Las constantes violaciones a los derechos humanos, la injusticia, la impunidad, la
corrupción, el abuso de autoridad, la pandemia del covid 19; ha conllevado a que este 2020 sea uno de los peores años para Colombia en los últimos tiempos. Respecto a la pandemia del covid 19; el Gobierno Nacional busco salvaguardar el bienestar social para lo cual impone la cuarentena (aislamiento social, preventivo y obligatorio) desde el 22 de marzo al 30 de agosto (156 días). La coyuntura del covid 19; ha producido grandes cambios en los factores económicos, políticos, religiosos y sociales; la falta de elaboración de políticas públicas para enfrentar esta situación, ha generado gran dificultad e incertidumbre en la sociedad; conllevando a una desaceleración de la economía la cual ocasiono cierre de empresas y en consecuencia la reducción de empleos; afectando la estabilidad económica de las familias colombianas, derivando así un impacto psicológico disfuncional y no adaptativo; la no asertividad de las emociones origino un alto flujo de violencia intrafamiliar donde las reacciones pusieron en riesgo el núcleo familiar. Las irregularidades en las contrataciones presentadas durante la pandemia dieron origen a develar la corrupción que se presenta en los entes gubernamentales, este problema está desde antes de la crisis, pero a medida que avanzo la pandemia esta se acrecentó; esta situación puso a prueba la confianza del pueblo sobre el gobierno infortunadamente la credibilidad quedo en rojo y sobregirada. Las fuerzas militares quedaron develas en la confianza cuando de manera colectiva un grupo de soldaos violan a una niña indígena de la comunidad embera, quedando al descubierto los escándalos perpetrados dentro del ejército colombiano; el repudio contra esta organización se volvió viral. Las masacres que se vivieron en los años 80´ y 90´ volvieron junto a la pandemia causando terror en los departamentos de Nariño, Cauca y Arauca entre otros; donde las principales víctimas son los jóvenes; los asesinos no están confinados mientras el pueblo sufre las implacables violencias; los defensores de los Derechos Humanos no se hacen esperar al exigir al gobierno colombiano celeridad en la captura de estos. Las denuncias públicas de la la violencia y el abuso policial por parte de la Fuerza Pública en Colombia, la exacerbación y el uso indebido de la fuerza física de algunos integrantes de esta institución ha dejado a muchas personas heridas, otro tanto fallecidas y otras detenidas arbitrariamente, la utilización desmedida de armamento de letalidad reducida, incluidas los gases lacrimógenos y bombas aturdidoras. El atropello continuo a los derechos fundamentales ha generado un descontento social; el autoritarismo de la fuerza Pública frente a la problemática de la pandemia; incita a las manifestaciones; luego de la muerte del abogado Ordoñez. Aunado a lo anterior la crisis social, política y económica no dio espera a la reacción que vive el pueblo colombiano; las movilizaciones pacíficas terminaron en desmanes, el vandalismo y las acciones violentas no dieron espera; el resultado un gobierno que no supo suplir las necesidades básicas generadas durante la pandemia; como tampoco propicio el respeto reciproco entre la fuerza pública y el pueblo.