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ACTOS JURÍDICOS SOBRE LA EMPRESA

VÍCTOR RAFAEL AGUILAR MOLINA'

SUMARIO: Contratos traslativos de dominio: Venta. Donación. Fideicomiso. Contratos de


uso y goce: Usufructo. Contratos de garantía: Créditos de habilitación o avío y refacciona-
rio. Prenda sin transmisión de posesión. Fideicomiso de garantía. Transmisiones mortis
causa.

En la teoría del derecho notarial, se considera que la competencia del notario, es


por materia y territorial. En cuanto a la primera, el notario puede actuar en todo
el campo extrajudicial,ya que autenticará tanto los actos que por disposición de la
ley requieran de forma notarial para su validez, como todo acto al que los particu-
lares quieran darle la formalidad de instrumento público, principio que la mayor
parte de la leyes del notariado de tipo latino, consideran bien dentro del concepto
de notario o bien al establecer los actos en los que puede intervenir.
Además, como ocurre en el caso del Distrito Federal, la ley expresamente
otorga al notario competencia en actos de jurisdicción voluntaria, los cuales en su
mayor parte son de carácter extrajudicial, salvo en aquellos en que sean parte me-
nores de edad no emancipados e incapaces.
Así, el artículo 166 de la Ley del Notariado para el Distrito Federal, establece
que se consideran asuntos susceptibles de conformación por el Notario mediante
el ejercicio de su fe pública:
1. Todos aquellos actos en los que haya o no controversia judicial, los interesados
le soliciten haga constar bajo su fe y asesoría los acuerdos, hechos o situaciones de
que se trate;
11. Todos aquellos en los que, exista o no controversiajudicial, lleguen los interesa-
dos voluntariamente a un acuerdo sobre uno o varios puntos del asunto, o sobre su
totalidad, y se encuentren conformes en que el notario haga constar bajo su fe y con
su asesoría los acuerdos, hechos o situaciones de que se trate, siempre que se haya
solicitado su intervención mediante rogación.
111. Todos aquellos asuntos que en términos del Código de Procedimientos Civiles

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Notario Público 174 del DF.
175

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conozcan los jueces en vía de jurisdicción voluntaria en los cuales el notario podrá
intervenir.
De ahí que como asesor de las partes, experto en derecho, el notario debe dar
fe de gran variedad de actos jurídicos, que en el caso de la jurisdicción voluntaria,
muchas veces escapan de las disposiciones legales que imponen la escritura públi-
ca como elemento de validez.
Pero Calamandrei define a la jurisdicción voluntaria como "la administra-
ción pública del derecho privado ejercida por órganos judiciales".'
El autor explica que, la jurisdicción voluntaria, subjetivamente se ejerce por
órganos judiciales pero, en esencia se trata de una función básicamente adminis-
trativa, de ahí su nombre de jurisdicción, acompañada del atributo de voluntaria,
para distinguirla de la verdadera jurisdicción a la que para distinguirla se le da el
atributo de contenciosa.
Los actos realizados por el juez, que por razones subjetivas deberían quedar
calificados como jurisdiccionales, son en realidad por su fin y efectos administra-
tivos, a diferencia de los que realiza en la jurisdicción contenciosa, de ahí que es-
tos actos en suma son "administración ejercida por órganos judiciales", lo que re-
sulta de que, según lo señala Calamandrei:
según su contenido, la jurisdicción voluntaria entra en la rama más vasta de la función
administrativa que suele llamarse administración pública del derecho privado y
que comprende todas aquellas actividades con las cuales, en diversas formas y a tra-
vés de órganos varios, el Estado interviene para integrar la actividad de los particula-
res dirigida a la satisfacción de sus intereses mediante el desarrollo de las relaciones
jurídicas.. . El estado reconoce a los particulares un cierto campo de autonomía dentro
de la cual pueden desarrollar su poder negocia1 , esto es el poder de crear, modificar,
o extinguir las relaciones jurídicas mediante declaraciones de voluntad; pero mien-
tras, en algunos casos, basta la voluntad de los interesados, manifestada en ciertas
formas, para producir los efectos jurídicos deseados, en otros, el efecto no puede pro-
ducirse si la voluntad de las partes no es integrada con la intervención de un órgano
del Estado, el cual, ya sea limitándose a una simple verificación de legalidad o tam-
bién, en ocasiones, entrando a examinar la oportunidad del acto con criterios discre-
cionales, obra como colaborador de los particulares para producir el efecto jurídico
deseado por ellos y, por consiguiente, para la satisfacción de los fines que los particu-
lares, a través del negocio, se proponen. Esa administración pública del derecho pri-
vado puede ser ejercida por autoridades pertenecientes, también orgánicamente, al
ordenamiento administrativo (se puede pensar en la intervención del oficial del estado
civil, necesaria para la conclusión del matrimonio.. . en la del Registrador de la Pro-
piedad, necesaria para la publicidad frente a terceros.. .) pero en determinados casos,

PIERO,Derecho Procesal Civil, trad. Enrique Figueroa Alonso, Biblioteca


CALAMANDREI
Clásicos del Derecho, Harla, 1997, p. 28.

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Actos jurídicos sobre la empresa 177

la misma, sin que por ello cambie su naturaleza, se confía por razones de convenien-
cia práctica o tradición histórica, a los órganos judiciales y entonces toma el nombre
de jurisdicción voluntaria.
Cuando Calamandrei se refiere a la tradición histórica, lo hace también en el
sentido de que el término de jurisdicción voluntaria, "acaso deriva su nombre tra-
dicional de la función, en un tiempo atribuida a los jueces, de documentar, como
hace hoy los notarios, los acuerdos entre contratantes, Inter volentes".
Resulta que la finalidad de colaboración del Estado a la actividad negocia1 de
los interesados, no es la de garantizar la observancia del derecho, sino la mejor
satisfacción, dentro de los límites del derecho, de aquellos intereses privados a los
que se refiere la relación jurídica, de ahí que la jurisdicción voluntaria entre, por
consiguiente, en la actividad social y no en la actividad jurídica del Estado.
En suma, la participación del notario en los actos extrajudiciales entre los que
se encuentran los de jurisdicción voluntaria, tiene como fin hacer efectiva la cola-
boración del Estado, en la rama administrativa, para la satisfacción de los intere-
ses de los particulares respecto de que sus actos negociales se encuentran dentro
de los límites del derecho.
Ese acto jurídico llevado a cabo por los particulares, quedará en un instrumen-
to elaborado por el notario, el cual es prueba plena de que: los otorgantes manifes-
taron su voluntad de celebrar el acto, que hicieron las declaraciones que se narra-
ron como suyas, así como la verdad y realidad de los hechos de los que el notario
dio fe, tal y como los refirió y de que observó las formalidades correspondientes,
en los términos de lo dispuesto por el artículo 156 de la Ley del Notariado para el
Distrito Federal.
Partiendo del hecho de que la universalidad formada por los bienes destinados
a la realización de las actividades de la empresa, es una cosa, como tal es suscep-
tible de ser objeto de contratos, entre otros:
a) Compraventa;
b) Usufnicto;
c) Arrendamiento;
d) Hipoteca;
e) Prenda;
3 Fideicomiso;
g;) Fideicomiso de Garantía.
Por otra parte, puede transmitirse por sucesión, lo que ocurre por causa de
muerte, de acuerdo a las condiciones que se establezcan en un testamento o bien
de acuerdo a lo previsto por el Código Civil, en caso de intestamentario.
También puede darse como transmisión total, como ocurre en la fusión o como
transmisión parcial lo que se da en la escisión.

