurso natural (como
el petróleo), lo cual genera una apreciación de la moneda local dicción militar, con el fin de impedir que las activi-
que abarata la divisa y las importaciones de bienes y servicios, dades de las empresas encuentren resistencia3. Esto
y esto a su vez provoca el desplazamiento de la producción
nacional y desindustrialización. El país deja de producir
porque es más barato importar y deja de exportar porque la
sobrevaluación del tipo de cambio encarece la producción 3 Como se indica en el Decreto de Creación de la Zona de
nacional y las industrias exportadoras de bienes y servicios Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero del Orinoco”:
dejan de ser competitivas (Grisanti 2017, 70). “Artículo 13. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en
18
Figura 1
Ubicación geográfica del Arco Minero del Orinoco en Venezuela
Arqueología y Patrimonio
Rafael Gassón
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

significa la explotación de un área de 111.846,70 neoextractivista cuyos ingresos están, además, alta-
km2, es decir, el 12,2 % del territorio venezolano, mente concentrados en manos del Poder Ejecutivo
en un régimen legal de excepción, fuera del alcance de un Estado extraordinariamente centralizado. En
de las leyes civiles. Oponerse a la minería en la zona segundo lugar, existen razones para pensar que el
del amo está prohibido por las normativas del de- amo vulnera los derechos culturales y territoriales
creto. Hasta la fecha, el amo no cuenta con pro- de los pueblos indígenas que habitan la región (fi-
yectos de impacto socioambiental de ningún tipo, gura 2), consagrados en la Declaración Universal de
o al menos estos no han sido hechos públicos. De los Derechos Humanos (1948), en la Constitución
esta manera, Venezuela está cambiando del extracti- de la República Bolivariana de Venezuela (1999),
vismo tradicional petrolero al neoextractivismo mi- en la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y
nero con base en una serie de minerales estratégicos Tierras de los Pueblos Indígenas (2001) y en la Ley
de alta demanda en el mercado internacional. Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas
(2005). La población campesina sufrirá también las
¿Cuáles son los principales problemas ocasionados
consecuencias de este proyecto de minería a gran
por esta iniciativa? En primer lugar, objetivos tan
escala, debido al desplazamiento forzoso, la prole-
fundamentales en las formulaciones del proyecto
tarización de la mano de obra, además de los males
del socialismo bolivariano como la democracia par-
sanitarios y la delincuencia asociados a este tipo de
ticipativa y el Estado comunal, el fortalecimiento
emprendimientos. Por último, cabe suponer que la
de la soberanía nacional, el fortalecimiento de la
explotación del Arco Minero del Orinoco causará
soberanía alimentaria, el reconocimiento de la plu-
profundos e irreversibles daños al ecosistema que
riculturalidad, el reconocimiento de los derechos
alberga gran parte de la biodiversidad y la sociodi-
constitucionales de los pueblos originarios y el
objetivo quinto del Plan de la Patria, “contribuir versidad nacionales.
con la preservación de la vida en el planeta y la sal- Como es público y notorio, el país se encuentra po-
19
vación de la especie humana”, se convirtieron en larizado entre el actual partido de gobierno (Partido
estructuralmente incompatibles con una economía Socialista Unido de Venezuela (psuv) y miembros
del llamado Polo Patriótico) y los miembros de la
llamada Mesa de la Unidad Democrática (mud).
conjunto con el Poder Popular organizado, y en coordinación Es importante destacar que, respecto a las políticas
con las autoridades del Ministerio del Poder Popular con
y expectativas económicas del amo, los sectores de
competencia en materia petrolera tendrá la responsabilidad de
salvaguardar, proteger y mantener la continuidad armoniosa oposición no parecen tener una posición muy di-
de las operaciones y actividades de las Industrias Estratégicas ferente a la del gobierno nacional. Es cierto que la
ubicadas en la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco
Minero del Orinoco, de conformidad con lo dispuesto en el Asamblea Nacional de Venezuela publicó el 9 de ju-
artículo 89 del Decreto N° 295 con Fuerza y Rango de Ley de nio del 2016 un Acuerdo sobre el Decreto de Crea-
Minas, el artículo 109 y siguientes del Reglamento General
de la Ley de Minas, y el artículo 40 del Decreto N° 1.395 con ción de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional
Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica que Reserva al Estado las “Arco Minero del Orinoco”, en el que se desconoce
Actividades de Exploración y Explotación del Oro, así como las
Conexas y Auxiliares a estas”. el Decreto 2248 por ser contrario a los intereses de
Nótese que el decreto establece en forma expresa la suspensión la República. Además, la Asamblea Nacional san-
de los derechos civiles y políticos en todo el territorio del arco
minero, a nombre del bien general: cionó la Ley de Reforma Parcial del Decreto n.°
“Artículo 25. Ningún interés particular, gremial, sindical, de 2.165, con rango y fuerza de ley orgánica, que re-
asociaciones o grupos, o sus normativas, prevalecerá sobre el
interés general en el cumplimiento del objetivo contenido en serva al Estado las actividades de exploración y ex-
el presente decreto. Los sujetos que ejecuten o promuevan plotación de oro, aprobada el pasado 9 de agosto
actuaciones materiales tendentes a la obstaculización de las
operaciones totales o parciales de las actividades productivas
del 2016 por la mayoría del Legislativo. Dicha ley
de la Zona de Desarrollo Estratégica creada en este decreto de reforma parcial buscaba controlar la creación, las
serán sancionados conforme al ordenamiento jurídico aplicable
(Decreto de Creación de la Zona de Desarrollo Estratégico
condiciones de funcionamiento y la modificación
Nacional “Arco Minero del Orinoco” 2016). de las empresas y de las alianzas estratégicas. En ese
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

Figura 2
Ubicación de los pueblos originarios en el área del amo

sentido, se disponía expresamente el requerimiento must change soon and that once democracy has
de la autorización previa, por parte de la Asamblea been restored in our country, our doors will be
Nacional, de los actos de constitución de las em- open to receive the investments, with the ade-
presas mixtas, así como para el establecimiento y la quate legal certainty, that the country will need
modificación de las condiciones que regirán sus acti- to redirect itself along the path of progress and
vidades. No obstante, estas actuaciones de la Asam- development. (Julio Borges, presidente de la
20 blea Nacional podrían ser anuladas por actuaciones Asamblea Nacional de Venezuela, citado por el
posteriores, de las que ya existen señales. Por ejem- Correo del Orinoco, 17 de mayo del 2017)
plo, resulta preocupante que el actual presidente de
la Asamblea Nacional, en carta enviada a la Down Lo anterior sugiere coincidencias de intereses en-
Under Conference, un evento de inversionistas mi- tre ambos bandos de la polarización política vene-
neros llevado a cabo en Perth, Australia, el 17 de zolana con respecto a los recursos del amo, y más
mayo del 2017, dejara en claro las intenciones de la importante aún, como sostiene Fernando Coronil
oposición, al decir lo siguiente: en El Estado mágico, una de las obras antropológi-
cas más notables sobre Venezuela, indica las bases
I would like to inform the distinguished partici- económicas y culturales de la segunda paradoja, es
pants of this forum and the Government of Aus- decir, la coincidencia de criterios en cuanto al tipo
tralia that any company or entity that signs any de Estado rentista, los patrones culturales y las sub-
agreement with the Goverment of Venezuela wi-
jetividades e imaginarios colectivos que hacen del
thout fullfilling the specified requirement4, will
Estado el proveedor fundamental de la economía
be in fact financing a dictatorship and a corrupt
y la fuente de riqueza de los venezolanos, con in-
political elite and that those contracts will be le-
dependencia de la orientación política del Estado:
gally invalid and morally reprehensible because
it would underpin an autocracy that is already in Aun cuando estas naciones traten de romper
the sights of the world for its flagrant violations su dependencia colonial de las exportaciones
of the human rights and the Constitution. I de productos primarios mediante la puesta en
would like also to inform you that this situation práctica de planes de desarrollo dirigidos a di-
versificar sus economías, por lo general se apo-
4 Es decir, la aprobación de dichos acuerdos de explotación
yan para hacerlo en la divisa obtenida mediante
minera por parte de la Asamblea Nacional. la exportación de productos primarios, con lo
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

que intensifican su dependencia de los mismos. lítica estatal. Según Angosto, el guaicaipurismo se
Paradójicamente, al tratar de aprovechar su ven- convirtió en uno de los elementos más distintivos de
taja comparativa, estas naciones exportadoras de la propuesta bolivariana impulsada por el presidente
naturaleza a menudo vuelven a asumir su papel Hugo Chávez, propuesta en donde coincidieron los
colonial de fuentes de productos primarios, pa- discursos revolucionario e indigenista. Desde el Es-
pel ahora reescrito en términos de la racionali- tado y una parte del movimiento indígena, se esta-
dad neoliberal del capitalismo globalizante. Para bleció una asociación semántica entre la resistencia
ellas, al poscolonialismo sigue el neocolonia- indígena a la colonización y el proyecto bolivariano.
lismo. (Coronil 2013, 18) Esta asociación incrementó el capital político de
las organizaciones indígenas venezolanas, las cuales
En conclusión, resulta paradójico que, a pesar de tuvieron que ajustar sus mecanismos organizativos
que existe una situación de fuerte enfrentamiento y de participación en la política nacional, mientras
político entre los sectores oficialistas y de oposición enfrentaban tensiones derivadas de ese esfuerzo que
en Venezuela, ambos comparten acuerdos básicos con el tiempo produciría fracturas dentro del mo-
sobre el modelo económico del país, con base en vimiento indígena (Angosto 2009, 28). A pesar de
el extractivismo y la apropiación de la renta del Es- esta convergencia ideológica, y de las manifestacio-
tado. Debe destacarse que esta visión compartida, nes públicas de adhesión por parte del gobierno del
lejos de estar atada a las luchas y las coyunturas po- presidente Nicolás Maduro Moros a la herencia y a
líticas de Venezuela o cualquier otro país del área, la cultura indígena, hasta el día de hoy el Estado no
está anclada en el proceso que Svampa ha identifi- ha cumplido los compromisos establecidos con los
cado como el Consenso de los Commodities, común a pueblos indígenas en relación con la demarcación
la mayoría de los países de América Latina. y el reconocimiento de sus territorios ancestrales,
cuestión fundamental para la materialización de la 21
Tercera paradoja: mayoría de sus derechos en cuanto a su autodeter-
minación y desarrollo, tal y como está reconocido
el Estado venezolano en la Constitución de 1999 (Angosto 2009, 28). El
afirma proteger y reconocimiento de la pluralidad cultural por parte
del actual proyecto de Estado nacional ha sido más
reivindicar a los pueblos de carácter prescriptivo y nominal, pues aun cuando
originarios, mientras que destaca la visibilización de los grupos subalternos,
en la práctica no dispone de mecanismos para esta-
en la práctica ignora sus blecer intercambios o diálogos interculturales equi-
derechos tativos (Caballero 2017, 342).

De acuerdo con la ideología oficial, existe una re- Lo anterior está claramente ilustrado por el rechazo
lación de reivindicación histórica y de continuidad de la consulta previa a las comunidades de la zona
de principios e ideales entre los pueblos originarios delimitada por el amo. Dicha situación tiene su
y el Estado, lo que Angosto ha denominado guai- precedente en la Declaración del alba desde el Pa-
caipurismo, que invoca la figura del cacique Guai- cífico, realizada en la XII Cumbre de Jefes de Es-
caipuro, símbolo semioficial de la lucha indígena tado y de Gobierno del alba-tcp, llevada a cabo en
Guayaquil, el 30 de julio del 2013:
ante el invasor europeo (Angosto 2009, 10). Esta
relación es constitutiva para la refundación del país Por otro lado, manifestamos el derecho y la ne-
propuesta por la Constitución de la República Bo- cesidad que tienen nuestros países de aprovechar,
livariana de Venezuela de 1999, que implicó una de manera responsable y sustentable, sus recursos
redefinición de la identidad nacional en la cual la naturales no renovables, los cuales cuentan con el
noción de lo indígena se situó en el centro de la po- potencial de ser utilizados como una importante
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

fuente para financiar el desarrollo económico, la fe. Esto no ha ocurrido con la aprobación del Plan
justicia social y, en definitiva, el bienestar de nues- Integral del Arco Minero del Orinoco (ni con la mi-
tros pueblos, teniendo claro que el principal im- litarización de la Guajira venezolana, el otro ejem-
perativo social de nuestro tiempo —y de nuestra plo considerado en el informe). En este documento,
regiones— es combatir la pobreza y la miseria. En que no tiene desperdicio, se señala lo siguiente:
este sentido, rechazamos la posición extremista
El Estado venezolano ha profundizado el carác-
de determinados grupos que, bajo la consigna del
ter extractivista de su economía, lo que ha traído
anti-extractivismo, se oponen sistemáticamente a
como consecuencia la discriminación de quienes
la explotación de nuestros recursos naturales, exi-
puedan tener objeciones a los proyectos así como
giendo que esto se pueda hacer solamente sobre
la fragmentación de las propias comunidades que
la base del consentimiento previo de las personas
serán afectadas por la actividad minera y energé-
y comunidades que viven cerca de esa fuente de
tica. El proyecto denominado “Arco Minero del
riqueza. En la práctica, esto supondría la imposi-
Orinoco” (amo) genera diversas preocupaciones
bilidad de aprovechar esta alternativa y, en última
debido a sus posibles impactos tanto en el medio
instancia, comprometería los éxitos alcanzados
ambiente así como a las comunidades indígenas
en materia social y económica. (Declaración del
que habitan en esos territorios. El gobierno ha
Alba desde el Pacífico 2013, 2)
ignorado la obligación de la consulta establecida
En el informe sobre la situación del derecho a la constitucionalmente e impone una Comisión
consulta previa en Venezuela, el Grupo de Trabajo Presidencial para la toma unilateral de decisio-
Asuntos Indígenas de la Universidad de los Andes nes. Los derechos indígenas se ponen así a la cola
(ula, Mérida, Venezuela), el Programa Venezolano de la minería. Los indígenas se vuelven a dividir
de Educación-Acción en Derechos Humanos (Pro- frente a la estrategia gubernamental. Las prime-
22 vea) y el Laboratorio de Paz reconocen que luego ras víctimas del arco minero serán los propios
de un largo proceso de movilización y presión por indígenas. Con esta acción continúa el exter-
parte de las organizaciones indígenas venezolanas, minio por nuevos medios. No hay manera de
la Constitución de la República Bolivariana de Ve- contener el “genocidio silencioso” que la “revo-
nezuela incorporó en 1999 un conjunto de dere- lución” persiste en continuar contra las culturas
chos para los pueblos originarios, de acuerdo con originarias del país. [...]. La decisión de crear el
los estándares internacionales, lo que generó am- amo se formaliza incumpliendo las obligaciones
plias expectativas acerca de la materialización de constitucionales de realizar estudios de impacto
las garantías sobre sus territorios, modos de vida, ambiental y sociocultural en las actividades sus-
cosmovisión, cultura e idiomas. Sin embargo, de- ceptibles de generar daños a los ecosistemas (ar-
bido a la profundización de la economía extractiva tículo 129 crbv) así como consultar de manera
en Venezuela, y a la desarticulación y cooptación de previa, libre e informada a los pueblos origina-
las organizaciones sociales que debían haberle hecho rios cuando se aprovechen recursos naturales en
resistencia, esta discusión apenas está comenzando hábitats indígenas (artículo 120 crbv y Conve-
(Aguilar et al. 2016). De acuerdo con los resultados nio 169 de la oit). Según el censo del año 2011
de este informe, el Gobierno Nacional incumple las en el Estado Bolívar habitan 54.686 personas
obligaciones establecidas en la Constitución y los indígenas, mientras que como registró el mapa
instrumentos internacionales de derechos huma- editado en el 2010 por el Ministerio de Pueblos
nos. Los distintos órganos del sistema internacional Indígenas, dentro del territorio decretado como
y regional de protección de los derechos humanos amo habitarían los pueblos Mapoyo, Eñepá,
señalan que, al tratarse de pueblos indígenas en con- Kariña, Arawak, Arawako, Yekwana, Sanema y
diciones de vulnerabilidad, la consulta debe reali- Pemon, cuyo modo de vida sería afectado por
zarse de manera libre, previa, informada y de buena la actividad minera. (Aguilar et al 2016, 36-37)
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

Cuarta paradoja: (González-Varas 2015, 189-190). La categoría de


paisaje cultural ha sido reconocida desde 1992. Así,
el discurso oficial afirma la patrimonialización de la naturaleza y la patrimo-
proteger el patrimonio e nialización de la cultura coinciden con el recono-
cimiento de la necesidad de reconocer ambas cosas
incluir a las comunidades, de manera conjunta y en función de sus habitantes.
mientras que en la Entonces, debe tenerse claro que la recuperación
del patrimonio incluye no solo la recuperación y
práctica ignora ambas conservación de objetos, sino también de monu-
cosas mentos, conjuntos y lugares, como ya estaba plan-
teado desde 1972 por la Convención de la Unesco
El amo no contempla la protección de los territo- sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cul-
rios indígenas, los paisajes culturales de la región tural y Natural (Unesco 2009).
y el patrimonio arqueológico. La comprensión de
la secuencia cultural del Orinoco es crítica para Paralelos y concomitantes han sido los esfuerzos
entender el origen de las principales ocupaciones por la delimitación de los territorios. Desde la apro-
ceramistas y agrícolas del norte de Suramérica y las bación de la Constitución de 1999 se han hecho
Antillas, además del origen de los procesos de orde- numerosos intentos por aplicar los artículos 119 y
namiento y uso del espacio por parte de las comuni- 120 de la Carta Constitucional:
dades originarias que todavía habitan la Orinoquía.
Artículo 119. El Estado reconocerá la existen-
A pesar de la importancia de la región, nuestro co-
cia de los pueblos y comunidades indígenas, su
nocimiento sobre ella aún es básico. Es mucho lo
organización social, política y económica, sus
que necesitamos saber sobre la antigüedad, la di-
culturas, usos y costumbres, idiomas y religio- 23
versidad sociocultural, la ecología histórica, los pro-
nes, así como su hábitat y derechos originarios
cesos de etnogénesis y la diversidad étnica de sus
sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente
pueblos originarios. Esta exploración del pasado no
ocupan y que son necesarias para desarrollar y
posee únicamente interés científico: la posibilidad
garantizar sus formas de vida. Corresponderá
de conocer pasados múltiples y complejos, alterna-
al Ejecutivo Nacional, con la participación de
tivos a la historia oficial de los Estados nacionales,
los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el
es subversiva porque abre la posibilidad de futuros
derecho a la propiedad colectiva de sus tierras,
igualmente múltiples y complejos (Gassón 2002;
las cuales serán inalienables, imprescriptibles,
2011, 13).
inembargables e intransferibles de acuerdo con
En cuanto al asunto de la preservación de los terri- lo establecido en esta Constitución y la ley.
torios y los paisajes culturales ubicados en el amo,
Artículo 120. El aprovechamiento de los recur-
hoy es ampliamente reconocido que la preserva-
sos naturales en los hábitats indígenas por parte
ción del patrimonio cultural es un proceso indi-
del Estado se hará sin lesionar la integridad
visible de la conservación del patrimonio natural.
cultural, social y económica de los mismos e,
El término paisaje cultural reconoce que la natu-
igualmente, está sujeto a previa información y
raleza es un escenario antrópico que no existe sin
consulta a las comunidades indígenas respecti-
una mirada cultural proyectada sobre ella. De esta
vas. Los beneficios de este aprovechamiento por
manera, el concepto de paisaje no solo ha comen-
parte de los pueblos indígenas están sujetos a la
zado a ser utilizado como un concepto académico,
Constitución y a la ley. (crbv 1999)
sino que también ha comenzado a ser ampliamente
utilizado en las políticas públicas y culturales, así Desde entonces, ha habido un sinnúmero de tenta-
como en acciones de carácter económico y social tivas frustradas por reconocer y restituir la propie-
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

dad de sus territorios a las comunidades indígenas nas, la actual derivación de la estrategia geopo-
venezolanas (véase, por ejemplo, Caballero y Zent lítica, levanta cuestionamientos sobre los fines
2006; Rivas y Perera 2008; Martens 2011). Según que puede lograr y sobre los medios a través de
Mansutti (2006), la política de dotación de tierras los cuales se persiguen. (133)
que ha predominado en el proyecto bolivariano se
Con respecto al estudio y la conservación del pa-
asemeja mucho a la política de los gobiernos ante-
trimonio arqueológico, desde 1999 el Estado ha
riores, y está muy distante de la política brasileña o
dado cierta relevancia y visibilidad a los estudios ar-
colombiana. Más allá de los argumentos guaicaipu-
queológicos, en especial a aquellos llevados a cabo
ristas del actual gobierno nacional, se han repartido
por los seguidores de la posición teórica denomi-
algunas tierras a las comunidades indígenas como
nada arqueología social latinoamericana, debido a
si estas fueran comunidades campesinas natural-
su afinidad teórica y política con los postulados de
mente colectivizadas. De acuerdo con Mansutti, los
la revolución bolivariana, y a que algunos de sus
militares latinoamericanos han sido formados en
representantes se identifican como intelectuales or-
una doctrina que da importancia fundamental a la
gánicos de ese movimiento político (Meneses 2012,
unidad del territorio y al ejercicio directo del poder
216). Para los seguidores de dicha posición teórica
en las áreas donde el Estado ejerce su soberanía en
en el país, el pasado prehispánico prefigura tanto al
nombre del pueblo venezolano. Entregar tierras a actual Estado venezolano como al actual proyecto
unidades sociales que pudieran argumentar su de- político nacional, con base en el ordenamiento te-
recho a tener autonomía es impensable, lo que hace rritorial y cultural originario y la correcta (es decir,
cuestionable el compromiso del proceso bolivariano según los postulados teóricos de la arqueología so-
con la diversidad cultural (Arvelo-Jiménez 2006; cial) restitución del proceso de conformación de la
Mansutti 2006). Por lo tanto, no debe causar ex- nación. Esto hace que tanto el Estado-nación como
24 trañeza la implantación del régimen militar especial el proyecto político de Estado no sean solo conven-
al que está sujeto el amo, en perfecta concordancia ciones modernas, sino que están justificados desde
con la doctrina militar mencionada. Entonces, con el pasado, lo cual explica la preponderancia de la
respecto a los derechos territoriales de las comuni- arqueología social en la práctica arqueológica ve-
dades indígenas que hacen vida en los territorios nezolana (Gassón 2008, 120-121; Sanoja y Vargas
intervenidos por el amo tenemos un conjunto de 1999, 5-6). A diferencia del periodo 1958-1999,
mecanismos jurídicos y un régimen territorial de ex- cuando existían diversas posiciones teóricas en com-
cepción implementados por el propio Estado para petencia, destaca ahora una visión del pasado y de
condicionar o impedir el funcionamiento de la le- su función social vinculada con la concepción del
gislación patrimonial a ese respecto. Como sostiene Estado que mantiene el actual gobierno, expresada,
Martens (2011): por ejemplo, en las palabras de Mario Sanoja en
La posibilidad de los indígenas de acceder a ti- el I Encuentro de Arqueólogos y Paleontólogos de
tularidad colectiva sobre sus tierras no se basa Venezuela, realizado en el Instituto de Patrimonio
en los principios constitucionales de libre de- Cultural (ipc) el 1.o de diciembre del 2012: “La ar-
queología importa en tanto construye la soberanía
terminación, sino en nociones de la propiedad
nacional, la memoria histórica, la educación. Todo
colectiva como una forma de propiedad para el
debe fundamentarse en políticas culturales diferen-
desarrollo productivo nacional planificado. Este
tes. La ciencia debe ser compartida por todas las
modelo de territorialización para pueblos y co-
dimensiones culturales del país” (De Sario 2012).
munidades indígenas persigue su inclusión en
la nacionalidad a través de la producción, tal y ¿A qué se hace referencia cuando se habla de po-
como lo propuso el indigenismo nacido en el líticas culturales? Las políticas culturales son el
continente hace ya siete décadas. Por lo que se conjunto de actividades e iniciativas dirigidas a
refiere al reconocimiento de los derechos indíge- satisfacer necesidades culturales, desarrollar el
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

