Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Así, los rayos de luz serían una especie de «lluvia» de fotones, cada uno de ellos
transportando una cantidad minúscula de energía, pero dado el enorme número de fotones
que en cada segundo atraviesan una sección o área determinada, el resultado neto es un
transporte de energía considerable.
La mayor o menor intensidad del flujo de fotones, es decir, el número de fotones que
atraviesa la unidad de área perpendicular a la dirección de su desplazamiento en la unidad
de tiempo, definirá la intensidad de la radiación solar.
Si todos los fotones tuviesen una misma longitud de onda, la energía total podría ser
fácilmente calculada sin más que multiplicar la energía unitaria de cada fotón (la cual, según
la Teoría Cuántica, es simplemente el producto de una cantidad constante, llamada
Constante de Planck, por la frecuencia del fotón) por el número de ellos. La realidad es más
compleja, pues la luz que emite el Sol está formada por una mezcla muy desigual de fotones
de diferentes longitudes de onda.
En un mismo rayo de Sol hay fotones cuya longitud de onda -por citar algunas cifras-
de media micra, de una micra, de 1,2 micras, de 1,5 micras, etc.
Solamente algunos de los fotones -aquellos cuya longitud de onda está comprendida
entre 0,3 y 3 milésimas de milímetro- son susceptibles de ser detectados por el ojo humano,
formando lo que llamamos «luz visibl