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178 V~CTORRAFAEL AGUILAR MOLINA

Como parte de la garantía general tácita, la universalidad, tratándose de perso-


nas físicas, puede ser embargada y rematada transmitiéndose como venta judicial
o adjudicación.
Barrera GrafY2 considera que "La empresa consiste en el conjunto de personas
y cosas organizadas por el titular con el fin de realizar una actividad onerosa, ge-
neralmente lucrativa de producción o intercambio de bienes o de servicios desti-
nados al mercado", de ahí que la empresa cuente con dos elemeiitos: a) Subjeti-
vos, que se integran por el empresario y los trabajadores, b) objetivo, formado por
la hacienda, la cual se integra por los distintos bienes y derechos que se destinan al
fin planteado por el empresario, con lo que se crea un valor, que no es la suma de
los valores de cada bien.
Ese valor se determina por la idea del empresario respecto de la empresa, lo
cual lo obliga a emplear los bienes y derechos de manera tal que se concrete la
idea, surja la empresa, se sostenga y prospere o, en otras palabras, cumpla el co-
metido económico, de organizar los factores de la producción a fin de lograr un
producto que satisfaga las necesidades, primarias o no, de la clientela.
La labor del empresario es el aviamiento que es subjetivo, en cuanto se refiere
a la contribución personal del titular creador de la empresa, que imprime a ésta la
huella profunda de su actividad en el arreglo y acoplamiento de los elementos de
la empresa, según lo señala Barrera Graf.
El aviamiento objetivo, consiste, entre otras cosas en las circunstancias favo-
rables para la empresa, es decir la relación mercancía-necesidad, demanda-oferta,
imagen de la empresa, eficiencia, entre otros.
Por su esencia, el aviamiento subjetivo, idea y creación, no pueden ser mate-
ria de ningún acto jurídico, en tanto se encuentren en la mente del empresario, por
exclusión si podrá serlo la hacienda, como universalidad, a la que, para efectos de
este trabajo le denominaré "empresa".

CONTRATOS TRASLATIVOS DE DOMINIO

El Código de Comercio no regula el contrato de compraventa de la universali-


dad, empresa, se refiere a ese acto de manera indirecta cuando trata la validez de
los actos ejecutados por el factor, actos que son válidos hasta en tanto él no conoz-
ca el hecho de la "enajenación del establecimiento o empresa de que esté encarga-

BARRERA GRAF,Jorge, Instiiuciones de Derecho Mercantil, P o d a , México, sexta reimpre-


sión, p. 82.

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do",3 en el Código Civil, tampoco se encuentra disposición alguna que se refiera a


la compraventa de la empresa, como universalidad.
La falta de disposiciones expresas, nos permite pensar que es plenamente apli-
cable la disposición del artículo 2248 del Código Civil, conforme al cual "habrá
compraventa cuando uno de los contratantes se obliga a trasferir la propiedad de
una cosa o un derecho y el otro a su vez se obliga a pagar por ellos un precio cier-
to y en dinero", la cual es "perfecta y obligatoria para las partes cuando se ha con-
venido sobre la cosa y su precio, aunque la primera no haya sido entregada ni el
segundo satisfecho", según el artículo 2249 del mismo Código.
El conjunto de bienes que forma la universalidad es "cosa" para efectos jurídi-
cos, lo que surge, además de lo señalado por el artículo 320 del Código de Comer-
cio, en cuanto a la validez de los actos del factor, mientras no conozca el hecho
de la venta de la empresa, por lo dispuesto en el artículo 33 1 de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, que se encuentra en la sección quinta que regula
los contratos de habilitación o avío y refaccionarios, en el cual se hace referencia
tanto al propietario de la empresa como a quien la explote, es decir que se recono-
ce que esa universalidad es susceptible de apropiación, en cuanto que puede tener
un propietario y que su explotación puede transmitirse a otra persona.
Por otra parte, en el artículo 328 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito, se faculta al acreedor que otorgó un préstamo para el fomento de la
empresa, cuando se traspase sin su consentimiento previo, el derecho a rescindir
el contrato.
El contrato de compraventa de la empresa implica la transmisión de todos y
cada uno de los bienes y derechos que forman la hacienda. En razón del contrato,
el adquirente quedará como titular de los créditos que a su favor tenía el vendedor,
igualmente será el deudor de los créditos a cargo del vendedor, si es que así lo
consintió el acreedor; tendrá el carácter de arrendatario substituyendo al vendedor
y será el titular del derecho de propiedad respecto de las mercancías y maquinaria
con que se desarrolla la actividad de la empresa, asimismo tendrá la titularidad de
las marcas y nombre comercial de la empresa.
La característica de este contrato es que sería el principal respecto de la opera-
ción, al que se vincularán diversos actos y contratos, atendiendo a cada uno de los
bienes, que tendrán la calidad de accesorios.
Así los créditos se transmitirán al comprador por endoso en propiedad si se
trata de títulos de crédito. Si se trata de otro tipo de documentos mercantiles como
facturas y notas pendientes de pago por los clientes, por no ser títulos de crédito,
deberán cederse y notificar al deudor respecto de a quien deberá hacer el pago.
En cuanto a la maquinaria, materias primas y mercancías, en tránsito y en al-

Artículo 320 Código de Comercio.

