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¿Qué es la energía?

La energía es la capacidad de los cuerpos para realizar un trabajo y producir cambios


en ellos mismos o en otros cuerpos. Es decir, el concepto de energía se define como
la capacidad de hacer funcionar las cosas.

La energía se manifiesta de diferentes maneras, recibiendo así diferentes


denominaciones según las acciones y los cambios que puede provocar. Por ejemplo,
está la energía cinética; proveniente del movimiento, la energía solar; proveniente del
sol, la energía potencial; proveniente de la posición de la materia y muchos más tipos
de energía. Pero os vamos a hablar de la energía nuclear, proveniente de la
interacción de átomos.

¿Qué es la energía nuclear?


La energía nuclear es la energía contenida en el núcleo de un átomo. Los átomos son
las partículas más pequeñas en que se puede dividirse un elemento químico
manteniendo sus propiedades. En el núcleo de cada átomo hay dos tipos de partículas
(neutrones y protones) que se mantienen unidas. La energía nuclear es la energía que
mantiene unidos neutrones y protones.

La energía nuclear se puede utilizar para producir electricidad. Pero primero la energía
debe ser liberada. Ésta energía se puede obtener de dos formas: fusión nuclear y
fisión nuclear. En la fusión nuclear, la energía se libera cuando los núcleos de los
átomos se combinan o se fusionan entre sí para formar un núcleo más grande. Así es
como el sol produce energía. En la fisión nuclear, los núcleos se separan para formar
núcleos más pequeños, liberando energía. Las centrales nucleares utilizan la fisión
nuclear para producir electricidad.

Cuando se produce una de estas dos reacciones nucleares (la fisión nuclear o la
fusión nuclear) los átomos experimentan una ligera pérdida de masa. Esta masa que
se pierde se convierte en una gran cantidad de energía calorífica y de radiación, como
descubrió Albert Einstein con su famosa ecuación E=mc². La energía calorífica
producida se utiliza para producir vapor y generar electricidad. Aunque la producción
de energía eléctrica es la utilidad más habitual que se le da a la energía nuclear,
también se puede aplicar en muchos otros sectores, como en aplicaciones médicas o
medioambientales.

Reacciones de fisión nuclear

La fisión nuclear es la reacción en la que el núcleo de un átomo pesado, al capturar un


neutrón incidente, se divide en dos o más núcleos de átomos más ligeros, llamados
productos de fisión, emitiendo en el proceso neutrones, rayos gamma y grandes
cantidades de energía.

El núcleo que captura el neutrón incidente se vuelve inestable y, como consecuencia,


se produce su escisión en fragmentos más ligeros dando lugar a una situación de
mayor estabilidad. Además de estos productos, en la reacción de fisión se producen
varios neutrones que al incidir sobre otros núcleos fisionables desencadenan más
reacciones de fisión que a su vez generan más neutrones. Este efecto multiplicador se
conoce como reacción en cadena.

Para que se produzca una reacción de fisión en cadena es necesario que  se cumplan
ciertas condiciones de geometría del material fisionable y se supere un umbral
determinado de cantidad del mismo, conocido como masa crítica. La fisión puede
llegar a producirse de forma espontánea, pero es necesaria la existencia de un
neutrón que incida con la energía adecuada.

Reacciones de fusión nuclear

La fusión nuclear es una reacción nuclear en la que dos núcleos de átomos ligeros, en
general el hidrógeno y sus isótopos (deuterio y tritio), se unen para formar otro núcleo
más pesado, generalmente liberando partículas en el proceso. Estas reacciones
pueden absorber o liberar energía, según si la masa de los núcleos es mayor o menor
que la del hierro, respectivamente.

Un ejemplo de reacciones de fusión son las que tienen lugar en el sol, en las que se
produce la fusión de núcleos de hidrógeno para formar helio, liberando en el proceso
una gran cantidad de energía en forma de radiación electromagnética, que alcanza la
superficie terrestre y que percibimos como luz y calor.

Para que tenga lugar una reacción de fusión, es necesario alcanzar altas cotas de
energía que permitan que los núcleos se aproximen a distancias muy cortas en las que
la fuerza de atracción nuclear supere las fuerzas  de repulsión electrostática. Para ello,
se deben cumplir los siguientes requisitos:

 Para lograr la energía necesaria se pueden utilizar aceleradores de partículas o


recurrir al calentamiento a temperaturas muy elevadas. Esta última solución se
denomina fusión térmica y consiste en calentar los átomos hasta lograr una
masa gaseosa denominada plasma, compuesta por electrones libres y átomos
altamente ionizados.

 Asimismo, es necesario garantizar el confinamiento y control del plasma a altas


temperaturas en la cavidad de un reactor de fusión el tiempo necesario para
que se produzca la reacción.

 También es necesario lograr una densidad del plasma suficiente para que los
núcleos estén cerca unos de otros y puedan dar lugar a las reacciones de
fusión.

Sin embargo, los confinamientos convencionales, como las paredes de una vasija, no
son factibles debido a las altas temperaturas. Por este motivo, se encuentran en
desarrollo dos métodos de confinamiento:

 Fusión por Confinamiento Inercial (FCI): Consiste en crear un medio tan denso
que las partículas no tengan casi ninguna posibilidad de escapar sin chocar
entre sí. Para ello se impacta una pequeña esfera compuesta por deuterio y
tritio por un haz de láser provocando su implosión.  Así, se hace cientos de
veces más densa que en su estado sólido normal permitiendo que se produzca
la reacción de fusión. Actualmente hay reactores de investigación con el
objetivo de producir energía a través de este proceso.

 Fusión por Confinamiento Magnético (FCM): Las partículas eléctricamente


cargadas del plasma son atrapadas en un espacio reducido por la acción de un
campo magnético. El dispositivo más desarrollado tiene forma toroidal y se
denomina Tokamak.

Energía nuclear en España


Instalaciones nucleares:

España cuenta con instalaciones nucleares que cubren el ciclo de combustible


completo: siete reactores nucleares operativos Almaraz I y II (Cáceres), Ascó I y II
(Tarragona), Cofrentes (Valencia), Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona), una
fábrica de combustible nuclear de Juzbado (Salamanca) y un centro de
almacenamiento de residuos radiactivos de muy baja, baja y media actividad en El
Cabril (Córdoba).

