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Energía
Energía
La energía nuclear se puede utilizar para producir electricidad. Pero primero la energía
debe ser liberada. Ésta energía se puede obtener de dos formas: fusión nuclear y
fisión nuclear. En la fusión nuclear, la energía se libera cuando los núcleos de los
átomos se combinan o se fusionan entre sí para formar un núcleo más grande. Así es
como el sol produce energía. En la fisión nuclear, los núcleos se separan para formar
núcleos más pequeños, liberando energía. Las centrales nucleares utilizan la fisión
nuclear para producir electricidad.
Cuando se produce una de estas dos reacciones nucleares (la fisión nuclear o la
fusión nuclear) los átomos experimentan una ligera pérdida de masa. Esta masa que
se pierde se convierte en una gran cantidad de energía calorífica y de radiación, como
descubrió Albert Einstein con su famosa ecuación E=mc². La energía calorífica
producida se utiliza para producir vapor y generar electricidad. Aunque la producción
de energía eléctrica es la utilidad más habitual que se le da a la energía nuclear,
también se puede aplicar en muchos otros sectores, como en aplicaciones médicas o
medioambientales.
Para que se produzca una reacción de fisión en cadena es necesario que se cumplan
ciertas condiciones de geometría del material fisionable y se supere un umbral
determinado de cantidad del mismo, conocido como masa crítica. La fisión puede
llegar a producirse de forma espontánea, pero es necesaria la existencia de un
neutrón que incida con la energía adecuada.
La fusión nuclear es una reacción nuclear en la que dos núcleos de átomos ligeros, en
general el hidrógeno y sus isótopos (deuterio y tritio), se unen para formar otro núcleo
más pesado, generalmente liberando partículas en el proceso. Estas reacciones
pueden absorber o liberar energía, según si la masa de los núcleos es mayor o menor
que la del hierro, respectivamente.
Un ejemplo de reacciones de fusión son las que tienen lugar en el sol, en las que se
produce la fusión de núcleos de hidrógeno para formar helio, liberando en el proceso
una gran cantidad de energía en forma de radiación electromagnética, que alcanza la
superficie terrestre y que percibimos como luz y calor.
Para que tenga lugar una reacción de fusión, es necesario alcanzar altas cotas de
energía que permitan que los núcleos se aproximen a distancias muy cortas en las que
la fuerza de atracción nuclear supere las fuerzas de repulsión electrostática. Para ello,
se deben cumplir los siguientes requisitos:
También es necesario lograr una densidad del plasma suficiente para que los
núcleos estén cerca unos de otros y puedan dar lugar a las reacciones de
fusión.
Sin embargo, los confinamientos convencionales, como las paredes de una vasija, no
son factibles debido a las altas temperaturas. Por este motivo, se encuentran en
desarrollo dos métodos de confinamiento:
Fusión por Confinamiento Inercial (FCI): Consiste en crear un medio tan denso
que las partículas no tengan casi ninguna posibilidad de escapar sin chocar
entre sí. Para ello se impacta una pequeña esfera compuesta por deuterio y
tritio por un haz de láser provocando su implosión. Así, se hace cientos de
veces más densa que en su estado sólido normal permitiendo que se produzca
la reacción de fusión. Actualmente hay reactores de investigación con el
objetivo de producir energía a través de este proceso.
Está previsto que España cuente con un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de
residuos nucleares de alta actividad en el municipio de Villar de Cañas (Cuenca), que
almacenará todo el combustible nuclear gastado del país en un único emplazamiento.
Hasta que el ATC esté operativo, el combustible gastado se encuentra perfectamente
vigilado, controlado y almacenado en las propias centrales nucleares bien en piscinas,
o en almacenes temporales individualizados (ATI). La gestión de los residuos
radiactivos que se producen en España, así como el desmantelamiento de las
instalaciones nucleares corre a cargo de la Empresa Nacional de Residuos
Radiactivos (Enresa).
Junto con las instalaciones nucleares, España cuenta con una industria capacitada,
experta y tecnológica que no sólo apoya la excelente operación de las centrales
nucleares españolas, sino que exporta productos y servicios y está presente en todo el
ciclo nuclear en más de 40 países.
Reactores en operación:
En 1949 Rusia realiza en Siberia su primera prueba atómica. En 1952 también Gran
Bretaña se incorpora como potencia nuclear así como Francia y China acceden a la
bomba durante 1960 y 1964 respectivamente. En 1956, en octubre, Gran Bretaña
pone en funcionamiento la primera central nuclear comercial en el mundo. La planta
denominada Calder Hall cuenta con una capacidad de generación de 196 MW y está
localizada junto a un complejo de instalaciones de procesamiento nuclear en las
adyacencias de Windscale, sobre el Mar de Irlanda.
