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Fisiología

Los ácidos grasos libres son liberados de la lipoproteína por una enzima llamada lipasa lipoproteíca;
éstos ácidos grasos libres entran al adipocito, donde son reensamblados en triglicéridos.
Aproximadamente el 87% del tejido graso de los humanos está compuesto por lípidos.

Existe un constante flujo de ácidos grasos libres. Dichos fluidos son controlados por la insulina y la
leptina. Si tenemos una concentración elevada de insulina existe un incremento en el flujo de ácidos
grasos libres, cuando la insulina baja, los ácidos grasos pueden ser liberados del tejido adiposo. La
secreción de insulina es estimulada por la concentración elevada de azúcar o glucosa en sangre debido al
consumo de carbohidratos.

En humanos, la lipólisis (hidrólisis de triglicéridos en ácidos grasos) es regulada por el balance controlado
de los receptores andrógeno-B lipolítico y el receptor androgénico a2A, mediando la anti-lipólisis. Los
adipocitos tienen un papel fisiológico importante en la regulación de los niveles de los triglicéridos y los
ácidos grasos libres, así mismo determinan la resistencia a la insulina.

La grasa abdominal tiene un metabolismo diferente, siendo más propenso a inducir la resistencia a la
insulina. Esto explica porque la obesidad central es un precursor de la intolerancia a la glucosa siendo un
factor independiente a enfermedades cardiovasculares (aún en la ausencia de diabetes mellitus e
hipertensión).26

En 2009 se realizaron estudios a monos hembra, en la Universidad de Wake Forest, en los cuales se
descubrió que los individuos que sufrían de niveles altos de estrés tenían niveles más altos de grasa
visceral en el cuerpo. Esto sugiere una posible causa-efecto donde el estrés promueve la acumulación de
grasa visceral, lo cual se convierte en la causa de cambios hormonales y metabólicos que contribuyen a
la aparición de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. Recientes avances en
biotecnología han permitido la cosecha de tejido adiposo de células adultas, permitiendo la estimulación
del tejido utilizando las propias células del paciente. Aunado a eso se sabe que las células diferenciadas
en adipocitos tanto de humanos como de animales, pueden ser reprogramadas a ser células
pluripotenciales sin la necesidad de células de cultivo.27El uso de células propias del paciente reduce el
riesgo de rechazo y evita problemas éticos asociados al uso de células madre de un embrión.

El tejido adiposo es una gran fuente de aromatasa, que tanto en hombres como en mujeres contribuye a
la producción de estradiol. Las hormonas derivadas de adipocitos incluyen:
Adiponectina

Resistina

Activador e inhibidor de plasminógeno (PAI-1)

TNF∝

IL-6

Leptina

Estradiol

El tejido adiposo también secreta un tipo de citosinas, llamadas adipocinas, las cuales actúan en las
complicaciones asociadas a la obesidad.

Grasa marrón

Sección de grasa parda intraescapular de ratón vista al microscopio electrónico.

El tejido adiposo marrón es una forma especializada de tejido adiposo en humanos, roedores, mamíferos
pequeños y en algunos animales hibernadores. Se encuentra principalmente alrededor del cuello y en
grandes vasos sanguíneos del tórax. Este tejido especializado puede generar calor por
"desacoplamiento" de la cadena respiratoria de la fosforilación oxidativa dentro de la mitocondria. El
proceso de desacoplamiento se refiere a cuando los protones por el gradiente electroquímico pasan a
través de la membrana mitocondrial interna, la energía de este proceso se libera en forma de calor en
lugar de ser utilizada para generar ATP. Este proceso termogénico puede ser vital en los recién nacidos
expuestos al frío, que a su vez requieren de esta termogénesis para mantener el calor, ya que son
incapaces de temblar, o realizar otras acciones para mantenerse calientes.28

Los intentos de simular este proceso de manera farmacológica hasta ahora han sido insatisfactorios (e
incluso letales).2930)Las técnicas para manipular la diferenciación de la “grasa marrón” se han
convertido en un mecanismo para una terapia de pérdida de peso en un futuro, fomentando el
crecimiento de tejido con este metabolismo especializado sin inducirlo en otros órganos.

Hasta hace poco tiempo se pensaba que el tejido adiposo marrón estaba limitado principalmente a la
etapa infantil en los seres humanos, pero la nueva evidencia ha anulado esa creencia. El tejido
metabólicamente activo presenta respuestas de temperatura similares a las del tejido adiposo marrón,
esto se registró por primera vez en el cuello y el tronco de algunos adultos humanos en 2007,31y la
presencia de tejido adiposo marrón en los adultos humanos se verificó posteriormente histológicamente
en las mismas zonas anatómicas.323334

Genes

La hipótesis del gen ahorrador (también conocida como la hipótesis de hambre) afirma que en algunas
poblaciones, el cuerpo sería más eficaz en la retención de grasa en tiempos de abundancia, con lo que
dotarían una mayor resistencia a la inanición en tiempos de escasez de alimentos. Esta hipótesis ha sido
desacreditada por los antropólogos físicos, fisiólogos y el autor de la propuesta original.35

En 1995, Jeffrey Friedman, en su residencia en la Universidad Rockefeller, descubrió la leptina, proteína


que al ratón genéticamente obeso le faltaba.36 La leptina es producida en el tejido adiposo blanco y por
señalización al hipotálamo. Cuando los niveles de leptina bajan, el cuerpo lo interpreta como pérdida de
energía, y el hambre aumenta. Los ratones que carecen de esta proteína comen hasta cuatro veces su
tamaño normal.

Sin embargo la leptina, desempeña una función diferente en la obesidad por dieta en roedores y
humanos. Debido a que los adipocitos producen leptina. Los niveles de leptina son elevados en la
obesidad. Sin embargo, sigue siendo el hambre, y, cuando los niveles de leptina caen debido a la pérdida
de peso, aumento de hambre. La caída de la leptina es mejor visto como una señal de hambre que el
aumento de la leptina como una señal de saciedad.37 Sin embargo, la elevación de leptina en la
obesidad se conoce como resistencia a la leptina. Los cambios que ocurren en el hipotálamo para dar
lugar a resistencia a la leptina en la obesidad son actualmente el foco de investigación de la obesidad.38

Los defectos genéticos en el gen de la leptina (ob) son poco frecuentes en la obesidad humana.39A
partir de julio de 2010, solo han sido identificadas en todo el mundo 14 personas de cinco familias que
llevan un gen mutado ob (una de las cuales fue la primera causa identificada de obesidad genética en los
seres humanos): dos familias de origen pakistaní que viven en el Reino Unido, una familia que vive en
Turquía, uno en Egipto y otro en Austria.4041424344- y otras dos familias se han encontrado que llevan
un obreceptor mutado.4546 otros han sido identificados genéticamente como parcialmente deficientes
en leptina, y, en estos individuos, los niveles de leptina en el extremo inferior del rango normal se puede
predecir la obesidad.47Varias mutaciones de genes que implican las melanocortinas (utilizados en la
señalización del cerebro asociada con el apetito) y sus receptores también han sido identificados como
causantes de la obesidad en una porción más grande de la población que las mutaciones de leptina.48En
2007, los investigadores aislaron el gen adiposo, los investigadores establecieron como hipótesis que
este gen sirve para mantener a los animales delgados durante tiempos de abundancia. En ese estudio, el
aumento de la actividad del gen adiposo se asoció con animales más delgados.49Aunque sus
descubridores denominaron a este gen el gen adiposo, este no es un gen responsable de la creación de
tejido adiposo.

Propiedades físicas

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