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macén, será necesario elaborar contratos de compraventa, aunque bien podrían


quedar incluidas las cláusulas de la transmisión de propiedad de ellas en el contra-
to principal.
La de la titularidad de marcas y nombre comercial se transmitirá por contrato
de cesión que deberá inscribirse en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial.
Será necesaria la escritura pública en el caso de que como parte de la empresa
se transmita la propiedad del o los inmuebles en donde ésta opere.
Por lo que hace a las obligaciones, cesión de deuda, el adquirente de la em-
presa queda obligado en los mismos términos y condiciones que se pactaron con
el deudor original, pero a diferencia de la cesión de crédito, en ios términos del
artículo 2051 del Código Civil, es necesario que el acreedor consienta expresa o
tácitamente en ello, en el primer caso, es decir el del consentimiento expreso, el
cedente queda liberado de la obligación por lo que el acreedor no podrá reclamar-
le en caso de insolvencia del substituto.
Por otra parte, se entiende que hay consentimiento tácito, en el caso de que el
acreedor permita que el substituto en nombre propio cubra intereses, o haga pagos
parciales.
Al principio de este trabajo, señalamos que el aviamiento objetivo está inte-
grado entre otras cosas por la oferta y demanda, la cual se vincula a la clientela la
cual es atraída a la empresa en función del servicio y productos que ésta distribuye
o presta, la clientela representa la posibilidad o no del éxito de la empresa, de ahí
que se considere que es la habilidad del empresario como coordinador de los ele-
mentos la empresa, la que también determinará la atracción de clientela.
La clientela de la empresa se convierte en uno de los puntos importantes de
negociación que conlleva al pacto o cláusula de no competencia, conforme al cual
el vendedor de la empresa se compromete a no establecer una nueva, dedicada a la
misma prestación de servicio o distribución de bienes, que sea causa directa de
la disminución de la clientela de la empresa vendida.
La cláusula en ese sentido es válida, en los términos de los artículos 1832 y
1839, ambos del Código Civil, conforme al primero "En los contratos civiles cada
uno se obliga en la manera y términos que aparezca que quiso obligarse.. ." y de
acuerdo con el segundo "Los contratantes pueden poner las cláusulas que crean
convenientes.. .".
Claro es que la libertad de contratación y en consecuencia la cláusula de no
competencia, no pueden impedir para siempre y en todo lugar el ejercicio de la
actividad. Barrera Graf, después de llegar a la conclusión de que ese tipo de pac-
tos son lícitos por no estar prohibidos, no ser contrarios a las buenas costumbres y
a la buena fe, deben tener:
un alcance limitado en razón de cuatro factores, (i) un tiempo de duración razonable,
que se precisará en función de los intereses en presencia; (ii) el espacio o lugar en que

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Actos jurídicos sobre la empresa 181

el pacto opere, que no debe ser mayor de aquél en que, al tiempo en que se conviene
el pacto, se realizan las actividades objeto de la estipulación; (iii) la materia misma en
que estribe la limitación a que el pacto se refiera, que no debe ser distinta ni mas am-
plia a la que se precise en éste, y por último, (iv) que las restricciones materia del
pacto no impidan al enajenante el ejercicio de otras actividades, o de las mismas en el
caso de que fueran las únicas que él pudiera realizar"."
Por su parte Bauche Garcíadieg~,~ citando lo dicho por Barrera Graf, en el
Tratado de Derecho Mercantil, señala que:
en primer lugar debe señalarse un límite corto a la prohibición de concurrencia; en
segundo lugar ha de circunscribirse su alcance al territorio en que realmente opere la
negociación cedida, al tiempo de la cesión; en tercer lugar, debe concretarse el pacto a
actividades idénticas o muy semejantes, a las realizadas con anterioridad a la enajena-
ción y en cuanto al lugar, debe reconocerse y respetarse, en el cedente una posibilidad
real y efectiva de aplicar y desarrollar su experiencia y su preparación profesional en
una actividad comercial, la cual sólo será igual o semejante a la realizada antes en la
empresa transmitida, en el caso de que su especialización así lo exija.

La donación también es un contrato que puede tener como objeto la hacienda,


mediante él se trasferirá gratuitamente la totalidad de la hacienda, es decir la uni-
versalidad, la que necesariamente no es la totalidad de los bienes presentes del
donante, la cual se perfeccionará al momento en que el donatario, en vida del do-
nante y en la misma forma requerida para su otorgamiento, haga saber al donante
su aceptación, en los términos de los artículos 2340 y 2346 del Código Civil.
Bajo la consideración de que la universalidad está formada por bienes mue-
bles, la forma del contrato es verbal si el valor de los bienes no excede la cantidad
de doscientos pesos, en caso contrario su forma será por escrito pero si el valor de
la hacienda excede de cinco mil pesos, será necesario que se otorgue en escritura
públi~a.~
Si dentro de los bienes que forman la hacienda se encuentran inmuebles, ne-
cesariamente la donación debe constar en escritura pública, si es que su valor
excede de trescientas sesenta y cinco veces el salario mínimo diario vigente en el
Distrito Federal por la aplicación de los artículos 2320 y 2345 del Código Civil
para el Distrito Federal.
Salvo que el empresario, persona física donante se haga cargo del pago de las
deudas que tiene la empresa, lo que implicaría una donación pura, la donación

BARRERA GRAF,Jorge, Instituciones de Derecho Mercantil, Porrúa, México, p. 144.


S BAUCHEGARCÍADIEGO, Mario, La Empresa, Pornia, México, 2a ed., p. 207.
Artículos 2341 a 2344 Código Civil.

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será onerosa ya que el donatario al recibir la hacienda, quedará obligado al pago


de las deudas generadas con la actividad, por lo que, se deberá determinar el mon-
to del pasivo y del activo, la diferencia de ambos será el valor de la empresa y a la
vez el monto de lo donado, aunque también la determinación del valor puede en-
cargarse a un perito, de cualquier modo lo donado será sólo lo que prevé el artícu-
lo 2337 del Código Civil.
Cuando la donación sea onerosa, sólo se considera donado el exceso que hubiere en el
precio de la cosa, deducidas de él las cargas.
Al igual que el caso de la venta, podrá ocurrir la cesión de deuda y la cesión
de crédito, en el evento de la primera será necesaria la conformidad del acreedor
y, del crédito se requerirá de notificación al deudor.