1. La fisión del uranio se lleva a cabo en el reactor nuclear, liberando una gran
cantidad de energía que calienta el agua hasta evaporarla.
2. Este vapor se transporta al conjunto turbina–generador mediante un circuito de
vapor.
3. Una vez ahí, las aspas de la turbina giran por la acción del vapor y mueven el
generador, que trasforma la energía mecánica en electricidad.
Los residuos generados por la fisión del uranio son almacenados dentro de la propia
central, en unas piscinas de hormigón especiales para materiales radioactivos.
El reactor de agua pesada utiliza el uranio natural como combustible, mientras que el
agua pesada se usa como moderador y como refrigerante. Este tipo de reactor se ha
desarrollado principalmente en Canadá.
El refrigerante circula por los generadores de vapor, cediendo el calor a otro circuito de
agua diferente y totalmente independiente (circuito secundario) que se transforma en
vapor, haciendo girar los álabes de la turbina, que está acoplada a un generador
eléctrico. El vapor, una vez ha pasado por la turbina, se condensa y vuelve al
generador de vapor.
Tanto las centrales PWR como las BWR disponen de un edificio de combustible que
sirve para almacenar los elementos de combustible nuevos y para guardar el
combustible ya utilizado hasta que se pueda trasladar a un centro de almacenaje final
de combustible gastado.
Además, las centrales nucleares disponen de edificios auxiliares donde están situados
los equipos y sistemas de seguridad.
¿Qué es la radioactividad?
Qué es la radioactividad
Visto el funcionamiento de una central nuclear vamos a ver más en detalle qué es la
radioactividad. Se trata de un fenómeno físico que consiste en la emisión o
propagación de energía en forma de ondas o de partículas subatómicas como, por
ejemplo, las ondas electromagnéticas emitidas por el Sol o las partículas emitidas por
sustancias radioactivas.
Es una propiedad interna de los átomos, por lo que está muy relacionada con el
estudio de la estructura de la materia A lo largo de la historia, numerosos científicos
investigaron e hicieron importantes avances sobre qué es la radioactividad y en qué
consiste. Entre ellos destacan: Rutherford, Pierre y Marie Curie, Bequerel, Geiger y
Marsden, Planck, Bohr o Hertz.
Emisiones radioactivas
Radiactividad natural
Radiactividad artificial
Sin embargo existen muchas otras aplicaciones en las que se usa la tecnología
nuclear de una forma directa o indirecta.
Dependiendo del rol que tenga la tecnología nuclear en el arma se diferencian dos
tipos de armas nucleares:
Armas nucleares que utilizan la energía nuclear para explotar, como sería el caso de la
bomba atómica.
Uno de cada tres pacientes que acuden a un hospital en un país industrializado, recibe
los beneficios de algún tipo de procedimiento de medicina nuclear.
Como la datación, que emplea las propiedades de fijación del carbono-14 a los
huesos, maderas o residuos orgánicos, determinando su edad cronológica, y los usos
en Geofísica y Geoquímica, que aprovechan la existencia de materiales radiactivos
naturales para la fijación de las fechas de los depósitos de rocas, carbón o petróleo.
Ventajas e inconvenientes
La energía nuclear ha sido siempre una de las energías más polémicas e
incomprendidas. Una de las principales razones es que su enorme poder puede
volverse contra nosotros y suponer un desastre en caso de accidente.
Por eso, queremos aclarar algunas cosas y descubrirte otras: como qué es la energía
nuclear exactamente, cuáles son sus ventajas y desventajas, así como algunos datos
fascinantes.
Aunque tiene connotaciones negativas, por las noticias e incluso las películas sobre
accidentes y residuos radiactivos, la realidad es que la energía nuclear tiene bastantes
ventajas.
Se puede generar una enorme cantidad de energía con solo una central, debido al
gran poder de la energía nuclear.
Sus residuos son muy peligrosos. Tanto para la salud como para el medio ambiente en
general. Los residuos radiactivos son muy contaminantes, mortales y tardan miles de
años en degradarse, lo que hace que su gestión sea muy delicada. De hecho, es un
problema que aún no hemos resuelto.