Está previsto que España cuente con un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de
residuos nucleares de alta actividad en el municipio de Villar de Cañas (Cuenca), que
almacenará todo el combustible nuclear gastado del país en un único emplazamiento.
Hasta que el ATC esté operativo, el combustible gastado se encuentra perfectamente
vigilado, controlado y almacenado en las propias centrales nucleares bien en piscinas,
o en almacenes temporales individualizados (ATI). La gestión de los residuos
radiactivos que se producen en España, así como el desmantelamiento de las
instalaciones nucleares corre a cargo de la Empresa Nacional de Residuos
Radiactivos (Enresa).

Junto con las instalaciones nucleares, España cuenta con una industria capacitada,
experta y tecnológica que no sólo apoya la excelente operación de las centrales
nucleares españolas, sino que exporta productos y servicios y está presente en todo el
ciclo nuclear en más de 40 países.

Reactores en operación:

En el año 2019, la energía nuclear volvió a liderar un año más la producción en el


sistema eléctrico español, al haber producido el 21,43% de eléctricidad neta total, con
los siete reactores nucleares operativos. En 2019, la producción eléctrica nuclear
supuso el 36,22% de la electricidad generada en España, sin emisiones. Esta cifra
situa a la energía nuclear como la fuente que más contribuye a reducir emisiones
contaminantes.
Con tan solo el 6,55% del total de la potencia neta instalada, los siete reactores
nucleares españoles han producido 55.843 GWh netos; convirtiéndose así en líderes
en producción eléctrica, seguidas muy de cerca por los ciclos combinados y, en tercer
lugar, por la eólica, según se desprende de los datos de Red Eléctrica de España
analizados por Foro Nuclear.

Los siete reactores operativos actualmente en España resultan esenciales para la


estabilidad del sistema eléctrico al estar siempre disponibles (24 horas 365 días al
año). En la última década la energía nuclear viene aportando una quinta parte de la
electricidad que consumimos de manera constante, sin intermitencias y libre de CO2.

Historia de la energía nuclear


Hacia 1847 comienza a conjeturarse el principio de conservación de la energía, la
edad atribuida al sol y la imposibilidad de explicar sus radiaciones a partir de una
simple combustión química, por tanto debería existir alguna otra fuente de energía
inadvertida hasta entonces por la humanidad. En sólo medio siglo desde el inesperado
descubrimiento de los rayos X por parte de Wilhelm Roetgen en 1895, la ciencia siguió
la senda de los misteriosos fenómenos radiactivos. En 1876 los experimentos de
Eugen Golstein con rayos catódicos ponen en la pista a los científicos para detectar el
electrón. En 1896 el físico francés Antoine Henri Becquerel comprueba que ciertas
sustancias, como las sales de uranio, generan rayos penetrantes de origen misterioso.

No pasa mucho tiempo hasta descubrir que la radioactividad implica emisión de


energía. En 1898 Ernest Rutherford distingue rayos que denomina alfa y beta en las
radiaciones de uranio, estas últimas resultaran ser electrones. Joseph John
Thompson, físico inglés, identifica y mide finalmente al electrón, la primera partícula
subatómica en ser descubierta. En 1911 el físico J. J. Thomson aproxima un modelo
teórico del átomo en el que los electrones se repartían en el interior de una esfera de
carga positiva y describían una órbita alrededor del núcleo.

Es sin embargo el neozelandés Ernest Rutherford, quien demuestra la estructura


interna del átomo, un pequeño núcleo alrededor del cual giran los electrones, al
verificar experimentalmente esa hipótesis mediante bombardeo de rayos alfa descubre
desvíos sorprendentes intuyendo impactos contra un núcleo mucho más masivo de lo
supuesto y cuya carga era idéntica a la suma de las cargas de los electrones. En 1913
el físico Niels Bohr desarrolla una hipótesis mejorada para explicar la estructura del
átomo. Bohr postula que los electrones están dispuestos en capas definidas, o niveles
cuánticos, a determinadas distancias del núcleo cumplimentando ciertas
condiciones. Antes de 1914 se había detectado en los experimentos de rayos
catódicos una partícula con carga positiva cuya masa es igual a la masa del
hidrogeno.

Posteriormente, en 1939 el físico danés Niels Bohr anuncia a la comunidad


científica, a pesar de sus reservas iniciales, un fenómeno inédito, la fragmentación del
núcleo del uranio. La fisión del uranio, según se comprueba, libera cerca de diez veces
más energía nuclear por núcleo que cualquier otra reacción nuclear de las conocidas
hasta entonces y además es susceptible de propagarla mediante una reacción en
cadena. el físico Enrico Fermi y sus colaboradores construyen en la Universidad de
Princeton, en Chicago, la primera pila atómica, el suceso da paso a la primera
reacción nuclear controlada en la historia de la humanidad y servirá de modelo para
centrales electro-nucleares y en lo inmediato para construir las primeras bombas
atómicas. es detonada en medio de una gran expectativa la primera bomba atómica
experimental, de 19 kilotones bajo el nombre clave de Trinity, paso previo a los
bombardeos sobre Japón en agosto.

En 1949 Rusia realiza en Siberia su primera prueba atómica. En 1952 también Gran
Bretaña se incorpora como potencia nuclear así como Francia y China acceden a la
bomba durante 1960 y 1964 respectivamente. En 1956, en octubre, Gran Bretaña
pone en funcionamiento la primera central nuclear comercial en el mundo. La planta
denominada Calder Hall cuenta con una capacidad de generación de 196 MW y está
localizada junto a un complejo de instalaciones de procesamiento nuclear en las
adyacencias de Windscale, sobre el Mar de Irlanda.

En 1957 se establece con el apoyo de 81 naciones, la Agencia Internacional de


Energía Atómica con sede en Viena, una iniciativa que reconoce como antecedente la
advertencia formulada cuatro años antes ante la ONU por el presidente de
EE.UU. Dwight Eisenhower acerca de la necesidad de contar con un estatuto
internacional que supervise la seguridad del uso de la energía atómica en el
mundo. En la década de los sesenta, Estados Unidos lanzó el primer programa
nuclear destinado a la generación de electricidad. Aunque cuatro años antes, el Reino
Unido inauguró Calder Hall, la primera central nuclear del mundo.

Destaca la fuerte apuesta por el desarrollo de la energía nuclear que realizó


Francia, abandonando los reactores de grafito gas por la tecnología americana de
agua a presión. La combinación de estos factores condicionó una fuerte
desaceleración de los programas nucleares, sobre todo en los países donde esta
fuente de energía estaba más desarrollada.