Mediante contrato de fideicomiso, el fideicomitente transmite la propiedad de


bienes o la titularidad de derechos, salvo los estrictamente personales, para ser
destinados por el fiduciario a la realización de determinados fines.
En la actualidad, todo fideicomiso es traslativo de dominio, de acuerdo con
el articulo 381 de la Ley General del Títulos y Operaciones de Crédito, en con-
secuencia, la instituciónfiduciaria se convierte en la propietaria de la universa-
lidad, misma que seguirá siendo un patrimonio de afectación, sobre el cual el
empresario, ahora fideicomitente, tendrá los derechos que expresamente se esta-
blezcan en el contrato de fideicomiso.
La hacienda o universalidad aportada, como el conjunto de bienes, es un bien
mueble, en tal razón el fideicomiso sólo surtirá efectos contra tercero, de acuerdo
con la fracción 111 del artículo 389 de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito:
111. Si se tratare de cosa corpórea o de títulos al portador, desde que estén en poder de
la institución fiduciaria.
Para Barrera Graf, el derecho del empresario sobre la hacienda, es un derecho
personal, en consecuencia se debe aplicar, para que surta efectos contra tercero el
fideicomiso, lo dispuesto por la fracción 1del citado artículo, es decir:
1. Si se tratare de un crédito no negociable o de un derecho personal, desde que el fi-
deicomiso fuere notificado al deudor.
El autor en cita, considera, además, que la celebración del contrato de fideico-
miso es igual que la transmisión de la empresa, como ya se anotó, en el caso de la
venta de empresa, existe un contrato marco o maestro, y se deben cumplir las for-
malidades que correspondan respecto de cada uno de los bienes para su transmi-

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Actos jurídicos sobre la empresa 183

sión, por ello, como se explicó, tratándose de cesión de crédito, no se requiere del
consentimiento del deudor, basta con la notificación de la cesión realizada y, para
el caso de la cesión de deuda, es indispensable el consentimiento del acreedor, de
donde resulta que antes o concomitante a la celebración del contrato de fideicomi-
so, el acreedor debió dar su consentimiento.
Por lo que hace a los créditos a favor del empresario fideicomitente, sí resulta
aplicable la fracción primera del artículo 389, en tanto que podrá tratarse de un
derecho personal.
Lo que queda en duda en la afirmación de Barrera Graf, que sostiene "el fidei-
comiso surtirá efectos contra tercero, por tratarse de un derecho personal (el del
empresario sobre la hacienda),. .." es que de acuerdo con la teoría clásica:
el derecho real es la relación entre persona y cosa y el derecho personal es la relación
entre persona y persona ... En este concepto el criterio diferencial entre las dos catego-
rías de derechos patrimoniales es suministrado por lo inmediato de la relación en que
se encuentra el sujeto del derecho con el objeto mismo. Esta relación inmediata se
encuentra en el derecho real; mientras que en la obligación el deudor fimge de inter-
mediario entre el titular del derecho y el objeto. En otros términos, en el derecho real
no se encuentran sino dos elementos: una persona, sujeto activo del derecho (por
ejemplo, el propietario en el derecho de propiedad) y una cosa objeto del derecho.. .
En el derecho personal hay tres elementos: sujeto activo, sujeto pasivo y el objeto del
dere~ho.~
En razón de lo anterior, el derecho del empresario respecto de la hacienda es de
propiedad y en consecuencia un derecho real, que encuadra en lo dispuesto por el artí-
culo 830 del Código Civil.
El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las limitaciones y
modalidades que fijen las leyes.
El artículo 394 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito establece:
Sólo pueden ser fideicomitentes las personas con capacidad para transmitir la pro-
piedad o la titularidad de los bienes o derechos objeto del fideicomiso...

CONTRATOS DE USO Y GOCE

USUFRUCTO

El usufructo definido por el Código Civil, como el derecho real y temporal de


disfrutar bienes ajenos8 también puede constituirse sobre la hacienda, ya que ésta

BORJASORIANO,
Manuel, k í a General de las Obligaciones,Porrúa, México, 7a ed., 1971,
p. 85.
Artículo 980.

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es susceptible de apropiación como universalidad, unidad económica. y no está


excluida del comercio, lo que implica que se trata de una cosa o lo que es lo mis-
mo un bien estrictamente patrim~nial.~
El Código Civil faculta a las partes, propietario empresario, y usufnictuario
que también se convertirá en empresario, a convenir sobre los derechos y obliga-
ciones que a cada uno corresponderán. En ese título constitutivo, como lo denomi-
na el artículo 987, se establecerá entre otras cosas: si el usufnicto será vitalicio o
temporal; si está sujeto a alguna condición; si éste implica provechos y graváme-
nes recíprocos o si únicamente el usufructuario tendrá el provecho; si se otorgará
o no fianza tratándose del usufructo gratuito; el inventario, tasación y descripción
de los bienes que constituyen la universalidad o la obligación a cargo del usufruc-
tuario de realizarla con citación del propietario.1°
Como es lógico a falta de título constitutivo o de omisión de las partes, se
aplicarán las disposiciones del Código Civil.
En razón de que el usufnicto puede ser producto de una disposición testamen-
taria, el testador puede legar la universalidad que en vida destinó como empresa-
rio a la realización de las actividades de su empresa.'' El legatario, por que se trata
de cosa específica, la hacienda, para convertirse en usufnictuario tendrá que acep-
tar el legado con y en las condiciones que en forma unilateral haya impuesto el
testador, convirtiéndose en empresario por el usufructo de la universalidad.
De cualquier forma, constituido el usufructo, el usufnictuario tiene la pose-
sión de la hacienda como un todo, y sobre ella el disfrute y goce, por consecuencia
su administración.
La administración implicará que esa universalidad se siga destinando a la rea-
lización de las actividades para las que el propietario o en su caso el testador, creó
la empresa ya que, si bien es cierto que lo que se trasmite son los bienes materia-
les e inmateriales que forman la hacienda, por que no es posible transmitir el avia-
miento subjetivo, en cuanto que éste es la idea o genialidad del empresario, el
usufnictuario queda obligado a disfrutar la cosa, que eso es la hacienda, con mo-
deración y darle un buen uso, con el derecho de hacer suyos los fi-utos naturales,
civiles e industriales que genere la cosa.12
El propietario, creador de la empresa, o a quien corresponda la nuda propie-
dad, tratándose del usufi-ucto constituido por testamento, sólo puede excluir al
usufructuario de la administración en los siguientes casos:

Ver DOMÍNGUEZ MART~NEZ, Jorge Alfredo, Derecho Civil, Pomia, México, p. 299 infine.
lo Artículos 1837, 1010, 1006, f 1, 1038, f IX del Código Civil.
l1 Artículo 987 del Código Civil
l2 Fracc. 11 del artículo 1006,999 y 1047 del Código Civil.

