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¿Induce a error el principio de causalidad?


Misleading to the principle of causality?

Ander Retolaza. Psiquiatra.


Red de Salud Mental de Bizkaia.

“La razón por la que la física ha dejado de buscar las causas es que en realidad no exis-
ten. La Ley de causalidad como mucho de lo que se da por bueno entre los filósofos, es
una reliquia de una época pasada que sobrevive, como la monarquía, porque se supo-
ne erróneamente que no hace ningún daño”. ( B. Russell).

Resumen: ¿Por qué nos preguntamos sobre el por qué de las cosas? ¿Por qué tiene que
ocurrir una cosa porque otra haya ocurrido antes? ¿Es siempre así? ¿Qué quiere decir
antes o después en determinados ámbitos de la ciencia? ¿Cómo establecemos o medi-
mos las secuencias temporales? ¿Y las causales? ¿Cambian las cualidades de un objeto
en observación por el simple hecho de ser observado? ¿Afecta esto en algo a nuestras
teorías sobre el trastorno mental?
Palabras clave: Principio de causalidad; Causalidad física; Causalidad filosófica; Causa-
lidad en biología, Modelo Bio-psico-social
Abstract: Why do we ask about the cause of the things? Why anything has to occur as the
result of other thing that has occurred before? Is it always like that? What’s the meaning
of the words after or before in particular regions of the science? How we establish or
measure up the time sequences? And the causal sequences? Are the qualities of an
object changed by the simple fact of being observed? Are ours theories about the men-
tal disorder affected by this events?
Key words: Principle of causality, Physical causality; Philosophical causality; Biological
causality; Bio-psycho-social model

1. Introducción sentido estricto, en el que quiere aparecer como


tal) se usa con demasiada laxitud.
En la vida común la idea de causalidad se nos
aparece como una parte fundamental de la expe- Es el de la ciencia moderna el ámbito de experien-
riencia humana. El hecho de buscar relaciones cia en el que más dificultades se le imponen a una
entre las cosas, y particularmente entre las accio- idea simple de causalidad. Y, tal vez, sea el de la
nes y sus consecuencias, viene a ser como el religión, por lo menos en sus manifestaciones
modo humano de entender el mundo y adaptarse más tradicionales, aquél en el que todavía la idea
al mismo y figura de una manera sustancial en el tiene mayor predicamento. Después de todo, para
aprendizaje del niño. La repetición, el reiterar empezar, tenemos que explicarnos de alguna
determinadas acciones y confirmar lo que ocurre manera cómo fue el origen del mundo conocido y
tras ellas, es un mecanismo esencial de nuestra de nosotros mismos como especie. Y para hacerlo
manera de aprender. Sin embargo el concepto de parece ineludible encontrar algún tipo de princi-
causa, tanto en el lenguaje común como en el pio, material o inmaterial, que pusiera todo en
literario e, incluso a veces, en el científico (o, en movimiento.

Norte de salud mental, 2011, vol. IX, nº 40: 72-89.


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¿Induce a error el principio de causalidad?

Entre las ciencias biológicas el principio de cau- representación mental) que intentan explicar
salidad es un viejo conocido y muchos de nues- algunos aspectos de la misma y que no deben
tros antecesores han tenido que pelearse con él ser confundidos con ella. Quizá esta visión
a la hora de encontrar explicaciones plausibles escéptica ayude a ver con una cierta dosis de
a muy diversos fenómenos, desde el origen y desconfianza cualquier tipo de versión definiti-
evolución de las especies (genética versus va sobre la naturaleza del trastorno mental,
ambiente) hasta la causas (inmediatas o últi- aunque esa versión sea la que más nos guste a
mas) del enfermar humano y la mejor manera de cada uno.
combatirlo. Sin ir más lejos, en el territorio de la
salud mental (al que algunos prefieren llamar Jerarquia de sistemas Ciencias de referencia
simplemente psiquiatría, y otros psicología, a (niveles de organización)
fin de acotar el territorio y evitarse pantanos
epistemológicos), llevamos tiempo debatiendo, Biosfera Ciencias sociales
sin llegar aparentemente a ninguna conclusión
definitiva, sobre las causas biológicas, psicoló- Sociedad
gicas o sociales del malestar, trastorno o enfer- Cultura-Subcultura
medad mental (que cada uno se quede con el
término más de su gusto) que afecta a muchas • Comunidad
personas. La solución, al menos provisional,
parece que ha venido del consenso y del pacto • Familia
de no agresión entre las partes. El llamado
Pareja Psiquiatría-Psicología
modelo multicausal unas veces, o bio-psico-
social, otras, y plasmado de una manera ejem- Persona
plar en el famoso esquema de niveles diseñado (experiencia y conducta)
por Engel (1913-1999), resume de una manera
muy gráfica el estado actual de la cuestión. Ello Sistema Nervioso Ciencias biológicas
no impide que cada una de las partes aspire a la
victoria definitiva y siga planteando la posibili- Organos y sistemas
dad de explicaciones y modelos causales, más o • Tejidos
menos excluyentes, definitivos, últimos o, con
mayor humildad, de mayor peso dentro de un Células
espacio pluricausal, hoy por hoy compartido
con incómodos compañeros. Organelas

En las siguientes páginas no intentaremos dar ni Moléculas Ciencias físico-químicas


quitar la razón a ninguno de estos modelos
explicativos. Cada uno tiene sus razones, que Atomos
entendidas dentro de su dominio teórico (o sea,
Partículas subatómicas
dentro de sus límites epistemológicos) y su con-
secuente aplicación técnica, han contribuido a Teoría General de Sistemas. Adaptada de Engel GL. The cli-
solucionar muchos problemas prácticos y mejo- nical application of the biopsychosocial model. American
rar la vida de bastantes pacientes en el ámbito Journal of Psychiatry, 1980; 137: 535-544.
de la asistencia psiquiátrica (o psicológica) de
nuestros días. Lo que se intentará, más bien, es Así que empecemos por el principio. La pregunta
delimitar un espacio previo, relacionado con es: ¿Por qué tiene que ocurrir una cosa porque
nuestra manera de pensar y ver las cosas que, otra haya ocurrido antes?
sin mayor pretensión, quiere propiciar una
visión crítica de nuestros hábitos cotidianos de En cuanto empezamos a analizar las cosas con
pensamiento. Después de todo debemos empe- un poco de profundidad se nos aparecen como
zar a aceptar que no tenemos ni idea de cómo es más complicadas de lo que creíamos. Nuestros
la realidad de las cosas y que sólo disponemos más antiguos y doctos sabios, esos que pertene-
de modelos teóricos (es decir de esquemas de cen al mundo que denominamos clásico, nos

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ilustran al respecto. Dejémonos llevar de la la teoría de la evolución, por ejemplo, incluida


mano por algunos de ellos. Para Aristóteles exis- la evolución de la mente humana. Sin ir más
ten los cuatro tipos de causa que señalamos a lejos, y aunque sólo sea una manera con la que
continuación: el autor intenta ilustrarnos, Richard Dawkins,
en su famoso libro El Gen Egoísta, consigue
Causa material: el mármol para una estatua, la hacernos entender muchos aspectos de gené-
existencia del miocardio y su necesidad de tica y comportamientos evolutivos de diversas
riego sanguíneo para el infarto de miocardio. especies desde la perspectiva finalista de un
gen (o grupo de genes) que intenta (casi cons-
Causa eficiente: la mano del escultor para la cientemente) sobrevivir y perpetuarse a través
estatua, el trombo para el infarto. de la evolución. Lo más importante a los efec-
tos de lo que nos estamos planteando aquí, es
Causa formal: el canon de belleza para la esta- que el modelo explicativo teleológico funciona
tua, la necesidad de nutrientes para el infarto. y sirve al autor para entender y exponer muy
diferentes hechos procedentes de la observa-
Causa final: depende de posiciones a priori: el ción y la experimentación como si estos
deseo de aumento de la belleza en el mundo hechos pretendieran un fín por sí mismos.
para la estatua, la necesidad de que existan ¿Realmente lo pretenden o es que el concepto
cardiólogos para el infarto. mismo de evolución no puede ser entendido
sin un para qué?
Tipos de causa en Aristóteles.