ámbito expresivo-simbólico y generar perspecti- destinadas al gran público y a las comunidades es-
vas compartidas en una determinada comunidad colares, y en algunos casos la participación directa
(Garretón 2003, 28). De forma más específica, la de las comunidades locales. Sin embargo, todavía
política cultural es definida como “el proceso que es necesario evaluar la relación entre los propósitos
se desata cuando entran en conflicto conjuntos de y los efectos de estas iniciativas en áreas como la
actores sociales que a la vez que encarnan diferentes eficiencia en el manejo y conservación de la heren-
significados y prácticas culturales, han sido mode- cia patrimonial, la efectividad de los diálogos entre
lados por ellos” (Escobar et al. 2001, 23-26). Así, profesionales y las comunidades locales y las mejo-
las políticas culturales determinan los significados ras en sus condiciones de vida (Antczak et al. 2013,
de las prácticas y representaciones sociales y cuáles 203; Gassón y Vargas 2013). Luis Molina, especia-
grupos o individuos tienen el poder para definir es- lista en el tema de la conservación del patrimonio
tos significados. Estas prácticas y formas de repre- arqueológico venezolano, opina que es necesario
sentación tienen vínculos con el ejercicio del poder un nuevo marco legal para la actuación del Estado
y, por tanto, con la resistencia ante este: en cuanto a la protección y conservación del patri-
monio cultural. Según Molina, la Constitución de
La política cultural básica o referida al sustrato
1999, que establece los derechos culturales de los
cultural de la sociedad abarca, entre otros aspec-
venezolanos, sumada a instrumentos legales como
tos: el debate sobre el pasado, las proyecciones
la Ley de los Consejos Comunales, es un marco de
del país hacia el futuro y sobre los temas va-
referencia que permitiría actualizar la legislación pa-
lóricos; las conexiones entre política cultural,
trimonial. A esto añade que un nuevo instrumento
educacional, científica y tecnológica; la inser-
legal debe ser el resultado de una reflexión acerca
ción del país en el mundo; la reflexión, debate
de qué se entiende por patrimonio cultural, cómo
y acción sobre la información y comunicación;
el desarrollo, protección y proyección nacional
se activa, cuál es el nivel o niveles en que dicha ac- 25
tivación debe tener lugar y cuál debe ser el papel de
de las culturas de los pueblos originarios y de
los ciudadanos y del Estado en la identificación y
las identidades regionales, locales, etarias y de
preservación de la herencia cultural común, crítica
género. [...] En este campo, la tarea del estado
que aún es vigente (Molina 2007, 140).
es generar los ámbitos, espacios e instituciones
en que se vaya realizando el debate, favorecer los Todo lo anterior evidencia una continuidad entre
consensos básicos y fomentar el desarrollo de la las políticas de Estado y el uso y valoración del pa-
diversidad cultural en todos los campos y de las sado por parte de un sector significativo de la co-
múltiples identidades que constituyen el país. munidad arqueológica venezolana. Esto hace más
(Garretón 2003, 29-30) notable el silencio del Estado y de muchos colegas
respecto a los problemas planteados por el amo a
Toda investigación en antropología desarrolla una
la conservación del patrimonio, excepto por el lla-
función política (Gunder 1978, 55), y por tanto
mado de la Asociación de Arqueólogos y Arqueólo-
forma parte de las políticas culturales, lo que in-
gas de Venezuela (aaav), a favor de la conservación
cluye el pasado y su representación. En este sentido,
del patrimonio cultural del amo. Luego de una se-
se debe reconocer en la actual etapa política de Ve-
rie de consideraciones generales, el segmento más
nezuela un esfuerzo importante de parte del Estado
significativo de su pronunciamiento establece:
por impulsar y legislar en todo lo referente a la valo-
ración y puesta en uso del patrimonio cultural de la [...], los/as arqueólogos/as que integramos la
nación, lo que incluye, por supuesto, al patrimonio Asociación de Arqueólogos y Arqueólogas de Ve-
arqueológico. Esto se refleja en que los proyectos nezuela exhortamos al Ejecutivo Nacional para
académicos desarrollados durante esta etapa inclu- que revise el decreto 2248 [...] para adecuarlo
yeron programas de valoración y puesta en uso del a las normas jurídicas vigentes de la República
patrimonio en museos comunitarios, publicaciones referidas a la investigación, valorización, preser-
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

vación, protección y salvaguarda del Patrimonio colonialismo a favor de dar voz a aquellos que han
Arqueológico y Cultural tangible e intangible sido históricamente invisibles frente a la acción del
del pueblo venezolano y de igual forma, solicita- Estado. No incluir en esta clase de solicitudes al me-
mos, amparados en el artículo 99 [...] de nuestra nos el manejo consensuado de los bienes culturales
Constitución [...] que se ponga en marcha con ubicados en el amo (no hablemos, de momento, de
arqueólogos/as venezolanos/as un gran proyecto su posible función como indicadores de ocupación
de investigación arqueológica en la Zona de De- de los territorios tradicionales indígenas), significa
sarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero del reducir dichos bienes a su condición de mercancías
Orinoco” a los fines de preservar para futuras y dispositivos de gubernamentabilidad; es aceptar
generaciones la herencia histórica y cultural que que el patrimonio no se discute, se regula (Gnecco
nos legaron a todos/as los/as venezolanos/as los 2017a, 120).
pueblos originarios que ocuparon desde épocas
muy tempranas el territorio delimitado por la
poligonal del decreto 2.248 que crea la Zona de
Consideraciones finales
Desarrollo Estratégico Nacional “Arco Minero A pesar de sus distintas orientaciones políticas, los
del Orinoco”. (aaav 2016) proyectos mineros que se están desarrollando en
América Latina afectan por igual a los pueblos origi-
El pronunciamiento de la aavv plantea correc-
narios y a las comunidades campesinas de los países
tamente la necesidad de proteger el patrimonio
de la región. Con los elevados precios de minerales
arqueológico del amo. Sin embargo, resulta para-
como el coltán y el oro, más las nuevas tecnologías
dójico que este pronunciamiento se plantee solo
disponibles, se acelera la acumulación por despose-
como una iniciativa estatal y académica, sin tomar
sión, lo que ha producido el despojo de territorios
en consideración la necesidad de la consulta previa
26 a las comunidades, la defensa de sus territorios o
y el desplazamiento de pueblos indígenas. Además,
debido a la ausencia o a las limitaciones de los pro-
el manejo consensuado de sus bienes culturales, ya
yectos de impacto socioambiental, en muchos casos
que la aaav es un grupo de investigadores identi-
se ha puesto en peligro el patrimonio arqueológico
ficados con la arqueología social, que aboga, en-
y sociocultural. La Zona de Desarrollo Estratégico
tre otros fines, por la participación popular en los
Nacional Arco Minero del Orinoco (amo) es el ma-
procesos de gestión y generación del conocimiento
yor proyecto minero de la historia contemporánea
(Gordones 2012, 222). En este particular, conside-
de Venezuela. Hasta la fecha dicho proyecto no
ramos indispensable el manejo consensuado de los
cuenta con planes de impacto socioambiental ni de
bienes culturales como una práctica alternativa a la
protección del patrimonio.
hegemonía del patrimonio arqueológico como un
constructo estatal y académico moderno que im- Aquí presentamos los principales problemas y pa-
pone una sola forma de entenderlo (Faryluk 2015, radojas del amo para la protección de los derechos
79). Por esto, creemos que es fundamental ampliar de los pueblos originarios y su patrimonio arqueo-
estas justas solicitudes, no solo al estudio, sino lógico e histórico. Estas cuatro paradojas (la pro-
también a la recuperación del pasado en función fundización de la dependencia y de la desposesión
de las necesidades de los grupos subalternos, sobre de bienes y territorios debido al neoextractivismo
todo por parte de los profesionales que por forma- progresista, la coincidencia de sectores políticos
ción y afinidad pueden y deben contribuir a esta opuestos sobre el modelo neoextractivista como
tarea. No se trata simplemente de la recuperación base de la economía nacional, la defensa en el dis-
de información sobre el pasado (a la que no nos curso oficial de los derechos de los pueblos origina-
oponemos, si de alguna forma sirve para cuestionar rios mientras que en la práctica estos son ignorados,
el presente), sino que se trata de superar la labor y la pretendida protección estatal del patrimonio
tradicional de la antropología como una forma de cultural y el derecho a la participación mientras que
Paradojas de las políticas públicas en la protección de los pueblos originarios… Arqueología y Patrimonio

en la práctica se ignoran ambas cosas) pueden ser ción de los derechos de las comunidades locales y
resumidas en lo que autores como Fernando Gar- el patrimonio histórico, donde se rechaza o se ig-
cía y Jean-Pierre Chaumeil llaman la paradoja de nora la consulta previa, sugerimos que, en concor-
la gobernanza: el reconocimiento por parte de los dancia con las políticas públicas de protección del
Estados latinoamericanos de los derechos ambien- ambiente y los grupos indígenas, consagradas en la
tales y de las comunidades indígenas, mientras que Constitución de Venezuela y en la de la mayoría de
en la práctica surgen bloqueos producidos por estas los países del alba, la consulta a las comunidades
mismas políticas públicas en contra del ejercicio de locales, a la ciudadanía y a la comunidad científica
dichos derechos (Chaumeil 2017, 25; García 2014, debe ser el punto de partida de toda intervención
71). Parece muy claro que la perspectiva desarro- de arqueología preventiva. Por todo lo anterior, es
llista impulsada tanto por gobiernos liberales como preciso recordar que:
por gobiernos progresistas en América Latina tiene
los mismos efectos destructores del ambiente, las 1. Toda intervención de rescate arqueológico en la
comunidades y sus bienes culturales en todos los región debe contar con el permiso y la partici-
países que toman el desarrollo como principio orga- pación de las comunidades indígenas, ya que se
nizador de la vida social. Es notable que las críticas trata de sus territorios y de su herencia cultural.
a esta perspectiva suelen ser descartadas utilizando Los pueblos originarios no ocuparon, ocupan el
los mismos argumentos (es decir, que se trata de una territorio delimitado por la poligonal del De-
perspectiva “ingenua”, que no puede priorizarse a creto 2248.
comunidades locales sobre el “bien común”, que se
2. Un área de ese tamaño no puede ser cubierta
trata de “etapas de transición”, que el desarrollo “no
con la magra cifra de arqueólogas y arqueólogos
es un proceso ‘homogéneo’”, etc. (Escobar 2014,
venezolanos, ni por un solo proyecto; se hace
19). Lamentablemente, en Venezuela estas posicio-
imprescindible la cooperación internacional
27
nes son mantenidas tanto por el actual gobierno
académica, y la presencia de varios proyectos
como por la oposición, que reconocen en el con-
orientados por problemas de investigación.
trol o redistribución de la renta producida por la
extracción minera de materias primas la principal 3. Debe haber una opción clara, por parte de los
estrategia para el mantenimiento del poder político profesionales, por la defensa de los derechos hu-
con el mismo fin, es decir, la domesticación de la manos, territoriales y patrimoniales de los pue-
diferencia (Blaser 2013, 242), la normalización del blos originarios. Lo demás es negocio.
salvajismo (Gnecco 2017b, 353).

En relación con la defensa del patrimonio, debido Agradecimientos


al tamaño del territorio y al número de comuni-
dades potencialmente afectadas, no es suficiente Este ensayo fue escrito durante mi estancia pos-
solicitar la apertura de proyectos de arqueología doctoral en la Universidad de los Andes, Bogotá, y
preventiva con el tradicional enfoque de arriba ha- redactado en su forma final en la Universidad del
cia abajo que ha privado las intervenciones del Es- Norte, Barranquilla. Sin embargo, las opiniones
tado a lo largo de su historia, sino que debe tomarse expresadas aquí son de mi exclusiva responsabili-
en cuenta la opinión de las comunidades locales, la dad, y no comprometen para nada a los miembros
ciudadanía y la comunidad científica nacional. A del Departamento de Antropología de la Universi-
diferencia de lo acordado explícitamente en la De- dad de los Andes o del Departamento de Historia
claración de los Países del alba-tcp durante la XII y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte.
Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, y de las Estoy inmensamente agradecido a Carl Langebaek
prácticas tácitas de las políticas públicas tradicio- por haberme proporcionado el tiempo, el espacio y
nales del Estado venezolano en cuanto a la protec- los recursos necesarios para esta y otras tareas que
Arqueología y Patrimonio Rafael Gassón

desarrollé durante mi permanencia en la Univer- dezco a Alejandra Jaramillo González, coordinadora


sidad de los Andes, donde presenté parte de este de Edición de la Revista Arqueología y Patrimonio,
trabajo en el Coloquio de Investigaciones Diálo- su gentil invitación a participar en este primer nú-
gos presentes y ausentes frente a la expansión minera. mero. Finalmente, deseo agradecer a mis amigas
Apuntes de Perú y Venezuela. Una versión resumida y amigos indígenas y campesinos de Barinas y la
fue expuesta también en el Congreso Colombiano Gran Sabana en Venezuela por haberme despertado
de Arqueología 2017, en la Universidad del Norte. a la importancia de trabajar con las comunidades
Agradezco a Juan Guillermo Martín su gentil invi- y por todo lo que me enseñaron a lo largo de estos
tación a participar en ese evento. Igualmente, agra- años. Quisiera poder hacer más por ustedes.

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31
Ibias, cubios y rubas.
10.000 años alimentando gentes de los Andes
Ibias, Cubios and Rubas. 10.000 Years Feeding People of the Andes

Laura López Resumen


Estupiñán Las evidencias arqueológicas en la cordillera de los Andes muestran una diversi-
dad de alimentos adaptados y consumidos por sus pobladores. En Boyacá la in-
Grupo Interdisciplinario vestigación Alimentos prehispánicos, alimentos promisorios, realizada por el Grupo
de Investigaciones Interdisciplinario de Investigaciones Arqueológicas e Históricas de la Universi-
Arqueológicas e Históricas dad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (uptc), convenio Colciencias (2011-
de la Universidad 2013), estudió los usos y saberes de diez alimentos identificados previamente en
Pedagógica y Tecnológica columnas de polen, fitolitos, almidones, carbones y relatos etnohistóricos. Para
de Colombia (uptc), Museo este artículo serán priorizados la Oxalis tuberosa, el Tropaeolum toberosum y el
Arqueológico de Tunja-uptc. Ullucus tuberosus, por tratarse de alimentos con prácticas agrícolas particulares
Colombia que evidencian relaciones recíprocas en la siembra, cosecha y consumo, las cuales
serán descritas en innumerables recuerdos, formas de custodia y descripciones
laloes2@gmail.com
contenidas de sentires, apegos, cuidados y saberes en torno a la práctica del agri-
cultar la tierra. 33
Palabras clave: arqueología, etnobotánica, Oxalis tuberosa, Tropaeolum tobero-
sum, Ullucus tuberosus.

Abstract
Archaeological evidence in the Andes mountain range shows a diversity of foods Vol. 1(1)
adapted and consumed by its inhabitants. In Boyacá, the research Pre-Hispanic
Foods, Promising Foods, carried out by the Interdisciplinary Group of Archaeo-
logical and Historical Research of the Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia (uptc) and Colciencias (2011-2013), studied the uses and knowledge
of ten foods, previously identified in pollen, phytoliths, clearstarchs, charcoals
and ethnohistorical stories. In this article, will be prioritized Oxalis tuberosa, Tro-
paeolum toberosum and Ullucus tuberosus, because they are foods with particular
agricultural practices that show reciprocal relationships in sowing, harvesting
and consumption, which will be described in innumerable memories, forms of
custody and contained descriptions of feelings, attachments, cares and knowled-
ge about the practice of agricultar la tierra.
Keywords: archaeology, ethnobotany, Oxalis tuberosa, Tropaeolum toberosum,
Ullucus tuberosus.

PP. 33-44 Recibido: 6 de julio de 2017 ∙ Aprobado: 16 de octubre de 2017 Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio Laura López Estupiñán

Introducción productores de fitolitos diagnósticos (Korstanje y


Babot 2007; Lind y Babot 2016) y existen proble-

L a cordillera de los Andes presenta microclimas en mas de preservación diferencial polínica (Medina
cortas distancias que le permiten ser uno de los et al. 2008; Oliszewski 2004; Pearsall 1995, 2004;
siete centros de origen alimentario. Entre los 3.000 Perry 2004; Piperno y Pearsall 1998; Piperno 2006;
genotipos y las 70 especies nativas domesticadas se Smith 2006).
encuentra una gran diversidad de arracachas (Arra- En el curso de la investigación Alimentos prehis-
cacia xanthorriza), camotes (Ipomea batatas), macas pánicos, alimentos promisorios, se identificaron
(Lepidium meyenii), uncunchas (Xanthosoma sp.), fitolitos de calabaza, achira, maravilla y frijol en
ibias (Oxalis tuberosa), jiquimas (Pachyrhizus tube- los antiguos pobladores de Boyacá (Pradilla 2014;
rosus), yacón (Smallanthus sonchiflius), rubas (Ullu- Poveda 2013; Poveda et al. 2016). El consumo de
cus tuberosus) y cubios (Tropaelum tuberosum), que papas, ibias, rubas, cubios y arracacha fue evidente
hoy son subutilizadas y olvidadas, ya sea por pre- en el análisis de isotopos estables en óseos analiza-
juicios sociales, poca demanda del mercado, falta dos por Rodríguez (2011), Pradilla et al. (1992),
de políticas integrales que aumentan la pérdida de Pradilla et al. (2006), así como en la revisión de
genotipos de especies alimentarias (Alfaro 1996), o fuentes arqueológicas y etnohistóricas del altiplano
bien porque las áreas altas donde se cultivaban es- cundiboyacense (Boada 2006; Broadbent 1964,
tán en continua retrocesión (Brücher 1989). 1987; Cardale 1987; Cárdenas 1990, 1994, 1996;
Papas (Solanum sp.), ibias, rubas, cubios, ajíes (Cap- Correal 1990; Morcote 1996; Parra 1998; Pradilla
sicum sp.), maravillas (Tigridia pavonia), calabazas et al. 1995; Pradilla 2014; Rodríguez 2011; Simón
(Cucurbitaceae sp.), fríjoles (Phaseolus sp.), achiras 1981; Villate 1994, 1997).
34 (Canna indica) y arracachas fueron seleccionadas Reconocer el consumo de estos alimentos por más
por el proyecto de investigación como una alterna- de 10.000 años continuos evidencia un complejo
tiva a la crisis productiva y nutricional en Boyacá. proceso de domesticación, posiblemente debido a
Pensar que los datos arqueológicos podían dar luces su potencialidad productiva y alimentaria. Las crisis
a las problemáticas alimentarias y productivas del climáticas, los altibajos en los modelos productivos
campesinado contemporáneo, era el reto del Grupo tradicionales, la implantación de un modelo agrario
Interdisciplinario de Investigaciones Arqueológicas industrial y las tendencias alimentarias de la globa-
e Históricas de la Universidad Pedagógica y Tecno- lización nos obligan a reconocer, desde la arqueo-
lógica de Colombia (uptc), institución que desde logía, sus potencialidades y variaciones culturales
el reconocimiento arqueológico, etnohistórico y en el tiempo y el espacio, para así generar procesos
etnobotánico, la caracterización agronómica y fi- pedagógicos que permitan la apropiación del cono-
siológica, determinaciones botánicas y el potencial cimiento desde la huerta, la mesa y la academia.
forrajero de la achira permitió el reconocimiento de
150 variedades culturales descritas por los poblado- Para ello, el proyecto realizó la experimentación
res de 26 veredas en 15 municipios de Boyacá. productiva de la achira, diálogos de saberes, el in-
tercambio y reproducción de cientos de semillas
El reconocimiento arqueológico de los alimentos en huertas campesinas e instituciones educativas,
consumidos y transformados ha empleado diver- el montaje del sembrao o huerta demostrativa en el
sos métodos, la identificación de almidones, fitoli- sitio excavado por Neila Castillo en 1984 y la crea-
tos, polen, isotopos estables y macrorrestos son los ción de material didáctico. Dichas actividades per-
más comunes. En el caso de tubérculos de altura, mitieron complementar el estudio interdisciplinar
su caracterización e identificación más frecuente se para hacer más cercanos los estudios de paleodieta
lleva a cabo mediante la presencia de almidón y ma- y etnobotánica, mediante la contextualización de
crorrestos, puesto que, en general, no son buenos dinámicas, saberes y prácticas rurales de Boyacá.
Ibias, cubios y rubas.10.000 años alimentando gentes de los Andes Arqueología y Patrimonio

Durante este proceso pudimos dar cuenta de un partamento de Boyacá. Parte del material se retoma
grupo de alimentos que está en riesgo de desapa- en este artículo y reposa en el archivo del proyecto
recer, ya sea por la no vinculación en la dieta ali- Alimentos prehispánicos, alimentos promisorios en el
mentaria, la expansión de los monocultivos o su Museo Arqueológico de Tunja de la Universidad
estigmatización. Sus sabores y colores intensos Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
han sido reemplazados por saborizantes y salsas,
su diversidad de formas y tamaños no les permite Los tubérculos de altura
ingresar en los mercados de la misma forma que
la papa. Es tanta la discriminación que se ha ol- en la arqueología andina
vidado la producción orgánica y abundante, las
Análisis de isotopos estables (Osorio 2012; Ro-
múltiples formas de preparación y conservación, el
dríguez 2011; Pradilla et al. 1992; Pradilla et al.
rendimiento en suelos pobres, la resistencia a fac-
2006), identificación de almidones en herramientas
tores abióticos adversos, la diversidad de parientes
líticas de las poblaciones (Aceituno y Loaiza 2014,
silvestres y controladores biológicos que hacen de
2015; Babot 2004, 2009, 2011; Oliszewski 2004;
ibias, rubas y cubios uno de los grandes potenciales
Piperno 2011; Piperno et al. 2017), así como la
alimentarios del mundo andino (Mujica 2009).
caracterización de macrorrestos en investigaciones
Lo descrito anteriormente hizo urgente la escritura arqueológicas (Correal 1990; Fung 1999; Morcote
de un artículo que permitiera, con base en una 1996; Mujica y Holle 2002; Pozorski y Pozorski
sistemática y juiciosa revisión bibliográfica, docu- 1999; Santoro y Chacama 1982), confirman la
mentar arqueológica y etnohistóricamente las evi- importancia de los tubérculos en la alimentación
dencias, las áreas de aparición y las dinámicas de de las poblaciones americanas, tanto así que se pro-
pone una agricultura inicial de tubérculos y por
uso y consumo de rubas, ibias y cubios en los Andes
tanto una vida más sedentaria que implicó el au-
35
para comprender, a partir de la etnobotánica, las
permanencias y los riesgos actuales de este grupo mento de la población, la institucionalización de
alimenticio. Para la documentación arqueológica prácticas religiosas y políticas (Dolmatoff, citado
fue necesaria la revisión bibliográfica de publicacio- en Aceituno y Rojas 2012) y la conformación de
nes por áreas geográficas, informes y tesis relaciona- sociedades estatales (Tapia 2010).
das con los tres tubérculos seleccionados. Luego se Los Andes son un territorio de extrema complejidad
generó una matriz que permitiera analizar el tipo de y diversidad por la heterogeneidad de su geografía.
evidencia arqueológica (macrorrestos o microrres- La accidentalidad de sus montañas y la cantidad de
tos), el área de aparición (costa, sierra, selva), el si- valles interandinos generan multiplicidad de ecosis-
tio arqueológico, datación, el uso (ritual, consumo, temas que permiten la selección, la reproducción y
otro, sin determinar) y la fuente. la conservación de semillas propias, genéticamente
adaptadas y culturalmente diversificadas. Ullucus,
Con matrices diligenciadas, se generó una ficha
Oxalis y Tropaelum son conocidos como tubércu-
etnobotánica que permitió ampliar usos, denomi-
los andinos o tubérculos de altura, sin otro paralelo
naciones culturales, áreas de aparición, zonas de
en el mundo. Sus propiedades de conservación y
cultivo, saberes tradicionales y registros fotográfi-
transformación les han permitido mantenerse en
cos. La ficha permitió la sistematización de las va-
la alimentación de las poblaciones altoandinas por
riaciones culturales, los usos y los saberes del trabajo
más de 10.000 años.
de campo. Fue la guía en conversaciones y diálogos
abiertos realizados en talleres, visitas, acompaña- Las dataciones arqueológicas de tubérculos andi-
mientos, escuelas de padres y diálogos de saberes, nos nos permiten tener un panorama global de la
llevados a cabo y documentados en grabaciones y vegecultura, es decir, del proceso de domesticación
transcripciones entre el 2011 y el 2013 en el de- de raíces y tubérculos que implica la selección, la
Arqueología y Patrimonio Laura López Estupiñán