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Actos jurídicos sobre la empresa 185

a) Si se trata de usufructo constituido por contrato y éste es oneroso, cuando


no se otorgue la fianza correspondiente, de acuerdo con el artículo 1010:
Si el usufructo se constituye por título oneroso, y el usufructuario no presta la corres-
pondiente fianza, el propietario tiene el derecho de intervenir la administración de los
bienes, para procurar su conservación, sujetándose a las condiciones prescritas en el
artículo 1047 y percibiendo la retribución que en él se concede.
b) En el caso de usufructo por acto entre vivos, ya oneroso, ya gratuito, en los
términos del artículo 1047:
El usufmcto no se extingue por el mal uso que haga el usufructuario de la cosa usu-
fructuada; pero si el abuso es grave, el propietario puede pedir que se le ponga en po-
sesión de los bienes, obligándose, bajo de fianza, a pagar anualmente al usufructuario
el producto líquido de los mismos, por el tiempo que dure el usufructo, deducido el
premio de administración que el juez le acuerde.
c) En el usufructo constituido por testamento, el nudo propietario, tiene el de-
recho a intervenir la administración en el supuesto de que el usufructuario se abs-
tenga de dar fianza, o haga un abuso grave de la hacienda.
El usufructuario podrá gozar por si la hacienda, su derecho de usufructo podrá
enajenarlo, arrendarlo o gravarlo, cualquiera de esos actos que realice terminará en
el momento en que concluya el usufructo, lo que ocurre: por muerte del usufruc-
tuario si es que fue vitalicio; por cumplirse el tiempo durante el cual fue otorgado;
por cumplirse la condición establecida, en el título constitutivo o en el testamento
y las demás causas establecidas en el artículo 1038 del Código Civil. Sin embargo
considero que seguirán vigentes esos contratos, en el caso de que se extinga el
usufmcto por la causa prevista en la fracción IV del citado artículo, es decir que se
reúna el usufructo y la propiedad en la persona del usufructuario.

CONTRATOS DE GARANTÍA

CRÉDITOS
DE HABILITACIÓN O AVÍO Y REFACCIONARIO

En el desarrollo de las actividades de la empresa, es normal que el empresario


individual o colectivo, en algún momento se requiera del crédito, para la adquisición
de materias primas, materiales, gastos directos de las actividades de la empresa e
incluso para el pago de salarios, en tal evento, el empresario podrá acudir al crédito
de Habilitación o Avío.
De obtener el crédito, además de quedar obligado a destinarlo al pago de los
conceptos antes indicados, servirán de garantía del cumplimiento de su obliga-
ción, en su caso, las materias primas y materiales adquiridos así como, aún cuan-

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186 VICTOR RAFAEL AGUILAR MOLINA

do sean futuros o pendientes, los productos y artefactos que se obtengan con el


crédito.l 3
El empresario podrá acudir al crédito refaccionario cuando pretenda destinar
el monto del crédito a:
adquisición de aperos, instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado, o animales
de cría; en la realización de plantaciones o cultivos cíclicos o permanentes; en la aper-
tura de tierras para el cultivo, en la compra o instalación de maquinarias y en la cons-
trucción o realización de obras materiales necesarias para el fomento de la empresa...
a cubrir las responsabilidades fiscales que pesen sobre la empresa del acreditado o
sobre los bienes que éste use con motivo de la misma, al tiempo de celebrarse el con-
trato, y que parte asimismo de ese importe se aplique a pagar los adeudos en que hu-
biere incurrido el acreditado por gastos de explotación o por la compra de los bienes
muebles o inmuebles o de la ejecución de las obras que antes se mencionan, siempre
que los actos u operaciones de que procedan tales adeudos hayan tenido lugar dentro
del año anterior a la fecha del contrato.14
En el caso del crédito refaccionario, la garantía del pago recaerá sobre: los
inmuebles, construcciones, edificios, maquinaria, aperos, instrumentos, muebles y
útiles, así como sobre los frutos o productos, futuros, pendientes o ya obtenidos de
la empresa.
Conforme a lo dispuesto por el artículo 326 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, éste contrato tiene como forma la escrita, elaborado por
triplicado, firmado ante dos testigos y ratificado para efectos de su inscripción,
ante el Registro Público de la Propiedad, si incluye en la garantía inmuebles, o en
el de Comercio si la garantía son sólo muebles.
Aun cuando el artículo 326 de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, establece en sus fracciones 111 y IV que el contrato es privado, el cual
será ratificado e inscrito en el Registro de Hipotecas, Registro Público de la Pro-
piedad, para el ejercicio de la acción hipotecaria, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación en jurisprudencia por contradicción de tesis estableció:
FORMA
PARA LA GARANTÍAHIPOTECARIA EN CONTRATOS DE HABILITACI~NO Avío.
DE CRÉDITO SIMPLE DE HABILITACI~NO AV~OCON GARANT~AHIPOTECARIA,
CONTRATOS
DEBEN CONSTAR EN ESCRITURA PÚBLICA PARA DEMANDARSE SU CUMPLIMIENTO EN LA
VÍA SUMARIA CIVIL POR INSTITUCIONES DE CRÉDITO (LEGISLACION
DEL ESTADO
DE JALIS-
co)15.-Las disposiciones generales contenidas en los artículos 2517, 2519, del Código

l3Artículos 321 y 322 Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.


l4Artículo 323 LGTOC.
l5 Novena Época: Contradicción de tesis 26/98. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer
Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer Circuito. 26 de mayo de 1999. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiíío Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Vi-

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Actos jurídicos sobre la empresa 187