Quizá algunas de estas causas no nos parez- Evidentemente varios si no todos los tipos de
can las más relevantes, o las que más nos inte- causalidad que Aristóteles nos plantea se sola-
resan a cada uno a la hora de analizar y expli- pan. Por otro lado, y como venimos diciendo,
car los fenómenos que nos preocupan, pero el no es infrecuente encontrar esta visión finalis-
análisis que con esta descripción se nos ofrece ta en Biología, pero planteada de forma inco-
ayuda a ir separando el trigo de la paja. De rrecta, como se observa en expresiones como
entrada una cuestión interesante se nos revela las que siguen: “El sistema inmunológico está
en la que Aristóteles refiere como causa final. para defender al individuo de ataques exter-
Resulta que algunas causas (teóricas) podrían nos”. ¿Está sólo para esto? “La Evolución cul-
relacionarse con ciertos fines (prácticos) que mina con la aparición del homo sapiens” ¿No
nos proponemos en determinados ámbitos de sería un error de la propia evolución, a todas
la vida. Por ejemplo de la pretensión de curar, luces evidente, considerar a nuestra especie
sanar o aliviar a las personas de sus padeci- como la última cima evolutiva? Un problema
mientos físicos o mentales, podría derivarse importante de las perspectivas teleológicas es
una cierta manera de analizar los fenómenos que pueden derivar en interpretaciones de este
morbosos y sus causas que, tal vez, no sería la estilo, siempre contaminadas de ribetes de
misma si nuestras pretensiones fueran otras, cariz mitológico o sagrado, más propias de la
como por ejemplo, explicar la evolución de las religión que de la ciencia. No en vano algunos
especies. Tradicionalmente la teleología (la de los sesgos y errores que se relacionan con
pretensión finalista de las cosas, el postular un un mal entendimiento del principio de causali-
para qué) se ha intentado aislar de toda teoría dad, derivan probablemente de ciertos plante-
científica seria, que desde una perspectiva amientos que, desde un principio, tuvieron su
positivista debe interrogarse ante todo sobre origen en las elucubraciones de la teología. La
el por qué. Ésta ha venido siendo una actitud necesidad de aceptar la existencia de dios (o
científica relevante hasta nuestros días, espe- más bien la imposibilidad de negarla) obligaba
cialmente en el mundo de la física. Sin embar- a relacionar indisolublemente origen y fin del
go, cuando consideramos el ámbito de la biolo- mundo (causa y finalidad) con el sentido, es
gía las cosas no se presentan del mismo modo. decir, la dirección en la que iba un universo crea-
Sin una cierta dosis de teleología, no es fácil do por dios. Principio y fin de las cosas, Alfa y
plantear ni entender algunas aportaciones de Omega.

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En la relación de causa podemos distinguir varios 2. La causalidad entre los filosofos


elementos, tal y como se expone en la siguiente
Empecemos por el llamado Principio de Razón
tabla:
Suficiente. Este principio tiene antecedentes a lo
Elemento inicial (A) o causa: su definición largo de la historia de la filosofía. Pero general-
depende del modelo. Pueden ser causas: mente se atribuye a Gottfried Wilhelm Leibniz
a. Acciones intencionales (p.e. administración (1646-1716), quien lo formula en diversas ocasio-
de un tratamiento). Son las más claras. nes a lo largo de su obra:
b. Acciones no intencionales: por ejemplo,
naturales (lluvia), hechos (fumar). “...que jamás ocurre algo sin que haya una
causa o al menos una razón determinante, es
c. Atributos (sexo), constructos (inteligencia).
decir, algo que pueda servir para dar razón a
Dado que no se definen en función de cam-
priori de por qué algo existe y por qué existe
bios, a veces en lugar de causas se habla de
de esta manera más bien que de otra manera”.
determinantes. Por ejemplo, determinantes
Teodicea, I, 44.
biológicos de la conducta humana.
“Nuestros razonamientos están fundados sobre
Elemento final (B) o efecto que se define en
dos grandes principios: el de contradicción..., y
términos de cambio con respecto a:
el de la razón suficiente, en virtud del cual consi-
a. La situación previa. deramos que ningún hecho podría hallarse ser
b. Lo que hubiera pasado si no hubiera ocurri- verdadero o existente, ningún enunciado verda-
do la causa. Es la que plantea más proble- dero, sin que haya una razón suficiente por la
mas en el diseño experimental: necesidad que ello sea así y no de otra manera, si bien
de control. estas razones las más de las veces no nos pue-
dan ser conocidas”. Monadología, §31-32.
Relación entre ambos: Algunos autores la defi-
nen exclusivamente como funcional en el sen- Principio de razón suficiente.
tido de función matemática.
Entre los antecedentes más claros del principio
Elementos de la relación causal. de razón suficiente está la propuesta de Tomás
de Aquino (1224-1274), que en la segunda de sus
La relación entre el elemento causal (A) y el ele- Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios
mento final (B), además de funcional-matemáti- se había basado en un principio muy similar, al
ca, como lo es, por ejemplo, para Bertrand que llamó principio de causalidad eficiente. Más
Russel, puede ser definida, según lo hacen otros o menos resumida expondremos su argumenta-
autores, también como condición. La relación ción en las siguientes líneas:
condicional puede ser:
1. Nos consta por experiencia que hay en el
1. Necesaria y suficiente: Si A, entonces B y si mundo sensible un orden determinado
B, entonces A. entre las causas eficientes, pues todas
están subordinadas esencialmente entre sí
2. Necesaria y no suficiente: Si A, entonces B o para la producción de un efecto común.
no B y si B, entonces A.
2. Pero no se da, ni es tampoco posible, que
3. No necesaria y suficiente: Si A, entonces B y una cosa sea causa de sí misma, ni en el
si B, entonces A o no A. orden del ser ni en el de la operación, pues
4. No necesaria y no suficiente: Si A, entonces en tal caso habría de ser anterior a sí
B o no B y si B, entonces A o no A. misma, y esto es imposible.

Relación condicional. 3. Ahora bien, esa serie de causas eficientes,


subordinadas esencialmente entre sí, no se
El cuarto caso es el más difícil de establecer por puede prolongar indefinidamente, porque
su ambigüedad, pero es el más frecuente en las siempre que hay causas eficientes subordina-
ciencias biológicas. das, la primera es causa de la intermedia, y

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ésta causa de la última. Cada una de estas la forma en que son formuladas las proposiciones
causas actúa por influjo de las causas que la de la ciencia: “No es obligatorio que algo tenga
preceden. Y así tenemos que, suprimida una que ocurrir porque otra cosa haya ocurrido. Sólo
causa se suprime su efecto. Por consiguiente, hay una necesidad lógica. Toda la visión moderna
si no existiese una causa primera, tampoco del mundo se basa en el espejismo de que las lla-
existiría la intermedia, ni la última. Si se pro- madas leyes de la naturaleza explican los fenóme-
longase indefinidamente la serie de causas nos de la naturaleza”. (Tractatus 6.37-.371).
eficientes, no habría causa eficiente primera
y, por tanto, no habría efecto último, ni causa
eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces.
Por consiguiente, es necesario que exista una
causa eficiente primera.

4. Esta causa eficiente primera, que no es cau-


sada por ninguna otra, a la que están subor-
dinadas todas las demás causas; es decir,
esta causa eficiente incausada es llamada
por todos Dios. Luego Dios existe.

Curiosamente el Tomismo no acepta que una


cosa material, animal o humana sea origen
(causa) de sí misma, pero sí un ser (Dios) que lo
sea. Y no ve en ello ninguna contradicción lógica.
Sin embargo en la historia de la filosofía ha habi-
do autores más escépticos que han avanzado
muchas de las que hoy son (o debieran ser) Según esta concepción la causalidad es sencilla-
nuestras posiciones modernas. Por ejemplo mente una necesidad de tipo lógico, necesaria
siguiendo a Hume (1711-1776), pero con un len- para nuestro pensamiento, pero ajena al mundo
guaje más actual, podemos encontrar algunas natural. El nexo causal no es nunca un hecho
características de la relación causal: observable, sino inferido a partir de los datos
disponibles y, por lo tanto, sujeto a revisión
a) Temporalidad: la causa precede al efecto. cuando nuevos datos contradigan o amplíen la
información a nuestro alcance. Esta visión de
b) Dirección: la relación va de la causa al efecto. Wittgenstein, a primera vista tan contraria a
nuestra intuición inmediata del mundo y sus
c) Asociación: entendida como cuantificación fenómenos, no es nueva en la historia de las
de la constancia de la relación. ideas. Más bien al contrario tiene una larga his-
toria que conviene rastrear. Ya hemos menciona-
Pero demos un salto en el tiempo y veamos el plan- do a David Hume quien había sometido a profun-
teamiento radicalmente crítico que sobre el princi- da crítica la noción de causalidad.
pio de causalidad expuso un filósofo de nuestra
época como fue Ludwig Josef Johann Wittgenstein ¿Qué significa la causalidad para el pensamien-
(1889-1951), uno de los padres de la filosofía analí- to? Hume opina que todo parte de un cambio
tica, que tanta influencia ha tenido en las teorías observado en la naturaleza de las cosas, de un
sobre la ciencia actuales. Según el análisis que movimiento, una acción. Un suceso es pensado
este autor efectúa en su obra más conocida de una manera tan unida a otro suceso, en cone-
(Tractatus Logicus Philosophicus), el mundo es xión temporal o espacial con él, que éste último
totalmente contingente. Es un agregado de esta- se nos aparece como necesaria consecuencia del
dos de cosas independientes entre sí. Lo que expe- primero. ¿Cómo podemos entender como necesa-
rimentamos como conexiones entre sucesos, es ria una conexión semejante? De ninguna manera,
decir el nexo causal es una superstición. La causa- responde Hume. Nada nos autoriza a ello. Esta
lidad no es una ley presente en la naturaleza, sino conexión no es, ni mucho menos, obligatoria. La