hibridación, la mutación y, de nuevo, la selección, nos de moler datan entre 6.500 ap y 400 ap en el
conformándose así el sistema agrícola original de noroeste (Babot 2009) y 7.000 ap y 6.100 ap en la
los Andes y del sudeste asiático (Seminario 2004). puna meridional (Babot 2011). Evidencias arqueo-
Lejos de querer afirmar los centros de origen de cada lógicas de Ullucos han sido menores, solo existe un
una, reconocemos su consumo en las poblaciones registro de almidón en Ancon y Chilca, con una
rurales actuales de Argentina hasta Colombia, en datación de 4.000 ap (Suquilandia 2011).
las representaciones de cerámica, metalurgia, tex-
Después del 4.500 ap, se encuentran evidencias de
tiles, iconografía prehispánica, macrorrestos y mi-
tubérculos de altura en la mayoría de los valles in-
crorrestos que alimentan las discusiones sobre los
terandinos y zonas bajas o costeras (Mujica y Holle
centros de domesticación.
2002; Tapia 2010; Pearsall 2004). Algunos son los
Torres y Parra (2008) afirman que, en el proceso registros de Tropaelum en el valle de Pucara (3.300
de domesticación de los tubérculos, la Oxalis fue ap y 1.550 ap), en los valles del Mantaro y Jauja
la primera y el Tropaelum el último en ser domes- (1.800 ap y 650 ap) (Pearsall 1992; E. León 2013),
ticado. Los Andes colombianos serían el centro de los registros de Oxalis en el altiplano cundiboya-
origen de la Ullucus y la región altiplánica perua- cense (3.850 ap y 4.300 ap) (Correal 1990; Cardale
no-boliviana parece ser el origen de la Oxalis (Ri- 1987), en las culturas pucara, mochica, wanka, wari
vera 1995; Suquilandia 2011; Torres y Parra 2008), e inca (Perú) (1.100 ap y 1.550 ap) (E. León 2013),
mientras la cuna de domesticación del Tropaelum es así como en el área centro-sur andina de Chile
la cuenca del lago Titicaca (J. León 1963; Ortega et (4.000 ap y 3.000 ap) (Santoro y Chacama 1982).
al. 2007; Tapia y Fries 2007). Dicha teoría parece
Se hace necesario aclarar que el consumo de tubér-
confirmarse en la presencia de almidones de Oxalis
culos andinos no fue el único uso en las sociedades
en herramientas líticas de sociedades cazadoras re-
36 colectoras (Babot 2009, 2011), pero se desvanece
andinas, el uso medicinal y posiblemente ritual de
la Oxalis se hace evidente en Perú. Restos encon-
en los hallazgos paralelos de macrorrestos (Emshwi-
trados en el Ushnu del valle de Mantaro con fe-
ller 1999; Horkheimer 2004; E. León 2013; Mu-
chado de 900 ap, en el santuario de Pachacamac
jica y Holle 1982; Pearsall 1992) e isotopos estables
(Monteverde 2010), representaciones de los cera-
de los tubérculos de altura (Rodríguez 2011).
mios del estilo Pacheco del imperio wari (E. León
Las dataciones arqueológicas más antiguas de Ullu- 2013), representaciones iconográficas de tejidos y
cus, Oxalis y Tropaelum oscilan entre 12.000 y 4.500 cerámicas entre los chimú (1.400 ap y 600 ap) así
ap en las zonas altas de Argentina (Babot 2004, lo confirman.
2009, 2011), Colombia (Rodríguez 2011), Chile
Las evidencias arqueológicas resaltan la importancia
(Santoro y Chacama 2011) y Perú (Pearsall 1992;
de tubérculos de altura en el desarrollo de las cultu-
Emshwiller 1999; Mujica y Holle 1982). Macro-
ras andinas y su expansión coincide con el desarro-
rrestos de Oxalis y Ullucos se registran en Perú, entre
llo de nuevas tecnologías para la agricultura de los
11.500 AP en la cueva Tres Ventanas, sierra de Lima
Andes centrales, también llamada “revolución neo-
(Pearsall 1992) y 11.000 ap en la cueva de Guita-
lítica” (7.000 ap - 3.800 ap). Algunas de las tecno-
rrero, Ancash (Emshwiller 1999), donde se presume
logías corresponden a canales, wachaques, campos
la existencia de varias especies de Oxalis, intencio-
elevados, terrazas, waru-waru o camellones, ande-
nalmente deshidratado (Cardale 1987).
nes, hoyas de cultivo, puquiales y acueductos a cielo
Análisis de isotopos estables en poblaciones de abierto. Manrique y Ñustez (Tapia 2010) coinciden
Floresta, Boyacá, al norte de los Andes, evidencian en denominar el periodo comprendido entre el año
un consumo de tubérculos de altura entre 8.630 y 2.500 ap y el 1.250 ap como señoríos regionales, in-
8.890 ap (Rodríguez 2011), mientras que, en Ar- cluyente de los tubérculos andinos, lo cual permite
gentina, la presencia de almidones de Oxalis en ma- el posterior desarrollo del Tawuantisuyu.
Ibias, cubios y rubas.10.000 años alimentando gentes de los Andes Arqueología y Patrimonio

Pensar en un paralelo geográfico entre Colombia das de instrumentos líticos evidencian explotación,
y los Andes centrales no es común, los procesos procesamiento y consumo de tubérculos desde
de desarrollo cultural agrícola ocurrieron con ca- 10.100 ap y 8.000 ap en la selva húmeda tropical
racterísticas menos expansivas y más regionalistas del Caquetá en Colombia (Unimedios 2014).
al norte de los Andes, lo que explicaría el contexto
del registro de tubérculos en el altiplano cundibo- Con la domesticación de tubérculos de altura se
yacense (Correal 1990; Cardale 1987; Rodríguez da inicio a un proceso de expansión y consumo de
2011), sin descartar posibles apariciones en los de- estos. Sus propiedades de conservación y deshidra-
partamentos de Cauca y Nariño. tación, además de la amplia diversidad geográfica y
la resistencia a heladas, enfermedades y plagas (Ta-
Durante el periodo colonial, entre los siglos xvi y pia y Fries 2007) hacen de esta triada un alimento
xvii, existen registros de abundante producción y altamente productivo y rentable, no solo para las
consumo de “frutos de la tierra” en el altiplano cun- sociedades complejas que habitaron los Andes, sino
diboyacense (Aguado 1906). Relatos de cronistas y también para las poblaciones actuales.
etnohistoriadores resaltan el carácter cooperativo
y comunitario de la agricultura en los muiscas, la La adaptabilidad de los tubérculos, las prácticas de
cual implica la elaboración y el mantenimiento de selección, los sistemas de reconocimiento y deno-
zanjas o valladares, plataformas, surcos, estanques, minación, así como la continuidad cultural en el
desagües y canales (Silva 1968; Villate 1994), que consumo y producción de la trilogía andina, se ob-
permitieron el desarrollo productivo de “labranzas”, serva también en los relatos y características propias
es decir, de “cultivos organizados y sistemáticos, dadas por los conocedores, cultivadores, custodios
con labores precisas, previamente determinadas, y consumidores de ibias, rubas y nabos en Boyacá.
que requerían formas complejas de cooperación”
37
(Villate 1994, 8). Etnobotánica de la
También se resalta la adaptabilidad genética de los trilogía andina en Boyacá
tubérculos a los suelos andinos, sin afectar la pro-
ductividad en “labranza” o “huerto”. En los dos Cubios, rubas e ibias hacen parte de una trilogía de
sistemas de cultivos se reconoce la habitualidad de tubérculos que ha alimentado durante milenios a las
“dejar sin desenterrar algunos, para que las nue- poblaciones del altiplano cundiboyacense, especial-
vas plantas crezcan entre otros cultivos en donde mente en las zonas medias y altas de las montañas,
se les deparan las labores necesarias” (Villate 2001, entre los 2.300 y 4.000 msnm, razón por la cual la
50). Entre los actuales pobladores de Boyacá, a esta gente la conoce como comida de primera, comida
práctica se le conoce como el entoyar. de antigua o comida de indios. Tradicionalmente, las
hojas de rubas y cubios se consumen en ajíes, sopas,
La configuración paisajística de los Andes, además piquetes y puntales, aunque recientemente se han
de las múltiples técnicas de reproducción y con- incluido hojas y tubérculos en la preparación de
servación de las semillas, pudo ser la clave de la encurtidos, postres, fritos, bebidas lácteas, así como
domesticación de tubérculos que parecen estar ali- en usos industriales y medicinales.
mentando a la población desde hace más de 10.000
años. Datos arqueológicos permiten confirmar las Están sembrados en las orillas, cabeceras o pies de
partes altas de los Andes como centros de origen otros cultivos para protegerlos de insectos y apro-
y domesticación de tubérculos andinos, incluso al- vechar las partes más extremas donde la concentra-
gunos autores sitúan a “las vertientes orientales de ción de minerales y el cuidado de la tierra es menor.
los Andes como primer escenario de la agricultura De las cien variedades registradas en los Andes por
en América” (Horkheimer 2004, 32). Sin embargo, Torres y Parra (2008), pobladores de Boyacá reco-
recientes hallazgos de almidones y semillas extraí- nocen cerca de treinta variedades culturales que hoy
Arqueología y Patrimonio Laura López Estupiñán

son cultivadas con primacía para el consumo de la por la población. La gente recuerda a la ruba como
casa y muy pocas para ser llevadas al mercado. “muy sabrosa” (Francisco Bonilla, Ramiriquí),
“muy ricas de sabor” (Cipriano Reyes, Soraca)”. “Se
El reconocimiento de los tubérculos se da por co-
cocina en sal y cebolla, eso queda arrugada y queda
loraciones, formas, sabores, propiedades funciona-
bueno. Se le echa un huevito, guisito o algo así y eso
les, lugares y momentos de aparición. La población
queda muy bueno” (Bernardino Rubio, Arcabuco).
reconoce dos momentos de aparición de los tubér-
culos: los antiguos, que vinculan parientes silvestres Eso todo el mundo se le tira. Es blanca como
y se mantienen desde épocas coloniales, y los más amarilla y azul. Una ruba pero excelente, eso
nuevos. Estos últimos hacen referencia a aquellos hacen un piquete toca morderla como la papa
que trajeron de afuera, que llegaron y hoy predo- porque es gruesa y es la ruba más antigua, la que
minan en el mercado y en las sementeras, es decir, yo conozco. Allá se la consiguen a pilones por
“los más comunes” (Bernardino Rubio, Arcabuco; el lado de Paipa a Palermo, que de allá […] de
Gilma Suárez, Arcabuco). allá viene la ruba de año. Cuando traen d´ella,
traen un carrao aquí a Tunja y que quede uno
Los antiguos se reconocen desde que hay memoria,
con la ruba criolla, lo güelven nada. Claro y sa-
tanto así que los denominan “el cubio indio”, “el
biendo la clase que es pa’ comer. Ella lleva un
silvestre” (Luis Ortiz, Boyacá) y “los vagamundos,
corazón, lleva una cascara siempre gruesita pero
esos que se dan en todo lado” (Flor Monguí, Mon-
rica y el centro tiene un todo lleno de almendra,
gua), “el que parece colgado de las matas, por ahí
pero baba, una baba que bota. Linda, linda. Es
en cualquier sitio” (Ramiriquí), las ibias y “rubas
especialísima. (Tomás Jerez, Chíquiza)
silvestres, esas que se dan es entre las piedras” (Luis
Núñez, Pedro Olivares y Luis Alvarado, Cocuy) y la Como se observa en el relato, las coloraciones
38 “más antigua” (Tomás Jerez, Chiquiza). también son importantes en la caracterización. La
gente reconoce ibias, cuibas o “moronguayes blan-
En cuanto a los sabores, las personas tienen sus pre-
cos, rojos y amarillos” (Virgina Triana, Belen), “cu-
ferencias. Existen unos más codiciados que otros,
bios blancos” (José del Carmen Rodríguez, Toca;
de mejores calidades y sabores. Hay cubios, “pero
Maruja Suarez, Quirvaquira), “morados con blanco
amargos” (Luis Reyes, Motavita), “de sabor amargo
y morados” (Cipriano Reyes, Soraca), “solo mora-
y picante” (Pastora Amado, Chiquiza), los “man-
dos” (José del Carmen Rodríguez, Toca), “de co-
tequilludos” (Tito Pineda, Chíquiza) y “deliciosos
lor rojito” (Daniel Camargo, Toca), “el Pintado,
en el sabor” (Cipriano Reyes, Soraca), los “de sabor
unos con lágrimas rojas y otro con lágrimas azules”
fuerte y hostigante” (Cipriano Reyes, Soraca), los
(Hermes Duarte, Cocuy; Genoveva Cabrera, Arca-
“secos y blanditicos” (Virginia Triana, Belén).
buco), “los amarillos” (José del Carmen Rodríguez,
Los sabores de las ibias no son tan distintos, las Toca) y “los muchos que son de dos colores, azul y
describen como “muy juertes” (Isabel de Amado, blanco” (Pedro Briceño, Tasco).
Chíquiza), “un poco fuertes” (Cipriano Reyes, So-
raca) y “dulces” (Ángel Cruz, Belén). La ambiva- La diversidad de coloraciones de las rubas o chu-
lencia entre amargo y dulce evidencia dos estados guas también se hace presente: “Eso habían unas
chuguas moradas, amarillas y otras blancas, por
de conservación distintos. Recién cosechadas, las
dentro llevaban veticas rojas, moraditas. Habían
ibias tienen sabores fuertes y amargos, pero al ser
moradas” (Berenice Suárez, Motavita). “El rubón
asoleadas por más de quince días, los almidones se
es de colorcito como morado” (Cipriano Reyes,
convierten en azúcares, lo cual añade el dulce al tu-
Soraca). “La ruba es roja” (Tomás Jerez, Chíquiza).
bérculo (Mujica y Jacobsen 2001).
Hay “una coloradita, chiquita, rosadita” (María
Las descripciones de las rubas o chuguas son más del Carmen Muñoz, Toca), “de color rojita” (Julio
expresivas y hacen pensar que son más apetecidas Roberto Camargo, Toca), “blanca, como amarilla
Ibias, cubios y rubas.10.000 años alimentando gentes de los Andes Arqueología y Patrimonio

y azul” (Tomás Jerez, Chiquiza) y “las ciotas que El dejar de sembrar los tubérculos implica un alto
llevan como vetas verdes, azules” (Fidelino Amado, riesgo en la pérdida de especies domesticadas, ade-
Chíquiza). También se reconoce que hubo “una más de la afectación directa en prácticas tradicio-
verde con blanco, tenía una mitad o unos punti- nales y procesos culturales fundamentados en una
cos verdes y la otra blanca, la llamábamos la ruba agricultura comunitaria de alta montaña, razón por
verde” (Ramiriquí). la cual se hace necesario reconocer las potencialida-
des de esta triada, así como sus propiedades funcio-
Es necesario destacar que la intensidad de color es
nales.
un síntoma de sanidad de los tubérculos. Entre más
intensos los colores, más sanos y frescos, dicen los Los pobladores utilizan las rubas para tratar la dia-
pobladores. Así, hay una gama diversa que permi- betes (Maruja Suárez, Arcabuco) y limpiar la san-
tió caracterizar e identificar los tubérculos frescos gre (Isabel de Amado, Chiquiza), los nabos para la
durante el trabajo de campo, puesto que después de pulmonía (Isabel de Amado, Chiquiza), los riñones
un tiempo, de “asoliar” o almacenar los tubérculos, (María del Carmen Muñoz, Toca), la próstata y la
estos cambian de coloración y forma. diabetes (Escuela de Padres, Sote y Panelas, abril
del 2012). Una acción común en el uso de las ru-
Además de los momentos de aparición, sabores y
bas es el lavado y frotado, necesario para eliminar
coloraciones, encontramos las formas como otro
los mucilagos que contiene, sin embargo, muy po-
de los aspectos que permiten el reconocimiento de
cos conocen su uso para la extracción de progeste-
los tubérculos. Las rubas se caracterizan por ser re-
rona, y son utilizados para facilitar el parto y curar
dondas y ovaladas. Las ibias son alargadas, delgadas
traumatismos internos por las comunidades locales
y “ganchudas”, mientras que hay nabos de forma
(Mujica y Jacobsen 2001).
piramidal alargada y gruesa, “redondos y chiquitos,
como cochorniditos” (Luis Reyes, Motavita), los La ibia también tiene propiedades funcionales. Es 39
“más largos y deformes, los saraviados, los negritos” rica en carbohidratos, hierro, vitamina C, com-
(María del Carmen Muñoz, Toca), “los mechudos y puestos fenólicos, antibióticos (ocatin) y tiene pro-
peludos” (José del Carmen Rodríguez, Toca). piedades antifungosas (Tapia 2007), razón por la
que es común el uso “para las gripas” (Olivo Isa,
Dichas características de los tubérculos andinos han
Belén). La consumen cruda, sancochada, en sopas,
permitido su personificación, a tal punto de reco-
chichas y dulces. Se pueden elaborar varios tipos de
nocérseles cualidades humanas y sociales por su ca-
harinas y almidones que sirven de base en panes,
pacidad productiva: “En mi tiempo lo que reinaba
galletas y bizcochos a nivel industrial. Su alto índice
por acá era ella, era labrancera, resultaba por allá
de carbohidratos le hace especial aditivo en los ensi-
en el tamo y cuando se desyerbaba, se desyerbaba
lados y buen elemento en la dieta de cuyes (Rivera
bien y se le echaba tierrita no más” (Ramiriquí).
1995). Sus tallos y hojas son muy apreciados por los
“De ciotas, ellas sí son más roñeras y, todavía hay
campesinos boyacenses, quienes los consumen por
en partes que las cosechan poray para [...] como
su agradable sabor cítrico y por su “mérito en bajar
quien dice por reliquia, los que cosechan una agri-
fiebres y evitar gripas”.
cultura de ellas es por reliquia” (Genoveva Cabrera,
Arcabuco). “Yo me acuerdo que ella bejuquiaba así Esos son hasta dulces, pa’ hacer una chicha de
para lado y lado, pero ella se engruesaba, era de la eso […] masato también hacían. Los cocinaban
blanca. La blanca era la que primero, uhhhh, eso bien cocinados y luego los amasaban. Sí y de
era […] (Pastora amado, Chiquiza). “La ibia roja eso hacían un masato, ojalá que lo dejaran fer-
no pego en esa tierra, porque esa matica era muy mentar, con una tasada quedaba uno dormido.
delicada. Bien si llovía mucho, y no era resistente Eso decían que mucho de alimento, pero quién
al sol. Por ese motivo la gente la dejo de sembrar” tendrá, quién tendrá, esos sí se dan por aquí.
(Abigail Fúmeme, Soraca). Ellos se cultivaban por aquí en las huertas. Los
Arqueología y Patrimonio Laura López Estupiñán

morongüayes sí los cultivaban mucho para co- apertura y la expansión del mercado, incluso en las
mer, inclusivamente cuando decían hacer un zonas no andinas.
cocido, le echaban que arveja, haba y los cui-
En la actualidad, pobladores de los Andes conservan
bos, los nabos, y echaban los morongüayes ahí,
en su cultivo prácticas tradicionales independientes
y échele salecita y eso era sabroso. Pero como
de agroquímicos, lo que permite un “aumento en la
todo se acaba, todo va pasando. (Ismael Álva-
biodiversidad de microorganismos mejoradores de
rez, Belén)
suelos” (Parra et al. 2005), un control biológico y
Con los testimonios, los relatos, las evocaciones y una “autonomía” alimentaria fragmentada por los
las memorias que los pobladores rurales de Boyacá modelos globales que se imponen en la oferta y en
nos compartieron, es evidente la continuidad tem- la demanda de los mercados. Esta fragmentación
poral, espacial y cultural de los tubérculos andinos; no es nueva, con la revolución verde se fortaleció
sin embargo, se hace urgente la innovación en la y ahora se agudiza con los modelos de desarrollo
transformación, conservación y preparación de que apuestan por proyectos mineros y energéticos
ibias, rubas y cubios para fomentar su demanda y de gran escala, privatizando los recursos y, con ellos,
consumo, a fin de ampliar las redes de intercambio la tierra, las semillas, los alimentos.
y acceso a las semillas y reivindicar así la triada que
Como resistencia a este fenómeno, observamos mo-
lleva más de 10.000 años alimentando a diferentes
vimientos mundiales que reivindican a los alimen-
poblaciones en los Andes.
tos propios o nativos, estudiando sus propiedades
nutricionales, funcionales y hasta industriales, pro-
Comentarios finales moviendo su consumo “libre de tóxicos” y favore-
ciendo las economías solidarias. Las ibias, las rubas
40 La domesticación involucra generaciones de per- y los cubios no son ajenas a este movimiento, pese
sonas en espacios y tiempos diversos (Seminario a los sabores amargos, fuertes, ácidos y “extraños al
2004). En los Andes es evidente el conocimiento, el paladar”, centenares de variedades resisten para pro-
consumo y la representación de ibias, cubios y ru- poner sistemas productivos alternos, para innovar y
bas por parte de los antiguos pobladores. Las deno- darle buqué a platos internacionales y tradicionales;
minaciones varían de acuerdo con las culturas y las para seguir curando y limpiando con su alto con-
lenguas, y se encuentra que la Oxalis se llama tam- tenido de micronutrientes, los cuales “disminuyen
bién oca, apilla, uncha (Perú), cuibas, moronguayes enfermedades cardiovasculares y digestivas, fortale-
e ibias (Colombia). Al Ullucus lo conocen como cen el sistema inmunológico y reproductor, neutra-
olloco, ulluco, melloco, papalisa, ulluma (Perú, lizan radicales libres que pueden dañar las células
Bolivia, Ecuador, sur de Colombia), chuguas, chu- y favorecen la desintoxicación de compuestos no
vias o rubas (centro de Colombia), mientras al Tro- deseados” (Tapia y Fries 2007, 158).
paelum se le llama mashua, añu, año, isaña (Perú,
Bolivia, Ecuador), cubios o nabos (Colombia). La alta productividad de los tubérculos se refleja en
los relatos que expresan abundancia, en las denomi-
A pesar de ser una triada altamente productiva naciones y los rendimientos, “de cinco matas que se
entre los 2.500 y 4.000 msnm, con propiedades siembran perfectamente sale una arroba de cubio”
alelopáticas, medicinales e industriales, se hace ne- (Hermes Duarte, Cocuy). El rendimiento del cubio
cesario aprender de los Andes centrales las prácticas duplica el de la papa, lo que ha llevado a innovar
tradicionales e industriales en cuanto a la conser- en las formas de consumo desde harinas hasta he-
vación y transformación de los tubérculos, ya sea lados y concentrados para el consumo animal (Ri-
en la deshidratación de los alimentos o en la ela- vera 1995). Pese a esto, pocas veces se acostumbra a
boración de harinas que permitan la innovación, la sembrar con fines comerciales.
Ibias, cubios y rubas.10.000 años alimentando gentes de los Andes Arqueología y Patrimonio

Hoy encontramos que los cubios y las rubas son


los más apetecidos en el altiplano cundiboyacense,
Agradecimientos
siendo esta última la más consumida y producida A Helena Pradilla y Blanca Acuña, por su confianza
desde el sur de Colombia hasta Bolivia. Por ser un durante la investigación. A cada una de las personas
grupo de especies ecológicamente únicas y sin para- que permitieron el trabajo de campo etnobótanico y
lelo en otras partes del mundo, las ibias, los cubios de arqueología pública en el Parque Museo Arqueo-
y las rubas siguen resistiendo a los años, a las plagas, lógico de Tunja, realizado por el Grupo Interdisci-
a las enfermedades, a las heladas, a las sequías y a los plinario de Investigaciones Arqueológicas de la uptc
modelos de consumo ajenos al mundo andino, para y el Proyecto Alimentos Prehispánicos, Alimentos
aumentar la productividad de otros cultivos, conser- Promisorios, Convenio 496 uptc-Colciencias: com-
var suelos, actuar como barrera ecológica y seguirnos pañeros de trabajo, semillero, estudiantes, docentes,
alimentando en sopas, amasijos, puntales, cocidos, campesinos y pobladores que confiaron en nuestro
ajiacos, coladas, encurtidos, chichas y postres. trabajo y permitieron la escritura de los artículos.