¿Qué es una central nuclear?


Una central nuclear es una instalación industrial que generar electricidad a partir de la
energía nuclear. Forma parte de la familia de las centrales termoeléctricas, lo que
implica que utiliza el calor para generar la energía eléctrica. Este calor proviene de la
fisión de materiales como el uranio y el plutonio.

El funcionamiento de una central nuclear se basa en el aprovechamiento del calor para


mover una turbina por la acción del vapor de agua, la cual está conectada a
un generador eléctrico. Para conseguir el vapor de agua se utiliza como combustible el
uranio o el plutonio. El proceso se puede simplificar en cinco fases:

1. La fisión del uranio se lleva a cabo en el reactor nuclear, liberando una gran
cantidad de energía que calienta el agua hasta evaporarla. 
2. Este vapor se transporta al conjunto turbina–generador mediante un circuito de
vapor. 

3. Una vez ahí, las aspas de la turbina giran por la acción del vapor y mueven el
generador, que trasforma la energía mecánica en electricidad. 

4. Cuando el vapor de agua ha pasado por la turbina, se envía a


un condensador donde se enfría y se vuelve líquido. 

5. Después, el agua se transporta para volver a conseguir vapor, cerrando así el


circuito del agua.

Los residuos generados por la fisión del uranio son almacenados dentro de la propia
central, en unas piscinas de hormigón especiales para materiales radioactivos.

Un reactor nuclear de fisión es una instalación capaz de iniciar, mantener y controlar


las reacciones de fisión en cadena, disponiendo de los medios adecuados para extraer
el calor generado. Sus elementos principales son:

 Combustible. Formado por un material fisionable, generalmente compuesto de


uranio en el que tienen lugar las reacciones de fisión. Es la fuente de
generación de calor. 

 Moderador. Hace disminuir la velocidad de los neutrones rápidos generados en


la fisión, manteniendo la reacción. Se acostumbra a utilizar agua, agua pesada,
helio, grafito o sodio metálico.

 Elementos de control. Permiten controlar en todo momento la población de


neutrones y mantener estable el reactor. 

 Refrigerante. Extrae el calor generado por el combustible. Generalmente se


utilizan refrigerantes líquidos como el agua ligera, el agua pesada o gases
como el anhídrido carbónico y el helio. 

 Blindaje. Evita que les radiaciones y los neutrones del reactor se escapen al


exterior. Por lo general, se utiliza hormigón, acero o plomo. 

 Elementos de seguridad. Todas las centrales nucleares de fisión disponen de


múltiples sistemas de seguridad para evitar que se libere radioactividad al
exterior.

Tipos de reactores nucleares

Los reactores térmicos se pueden clasificar según el moderador que utilicen.


Generalmente, cada moderador tiene asociado un tipo de combustible y un tipo de
refrigerante. Las diferencias esenciales entre estos reactores son los siguientes:

Reactores de agua ligera


Dentro de este grupo existen dos tipos de reactores:

1. Reactor de agua a presión (PWR – Pressurized water reactor): Utilizan agua


como moderador y refrigerante. El combustible utilizado es el uranio
ligeramente enriquecido en forma de dióxido de uranio. Este tipo de reactor se
ha desarrollado principalmente en los Estados Unidos, Rusia, Alemania,
Francia y Japón.

2. Reactor de agua en ebullición (BWR – Boiling water reactor):  En este tipo de


reactor, una parte del agua del refrigerante (que a la vez actúa como
moderador) pasa a la fase vapor en el propio reactor. Se ha desarrollado
principalmente en los Estados Unidos.

Reactor de agua pesada

El reactor de agua pesada utiliza el uranio natural como combustible, mientras que el
agua pesada se usa como moderador y como refrigerante. Este tipo de reactor se ha
desarrollado principalmente en Canadá.

Reactor de uranio natural, gas y grafito

Utiliza el uranio natural en forma metálica como combustible; el grafito como


moderador, y el anhídrido carbónico como refrigerante. Estos reactores se han
desarrollado principalmente en Francia y Gran Bretaña.

Reactor avanzado de gas

Utilizan óxido de uranio ligeramente enriquecido y dispuesto en tubos de acero


inoxidable como combustible.

Reactor de grafito y agua ligera

Este diseño, exclusivamente soviético, utiliza uranio ligeramente enriquecido como


combustible; grafito como moderador, y agua como refrigerante, que se transforma en
vapor en el propio reactor.

Características de una central nuclear de agua a presión (PWR)

El combustible que utilizan las centrales nucleares PWR es dióxido de uranio


enriquecido. El proceso comienza introduciéndolo en forma de pastillas en unos
tubos.  Los elementos de combustible se refrigeran mediante un circuito de agua
(llamado circuito primario) que, a su vez, sirve como moderador. El agua aumenta la
temperatura y se mantiene en estado líquido a causa de la elevada presión del
sistema.

El refrigerante circula por los generadores de vapor, cediendo el calor a otro circuito de
agua diferente y totalmente independiente (circuito secundario) que se transforma en
vapor, haciendo girar los álabes de la turbina, que está acoplada a un generador
eléctrico.  El vapor, una vez ha pasado por la turbina, se condensa y vuelve al
generador de vapor.

Todo este circuito está situado en el interior de un edifico de contención, constituido de


hormigón armado con un espesor de entre 50 y 100 cm y con un cubrimiento interior
de acero que hace que sea hermético. Este edificio de contención se mantiene por
debajo de la presión atmosférica para evitar, en caso de accidente, que los posibles
escapes salgan al exterior.

Características de una central nuclear de agua en ebullición (BWR)

Las centrales BWR se diferencian de las centrales PWR principalmente en que no


tienen circuito de agua secundario. Además, el circuito primario trabaja a una presión
inferior y el vapor se produce en el reactor desde donde se envía directamente a la
turbina para mover el generador.

Tanto las centrales PWR como las BWR disponen de un edificio de combustible que
sirve para almacenar los elementos de combustible nuevos y para guardar el
combustible ya utilizado hasta que se pueda trasladar a un centro de almacenaje final
de combustible gastado.

El edificio de combustible y el de contención están conectados entre sí para poder


trasladar los elementos combustibles sin salir de la zona controlada de la central y que
se encuentra totalmente aislada del resto de instalaciones de la central.

Además, las centrales nucleares disponen de edificios auxiliares donde están situados
los equipos y sistemas de seguridad.