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representación mental de una causa sólo podría contradicción, principio de tautología) la induc-
entenderse como necesaria en caso de que ción no pertenece sensu estricto al mundo de la
correspondiera a una impresión causal. Hume lógica, que sólo funciona bien cuando es deducti-
llama impresión a aquello que se nos da como va. Un buen ejemplo de estas dificultades, y que
un hecho y está presente en nosotros por medio era muy del gusto de Bertrand Russel, es el del
de la percepción, provenga ésta del exterior o del pavo inductivista. Se trata de una sencilla histo-
interior del sujeto. Se trata pues de un dato que ria. Un joven pavo, sin gran experiencia previa de
sólo puede provenir de la experiencia sensible, contacto con humanos, es adquirido por una fami-
de los sentidos. Está claro que ninguna repre- lia e introducido en un corral junto con otras aves.
sentación causal tiene este origen. Nuestro pavo observa cómo día tras día es ali-
mentado de forma segura por sus amos y, además
Todo lo que uno puede percibir, además de las de una manera no sólo muy nutritiva sino también
cualidades de las cosas, es la coexistencia y la muy de su gusto. Observa así mismo cómo su ali-
sucesión de determinadas sensaciones. Se mentación es superior en cantidad y calidad a la
puede contemplar cuantas veces se quiera un del resto de las aves del corral. Con el correr de las
proceso, por ejemplo una bola de billar en repo- semanas se da cuenta también de que su cuerpo
so que es impulsada al movimiento por otra que va adquiriendo un aspecto magnífico. Deduce de
choca con ella. Si me limito estrictamente a lo todo ello que quizá sea un poco superior al resto
percibido, lo único que veo es que a un proceso de las aves y comienza a pavonearse de ello. Todo
le sigue otro. Lo que la percepción me muestra se interrumpe de manera brusca el día de Navidad
es una mera sucesión de acontecimientos, una cuando nuestro pavo comprueba en su propia
secuencia de hechos, no una consecuencia. Se carne cómo le cortan el cuello, lo despluman y
trata más bien de un orden sucesivo, no de una finalmente lo introducen en la cazuela. Obvia-
necesidad natural. Por supuesto si observo una mente el pavo había hecho una deducción erró-
y otra vez la misma relación entre dos estados de nea a partir de algunos acontecimientos de los
cosas (dentro de un nexo temporal y espacial que como mucho se podía inducir una probabili-
definido) se me impone la idea de que ambas tie- dad. El problema de toda inducción es simple:
nen una relación causal implícita a ellas mismas ¿Cuántas veces es necesario reiterar un experi-
y, además, necesaria. Sin embargo esta relación mento para asegurar que podemos derivar de él
sólo puede ser deducida, mediante un mecanis- un axioma de la ciencia? ¿Cómo podemos estar
mo lógico de orden interno al sujeto, presente en seguros de que A es la causa de B?
el observador, pero no obligatoriamente en el
suceso observado. Según Hume se trata de una Inmanuel Kant (1724-1804) desarrolló y amplió la
compulsión psicológica que no es objetiva y fun- visión de Hume sobre la noción de causalidad.
ciona como un mero hábito, una costumbre. Acabamos de señalar cómo este último negaba
Nuestra expectativa de que al suceso A le sigue toda validez objetiva al principio de causalidad,
el suceso B, se basa en el hecho de que, hasta situándolo en el lado subjetivo del sujeto que
ahora, siempre ha ocurrido así y, por lo tanto, observa un fenómeno natural. Kant concede
deducimos que en el futuro seguirá ocurriendo plena validez a este punto de vista. Como Hume,
lo mismo. Se trata de un tipo de creencia basado entiende que la idea de un nexo causal nunca
en la repetición de las observaciones y válida pude derivarse de la percepción, sino que proce-
para un uso práctico cotidiano, pero en absoluto de del propio entendimiento humano. Y sin
incontrovertible. ¿Cuántas veces es necesario embargo concede que esta noción vale de una
observar un fenómeno de estas características forma universal y necesaria para toda experien-
para alcanzar la seguridad absoluta de que la cia. Deduce que ello es posible debido a la propia
próxima vez será exactamente igual a la ante- estructura de nuestro entendimiento que estam-
rior? No hay respuesta a esta pregunta. pa sus formas en la materia prima proporcionada
por la sensibilidad. De esta manera aparece
Estamos en el terreno de la inducción y de los siempre presente en la experiencia humana.
problemas que ésta plantea a la ciencia. A dife- Recuérdese que Kant, en su exploración sobre los
rencia de la deducción, que sigue mecanismos límites y las capacidades del entendimiento
lógicos y se rige por reglas precisas (principio de humano (expuesta en su Crítica de la Razón Pura)

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desarrolló el concepto de formas de sensibilidad los sistemas clásicos, está el hecho de que en la
interna, como formas a priori de este entendi- mecánica cuántica se nos presenta junto con una
miento, es decir propias del mismo y previas a evolución determinista de los acontecimientos
toda experiencia sensible. Entre ellas situaba no (recogida en la ecuación de Schrödinger), una
sólo las nociones de tiempo y espacio, sino toda evolución no-determinista recogida en otros
una serie de categorías (de cantidad, de cuali- postulados. En la Mecánica Relativista, de acuer-
dad, de relación, de modo) entre las que la rela- do con los postulados comunes de la física new-
ción de causa-efecto ocupa un lugar destacado. toniana, la causa precede al efecto en el tiempo.
Así pues, como Hume, sitúa a la causalidad en el Sin embargo, en la física moderna, el concepto
lado subjetivo de la experiencia de conocimiento. más simple de causalidad ha necesitado ser cla-
Pero esta subjetividad no tiene nada de arbitra- rificado. Por ejemplo, en la teoría de la relativi-
ria, sino que deriva de la estructura de nuestro dad especial, el concepto de causalidad se man-
entendimiento fundamentalmente basada en el tiene y el significado de preceder en el tiempo
lenguaje y sus reglas. sigue siendo absoluto y no depende del observa-
dor. No pasa lo mismo con el concepto de simul-
taneidad cuando los eventos no están relaciona-
3. La causalidad en la física dos causalmente, que en este caso sí pasan a
Al igual que hemos visto que ocurría en la filoso- depender del observador. Consecuentemente, el
fía hasta la época de la Ilustración, en la física principio relativista de causalidad dice que la
clásica se asumía que todos los eventos están causa precede a su efecto para observadores
causados por otros anteriores y que dicha causa- inerciales. Esto implica que, en términos de la
lidad es expresable en términos de leyes de la teoría de la relatividad especial, una condición
naturaleza. Dicha pretensión llegó a su punto necesaria para que A sea causa de B, es que B
más alto con Pierre-Simon Laplace (1749-1827), sea un evento que pertenece al cono de luz de A
quien afirmó que si se conoce el estado actual (en términos de distancias espacio-temporales
del mundo con total precisión, uno puede prede- se dice que A y B están separados por un inter-
cir cualquier evento en el futuro. Esta perspecti- valo temporaloide). A pesar de lo que nos han
va se conoce como determinismo o más precisa- mostrado algunas obras de ciencia ficción, en los
mente como determinismo causal. supuestos bajo los cuales la teoría de la relativi-
dad especial es adecuada para describir el
Aunque el determinismo de Laplace parece mundo, resulta imposible no sólo influir en el
correcto respecto a las ecuaciones aproximadas pasado, sino también en objetos distantes
de la física clásica, la teoría del caos ha añadido mediante señales que se muevan más rápidas
algunas complicaciones a este planteamiento. que la velocidad de la luz.
Muchos sistemas presentan una fuerte sensibili-
dad a las condiciones iniciales, lo que significa Sin embargo, se sospecha que, aún con todas
que, en ciertos casos, situaciones iniciales muy estas sutilezas, el principio de causalidad sigue
similares pueden conducir a comportamientos siendo un concepto válido de toda teoría física
muy diferentes a largo plazo. Eso sucede por realista. Así, parece que la noción de que los
ejemplo con el tiempo atmosférico. Hasta fines eventos pueden ser ordenados en causas y efec-
de los años 80 del pasado siglo era habitual usar tos es necesaria para prevenir ciertas paradojas
superordenadores en la predicción del tiempo. del mundo que conocemos. La base de la causa-
Estas máquinas podían calcular en apenas lidad física son los procesos energéticos que
media hora un pronóstico aceptable del tiempo están gobernados por el principio físico de la
para el día siguiente en todo un hemisferio. Pero, conservación de la energía. El principio de cau-
aunque cada día se realizaban pronósticos para salidad postula que todo efecto (todo evento)
los siguientes diez días, los resultados de la pre- debe tener siempre una causa. El hecho de que,
dicción a partir del cuarto o quinto día diferían en idénticas circunstancias, una causa tenga
sensiblemente de lo previsto por el ordenador. siempre un mismo efecto se conoce como princi-
pio de uniformidad. Se usa para la búsqueda de
Más allá de la imposibilidad práctica de predic- leyes definidas, que asignan a cada causa su
ción causada por el comportamiento caótico de correspondiente efecto. Este principio refleja un

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comportamiento mecánico de la naturaleza, que Cuando un instante después midamos la segun-


hasta el Siglo XX se había aceptado e interpreta- da propiedad, obtendremos uno de los posibles
do en un sentido determinista. No obstante, a valores de esta segunda propiedad, pero no po-
principios de este siglo Heisenberg introdujo su demos predecir antes cuál. Sólo se puede prede-
principio de incertidumbre, que modificaba pro- cir la probabilidad con la que cada uno de los
fundamente el principio de causalidad clásico. valores posibles serán obtenidos.