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Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco,
aproximación al uso de tecnologías tridimensionales
y sonoras en el material arqueológico*1
Pre-Hispanic Sonorities of the Tumaco Culture, Approximation
to the Use of Three-Dimensional and Sound Technologies
in the Archaeological Material

Nelson Pinzón Resumen


Universidade Federal de En las comunidades prehistóricas la música creaba una experiencia sensorial en
Sergipe. Aracaju, Brasil. actividades cotidianas y rituales, lo cual muestra la importancia emocional de
Njpinzonp@yahoo.com.co esta característica cultural para dichas comunidades. La percepción de diferentes
sonidos en el ambiente y su posibilidad de imitar, crear y transformar nuevas
Francisco Correa sonoridades permite establecer una relación sensorial entre humanos y ambiente,
en este caso sonora, para vincular la percepción auditiva y la creación cultural
Universidad Nacional
de instrumentos musicales. Este trabajo muestra imágenes 3D y sonidos de ins-
de Colombia, Bogotá,
trumentos musicales de la cultura tumaco del litoral pacífico colombiano, en los
Colombia
cuales se advierte un predominio de la iconografía animal y humana, además de
Muexca3D@gmail.com sonidos de tonalidades altas.

Oscar Gallor Palabras clave: arqueomusicología, sentido auditivo, cultura tumaco. 45


Beleño
Abstract
Universidad Nacional
de Colombia. Bogotá, The music on the prehistoric communities created a sensorial experience in ritual
Colombia and quotidian activities, that shows the emotional importance of this cultural
characteristic to these communities. The perception of different sounds on the
Oscarbeleno@gmail.com Vol. 1(1)
environment and its possibility of imitate, create and transform news sonorities
enables to establish a sensorial relation between humans and environment, in
Diego Arenas this case it’s sonority, to link the aural perception with a cultural creation of mu-
Universidad Santo Tomas, sical instruments. This work show 3d imagen and sounds of musical instruments
Bogotá, Colombia of the Tumaco culture from the Pacific Colombian littoral, demonstrated a pre-
daarenasu@gmail.com dominance of animal and human iconography, although sounds of high-pitched.
Keywords: archoemusicology, aural sense, Tumaco culture

* Síntesis del trabajo realizado en la tesis de maestría, titulado “Sensorialidad en instrumentos


musicales prehispánicos de la cultura tumaco”, por Nelson Pinzón en la Univesidade Federal de
Sergipe, Brasil.

PP. 45-62 Recibido: 7 de julio de 2017 ∙ Aprobado: 29 de noviembre de 2017 Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

Tumaco, los sentidos La importancia estratégica de la ensenada de Tu-


maco, como zona portuaria donde se generaban di-
y la música ferentes intercambios comerciales, principalmente
del oro, desde los placeres aluviales, ya que es una

E n Colombia, las culturas prehispánicas o prehis-


tóricas tienen diferentes características que han
dado importancia arqueológica a esta región tropi-
zona que se considera prolífica en fuentes de recur-
sos mineros, sobre todo por la entrada de ríos y este-
ros de bajo caudal donde se ubican depósitos de oro
cal. Entre dichas características se encuentra el gran y platino (Bouchard 2003), este tipo de influencia
manejo de recursos minerales como oro, cobre o permite ver una sociedad con grandes dinámicas
platino, la construcción de centros poblados im- culturales. Por eso, es importante hacer un análisis
portantes como Ciudad Perdida, el manejo de arte de su estructura social desde una perspectiva sonora.
escultórico en roca, como se puede evidenciar en
San Agustín, construcciones de importantes cen- El desarrollo de cacicazgos, circunscritos en una
tros funerarios como Tierra Adentro y una muestra sociedad de economía agrícola, muestra su manera
importante de murales pictográficos como los de de organización económica, evidente por los came-
Chiribiquete. llones de las selvas fluviales que circundan los ríos.
Este tipo de desarrollos sociales evidencia una com-
En esa medida, desde la perspectiva arqueológica y pleja red de comercio, marítimo, fluvial y terres-
ambiental de esta región del continente, circundada tre, e incluso teniendo contactos con la sierra en el
por el mar Caribe y el océano Pacífico, existieron intercambio de obsidiana volcánica. Las caracterís-
diferentes contactos y migraciones poblacionales. ticas económicas y sociales revelan sociedades con
Incluso, se puede pensar en su proximidad y con- redes comerciales que se orientaban al intercambio
tacto con las grandes civilizaciones de América La- de recursos, además de compartir costumbres reli-
46 tina en la época de contacto con los ibéricos: incas y giosas e iconográficas (Patiño 2016).
aztecas, siendo probablemente un puente de comu-
nicación en el surgimiento de los Estados. Este tipo de integración formuló diferentes pers-
pectivas para abordar este tipo de cultura prehistó-
En el conocimiento de las zonas arqueológicas de la rica, estudios de economía, alfarería, paleobotánica,
región se puede ver la secuencia cultural desde los iconografía, etcétera. En lo que respecta a este tra-
cazadores-recolectores del Pleistoceno hasta las or- bajo, se va a reconocer el ámbito musical dentro de
ganizaciones estatales. En ese sentido, el propósito la cultura tumaco. ¿Es la música incidente en las
de este trabajo es presentar el ámbito artístico, espe- culturas del pasado?, ¿se puede entender el contexto
cíficamente sonoro y plástico, de la cultura denomi- musical en arqueología?
nada Tumaco-La Tolita, que si bien ahora es parte
de dos territorios fronterizos, Ecuador y Colombia, Dentro de la teoría arqueológica, vemos cómo ac-
en épocas prehispánicas (2,500 ap- 1,700 ap) fue tualmente ha ido abriéndose campo la arqueología
un solo territorio, habitado por una sola cultura, de los sentidos, donde el propósito es dar cuenta
debido a su proximidad cronológica, material y es- de las diferentes formas perceptibles de entender
tilística. Este tipo de semejanzas conformaron una los vestigios arqueológicos. En la interpretación
identidad cultural en aproximadamente 800 km de de las culturas del pasado, este tipo de investiga-
franja litoral. Sin embargo, para ámbitos metodo- ciones puede llevar a construir nuevos argumentos
lógicos y teóricos se especializará en los artefactos para abordar diferentes fenómenos arqueológicos
y en las características de la región ubicada en Co- que aún no han podido ser descubiertos, debido al
lombia, es decir, Tumaco, sin olvidar que esta cul- predominio de la visión en el desarrollo de la cien-
tura constituye un cacicazgo que conecta las áreas cia arqueológica, siendo este un elemento de gran
arqueológicas más importantes de la región occi- importancia para abordar las culturas prehistóricas
dental del litoral pacífico colombo-ecuatoriano. (Hamilakis 2013).
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

Esta arqueología de los sentidos permite entender artística y sensorial, intentando identificar las facul-
un poco el escenario perceptivo de las comunidades tades auditivas que poseían las comunidades nativas
prehistóricas, teniendo presente la conjunción de en tiempos prehispánicos.
los sentidos en la manufactura de la cultura mate-
rial, precepto que ha sido trabajado en la actualidad
en comunidades no occidentales y que hace posible
Encontrando la reserva,
conocer el uso de diferentes canales de percepción modelos 3D y sonoridad
en la construcción de la materia cultural, utilizando en el museo
como base los sentidos (Howes 2013).
Dentro del campo arqueológico, los ceramistas tu-
Por lo tanto, entender una cultura que construye
maco han recibido la etiqueta de maestros alfareros
sus artefactos a partir de la acción conjunta de los
de América, gracias a su destreza en la técnica y en
sentidos, genera una potencialidad interpretativa
la tecnología para la construcción de su cultura ma-
para la arqueología sensorial. En esta investigación,
terial ritual o utilitaria. Sócrates, el filósofo griego,
considerando aquella variabilidad perceptiva, se
pensaba que la belleza no necesariamente partía de
propuso elaborar un análisis dimensional de los ins-
lo útil, lo útil es bello, pero no todo lo bello es útil,
trumentos musicales, con muestras escáner de ter-
lo cual da una connotación esencial al uso de las co-
cera dimensión, además de realizar la captación de
sas mediante su función (Bayer 1965). Por lo tanto,
sonidos de forma especializada en la concepción de
la capacidad en la fabricación de artefactos cerámi-
un registro sonoro que constituye una vanguardia
cos con técnicas tales como modelado y moldeo, así
en la presentación de resultados ilustrativos para la
como estilos decorativos como el baño de engobe
arqueología. La importancia de estos estudios, por
rojo, negro o naranja, permite ver el conocimiento
ser un registro sonoro, necesariamente involucra el
sentido auditivo en la presentación de los resultados.
que los alfareros de la cultura tumaco tenían del 47
uso de los recursos disponibles en el territorio. El
Finalmente, es importante encontrar mecanismos uso de caolín o arenas finas en la cerámica es un
que permitan entender la arqueología como una conocimiento también presente en la cultura Val-
disciplina que contribuye a la búsqueda de nuevas divia (Meggers 1987) (véase figura 1). Es impor-
formas de entender al ser humano en su dimensión tante mencionar que las características de los sitios

Figura 1
Piezas arqueológicas (23) del Museo del Oro que fueron estudiadas
en esta nueva etapa de investigación
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

arqueológicos de la cultura tumaco se localizan en Colección Cano (Olsen 2002), así como el estudio
áreas antrópicas como montículos o zonas geográ- de las ocarinas, silbatos y flautas de las culturas tu-
ficas fluviales, interfluviales, aluviales, ensenadas, maco y tuza-piartal de Nariño, realizados por Ger-
manglares, litorales y selváticas (Pinzón 2013). La man Pinilla con las piezas del Museo Arqueológico
posible localización de estas piezas en estas áreas o Julio Cesar Cubillos de la Universidad del Valle (Pi-
zonas permite conocer un panorama general sobre nilla 2009).
los entornos que habitaron o intervinieron las so-
ciedades del pasado prehispánico. La revisión, descripción y análisis del material ar-
queológico que se realizó previamente (Pinzón
Es importante asimismo mencionar la ubicación de 2013) permitió conocer cualitativa y cuantitativa-
los sitios donde se posibilitan los hallazgos arqueo- mente las piezas arqueológicas que corresponden
lógicos, y también es necesario señalar la relevancia a instrumentos y representaciones musicales de las
de las investigaciones realizadas en el área, desta- colecciones museográficas en Bogotá pertenecientes
cando periodización y clasificación de la cultura a la cultura tumaco del suroccidente colombiano.
material tumaco. Las dataciones más relevantes, Allí se determinaron variables como la presencia de
ordenadas y clasificadas por el profesor Diógenes este tipo de piezas en el Museo del Oro, en el Mu-
Patiño, muestran una secuencia cronológica desde seo Nacional y en la Casa Museo del Marqués de
el periodo Mataje I (2250 ± 200), del sitio Monte San Jorge (musa).
Alto, excavado por Gerardo Reichel Dolmatoff y
Alicia Dussan, y el periodo Bucheli (875 ± 80), ex- De acuerdo con los resultados obtenidos en estas
cavado por Jean François Bouchard en el proyecto aproximaciones previas, se tuvo en cuenta qué co-
Tumaco. La identificación de sitios y sus cronolo- lección era la más nutrida para realizar un análisis
gías permite realizar una clasificación cronológica sonoro especializado y el procesamiento de la in-
48 por periodos regionales, donde se establecen tres formación desde su perspectiva tridimensional. Por
periodos: Formativo Tardío (3.000-1.800 ap), De- lo tanto, en el análisis estadístico llevado a cabo se
sarrollo Regional (1.800-1.500 ap) y Desarrollo identificó que la colección del Museo del Oro era
Tardío (1.500-500 ap) (Patiño 2003). la más apropiada para este nuevo abordaje investi-
gativo, con un total de treinta artefactos musicales
Por otra parte, la investigación de material arqueo-
(figura 2).
lógico musical en Colombia es una indagación
reciente por parte de académicos, entre ellos Dale El análisis del material arqueológico permitió de-
Olsen, con las flautas malibues zenús y silbatos tai- tectar, en la mayoría de los casos, instrumentos
ronas del Caribe colombiano, pertenecientes a la musicales que son interpretados funcionalmente

Figura 2
Cuerpo descriptivo de los instrumentos musicales prehispánicos de la cultura tumaco ubicados en Bogotá
(Pinzón 2013, tabla 3)

Representaciones
Aerrófonos Idiófonos Total
musicales
Silbatos Flautas Ocarinas

Casa Museo Marqués


9 0 0 0 15 24
de San Jorge
Museo del Oro 16 8 1 1 4 30
Museo Nacional 19 0 0 0 7 26
Total 44 8 1 1 26 80
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

por aire (aerófonos). Se detectaron, en particular, En la ejecución de la etapa inicial, la mayor canti-
silbatos, flautas y una ocarina, con una mayor pro- dad de piezas correspondió a las del Museo del Oro.
porción de silbatos. Otra variable detectada en el Por lo tanto, se decidió empezar por relocalizar las
estudio de los instrumentos musicales fue la icono- piezas. De las 30 piezas que se encuentran dentro
grafía, en la cual los motivos con mayor frecuencia de la colección del museo, solo se consiguieron 24,
representados son las formas animales (zoomorfos). debido a los trabajos de restauración o curaduría
que se realizan con las piezas faltantes, que hacen
Gracias a esa investigación previa fue posible reco-
parte de la colección arqueológica en la ciudad de
nocer diferentes representaciones e instrumentos
Pasto (véase figura 1).
musicales dentro de la cultura material tumaco. El
proceso de análisis en esa etapa permitió recono- Para el desarrollo de esta nueva fase de trabajo, se
cer distintos temas iconográficos, formas y funcio- contó con la colaboración de un equipo de trabajo
nes presentes en los instrumentos, para tener una conformado por profesionales de la Universidad
noción del cuerpo material de la musicalidad del Nacional de Colombia, de la Universidad Santo
Pacífico prehispánico en los museos de Bogotá. Se Tomás, de la Universidad Federal de Sergipe y
propuso una catalogación en la que se establecieron del Museo del Oro, equipo del que hicieron parte
las variables organológica e iconográfica. Este tipo Francisco Correa, antropólogo-arqueólogo, quien
de clasificación logró, mediante la descripción de realizó las pruebas de las piezas mediante tecno-
características exteriores, sus motivos representa- logía 3D; Diego Arenas, antropólogo y productor
dos, medición de las piezas arqueológicas, clasifica- musical, que efectuó las pruebas de audio; Oscar
ción organológica e iconográfica, la formulación de Beleño, realizador de cine y televisión, que realizó
una nueva catalogación. el tañido de las piezas musicales y proporcionó las
herramientas para la captación de audio; y Nelson
Se emplearon cuatro categorías organológicas: F(-
Pinzón, arqueólogo, gestor del proyecto de investi-
49
flautas), S (silbatos), Oc (ocarinas) y Cas (cascabel),
gación. Junto al equipo de trabajo en arqueología
y cuatro iconográficas: antropomorfas (An), zoo-
musical, estuvo presente el equipo de la sección de
morfas (Zo), amorfas (Am) y representaciones mu-
registro del Museo del Oro, integrado por Juanita
sicales (R. Mu). La investigación arrojó la siguiente
Sáenz, jefe de la Sección de Registro, y Lina María
distribución: de los 80 instrumentos y representa-
Campos, arqueóloga (figura 3).
ciones musicales, 55 % silbatos, 33 % representa-
ciones musicales, 10 % flautas, 1 % ocarinas y, lo En la primera etapa, se realizó una clasificación or-
que probablemente se considera un cascabel, 1 %. ganológica por el método musicológico Sachs and
Del total del muestreo en el ámbito organológico se Hornbostel, como resultado de la cual se obtuvo
encontró que el 83 % eran silbatos, 15 % flautas y una catalogación de los instrumentos musicales que
2 % ocarinas, y en el ámbito iconográfico se identi- se encuentran en la reserva técnica del museo. En
ficó un predominio zoomorfo con 61 %, antropo- este caso, se hallaron silbatos, flautas y una ocarina
morfos 38 % y amorfos 4 % (Pinzón 2013). (Hornbostel y Sachs 1914). En esta nueva fase de
trabajo se tuvo en cuenta el método de clasificación
En esta etapa del trabajo arqueomusicológico, se
para instrumentos musicales de tipo arqueológico
propuso realizar diferentes variables interpretativas
elaborado por Laura Hortelano (2013), con base
en los ámbitos cerámico, visual y auditivo, pues allí
en la ficha de registro propuesta para clasificar y
se plantearon nuevas rutas para el registro de piezas
catalogar los instrumentos, lo que dio nuevas pers-
arqueológicas, además de encontrarse puntos con-
pectivas a la clasificación y a la relación con otros
vergentes entre las pruebas realizadas y las posibi-
instrumentos musicales prehistóricos.
lidades de difundir el material arqueológico y sus
características auditivas por medio de la tecnología Dentro de las propuestas de clasificación hechas
virtual y digital. por Hortelano, se encuentra identificar morfología,
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

Figura 3
Equipo de trabajo en la realización del trabajo de sensorialidad en la música tumaco. A)
Lina Campos y Nelson Pinzón, B) Francisco Correa, C) Diego Arenas, D) Oscar Beleño.

traceología, tecnología, iconografía, técnicas de eje- como el caso de las piezas arqueológicas museográ-
50 cución, paralelos etnográficos y organología. Esta ficas. Además, permite ver la morfología instrumen-
propuesta se suma a la gran importancia que po- tal, así como dar una perspectiva de tres planos en
seen los instrumentos musicales y su materia prima. los instrumentos musicales. Adicionalmente a las
tomas en 3D que se hicieron con el escáner Artec
En el método de clasificación y estudio de los ins-
Eva 3D, se tomaron fotografías que permitieran dar
trumentos musicales formulado por Hortelano
una noción del tamaño del objeto, su textura y sus
(2013), se propone el estudio acústico de los arte-
características estilísticas o decorativas.
factos con tomas de rayos X. Ante la imposibilidad
de desarrollar este tipo de estudios, debido a pro- Así mismo, se llevó a cabo un trabajo de grabación
tocolos museográficos, se optó por realizar tomas de los sonidos en los instrumentos prehispánicos. A
en tercera dimensión mediante el escáner Artec Eva este efecto, se utilizó una grabadora tascam dr 40,
3D, y hacer una reconstrucción de los cuerpos ce- la cual cuenta con cuatro canales de entradas y graba
rámicos que permitiera obtener una noción de las frecuencias de hasta 96 khz, con una resolución de
dimensiones externas de los instrumentos y las re- 42 bits. Para la captación de las grabaciones se utilizó
presentaciones musicales. De la totalidad de las 24 un micrófono shure sm57, y la intención a largo
piezas se consiguió hacer la reconstrucción de 10 plazo es constituir una biblioteca musical con los
piezas tridimensionales, y se obtuvo un diagnóstico instrumentos musicales tumaco en mejor estado de
de 33 % del grupo general. conservación y que se localicen en reservas técnicas
de museos. Esto permitirá asimismo crear una base
Esta tecnología tridimensional viene siendo utilizada
de datos musical y hará posible la creación de un
en diferentes museos e investigaciones para el pro-
acervo de sonoridades prehispánicas a escala local.
cesamiento de información que no puede tener una
intervención directa, como petroglifos, o de la cual En la captación del sonido, las grandes variables de
no es posible una manipulación intensiva o externa, análisis fueron: conservación de la pieza, potencia-
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

lidad de interpretación y prueba directa. Del total muy conocido el uso de engobes naranjas, rojos y
de los veintidós instrumentos musicales, se realizó negros en la decoración de la cerámica tumaco.
la interpretación en total de nueve: seis silbatos y
La construcción de los modelos tridimensionales
tres flautas. Esta muestra nos permitió generar una
se realizó con el software Artec Studio 3D, que pro-
pequeña noción del uso de instrumentos musicales,
cesó la información del escáner Artec Eva. Este úl-
con un 40,9 % del total del corpus analizado.
timo tuvo como principal mecanismo de función la
recepción de haces de luz captados por una cámara
Visión, audición integrada, lo cual generó muestras fotográficas de
y arqueología 16 fotogramas por segundo (fps), mediante la re-
flexión de los cuerpos cerámicos. De esta manera,
El proceso inicial en el estudio de los instrumentos se creó el volumen exterior del cuerpo y se confor-
musicales fue realizar un inventario de las piezas ar- maron los tres planos del artefacto. Estos modelos
queológicas que se encuentran en la reserva técnica permiten tener una noción de los cuerpos musica-
del museo, lo cual arrojó como resultado un total les, dejando atrás la noción bidimensional y apor-
de veinticuatro artefactos cerámicos, entre instru- tando una connotación tridimensional a las piezas
mentos musicales y representaciones alusivas a la cerámicas. Este es un aspecto importante en las co-
música. En dicho proceso de detección, se eviden- munidades prehistóricas de tumaco, debido a que
ció la falta de siete piezas detectadas en la fase previa parte de su concepción aritmética del paisaje, ade-
de investigación (Pinzón 2013). más de su memoria, se representa mediante cuerpos
cerámicos, y por ello la importancia de generar los
El proceso inicial consistió en medir nuevamente modelos tridimensionales (figura 4).
las piezas, así como corroborar sus fuentes descrip-
tivas iniciales, incluyendo su morfología y su tec- La concepción de los cuerpos musicales en un ámbito 51
nología. Para este procedimiento se tuvo en cuenta iconográfico y tridimensional permite evidenciar di-
la metodología ya mencionada, y se detectaron ferentes perspectivas de la fabricación y de las técnicas
diferentes técnicas y tecnologías cerámicas, como utilizadas para elaborar los cuerpos acústicos de los
modelados y moldeados de los artefactos y diversa instrumentos. Sin embargo, a falta de una perspec-
configuración cerámica. Se ha considerado la posi- tiva interior de estos últimos, se hace difícil hacer una
bilidad de que corresponda a caolín o a arenas fi- reconstrucción fiel de los instrumentos musicales.
nas, como minerales base en la arcilla con la cual se Aunque el propósito de esta investigación era realizar
elabora la cerámica. Incluso, se puede pensar que las tomas de rayos X, de acuerdo con la metodología
dentro de la cultura material próxima a ecosistemas de Hortelano (2013), algunos protocolos del Museo
litorales existe probabilidad de coloración blanca del Oro impedían realizar tal procedimiento.
en la cerámica debido a condiciones ambientales.
Además de este impedimento en la elaboración de
Según Orton et al. (1997, 36), “La combinación de
las pruebas de rayos X, en el ámbito metodológico
agua salada y de una arcilla de barro fino puede dar
se vislumbró un nuevo obstáculo en la modela-
lugar a que la vasija recubierta por una capa blanca
ción tridimensional de las piezas, debido a que el
[…], que a veces se confunde con engobe”.
tamaño de algunas piezas arqueológicas impedía
Así mismo, se evidenciaron diferentes piezas cerá- la construcción de modelos 3D de algunos instru-
micas con lo que tal vez pueda tratarse de restos de mentos. Por lo tanto, se obtuvieron modelos tridi-
carbonización por efecto del fuego y se hallaron di- mensionales de piezas de tamaño mediano y grande
ferentes formas de tratamiento de la cerámica: apli- respecto al resto de las piezas musicales. Este tipo de
caciones, incisiones y perforaciones, además de baño muestro genera nuevas perspectivas en el desarrollo
de engobe de color naranja, o al menos el rastro de de las investigaciones arqueológicas y de las nuevas
su posible uso. En cuanto a este último aspecto, es tecnologías (tabla 1).
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

Figura 4
Plano tridimensional de las piezas cerámicas con representación musical
en figuras antropomorfas (R. Mu) de la colección en el Museo del Oro

Tabla 1. Instrumentos musicales prehispánicos tumaco Tabla 2. Instrumentos musicales prehispánicos del
con pruebas tridimensionales Museo del Oro con pruebas sonoras