¿Qué es la radioactividad?
Qué es la radioactividad

Visto el funcionamiento de una central nuclear vamos a ver más en detalle qué es la
radioactividad. Se trata de un fenómeno físico que consiste en la emisión o
propagación de energía en forma de ondas o de partículas subatómicas como, por
ejemplo, las ondas electromagnéticas emitidas por el Sol o las partículas emitidas por
sustancias radioactivas.

Es una propiedad interna de los átomos, por lo que está muy relacionada con el
estudio de la estructura de la materia A lo largo de la historia, numerosos científicos
investigaron e hicieron importantes avances sobre qué es la radioactividad y en qué
consiste. Entre ellos destacan: Rutherford, Pierre y Marie Curie, Bequerel, Geiger y
Marsden, Planck, Bohr o Hertz.
Emisiones radioactivas

Cuando se produce alguna transformación en los núcleos atómicos se emiten


partículas y radiaciones electromagnéticas de elevada frecuencia. Hay elementos que
pueden producir este fenómeno de manera natural y hay otros de los que se pueden
obtener isótopos radioactivos de forma artificial.

Radiactividad natural

Es la radioactividad que existe en la naturaleza sin intervención humana. Puede


ofrecer tres tipos de transiciones radioactivas, a cada una de las cuales le corresponde
un tipo de radiación:

1. Radiación Alfa. Una desestabilización del núcleo puede llegar a hacer que dos


protones y dos neutrones se junten y formen un núcleo de helio con energía
suficiente como para abandonar el núcleo inicial. Es absorbida por una simple
hoja de papel o por la piel de un ser humano. Es muy difícil que penetre en el
organismo.

2. Radiación Beta. En esta radiación un neutrón se transforma en un protón. Esta


radiación es mucho más penetrante que la radiación Alfa y para frenarla es
necesaria una lámina de aluminio de unos cuantos milímetros de grosor. Por lo
tanto, puede afectar fácilmente a los tejidos humanos.

3. Radiación Gamma. Consiste en una radiación electromagnética emitida por un


núcleo en estado de excitación. Cuando desparece la excitación siempre se
forma un núcleo más estable. Esta es muy difícil de parar, pudiendo traspasar
con naturalidad el cuerpo humano.

Radiactividad artificial

Cuando se bombardea un núcleo con las partículas adecuadas, estas pueden penetrar


en el núcleo y formar uno nuevo. La radioactividad artificial fue descubierta en el año
1939 por el matrimonio Curie.

Usos de la energía nuclear


El principal uso de la energía nuclear es la producción de energía eléctrica. Las
centrales nucleares son las encargadas de generar energía eléctrica. En los reactores
nucleares de las plantas nucleoeléctricas se generan reacciones de fisión nuclear. Con
estas reacciones se obtiene energía térmica que se transformará en energía mecánica
y posteriormente en energía eléctrica.

Sin embargo existen muchas otras aplicaciones en las que se usa la tecnología
nuclear de una forma directa o indirecta.

Trabajando con diferentes isótopos de un mismo elemento, se puede utilizar la


tecnología nuclear para otras aplicaciones en diversos campos:
Generación de electricidad

El uso más importante y conocido de la energía nuclear és la generación de


electricidad.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el principal uso que se le dio a la energía


nuclear fue la generación de energía eléctrica.

Las centrales nucleares son las instalaciones encargadas de la conversión de la


energía nuclear contenida en los átomos de uranio en electricidad. El proceso para
obtener esta conversión es el resultado de un proceso termodinámico y mecánico.

En un primer momento, el reactor nuclear genera reacciones de fisión nuclear que


emiten una gran cantidad de energía térmica. Con toda esta energía calorífica se
obtiene vapor a alta presión. El vapor, gracias a su elevada presión, acciona las
turbinas de vapor de la central. De este modo, se obtiene energía mecánica, energía
de rotación de un eje. Finalmente, el generador eléctrico convertirá la energía cinética
del eje en energía eléctrica.

Aplicaciones industriales de la tecnología nuclear

La tecnología nuclear adquiere una gran importancia en el sector industrial


concretamente se utiliza en el desarrollo y mejora de los procesos, para las
mediciones, la automatización y el control de calidad.

Se utiliza como requisito previo para la completa automatización de las líneas de


producción de alta velocidad, y se aplica a la investigación de procesos, la mezcla, el
mantenimiento y el estudio del desgaste y corrosión de instalaciones y maquinaria.

La tecnología nuclear también se utiliza en la fabricación de plásticos y en la


esterilización de productos de un solo uso.

Aplicaciones militares, armas nucleares

El submarino nuclear Nautilus es un instrumento utilizado para atacar o defenderse.


Las armas nucleares son aquellas armas que utilizan la tecnología nuclear.

El origen del desarrollo de la energía nuclear se produjo durante la Segunda Guerra


Mundial con objetivos bélicos. A propuesta Albert Einstein, el presidente de EEUU
inició lo que se llamaría Proyecto Manhattan para desarrollar la bomba atómica que se
lanzaría posteriormente en Hiroshima y Nagasaki.

Dependiendo del rol que tenga la tecnología nuclear en el arma se diferencian dos
tipos de armas nucleares:

Armas nucleares que utilizan la energía nuclear para explotar, como sería el caso de la
bomba atómica.

Aplicaciones que utilizan la tecnología nuclear para propulsarse. En esta segunda


categoría se incluyen los cruceros, portaaviones, submarinos...
Medicina nuclear

Uno de cada tres pacientes que acuden a un hospital en un país industrializado, recibe
los beneficios de algún tipo de procedimiento de medicina nuclear.

Se emplean radiofármacos, técnicas como la radioterapia para el tratamiento de


tumores malignos, la tele terapia para el tratamiento oncológico o la biología
radiológica que permite esterilizar productos médicos.

Aplicaciones en agricultura de la tecnología nuclear

La aplicación de los isótopos a la agricultura ha permitido aumentar la producción


agrícola de los países menos desarrollados.

La tecnología nuclear resulta de gran utilidad en el control de plagas de insectos, en el


máximo aprovechamiento de los recursos hídricos, en la mejora de las variedades de
cultivo o en el establecimiento de las condiciones necesarias para optimizar la eficacia
de los fertilizantes y el agua.

Aplicación de la tecnología nuclear a la alimentación

En cuanto a la alimentación, las técnicas nucleares juegan un papel fundamental en la


conservación de alimentos.

La aplicación de los isótopos permite aumentar considerablemente la conservación de


los alimentos. En la actualidad, más de 35 países permiten la irradiación de algunos
alimentos.

