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Mujeres de Salta
CONSPIRACION CONTRA GÜEMES Por Elsa Drucaroff-(Sudamericana)-351
páginas-
https://www.lanacion.com.ar/cultura/mujeres-de-salta-nid221824/
BATALLA DE IDEAS
https://notasperiodismopopular.com.ar/2016/06/16/guemes-mujeres-resistencia-
saltena/
extraído 08/07/20
16 junio, 2016
Güemes y las mujeres de la resistencia salteña
Por María Paula García. Se cumplen 195 años del fallecimiento de Martín Miguel
de Güemes, ocurrido el 17 de junio de 1821. Este día será, luego de largas
polémicas, feriado nacional. Su historia y la de las mujeres que fueron parte de la
gesta patriótica del norte argentino.
Por María Paula García. Se cumplen 195 años del fallecimiento de Martín Miguel
de Güemes, ocurrido el 17 de junio de 1821. Este día será, luego de largas
polémicas, feriado nacional. Su historia y la de las mujeres que fueron parte de la
gesta patriótica del norte argentino.
Güemes se merecía estar a la altura de los grandes hombres y mujeres de la
historia de nuestro país y recibir los honores no solamente de la población salteña,
que sí festeja la fecha todos los años. Fue uno de los libertadores de la Patria
Grande, líder indiscutido de la defensa de la frontera norte de nuestro actual
territorio, quien les puso freno a los ejércitos los realistas en su avance hacia la
capital del otrora Virreinato del Río de la Plata. Reconocerlo puede ser la
oportunidad de ir más allá de la mera conmemoración a la cual nos tiene
acostumbrados la historiografía oficial de nuestro país.
Este feriado tardío quizá pueda ser explicado en gran medida debido a la
resistencia que tuvieron hacia su figura las autoridades de Buenos Aires ya en
1810. Veían con recelo sus tácticas militares y la composición gaucha de sus
escuadrones. La prensa porteña lo denostó más de una vez, llamándolo caudillejo,
cacique, demagogo o tirano. Y sus tropas fueron calificadas como bandidos,
salteadores y montoneros. Hoy, que se lo está homenajeando en todo el país, lo
peor que podría suceder es que se lo convierta en un héroe de bronce más, se
reduzca su gesta únicamente a su individualidad y se lo aísle del contexto histórico
en el cual actuó.
La caída de Napoleón y la restauración de Fernando VII al trono de España
cambiaron el carácter de la guerra por la independencia. La corona decidió jugarse
el todo por el todo en la recuperación del poder perdido y comenzó a enviar más
tropas, jefes y oficiales de mérito, instruidos en las más modernas tácticas de
combate. Güemes fue un líder político y militar que supo entender las debilidades
de un enemigo que, a pesar de la superioridad militar, no conocía el terreno que
pisaba.
Como otros caudillos del Norte, fue pionero en implementar la guerra de guerrillas:
la acción sorpresiva de combatientes, atacando los flancos, destruyendo las
retaguardias, cortando las comunicaciones, privando de aprovisionamientos y
apareciendo y desapareciendo como rayos en medio de los montes y las
quebradas.Pero además fue un líder popular: organizó a todo el pueblo,
incluyendo a gauchos, pobladores originarios y muchísimas mujeres de todos los
estratos de la sociedad colonial.
Las patriotas norteñas
Contó entre sus filas con mujeres combatientes de la talla de Juana Azurduy,
quien se puso a sus órdenes luego del fallecimiento de su esposo, el caudillo
Manuel Padilla. Trabajó en equipo con Magdalena, la “Macacha”, quien fue mucho
más que su hermana. Si bien ella no tuvo una participación directamente militar,
fue una habilidosa espía que aprovechó su lugar social destacado y una gran
operadora política.
Toda la información que recababa se la transmitía a su hermano; era sus ojos, sus
oídos y sus brazos en la ciudad; lo protegía y lo ponía sobre aviso de cualquier
cuestión urgente. Además de un puntal en la organización de las tropas, fue el
verdadero ministro de Güemes; él no tenía secretos ni militares ni
gubernamentales para con ella y tampoco realizaba acto alguno sin escuchar sus
consejos. En 1815, cuando la delicada situación entre Güemes y las fuerzas de
Buenos Aires al mando del general Rondeau parecía terminar en ruptura, fue la
“Macacha” en persona quien destrabó la situación y consiguió que se llegara a un
acuerdo, conocido como el Pacto de los Cerrillos.