Clasificación organológica Clasificación del Museo Clasificación organológica Clasificación del Museo
e iconográfica del Oro e iconográfica del Oro
S.Zo03 C09655 F.An 04 C09603
52 S.Zo09 C09804 F.Zo 03 C05400
S.An06 C09616 F.Zo 04 C05403
F.An01 C05346 S.Am 01 C05395
F.An02 C05353 S.An 02 C09570
F.An03 C05359 S.An 04 C09590
F.An04 C09603 S.An 06 C09616
F.Zo03 C05400 S.Zo 06 C09709
R.Mu01 C09601 S.Zo 07 C09712
R.Mu02 C09602
que se realizó mediante la producción del material
Por otra parte, para realizar las pruebas sonoras se
sonoro con el software Studio One 3.0, permitirá
tuvo en cuenta el estado de conservación de los ins-
conocer los datos sonoros presentes en los instru-
trumentos musicales. Luego, de forma aleatoria, se
fueron tomando las pruebas sonoras de cada uno mentos musicales (figura 5).
de los instrumentos musicales aptos, considerando La integración de la arqueología, así como la for-
diferentes formas de embocarlos e interpretarlos, lo mulación de un análisis tridimensional y sonoro,
que permitió conocer variables sonoras. En la tabla permitirá generar nuevas perspectivas en la presen-
2 se presentan los instrumentos sometidos a la cap- tación de trabajos arqueológicos, en donde se in-
tación de sonido.
volucren más sentidos. En este tipo de trabajos se
En el proceso de consolidación de la información requerirán canales de difusión novedosos o nuevas
sonora se editó el material captado, teniendo en perspectivas de abordar esta nueva ruta para la pre-
cuenta variables como la frecuencia y la intensidad sentación de la arqueología que contemple meca-
de los instrumentos musicales. Este procedimiento, nismos en sincronía con los avances tecnológicos.
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

Figura 5
Limpieza y edición de audio de los registros sonoros prehispánicos en el
programa Studio One

Sonoridades en Aunque la determinación de la amplitud de los


instrumentos musicales no genera alguna aproxi-
instrumentos musicales mación con respecto a la probable amplificación de
prehispánicos de la los sonidos en el medio ambiente prehistórico, la
mejor alternativa es llevar a cabo pruebas sonoras
cultura tumaco contemporáneas en la región litoral, con diferentes
53
potencias de emisión, así como se efectuaron en el
El software de edición de las sonoridades fue Wave
sitio Chavín de Huántar en Perú (Abel et al. 2008).
Pad Audio Editing Software, y en la realización de
los análisis e interpretaciones se utilizó el programa Así mismo, se realizaron análisis de frecuencias en
Sonic Visualiser. Las representaciones gráficas que áreas de frecuencias bajas y centrales, pues el oído
se hicieron para la toma de datos fueron: oscilo- humano es más sensible a este tipo de frecuencias,
grama, espectograma y espectograma de picos de dentro de una franja de 500 Hz a 5 kHz (Miyara
frecuencia, lo que permitió identificar las variables 2006). En los datos analizados se escucharon fre-
de amplitud, frecuencia y altura de cada instru- cuencias que van desde los 376 Hz hasta los 3.193
mento musical interpretado. Hz. Estos datos permiten establecer diferentes ran-
gos, gracias a lo cual se evidencia el predominio de
Dentro de los resultados arrojados por los análisis
silbatos con menor frecuencia, flautas de mediana
de audio se puede establecer una amplitud baja,
frecuencia y una característica excepcional en dos
debido a que se perciben intensidades entre -11 y
instrumentos, el S.An 04 y el S.Am 01, que poseen
--32 dB, teniendo en cuenta que la intensidad de
frecuencias altas respecto a sus similares. En cierta
la onda o la presión de la onda está condicionada
medida, se puede considerar la frecuencia sonora
por la fuente de emisión, es decir, el intérprete del como un marcador de contextos sociales, o al me-
instrumento musical. Es pertinente mencionar que nos daría una noción de las franjas de audición de
la amplificación de los instrumentos musicales den- quienes utilizaron los instrumentos musicales.
tro de los contextos contemporáneos se ubica en
una presión similar a los sonidos producidos por la Por último, la altura de las tonalidades de los ins-
naturaleza o una conversación entre dos personas, trumentos musicales se pudo identificar como:
que comprende entre -10 y --60 dB. tonos con intervalos en quintas, sextas y séptimas
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Figura 6
Altura de los instrumentos musicales tumaco con pruebas realizadas en la
reserva técnica del Museo del Oro

y diferentes variaciones tonales. La concepción de sonoros, como es evidente. Cada uno de estos meca-
una tonalidad de figuras y grados mayores permite nismos conduce al ser humano a configurar diferen-
dar una referencia del espectro de audición que po- tes símbolos sonoros, en cada uno de los contextos
seían las comunidades del pasado prehispánico en sonoros, sea ritual o cotidiano (Olsen 2002).
el suroccidente colombiano. Cada una de las alturas
54 se tomó como referencia para formular una gráfica La importancia de las tonalidades y las frecuencias
de las tonalidades mediante el software Noteflight1 altas puede equipararse con las frecuencias armó-
(figura 6). nicas de un trombón. Esa producción de sonidos
debió responder también a la configuración del en-
Las características según las tonalidades se enmar- torno, donde diferentes zonas fluviales, manglares
can de acuerdo con su organología. Es perceptible o selváticas tuvieron influencia sobre la comunica-
que las flautas poseen unas tonalidades altas, y caso ción sonora de la comunidad tumaco. Este tipo de
contrario los silbatos, que presentan una tonalidad creaciones sonoras permitió una vinculación con el
un poco más baja, exceptuando el S.Am 01 y el entorno, sobre todo en la representación zoomorfa
S.An 04 que podrían mostrar una característica di- o antropomorfa de los instrumentos musicales,
ferencial con referencia al conjunto de los silbatos. vinculando la creación de alteridades sonoras con
Las tonalidades halladas fueron circunscritas en lo animal y con la autorrepresentación de un ser
el siguiente orden: Sol 6, Fa6, Sol#7, Mi 7, Re5, sensorialmente sonoro y creando cultura material
Sol7, Fa#4, Do 6 y Sol#6. La variación tonal y sus sonora.
alturas, comprendidas por un tono en cuarto grado, Los vínculos entre sonoridades, humanos y anima-
uno en quinto, cuatro en sexto y tres en séptimo, les dentro de las comunidades del pasado parten
encuentran con mayor proporción un rango de al- de la conjunción de elementos rituales. Ejemplo
turas entre el sexto y el séptimo grado de tonalidad. de ello son las trompetas de caracol o la cerámica
Esto corresponde a un tipo de tonalidad diferente de los Andes, donde se puede evidenciar el vínculo
de la escala pentatónica occidental, con diferentes que poseían naturaleza, cultura y sonoridad. La dis-
variaciones en la forma de percibir los fenómenos
tinción de un rango de frecuencias, que va desde
los 265 Hz a los 445 Hz, y tonalidades en cuarto
1 Véase https://www.noteflight.com/login. grado permiten ver un uso en escenarios muy am-
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

plios como Chavín de Huántar donde la ritualidad relación entre ambas asociaciones culturales, lo que
y la festividad de estas poblaciones estuviera me- genera una particularidad en la sonoridad prehistó-
diada por agentes naturales como los caracoles. Su rica de América, con tonalidades que oscilan entre
reproducción cultural con trompetas de cerámica los grados sexto y séptimo.
y su funcionalidad sonora crearon un conjunto de
percepciones sonoras en los ambientes prehistóri- La concepción de musicalidades y tonalidades no
cos (Herrera et al. 2014). depende solo de la mímesis o imitación de percep-
ciones externas mediante la reproducción de ar-
Con respecto a las tonalidades de los instrumentos tefactos (Taussig 1993), la concepción de la pieza
musicales tumaco, se evidencia una similitud con como artefacto musical, dentro del vínculo que
las ocarinas multifónicas taironas del norte de Co- posee la comunidad con las sonoridades del en-
lombia que estudió Olsen (2002), provenientes del torno. Su incorporación en un escenario social ya
1.500 ap - 500 ap, posteriores cronológicamente sea ritual, festivo o cotidiano, también influiría en
a la cultura tumaco. En el caso tairona se identi- la fabricación de los instrumentos musicales, ya que
ficaron diferentes tonalidades de los instrumentos podría corresponder a diferentes contextos cultu-
musicales registrados y se evidenció el predominio rales, según su tonalidad, frecuencia e iconografía.
de notas con frecuencias y tonalidades altas como
sextas y séptimas. Sin embargo, el propósito no es Estas relaciones permiten ver que una organiza-
realizar una relación entre las percepciones sonoras ción política de cacicazgo regional costero (Patiño,
de la cultura, sino evidenciar las diferentes formas 2003) podría generar una cierta especialidad en
de percibir el sonido por parte de las comunidades labores de sus actores sociales, quiénes fabricaban
del pasado, o vincular espacios semánticos o sono- instrumentos o interpretaban música. Este tipo de
ros de los instrumentos, debido a que los motivos caracterización pudo variar también el uso especí-
iconográficos de las ocarinas tairona son predomi- fico de las sonoridades o si se interpretaban en esce- 55
nantemente animales, de manera que se identifica narios rituales, festivos o cotidianos.
un vínculo directo de este tipo de instrumentos con
la ritualidad.
Instrumentos musicales
Así mismo, evidenciamos su relación no solo con en tercera dimensión
la cultura tairona, sino también con culturas del
Ecuador, como lo pudieron comprobar Gudemus Dentro de la concepción y construcción de testi-
y Catalano (2009) con la cultura Bahía, que se co- monios del pasado de las comunidades precolombi-
rresponde cronológicamente con la cultura tumaco nas, era importante generar un soporte físico sobre
desde el 2.250 ap al 1.500 ap. Dicha relación se ex- los acontecimientos sociales, fueran rituales, políti-
presa en la conformación de réplicas de flautas an- cos o cotidianos. Este soporte permitiría hacer una
tropomorfas y su principio constructivo de cámaras aproximación a sus dinámicas poblaciones y a su
comunicantes multifónicas. En estos estudios se concepción de la corporalidad en la construcción
hicieron radiografías para determinar las cámaras de identidades plásticas y visuales (Synnott 2002).
internas de las flautas y se elaboró una réplica, la
cual arrojó como resultado las siguientes tonalida- En la actualidad, existen comunidades indígenas
des: La#6, G#6 y G#6, además de frecuencias de que construyen según ese principio plástico, como
los 1.050 Hz a los 2.218 Hz. Este precedente ge- por ejemplo los embera katío y los waunnan de las
nera una posible relación frecuencial con las flautas selvas próximas al litoral pacífico en el Chocó, quie-
antropomórficas tumaco, que si bien no poseen el nes elaboran estatuillas de madera para los rituales
aspecto multifónico de cámaras, corresponden den- del chamán (jaibana), en la invocación de espíri-
tro de los ámbitos frecuencia y tonales de los instru- tus o jais para espantar enfermedades, traer buenas
mentos musicales Bahía. De esta manera, existe una energías y comunicarse con los espíritus, que gene-
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

ralmente son atribuciones fantásticas y cosmogóni- Como se mencionó en el aparte de metodología,


cas de los animales de la selva. Testimonios como se realizaron en total diez pruebas de escáner (tabla
estos aumentan la posibilidad de hacer un acerca- 1). Dentro del proceso de edición de las figuras, se
miento a las diferentes intenciones, por lo menos encontraron dificultades como la imposibilidad de
rituales, de este tipo de configuración artefactual hacer modelos tridimensionales para piezas con un
(Ulloa 1992; Chaves 1992). tamaño reducido. En ese sentido, se redujo el nú-
mero de muestreos y se pudieron tomar muestras
Se realizó una separación de los artefactos que fue-
totales de tres silbatos, cinco flautas y dos represen-
ron modelados en 3D por el escáner Artec Eva 3D,
taciones musicales.
el procesamiento de las imágenes por Artec Studio
y Adobe Photoshop, y las visualizaciones de los for- En la figura 7 se puede observar, en el conjunto
matos en tercera dimensión con el software View de flautas, moldeos y técnicas de moldeo en la ela-
Shape. Luego de haber tratado el material tridimen- boración de cada pieza, cómo sellaban el cuerpo
sional, es importante mencionar cómo este tipo de acústico, ya fuera de forma globular, caso F.An 01
imágenes puede visualizarse hoy en día en aplicati- y F.An02, o de forma laminar, caso F.An 03 y F.An
vos para teléfonos celulares o tabletas. Un ejemplo 04. Con respecto a la flauta de figura zoomorfa
de ello es el visualizador HD Model Viewer, que F.Zo 03, se puede observar la construcción de la
puede ser descargado en dispositivos móviles. pieza arqueológica a partir de moldes cerámicos
que permitieron dar cuerpo acústico al instrumento
El significado de cada uno de los soportes materiales
musical, y dentro de las características de las piezas
de las culturas prehistóricas no puede supeditarse a
se resalta la importancia del acabado y el detalle, lo
un contexto ritual; sin embargo, el uso en este caso
cual evidencia complejidad en su fabricación.
solo puede restringirse a un contexto sonoro, ya
56 sea cotidiano, ritual o recreativo, aunque vale men- Una característica esencial de uno de los artefactos,
cionar la importancia cosmogónica de un motivo la F.An 02, es que en su parte posterior tiene una
iconográfico representado en el silbato zoomorfo fractura, donde se evidencia la presencia textil en
03 S.(Zo03) (figura 8), donde según María Fer- el cuerpo cerámico, lo que es parte de la influencia
nanda Ugalde (2006) la zarigüeya se relaciona con de la cerámica Chorrera o Bahía del Ecuador. Esta
el animal mitológico luna, de las culturas moche técnica es un aporte en la manufactura del artefacto
y recuay, lo cual aporta una posible relación entre cerámico (Gudemus y Catalano 2009).
su iconografía y sonoridad para la cultura tumaco.
Los cuerpos de los silbatos tumaco presentan un
Esto permite ver una relación entre la religiosidad y
cuerpo acústico globular y semiglobular. En los ins-
la música, teniendo como principal pilar la relación
trumentos musicales con tomas de tercera dimen-
humano-animal en sus dimensiones plásticas, mu-
sión (figura 8), se puede evidenciar la importancia
sicales y rituales, lo que genera una aproximación a
de la construcción de moldes para formar su cuerpo
concatenar la sensorialidad y la abstracción a través
acústico. El delineamiento de estas superficies y su
de la musicalidad.
presencia dentro del ámbito arqueológico permite
En ese sentido, dentro del método de estudio de tener una perspectiva de la fabricación externa y
los instrumentos musicales, es necesario hacer to- dimensional. Así mismo, el uso de pinturas y di-
mas radiográficas de las piezas sonoras (Hortelano ferentes decoraciones en los instrumentos denota
2013). Sin embargo, habida cuenta de las dificulta- la importancia constructiva de los instrumentos
des institucionales, se optó por hacer tomas de ter- musicales. Sin embargo, es importante mencionar
cera dimensión para aproximarse al cuerpo externo que las dimensiones generales de los silbatos son
de los instrumentos musicales, así como proponer menores, permitiendo únicamente el muestreo de
nuevos mecanismos para socializar el patrimonio tres piezas, lo que indica que su elaboración podría
arqueológico. partir de una concepción de arte mueble musical
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

Figura 7
Tomas en tercera dimensión de instrumentos musicales prehispánicos de la
cultura tumaco correspondientes a flautas de representación antropomorfa
(4) y zoomorfa (1)

Figura 8
Tomas en tercera dimensión de instrumentos musicales prehispánicos de la
cultura tumaco correspondientes a silbatos de representación antropomorfa
(1) y zoomorfa (2)
57

(Renfrew y Banh 2007). Aunque solo se considera ción, pues en los orificios de digitación e insufla-
para arte paleolítico, la elaboración de artefactos de ción (embocadura) se aprecia el desgaste de la pieza
transporte corresponde a las sociedades humanas, cerámica. Si bien puede tratarse de condiciones ta-
con independencia de su complejidad social. fonómicas, en la observación amplificada se denota
más en los componentes de la pieza mencionados,
En observaciones microscópicas se evidencia una lo que podría verse adicionalmente en las figuras
mayor intensidad en sus marcas de uso, lo cual tridimensionales, con lo cual es evidente el uso de
conlleva una caracterización de mayor interpreta- la pieza arqueológica.
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

Cada característica de las piezas muestra la impor- Por otra parte, se tomaron muestras de dos repre-
tancia de su manufactura, la elaboración de mol- sentaciones musicales (R.Mu 01 y R.Mu 02) que
des y el uso de materias primas, como su matriz consisten en la representación de dos músicos con
de arcilla gris con posible tratamiento con degra- zampoñas o flautas de pan. Este tipo de distinción
santes como mica, cuarzo y minerales fluviales, lo social dentro de la población lleva a pensar en una
que aparece en observación microscópica. Patiño importancia de los músicos dentro del contexto
(2003) establece la presencia de plagioclasas, cuar- cultural. En Colombia, sugiere un caso destaca-
zos, feldespatos y minerales de tipo volcánico como ble, ya que en la cerámica se muestra una acción
anfíboles en la cerámica tumaco del periodo In- que consiste en la interpretación del instrumento
guapi (2.275 ap) (Patiño 2003). musical no solo desde la representación estética del
El análisis cerámico de los instrumentos modela- músico; evidencia la acción que está realizando, la
dos varía según su organología. Así, se evidencia interpretación del instrumento musical, viendo la
una mayor decoración en las flautas que en los sil- importancia de reflejar en la estética acciones que
batos, e incluso se denota la presencia de engobe o fueron parte del contexto cultural (figura 9).
tratamientos posteriores a la quema de las piezas ce- Las representaciones musicales no son parte exclu-
rámicas. Este tipo de distinción podría sugerir una siva de la cultura tumaco, vemos cómo en la cul-
diferencia del contexto de uso de los instrumentos tura moche del Perú también se evidencia este tipo
musicales, así como lo identificaron King y Sánchez de representaciones en diferentes formas cerámicas,
(2011) con las flautas de Oaxaca y su distinción en como jarras y botellas. Esta elaboración lleva a ha-
el ámbito jerárquico y contexto social de acuerdo
cer una reflexión sobre el músico como agente social
con el sitio de hallazgo arqueológico.
(Lachioma 2013), sin embargo, solo en los contex-
58 La construcción de los modelos tridimensionales tos culturales donde la música haya sido predomi-
permite tener una perspectiva general de los cuer- nante, la agencia donde no solo se refleja el ámbito
pos exteriores de las piezas, así como su configura- de poder político, sino también el dominio de las
ción instrumental, como orificios de insuflación y estructuras simbólicas, este tipo de características
digitación, y cada uno de ellos está sujeto a análisis sociales puede interpretarse: en la reproducción de
decorativos, estilísticos y dimensionales de la pieza. sus actividades sociales en la cotidianidad, la cultura

Figura 9
Toma en tercera dimensión de representaciones musicales prehispánicas de
la cultura tumaco
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

material como soporte de actividades sociales, la im- como fotogrametría, orotofotografías, escáneres,
portancia del contexto histórico de la poblaciones, renders, fotografías aéreas, etcétera, con el fin de
así como la redefinición de las actividades culturales realizar una recopilación de colecciones, edificios
(Renfrew y Banh 2007). Así mismo, la agencia so- y sitios arqueológicos sumergidos o en tierra, de-
cial (Hoskins 2006) se evidencia como construcción notando contextos arqueológicos en la creación de
de identidades sociales mediante testimonios mate- diferentes perspectivas de análisis, para generar una
riales como las representaciones musicales. construcción virtual de escenarios prehistóricos,
históricos o bioarqueológicos (Patias 2006).
Se puede observar cómo las representaciones mu-
sicales dan una importancia social al músico en los Existen diferentes ejemplos sobre el uso de tecno-
contextos culturales. Este tipo de identidades socia- logías virtuales en excavaciones o sitios arqueológi-
les permite hacer una aproximación a la distinción cos, uno destacable es la reconstrucción en tercera
social y simbólica del hecho musical en la cultura dimensión del sitio neolítico turco de Çatal Höyük,
tumaco, cada uno de ellos visible en la cultura ma- utilizando un escáner tipo láser y modelación de imá-
terial, ya que estas representaciones se evidencian genes (Forte et al. 2012), así mismo, vemos la recons-
de manera extendida en artefactos y estatuillas (La- trucción virtual de los templos, teatros y columnatas
chioma 2012). corintias del sitio Palmira en Siria, destruido por la
violencia en el Medio Oriente (Denker, 2017). Ade-
Las representaciones musicales con flautas de pan
más de lo relativo a lo arquitectónico y monumental,
han generado varias hipótesis sobre el significado también existen trabajos en colecciones cerámicas en
y la connotación ritualística de estos instrumentos los que se construyen modelos virtuales de piezas que
musicales y sus representaciones. Por ejemplo, para permiten ver aspectos como volúmenes, colores, tex-
Olsen (2002) las representaciones musicales corres-
pondientes a las flautas de pan de la cultura moche
turas y decoraciones (Carrillo et al. 2010), así como 59
en contextos subacuáticos, como por ejemplo el es-
revelan la importancia ritual de este instrumento tudio de naufragios en el área Mazotos de la isla de
musical dentro de las comunidades prehistóricas de Chipre (Demestisha et al., 2012).
los Andes, con un énfasis puesto en las culturas ar-
queológicas tiwanaki, nazca y moche, haciendo una Aunque entendemos la incidencia de los escena-
clasificación de flautas de pan en simples y de doble rios virtuales en el patrimonio arqueológico, ve-
hilera. Estas estructuras de flautas hicieron posible mos cómo aseguran el conocimiento de sitios que
un análisis tonal que muestra instrumentos en to- no requieren actividades invasivas o destructivas y
nalidades altas para las primeras y bajas, medias y preservan el patrimonio cultural. Por otra parte, ge-
altas para las segundas, y se encontraron diferentes neran un acceso a diferentes tipos de poblaciones
características sonoras de cada una de las estructu- y permiten identificar y apropiar el patrimonio ar-
ras de artefactos arqueológicos. queológico desde una perspectiva digital.