Aplicaciones medioambientales de la tecnología nuclear

La aplicación de isótopos permite determinar las cantidades exactas de las sustancias


contaminantes y lugares en que se presentan así como sus causas.

Además, el tratamiento con haces de electrones permite reducir las consecuencias


medioambientales y sanitarias del empleo a gran escala de combustibles fósiles, y
contribuye de manera más efectiva que otras técnicas a resolver problemas como “el
efecto invernadero” y la lluvia ácida.

Otras aplicaciones de la tecnología nuclear

Como la datación, que emplea las propiedades de fijación del carbono-14 a los
huesos, maderas o residuos orgánicos, determinando su edad cronológica, y los usos
en Geofísica y Geoquímica, que aprovechan la existencia de materiales radiactivos
naturales para la fijación de las fechas de los depósitos de rocas, carbón o petróleo.

Otras aplicaciones de la tecnología nuclear se producen en disciplinas como la


hidrología, la minería o la industria espacial.

Ventajas e inconvenientes
La energía nuclear ha sido siempre una de las energías más polémicas e
incomprendidas. Una de las principales razones es que su enorme poder puede
volverse contra nosotros y suponer un desastre en caso de accidente.

Las catástrofes de Chernobyl o Fukushima son testimonio de lo que puede suceder


cuando falla. Sin embargo, también es cierto que ese enorme poder sirve para iluminar
nuestras ciudades. También que, a pesar de generar residuos peligrosos, cuando
produce energía lo hace de forma limpia.

Por eso, queremos aclarar algunas cosas y descubrirte otras: como qué es la energía
nuclear exactamente, cuáles son sus ventajas y desventajas, así como algunos datos
fascinantes.

Ventajas de la energía nuclear

Aunque tiene connotaciones negativas, por las noticias e incluso las películas sobre
accidentes y residuos radiactivos, la realidad es que la energía nuclear tiene bastantes
ventajas.

Las más importantes son:

La energía nuclear es limpia durante su generación. De hecho, la mayoría de


reactores nucleares emiten, solamente, inofensivo vapor de agua a la atmósfera. Ni
CO2, ni metano, ni ningún otro gas contaminante o que contribuya al cambio climático.

La generación de energía es barata.

Se puede generar una enorme cantidad de energía con solo una central, debido al
gran poder de la energía nuclear.

Es casi inagotable. De hecho, hay expertos que consideran que la deberíamos


clasificar como renovable, dado que las reservas de uranio actuales permitirían seguir
produciendo la misma energía que ahora durante miles de años.

Su producción es constante. Al contrario que muchas renovables (como la solar que


no se puede generar por la noche o la eólica que no se puede generar sin viento), su
producción es enorme y constante durante cientos de días seguidos. El 90% del año,
excluyendo recargas y paradas de mantenimiento programadas, la energía nuclear
funciona a pleno rendimiento

Desventajas de la energía nuclear

A pesar de todo lo dicho, la energía nuclear también presenta grandes desventajas.

Sus residuos son muy peligrosos. Tanto para la salud como para el medio ambiente en
general. Los residuos radiactivos son muy contaminantes, mortales y tardan miles de
años en degradarse, lo que hace que su gestión sea muy delicada. De hecho, es un
problema que aún no hemos resuelto.

Los accidentes pueden ser muy graves. Las centrales nucleares están dotadas de
grandes medidas de seguridad, pero puede haber accidentes y, en ese caso, resultar
muy graves. La Isla de las Tres Millas en Estados Unidos, Fukushima en Japón o
Chernobyl en la antigua Unión Soviética son los ejemplos de lo que puede ocurrir.

Son objetivos vulnerables. Tanto para catástrofes naturales como actos terroristas,
una central nuclear es un objetivo que puede causar un enorme daño si se destruye o
daña.

Como vemos, las desventajas pueden no ser muchas, pero sí muy graves. Eso hace
que la percepción de la energía nuclear no sea muy positiva.

Chernobil

El desastre de Chernobyl fue un accidente nuclear acontecido el 26 de abril de 1986,


en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin. Esta misma está ubicada en el norte de
Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas. Solo a 3 km de la ciudad de Prípiat, a 18 kms de la ciudad de Chernóbil y a
17 kms de la frontera con Bielorrusia.

Chernobyl es considerado, junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón en


el año 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares
(Nivel 7, accidente mayor) y suele también ser incluido, entre las grandes catástrofes
medioambientales de la historia.

Las causas y el desarrollo del accidente, fueron objeto de muchas controversias.


Existe un consenso general en que, desde el día anterior, se venía ejecutando una
prueba que requería reducir la potencia, durante la cual se causaron una serie de
desequilibrios en el reactor 4 de la central nuclear.

Estas serían quienes desembocaron en el sobrecalentamiento descomedido del


núcleo del reactor nuclear y en una o dos explosiones sucesivas. Las mismas fueron
seguidas de un incendio generalizado, que sobrevolaron la tapa del reactor de 1200
toneladas y despidieron grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmósfera,
creando una nube radiactiva que se explayó por toda Europa y América del Norte.
Afirman que debido a este acontecimiento, habrá secuelas hasta el año 2065.

Después del accidente, entre 600 mil y 800 mil personas se brindaron voluntariamente
para aislar el núcleo del reactor. Muchos pilotos de avión y de helicópteros fueron los
primeros; los bomberos, después. Y más tarde, se acercaron voluntarios que debían
arrojar escombros desde el techo de uno de los reactores en apenas tres minutos,
aunque recibían dosis de entre 250 y 500 milisievert (cuando la medida aguantable de
radiación para una persona era de entre 2 y 5).

Del total de liquidadores, se estima que unos 60.000 murieron y otros 150.000 se
enfermaron con algún tipo de cáncer.

Sin embargo, hay voces discrepantes que indican que la incidencia de acarrear
enfermedades entre los liquidadores, fue solo de un 25% menor que la de la población
general de Rusia y que no se observaron ningún aumento en la incidencia de
leucemias.
Resultó difícil que puedan establecer un número exacto de las víctimas en el accidente
nuclear de Chernobyl que afectó a enormes zonas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia (y
que se extendió a miles de kilómetros de distancia). Hay estudios, como el del Partido
Verde alemán, que indicó que el 44% de Alemania y el 34% del Reino Unido, habrían
recibido altos niveles de radiación.