Civil y 669 y 671 del Código de Procedimientos Civiles del.Estado de Jalisco vigente, re-
ferente a que cuando la garantía hipotecaria recaiga sobre inmuebles debe constar en es-
critura pública, rige tratándose de contratos de crédito de habilitación o avío con garantía
hipotecaria, como requisito para la procedencia de la vía, cuando las instituciones de cré-
dito promuevan demanda en ejercicio de la acción real hipotecaria, toda vez, que la acción
intentada debe ser acorde con lo que establece el Código Civil de la entidad federativa,
que es similar con el código para el Distrito Federal y, dentro del mismo orden de regula-
ción, de los preceptos que norman el procedimiento, que son los contemplados por el Có-
digo de Procedimientos Civiles para el propio Estado. No es obstáculo a ello, lo que dispo-
nen la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, cuyos artículos 72 (de la primera legislación) y 326, fracciones 111y IV (de la se-
gunda), autorizan a las susodichas instituciones para ejercer sus acciones en la vía ejecu-
tiva, en la vía ordinaria mercantil, o en la que en su caso corresponda (como la sumaria
hipotecaria), pues ello no significa que la constitución de una garantía hipotecaria pueda
otorgarse en contrato privado, ya que si bien este último es un contrato civil, requiere para
la procedencia de una vía privilegiada, de su formalización en escritura pública toda vez
que dichos preceptos de las citadas leyes se refieren a la forma en que pueden celebrarse
los contratos mencionados y para ejercer la vía a seguir; pero de ninguna manera, esto
implica que no se deban cumplir con las disposiciones adjetivas de acuerdo a la vía inten-
tada y en este caso, como se trata de la vía sumaria civil, respecto a un contrato civil, la
acción que se ejerza debe ser conforme al Código Civil y de Procedimientos Civiles del
Estado de Jalisco.
Tanto si el contrato de crédito de Habilitación o Avío como el Refaccionario
se otorga en escritura pública como en documento privado, deben contener, el ob-
jeto de la operación, la duración y la forma en que el acreditado o beneficiario,
podrá disponer del crédito; señalar con toda precisión los bienes que quedarán
gravados, así como las demás condiciones del contrato.
En este tipo de contratos encontramos otra posibilidad para la intervención en
la empresa, ya que quien los otorgue tiene la obligación de cuidar que el empresa-
rio destine el monto del crédito precisamente para lo que fue otorgado, para lo
cual tiene derecho a designar a un interventor que se encargue de esa vigilancia.
Además, el acreedor tiene derecho a dar por vencido el plazo para el pago del
crédito y exigir éste, si es que el empresario acreditado emplea el dinero para un
fin distinto al pactado "o no atiende su negociación con la diligencia debida" o si
se da "el traspaso de la propiedad o negociación para cuyo fomento se haya otor-
gado el préstamo, sea hecho sin consentimiento previo del acreedor".16

llegas. Secretario: Carlos Mena Adame. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,Tomo X,


octubre de 1999, página 39, Primera Sala, tesis la./J. 36/99.
l6 Artículos 327 y 328 LGTOC.

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La universalidad de bienes, también puede servir para que el empresario ob-


tenga crédito mediante una forma, más moderna en el derecho mexicano, denomi-
nada prenda sin transmisión de posesión, la cual constituye un derecho real que
tiene por objeto garantizar el cumplimiento de obligaciones y su preferencia en el
pago, conservando el deudor la posesión material de los bienes.17
La esencia y diferencia de este tipo prenda con la prenda tradicional, radica
en que:
a) El empresario, deudor, y constituyente de la prenda, conserva la posesión
de los bienes dados en prenda.
b) El empresario al conservar los bienes, queda facultado, en los términos del
contrato a transformar y enajenar los bienes; en general emplearlos para el ejerci-
cio de su actividad preponderante.
c) La prenda puede comprender la totalidad de los bienes que el empresario
emplea en su actividad preponderante, la hacienda, sin que sea necesario especifi-
car cada uno de los bienes que la forman.
4 El empresario tiene la posibilidad de obtener nuevos créditos y constituir
sobre 10s bienes que adquiera o produzca con ellos nueva prenda, caso en el que sí
deberá especificarse de qué bienes se trata.
El derecho real prendario, en la prenda sin transmisión de posesión, como de-
recho real limitado, a diferencia de la prenda civil y la mercantil ordinaria, nace en
el momento de firmarse el contrato, en consecuencia, el acreedor adquiere:
a) El derecho de preferencia, que permite al titular excluir a todos los demás
sujetos que no tengan más que un derecho de crédito, o un derecho real de fecha
posterior, prelación que nace al momento en que se inscribe el contrato, a falta de
inscripción, la prelación se establecerá por las fechas de los contratos fehacientes.
Además es preferente a los créditos quirografarios, créditos con garantía real no
registrada y gravámenes judiciales no registrados.
En resumen, el acreedor en el caso de que llegue a ejecutar la garantía percibi-
rá, en principio, el principal e intereses con exclusión de cualquier otro acreedor,
salvo los créditos laborales, a menos que los bienes se hayan adquirido con el pro-
ducto del crédito garantizado.'$
En caso de concurso o quiebra del deudor, los bienes afectos a la prenda sin
transmisión de posesión que se encuentren en la masa, podrán ser ejecutados y

l7 Artículo 346 LGTOC.


l8 Artículos 367,368, 371 y 379 LGTOC.

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Actos jurídicos sobre la empresa 189

pagarse con ellos al acreedor prendario, conforme a los artículos 35 1 y 367 de la


Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
b) El derecho de persecución, que es la prerrogativa que permite a su titular
seguir la cosa que esté gravada en su provecho en cualesquier manos que se en-
cuentre, cuando se trate de adquirentes de mala fe.
En los términos de los artículos 373,374 y 375, se considera como adquirente
de mala fe, a toda persona que sabedora de la existencia de la garantía, adquiera
los bienes objeto de la misma mediante operaciones en las cuales se pacten condi-
ciones o términos que se aparten de manera significativa de las condiciones de
mercado prevalecientes en el momento de la celebración, o de las políticas comer-
ciales que siga el empresario o de las sanas prácticas comerciales, salvo cuando el
acreedor haya otorgado su autorización.
Deberá obtenerse autorización por escrito del acreedor para vender los bienes
a las personas físicas o morales que tengan más del cinco por ciento de los títulos
representativos del capital del deudor; los miembros propietarios y suplentes del
consejo de administración del deudor; los cónyuges y las personas que tengan pa-
rentesco por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado o civil, con las
personas antes mencionadas, o con el propio empresario persona física y los em-
pleados, funcionarios y acreedores del deudor.
Este contrato comparte las características de la prenda civil y la mercantil or-
dinaria, en cuanto que la palabra prenda tiene tres significados: A. como nombre
del contrato, B. como derecho real y C. la cosa objeto del contrato.
La prenda sin transmisión de posesión es un contrato accesorio, de un contra-
to de crédito y será mercantil cuando en él intervenga:
a) Empresario, persona física, quien por definición hace del comercio su ocu-
pación habitual;
b) Empresarios colectivos, nacionales o extranjeros.
Por tratarse de un contrato accesorio su existencia y validez dependen de la
existencia y validez del contrato principal, mediante la prenda sin transmisión de
posesión se pueden garantizar obligaciones futuras, pero la prenda sólo será exigi-
ble si la obligación principal llegó a serlo.
El monto de lo garantizado en este contrato puede ser respecto de una canti-
dad determinada al constituirse ésta o determinable a la ejecución y, salvo pacto
en contrario esa cantidad incluye la suerte principal, intereses ordinarios y mora-
torios así como todo gasto de ejecución.19
El empresario puede dar en prenda sin transmisión de posesión, de acuerdo
con el artículo 356, la hacienda que es la totalidad de los bienes muebles que él