Es evidente el significativo aporte que hace la re-


construcción virtual de piezas arqueológicas, no Conclusiones
solo porque permite generar una accesibilidad no
Aunque los resultados obtenidos muestran las ca-
destructiva sobre aspectos patrimoniales, sino tam-
racterísticas sonoras de los instrumentos musicales,
bién porque hace posible construir intercambios y
además del uso de tecnología tridimensional para
redes de información arqueológica que contribuyan
el conocimiento de los cuerpos externos de la cul-
al conocimiento del patrimonio arqueológico.
tura material, infortunadamente no se puede hacer
Por lo tanto, se pueden vislumbrar trabajos virtua- una descripción de los contextos musicales en las
les con metodologías diversas en el desarrollo de un sociedades del pasado. Sin embargo, debido a ser
patrimonio arqueológico digital, con técnicas tales la música motivo de representación iconográfica
Arqueología y Patrimonio Nelson Pinzón • Francisco Correa • Oscar Gallor Beleño • Diego Arenas

y construcción de cultura material, se evidencia la que generaron una corporificación de las sonorida-
importancia de este aspecto cultural dentro de la des del entorno y crearon identidades sonoras entre
sociedad tumaco, teniendo como principal eje los el medio ambiente, el ser humano y la ritualidad, ya
sentidos en la creación, interpretación y apreciación que cada sonido condiciona un aspecto cotidiano o
de los artefactos sonoros. ritual, según sea el contexto arqueológico y cultural
de las comunidades del pasado prehispánico.
La música es una actividad cultural perceptible
principalmente por el sentido auditivo, aunque es Las muestras en tercera dimensión señalan ciertas
importante considerar el resto de los sentidos, con- características esenciales en la construcción de los
formando un conjunto para la percepción de las referentes de investigación actual en arqueología.
ondas sonoras. Por eso, es necesario hacer una apro- Llevar a cabo este tipo de reconstrucción es trasla-
ximación a los estudios que revelan diferentes aspec- darse al universo del alfarero, que mediante la fabri-
tos sobre la sonoridad prehistórica para tener una cación de los artefactos arqueológicos transmite el
noción sobre las diferentes posibilidades que pue- mundo cosmogónico de las comunidades, debido
den ofrecer los estudios sonoros en la arqueología. al trabajo de los elementos naturales en la materia
prima, los moldes y las modelaciones de arcilla para
Los diferentes recursos utilizados en la toma de
la construcción de la cultura material. Ello permite
muestras visuales y sonoras engloban un ámbito
entender la plasticidad y la estética de las culturas
interpretativo de un contexto cultural que intenta
prehistóricas, donde se encuentran convergencias
aproximar a una sensación sonora dentro de las so-
en el uso de los elementos naturales para la elabo-
ciedades prehistóricas, lo que conlleva diferentes
ración de cultura material sonora, teniendo como
formas de acercarse a una metodología de trabajo
principal foco, en este caso, replicar o crear sonori-
que permita captar la mayor cualidad y cantidad de
dades que son percibidas por el ser humano, lo cual
60 rastros sobre un objeto arqueológico, aspecto que se
crea escenarios de posible intercomunicación con la
puede evidenciar tomando recursos de catalogación
naturaleza y, por qué no, con lo sobrenatural.
e identificación del material arqueológico del Mu-
seo del Oro de Bogotá sobre la cultura tumaco del Finalmente, puede entenderse cómo cuerpos cerá-
suroccidente colombiano. micos tridimensionales, sonoridades altas y medias
y representaciones iconográficas animales y huma-
Para tener una noción próxima sobre las sonori-
nas constituyen el testimonio audiovisual de las co-
dades halladas en los instrumentos musicales, se
munidades prehispánicas, al tiempo que generan la
hicieron tomas de datos sonoros que evidenciaron
una proximidad a tonalidades altas, ubicadas en identidad social de una población prehistórica del
intervalos de quinto, sexto y séptimo grado, con suroccidente colombiano.
frecuencias medias y bajas de 350 Hz a 1.200 Hz.
Excepcionalmente, se evidenciaron frecuencias al- Agradecimientos
tas como la de 3.200 Hz. Estos resultados generan
una distinción de la percepción sonora a partir de Total agradecimiento al Museo del Oro y a su jefe
las tonalidades, ya que la escala del quinto grado de Sección de Registro, Juanita Sáenz. A las entida-
armónico es la base en la música occidental. En co- des que financiaron la beca de investigación oea y
munidades prehistóricas parece tener un grado de al Grupo Coimbra-Brasil. A la Universidade Fede-
sensibilidad sonora mayor, con relevancia de aspec- ral de Sergipe (ufs) y su programa de Posgrado en
tos como la percepción o la emisión de los sonidos Arqueología. A José Roberto Pellini, profesor que
por pobladores antiguos de tumaco. Tal vez puede realizó la orientación en la elaboración de la tesis de
pensarse en variables medioambientales o fisiológi- maestría. Finalmente, al estudio musical Casalaire,
cas en la percepción de los sonidos y su fabricación por el trabajo con audios.
Sonoridades prehispánicas de la cultura tumaco…. Arqueología y Patrimonio

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Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo
Tardío en el norte del Alto Magdalena - Colombia
Bodegas, a Fishing Site During the Late Period in the North of the
Alto Magdalena – Colombia

Germán A. Resumen
Peña León Los resultados que se presentan a continuación forman parte del proyecto titu-
Profesor, Ph. D., Instituto lado “Estudio arqueológico del impacto de la pesca precolombina en la zona de
de Ciencias Naturales, raudales del río Magdalena, durante el periodo Tardío (siglos xi al xii d. C.)”
Universidad Nacional de Colciencias - Universidad Nacional de Colombia (Sede Bogotá), desarrollado
Colombia por el grupo de investigación Arqueología y Ambiente del Instituto de Ciencias
gapenal@unal.edu.co
Naturales. Este proyecto se propuso abordar la problemática arqueológica del
área de influencia de la zona de los raudales del río Magdalena, mediante el es-
Rocío Salas tudio de los restos de fauna y, particularmente, de peces migratorios, asociados
Medellín al análisis de las unidades de paisaje y los contextos culturales que proporcionan
el estudio de los materiales cerámicos y de las industrias líticas. Los resultados
Antropóloga, Ph. D., obtenidos en el sitio de Bodegas 1 indican que fue ocupado por grupos humanos
Universidad Nacional de del periodo Tardío en el siglo xi d. C. Los análisis arqueológicos y los estudios de
Colombia los suelos sugieren que establecieron algunas viviendas y pequeñas huertas sobre 63
rociopaisaje@yahoo.com.co el borde de una terraza aluvial media próxima al río, donde se localizan lugares
favorables para la pesca, en particular de especies que realizan migraciones inten-
Juan Manuel Díaz sas durante dos épocas anuales. Los cambios en las frecuencias y la disminución
Investigador, Msc., en las tallas de algunas especies de peces podrían estar relacionados con el inicio
Instituto Colombiano de de periodos más secos que incidieron en su vulnerabilidad.
Vol. 1(1)
Antropología e Historia Palabras clave: arqueología, arqueozoología, río Magdalena, Colombia.
jdiaz@icanh.gov.co
Abstract
Juan Manuel
Llanos The results presented below are part of the project entitled “Archaeological study
of the impact of pre-Columbian fishing in the area of rapids of the Magdalena
Profesor, Ph. D., Instituto River, during the later period (vii to xvi century AD)” Colciencias - Universidad
de Educación a Distancia National de Colombia (Bogotá), carriedout by the research group in Archeo-
-IDEAD- Universidad del logy and Environment of the Institute of Natural Sciences. This project aimed
Tolima to approach archaeological issues in the area of influence the Magdalena River
jmllanos@gmail.com rapids. Here, we studied archaeozoological and archaeoichthyological remains,
particularly those associated with analysis of landscape units and the cultural
contexts provided by the study of ceramics and stone industries. In this study, we
present results of our research conducted at the site of Bodegas 1, dated in the xi
century ad. The analyzes suggest that the settlement established some houses and
orchards on the edge of a mean alluvial terrace located next to the river, where
favorable fishing locations exist, particularly of fish species that carry out intense
migrations during two annual periods. The changes in the frequencies and the
decrease in size of some fish species could be related to the beginning of drier
periods that affected their vulnerability.
Keywords: Archaeology, Archaeozoology, Magdalena River, Colombia.

PP. 63-84 Recibido: 14 de febrero de 2018 ∙ Aprobado:2 de junio de 2018 Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

Introducción toneladas, sin embargo, en la década de 1990 se


registran valores inferiores a las 10.000 toneladas.

L os peces han constituido uno de los principales Esta situación considerada catastrófica, tanto desde
recursos alimenticios de la humanidad, siendo la el punto de vista biológico como económico y so-
pesca una actividad de subsistencia milenaria. Sin cial, se debe a factores como el deterioro ambiental,
embargo, la acción intensa del hombre sobre la na- los fenómenos climáticos y la sobreexplotación del
turaleza y los efectos de los cambios climáticos han recurso (Mojica 2002; Galvis y Mojica 2007).
originado en varios lugares del planeta efectos nega-
Una de las principales áreas de pesca se localiza en
tivos que han perjudicado notablemente esta acti-
la zona de influencia de los raudales del río Mag-
vidad. Las condiciones actuales de la cuenca del río
dalena, entre los municipios de Honda (Tolima) y
Magdalena son un triste ejemplo de esta situación,
Puerto Bogotá (Cundinamarca). En este lugar se
originada por el deterioro ambiental y la explota-
reconoce anualmente con intensidad el fenómeno
ción excesiva del recurso pesquero.
migratorio de los peces del río Magdalena, cono-
Durante las últimas dos décadas, estudios arqueo- cido como “la subienda”, el cual tiene lugar durante
zoológicos han propuesto que la información deri- la principal estación seca del año, entre los meses de
vada de los análisis de fauna arqueológica debe ser diciembre y enero, y constituye la principal tem-
tenida en cuenta para la solución de problemas ur- porada de pesca. En esa época del año, varias es-
gentes de conservación en la actualidad. Una de las pecies de peces abandonan las ciénagas, toman el
grandes ventajas de la información arqueozoológica curso principal del río y recorren grandes distan-
es su amplio espectro temporal, que por lo general cias en contra de la corriente, en búsqueda de las
puede abarcar siglos o milenios, lo cual le permite aguas claras y oxigenadas de ríos y riachuelos tri-
64 aportar elementos de análisis imposibles de recono- butarios. Cuando comienza la temporada lluviosa,
cer en los estudios biológicos o ecológicos actuales, los peces inician su retorno hacia las zonas bajas;
que cubren periodos relativamente cortos. Los da- el aumento del nivel de las aguas coincide con la
tos arqueozoológicos pueden contribuir a resolver reproducción de varias especies, cuyos órganos se
problemas relacionados con el uso sustentable, la han desarrollado y madurado durante la migración.
conservación y la restauración de ecosistemas o de El ciclo termina con la llegada de miles de larvas y
poblaciones particulares que habitan o habitaron huevos, acompañados de los adultos sobrevivientes
en áreas específicas (Lyman 1996; Grayson 2001; a las ciénagas y planicies inundadas, donde hallarán
Frazier 2007; Wolverton y Lyman 2012). Es posi- abundante alimento y protección. A este retorno se
ble además reconocer los periodos en los cuales se le conoce popularmente como “la bajanza” y suele
presentan fenómenos climáticos que ocasionan al- ocurrir entre los meses de marzo y junio. En Co-
teraciones en composición, frecuencia y diversidad lombia se presenta una corta temporada seca du-
de las especies aprovechadas por los grupos huma- rante el mes de agosto, lo cual origina migraciones a
nos y que podrían ser interpretadas erróneamente menor escala entre los meses de junio y septiembre,
como sobreexplotación del recurso (Lyman 1996; conocida como “subienda de mitaca”, y de septiem-
Sandweiss et- al. 2004). bre a diciembre la “bajanza de mitaca” (Anzola y
Uribe 1989).
El estudio de la explotación actual del recurso pes-
quero en la cuenca del río Magdalena es reciente La zona de influencia de los raudales del río Mag-
y comprende, principalmente, las cinco últimas dalena fue habitada desde tiempos prehispánicos
décadas. Hoy sabemos que esta cuenca fue consi- por grupos humanos que ocuparon las regiones del
derada en el siglo pasado como la más productiva norte del Alto Magdalena y del Magdalena Medio
del país en cuanto a explotación de este recurso. En durante el periodo Formativo, entre los siglos v y i
1970 llegó a registrar valores cercanos a las 80.000 a. C. (Cifuentes 1993; Peña 2013), y durante el pe-
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

riodo Tardío, entre los siglos vii y xvi d. C., al cual dades de paisaje correspondientes y se efectuó un
pertenecen las últimas comunidades indígenas que análisis formal, de acuerdo con los criterios meto-
entraron en contacto con los conquistadores euro- dológicos propuestos por Criado (1999).
peos (Reichel-Dolmatoff y Dussán 1944; Castaño y
Dávila 1984; Cifuentes 1993; Gómez y Hernández Los materiales cerámicos, líticos y restos de fau-
1996; Díaz 2014). nas con tamaños mayores a 2 cm fueron excavados
directamente con palustres medianos, espátulas y
El presente artículo abordará la problemática ar- brochas para ser recuperados a mano. Sin embargo,
queológica del área de influencia de la zona de los teniendo en cuenta que la mayoría de las especies de
raudales del río Magdalena, ocupada por grupos peces que componen la subienda del río Magdalena
humanos del periodo Tardío durante la segunda presentan tallas pequeñas, fue indispensable imple-
mitad del siglo xi d. C., mediante el estudio de los mentar un sistema de mesas de cribado en el cual se
restos arqueozoológicos asociados a los vestigios emplearon tamices rectangulares de aluminio con
culturales (cerámica e instrumentos líticos) recu- mallas de acero inoxidable de 2 mm de luz y agua
perados en el sitio arqueológico de Bodegas 1. El a presión controlada con regaderas manuales. Por
objetivo principal es contribuir al conocimiento de medio de este sistema se procesó la totalidad de los
la explotación del recurso pesquero, aplicando con- suelos excavados en este sitio.
ceptos y métodos procedentes de la arqueología, de
la arqueoictiología, de la ecología y de la arqueolo- Todos los materiales arqueológicos fueron trasla-
gía del paisaje. dados al laboratorio de arqueología del Instituto
de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional
de Colombia (icn-un), donde fueron lavados con
Materiales y métodos agua y cepillos finos y marcados con los códigos
asignados para cada nivel de excavación, siguiendo 65
El sitio de Bodegas 1 fue investigado durante las
el consecutivo de colección correspondiente del
temporadas de campo realizadas en el año 2011.
kardex de las colecciones arqueológicas del icn-un.
Teniendo en cuenta los resultados de las exploracio-
nes anteriores, se procedió a realizar series de pozos Las muestras de restos óseos obtenidas mediante el
de sondeo y perforaciones con barreno, con el fin empleo de las mallas finas fueron lavadas en tami-
de conocer los horizontes de suelos con evidencias ces con mallas de 1 a 2 mm y una vez secas fueron
culturales y delimitar las zonas con mayor densidad trabajadas por un equipo de tres estudiantes y un
de restos de fauna. Una vez localizada dicha zona, se auxiliar de investigación, quienes por más de cuatro
procedió a delimitar un área de excavación de 8 m2, meses se dedicaron a separar en forma manual miles
la cual fue excavada por niveles de 5 cm, con con- de pequeños restos, principalmente de peces, que
trol estratigráfico y registro gráfico (planos a escala) se encontraban entre sedimentos finos de arenas y
y fotográfico de cada uno de los niveles. Durante fragmentos de roca. Durante este proceso se em-
la excavación fueron recuperados fragmentos de plearon tres lámparas con lupa (10 x de aumento),
cerámica, artefactos líticos, restos óseos y vestigios pinceles y pinzas metálicas.
vegetales. También se tomaron muestras de carbón
vegetal procedentes de cada uno de los niveles para Las identificaciones anatómicas y taxonómicas de
análisis de radiocarbono. Al final de esta se realizó los restos de fauna se basaron en la observación de
la delimitación física de cada uno de los horizontes las características morfológicas de los especíme-
de suelo, su registro gráfico a escala y fotográfico, nes arqueológicos que permiten realizar compara-
así como la toma de muestras de cada uno para los ciones con elementos homólogos procedentes de
análisis edafológicos pertinentes. Asimismo, se rea- la colección de referencia de especies actuales del
lizó un análisis fisiográfico del sitio en relación con laboratorio de arqueología de icn-un. En esta la-
los paisajes circundantes, se identificaron las uni- bor se emplearon tres lámparas- lupa (10x) y un
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

estereoscopio (Wild Heerbrugg) con magnificacio- Para el estudio de la cerámica se procedió a rea-
nes de 10x a 45x. Una vez efectuadas estas iden- lizar un análisis tipológico en el cual se tomaron
tificaciones, se hicieron análisis cuantitativos que como cualidades básicas las características visibles
tuvieron por objeto estimar su abundancia relativa de la pasta, el acabado de superficie y la decoración,
de cada uno de los taxones identificados. Dichos siendo esta última la que mejor permitió identificar
estimados se realizaron con base en el número de los tipos presentes en la muestra obtenida. Dada la
restos diagnósticos o identificables (nr), a partir de presencia de fragmentos diagnósticos como bordes
los cuales se efectuó un estimado del número mí- y bases fue posible realizar un análisis formal de la
nimo de individuos (nmi). Para desarrollar dicho muestra, lo que permitió identificar formas asocia-
parámetro se tuvieron en cuenta criterios señalados das a determinadas funciones. En algunos casos fue
por Klein Richard y Cruz-Uribe (1984) y por Reitz posible hacer una reconstrucción aproximada de
y Wing (1999). vasijas y estimar su tamaño. A partir de las técni-
cas utilizadas y los diseños plasmados, también se
Además de los anteriores análisis, otra herramienta
cuantificó la decoración.
que permite valorar el impacto de estas antiguas co-
munidades de pescadores sobre las poblaciones de Los elementos líticos se analizaron teniendo en
peces más consumidas consiste en la construcción cuenta sus características morfológicas y funciona-
de modelos alométricos, basados en colecciones de les. Dicho análisis se centró en las superficies activas,
ejemplares actuales, las cuales permiten reconstruir con huellas de uso, por lo que la forma perimetral
las tallas y los pesos de individuos arqueológicos, así del objeto pasa a un segundo plano. Los macrorres-
como su comportamiento. Los resultados, organi- tos identificados son el resultado de la combinación
zadas por rangos y analizados a través de la ocupa- de diferentes procesos de manufactura, uso, acti-
ción del sitio arqueológico, permitieron identificar vidad postdepositacional y, finalmente, de la exca-
66 los cambios que posiblemente se presentaron en vación y manipulación por parte del arqueólogo.
algunas especies como consecuencia de su explo- Estos rastros deben ser estudiados como un todo
tación intensiva o de la influencia de fenómenos (Babot 2004; Llanos 1997, 2001; Peña 2013; Pinto
climáticos. La construcción de estos modelos se 2003; Pinto y Llanos 1997). Esta información es
basa en trabajos previos llevados a cabo por Cas- complementada con aquella proveniente de la ma-
teel (1976), Morales y Rosenlund (1979), Wheeler teria prima seleccionada, las fuentes y el tipo (canto
y Jones (1989), Desse y Desse-Berset (1996) y Peña rodado, bloque o lámina), las técnicas de elabora-
(2013). Durante cada uno de los análisis efectuados ción (talla-pulido), el soporte (lámina, lasca, núcleo
con todos los materiales arqueológicos, los datos o desecho), la forma perimetral, el ángulo del borde
fueron consignados en fichas que posteriormente usado, los indicadores (tamaño y grosor) y el estado
conformaron bases de datos de cerámica, lítico y de conservación (fragmento-completo).
fauna diseñadas en el programa spss.
La identificación taxonómica de estos vestigios de Resultados
flora tomó como base la colección científica de se-
millas contemporáneas del Instituto de Ciencias El sitio arqueológico Bodegas 1 fue localizado cerca
Naturales de la Universidad Nacional de Colombia. del borde de una terraza aluvial en la zona transi-
Los elementos fundamentales para una determina- cional entre una terraza baja y una terraza media
ción acertada de los vestigios fueron los rasgos mor- (próxima al borde del río), ubicada a una altura
fológicos diagnósticos que se conservaron: tamaños, de 218 msnm en las coordenadas 18N 0529994
formas y ornamentación de superficie. Para la des- 0578093 (véase figura 1). En este sitio se identificó
cripción morfológica de las semillas arqueológicas se un montículo artificial levantado 1,5 m, de apro-
utilizó un estereoscopio Wild Heerbrugg de magni- ximadamente 50 m de largo por 6 m de ancho,
ficación 50x y una lupa de magnificación 10x. dispuesto en el borde de la terraza media, donde
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 1
Localización del sitio arqueológico de Bodegas (fotografía: Germán Peña)

67
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

se halló el área con mayor concentración de ma- Honda Crema Fino (73,8 %), Honda Roja Ba-
teriales arqueológicos y se efectuó el corte men- ñada (15,9 %) y Honda Crema Burdo (5,6 %). El
cionado anteriormente. Durante esta excavación cuarto tipo no se relaciona claramente con las clasi-
se recuperó una buena cantidad de fragmentos de ficaciones anteriores y se propuso la denominación
cerámica e instrumentos líticos, semillas y miles de Honda Naranja Fino (4,3 %). Las proporciones de
restos óseos, principalmente de peces, que fueron esta cerámica presentan un comportamiento simi-
obtenidos tanto directamente (huesos más grandes) lar durante la ocupación del sitio (véase figura 3).
como mediante el empleo del sistema de cribado
de la totalidad del suelo excavado (véase figura 2). Las formas identificadas fueron: platos (46,5 %),
cuencos (30,7  %), ollas subglobulares (8,8  %),
Los materiales arqueológicos se depositaron en tres copas (11,7 %) y con menor frecuencia ollas glo-
horizontes de suelo, denominados A, Abp y Bbp. bulares (0,7 %) y olla-cuenco (0,6 %). También se
Como resultado del análisis de dos muestras de identificaron volantes de huso (0,6 %) y rodillos
carbón vegetal se obtuvieron dos fechas, correspon- (0,6 %). El plato es el recipiente más común pre-
dientes a dos momentos de una ocupación conti- sente en toda la ocupación del sitio, con predomi-
nua, con notables concentraciones de materiales nio al final de ella (véase figura 4). Están asociadas
arqueológicos. La primera, de 920 + 30 ap (1030 principalmente con el tipo Honda Crema Fino y
d. C.), está relacionada con el contacto entre los ausentes en el tipo Honda Roja Bañada. Son gene-
horizontes Abp/Bbp, y la segunda, de 880 + 30 ap ralmente planos y de gran tamaño, por lo general
(1070 d. C.), se asocia con en el horizonte Abp. Los sin decoración; solo algunos pocos con decoración
resultados de los análisis de fósforo total, que en impresa de estera. Probablemente fueron emplea-
algunos casos supera las 6.000 ppm, evidencian el dos para servir alimentos, aunque otros pudieron
uso antrópico muy intensivo, probablemente como
68 consecuencia del aporte de restos óseos de peces y
ser usados en la preparación, a juzgar por la pre-
sencia de ahumado y restos de carbón. El cuenco
otros desechos orgánicos. En los alrededores del área representa la segunda forma de vasija más frecuen-
excavada se identificaron evidencias de suelos agrí- temente empleada durante toda la ocupación del si-
colas con importantes aportes de materia orgánica. tio, exceptuado el final de esta, al parecer sustituido
por el uso de plato, situación que puede indicar un
Análisis de la cerámica cambio en la manera de preparar y servir alimentos
o un cambio en el tipo de alimentos consumidos
Los materiales analizados corresponden a 5.211 (véase figura 4). Los platos tienden a ser semiglo-
fragmentos de vasijas recuperados sistemática- bulares, con borde recto, por lo general de tamaño
mente en el corte estratigráfico realizado. La mues- mediano y decorados con diseños geométricos de
tra está compuesta principalmente por fragmentos líneas incisas simples e intermitentes, están asocia-
de cuerpo sin decoración, seguidos de bordes, ba- dos principalmente al tipo Honda Crema Fino, se-
ses y hombros. Esta cerámica presenta elementos guido del tipo Honda Roja Bañada. Probablemente
comunes, principalmente en cuanto a formas y fueron empleados para servir alimentos y en algu-
decoración, con otros tipos descritos para la zona nos casos su uso pudo ser ritual.
por Cadavid (1970), Hernández (1980), Rojas de
Perdomo (1975), Gómez y Hernández (1996), Las ollas subglobulares están presentes sobre todo
Castaño y Dávila (1984) y Díaz (2014). Como durante la etapa media de la ocupación del sitio.
resultado del análisis se identificaron cuatro tipos Tienen por lo general base ovoide, cuello alto con-
cerámicos, tres de los cuales retoman las denomi- vexo recto y estaban decoradas con diseños incisos
naciones propuestas por Cadavid (1970) en las que simples y delgados, combinados con impresión,
se agrupan y simplifican los demás tipos definidos apliques y, en los casos en que no hay incisión, se
en esa misma investigación; estos se denominaron: utilizó la técnica de corrugado en el cuello de la
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Bodegas 1, Corte I. NIvel de excavación 20-25 cm.

69
Figura 2
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

Figura 3
Porcentajes del número de fragmentos cerámicos por tipo horizonte de suelo

90
80
70
% de fragmentos

60
50
40
30
20
10
0
Bbp Abp/Bbp Abp Ap
Horizontes de suelo
Honda Crema Fino Honda Roja Bañada
Honda Crema Burdo Honda Naranja Fino

Fuente: Peña et. al 2015.