Pero ni siquiera en estas dos grandes mujeres puede sintetizarse el papel de las
mujeres norteñas.
La guerra de guerrillas estaba complementada con una amplia red de mujeres
espías, audaces e ingeniosas. Grandes mujeres protagonistas de la lucha
independentista también borradas de la historia oficial. Damas criollas, niñas,
mujeres de la servidumbre y esclavas, todas juntas. Se disfrazaban, seducían a
los realistas, ocultaban papeles entre sus faldas, montaban a caballo y recorrían
largas distancias para obtener información y transmitirla al ejército patriota. El
enemigo no podía respirar sin que ellas se enteraran y activaran la red de de
comunicación. Güemes, la Macacha, el pueblo, la guerrilla, la red de espías. Toda
esa síntesis garantizó la derrota del enemigo.
María Loreto Sánchez Peón de Frías se destacó especialmente. Fue jefa de
Inteligencia de la Vanguardia del Ejército del Norte y autora del plan continental de
Bomberas, aprobado y autorizado por Güemes. Lideró un grupo conformado por
amigas y conocidas, ayudadas por sus hijos pequeños y sus criadas.
Para tener una comunicación rápida esta desarrolló un simple e ingenioso
sistema: un buzón natural en medio de la nada. Un árbol al que se le había hecho
un hueco y luego vuelto a tapar con la misma corteza, cerca de donde las criadas
iban todos los días a lavar la ropa y a buscar agua. Ellas transportaban el papel
con la ropa sucia y lo dejaban en el hueco sin ser vistas. Luego, algún soldado
patriota lo retiraba a la noche y dejaba a su vez instrucciones y pedidos de
información.
No se les escapaba nada. Ni siquiera la cantidad de soldados realistas que había
en cada momento. María se disfrazaba de viandera e iba con su canasta de
comida en la cabeza y granos de maíz en los bolsillos a sentarse a la plaza donde
estos acampaban. Cuando aparecía el oficial y empezaba a cantar uno por uno los
nombres, ella pasaba un grano de maíz de un bolsillo a otro por cada presente y
luego enviaba esa información a través del buzón del árbol. Hasta de india se
disfrazó, para sentarse en los portales a vender pasteles y espiar.
Otra integrante de esta red que desvelaba a los jefes enemigos era Juana Moro.
Humildemente vestida se trasladaba a caballo espiando recursos y movimientos
del enemigo por un territorio que sólo ella conocida. La primera vez que la
apresaron la obligaron a cargar pesadas cadenas, pero no delató a nadie. La
segunda vez el castigo fue peor: fue detenida y condenada por espionaje a morir
tapiada en su propio hogar. Por suerte, unos días más tarde una familia vecina
horadó la pared y le proveyó agua y alimentos hasta que los realistas fueron
expulsados. A consecuencia de la difícil situación que atravesó recibió el apodo de
“La Emparedada”.
En palabras del historiador Bernardo Frías, “todas las revoluciones, conjuraciones
y sediciones ocurridas en Salta, desde el comienzo de la guerra de independencia
hasta la caída del gobernador Latorre, en 1835, fueron hechas por las mujeres,
que habían tomado la política como oficio propio”.
La Salta de Güemes, Salta la linda, fue desde siempre la Salta de las mujeres que
luchan. Ellas también merecen ser homenajeadas junto con Güemes y el
escuadrón de Infernales en este día.
@MariaPaula_71
http://cdsa.aacademica.org/000-010/1057.pdf
Ver en “La elite salteña”
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.728/te.728.pdf
Pag 231/32/33/34/
Al inicio de su gobierno en 1816 el gobernador Güemes ya había advertido a los
vecinos reunidos en Asamblea que resultaría imposible cumplir con la paga de los
gauchos que servían como soldados. Para suplir esta falta de recursos propuso
liberar a los campesinos de sus compromisos en materia de arriendos y
obligaciones personales.83 Los sectores terratenientes convinieron en apoyar esta
medida que constituía más una tabla de salvación de la elite que una respuesta de
agradecimiento paternal para con los campesinos devenidos en soldados.
