Atenas crea la demokratía y Roma la re publica. Ambos sistemas se sustentan básicamente
en las mismas estructuras constitucionales en las que el dêmos o populus participa de la vida política en una relación más o menos estable de equilibrio con los demás órganos de poder (Senado o Areópago y magistraturas). La historia de ambas ciudades será la de la lucha por alcanzar cada vez cotas más altas de presencia y decisión del pueblo en todas las instituciones