Heisenberg y otros padres de la mecánica cuán- Para algunos autores, desde el punto de vista
tica introdujeron un modelo de átomo que filosófico, esto supone renunciar al principio de
renunciaba a la visión clásica de un compuesto causalidad. Podemos hallar dos sistemas físicos
de partículas y ondas. Se concluyó que estaba que han sido preparados exactamente del
condenado al fracaso cualquier intento de esta- mismo modo, pero tales que, al medir una
blecer analogías entre la estructura atómica y misma propiedad de ambos, obtenemos un
nuestra intuición sobre objetos macroscópicos. resultado distinto en cada caso. No existe ningu-
La formulación matemática de la teoría de na causa por la que hayamos obtenido los resul-
Heisenberg se llamó inicialmente mecánica tados diferentes. La Naturaleza no es determi-
matricial, porque requería del uso de matrices nista. Sin embargo, sí se pueden determinar con
del álgebra lineal clásica. Esta formulación resul- precisión las probabilidades de obtener las posi-
tó complementaria de la mecánica ondulatoria bles medidas. Y como los objetos macroscópicos
del físico austríaco Erwin Schrödinger. están formados por números gigantescos de
partículas, las predicciones probabilísticas cuán-
Usando esta mecánica, los niveles de energía u ticas acaban siendo, estadísticamente hablando,
órbitas de electrones se describen en términos totalmente precisas, lo que hace de la Mecánica
probabilísticos. En general, de una misma causa Cuántica una teoría extraordinariamente exacta.
no se deriva siempre un mismo efecto, sino que
existe una variedad de posibles efectos. Sólo se La interpretación descrita de la mecánica cuánti-
puede predecir (aunque, en principio, con una fia- ca es la que se ha impuesto con el tiempo, y se
bilidad determinista total) la probabilidad de que, le llama interpretación de Copenhague en honor
cuando la causa se produzca, ocurra cada uno de de la escuela del físico danés Niels Bohr.
los efectos. Este comportamiento resulta extraño Inicialmente, la renuncia al principio de causali-
para nuestra experiencia ordinaria. Su explicación dad en esta interpretación no fue aceptada por
la podemos resumir en algunos puntos, que muchos físicos, incluyendo a Einstein, quien afir-
deben aceptarse como postulados avalados por mó: “Dios no juega a los dados”. De hecho, el
miles de observaciones experimentales. propio Einstein, en colaboración con otros, ideó
un experimento en el que las conclusiones de la
Existen propiedades observables de la materia interpretación de Copenhague parecían absur-
que no se pueden medir simultáneamente. Por das. Bohr mostró que, aunque muy extrañas,
ejemplo, la posición y la velocidad de una misma estas conclusiones no lo son. Experimentos de
partícula (como es el caso del electrón) sería un este tipo fueron llevados a cabo a finales del
ejemplo de este tipo. Para ilustrar esa situación siglo XX y han confirmado la interpretación de
con un análogo clásico burdo, piénsese que, si un Copenhague.
microscopio es lo suficientemente sensible como
para hacer visible un electrón, deberá enviar una Sin embargo, esta interpretación se enfrenta toda-
cantidad mínima de luz u otra radiación apropia- vía a la llamada paradoja del gato de Schrödinger.
da sobre él, que lo haga visible. Pero el electrón Recordemos que Schrödinger, como Einstein, fue
es tan pequeño que este mínimo de radiación uno de los padres de la Mecánica Cuántica. Esta
(digamos, un fotón) es suficiente para hacerle paradoja, que afecta a la definición de lo que es un
cambiar de posición apenas lo tocara, de modo proceso de medida (la distinción entre la materia
que en el preciso instante de medir su posición, observada y la mente del observador), no ha podi-
alteraríamos ésta. Supongamos que hemos me- do ser aún explicada de forma satisfactoria. El gato
dido una de estas propiedades observables, de de Schrödinger o paradoja de Schrödinger es un
tal manera que conocemos con precisión su valor. experimento imaginario, concebido en 1935 por el

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físico Erwin Schrödinger para exponer uno de los por una regla estricta que defina su función de
aspectos aparentemente más extraños de la mecá- onda. La física cuántica postula que la pregunta
nica cuántica. Schrödinger nos propone un siste- sobre la vida del gato sólo puede responderse
ma formado por una caja cerrada y opaca que con- probabilísticamente. La paradoja ha sido objeto
tiene un gato, una botella de gas venenoso, una de una gran controversia (tanto científica como
partícula radiactiva con un 50% de probabilidades filosófica), al punto que Stephen Hawking ha
de desintegrarse en un tiempo dado y un disposi- dicho: «cada vez que escucho hablar de ese
tivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe gato, empiezo a sacar mi pistola», aludiendo al
la botella y el gato muere. suicidio cuántico, una variante del experimento
de Schrödinger.

Las consecuencias del principio de incertidum-


bre se constatan en todas las partes de la
microfísica, y acaban resultando asombrosas
cuando se extrapolan al universo en su conjun-
to. Así, desde los tiempos de Einstein, en 1930,
se sabía que el principio de incertidumbre tam-
bién llevaba a la imposibilidad de reducir el
error en la medición de energía sin acrecentar la
incertidumbre del tiempo durante el cual se
toma la medida. De hecho, al principio, Einstein
creyó poder utilizar esta tesis como trampolín
para refutar el principio de incertidumbre, pero
también Bohr mostró que la tentativa de
Einstein era errónea. A partir de los años 70 del
pasado siglo se han producido especulaciones
acerca de que el Universo comenzó como una
pequeña, pero muy masiva, partícula virtual
que se expandió con extrema rapidez y que aún
sigue expandiéndose. Según este punto de
Al depender todo el sistema del estado final de vista, el Universo se formó de la Nada y pode-
un único átomo que actúa según las leyes de la mos preguntarnos acerca de la posibilidad de
mecánica cuántica, tanto la partícula como la que haya un número infinito de Universos que
vida del gato estarán sometidas a ellas. De se formen (y, llegado el momento, acaben) en
acuerdo a dichas leyes, el sistema gato-disposi- esta Nada.
tivo no puede separarse en sus componentes
originales (gato y dispositivo) a menos que se En resumen, el principio de incertidumbre afectó
haga una medición sobre el sistema. Se dice que profundamente al pensamiento de físicos y filó-
el sistema gato-dispositivo está en un entrela- sofos. También ejerció una influencia directa
zamiento. Siguiendo la interpretación de Co- sobre la cuestión filosófica de causalidad, la rela-
penhague, mientras no abramos la caja, el siste- ción entre causa y efecto. Pero sus implicaciones
ma, descrito por una función de onda, tiene para la ciencia no son las que se suponen a
aspectos de un gato vivo y aspectos de un gato menudo. Se puede leer que el principio de incer-
muerto, por tanto, sólo podemos predicar sobre tidumbre anula toda certeza acerca de la natura-
la potencialidad del estado final del gato y nada leza, y muestra que, al fin y al cabo, la ciencia no
del propio gato. En el momento en que abramos sabe ni sabrá nunca hacia dónde se dirige, que el
la caja, la sola acción de observar modifica el conocimiento científico está a merced de los
estado del sistema tal que ahora observamos un caprichos imprevisibles de un universo donde el
gato vivo o un gato muerto. Esto se debe a una efecto no sigue necesariamente a la causa. Pero,
propiedad física llamada superposición cuántica tanto si esta interpretación es válida desde el
que explica que el comportamiento de las partícu- ángulo filosófico como si no, el principio de incer-
las a nivel subatómico no puede ser determinado tidumbre no ha modificado un ápice la actitud del

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científico ante la investigación. Y esto por varios da. Una consecuencia importante de la relación
motivos. de indeterminación es que este principio muestra
un cambio drástico en nuestra forma de ver a la
La incertidumbre también existe a un nivel clásico. Naturaleza, puesto que se basa en un conoci-
Por ejemplo, incluso si nos olvidamos de posibles miento exacto basado sólo en probabilidades y
efectos cuánticos, no se puede predecir con certe- en la imposibilidad verdadera de superar un cier-
za el comportamiento de las moléculas individua- to nivel de error respecto a un grado de exactitud
les en un gas. Sin embargo, estas moléculas aca- científica, debido a que este nivel de error se rela-
tan ciertas leyes termodinámicas, y su conducta es ciona de una manera directamente proporcional
previsible sobre una base estadística. Estas pre- con la velocidad de la luz, que es inalcanzable.
dicciones son infinitamente más precisas que las
de muchos economistas de prestigio o las de las Esto, demuestra exactamente que no existe el
compañías aseguradoras, que planifican su activi- determinismo científico, tal y como Laplace lo
dad (y obtienen beneficios) calculando con índices había formulado. La indeterminación no es solo
de mortalidad fiables, aunque les sea imposible algo relacionado con la medición, sino que
predecir cuándo morirá un individuo determinado. intrínsecamente las partículas tienen cierto ni-
vel de misterio cuántico. Incluso una medición
Ciertamente, en muchas observaciones científicas, ideal tendría indeterminación, porque la posi-
la incertidumbre es tan insignificante comparada ción de la partícula es sólo la probabilidad de
con la escala correspondiente de medidas, que se obtener una cierta medición, no una cantidad
la puede descartar para todos los propósitos prác- absoluta.
ticos. Uno puede determinar simultáneamente la
posición y el movimiento de una estrella, o un pla- 4. La causalidad en biología
neta, o una bola de billar, o incluso un grano de
arena con exactitud absolutamente satisfactoria. Con lo expuesto hasta aquí podremos afrontar
La incertidumbre entre las propias partículas sub- mejor la situación que se nos plantea a la hora
atómicas no representa un obstáculo, sino una de conocer e investigar sobre los fenómenos de
verdadera ayuda para los físicos. Se la ha emplea- la biología en general y del trastorno mental en
do para entender el modelo atómico (que resulta- particular. Expondremos ahora algunos modelos
ba inestable desde el punto de vista no cuántico), de causalidad que han sido planteados en el
esclarecer hechos sobre la radiactividad, sobre la ámbito de la biología a fin de poder entender y
absorción de partículas subatómicas por los núcle- explicar las dificultades derivadas de una correc-
os y otros muchos acontecimientos subatómicos. ta interpretación de los datos procedentes de la
En ello se emplea una economía lógica y una dosis observación clínica y de la experimentación. En
de razonabilidad muy superior de lo que hubiera Biología podemos encontrar los siguientes
sido esperable sin ella. modelos causales:

