There was once, there was a very happy and Había una vez, una mujer muy alegre
er muy alegre podre y
lonely woman. She was old and lived in a little
house, she worked making meals for her
neighbors and was very happy as if she lacked
nothing in the world.
One summer afternoon, while she was jogging,
full of smiles as usual, she suddenly saw a black
pot lying in the ditch and she shouted "my
God! And she said that would be just what I
need to cook.
And she looked around, hoping that the
owner was not there, and she saw no one
And she said maybe there's a hole in the pot,
but she said she'd be putting a flower in my
window. And I lift the lid and look inside the pot
and am surprised to think that it is full of gold,
and it is, full of big gold coins and I shout, I feel
terribly rich!
Then she wondered how she could get the
treasure home. It was too heavy to carry.
And the night was getting dark and she said
better for me so the neighbors won't see me,
she said, so I'll have all night to check and think
about what I'll do and she said maybe I'll buy
a house. Or maybe I'll bury myself in the
garden.
And then she looked at the pot of gold, no
more than a piece of silver.
She thought it was a pot of gold. And she said
she was dreaming.
So she went away again planning what she
would do, and feeling as rich as the rich, until
she was a little tired again and stopped to rest
and took a look around to see if her treasure
was safe; and she saw nothing but a big piece
of iron.
The old woman stared at it until she did not see
it, and then she laughed too.
"I am in luck! The luckiest body around.
Imagine seeing the monster all by myself and
being so free with it. My God! I feel so high, so
BIG...
So he went home and spent the night laughing
at his good luck.
solitaria. Ella era de edad y vivía en una casita,
que trabajaba haciendo comidas para sus
vecinos y era muy feliz como si no le faltara
nada en el mundo.
Una tarde de verano, mientras trotaba llena
de sonrisas como siempre y de pronto vio una
olla negra tirada en la zanja y grito ¡dios mío!
Y decía eso sería justo lo que necesito para
cocinar.
Y miro a su alrededor esperando que el dueño
no estuviera y no vio ha nadie
Y ella decía talvez haya un agujero en la olla,
pero dijo ella estaría poner una flor en mi
ventana. Y levanto la tapa y miro dentro de la
olla sorprendida pensaba que estaba lleno de
oro, y así fue, lleno de grandes monedas de
oro y grito ¡me siento terriblemente rica!
Después se preguntó cómo boya llevar el
tesoro a su casa. Era demasiado pesado para
cargarlo.
Y se oscurecía la noche y ella dijo mejor para
mi así que los vecinos no me vanan ver dijo
ella, así tendré toda la noche para revisar y
pensar en lo que hare y decía quizás compre
una casa. O tal vez entierre en el jardín.
Y luego miró que no era una olla de oro, no
más que un trozo de plata.
Ella pensaba que era una olla de oro. Y decía
estar soñado.
Así que se fue de nuevo planeando lo que
haría, y sintiéndose tan rica como los ricos,
hasta que volviendo a estar un poco cansada
se detuvo a descansar y dio una mirada
alrededor para ver si su tesoro estaba a salvo;
y no vio nada más que un gran trozo de hierro.
La anciana lo miró fijamente hasta que no lo
vio, y luego se echó a reír también.
"¡Estoy de suerte! El cuerpo más afortunado de
por aquí. Imagínese que vea al monstruo para
mí sola y que me haga tan libre con él. ¡Dios
mío! Me siento tan elevada, tan GRANDE...
Así que fue a su casa y pasó la noche riéndose
de su buena suerte.