Los accidentes pueden ser muy graves. Las centrales nucleares están dotadas de
grandes medidas de seguridad, pero puede haber accidentes y, en ese caso, resultar
muy graves. La Isla de las Tres Millas en Estados Unidos, Fukushima en Japón o
Chernobyl en la antigua Unión Soviética son los ejemplos de lo que puede ocurrir.
Son objetivos vulnerables. Tanto para catástrofes naturales como actos terroristas,
una central nuclear es un objetivo que puede causar un enorme daño si se destruye o
daña.
Como vemos, las desventajas pueden no ser muchas, pero sí muy graves. Eso hace
que la percepción de la energía nuclear no sea muy positiva.
Chernobil
Después del accidente, entre 600 mil y 800 mil personas se brindaron voluntariamente
para aislar el núcleo del reactor. Muchos pilotos de avión y de helicópteros fueron los
primeros; los bomberos, después. Y más tarde, se acercaron voluntarios que debían
arrojar escombros desde el techo de uno de los reactores en apenas tres minutos,
aunque recibían dosis de entre 250 y 500 milisievert (cuando la medida aguantable de
radiación para una persona era de entre 2 y 5).
Del total de liquidadores, se estima que unos 60.000 murieron y otros 150.000 se
enfermaron con algún tipo de cáncer.
Sin embargo, hay voces discrepantes que indican que la incidencia de acarrear
enfermedades entre los liquidadores, fue solo de un 25% menor que la de la población
general de Rusia y que no se observaron ningún aumento en la incidencia de
leucemias.
Resultó difícil que puedan establecer un número exacto de las víctimas en el accidente
nuclear de Chernobyl que afectó a enormes zonas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia (y
que se extendió a miles de kilómetros de distancia). Hay estudios, como el del Partido
Verde alemán, que indicó que el 44% de Alemania y el 34% del Reino Unido, habrían
recibido altos niveles de radiación.
Además, se señaló que a causa del accidente, se había producido un aumento del
40% de los tumores en Bielorrusia, así como de cataratas y otras enfermedades
cardiovasculares. Este estudio, a diferencia del de UNSCEAR, anunciaba la muerte de
entre 30.000 y 60.000 personas a causa de cáncer en los años sucesivos.
En el último informe del año 2016, la ONU confrontó las consecuencias entre los
accidente de Chernobyl y Fukushima donde estableció que las dosis de radiación
liberadas en la central japonesa, no fueron tan altas en comparación a las de la central
ucraniana (hasta el punto de que era posible que las tasas de cáncer, se mantuvieran
invariables).
El temor que quedó ante los efectos de otros escapes tóxicos de la quebrada
estructura colocada justo después del desastre por la Unión Soviética, llevó a un grupo
de donantes internacionales, (impulsados por el Banco Europeo para la
Reconstrucción y el Desarrollo), a que se impliquen de lleno en garantizar la seguridad
de toda Europa.
Hiroshima y Nagasaki
Hiroshima y Nagasaki, posiblemente dos de las ciudades más famosas del mundo, y
no precisamente porque sean centros turísticos, o porque tengan monumentos
naturales, ni patrimonios de la humanidad, sino porque esas dos ciudades fueron las
primeras en donde se lanzaron y donde se pudo comprobar el gran poder del arma
más tenebrosa y catastrófica que pudo haber creado el ser humano; la bomba
atómica, el arma que supondría el fin de la segunda guerra mundial, aunque el fin de
la misma sería realmente el inicio de muchas consecuencias que perdurarían en el
tiempo, pero no solo en la mente de muchos por lo sucedido, sino también en los
cuerpos de los sobrevivientes por los efectos de las detonaciones.
Consecuencias inmediatas
Desde un inicio se habían elegido 3 ciudades japonesas como posibles blancos del
ataque, la principal fue la ciudad de Hiroshima, ubicada en el delta del Rio Ota. Esta
ciudad tenía un papel militar importante, ya que albergaba un centro de comunicación
y zonas de concentración de las tropas japonesas, pero distaba mucho de ser una
amenaza militar, pues más del 80% de la población eran civiles.
Desde el mes de marzo de 1945, prácticamente todas las ciudades del Japón habían
sido bombardeadas por las tropas norteamericanas, mientras que Hiroshima
permanecía intacta, pero eso cambio la mañana del 6 de agosto cuando se acercó un
avión bombardero, el “Enola Gay”, a su objetivo principal, el puente “Aioi” con su
llamativa forma de T, situada sobre el rio en el centro de la ciudad, siendo visible
incluso a diez mil metros de altura.