Modelo de Koch-Henle (sugerido por Koch a pro-


Es cierto que el principio de incertidumbre o, en
pósito de la tuberculosis y paradigmático en el
general, la física cuántica, se enfrenta a la parado-
estudio de enfermedades infecciosas). Más que
ja no resuelta del problema de la medición (el gato
un modelo es un conjunto de reglas de decisión
de Schrödinger). Pero ésta tiene sus orígenes en la
que asumen los principios siguientes:
distinción entre mente y materia, determinismo y
libre albedrío, y profundiza en ella como nunca • El microorganismo debe encontrarse siem-
antes habían imaginado los filósofos, o, al menos, pre en los casos de enfermedad.
la mayoría de ellos. El principio de incertidumbre • El microorganismo deberá poder ser aislado
significa que el universo es más complejo de lo en cultivo, demostrando ser una estructura
que se suponía, pero no irracional. viva y distinta de otras que pueden encon-
No obstante hay que recordar que el principio de trarse en otras enfermedades.
indeterminación apunta hacia una limitación • El microorganismo debe distribuirse de acuer-
sobre el tipo de experimentos realizables, no se do con las lesiones y ellas deben explicar las
refiere a la sensibilidad del instrumento de medi- manifestaciones de la enfermedad.

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• El microorganismo cultivado deberá ser • Ninguna de la causas componentes es


capaz de producir la enfermedad en el ani- superflua.
mal de experimentación.
• No exige especificidad. Un mismo efecto
Modelo de Bradford Hill. Más conocido como cri- puede ser producido por distintas causas
terios de Bradford Hill, aunque estrictamente no suficientes.
se trata criterios. Es un modelo paradigmático en • Una causa componente puede formar parte
el estudio de enfermedades no infecciosas, y de más de una causa suficiente para el
básico en todo el moderno desarrollo e interpre- mismo efecto. Si una causa componente
tación de resultados de los ensayos clínicos ale- forma parte de todas las causas suficientes
atorizados. Es importante destacar que asume de un efecto se la denomina causa necesaria.
los principios de la relación causal condicional
de tipo 4 señalada más arriba. Los criterios o • Una misma causa componente puede formar
principios que incluye son los siguientes: parte de distintas causas suficientes de dis-
tintos efectos.
• Fuerza de la asociación, medida con los índi-
• Si existen dos causas componentes de una
ces estadísticos apropiados.
causa suficiente se considera que tienen una
• Consistencia entre distintos observadores, en interacción biológica, es decir ninguna actúa
diferentes lugares, tiempos y circunstancias. por su cuenta. El grado de interacción puede
depender de otras causas componentes.
• Especificidad de las causas.
Características del modelo de Rothman.
• Temporalidad.
• Gradiente biológico en la relación dosis-res-
5. La causalidad en el ámbito psicológico
puesta.
y psiquiátrico: conclusiones
• Plausibilidad biológica.
Probablemente, tras las páginas anteriores,
• Coherencia con otros conocimientos previos. estamos en mejores condiciones para discutir
algunas relaciones de causa-efecto en el terreno
• Evidencia experimental. de las teorías psicológicas y/o psiquiátricas.
• Analogía con otras relaciones causales. Partiendo del generalmente aceptado esquema
de Engel, que ya hemos expuesto al inicio y que
Modelo de Rothman. Con más contenido teórico reconoce una pluricausalidad bio-psico-social
que los anteriores, contempla las relaciones multi- para la mayor parte de los trastornos psiquiátri-
causales. Fue desarrollado en el ámbito de la epi- cos, iremos revisando diversos supuestos más o
demiología y es el más adaptado a los métodos menos aceptados y algunas evidencias prove-
estadísticos multivariantes, como son los que nientes de diversas investigaciones.
resultan más útiles en el ámbito del estudio de los
trastornos mentales y sus tratamientos. Comencemos por las teorías biológicas. Para
empezar diremos que no está demostrado que la
Define causa como todo acontecimiento, condi- variación de los niveles de ningún neurotransmi-
ción o característica que juega un papel esencial sor (por ejemplo, el déficit de serotonina en la
en producir un efecto (por ejemplo una enferme- hendidura sináptica) sea la causa de ningún tras-
dad). Distingue entre: torno psiquiátrico (por ejemplo, la depresión). Lo
que ha sido puesto en evidencia mediante la
Causa componente: causa que contribuye a experimentación es que hay una asociación
formar un conglomerado que constituirá una entre ambos fenómenos y que corregir ese défi-
causa suficiente. cit de serotonina puede tener efectos beneficio-
Causa suficiente: conjunto de causas que pro- sos sobre los síntomas depresivos. El que ambos
ducen un efecto. fenómenos (déficit de serotonina y síntomas
depresivos) aparezcan relacionados, no nos da
Causa necesaria: ver más adelante. derecho a pensar que el uno sea consecuencia

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del otro. De hecho ambos podrían deberse a un la causa, sino la consecuencia, de sus dificulta-
tercer factor (otro neurotransmisor) o, incluso, des en el aprendizaje de la lectura.
relacionarse con una cadena de acontecimientos
no necesariamente siempre neuroquímicos. Por otro lado, las teorías genéticas se han con-
¿Puede una psicoterapia eficaz tener efectos vertido en el paradigma actual de la psiquiatría
beneficiosos sobre los niveles de serotonina? biológica. ¿Qué se hereda? En el terreno psiquiá-
Hay quienes piensan que sí y no parece descabe- trico, como en otros ámbitos de la medicina, en
llado el considerarlo como una posibilidad real. los que la expresión de los genes está mediada
Después de todo tampoco somos espíritus por complejos factores, parece que en la mayor
puros. Hay evidencia de que las psicoterapias parte de las ocasiones se hereda una predisposi-
pueden modificar el cerebro haciéndolo más fun- ción a adquirir una enfermedad, por ejemplo, la
cional. Existen investigaciones en este área que esquizofrenia, no la enfermedad en sí. Existe por
muestran cómo en el caso de trastornos de otro lado una indudable interacción que afecta a
diverso tipo (obsesivo compulsivo, trastorno una mutua influencia gen-gen, pero también
límite de personalidad, trastornos fóbicos o la ambiente-gen. Uno de los más conocidos es el
misma depresión, entre otros) y tras terapias caso, otra vez, de la depresión.
cognitivo-conductuales e interpersonales, se
podían apreciar significativos cambios neuroló- Los endofenotipos, o si prefiere, las expresiones
gicos en diversas zonas cerebrales. Lo que la genéticas de los sistemas neurales implicados en
investigación ha demostrado es la reversibilidad la depresión, han suscitado especial interés en el
de algunos procesos cerebrales o neuroquími- estudio de la patogénesis de este trastorno y su
cos, poniendo de manifiesto cómo los resultados tratamiento. Una particular atención ha sido foca-
de algunas psicoterapias son equiparables a los lizada en el polimorfismo funcional, que mediante
obtenidos mediante tratamientos de base neuro- variaciones en las secuencias de ADN podría alte-
química. Para más información en este campo se rar la expresión o funcionamiento final de algunos
pueden consultar algunas páginas de Internet, productos genéticos. Sin embargo el entusiasmo
por ejemplo el informe Evidence Is in: Psycho- generado hace unos años en lo relativo a poder
therapy Changes the Brain (autor Joan Arehart- asociar la depresión mayor con el polimorfismo
Treichel) publicado por la APA, o el de Joshua encontrado en el alelo (corto vs largo) del gen
Roffman: How Does Psychotherapy Change the transportador de la serotonina (5 - HTTLPR) y su
Brain: What Neuroimaging Has Taught us About consiguiente respuesta a los fármacos ISRS, no
Psychotherapy publicado en Psychiatry Academy ha podido ser suficientemente confirmado. Los
del Massachussets General Hospital en 2005. sucesivos estudios y meta-análisis desarrollados
no han logrado replicar los iniciales hallazgos.
Pero lo que no ha podido ser evidenciado de una
Mucho más cerca podemos encontrar similares manera específica en el terreno de la depresión
planteamientos. El Centro Vasco para el estudio puede resultar de importancia para avanzar en
del cerebro y el lenguaje, dirigido por Manuel nuestro conocimiento sobre la respuesta al
Carreiras, en 2009, publicó en la revista Nature, estrés. Como acabamos de mencionar, lo que la
un estudio del que se desprendía que, con el evidencia actual sugiere al respecto es que el poli-
aprendizaje de la lectura, varias áreas del córtex morfismo 5-HTTLPR estaría asociado con los ras-
cerebral desarrollaban mayor densidad de cuer- gos neuróticos de las personas y su respuesta al
pos neuronales. También evidenciaron un estrés de una manera genérica, de tal modo que
aumento de densidad en los axones interhemis- su variabilidad modificaría la respuesta al estrés
féricos del cuerpo calloso. Relacionaron estos de los sujetos, más que provocar de forma directa
hallazgos con el menor tamaño de estas áreas la depresión.
que suele verse en personas afectas de dislexia.
La mayoría de los autores interpretan que el défi- Entre la población homozigota (31% de las per-
cit neuronal es la causa de la dislexia, sin embra- sonas), que posee ambas versiones largas del
go la propuesta de Carreiras y su equipo invertía alelo del gen, se evidencia una mayor resisten-
la relación causa-efecto. Para ellos las diferen- cia a la depresión y una tendencia a no desarro-
cias cerebrales halladas en los disléxicos no son llarla incluso ante la presencia de estresores