También el 13% de Austria, el 5% de Ucrania, Finlandia y Suecia. Más del 80% de


Moldavia, Eslovenia, Suiza, Austria, Eslovaquia y la parte europea de Turquía, pero
con niveles mucho más bajos.

Además, se señaló que a causa del accidente, se había producido un aumento del
40% de los tumores en Bielorrusia, así como de cataratas y otras enfermedades
cardiovasculares. Este estudio, a diferencia del de UNSCEAR, anunciaba la muerte de
entre 30.000 y 60.000 personas a causa de cáncer en los años sucesivos.

Por otra parte, la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra


Nuclear (AIMPGN) expresó que hasta el año 2006, habían muerto entre 50.000 y
100.000 de los liquidadores.

De los sobrevivientes, se expuso que más de 600.000 quedaron inválidos. Mientras


que el ministro de Sanidad de Ucrania, llegó a testificar que más de 2,4 millones de
ucranianos, incluidos 428.000 niños, actualmente sufren de problemas de salud
relacionados con la explosión de Chernobyl.

En el último informe del año 2016, la ONU confrontó las consecuencias entre los
accidente de Chernobyl y Fukushima donde estableció que las dosis de radiación
liberadas en la central japonesa, no fueron tan altas en comparación a las de la central
ucraniana (hasta el punto de que era posible que las tasas de cáncer, se mantuvieran
invariables).

Igualmente, indicaron que se podía descartar la probabilidad, de que en Fukushima, se


registrasen muchos casos de cáncer de tiroides, tal y como sí ocurrió en el año 1986.

A más de tres décadas de este accidente, la central de Chernobyl pudo cubrirse de un


enorme caparazón de acero, con el objetivo de impedir nuevas fugas de radiación
durante el próximo siglo.

El temor que quedó ante los efectos de otros escapes tóxicos de la quebrada
estructura colocada justo después del desastre por la Unión Soviética, llevó a un grupo
de donantes internacionales, (impulsados por el Banco Europeo para la
Reconstrucción y el Desarrollo), a que se impliquen de lleno en garantizar la seguridad
de toda Europa.

Para ello, reunieron aproximadamente 1.500 millones de euros para la nueva


armadura. Sus dimensiones, se asemejan a cuatro campos de fútbol, lo que la
convertiría en la mayor disposición móvil jamás producida.

Hiroshima y Nagasaki

Hiroshima y Nagasaki, posiblemente dos de las ciudades más famosas del mundo, y
no precisamente porque sean centros turísticos, o porque tengan monumentos
naturales, ni patrimonios de la humanidad, sino porque esas dos ciudades fueron las
primeras en donde se lanzaron y donde se pudo comprobar el gran poder del arma
más tenebrosa y catastrófica que pudo haber creado el ser humano; la bomba
atómica, el arma que supondría el fin de la segunda guerra mundial, aunque el fin de
la misma sería realmente el inicio de muchas consecuencias que perdurarían en el
tiempo, pero no solo en la mente de muchos por lo sucedido, sino también en los
cuerpos de los sobrevivientes por los efectos de las detonaciones.

Consecuencias inmediatas

Esta arma de destrucción masiva es capaz de arrebatar miles o millones de vidas en


cuestión de segundos, y dejar inhabitada y desolada una ciudad entera, tal y como
ocurrió con las bombas atómicas lanzadas el 6 y el 9 de agosto de 1945, la primera en
Hiroshima, matando alrededor de 166.000 personas y la segunda en Nagasaki,
matando a más de 80.000.

Desde un inicio se habían elegido 3 ciudades japonesas como posibles blancos del
ataque, la principal fue la ciudad de Hiroshima, ubicada en el delta del Rio Ota. Esta
ciudad tenía un papel militar importante, ya que albergaba un centro de comunicación
y zonas de concentración de las tropas japonesas, pero distaba mucho de ser una
amenaza militar, pues más del 80% de la población eran civiles.

Desde el mes de marzo de 1945, prácticamente todas las ciudades del Japón habían
sido bombardeadas por las tropas norteamericanas, mientras que Hiroshima
permanecía intacta, pero eso cambio la mañana del 6 de agosto cuando se acercó un
avión bombardero, el “Enola Gay”, a su objetivo principal, el puente “Aioi” con su
llamativa forma de T, situada sobre el rio en el centro de la ciudad, siendo visible
incluso a diez mil metros de altura.

Una vez establecido el punto y unos 90 segundos antes de liberar la bomba apodada
el “Little boy”, el bombardero calibra y se concentra en su objetivo unos 3 Km más
abajo, y realiza con cuidado las últimas maniobras, el personal del avión hace
cálculos y espera que la bomba detone a los 43 segundos después de ser lanzada.

Muchas personas cercanas al objetivo inicial sobrevivirían por accidente (o por suerte),
pues, el blanco ya establecido; el puente Aioi, no sería en donde explotaría esta
bomba atómica, ya que los vientos laterales desviarían al ‘Little boy’ por casi 240
metros.

Sobrevivientes a ese fatídico día comentan que era un día normal, las personas iban a
sus trabajos y los niños a las escuelas, no se hicieron avisos de que iban a
bombardear la ciudad, más bien la gente pensó que era un avión meteorológico, por
eso nadie corrió a los refugios, cosa que se hacía antes que bombardearan una
ciudad, lo cual ayudaba a salvar vidas. Al no saber de qué avión se trataba, muchos
fueron los curiosos que salieron a mirar la nave que estaba sobrevolando la ciudad en
ese momento, lamentablemente seria esa imagen lo último que verían.

Su explosión fue el equivalente a 13 Kilotones de TNT y se estima que la temperatura


se elevó a más de 1.000.000°C, más caliente que la superficie del sol, lo que incendió
el aire de repente una luz intensa que iluminó en el cielo, un destello tan intenso que
todo el sitio quedo en blanco por el fuego de la explosión nuclear.

En unos instantes la tripulación que lanzó la bomba pudo observar el hongo nuclear,
que alcanzó rápidamente los 16 km de altura y a su vez sacudió terriblemente al avión
por la onda expansiva y en la ciudad la bomba se extiende 5 km a la redonda. Esta
novedosa bomba en términos nucleares, para la época arrasa la ciudad en segundos,
y deja a Hiroshima convertida en una inmensa llanura, debido a tal acto, más de
100.000 personas mueren al momento y 70.000 son heridas, se trata de la mayor cifra
de muertes jamás causada por una sola arma, después de la devastadora bomba.
Horas después solo se podían ver personas carbonizadas, otras arrastrándose en el
piso totalmente negras y quemadas, en el rio había miles de cadáveres y montículos
de personas sin aliento. Quienes caminaban en medio de ese horror tenían un aspecto
fantasmagórico, ya que no podían ver absolutamente nada, otras quedaron ciegas,
prácticamente eran personas muertas caminando, las bombas fueron tan destructivas
que muchos murieron después por los efectos de la radiación.

