Comenzamos rezando como Jesús nos enseñó; Padre nuestro…
volvemos a repetir: “perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Escuchamos el diálogo entre el obispo y JVJ de la película
los miserables. Hacemos un rato de silencio y compartimos resonancias.
Invitación a pensar en aquellas situaciones en las cuales
sentimos que Jesús nos llama a ser “hombres y mujeres nuevas”.
Oímos atentamente “solo el amor”: Invitación a ofrecer y confiarle a Jesús aquellas
nuestras actitudes que necesitan “tener nueva forma”. Para ello, moldearemos una vasija en la cual podamos colocar todo lo que le queremos presentar al Señor.
Solo el amor Silvio Rodríguez
Debes amar, perdura, y si no
la arcilla que va en sólo el amor no pretendas tocar lo tus manos, convierte en milagro cierto. debes amar, el barro. su arena hasta la Sólo el amor locura Debes amar, engendra la y si no, el tiempo de los maravilla, no la emprendas intentos, sólo el amor que será en vano. debes amar, consigue encender lo la hora que nunca muerto Sólo el amor brilla alumbra lo que