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importantes. Entre la población heterozigota de probabilidades de sobrevivencia en entornos


(51% de la población), con un alelo corto y otro paradójicos o de gran incertidumbre, etc…).
largo del gen, se observa una mayor vulnerabili- Situar el problema del lado del interés del indivi-
dad en el caso de que aparezcan acontecimien- duo (algo a lo que nos lleva el hábito democráti-
tos de vida estresantes. Finalmente entre la co y la consideración hacia los derechos de las
población homozigota con ambos alelos cortos personas) puede hacer que desviemos nuestra
del gen (17% de la población) la presencia de atención de aquello de lo que en realidad se
depresión resulta mucho más frecuente que en ocupa la biología evolutiva, que es de la especie,
las dos situaciones anteriores. Pero lo importan- su conservación y adaptación al medio. Nature
te es que, en ausencia de estresores, no se evi- and Nurture. La vieja oposición entre naturaleza
dencia una expresión del gen por sí mismo, es (herencia) y ambiente (crianza) parece que aún
decir, no hay sintomatología depresiva eviden- pueda depararnos algunas sorpresas.
te. Mientras que, en presencia de los mismos,
serían los genes los que marcarían la probabili- Por su parte las teorías de matriz psicogenética
dad de padecer sintomatología depresiva. Estos (causalidad de tipo psicológico) también presen-
hallazgos (Caspi y otros, 2003) constituyen la tan sus dificultades para explicar razonablemen-
que, hasta la fecha, es la mejor evidencia dispo- te algunas cosas, al menos si son adoptadas de
nible de la interacción entre genes y ambiente una manera dogmática y exclusivista, como
en el campo de los trastornos mentales. explicación definitiva. Para empezar ¿Qué es la
mente? ¿Se sitúa siempre en el interior de las
personas, vale decir en el cerebro? ¿Dónde están
Probabilidad de padecer depresión
sus límites? Individuo, pareja, familia, grupo.
Todos estos ámbitos han sido y son objeto de
Gen s/s trabajo psicoterapéutico (muchas veces de efica-
cia probada) y de teorías explicativas a veces
muy convincentes y originalmente construidas.
Gen l/s Sin embargo parece evidente que toda la infor-
mación necesaria para relacionarse con el medio
(externo e interno) debe residir en el cerebro y,
Gen l/s
por lo mismo, debe tener algún tipo de relación
con sus funciones.
Número de acontecimientos de vida adversos
El efecto de observar ¿influye en las manifesta-
Relación entre el Gen transportador de la serotonina, ciones del sujeto observado, vale decir en el
acontecimientos adversos de vida y probabilidad de pade-
cer un episodio depresivo. paciente? El observador en psicoterapia o en una
supervisión ¿introduce efectos nuevos en el
A otros autores les ha llamado la atención el hecho observado? Es decir, ¿se comporta el
hecho de que genes capaces de provocar o, al paciente de manera diferente según quién esté
menos aumentar considerablemente la probabi- presente? ¿Cambia el objeto observado?, ¿cam-
lidad de que una persona padezca una enferme- bia el sujeto? ¿Es esto bueno, malo o neutro a los
dad grave (por ejemplo, la esquizofrenia), sigan efectos de la eficacia psicoterapéutica? Se trata
teniendo capacidad de expresión efectiva a lo de un viejo debate en el mundo de la psicotera-
largo de la evolución de la especie humana y no pia en la que se ha venido observando una clara
hayan sido desechados a lo largo de la misma evolución, en el sentido de introducir cada vez
como una especie de estorbo o desecho genéti- más elementos añadidos a la relación diádica
co. Una explicación plausible reside en que que los primeros psicoterapeutas modernos (los
aquello que puede ser fatal para un individuo psicoanalistas) consideraron la matriz de la tera-
aislado (una enfermedad grave, como la esqui- pia y de cualquier teoría posible sobre el sujeto.
zofrenia) puede contener una oportunidad evo- Por otro lado ¿qué es un hecho observacional en
lutiva de interés para la especie (capacidad de psicología o en psiquiatría? Lo que podemos
tener nuevas experiencias sensoriales, creativi- observar siempre es una conducta (expresada en
dad interpretativa en un medio hostil, aumento lenguaje, en acciones u omisiones), pero no al

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sujeto que siempre es inferido a través de aqué- eran satisfechas entonces? Porque ahora no son
llas. En sentido estricto el sujeto (objeto central satisfechas”). En este sentido la narrativa tera-
de preocupación para algunas teorías sobre la péutica es retrospectivamente puesta en intriga
mente) es una suposición, es caja negra (como la o “escrita hacia atrás”: el “final” de la historia
de los aviones). Y, de forma similar al electrón, (mis aprietos presentes y mi mejoramiento futu-
nunca es observable de manera directa. A lo ro) da inicio a la historia”.
sumo puede ser intuido o deducido.
Según lo aquí expuesto y que parece muy verosí-
Por otro lado hay aproximaciones psicológicas al mil: ¿Dónde la causa y dónde el efecto en algu-
comportamiento humano que, en gran medida nas formas de psicoterapia? ¿De dónde surge el
han renunciado a la explicación causal. En la teo- sentido de lo ocurrido? ¿De atrás hacia adelante
ría sistémica, en terapia familiar, por ejemplo, es o viceversa? ¿Del presente al pasado? ¿Y todo
frecuente considerar una serie de acontecimien- ello condicionado por un futuro deseable?
tos influyéndose mutuamente de una manera cir- Aquello que quiero ahora, condiciona aquello
cular, de tal forma que no podamos saber cuál que pasó y le presta sentido. Entonces ¿qué
fue el primero. Y ello no comporta mayor dificul- pasa si mañana quiero otra cosa? Por lo que
tad de actuación terapéutica siempre que sea parece que tendré que reescribir mi historia y
posible interrumpir de alguna manera esa contármela de otra manera. Y que no me pregun-
secuencia de hechos con efecto patógeno. Se ten quién soy. Yo soy el que desea.
trata de marcar un punto nodal a partir del cual
sea más fácil intervenir. El círculo sistémico y la Y finalmente la sociogénesis. Algunos dudan de
puntuación implican, pues, trabajar sin una teo- que este tipo de explicaciones o teorías sean real-
ría causal. mente terreno propio de la psiquiatría o de la psi-
cología, que se encargarían más bien de las per-
También hay aspectos en algunas psicoterapias sonas concretas y sus procesos biológicos y/o
que retan de una manera central a los conceptos psicológicos. Sin embargo existen la psicología y
de antes y después, tal y como los concebimos la psiquiatría social. Ciertamente, casi siempre,
en el lenguaje común. Eva Illouz es una autora parece difícil entender muchos fenómenos indivi-
que ha trabajado en profundidad este tema duales, de nivel micro o meso, si no somos capa-
desde la perspectiva de la narrativa y la retroac- ces de entender el macro (el ámbito social o cultu-
tividad en psicoterapia. Escuchemos lo que nos ral, en sus diversas expresiones, en el que los
dice: humanos vivimos inmersos). Sin embargo a la
hora de organizar el conocimiento se plantea de
“La principal característica de las narrativas tera- nuevo el problema de los límites ¿dónde empieza
péuticas es que la meta del relato dicta los lo social y acaba lo psicológico? ¿desde dónde
hechos que son seleccionados para contar la his- entendemos y explicamos aquello que ocurre en
toria así como los modos en que esos hechos -en un grupo terapéutico de tamaño mediano o en
tanto componentes de la narrativa- se conectan. uno grande? ¿Y algunas de las cosas que ocurren
Metas narrativas tales como la “liberación en la sociedad, entendida ésta en su más amplio
sexual”, la “autorrealización”, el “éxito profesio- sentido?, ¿se rigen todos estos procesos por las
nal” o la “intimidad” dictan el escollo narrativo mismas o parecidas leyes?
que me impedirá alcanzar mi meta, lo que a su
vez dictará a qué hechos del pasado de mi pro- Como mínimo desde Freud existe una preocupa-
pia vida deberé prestar atención y la lógica emo- ción por el estudio de algunos fenómenos socia-
cional que ligará esos hechos (por ejemplo, les, aplicando a ellos teorías de corte psicológico,
“debería tener una vida con intimidad; pero no o incluso biológico, para intentar explicárselos.
experimento esa intimidad; eso es porque todos Un caso típico es el comportamiento de las
los hombres con los que estoy son distantes; los masas cuyo análisis ha interesado a diversos
hombres con los que estoy son distantes porque autores, especialmente a partir de la experiencia
yo los elijo así; elijo a hombres distantes porque nacional socialista o la comunista en el pasado
mi madre nunca se ocupó de mis necesidades. siglo. De esta preocupación se han derivado algu-
¿Cómo puedo saber que mis necesidades no nas hipótesis y teorías bastante interesantes e