l9 Artículo 359 y 348 LGTOC.

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190 V~CTORRAFAEL AGUILAR MOLINA

utilice en su actividad preponderante, lo que en su caso incluirá frutos o productos


futuros, pendientes y los ya obtenidos; las marcas, nombres comerciales así como
los bienes que resulten de la transformación de bienes y el producto de la venta de
éstos.
En la prenda sin transmisión de posesión el empresario tiene derecho a:20
1. Conservar la cosa dada en prenda y utilizarla de acuerdo a lo pactado con el
acreedor; que será para el ejercicio de las actividades de la empresa;
11. Transformar, vender y en general enajenar los bienes dados en prenda, ya que si
bien son una universalidad, por el giro de la empresa es perfectamente posible la ena-
jenación de los bienes por que es precisamente la actividad que desarrolla la empresa.
Asimismo el empresario tiene el derecho a percibir los frutos de los bienes;
111. A que se reduzca el monto garantizado, si se le autorizó a hacer pagos parciales;
IV. A que se cancele la prenda sin transmisión de posesión una vez que haya paga-
do íntegramente el principal, los intereses y demás accesorios de la deuda.
El empresario estará obligado a:21
A. Pagar los gastos de administración, conservación y recolección;
B. Constituir otra prenda o pagar la deuda principal si la cosa, hacienda, dada
en prenda se deteriora con exceso del límite fijado por las partes;
C. Permitir al acreedor la inspección de los bienes pignorados;
D. Solicitar autorización del acreedor para la venta de bienes a ciertas personas.
La forma del contrato de prenda sin transmisión de posesión, es por escrito y
además ratificado ante fedatario cuando el valor de los bienes sea igual o superior
al equivalente en moneda nacional a doscientas cincuenta mil unidades de inver-
sión, en los términos del artículo 365 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito.
Además de que el contrato debe constar por escrito, es necesario que incluya
como mínimo las estipulaciones que prevé la ley en varios artículo^:^ tales como:
1. Lugar en el que deberán encontrarse los bienes pignorados, a tal efecto, el deu-
dor está obligado a permitir que el acreedor inspeccione los bienes para determinar su
peso, cantidad y estado de conservación.
11. La posibilidad de pactar que si el valor de mercado de los bienes dados en ga-
rantía disminuye de manera que no basten para cubrir el importe del principal y los
accesorios de la deuda, el deudor podrá dar bienes adicionales.
111. Las bases para la designación de un perito que se encargue, después de oír a
ambas partes, de valuar los deterioros o perjuicios que sufran los bienes así como su
peso, calidad y cantidad.

20 Artículos 362,356 y 349 LGTOC.


21 Artículo361,362y374LGTOC.
22 Arts. 357,361,362,363LGTOC

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Actos jurídicos sobre la empresa 191

IV. Las contraprestaciones mínimas que deberá recibir el deudor de su contraparte


por la venta o transmisión de propiedad de los bienes (precios mínimos de venta).
V. Las características o categorías que permitan identificar a la persona o personas,
de manera específica, a las que el deudor podrá vender o transferir dichos bienes, así
como el destino que el deudor debe dar al dinero, bienes o derechos que reciba en
pago-
VI. La información que el deudor debe entregar al acreedor sobre la transforma-
ción, venta o transferencia de los bienes dados en prenda.
VIL La posibilidad de que en caso de que se lleve a cabo la venta a favor de ciertas
personas, sin contar con la autorización del acreedor, el plazo del crédito se de por
vencido.
VIII. La posibilidad de que los bienes se aseguren, caso en el cual la elección de la
compañía es del deudor y el acreedor deberá ser designado beneficiario de la suma
asegurada.
El contrato de prenda sin transmisión de posesión y sus modificaciones, sur-
ten efectos frente a terceros al momento de su inscripción. La que se llevará a
cabo en el Registro Público de Comercio del lugar en que se encuentre ubicado el
domicilio del deudor o en el Registro especial que corresponda según la naturale-
za de los bienes.

Otro mecanismo para el financiamiento de las actividades que se desarrollan


en la empresa lo encuentra el empresario en el fideicomiso de garantía, cuyo
concepto da el artículo 395 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédi-
to, en cuanto a que en virtud de éste, el fideicomitente transmite a una institución
fiduciaria la propiedad de ciertos bienes, con el "fin de garantizar al fideicomisa-
rio el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago".
Por tratarse de un crédito que se otorgará al empresario, podrá actuar como
fiduciario de acuerdo al artículo 395 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito:
1. Instituciones de crédito;
11. Instituciones de seguros;
111. Instituciones de fianzas;
IV. Casas de Bolsa.
V. Sociedades financieras de objeto múltiple, ya sean entidades reguladas o entida-
des no reguladas;
VI. Almacenes Generales de Depósito; y
VII. Uniones de Crédito.
Estas instituciones, conforme al artículo 396 de la citada ley, podrán ser fidei-
comisarias cuando se garanticen obligaciones a su favor, pero serán responsables