Días después del bombardeo en Hiroshima el Presidente Harry Truman anunció; “si el
imperio de Japón no aceptan nuestros términos, pueden esperar una lluvia de
destrucción desde el aire, algo nunca visto sobre esta tierra”, el gobierno Japonés y el
emperador Hirohito no reaccionaron a las declaraciones, más bien consideraban
ciertas condiciones para la rendición, como que se preservara el “Kokutai” o el sistema
imperial y política nacional.

Al no haber una rendición, se pusieron en marcha el siguiente bombardeo. El 9 de


agosto de 1945, el B-29 Bockscar se dirigió a su primer objetivo, la ciudad de Kokura y
Nagasaki como objetivo secundario, el plan para lanzar la bomba fue igual al de
Hiroshima, pero el Bockstar, al llegar a la ciudad de Kokura, esta se encontraba
cubierta en un 70% por nubes que oscurecía los objetivos del bombardero.
Sobrevolaron 3 veces sobre la ciudad, pero fue imposible visualizar el terreno, además
ya el combustible se estaba consumiendo, decidieron ir al objetivo secundario en
donde fue lanzada la segunda bomba, sobre la ciudad de Nagasaki a las 11:00 am, 40
segundos después la bomba hizo explosión a 460 metros de altura sobre la ciudad y a
casi 3 km de distancia del hipocentro planeado originalmente la bomba fue bautizada
con el nombre de “Fat Man” fue lanzada en esa ciudad causando más de 80.000
muertes y más de 50.000 heridos.

La cuestión con Nagasaki es que contaba con uno de los puertos más grandes en la
parte sur de Japón y tuvo gran importancia en la guerra debido a su alta actividad
industrial, incluyendo la producción de artillería barcos y equipo militar, pero la bomba
en realidad destruyó el 40% de la ciudad, gracias a que la topografía del lugar que
evito que el radio de destrucción fuera mayor.

Consecuencias retardadas

Para quienes lograron vivir respectivamente luego de cada ataque, uno pensaría lo
afortunados que pueden ser, pero muchas de estas personas conocidas como los
hibakusha (los bombardeados) se verían afectados con enfermedades y mutaciones
genéticas relacionadas con la radiación, incluso mucho tiempo después.
Realmente los sobrevivientes no se salvaron, muchos fueron los que quedaron
huérfanos, gravemente heridos, sin hogar ni ningún tipo de refugio, mutilados y
permanentemente afectados por la radiación y efectos post traumáticos de la guerra,
ni siquiera los bebés que aún se encontraban en el vientre de sus madres cuando
ocurrió el bombardeo atómico quedaron libres de efectos, pues muchos de los que
nacieron presentaban aberraciones cromosómicas y alteraciones en su ADN, sin
mencionar las deformidades físicas. Enfermedades como la leucemia ya se hacía
presente luego de 3 años de lo ocurrido ya en 1948 en los hibakusha, además de
haber aumentado enormemente la presencia de varios tipos de cáncer en ellos 20
años después, producto de lo ocurrido en 1945.

Las consecuencias ambientales también se hicieron notar, el aire y el agua quedaron


afectados (medio por el cual se presume aumento la presencia del cáncer en los
hibakusha), al igual que la tierra, pues hubo pérdidas de cultivos y zonas de plantación
infectadas por la radiación, y hoy en día se sigue lidiando con ello.

Los hechos en estas ciudades son innegables y desastrosos, todo acto de guerra trae
consecuencias catastróficas en cualquier parte del mundo, es un acto vil y aterrador
que hace sufrir a la humanidad, la gente inocente, a niños indefensos, civiles que no
tienen nada que ver con los conflictos entre naciones y hasta animales y el medio
ambiente. Aunque la historia nos relata que gracias a esas dos bombas fue que
ocurrió la rendición de Japón y se llegó al final de la segunda guerra mundial, rendición
que se hizo oficial el 2 de septiembre de 1945, sus consecuencias han pesado desde
entonces hasta nuestros días.

Este hecho quedara plasmado para siempre en la historia como las 2 únicas armas
nucleares usadas en guerra, y al peligro oculto al que la humanidad está expuesta
actualmente con armas nucleares, mil veces más potentes y más destructivas que el
“Little boy” y el “Fat Man”, y la proliferación de las mismas en muchas naciones en las
cuales presentan tensiones hoy en día con grandes potencias y el desencadenamiento
de una guerra con estas armas podría desaparecer el mundo como hoy en día lo
conocemos.

Impacto ambiental
Todas las fuentes energéticas tienen una repercusión medioambiental en algún
momento de su ciclo de producción. Las dos únicas fuentes disponibles en la
actualidad que no emiten gases de efecto invernadero en su operación son las
energías renovables y la energía nuclear.

Las energías renovables son necesarias pero complementarias, no pueden sustituir a


medio plazo la generación nuclear y la energía nuclear es hoy en día la única fuente
capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contribuir de forma
significativa al cambio climático.

La industria nuclear ha desarrollado importantes esfuerzos y ha puesto en marcha los


mecanismos adecuados para garantizar que sus posibles riesgos medioambientales
(emisión de radionucleidos y gestión de residuos radiactivos) se mantengan muy por
debajo de los límites establecidos por organismos reguladores independientes y la
administración.

Emisiones a la atmósfera

Mientras que las centrales térmicas convencionales queman combustibles fósiles para
la producción de electricidad, una central nuclear obtiene su energía de un proceso
físico, la fisión del átomo de uranio. Esto significa que una central de este tipo no envía
a la atmósfera gases de efecto invernadero (óxidos de carbono, de azufre, de
nitrógeno, etc.) ni otros productos de combustión, tales como las cenizas, que
contribuyan al cambio climático, a la acidificación de las lluvias, a la contaminación de
las grandes ciudades, la destrucción de la capa de ozono o al efecto invernadero. En
cuanto a las “emisiones” de las torres de refrigeración, tan frecuentemente utilizadas
como símbolo de la contaminación producida por las centrales nucleares, son sólo
vapor de agua.

Desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, las centrales nucleares
siempre han estado sujetas a un estricto control reglamentario institucional difícil de
igualar por otras actividades industriales. Dicho marco reglamentario contempla todas
y cada una de las fases que componen el ciclo de producción, así como la protección
de los trabajadores y del público en general.

Las centrales nucleares al no quemar combustibles fósiles, no emiten CO2 durante su


operación, permitiendo ahorrar cada año un 8% de las emisiones de CO2 a nivel
mundial (2.500 millones de toneladas de CO2) y entre 35 y 45 millones de toneladas
de dióxido de carbono en España (equivalentes a las emisiones que realiza la mitad
del parque automovilístico español) y representan más del 40% de la electricidad libre
de emisiones generada en España. En Europa la producción anual de 900 TWh
nucleares supone evitar la emisión de unos 650 millones de toneladas de CO2. Esta
cifra es equivalente a la que emite el parque automovilístico europeo.

Sin embargo, hay que considerar todo el ciclo de producción y en el caso de las
centrales nucleares incluye la extracción y transporte del uranio para convertirlo en
combustible nuclear por lo que en esta fase, cómo en cualquier otra fuente de energía,
se producen emisiones de CO2.

CANTIDADES (EN TONELADAS) DE DIÓXIDO DE CARBONO

POR GIGAVATIO-HORA PRODUCIDO CONSIDERANDO EL CICLO


DE VIDA COMPLETO
Carbón 1100
Gas natural (cogeneración) 650
Gas natural (ciclo combinado) 450
Biomasa 50
Solar 40
Hidráulica 20
Nuclear 5
Eólica 4

Las centrales nucleares generan emisiones de efluentes radiactivos en cantidades


limitadas de acuerdo con la regulación, que quedan registradas de forma continua y
son objeto de constante seguimiento mediante un extenso programa de análisis
realizado por entidades independientes y la administración. Los valores de estos
efluentes medidos en términos de actividad radiológica y de dosis son mil veces
inferiores a lo permitido.

Ocupación del suelo

Considerando que el impacto ambiental afecta a multitud de factores, por ejemplo,


hablando de la ocupación de terreno cuando éste alcanza valores relativos
significativos y teniendo en cuenta que es un bien cada vez más escaso y caro,
existen importantes diferencias entre unas y otras centrales energéticas, tal y como se
observa a continuación:

Nuclear Entre 1 y 4 km2


Solar Entre 20 y 50 km2
Eólica Entre 50 y 150 km2
Biomasa Entre 4000 y 6000 km2

Se observa que las centrales nucleares son las que menos impacto causan.

Protocolo de Kioto y Energía Nuclear

Un objetivo importante de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el


Cambio Climático (UNFCCC) es la estabilización de las concentraciones de los gases
de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que no implique una interferencia
peligrosa con el sistema climático, y que permita un desarrollo sostenible. Como las
actividades relacionadas con la energía (procesado, transformación, consumo...)
representan el 80% de las emisiones de CO2 a escala mundial, la energía es clave en
el cambio climático.

Dentro de la Convención Marco UNFCCC se ha desarrollado el Protocolo de Kioto


cuyo objetivo es reducir en un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero en
el mundo, con relación a los niveles de 1990, durante el periodo 2008-2012. Es el
principal instrumento internacional para hacer frente al cambio climático. Con ese fin,
este Protocolo contiene objetivos para que los países industrializados reduzcan las
emisiones de los seis gases de efecto invernadero originados por las actividades
humanas: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O),
hidrofluorcarbonos (HFC), perfluorcarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

Este Protocolo fue firmado en diciembre de 1997 dentro de la Convención Marco sobre
Cambio Climático de la ONU (UNFCCC) y en la actualidad 164 países lo han ratificado
o aceptado, lo que supone más del 61% de las emisiones, según datos de la
UNFCCC.

Las naciones firmantes están buscando un nuevo acuerdo que sustituya a este
Protocolo de Kioto al final del horizonte temporal para el que se suscribió, 2012.

Del 28 de noviembre al 9 de diciembre de 2011 se celebró la Cumbre de Durban en


Sudáfrica, cuyo objetivo fue suscribir acuerdos para renovar el Protocolo de Kioto y
establecer un calendario para adoptar un acuerdo global jurídicamente vinculante. En
definitiva, se pretendía establecer y definir los compromisos de reducción de
emisiones contaminantes.

Las conclusiones de la cumbre han sido que los representantes de 194 países
miembros de la Convención Marco para el Cambio Climático han coincidido en la
urgente necesidad de elevar el nivel de esfuerzo colectivo para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero de forma que se limite el crecimiento de la
temperatura global a 2ºC y establecieron un acuerdo de mínimos que apunta al
establecimiento a medio plazo de un régimen legal vinculante para todos los países.
Para ello se ha constituido un grupo de trabajo encargado de elaborar un plan de
reducción global de emisiones que sea aprobado lo antes posible, pero no más tarde
de 2015, y que entre en vigor en 2020. También se ha llegado a un acuerdo para
prorrogar la vigencia del Protocolo de Kioto desde 2013 a 2017. Los mecanismos
actuales del Protocolo seguirán vigentes, con algunas mejoras, como la inclusión de
los proyectos de captura y almacenamiento de carbono en el Mecanismo de Desarrollo
Limpio. Tres países (Canadá, Japón y Rusia) han comunicado que no participarán en
este nuevo compromiso y Estados Unidos no ha ratificado el Protocolo, con lo que el
nuevo esfuerzo es en gran medida europeo.

España es uno de los países que más se aleja del compromiso de Kioto. Las
emisiones de CO2 están un 33% por encima del compromiso adquirido en el Protocolo
de Kioto y sin las nucleares esta cifra estaría por encima del 50%.

En cuanto a la energía nuclear, el Protocolo de Kioto recoge que un análisis


exhaustivo de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico
teniendo en cuenta diferentes fuentes de generación muestra que la energía nuclear
es una de las tecnologías con menos emisiones considerando el ciclo completo de
generación.

Fuente de Emisiones de gases de efecto


energía invernadero
Nuclear 2.5-5.7
Renovables 2.5-7.6
Combustibles 105-366
fósiles

Conclusión
En mi opinión, la energía nuclear es una energía bastante limpia; es decir, no produce
gases de efecto invernadero. Yo creo que se debería utilizar más la energía nuclear ya
que la probabilidad de que ocurran desastres nucleares en mínima

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