Una vez establecido el punto y unos 90 segundos antes de liberar la bomba apodada
el “Little boy”, el bombardero calibra y se concentra en su objetivo unos 3 Km más
abajo, y realiza con cuidado las últimas maniobras, el personal del avión hace
cálculos y espera que la bomba detone a los 43 segundos después de ser lanzada.
Muchas personas cercanas al objetivo inicial sobrevivirían por accidente (o por suerte),
pues, el blanco ya establecido; el puente Aioi, no sería en donde explotaría esta
bomba atómica, ya que los vientos laterales desviarían al ‘Little boy’ por casi 240
metros.
Sobrevivientes a ese fatídico día comentan que era un día normal, las personas iban a
sus trabajos y los niños a las escuelas, no se hicieron avisos de que iban a
bombardear la ciudad, más bien la gente pensó que era un avión meteorológico, por
eso nadie corrió a los refugios, cosa que se hacía antes que bombardearan una
ciudad, lo cual ayudaba a salvar vidas. Al no saber de qué avión se trataba, muchos
fueron los curiosos que salieron a mirar la nave que estaba sobrevolando la ciudad en
ese momento, lamentablemente seria esa imagen lo último que verían.
En unos instantes la tripulación que lanzó la bomba pudo observar el hongo nuclear,
que alcanzó rápidamente los 16 km de altura y a su vez sacudió terriblemente al avión
por la onda expansiva y en la ciudad la bomba se extiende 5 km a la redonda. Esta
novedosa bomba en términos nucleares, para la época arrasa la ciudad en segundos,
y deja a Hiroshima convertida en una inmensa llanura, debido a tal acto, más de
100.000 personas mueren al momento y 70.000 son heridas, se trata de la mayor cifra
de muertes jamás causada por una sola arma, después de la devastadora bomba.
Horas después solo se podían ver personas carbonizadas, otras arrastrándose en el
piso totalmente negras y quemadas, en el rio había miles de cadáveres y montículos
de personas sin aliento. Quienes caminaban en medio de ese horror tenían un aspecto
fantasmagórico, ya que no podían ver absolutamente nada, otras quedaron ciegas,
prácticamente eran personas muertas caminando, las bombas fueron tan destructivas
que muchos murieron después por los efectos de la radiación.
Días después del bombardeo en Hiroshima el Presidente Harry Truman anunció; “si el
imperio de Japón no aceptan nuestros términos, pueden esperar una lluvia de
destrucción desde el aire, algo nunca visto sobre esta tierra”, el gobierno Japonés y el
emperador Hirohito no reaccionaron a las declaraciones, más bien consideraban
ciertas condiciones para la rendición, como que se preservara el “Kokutai” o el sistema
imperial y política nacional.
La cuestión con Nagasaki es que contaba con uno de los puertos más grandes en la
parte sur de Japón y tuvo gran importancia en la guerra debido a su alta actividad
industrial, incluyendo la producción de artillería barcos y equipo militar, pero la bomba
en realidad destruyó el 40% de la ciudad, gracias a que la topografía del lugar que
evito que el radio de destrucción fuera mayor.
Consecuencias retardadas
Para quienes lograron vivir respectivamente luego de cada ataque, uno pensaría lo
afortunados que pueden ser, pero muchas de estas personas conocidas como los
hibakusha (los bombardeados) se verían afectados con enfermedades y mutaciones
genéticas relacionadas con la radiación, incluso mucho tiempo después.
Realmente los sobrevivientes no se salvaron, muchos fueron los que quedaron
huérfanos, gravemente heridos, sin hogar ni ningún tipo de refugio, mutilados y
permanentemente afectados por la radiación y efectos post traumáticos de la guerra,
ni siquiera los bebés que aún se encontraban en el vientre de sus madres cuando
ocurrió el bombardeo atómico quedaron libres de efectos, pues muchos de los que
nacieron presentaban aberraciones cromosómicas y alteraciones en su ADN, sin
mencionar las deformidades físicas. Enfermedades como la leucemia ya se hacía
presente luego de 3 años de lo ocurrido ya en 1948 en los hibakusha, además de
haber aumentado enormemente la presencia de varios tipos de cáncer en ellos 20
años después, producto de lo ocurrido en 1945.
Los hechos en estas ciudades son innegables y desastrosos, todo acto de guerra trae
consecuencias catastróficas en cualquier parte del mundo, es un acto vil y aterrador
que hace sufrir a la humanidad, la gente inocente, a niños indefensos, civiles que no
tienen nada que ver con los conflictos entre naciones y hasta animales y el medio
ambiente. Aunque la historia nos relata que gracias a esas dos bombas fue que
ocurrió la rendición de Japón y se llegó al final de la segunda guerra mundial, rendición
que se hizo oficial el 2 de septiembre de 1945, sus consecuencias han pesado desde
entonces hasta nuestros días.