Dámaso Uriburu dejó ver en su Memoria que la situación de insurgencia de los
grupos populares estaba planteada antes de Güemes y, en este mismo sentido, la
historiadora Sara Mata concluyó que la legitimidad del poder de Güemes se basó
en las posibilidades de controlar el desborde social, de manera tal de poder
garantizar cierta tranquilidad a un sector de la elite local.84 El llamado sistema
infernal no implicó el abandono de algunos de los rasgos característicos de las
prácticas e imaginarios del Antiguo Régimen. En el universo mental de los
hombres de la época no se abría la posibilidad de una nación que supusiera la
unión contractual de los individuos. El pactismo, entendiendo como tal las
relaciones recíprocas hechas de derechos y deberes recíprocos entre hombres y
grupos, se constituyó en un rasgo permanente de la política latinoamericana. Y
desde esta perspectiva debe analizarse la relación construida entre Güemes, sus
capitanes y los gauchos que les siguieron. 1 El sistema de Güemes fue una forma
de articulación de la antigua autoridad en este nuevo contexto creado por la
guerra. Frías realizaba algunas observaciones en idéntico sentido: “Güemes, en
verdad, conservó y respetó las bases fundamentales de las instituciones sociales.
No ofreció a la plebe en recompensa de su adhesión personal nada, a no ser la
conquista de sus derechos dentro del progreso futuro; de esta suerte, no les
ofreció dar las tierras del Estado, ni los sobrantes de las tierras de los ricos, no
obstante poseer éstos leguas y leguas de campos sin cultivos, ni les repartió la
fortuna mueble de los enemigos acomodados despojándolos, no los colocó en la
altura dirigente de la sociedad, superponiendo, así, a los nobles los plebeyos; no
siendo, por tal manera un revolucionario en este orden, mostrando más bien en
esto un espíritu conservador”. 86 Las características corporativas del régimen
colonial continuaron presentes en las prácticas sociales y políticas de las primeras
décadas independientes. En Salta, como en ninguna otra sociedad, las elites
patriotas o realistas convivieron y se identificaron como tales. A las mujeres, que
1
5 Sara Mata desechó las interpretaciones que explicaron la movilización revolucionaria por medio de la
adhesión de la plebe, como consecuencia de la relación clientelar. Según el enfoque observado, la distancia
social entre terratenientes y campesinos explicaría el hecho de que los grandes propietarios pudieran
movilizar detrás de ellos a los peones rurales. Mata tampoco concordó con aquellas explicaciones que
convirtieron a las huestes rurales en agentes capaces de movilizarse por motivaciones tales como la libertad
o la patria, o en sujetos constructores de discursos propios de los sectores dominantes. En Sara Mata, “La
guerra de independencia en Salta y la emergencia de nuevas relaciones de poder”, Andes N° 13, (2002): 115.
integraban al cuerpo familiar y estaban bajo la autoridad del padre o del esposo, la
guerra las convirtió en espías o en correos. Algunas incluso llegaron a intervenir
en el campo de batalla, como Juana Azurduy.2 Era común que estas damas
incorporasen en sus atuendos los colores del bando del cual eran partícipes. Las
prácticas políticas no abandonaron esa matriz organicista que caracterizaba a las
sociedades del Antiguo régimen. Güemes tuvo un entorno primario de referencia.
Este grupo estaba integrado por hacendados que tenían sus tierras en la llamada
región de la Frontera. Estaban, entre otros, José Francisco Gorriti, su hermano
José Ignacio, Antonio Fernández Cornejo y Manuel Puch, hermano de Carmen, la
esposa de Güemes. Fueron ellos quienes movilizaron a los campesinos, de sus
fincas y de la región, al campo de batalla. Estos hacendados, que junto al cuerpo
capitular habían legitimado la autoridad del gobernador en 1815 y 1818, eran los
encargados de cobrar los arriendos y tenían la facultad de dispensar el fuero
gaucho. De este modo el sistema de Güemes se convirtió en un instrumento de
control social en la región.
Radio Nacional
http://www.radionacional.com.ar/el-rol-de-las-mujeres-saltenas-en-la-politica/
Hanna Kenny
Democracia Paritaria: Mapa de Género en la Política Argentina 2020
https://oear.cippec.org/novedades/democracia-paritaria-mapa-de-genero-en-la-
politica-argentina-2020/
Córdoba 2000 50 39
Formosa 1995 30 33
Jujuy 2010 30 33
La Pampa 1994 30 33
Santa Fe 1992 30 32
Chaco 1992 30 31
Corrientes 1992 30 31
Mendoza 1992 30 31
Misiones 1993 30 30
La Rioja 1992 30 28
Tucuman 1994 30 24
Neuquén 1996 30 23
Salta 1992 30 20
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