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por los daños y perjuicios que causen a los fideicomitentes por actos de mala fe o en
exceso de las facultades que les correspondan por el acto constitutivo o por la ley.
En este tipo de fideicomisos, es decir cuando la institución no otorga crédito,
el empresario fideicomitente podrá designar uno a varios fideicomisarios al
constituirse el fideicomiso o en un acto posterior, en todo caso si son varios de-
berá indicar el orden de prelación entre ellos o el porcentaje de los bienes que les
c~rresponda.~~
De ahí que un mismo fideicomiso pueda ser utilizado para garantizar simultá-
nea o sucesivamente diferentes obligaciones que el empresario, fideicomitente,
contraiga con distintos acreedores, correspondiendo a éstos notificar al fiduciario
que la obligación a su favor ha quedado extinguida, quedando sin efectos los dere-
chos que respecto de él se deriven del fideicomiso, la notificación deberá entre-
garse mediante fedatario público a más tardar a los cinco días hábiles siguientes a
la fecha en que se reciba el pago, practicada la notificación el fídeicomitente po-
drá designar un nuevo fideicomisario.
El contrato de fideicomiso puede ser, dependiendo de lo aportado al patrimo-
nio, por escrito, ratificado ante fedatario, si el valor de la hacienda en la que sólo
haya bienes muebles es igual o superior a doscientas cincuenta mil unidades de
inversión; en escritura pública, cuando en la hacienda también se encuentren bie-
nes inmuebles, surtiendo efectos entre las partes al momento de la firma, confor-
me al artículo 404 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Por ser la universalidad la que se aportó al patrimonio fideicomitido, el con-
trato, en el supuesto de que en ella se encuentren inmuebles se inscribirá, tanto en
el Registro Público de la Propiedad, que corresponda al lugar de su ubicación,
como en el Registro Público de Comercio del domicilio del empresario, o en el
Registro Especial que corresponda según su naturaleza.
Al igual que el contrato de prenda sin transmisión de posesión, la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito, establece algunos requisitos que debe conte-
ner el contrato, tales como: los lugares en que deberán encontrarse los bienes fi-
deicomitidos; las características y alcance tanto de las inspecciones como la re-
ducción del valor de mercado de los bienes fideicomitidos; las contraprestaciones
mínimas que deberá recibir el fideicomitente de su contraparte por la venta o
transferencia de los bienes fideicomitidos; la persona o personas a las que el deu-
dor podrá vender o transferir dichos bienes, así como el destino que se deberá dar
al dinero o bienes que reciba.
En el contrato de puede pactar que el empresario fideicomitente conserve la
posesión de los bienes, caso en el que estará obligado a conservarlos como si fue-
ran propios y a no utilizarlos para objeto diverso al pactado con el fideicomisario,

23 Artículo 397 LGTOC

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Actos jurídicos sobre la empresa 193

por lo que en el contrato se debe establecer el uso, así como la información que
deberá entregarse al fiduciario respeto de la transformación, venta o transferencia
de los bienes.
El contrato también debe incluir la forma de valuar, por un tercero, los bienes
fideicomitidos, pactarse la referencia a índices; la extensión de la pérdida o grado
de deterioro para que pueda el fideicomisario solicitar la aportación de otros bie-
nes o el pago de la deuda antes del plazo.
Igualmente se pactarán los términos en los que se llevará a cabo la revisión
del aforo, en el caso de que los bienes aumenten de valor de manera sustancial.

TRANSMISIONES MORTIS CAUSA

Al fallecer el empresario persona física, se abre su sucesión que podrá ser tes-
tamentaria o intestamentaria.
En el primer caso la norma aplicable será el testamento que otorgó, en el que,
las posibilidades a primera vista serán:
a) Que bajo el concepto de patrimonio de afectación, haya decidido como su
última voluntad, que la empresa o mejor dicho la universalidad destinada a las acti-
vidades de la empresa, se transmitirá como un todo a los legatarios o herederos.
b) Que el empresario haya estableado el legado el usufructo para una o más
personas y la nuda propiedad a otra u otras, lo que sería interesante en el caso de
que entre los bienes que forma la hacienda se encuentre el inmueble que ocupa la
negociación;
c) Excluir de la universalidad el inmueble en que se encuentra la negociación
a fin de legarlo por un lado, con la carga de darlo en arrendamiento precisamente
al legatario al que le dejó la universalidad.
4 Simplemente instituir herederos.
En el caso de que no hubiere otorgado testamento, se aplicarán las disposicio-
nes del Código Civil en materia de sucesión legítima.
No obstante la trascendencia económica que tiene la m i ~ r opequeña, ~ ~ y me-
diana empresa, el Código Civil, no regula la forma de sucesión de ésta, lo que re-
sulta lógico en tanto que el heredero o el legatario al convertirse en propietarios de
los bienes, tiene la libre disposición de los mismos.
Sin embargo establece una especie de derecho preferente, en el articulo 1772,
que se encuentra entre las disposiciones aplicables a la partición, en el supuesto de

24 De O a 10 trabajadores de cada 100 empresas 96 son micro empresa contribuyen con el


40.6% del empleo y aportan el 15% PIB, sus ejemplos son, tortillerías y molinos de nixtamal, pana-
derías, salones de belleza, tiendas de abarrotes y misceláneas, talleres mecánicos, farmacias y carni-
cerías. Secretaría de Economia www.microemprende.org.mx26/06/09.

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que el autor de la sucesión no haya dispuesto la forma de repartir los bienes y en-
tre los herederos haya quienes se dediquen a la misma actividad a la que se dedi-
caba el empresario autor de la sucesión:
Si el autor de la sucesión no dispuso cómo debieran repartirse sus bienes y se trata de
una negociación que forme una unidad agrícola, industrial o comercial, habiendo en-
tre los herederos agricultores, industriales, o comerciantes, a ellos se aplicará la nego-
ciación, siempre que puedan entregar en dinero a los otros coherederos la parte que les
corresponda. El precio de la negociación se fijará por peritos. Lo dispuesto en este ar-
tículo, no impide que los coherederos celebren los convenios que estimen pertinentes.
Tratándose de menores, el artículo 556 del Código Civil prevé el caso en el
que los autores de la sucesión, padre o madre ejercía algún comercio o industria,
supuesto en el cual, el propio artículo da dos soluciones, la primera considero que
se trata del caso de una sucesión legítima, posibilidad en la que el juez, con infor-
me de dos peritos decidirá si ha de continuar o no la negociación.
La segunda solución, está determinada por el supuesto de la existencia de un
testamento, en el que el menor es heredero o legatario de la empresa, ya que el
artículo establece, "a no ser que los padres hubiesen dispuesto algo sobre este
punto, en cuyo caso se respetará su voluntad en cuanto no ofrezca grave inconve-
niente, a juicio del juez".

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