70 vasija. Esta forma se encuentra en todos los tipos mando diseños simples en la parte superior de las
identificados, pero más en el Honda Crema Fino. vasijas. Esta forma no se encuentra asociada al tipo
Se empleaba quizá para almacenar líquidos u otros Honda Crema Burdo. Su función era servir y al-
productos, aunque también podrían haber sido gunas estarían relacionadas con actividades rituales.
utilizadas como urna funeraria. Las ollas globulares
menos representadas son recipientes generalmente La técnica decorativa más frecuente fue la incisión
de cuello corto convexo y recto y cuerpo globular, delgada o simple (32,2 %), seguida de la incisión
decoradas con diseños incisos e impresión en el ancha (29,8 %) y los apliques de tiras verticales y
borde y en el cuerpo de las vasijas; su uso pudo es- serpentiformes (14,5 %). En cuanto a los diseños,
tar relacionado con la preparación de alimentos sin predominan los lineales simples que describen una
calor y con el almacenamiento. Las ollas cuenco, malla (36 %), los lineales simples oblicuos que for-
presentes en menor proporción, poseen cuerpo se- man un diseño de espina de pescado (14,8 %) y los
miglobular o subglobular y cuello recto o convexo, lineales simples geométricos, que en la mayoría de
decorados con incisiones simples e intermitentes los casos incluyen espirales en los diseños (13 %)
acompañadas de empaste e impresiones. (véase figura 5).

Las copas predominaron en el comienzo de ocupa-


ción del sitio (véase figura 4). Presentan base tron- Análisis de
cocónica y cuerpo semiglobular. Algunas bases de la industria lítica
pedestal cerradas por debajo presentaban orificios
a manera de ventanas y contenían esferas de arcilla, La muestra analizada fue de 2.770 elementos. De
de tal manera que producían un sonido como de este conjunto, 2.741 (99,1 %) corresponden a ele-
sonajeros. La decoración principal es la impresión mentos lascados (véase figura 6) y los restantes 29
de muescas en la base, con incisiones delgadas for- (0,9 %) a herramientas pulidas. Las materias pri-
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 4
Porcentajes del número fragmentos cerámicos por forma en cada uno de los horizontes de suelo

90
80
70
% de fragmentos

60
50
40
30
20
10
0
Bbp Abp/Bbp Abp Ap
Horizontes de suelo
Plato Cuenco Olla-Cuenco Olla subglobular
Olla globular Copa Volante de uso Rodillo

Fuente: Peña et al. 2015.

mas seleccionadas por los artesanos son de origen cuñas, raspadores, cepillos, grabadores, perforado- 71
local y corresponden a cantos rodados y bloques, res, punzones y buriles.
en su orden de origen sedimentario, ígneo y mi-
neral de cuarzo, todos recolectados en las riberas A pesar de que los artefactos pulidos tienen una
del río Magdalena y afluentes menores. El soporte baja representación (0,9 %) en relación con las he-
más utilizado son las lascas (78,5 %), seguidas de rramientas lascadas, también se recuperó una mues-
los núcleos (21,5 %). tra variada como manos de moler, machacadores,
molinos, percutores, placas alisadas, yunques y
Es importante destacar dentro de este conjunto metates, lo cual permite pensar que los productos
la presencia de herramientas lascadas (6,8 %), al- vegetales, resultantes de actividades agrícolas, hor-
gunas hojas gruesas que presentan evidencias de tícolas y de recolección ocupaban un lugar signi-
formalización, con huellas de uso posiblemente ficativo en la dieta de los ocupantes del lugar. No
asociadas con la preparación de peces (véase fi- menos importante son aquellas herramientas rela-
gura 7). Los ángulos de los artefactos identificados cionadas con la adecuación del sitio, bien sea con
en el sitio de Bodegas 1 son: muy oblicuo (< 30°) propósitos agrícolas, o bien para el establecimiento
46,3 %, oblicuo (< 45°) 34,2 %, abrupto (< 70°) de áreas de habitación.
18,1 %, vertical (< 90°) y rasante (< 10°), cada uno
con un 0,7 %, lo cual indica que las actividades
más representativas son aquellas relacionadas con Análisis de los restos
el corte y raspado. Dichos artefactos pudieron ser de fauna
empleados en la obtención (caza y recolección) y
preparación de un conjunto variado de fauna. No En el sitio de Bodegas 1 los peces constituyen la
menos importante fue el trabajo sobre madera y clase de vertebrados predominante durante toda
fibras vegetales, representado por la presencia de su ocupación. De un total de 37.578 restos óseos
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

Figura 5
Ollas-cuenco del tipo Honda Crema Fino. 1. Decoración incisa intermitente, 2-3. Decoración incisa simple-impresa, 4.
Decoración incisa simple, 5. Decoración incisa simple-aplicada, 6-7. Decoración incisa intermitente-aplicada

72

Fotografía: Germán Peña


Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 6
Porcentaje de los líticos lascados por horizonte de suelo del sitio Bodegas 1

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Bpb Abp/Bpb Abp Ap
Horizontes de suelos

Cepillar Cortar Cuña Desecho Grabar Lasca


Núcleo Perforar Punzar Raer Raspar Buril

Fuente: Peña et. al 2015

identificados anatómica y taxonómicamente, el doplatystoma magdaleniatum, que pertenecen a


73
94,2 % pertenece a peces, el 4,6 % a mamíferos, el la familia Pimelodidae, y Prochilodus magdalenae
1 % a reptiles, el 0,1 % a anfibios y el 0,1 % a aves. (Prochilodontidae). Estas cuatro especies, que se-
Las identificaciones taxonómicas de los restos de rán analizadas a continuación, representan el 91 %
peces se efectuaron principalmente a partir de los del total de nmi. Durante la ocupación humana del
elementos óseos pertenecientes al esplacnocráneo sitio de Bodegas 1, la especia más frecuente fue la
y al neurocráneo. El conjunto de restos óseos (nr) tolomba (Triportheus magdalenae), que constituye
clasificados pertenece a los órdenes characiformes el 43,4 % del total de individuos estimados dentro
(35,8 %) siluriformes (64,9 %), perciformes (0,2 %) de los peces. Los porcentajes de nmi por horizonte
y gymnotiformes (0,04 %), a los cuales pertenecen de suelo indican que está presente durante toda
trece familias identificadas. En términos generales, la ocupación del sitio, con valores más altos en el
predominaron especies de las familias Pimelodidae horizonte de suelo intermedio Abp, pero con una
tendencia general a disminuir durante la ocupación
(62,2 %), Characidae (25,5 %) y Prochilodontidae
del sitio (figura 9).
(9,4 %), que corresponden al 97,1 % del total de los
restos identificados. El 2,9 % restante se distribuye Con el fin de conocer el comportamiento de las
entre especies de las familias Curimatidae, Anosto- tallas de Triportheus magdalenae, se construyó un
midae, Erythrinidae, Loricaridae, Pseudopimelo- modelo alométrico de acuerdo con la metodolo-
didae, Heptapteridae, Auchenipteridae, Cichidae, gía mencionada anteriormente, para lo cual se se-
Scianidae y Gymnotidae (figura 8). leccionaron las escápulas por ser el elemento óseo
predominante. Los resultados del análisis de 686
Dentro de estas familias se identificaron veintiún individuos permitieron realizar un registro de tallas
especies, entre las cuales predominaron Triporteus entre 7,3 y 29,2 cm de longitud esqueletal (le). Al-
magdalenae (Characidae), Pimelodus blochi y Pseu- rededor del 80,2 % de estos presenta tallas entre 12
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

Figura 7
Raederas y perforadores (fotografía: Germán Peña)

74
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 8
Porcentajes por familias de peces identificadas en el sitio Bodegas 1

Pseudopimelodidae (0,9 %)
Gymnotidae (0,04 %)
Loricaridae (0,76 %)
Sciaenidae (0,02 %) Heptapteridae (0,02 %)

Characidae
(25,54 %)

Pimelodidae
Curimatidae (0,43 %) (62,2 %)

Prochilodontidae (9,4 %)

Anostomidae (0,33 %)
Cichlidae (0,14 %)
Auchenipteridae (0,04 %) Erythrinidae (0,07 %)

Fuente: Peña et. al 2015


75
Figura 9
Porcentaje del número mínimo de individuos (nmi) de peces por taxa identificados en Bodegas 1

50
45
40
35
30
% NMI

25
20
15
10
5
0
Bbp Abp/Bbp Abp Ap
Horizontes de suelos
Cyphocharax magdalenae Ichthyoelephas longirostris Prochilodus magdalenae
Leporinus muyscorum Salminus a nis Triportheus magdalenae
Brycon moorei Cynoptamus magdalenae Hoplias malabaricus
Loricaridae Pseudopimelodus bufonius Ranmdia quelen
Pimelodus blochii Pimelodus grosskop i Pseudoplatystoma magdaleniatum
Surubim cuspicaudus Ageneiosus pardalis Trachelyopterus insignis
Sternopygus aequilabiatus Caquetaia kraussii Caquetaia umbrifera
Plagioscion magdalenae

Fuente: Peña et al. 2015.


Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

y 18 cm longitud total (lt), y el comportamiento (Jiménez-Segura et. al. 2011). Hoy en día, para los
de los porcentajes alcanzados a través de los hori- pobladores que se benefician de la subienda en las
zontes de suelo es semejante, con una leve tenden- riberas del río esta especie no se considera de im-
cia a la captura de ejemplares mayores el final de la portancia económica, incluso no fue incluida en la
ocupación (horizontes Abp y Ap). Los resultados lista de especies migratorias (Zapata y Usma 2013);
sugieren que esta especie no se ve afectada por su sin embargo, los pescadores de la zona de raudales
explotación intensiva durante la ocupación del si- de Honda y Puerto Bogotá la identifican como una
tio, y que la mayoría de los individuos supera la de las primeras especies que anuncian la llegada de
talla media de su maduración sexual, que es de 11,5 los peces migratorios y es de consumo local. Esta
cm (Moreno 2005, citado en Jiménez-Segura et al. especie se pesca con mayor intensidad en los com-
2011), y que durante la ocupación del sitio no se plejos de ciénagas del bajo Magdalena, donde es
registra disminución en el promedio de las tallas muy abundante, especialmente durante los meses
sino que, al contrario, se presenta una tendencia a
de julio, agosto, septiembre y noviembre. Llama
la captura de ejemplares de mayor tamaño al final
mucho la atención sus altas frecuencias durante
de la ocupación (véanse figuras 10 y 11).
toda la ocupación del sitio arqueológico de Bodega
Triportheus magdalenae habita principalmente en 1, hecho que pudiera estar relacionado con cambios
las ciénagas y en los últimos años ha aumentado su en las condiciones climáticas predominantes en la
importancia económica debido a la reducción en el región, asociados al inicio de un periodo con bajos
número de capturas de otras especies importantes niveles de inundación.

76 Figura 10
Porcentaje de individuos de Triportheus magdalenae por rangos de talla en centímetros,
distribuidos por horizonte de suelo

30,0 %

25,0 %
% Porcentaje número de individuos

Total
% Abp
20,0 % % Abp/Bbp
% Ap
% Bbp
15,0 %

10,0 %

5,0 %

0,0 %
6-8 8-10 10-12 12-14 14-16 16-18 18-20 20-22 22-24 24-26 26-28 28-30

Fuente: Peña et al. 2015.


Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 11
Triportheus magdalenae: 1. Supraoccipital, 2. Basioccipital, 3. Otolito, 4. Dentariio, 5. Articular, 6. Cuadrato, 7. Opercular,
8. Postemporal, 9. Escápula, 10. Coracoides, 11. Cleitro, 12. Etmoides, 13. Prefrontal, 14. Frontal, 15. Preopercular.

77
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

A este respecto, los estudios realizados por Van Magdalena y realiza migraciones anuales, asociadas
der Hammen (1986) y Plazas et al. (1988) sobre a su ciclo de reproducción estacional entre estas y el
las fluctuaciones climáticas en el bajo Magdalena, curso principal del río. En la actualidad es una de
Cauca y San Jorge, basados en análisis de las arcillas las principales especies comerciales que se pescan,
turbosas, datos palinológicos y fechas de radiocar- sobre todo durante sus recorridos migratorios, en-
bono, dieron como resultado la identificación de tre los meses de diciembre y febrero. Es un pez de
niveles relativamente bajos de inundación que indi- talla pequeña y alta fecundidad, lo que lo hace me-
can periodos de baja precipitación en las cordilleras nos vulnerable a la sobreexplotación (Dalh 1971;
y valles interandinos, alternados con épocas de llu- Maldonado et al. 2005).
vias más frecuentes durante el Holoceno. A partir
Las otras dos especies consideradas de mayor im-
de estos se construyeron gráficas que muestran las
portancia durante la ocupación del sitio Bodegas
fluctuaciones en los niveles de inundación, en los
1 fueron el bagre rayado (Pseudoplatystoma magda-
cuales se observa que durante el siglo xi d. C., en el
leniatum) y el bocachico (Prochilodus magdalenae).
que fue ocupado el sitio Bodegas 1, se presentaron
Hoy el bagre rayado constituye una de las principa-
niveles relativamente bajos de inundación, lo cual
les especies migratorias durante la subienda del río
se asocia al inicio de una época más seca.
Magdalena, y presenta mayor tamaño. Llega a alcan-
Por su parte, el nicuro (Pimelodus blochii) consti- zar tallas de 150 cm de le y hasta 70 kg de peso
tuye la segunda especie más frecuente en el sitio de (Dahl 1971). Los resultados obtenidos en el sitio
Bodegas 1, con el 32 % del total de individuos de de Bodegas 1 indican que esta especie representó el
peces estimados. Los porcentajes de nmi por hori- 25 % del total de restos de peces identificados (nr)
zonte estratigráfico durante la ocupación del sitio y el 4,6 % del nmi de peces estimado (véanse figu-
de Bodegas indican que están presentes durante ras 9 y 13). En el caso de esta especie, los análisis
78 toda la ocupación del sitio, con una tendencia ge- alométricos se basaron en las mediciones realizadas a
neral a aumentar (véase figura 9). Con respecto a varios elementos óseos (ya que no se identificó uno
la reconstrucción y el comportamiento de las ta- predominante) entre los que se encuentran: el ba-
llas registradas para esta especie, se seleccionaron sioccipital, el dentario, las espinas pectorales y dorsa-
las espinas pectorales por ser el elemento óseo pre- les y el aparato de Weber. Los resultados permitieron
dominante, a partir de las cuales fueron seleccio- estimar 136 individuos con un rango de tallas entre
nados 571 individuos. Los resultados permitieron 46,7 y 123,9 y cm de le. Alrededor del 60 % tenían
hacer un registro de tallas entre 6,9 y 27,8 cm de tallas entre 50 y 80 cm de lt. Teniendo en cuenta
le. Alrededor del 81,5 % presenta tallas entre 10 y que en la actualidad los machos alcanzan su madurez
20 cm de lt. El comportamiento de los porcentajes sexual a los 65 cm y las hembras a los 89 cm (Mojica
alcanzados en cada uno de los cuatro horizontes de 2012), la muestra arqueológica analizada sugiere que
suelo muestra una tendencia semejante. En el hori- la especie podría encontrarse en un grado de peligro.
zonte Ap (al final de la ocupación del sitio) se nota El bocachico (Prochilodus magdalenae), por su
un aumento en la proporción de individuos con parte, representa el 9,4 % del total de restos de pe-
tallas menores entre los 10 y los 12 cm, y una dis- ces identificados (nr) y el 11,2 % del nmi de peces
minución de las capturas de individuos con tallas estimado (véase figura 9). Para el estudio de recons-
mayores en relación con los horizontes anteriores. trucción y comportamiento de las tallas durante la
Los resultados sugieren que estas poblaciones de P. ocupación del sitio, se seleccionaron las espinas pre-
blochii comenzaban a verse afectadas por la explo- dorsales por ser el elemento óseo predominante, a
tación intensiva, si se tiene en cuenta que la talla partir de las cuales fueron seleccionados 161 indivi-
media de su maduración sexual es de alrededor de duos. Los resultados permitieron hacer un registro
18 cm (Maldonado et al. 2005). Esta especie habita de tallas entre 11,1 y 35,6 cm de le; alrededor del
en las ciénagas y llanuras de inundación del bajo 80 % tenía tallas entre 16 y 26 cm lt. A pesar de
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

Figura 12
Porcentaje de individuos de Pimelodus blochii por rangos de talla en centímetros,
distribuidos por horizontes de suelos

30.0 %

25.0 %
% Bbp
% Abp/Bbp
% Número de individuos

20.0 % % Abp
% Ap

15.0 %

10.0 %

5.0 %

0.0 %
6-8 8-10 10-12 12-14 14-16 16-18 18-20 20-22 22-24 24-26 26-28

79
Fuente: Peña et. al 2015

que en algunos horizontes estratigráficos el número Zapata y Usma (2013), encontramos peces que en
de individuos es limitado, no se observan cambios la actualidad acompañan la migración principal del
en los rangos de tallas frecuentes durante el tiempo Prochilodus magdalenae, tales como Brycon moorei,
de ocupación de este sitio. Sin embargo, teniendo Saminus affinis, Surubim cuspicaudus y Plagiosción
en cuenta que en la actualidad se considera que esta magdalenae, que hacen migraciones de mediana
especie alcanza su madurez sexual cuando su talla es distancia, entre 100 y 500 km, y otras especies de
de alrededor de los 25 cm (Mojica 2002), la mues- peces que realizan migraciones cortas, de carácter
tra arqueológica analizada sugiere que comenzaba local, menores a 100 km, como Leporinus muysco-
a verse afectada. En épocas recientes, Prochilodus rum, Cyphocharax magdalenae y Ageneiosus pardalis.
magdalenae fue considerada la especie con mayor Adicionalmente, registramos dos especies que no
importancia económica y llegó a representar alre- participan de la “subienda”, pero hacen migracio-
dedor del 60 % de la producción anual de la pesca nes cortas locales, como Ichyoephas logirostris (Miles
de la cuenca del río Magdalena; sin embargo, en 1947; Dahl 1971) y Hoplias malabaricus. También
los últimos años sus poblaciones han disminuido se identificaron restos de Sternopygus aequilabiatus,
dramáticamente (Mojica 2002). Caquetaia kraussii y Caquetaia umbrifera, y de la
familia Loricadae, peces no considerados de hábi-
Las otras dieciséis especies de peces identificadas tos migratotrios. Finalmente, se identificaron cua-
en el sitio de Bodegas 1 representan el 5 % del nr tro especies de las cuales no se sabe con certeza si
y alrededor de 7 % del nmi del total de los peces realizan migraciones: Cynopotamus magdalenae,
identificados, con frecuencias relativas en su mayo- Pseudopimelodus cf. bufonius, Ranmdia quelen y Tra-
ría por debajo o alrededor del 1 %. De acuerdo con chelyopterus insignis.
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

En el sitio de Bodegas 1 también fueron identifi- pertenecen a las familias: Didelphidae, Dasypo-
cados restos de anfibios, reptiles, aves y mamíferos didae, Atelidae, Canidae, Cervidae, Cricetidae y
que en conjunto conforman el 5,8 % del total de Dasyproctidae. El grupo mamíferos más frecuente
nr analizados y el 4,5 % del total de nmi calculados; lo constituyen los ratones del Nuevo Mundo, de la
algunos de los taxones identificados solo se pueden subfamilia Sigmodontinae (familia Cricetidae), que
considerar un complemento alimentario menor, sin representan el 62,8 % del total de los vestigios y el
embargo, su presencia puede contribuir a reconstruir 44 % del total de los individuos estimados para ma-
los ambientes circundantes y también podría sugerir míferos. Su identificación a otro nivel taxonómico
cambios de las condiciones climáticas. A este res- todavía es tema de investigación. Es muy probable
pecto, los anfibios, representados por dos especies, que estos pequeños roedores convivieran de ma-
Bufo marinus (especie predominante) y Leptodac- nera permanente con los grupos humanos en áreas
tylus colombiensis, constituyen el 0,1 % del total de próximas a las viviendas, frecuentando sitios donde
los restos de fauna identificada taxonómicamente; se almacenaban los alimentos o en sus cultivos. La
estos individuos se encuentran en ambientes húme- segunda taxa más frecuente de mamíferos recupe-
dos cercanos a los sitios de vivienda. Los reptiles, rados en los tres sitios investigados fue el conejo
por su parte, constituyen el 1 % del total de restos sabanero (Sylvilagus floridanus), con tendencia a
identificados taxonómicamente, y predominan los incrementar su importancia en el transcurso de la
lagartos —familias Iguanidae y Teiidae (57,5 %)— ocupación del sitio. Esta especie es propia de estas
seguidos por los restos de tortugas Podocnemis zonas de tierras bajas y cálidas del bosque tropical;
lewyna y Kinosternon leucostomum (37,8 %), y con probablemente, vivieron dispersos sobre las terra-
muy bajas frecuencias restos de serpientes y de co- zas que bordean el río Magdalena. Otras especies
codrilos, la mayoría de los cuales están relacionados de mamíferos identificadas fueron el armadillo
80 con ambientes ribereños y lacustres. Los lagartos de (Dasypus novemcintus), el venado de cola blanca
la familia Teiidae son el grupo de reptiles más fre- (Odocoileus virginianus), el fara (Didelphis marsu-
cuente y con tendencia a incrementarse al final de la pialis) y el ñeque (Dasyprocta punctata). Quizá estas
ocupación del sitio. Los teidos son lagartos de talla especies habitaban entre las terrazas próximas al río
media que pudieron formar parte de la dieta de es- Magdalena, en áreas cercanas al bosque de galería
tas comunidades prehispánicas; es probable que su o en áreas de bosque cercanas a las colinas que las
incremento esté relacionado con un cambio gradual circundan, donde pudieron ser cazadas. También
en las condiciones ambientales que les proporcionó es posible que fueran atraídas por los productos
ambientes secos, más favorables para su reproduc- de las pequeñas huertas caseras (Linares 1976). La
ción e incremento de su población. presencia de algunos restos óseos que pertenecen a
Con respecto a las aves, fueron identificadas tres dos monos colorados (Alouatta seniculus) sugiere
especies: el cormorán (Phalacrocórax olivaceus), la que en tiempos prehispánicos la zona de raudales
paloma (Zenaida auriculata) y la perdiz (Colinus tenía bosques ribereños o de galería que presenta-
cristatus), que representan el 0,4 %; sin embargo, los ban condiciones favorables para la permanencia de
restos de cormorán sugieren que sus capturas se rea- estos primates.
lizaban en los alrededores del río o en alguna ciénaga
cercana. La existencia la paloma (Zenaida auriculata) Análisis de los restos
y la perdiz (Colinus cristatus) sugiere la búsqueda de
recursos en terrenos abiertos, en sabanas con arbus- botánicos
tos y matorrales quizás en áreas de cultivo.
Durante los procesos de cribado en campo y poste-
Los mamíferos representan el 4,6 % del total de rior separación manual en el laboratorio, se obtuvo
restos de fauna identificados taxonómicamente una muestra de vestigios vegetales compuesta por
y el 2,4 % del total de individuos estimados, y 866 restos de semillas carbonizadas. Dicha mues-
Bodegas, un sitio de pescadores durante el periodo tardío en el norte del Alto Magdalena… Arqueología y Patrimonio

