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05-02-2019 130757 PM Lectura - TALLER INDIVIDUAL
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MAESTRIA EN
EN GESTIÓN
GESTIÓN PÚBLICA
PÚBLICA
Los distintos gobiernos que se han sucedido desde 1824 hasta la hecha, con la excepción
cortísima del gobierno de Velasco, no han intentado ni tenido la voluntad política de construir
la nación peruana unitaria y diversa ni descentralizar el país. Esta situación defectiva ha
conducido a que los diferentes gobiernos hayan sido centralistas, hayan concentrado el
poder político en Lima gobernando más conveniente para los dueños del poder económico
centralizado en la capital y no para los demás departamentos, ahora mal llamados regiones.
Como consecuencia se generó la división entre la ciudad y el campo y las consiguientes
migraciones internas hacia Lima y las capitales departamentales, produciendo el
despoblamiento del campo y la consiguiente pérdida de mano de obra para las actividades
agrícolas y otras.
Además, desde Lima se vendió hacia las llamadas provincias la ideología del progreso
urbano, la que influyó en el campo educativo, que se refleja en el debate entre el
antropólogo peruano Rodrigo Montoya y el sociólogo Juan Ansión en el libro "La Escuela
Campesina".
Para terminar este punto debo mencionar los aportes de Carlos Iván Degregori en su
trabajo: Perú: “Identidad, nación y diversidad cultural”. Partiendo del reconocimiento de la
existencia de la diversidad cultural, geográfica, biogenética cultural, razas, lenguas,
religiones, costumbres, tradiciones, analiza los diversos proyectos nacionales en relación a
la diversidad cultural. Los pueblos indígenas, los nativos y los afroperuanos, a pesar de lo
que sostuvo San Martin no obtuvieron o lograron ser reconocidos como ciudadanos
peruanos. Sostiene Degregori que la nación peruana se construyó sobre bases muy frágiles.
Esto se dio con lo que él llama los paradigmas oligárquicos excluyentes de y con el
paradigma populista. Y sostiene la necesidad de construir una nación pluricultural. Degregori
propone cuatro ejes en la construcción de un país pluricultural:
a. Pobreza e inequidad.
b. Descentralización, territorio y autonomía.
c. Fin de la discriminación cultural, el no reconocimiento y la exclusión.
d. Protección ecológica y tecnológica.
e. Educación bilingüe e intercultural. Acabar con la educación homogenizadora,
aculturadora.
f. Ceguera al color y a las diferencias culturales en el mercado laboral.
g. Fin de la discriminación en los medios de comunicación.
Yo agregaría como requisito previo la construcción de un estado plurinacional, pluricultural y
pluriétnico con derecho a la plena participación política en el poder político-jurídico,
demanda que él la plantea también.
En segundo lugar, el tema anterior me conduce al problema del Estado. Acá se repite la
misma situación que en el caso del problema de la nación. Estado y nación están
estrechamente vinculados. En la medida que el concepto de nación está relacionado al
concepto de sociedad, diré que lo que se llama hoy Estado no responde a la realidad
diversa, pluricultural, plurietnica no incorporados al concepto de Estado. Si por tal se
entiende la sociedad política y jurídicamente organizada, institucionalizada donde participan
las diversas culturas, naciones y etnias en la distribución y usufructo y ejercicio legítimo del
poder político en beneficio de todos los peruanos y no solamente en beneficio de criollos
blancos, blanqueados por el dinero y los mestizos costeños de Lima principalmente, es
decir, de la clase dominante de capitalistas que no son partidarios de incluir a los de abajo o
clase dominada. Es por esta razón que les conviene la vigencia de la democracia
representativa, delegativa y liberal clásica. No son partidarios de la llamada democracia
participativa, directa y social-comunitaria.
Mucho menos a los nativos de la amazonia, a los andinos de la sierra y a los afroperuanos a
pesar que contribuyen y hacen grandes aportes en muchos tipos de actividades desde las
ecológicas, económicas, sociales, culturales y artísticas en beneficio de todos los peruanos.
Por último, voy a tratar el problema de la república. Antes que nada es bueno recordar que
el término republica viene del latín res pública, cosa pública: La republica es una forma de
organización del Estado para cumplir con la cosa pública, lo que es común. El Perú adoptó
el régimen republicano de corte presidencialista donde gobierna un presidente, con división
de poderes ejecutivo, legislativo y judicial. El presidente y los congresistas son elegidos de
manera indirecta, por el voto de los ciudadanos. Hay distintos tipos de repúblicas, como se
sabe, la federal como la de México, Argentina y la republica Centralista donde la acción
gubernamental emana y se conduce desde el núcleo del poder central generalmente
ubicado en la capital de los países, como el caso del Perú. Las autoridades, distintas al
presidente, se encuentran supeditadas y subordinadas al poder central política y
administrativamente.
Pero este proyecto fue ejecutado por militares y no por partidos políticos o instituciones
sociales. Desde Pardo hasta la fecha no se ha intentado ni logrado la integración del país
debido a factores que ya los mencionamos. Sigue el centralismo sin integración, la división
sociopolítica, la exclusión, la discriminación, el autoritarismo. Se acentúa más y más la
fragmentación del país por el centralismo debido a intereses económicos y políticos de la
clase dominante y la exclusión y la discriminación de las clases populares, los andinos
cholificados, los nativos amazónicos llamados erróneamente “invisibles”, y los afroperuanos.
Debido al centralismo los gobiernos han gobernado solamente para los de arriba sea en la
republica aristocrática, en la republica oligárquica, etc.
Es otra tarea inconclusa, no cumplida. Por eso continúan los históricos problemas
estudiados y denunciados por el Amauta Mariátegui y otros intelectuales peruanos ya
mencionados.