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incluso reveladoras, que han contribuido a cam- otros. Por lo tanto el contexto no puede explicar-
biar nuestros puntos de vista sobre algunos lo todo y, a veces, la aplicación incontrolada de
temas. Asuntos tales como los suicidios en grupo algunos principios ambientalistas en la práctica
o en cadena, relacionados con determinadas cre- terapéutica con casos concretos puede contri-
encias o acontecimientos y algunos aspectos de buir a hacer olvidar las capacidades de los indi-
lo que llamamos estados de trance (individual o viduos o a someter a éstos, sin mayor considera-
colectivo) tan asociados a la histeria, por ejem- ción, a principios de orden general que les son
plo, tienen siempre un marcado carácter colecti- ajenos y pueden generar situaciones de clara
vo y cultural que no debemos olvidar. La influen- iatrogenia, dado que primero han contribuido a
cia ambiental de este último tipo de fenómenos nublar los puntos de vista y las prácticas asisten-
es tan evidente que no ha pasado desapercibido ciales de algunos profesionales.
cómo sus manifestaciones han venido variando
(en el sentido de cambiar de forma, disminuir o
casi desaparecer) a medida que las sociedades, Por otro lado en casi todas las situaciones el con-
por lo menos las occidentales, han evolucionado texto social, los cambios sociales, con los hábitos
en sus sistemas de vida y creencias a partir de la e ideas (o ruptura de hábitos e ideas) que les vie-
segunda guerra mundial. Otro caso es el fenóme- nen asociados son los que condicionan aquello a
no del liderazgo, sus posibilidades y límites, rela- lo que un grupo humano considera o no patológi-
cionados con la buena (o mala) gobernanza, la co. La civilización humana ha conocido prácticas
dirección y el control de masas sociales (en el sociales más o menos normalizadas (canibalismo,
caso de la política), o la organización y manteni- incesto, pedofilia) en muy diversas culturas en el
miento de grupos de interés y/o trabajo (en el pasado, que ahora mismo nos horrorizan. La
caso del moderno mundo empresarial o deporti- admiración que profesamos a la cultura griega en
vo). La publicidad, no muy diferente en sus meca- cuanto origen de nuestras ideas y hábitos demo-
nismos intrínsecos, de las técnicas de propagan- cráticos o científicos, por ejemplo, no es óbice
da y persuasión políticas, no tendría el desarrollo para que sepamos que en aquella sociedad se
que tiene en nuestras sociedades postmodernas practicaba sexo con menores como una forma
si este tipo de conocimiento no hubiera avanzado (entre otras) de iniciación a la vida adulta. Cuando
sensiblemente. Y sabemos que aquí la psicología los cambios sociales se aceleran, se establecen
(aunque no solo ella) tiene bastante que decir. condiciones que pueden provocar la aparición de
nuevas situaciones capaces de favorecer (o perju-
dicar) el trato que se acepta como bueno para la
Pero un individuo o grupo concreto puede no personas con trastorno mental. Para algunos ana-
responder en sus comportamientos o en su res- listas de la historia de la psiquiatría, la aparición
puesta a una determinada técnica ambiental, a durante la Revolución Francesa de una nueva con-
aquello que esperábamos que ocurriera, incluso cepción de los derechos humanos contribuyó de
si es el caso que eso que se esperaba ocurre la una forma más poderosa que los avances científi-
mayoría de las veces. De otra manera seríamos cos de la época a cambiar la situación de los alie-
deterministas en el peor sentido de la palabra. nados. La figura de Pinel liberando de cadenas a
Sabemos que la respuesta al internamiento, al los locos de Bicêtre o la Salpêtrière es la mejor
ingreso en un hospital de día o en una comuni- metáfora al respecto. Tampoco es ajena a esta
dad terapéutica, por ejemplo, puede ser muy idea la situación creada en los años posteriores al
diferente en diferentes personas hasta el punto final de la segunda Guerra Mundial en la que el
de contraindicar este tipo de situaciones (cuya cuestionamiento de los manicomios y asilos psi-
característica primordial es la de generar un quiátricos en Europa y Estados Unidos contribuyó
microambiente supuestamente terapéutico con a la aparición de la psiquiatría comunitaria y, con
el que poder ayudar a los pacientes) en determi- ella, a nuevas formas de enfoque del trastorno
nados casos. Al igual que la genética interactúa mental y su tratamiento. Así pues, parece claro
con el ambiente, éste condiciona solo de manera que los cambios (democráticos o no) posibilitan
relativa y probabilística, pero no absoluta, el también variaciones críticas en las ideas y formas
comportamiento de los individuos, o puede de asistencia que no provienen de la técnica (o al
hacerlo de manera muy diferente entre unos y menos no solo de ella).

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¿Induce a error el principio de causalidad?

Además la organización social y sus necesidades embargo, una psicopatología mínimamente es-
dan forma a situaciones más o menos estables o tructurada, que no renuncie a la aspiración etiopa-
cambios colectivos que están en el origen de lo togénica y, que probablemente, también deba ser
que comúnmente se concibe sobre qué es enfer- fruto de un cierto consenso profesional y/o social,
medad y qué no lo es. En la Guía para el usuario es un instrumento absolutamente necesario e
del GHQ (1988) David Goldberg, un psiquiatra ineludible para hacer posible una psiquiatría útil.
especialmente interesado en los trastornos
menores y el trabajo con Atención Primaria,
desde la perspectiva de un servicio público como Otro aspecto de la importancia del entorno (vale
el National Health Service del Reino Unido, escri- decir del contexto) se podría formular a través de
be: “Es evidente que en distintas culturas, e preguntas como las siguientes: ¿es importante la
incluso dentro de la misma cultura en diferentes organización asistencial a los efectos de mejorar el
momentos, se remiten al psiquiatra distintos resultado de las intervenciones? ¿Cómo hemos de
tipos de pacientes. Por ejemplo, puesto que en considerar la realidad de la clínica?, ¿como una
Estados Unidos hay un número relativamente praxis individual en la que un sujeto (psiquiatra,
grande de psiquiatras, tienen la posibilidad de psicólogo) entra en una relación especial (terapéu-
que se les remitan pacientes con trastornos tica) con otro sujeto (paciente)?, ¿o más bien como
menores, que probablemente no serían vistos un ejercicio colectivo en el que un grupo de profe-
por un psiquiatra en un país en vías de desarro- sionales, en una época determinada, pone en
llo. A finales del siglo XIX, los “alienistas” cuida- práctica un conjunto de conocimientos y habilida-
ban un grupo de pacientes mucho más restringi- des en beneficio de sus pacientes? Desde esta
do que los que cuidan los psiquiatras actualmen- segunda perspectiva, que es seguramente la que
te en el British National Health Service”. marca el tipo de práctica asistencial que es domi-
nante en un momento determinado: ¿es importan-
te el tipo de estructura asistencial, de organización
Esta cita refleja claramente de qué estamos donde un cuerpo de conocimiento teórico y prácti-
hablando. Otro buen ejemplo lo constituyen las co puede ser puesto (o no) en marcha? Lo que aquí
entidades que entran o salen de las nosografías se quiere defender es que la estructura de la orga-
psiquiátricas en función de lo que socialmente se nización asistencial, donde unas prácticas como la
considera normal o patológico. La notable influen- psiquiatría o la psicología pueden ser ejercidas,
cia del lobby gay ha contribuido a sacar a la homo- tiene una gran importancia en los resultados deri-
sexualidad, considerada durante mucho tiempo vados de esas prácticas, en el tipo de formulacio-
como un trastorno en las sociedades occidenta- nes teóricas y preocupaciones epistemológicas
les, de las nosografías psiquiátricas. En la misma que de todo ello se derivan. La complejidad del
línea, pero en dirección contraria, está el caso del actual conocimiento necesario para una buena
trastorno por estrés postraumático, que ha cobra- praxis en el ámbito psicológico-psiquiátrico, impli-
do importancia creciente en las clasificaciones ca que diversos profesionales desde diversas dis-
internacionales a partir de la Guerra de Vietnam ciplinas y modelos de trabajo deben ejercer su
como consecuencia, primero, de las presiones de tarea de una manera estructurada como un todo y
los veteranos de guerra en USA y, después, de las debidamente coordinada. No existe una sola figu-
asociaciones pro derechos de la mujer, que vieron ra profesional o perfil de conocimiento único que,
en este diagnóstico una importante oportunidad por sí mismo, se baste para dar cuenta del conjun-
para poner de manifiesto las consecuencias del to de prácticas necesarias para un adecuado des-
maltrato y la violencia de género y, así, poder arrollo de nuestra labor diagnóstica o terapéutica.
organizar sus posiciones frente a esta situación. Tampoco un lugar privilegiado (hospital u otro
No se trata de negar la bondad de estos sucesos cualquiera) al que le sea dado en exclusiva lo fun-
desde una perspectiva democrática o en relación damental de esta tarea. A día de hoy se ha hecho
a los derechos de las personas. Lo que aquí se evidente que debemos organizar nuestra praxis en
quiere subrayar es la condición de debilidad epis- una estructura reticular (una red de asistencia) en
temológica en la que sitúan a la psicopatología, la que poder inscribir y poner en relación los distin-
que debe abrirse paso como posible ciencia posi- tos lugares, saberes, profesiones y prácticas indis-
tiva, sometida a estos vaivenes culturales. Y, sin pensables para el ejercicio de una clínica ligada a