tra fue analizada por Gaspar Morcote, profesor del teniendo en cuenta el contexto en el que fueron ha-
Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad llados. Otras actividades cotidianas que represen-
Nacional de Colombia, y Jeison Chaparro, estu- taban un tiempo importante de los ocupantes del
diante de la carrera de Antropología en esa misma sitio eran aquellas relacionadas con el trabajo de la
institución. madera y de las fibras vegetales, como lo indica la
presencia de herramientas empleadas en todas las
Los resultados de la identificación de 254 restos de
etapas del mencionado proceso: tala (cuñas), lim-
semillas indican que durante la ocupación del si-
pieza y preparación (raspadores, cepillos y raederas)
tio existían cultivos, principalmente de maíz (Zea
y la fabricación de los objetos (grabadores, perfora-
mays) y en menor frecuencia de yuca (Manihot es-
dores y punzones).
culenta) y guayaba (Psidium guajava). Además, se
aprovecharon varias especies vegetales propagadas Por su parte, los análisis de la cerámica muestran
y distribuidas por el hombre, tales como la palma que las vasijas de los tipos Honda Crema Fino y
de vino (Attalea butyracea), la palma noli (Elaeis Honda Crema Burdo están más asociadas con ac-
oleifera) y el totumo (Crescentia cujete). Predo- tividades domésticas cotidianas, aunque algunas
minaron los restos carbonizados de Attalea butyra- vasijas tuvieron función ritual o fueron utilizadas
cea (64,2 %) y Zea mays (29,9 %); las otras cuatro en acontecimientos especiales, mientras que la ce-
especies solo representan el 5,9 % del total. Dentro rámica Honda Naranja Fino se considera asociada
de la vegetación arbórea y secundaria se identifica- principalmente a contextos funerarios y está repre-
ron 612 semillas enteras y fragmentadas, algunas sentada por fragmentos de cuencos, vasijas globu-
carbonizadas y otras en estado seco. El 98 % per- lares y subglobulares, algunas de las cuales pueden
tenece a la familia Rosaceae, en tanto que el 2 % corresponder a urnas. Las formas más comunes en
restante pertenece a las familias Annonaceae, Car- este sitio fueron los platos grandes y regulares, los 81
yocaraceae y Euphorbiaceae. cuales pudieron ser empleados para preparar y servir
alimentos como el pescado. Esta forma fue menos
Conclusiones popular al inicio de la ocupación y ganó frecuencia
hacia el final de esta, mientras que lo cuencos tu-
Los resultados obtenidos durante la investigación vieron un comportamiento opuesto, situación que
del sitio Bodegas 1 indican que durante el siglo xi puede indicar un cambio en la manera de preparar
d. C. este sitio fue ocupado por grupos humanos y servir alimentos o en el tipo de alimentos consu-
del periodo Tardío, identificados en esta región en- midos.
tre los siglos vii y xvi d. C. A juzgar por los resul-
En términos generales, los resultados de los análisis
tados de los análisis de arqueológicos y los estudios
de fauna indican que esta comunidad realizaba prin-
de los suelos, en este sitio se establecieron algunas
cipalmente actividades de pesca, en especial durante
viviendas y pequeñas huertas con cultivos de maíz
los dos periodos migratorios anuales, y capturó para
y yuca, sobre el borde de una terraza aluvial media
su consumo reptiles, aves y mamíferos en menor
próxima al río, que contaba con lugares favorables
proporción. Aprovechó sobre todo la tolomba (Tri-
para la pesca.
porteus magdalena), especie que en la actualidad se
Los resultados del análisis de la industria lítica per- pone en duda su carácter migratorio y que durante
miten corroborar que se llevaron a cabo diversas la ocupación de este sitio fue predominante, seguida
actividades de subsistencia (agricultura, caza, reco- por el nicuro (Pimelodus blochii), el bagre rayado
lección y pesca). La presencia de cortadores y hojas (Pseudoplatystoma magdaleniatum) y el bocachico
gruesas formatizadas sugiere que este tipo de instru- (Prochilodus magdalenae). El resultado de los análisis
mento, hallado por primera vez en la región, podría alométricos realizados con las muestras obtenidas en
estar relacionado con la preparación de pescado, el sitio de Bodegas 1 sugiere que durante el siglo xi
Arqueología y Patrimonio Germán A. Peña León • Rocío Salas Medellín • Juan Manuel Díaz • Juan Manuel Llanos

d. C. las tres últimas especies comenzaban a verse


afectadas por la explotación intensiva.
Agradecimientos
Este proyecto fue posible gracias al apoyo de Col-
Es posible que los resultados expuestos anterior-
ciencias y la dieb - sede Bogotá de la Universidad
mente también se relacionen con fenómenos climá-
Nacional de Colombia. Los autores manifiestan
ticos, sin embargo, hoy no se cuenta con estudios
su gratitud al equipo de estudiantes de las carre-
paleoclimáticos específicos para el área de estudio.
ras de Antropología y Biología de la Universidad
No obstante, consideramos importante tener en
Nacional de Colombia que participaron en las la-
cuenta los estudios realizados por Van der Ham- bores de campo y laboratorio, conformado por:
men (1986) y Plazas et al. (1988) sobre las fluc- Andrés Camilo Beltrán, Sergio Andrés Castro,
tuaciones climáticas en el bajo Magdalena, Cauca Andersson Corredor, Valeria Cadena y Fabel Ávila.
y San Jorge, basados en los análisis de las arcillas A la antropóloga María Fernanda Martínez por su
turbosas, datos palinológicos y fechas de radiocar- participación en los análisis de la fauna. A la dise-
bono, a partir de los cuales se construyeron gráfi- ñadora gráfica Lina María Ángel. A Gaspar Mor-
cas que muestran las fluctuaciones en los niveles de cote, profesor del Instituto de Ciencias Naturales
inundación. En dichos estudios, durante el siglo xi de la Universidad Nacional de Colombia, y a Jeison
d. C. se identificaron niveles relativamente bajos de Chaparro, estudiante de la carrera de Antropología
inundación, asociados con el inicio de una época de la misma universidad, por la identificación de
más seca. Es probable que estas condiciones climá- los restos arqueobotánicos. A Jamillie Londoño por
ticas influyeran en la abundancia de las tolombas, su apoyo constante en la gestión del proyecto. A
llevadas a realizar migraciones masivas al cambiar la familia Enciso, propietaria del predio donde se
las condiciones ambientales en las ciénagas del bajo efectuaron las labores de campo. Al profesor Tibe-
82 Magdalena, así como en la disminución en las tallas rio Murcia Godoy, por su interés y colaboración en
de los nicuros, bagres rayados y bocachicos. el desarrollo de los trabajos de campo.

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Artículo de reflexión
Reflexión sobre la participación de la sociedad en
la arqueología pública y una experiencia de esta
realizada en Barrancas Maipú, Mendoza, Argentina

Reflection on the Participation of Society in Public Archeology and an


Experience of this Carried out in Barrancas Maipú, Mendoza, Argentina

María Daniela Resumen


Guevara El presente trabajo es una reflexión sobre el rol del arqueólogo y la participa-
Batllori* ción del público en las investigaciones arqueológicas, poniendo como ejemplo
mi experiencia de campo en un proyecto de Arqueología Pública en Mendoza
Universidad Nacional de Argentina.
Cuyo, Mendoza, Argentina
Palabras clave: Arqueología Pública, comunitaria, sociedad, metodología, ex-
guevaramdaniela@hotmail.
com
periencia.

Abstract
The present work is a reflection on the role of the archaeologist and the parti-
cipation of the public in archaeological research, citing my field experience in a
project of public archaeology in Mendoza Argentina.
Keywords: public archeology, community, society, methodology, experience.
87

Vol. 1(1)

* Estudiante avanzada de la Licenciatura en Historia con orientación en Arqueología en la


Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. Realiza sus prácticas en Bioarqueología
en el Museo Cornelio Moyano, Mendoza, Argentina. Participa en la Association Transhumans
como voluntaria en desarrollo de proyectos educativos culturales, brinda charlas y talleres
de arqueología como parte del Equipo de Arqueología Pública Mendoza. Correo electrónico:
guevaramdaniela@hotmail.com

PP.
PP.133-390
87-93 Recibido:
Recibido:
4 de
23noviembre
de mayo dede2017
2015∙ ∙Aprobado:
Aprobado:5 24
de de
septiembre
noviembre
dede
2017
2015 Arqueología y Patrimonio
Arqueología y Patrimonio María Daniela Guevara Batllori

Introducción Me parece interesante poner en tensión, teniendo


en cuenta la relación dialéctica que menciona el

L a primera definición de arqueología que me pre- autor entre arqueología y sociedad, en qué medida
sentaron, iniciando mi carrera, decía: participa la sociedad en la investigación, es decir,
qué metodología adopta la arqueología pública
La Arqueología es una disciplina científica que para llevar a cabo sus investigaciones.
se ocupa del estudio y reconstrucción de las
culturas del pasado en base a la recuperación y
análisis de los restos materiales. Se trata del es- Participación del público
tudio de los materiales, restos de la actividad de en arqueología
organizaciones socio-culturales de pueblos pre
e históricos. El objeto de la Arqueología es la Es posible considerar dos tipos de participación:
materialidad residual socio-cultural, según una una activa, la cual apoya la investigación “cien-
perspectiva diacrónica y tomando en considera- tífica”, a través de prospecciones, excavaciones,
ción las relaciones espaciales, las asociaciones y trabajo de laboratorio, estudios comparativos y et-
contextos y las transformaciones de los depósi- nográficos, entre otros. Y otra, pasiva, la cual tiene
tos. (Berberian y Raffino 1992, 28) un objetivo pedagógico como visitar un sitio, un
museo o la instrucción en el aula.
En un primer momento, dicha enunciación de ar-
queología me pareció clara y abarcativa para com- Es importante que el público pueda intervenir en
prender cuál era la tarea del arqueólogo, pero con el ambas participaciones, empezando por la pasiva,
transcurrir de los años y las campañas realizadas fui por ejemplo, en el campo didáctico dentro de un
entendiendo que el rol del científico se enmarca en aula, espacios públicos o privados, donde se entrega
88 la sociedad actual, en la cual desarrolla su investiga- un conocimiento académico para ir construyendo
ción. Por ello, la articulación arqueología-sociedad en conjunto una participación activa, en la cual,
en el presente y las acciones en el ámbito público, el público, consciente del valor del patrimonio ar-
realizadas por arqueólogos para establecer formas queológico, pueda participar en las investigaciones.
de relación en o con la sociedad, son parte del que-
Con un compromiso por la comunidad profesio-
hacer en arqueología (Salerno 2013, 8).
nal en todos los ámbitos de construcción del cono-
Por lo tanto, me cuestioné respecto al verdadero cimiento, y con un público que participe activa y
rol del arqueólogo en la investigación y a las impli- pasivamente, podemos alcanzar el objetivo común
cancias del público en esta. Así, llegué a esta nueva de manejar la base de recursos arqueológicos de una
forma de entender la arqueología conocida como manera que beneficie a todos.
arqueología pública. Una definición que me pareció
Es importante resaltar que, al trabajar en conjunto
pertinente en su momento fue la divulgada en el
con la sociedad, se pueden presentar situaciones
ap (Arqueología Pública) Journal por Almansa Sán-
diversas: en algunos casos, las comunidades han
chez (Almansa 2011, 90):
impedido el desarrollo de investigaciones arqueo-
Si la arqueología trata de crear un conocimiento lógicas, o se presentan diversos actores sociales que
novedoso desde el estudio de los restos materia- pugnan por la apropiación de los sitios y los bienes
les de sociedades pasadas, la Arqueología Pública arqueológicos. Sin embargo, en otros casos, las co-
estudia todas las relaciones entre dicha arqueo- munidades han acudido a los arqueólogos para que
logía y la sociedad contemporánea con el ánimo les acerquen conocimientos sobre las sociedades y
de mejorar la coexistencia entre ambos y lograr los antepasados que habitaron en tiempos prehis-
un entendimiento generalizado del valor y uso pánicos (Montenegro 2010; Montenegro y Apari-
de la arqueología. cio 2013; Rivolta, Montenegro y Argañaraz 2011).
Reflexión sobre la participación de la sociedad en la arqueología pública Arqueología y Patrimonio

También, existen casos en los cuales las relaciones El área arqueológica de Barrancas se encuentra en el
entre la comunidad y los arqueólogos son inexis- departamento de Maipú, Mendoza, Argentina. El
tentes, lo cual suprime la posibilidad de enriquecer sitio tiene una extensión aproximada de 90 km2 y se
el trabajo. caracteriza por poseer una gran cantidad de mate-
rial arqueológico en superficie y por estar sometido
En el caso de América del Sur, por ejemplo, la ar-
a importantes procesos postdepositacionales natu-
queología pública se planteó como una acción con
rales e impactos antrópicos. Este sector, localizado
el pueblo, comprometida con la diversidad de tra-
en la margen derecha del río Mendoza, corresponde
yectorias históricamente excluidas e invisibilizadas
a una terraza del abanico sur del río. En la zona el
(Dussel 1994; Funari y Robrahn González 2003;
clima es templado, las precipitaciones anuales ron-
Gnecco y Ayala 2011; Díaz-Andreu 1999). La pri-
dan los 200 mm y los vientos que predominan son
mera mención a esta línea de trabajo en Argentina,
los del oeste y los del sudoeste, a los que se agrega el
por ejemplo, aparece en una mesa del XV Congreso
viento Zonda (Lucero et al. 2014).
Nacional de Arqueología Argentina, celebrado en
el 2004. Asimismo, la mesa de discusión Arqueo- En cuanto a la sociedad, Barrancas se encuentra en
logía en la Práctica, de las Jornadas de Jóvenes una zona periférica, alejada de los núcleos pobla-
Investigadores del Instituto Nacional de Antropo- cionales y de los centros de poder, y muchas veces
logía y Pensamiento Latinoamericano (inapl) en el los recursos del Estado están ausentes o son esca-
2012; el simposio Arqueología Pública, que tuvo sos, como el agua, el transporte o el gas. El lugar
lugar en 2013 en el XVIII Congreso Nacional de se caracteriza por grandes canteras utilizadas como
Arqueología Argentina, con una gran cantidad de recursos económicos por empresas privadas, y los
participantes; el grupo de trabajo Patrimonio, ar- habitantes de la zona son considerados “margina-
queologías contemporáneas y politización: debates dos o de bajos recursos”.
en torno a estrategias de intervención en la esfera 89
pública, desarrollado en el XI Congreso Argentino La metodología del proyecto Arqueología Pública
de Antropología Social en el 2014 (Salerno et al. en Barrancas ha sido abordada desde la sociología,
2016). siguiendo una metodología de involucramiento de
la comunidad en las disciplinas científicas. En el
Finalmente, siendo una metodología activa y par- caso particular de la arqueología, el hecho de que
ticipativa, la que se encuentra en la mayoría de los la comunidad participe en las prácticas de rescate
trabajos realizados en arqueología pública, gran genera nuevas instancias de conocimiento, y ello
parte de su diseño no puede definirse de antemano, hace tangible el reconocimiento de “su pasado”,
porque se trata de un diseño en proceso, es decir, acercándolo a su historia y revalorizando su cultura
se construye a partir de la propia praxis que se va e identidad, lo que genera un proceso de apropia-
generando en y con la sociedad, y sus métodos de ción que, muchas veces por desconocimiento, es
aplicación van tomando un tinte particular en cada negado, desvalorizado, descuidado u olvidado. A
lugar donde se va desarrollando. su vez, se produce una retroalimentación hacia las
ciencias, se desestructuran los prejuicios en torno al
Experiencia de campo saber y se visibiliza lo local como parte del proceso
científico. Esto genera nuevos replanteos y desafíos
en Barrancas, Maipú, en el interior de los equipos de investigación, de
Mendoza manera que se amplía y se mejora la disciplina (Lu-
cero et al. 2014).
No fui con la idea de hacer arqueología pública,
porque aún no la comprendía del todo. Más bien, Desde el año 2009, el Equipo de Geoarqueología
la arqueología pública me hizo a mí en el momento de la Universidad Nacional de Cuyo realiza distin-
de llegar al sitio arqueológico. tas actividades de investigación arqueológica en el
Arqueología y Patrimonio María Daniela Guevara Batllori

distrito de Barrancas, Maipú, las cuales implican tividad fue planteada y llevada a cabo por la ong
actividades específicas de la arqueología, como reco- Transhumans, en conjunto con el equipo y los es-
nocimientos del terreno, prospección arqueológica tudiantes del colegio; la construcción de hornillos
y excavaciones. Así mismo, se iniciaron actividades para cocción de alimentos y de piezas cerámicas, así
de articulación y coordinación con las escuelas se- como la construcción de una casa pozo con materia-
cundarias, siendo su objetivo que los jóvenes y los les de la zona, utilizando técnicas de construcción
adolescentes del distrito se involucren a partir de alternativa con base en la información obtenida en
actividades concretas. En el año 2014 fui invitada excavaciones.
por el equipo a participar de una excavación rea-
lizada en el colegio Huarpes de las Barrancas. El En tercer lugar, en cuanto a la participación en ac-
trabajo de campo, ejecutado con los alumnos de la tividades comunitarias, se llevó a cabo una prueba
secundaria, tuvo un fin no solo arqueológico, sino piloto de un circuito turístico con guías informati-
también de extensión, y esta fue una de las activi- vas dadas por los estudiantes a diferentes colegios
dades que abrió las puertas a trabajar íntimamente y visitantes de la zona, con resultados bastantes fa-
con la escuela y con la comunidad de Barrancas, vorables. Ello nos permitió seguir avanzando, pro-
a través de un diálogo continuo, entendiendo a la moviendo nuevas actividades como lo fueron las
extensión como un proceso de sociabilización del charlas-taller con los alumnos de la escuela sobre
conocimiento que vincula críticamente el saber experiencias internacionales en manejo y recursos
científico con los saberes populares. Paulo Freire, patrimoniales con fines turísticos, talleres sobre co-
en ¿Extensión o comunicación? La concientización midas autóctonas elaboradas a partir del algarrobo
del medio rural, habla de la comunicación como el y la concientización ecológica de este, así como un
mejor medio de apropiación. Por esto mismo, para campeonato interescolar del juego de cartas Las
Siete Familias, gracias a lo cual se fortalecieron los
90 el equipo las tareas de extensión tienen distintos
vínculos entre las escuelas del distrito. Dicho juego
aspectos comunicacionales. Estas fueron aborda-
das por diferentes actores e instituciones y se re- pedagógico fue creado por la ong Transhumans,
saltó la labor interdisciplinaria de nuestro trabajo. con la ayuda del Equipo de Arqueología Pública y
En ellas participaron estudiantes de las carreras de del Laboratorio Paleo Ecología Humana (lpeh).
Arte, Historia y Comunicación Social, educadores El propósito de estas cartas fue crear un vínculo entre
de los niveles primario y secundario, sociólogos, el área educativa y las tareas científicas que se hacen
arquitectos, ingenieros agrónomos, comuneros, en el campo y en el laboratorio, el cual trata sobre
gestores culturales, organizaciones no gubernamen- siete temáticas específicas de la cultura preHuarpe y
tales (ong), escuelas, unión vecinal, estudiantes y tiene la intención de que los jóvenes aprendan sobre
familiares del distrito de Barrancas. sus culturas ancestrales a partir del juego.
Dividimos nuestras tareas en tres aspectos. En pri- Por último, la creación de una cuadricula de 2 x
mer lugar, teóricos, mediante prácticas áulicas y 2 m, en la cual se enterró cerámica, carbón y de-
charlas, en las cuales se desarrolló la valoración y la sechos de talla de materiales líticos, y luego se les
concientización sobre los recursos. Cabe mencionar dio a los jóvenes las herramientas necesarias para
las charlas educativas que se brindaron en el colegio una excavación y se fueron realizando prácticas en
y en la unión vecinal del distrito. esta. Simultáneamente, se brindaban exposiciones
En segundo lugar, las acciones prácticas en el te- periódicas en las escuelas, destinadas a profesores y
rreno, como el taller de cerámica, que implicó mo- estudiantes, sobre las tareas de la arqueología y qué
delado y decoración de las piezas con los alumnos y es lo que nosotros hacíamos en Barrancas. En una
la reconstrucción de técnicas de cocción; la huerta experiencia particular, di una charla a estudiantes
arqueológica, que se construyó y sembró con ma- de la primaria del colegio Huarpes de las Barrancas
teriales autóctonos de semillas americanas. Esta ac- en la cual me acompañaron también dos chicas del
Reflexión sobre la participación de la sociedad en la arqueología pública Arqueología y Patrimonio

nivel secundario. Esta experiencia me sorprendió las y charlas-taller realizadas en los colegios y en la
porque, al empezar a hablar sobre los materiales comunidad, y nos dábamos cuenta de que cuando
que investigábamos de la zona, como la cerámica se quiere trasmitir un conocimiento, se debe ade-
del lugar, los educandos ya sabían cuáles eran, para cuar el vocabulario para que sea entendible para to-
qué se utilizaban y cómo la producían. das las personas que nos están escuchando. Se debe
mantener un diálogo horizontal con el público para
Cuando mencioné las casas pozos que se habían ha- que a la hora de abordar las actividades prácticas
llado, las relacionaron con las casas representativas haya un mayor involucramiento de la sociedad.
que se hicieron atrás del colegio, y así fueron ellos
los que me dieron la charla a mí y a los otros profe- En las actividades prácticas, cabe mencionar que es
sores que se encontraban en el salón, citando ejem- preciso estar preparado para trabajar en el campo
plos que se encuentran en el juego de cartas que con estudiantes. En una primera práctica de exca-
anteriormente habíamos repartido y en las tareas de vación del sitio B63, los estudiantes pisaban toda
campo que habíamos realizado. Es aquí donde se el área, con lo cual generaban modificaciones, lo
evidencia el proceso de enseñanza-aprendizaje, no que resolvimos cercando los lugares importantes y
solo en lo chicos, sino en todos aquellos actores que formando un camino para el tránsito de los alum-
participaron del proyecto y que no son arqueólogos nos. A la hora de la recolección del material, los
(educadores, gente de la comunidad, ingenieros, estudiantes no estaban totalmente preparados para
comunicadores sociales, etc.). Por estas actividades reconocerlos. Ello suscitaba dificultades en su pos-
hemos podido entender la importancia de la edu- terior análisis, ya que muchos materiales no eran
cación en sus distintas formas, que posibilita a los líticos, es decir, no tenían un impacto antrópico,
jóvenes y adultos a desarrollar actitudes y aptitudes por lo tanto, no sirvieron como dato relevante para
nuestra investigación.
que a veces el sujeto mismo desconoce. 91
Las actividades participativas fueron bastante favo-
Discusión rables, propiciaron vínculos entre los colegios del
distrito y otros colegios e incentivaron a los chicos
En cada instancia de las actividades fuimos anali- de la zona en la concientización del patrimonio y el
zando cuáles eran nuestras falencias para volver y cuidado del medio ambiente, involucrando a profe-
mejorarlas. En un primer momento, analizamos las sores, universitarios, investigadores, estudiantes de
actividades teóricas que implicaban todas las char- los colegios y de distintas facultades de la Univer-

Niño jugando al juego “Las 7 Familias Prehuarpes” Ph: Christophe Pognat


Arqueología y Patrimonio María Daniela Guevara Batllori

sidad de Cuyo en una misma labor: conocer el pa- labores de arqueología pública nos han servido para
sado de Barrancas, su historia, su cultura, su gente formarnos y plantearnos qué proyectos queremos
y su paisaje. Sin embargo, creo que faltó una mayor realizar y cómo queremos abordarlos. Creemos que
participación de la comunidad en las distintas ta- el trabajo multidisciplinario favorece a los proyec-
reas desarrolladas. Por eso mismo, estas actividades tos para que se puedan abordar desde un marco ho-
deben ser realizadas periódicamente para no perder lístico, lo cual permite su reconstrucción integral.
el interés común que compartimos con la comuni-
dad y que fue el motor de nuestras investigaciones La presente experiencia da cuenta de las posibilida-
en Barrancas. des de concretar esta función social y lo que ello ha
implicado para la comunidad y para el equipo aca-
démico. Esta reflexión nos permite darnos cuenta
Consideraciones finales de que estamos en un proceso de construcción y
que apuntamos a seguir creciendo en esta disci-
Este ensayo es una introducción a esta nueva forma plina, reviendo lo que hemos hecho y ampliando
de concebir la disciplina. Los trabajos en arqueolo- los horizontes para enriquecer nuestros futuros tra-
gía pública pueden suscribir nuevas metodologías bajos.
y nuevas interpretaciones de la evidencia. También
implica forjar nuevas relaciones sociales e interpre-
taciones entre los arqueólogos y los miembros de Agradecimientos
las comunidades (Silliman y Ferguson 2010; Vargas
Al Equipo de Geoarqueología, que me invitó a la
1995).
excavación detrás del colegio. A la escuela Huarpes
Creo que todas las actividades que se han venido de las Barrancas, que nos abrió sus puertas. A la ong
realizando en Barrancas son la puerta de entrada Transhumans, que nos ayudó en las tareas realiza-
92 a nuevos proyectos arqueológicos que pueden de- das. Al Equipo Interdisciplinario de Arqueología
sarrollarse en la zona, por lo tanto, este alegato es Pública Mendoza, que se interesó y llevó a cabo estas
una reflexión para que nos cuestionemos, a la hora tareas, a Diego Estrella, Mariano Peroni y Natalia
de realizar un trabajo de investigación, el porqué, Lucero, encargados de gestionar y llevar a la práctica
el para qué y el para quién se está haciendo. En el proyecto, y a todas las personas que aportaron su
efecto, en el interior de mi equipo, creo que estas granito de arena en los trabajos realizados.

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