Este hecho quedara plasmado para siempre en la historia como las 2 únicas armas
nucleares usadas en guerra, y al peligro oculto al que la humanidad está expuesta
actualmente con armas nucleares, mil veces más potentes y más destructivas que el
“Little boy” y el “Fat Man”, y la proliferación de las mismas en muchas naciones en las
cuales presentan tensiones hoy en día con grandes potencias y el desencadenamiento
de una guerra con estas armas podría desaparecer el mundo como hoy en día lo
conocemos.
Impacto ambiental
Todas las fuentes energéticas tienen una repercusión medioambiental en algún
momento de su ciclo de producción. Las dos únicas fuentes disponibles en la
actualidad que no emiten gases de efecto invernadero en su operación son las
energías renovables y la energía nuclear.
Emisiones a la atmósfera
Mientras que las centrales térmicas convencionales queman combustibles fósiles para
la producción de electricidad, una central nuclear obtiene su energía de un proceso
físico, la fisión del átomo de uranio. Esto significa que una central de este tipo no envía
a la atmósfera gases de efecto invernadero (óxidos de carbono, de azufre, de
nitrógeno, etc.) ni otros productos de combustión, tales como las cenizas, que
contribuyan al cambio climático, a la acidificación de las lluvias, a la contaminación de
las grandes ciudades, la destrucción de la capa de ozono o al efecto invernadero. En
cuanto a las “emisiones” de las torres de refrigeración, tan frecuentemente utilizadas
como símbolo de la contaminación producida por las centrales nucleares, son sólo
vapor de agua.
Desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, las centrales nucleares
siempre han estado sujetas a un estricto control reglamentario institucional difícil de
igualar por otras actividades industriales. Dicho marco reglamentario contempla todas
y cada una de las fases que componen el ciclo de producción, así como la protección
de los trabajadores y del público en general.
Sin embargo, hay que considerar todo el ciclo de producción y en el caso de las
centrales nucleares incluye la extracción y transporte del uranio para convertirlo en
combustible nuclear por lo que en esta fase, cómo en cualquier otra fuente de energía,
se producen emisiones de CO2.
Se observa que las centrales nucleares son las que menos impacto causan.
Este Protocolo fue firmado en diciembre de 1997 dentro de la Convención Marco sobre
Cambio Climático de la ONU (UNFCCC) y en la actualidad 164 países lo han ratificado
o aceptado, lo que supone más del 61% de las emisiones, según datos de la
UNFCCC.
Las naciones firmantes están buscando un nuevo acuerdo que sustituya a este
Protocolo de Kioto al final del horizonte temporal para el que se suscribió, 2012.
Las conclusiones de la cumbre han sido que los representantes de 194 países
miembros de la Convención Marco para el Cambio Climático han coincidido en la
urgente necesidad de elevar el nivel de esfuerzo colectivo para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero de forma que se limite el crecimiento de la
temperatura global a 2ºC y establecieron un acuerdo de mínimos que apunta al
establecimiento a medio plazo de un régimen legal vinculante para todos los países.
Para ello se ha constituido un grupo de trabajo encargado de elaborar un plan de
reducción global de emisiones que sea aprobado lo antes posible, pero no más tarde
de 2015, y que entre en vigor en 2020. También se ha llegado a un acuerdo para
prorrogar la vigencia del Protocolo de Kioto desde 2013 a 2017. Los mecanismos
actuales del Protocolo seguirán vigentes, con algunas mejoras, como la inclusión de
los proyectos de captura y almacenamiento de carbono en el Mecanismo de Desarrollo
Limpio. Tres países (Canadá, Japón y Rusia) han comunicado que no participarán en
este nuevo compromiso y Estados Unidos no ha ratificado el Protocolo, con lo que el
nuevo esfuerzo es en gran medida europeo.
España es uno de los países que más se aleja del compromiso de Kioto. Las
emisiones de CO2 están un 33% por encima del compromiso adquirido en el Protocolo
de Kioto y sin las nucleares esta cifra estaría por encima del 50%.
Conclusión
En mi opinión, la energía nuclear es una energía bastante limpia; es decir, no produce
gases de efecto invernadero. Yo creo que se debería utilizar más la energía nuclear ya
que la probabilidad de que ocurran desastres nucleares en mínima