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Ander Retolaza

un buen hacer. Allí donde es posible poner en mar- la guerra, las personalidades antisociales encuen-
cha esta red, y si la articulación de la misma logra tran un caldo de cultivo y expresión “normalizado”
ser funcional, debe de ponerse de manifiesto una frente a lo que es habitual en condiciones de esta-
mejora asistencial. También debe abrirse paso un bilidad y control democrático.
nuevo espacio de observación y estudio que
amplíe y corrija los puntos de vista anteriores. Lo Para acabar podemos hacernos eco de la sospe-
que con esto se afirma es que el tipo de organiza- cha que Foucault expresó sobre la psicopatología.
ción asistencial, el contexto estrictamente sanita- Vino a entenderla no mucho más que como una
rio en el que la clínica es ejercida, favorece unos especie de formación discursiva o manera de
determinados modos y formas de trabajo que hablar entre expertos. Sabemos que prácticamen-
deben derivarse de la misma. El contexto de traba- te todas las ciencias positivas, cuando alcanzan un
jo, para bien o para mal, marca las actividades que estado de desarrollo suficiente, poseen un cuerpo
se desarrollan en el mismo. de conceptos y expresiones semánticas, que se
supone que expresan a aquéllos en términos cada
vez más precisos. Si bien parece cierto que toda
Si queremos exponer la potencial virtualidad de un ciencia positiva tiene su jerga propia que hay que
modelo como el de Engel, en el que las relaciones aprender a utilizar cuando se es experto en ella,
entre lo biológico, lo psicológico y lo social son su también ocurre que este uso terminológico especí-
aspecto dominante, quizá no encontremos mejor fico se constituye, por sí mismo, en manifestación
ejemplo que el de nuestro (aún dificultoso) conoci- pública, ante los demás, de esa pericia (expertise).
miento sobre la personalidad y sus patologías. Si toda ciencia tiene su jerga experta, no sería cier-
Atendiendo a lo que actualmente sabemos, las to, a la inversa, que toda jerga específica sea
teorías más desarrolladas que dan cuenta de este expresión de una ciencia, al menos de una ciencia
asunto (la formación de la personalidad, los tras- positiva. Lo que Foucault quiso poner de manifies-
tornos y problemas de la misma) deben tener en to con esta sospecha es que la psicopatología
cuenta la interacción entre estos tres ámbitos. podría ser una pseudociencia. No dijo que su
Para empezar no cabe duda de los aspectos here- intento fuera vano, que no sirviera para nada o que
ditarios y genéticos que condicionan nuestro no pudiera dar lugar a una ciencia. Lo que dijo es
carácter, personalidad o modo de ser. Además lo que, como la economía, como la historia natural, la
que sabemos sobre la maduración de las estructu- psicopatología podría funcionar de otra manera.
ras cerebrales, incluso en épocas postnatales, Podría constituir un cuerpo relativamente autóno-
pone en relación la base biológica de la personali- mo de saber, organizado en torno a unos enuncia-
dad con la ambiental. Las fases de infancia tem- dos, que se articulan entre sí, y que conforman
prana y el desarrollo hasta la pubertad, con las unos modos y maneras según las cuales se esta-
experiencias vitales que las caracterizan, constitu- blece cómo integrar a lo ya dicho todo enunciado
yen un elemento añadido de carga (background) nuevo. Pero, para este autor, saber no equivale
que va limitando, o especializando, el repertorio necesariamente a ciencia. De lo que se trata es de
de modos (patológicos o no) con los que una per- estudiar la adecuada relación entre ambas catego-
sona se relaciona con su medio. Consideramos rías y de construir criterios para verificar cuándo
que la personalidad está formada, es decir más o una determinada disciplina atraviesa los sucesivos
menos cristalizada en una estructura determinada umbrales de positividad, de epistemologización,
y que excluye otras posibles, hacia el final de la de cientificidad y de formalización, propios de las
pubertad. Pero ahí no acaba la cosa, porque sabe- ciencias desarrolladas.
mos que determinados ambientes sociales facili-
tan o inhiben la expresión de determinadas perso- “Ocuparse del funcionamiento ideológico de una
nalidades. No tiene las mismas consecuencias ciencia para hacerlo aparecer o para modificarlo,
tener rasgos esquizoides o fóbicos (depende del no es sacar a la luz los presupuestos filosóficos
grado, claro) si uno se dedica a pastorear cabras que pueden habitarla; no es volver a los funda-
en la soledad del monte que si es profesor de mentos que la han hecho posible y que la legiti-
matemáticas y tiene que enfrentar un aula repleta man: es volver a ponerla en discusión como for-
de estudiantes. En situaciones de desestructura- mación discursiva; es ocuparse no de las contra-
ción social, como a veces son las que se derivan de dicciones formales de sus proposiciones, sino

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¿Induce a error el principio de causalidad?

del sistema de formación de sus objetos, de sus tan sencillo que lo pudiéramos entender, enton-
tipos de enunciaciones, de sus conceptos, de ces seríamos tan estúpidos que tampoco lo
sus elecciones teóricas. Es reasumirla como entenderíamos. Más que una paradoja, parece
práctica entre otras prácticas”. Desde esta pers- tratarse de un buen aviso para quienes navega-
pectiva el grado de verdad o falsedad (mejor dirí- mos por las procelosas aguas de la psiquiatría
amos de verosimilitud) que pueda derivarse de (¿o era la psicología?).
cualquier psicopatología posible, debe ser juz-
gado a partir de las prácticas que genera en rela- 6. Referencias
ción con el paciente, con su familia y con otros
1. Engel, GL. (1977). “The need for a new medical
colegas, del tipo de clínica que inspira y de la uti-
model: A challenge for biomedicine”. Science
lidad, que derivada de ello, se obtenga para el
196:129-136.
diagnóstico y tratamiento. Toda otra cosa no iría
mucho más allá de una especie de divertimento 2. Engel GL. The clinical application of the
para eruditos y diletantes. biopsychosocial model. American Journal of
Psychiatry, 1980; 137: 535-544.
Ya es hora de terminar estas anotaciones. Con
ellas no se ha pretendido otra cosa que poner en 3. Jhon Heaton, Judy Groves: Wittgenstein for
evidencia la complejidad de aquello que la psi- Beginners. Icon Books Ltd. Cambridge, 1994.
quiatría o la psicología tienen delante. No se ha Trad. Esp. Wittgenstein para principiantes. Era
querido, en modo alguno, renunciar a lo que en Naciente SLR. Buenos Aires, 1999.
algo más de dos siglos hemos ido aprendiendo 4. Hans Joachim Störig: Kleine Weltgeschichte der
sobre la locura y la enfermedad mental, que es Philosophie. Kohlhammer GmbH. Stuttgart-
bastante, sino poner en cuestión cualquier pre- Berlin-Köln, 1990. Trad. Esp. Historia Universal
sunta teoría que se nos quiera presentar como de la Filosofía. Tecnos. Madrid, 1995.
definitiva o exclusiva. El peligro que tenemos que
5. Richard Dawkins: The Selfish gene. Oxford
combatir se llama reduccionismo y nos acecha
University Press, 1976. Trad. Esp. El Gen egoís-
desde muchos frentes, y en primer lugar, como
ta. Salvat Editores (9ª Edición), 2002.
un hábito de pensamiento relacionado con la
causalidad lineal y simplista. Gran parte de nues- 6. Caspi A, Sugden K, Moffit TE y otros: Influence
tro saber psiquiátrico o psicológico es empírico y, of life stress on depression: moderation by a
hoy por hoy, no resulta fácil formularlo desde una polymorphism in the 5-HTT gene. Science,
epistemología unitaria y cohesionada. Ni siquiera 2003; 301: 386-9.
sabemos si alguna vez será posible disponer de 7. Carreiras M y cols. An anatomical signature for
una teoría con estas características. Pero lo que literacy. Nature, 2009, 461 983-986.
sí sabemos es que, bien empleado, el conoci-
miento disponible puede ser de suma utilidad 8. Illouz E.: Saving the modern soul: Therapy, emo-
para muchos de nuestros pacientes. Cualquier tions and the culture of self -help. University of
ciencia posible sobre eso que llamamos mente California Press. Trad. Esp. La salvación del alma
solo podrá avanzar desde un sano escepticismo moderna: terapia, emociones y la cultura de la
capaz de poner en cuestión el saber heredado y autoayuda. Ed. Katz. Madrid, 2010.
de someter a verificación y contraste en el único 9. Foucault M: L’archéologie du savoir. Gallimard,
terreno en que ello es posible, en el de la clínica, 1969. Trad. Esp. La Arqueología del saber. Ma-
cualquier supuesto teórico o práctico que sea- drid. Siglo XXI (5ª Edición), 1978.
mos capaces de formular. Definitivamente el
10. Wikipedia. Entradas: Principio de causalidad;
cerebro o la mente son un poco más complicados
Causalidad física; Causalidad filosófica; Cau-
de lo que nos habíamos imaginado al principio.
salidad estadística; Causalidad en biología,
Pero siempre nos quedará la esperanza de poder-
Mecánica relativista; Mecánica cuántica.
nos aferrar al sentido del humor. En su libro El
mundo de Sofía, dedicado a explicar a jóvenes
estudiantes los fundamentos y la historia de la
filosofía, Jostein Gaarder hace decir a uno de sus • Recibido: 26-2-11.
personajes: Si el cerebro del ser humano fuera • Aceptado: 2-5-11.

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